MINISTERIO DE ECONOMIA, INDUSTRIA Y COMERCIO COMISION NACIONAL DEL CONSUMIDOR AÑO 2014 Voto Nº 195-14 Comisión Nacional del Consumidor a las doce horas cincuenta minutos del veinticuatro de febrero del dos mil catorce. Denuncia interpuesta por Central Heladera Díaz, S.A., cédula jurídica tres – ciento uno – tres mil seiscientos noventa y siete , contra Carrocería, enderezado y pintura SRM, S.A., cédula jurídica tres – ciento uno – trescientos veinticuatro mil setecientos ochenta y tres, por supuesto incumplimiento de contrato y de garantía y falta de información, según lo establecido en los artículos 34 incisos a), b), g) y 43 de la Ley de Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor (7472), del 20 de diciembre de 1994. http://reventazon.meic.go.cr/informacion/cnc/votos2014-1/voto195.pdf 1 COMISIÓN NACIONAL DEL CONSUMIDOR Voto 195-14 Comisión Nacional del Consumidor a las doce horas cincuenta minutos del veinticuatro de febrero del dos mil catorce. Denuncia interpuesta por Central Heladera Díaz, S.A., cédula jurídica tres – ciento uno – tres mil seiscientos noventa y siete , contra Carrocería, enderezado y pintura SRM, S.A., cédula jurídica tres – ciento uno – trescientos veinticuatro mil setecientos ochenta y tres, por supuesto incumplimiento de contrato y de garantía y falta de información, según lo establecido en los artículos 34 incisos a), b), g) y 43 de la Ley de Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor (7472), del 20 de diciembre de 1994. RESULTANDO PRIMERO: Que mediante escrito recibido el veinticinco de febrero de dos mil diez, la empresa Central Heladera Díaz, S.A., interpuso formal denuncia contra Carrocería, enderezado y pintura SRM, S.A., argumentando en síntesis que: “(...) el día dieciséis de octubre del año dos mil nueve se ingresó por parte de Central Heladera Díaz el vehículo Izuzu (sic) Rodeo placa número CL-sesenta y dos diecinueve dieciocho, boleta de ingreso número trece noventa (adjunto copia), para reparación en motor por sobre calentamiento. El vehículo se nos entregó el veintiséis de octubre del año dos mil nueve, con la factura número dieciséis cincuenta y dos (adjunto copia), por un monto de C464.992,74 (cuatrocientos sesenta y cuatro mil novecientos noventa y dos con setenta y cuatro céntimos). El vehículo trabajó correctamente durante una semana. Después de ese tiempo empieza a presentar problemas de temperatura nuevamente, los cuáles (sic) fueron canalizados directamente con el mecánico del lugar (Sr. Arnoldo Elizondo) y con la asesora de ventas del lugar katty (sic) Sánchez y en todas las ocasiones las consultas fueron evacuadas de forma muy simple dándonos a entender que los problemas ya estaban resueltos, y nos dicen que probablemente es problema de radiador que en la primera ocasión incluyeron en la factura que este (sic) había sido reparado. Esto nos provocó pérdidas adicionales ya que en sus explicaciones daban justificación a que todo se debía a que debía cambiarse el tapón del radiador y tuvimos que comprarlo en tres ocasiones. Al informarles que después de haber comprado y utilizado los tres tapones el problema persistía nos piden llevar nuevamente a revisión el vehiculo (sic). Como los problemas de calentamiento se incrementan aun haciendo el cambio de tapones, ingresamos nuevamente el vehículo para una revisión más profunda el día diecisiete de diciembre del dos mil nueve, con la boleta número catorce ochenta y cinco (adjuntamos copia). En esta ocasión reparan la boquilla del radiador que se suponía había sido reparado inicialmente, además incluyen dentro de esta boleta otras anomalías que presentaba el carro que según la reparación inicial no tenían por qué darse. Volvemos a utilizar el carro confiados en que se había solucionado el problema sin embargo la situación empeoró ya que el día veintisiete de enero del dos mil diez tuvimos que parar el carro por los mismos problemas, situación que se les comunicó inmediatamente vía telefónica por medio de la Sra. Katty Sánchez pero nos informaron que no podían recibirlo para revisión porque tenían mucho trabajo acumulado y que además el mecánico que había visto el carro anteriormente ya no laboraba con ellos. Por la presión que ejercimos nos lo recibieron el día tres de febrero del dos mil diez, boleta número quince veintisiete (adjunto copia). Nos devuelven el vehículo hasta el día dieciséis de febrero del dos mil diez y nos dijeron que estaba listo y probado y que todo se debía a ajustes en el torque, también nos sugirieron llevarlo veintidós días después a retorquearlo pero ese mismo día el dieciséis de febrero en la noche el vehículo fue usado cinco kilómetros y nuevamente presentó la misma situación. Esto nos obliga a llevar nuevamente el vehículo el día diecisiete de febrero del dos mil diez o sea un día después de entregado y se nos sugiere dejarlo para revisión urgente y que nos estarían informando lo antes posible. El día dieciocho de febrero nos envían una carta a nuestra empresa indicándonos que el vehículo no está en garantía y que lo recojamos lo antes posible porque nos cobrarían bodegaje en caso de dejarlo ahí y aparte de eso que nuestra empresa tenía el crédito cerrado. Ese 2 mismo día mi persona y un compañero de trabajo el sr. Mauricio Jiménez Rivera cedula (sic) 1-08830246, nos hicimos presentes a retirar el vehículo el cuál (sic) se encuentra a la fecha varado en nuestra compañía. La indignación no solo se debe a la falta de eficacia, eficiencia, y responsabilidad para solucionarnos el problema mecánico del vehículo si no que también a la falta de ética y seriedad de los representantes del taller en el manejo de la información y veracidad de esta (sic). Este percance nos ha ocasionado trastornos monetarios en nuestra compañía ya que el vehículo se utiliza para diligencias y trámites referentes a la Gerencia de Ventas, la cuál (sic) lleva la responsabilidad del departamento que genera nuestros ingresos (...)”. Posteriormente, mediante escrito del cinco de marzo del dos mil diez se amplió la denuncia para indicar lo siguiente: “(…) el vehiculo (sic) Rodeo CL-621918 (…) es de mi propiedad, el mismo es utilizado para mis diligencias personales (…)” (folios 1 a 3). Aporta como prueba los documentos que se encuentran visibles a folios 4 a 16 del expediente administrativo. SEGUNDO: Que mediante auto de las once horas con cuarenta minutos del veinte de agosto de dos mil doce, dictado por la Unidad Técnica de Apoyo de esta Comisión, actuando como órgano director, se dio inicio al procedimiento administrativo ordinario, por supuesta infracción a los artículos 34 incisos b). c) y m) y 37 de la Ley de Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor (7472), el cual fue debidamente notificado a ambas partes (folios 32 a 36). TERCERO: Que la comparecencia oral y privada prevista en el artículo 309 de la Ley General de la Administración Pública, se realizó a las ocho horas con diez minutos del treinta de octubre de dos mil doce, con la participación ambas partes (comparecencia grabada digitalmente) (folio 53). CUARTO: Que se han realizado las diligencias útiles y necesarias para el dictado de la presente resolución. CONSIDERANDO ÚNICO. SOBRE LA LEGITIMACIÓN ACTIVA DE LA DENUNCIANTE: Que de conformidad con el artículo 88 del Reglamento de la Ley 7472 (decreto 25234-MEIC), vigente en el momento de los hechos, establecía que “(...) la Unidad Técnica, como órgano director podrá acordar el rechazo de plano de las acciones cuando así corresponda pero dicho acto deberá ser elevado de inmediato en consulta a la respectiva Comisión, y se regirá en lo demás por lo dispuesto en el artículo 292 de la Ley General de la Administración Pública (...)”. En lo conducente y para los efectos que aquí interesa, este último numeral dispone: “(...) 3. La Administración rechazará de plano las peticiones que fueren extemporáneas, impertinentes, o evidentemente improcedentes (...)”. De previo a cualquier razonamiento adicional, esta Comisión estima conveniente examinar si a la parte denunciante le asiste legitimación para actuar en el presente procedimiento administrativo. La legitimación procesal es, al decir de Guasp “(…) la consideración especial en que tiene la ley, dentro de cada proceso, a las personas que se hallan en una determinación relación con el objeto del litigio y, en virtud de la cual, exige, para que la pretensión procesal pueda ser examinada en cuanto al fondo, que sean dichas personas las que figuren como partes en tal proceso (…)” (GUASP, Jaime: “Derecho Procesal Civil, Tomo I, Introducción y parte general”, Madrid, Instituto de Estudios Políticos, 1968, pág. 185). En materia de protección al consumidor, la legitimación activa (aptitud para actuar como parte) le es otorgada solamente a aquella persona, física o jurídica, que funge como destinataria final de la cadena de producción, al adquirir bienes o servicios para su consumo privado y final, en los términos establecidos en el artículo 2 de la ley 7472, el cual define al consumidor como “(…) toda persona física o entidad de hecho o de derecho, que, como destinatario final, adquiere, disfruta o utiliza los bienes o los Servicios, o bien, recibe información o propuestas para ello (…)”. Es de relevancia aclarar que la facultad de sancionar, investida legalmente a esta Comisión, se limita a infracciones que operen en perjuicio de algún consumidor, atribuibles a comerciantes, por incumplimiento de las obligaciones que para estos últimos prescribe el artículo 34 de la ley en discusión. Así se encuentra determinado en el numeral 57 del mismo cuerpo legal. Entonces, es a 3 ese consumidor al único que le asiste la legitimación procesal para denunciar al infractor ante esta Sede. Esta diferenciación legal, permite dilucidar que, en el presente caso, el promovente no acciona como destinatario final que haya sido objeto de daño alguno dentro de una relación contractual de consumo, primeramente porque, tanto en su libelo inicial, como en las declaraciones vertidas en la comparecencia oral, efectuada el treinta de octubre de dos mil doce; alega un perjuicio directo a su giro comercial al señalar que “(…) este percance nos ha ocasionado trastornos monetarios en nuestra compañía ya que el vehículo se utiliza para diligencias y trámites referentes a la Gerencia de Ventas, la cual lleva la responsabilidad del departamento que genera nuestros ingresos (…)” (folio 3). Asimismo, en la audiencia, el señor Armando Solano Ramírez, actuando en su representación, subrayó que “(…) yo soy el gerente de ventas, entonces ese es el machete, verdad (…)” (min. 3:42). En segundo lugar, por el vehículo Isuzu Rodeo, placa 621918, objeto el presente proceso, ya no pertenece a la empresa denunciante ni a representante alguno suyo, sino que fue vendido meses después de la interposición de la presente causa, como lo confirmó el señor Solano Ramírez, quien declaró al respecto que “(….) ya el vehículo no me pertenece (…) estaba registralmente a nombre mío, un tiempo después, tuve que invertir alrededor de ochocientos mil colones para que me hicieran un trabajo en otro taller y unos meses después (…) lo vendí y tengo otro vehículo, ese que vendí (…) yo lo tuve alrededor de dos o tres meses varado en la empresa, después de ahí, se decidió arreglarlo, se invirtieron como ochocientos mil colones para que ya anduviera en carretera (…) meses después lo cambié por otro (…)” (min. 2:39). Este último punto supone no solamente una desvinculación del bien que sirve de base para la relación de consumo alegada, y, en consecuencia, una falta de legitimación del gestionante para continuar el procedimiento; sino que, además, apareja una inherente falta de interés actual, tornando ineficaz cualquier pronunciamiento sobre la pretensión inicial. Como corolario, al no calificar como consumidor final, en los términos del artículo 2 de la ley 7472, la parte accionante carece de la legitimación procesal para incoar en esta vía, y también opera una falta de interés actual en el procedimiento, dado que no es la propietaria actual del bien, objeto de la relación contractual acusada, por lo que la denuncia debe declararse sin lugar por falta de legitimación activa y falta de interés actual. Finalmente, por resultar innecesario, se omite pronunciamiento alguno en torno al fondo del asunto. POR TANTO 1Se declara la falta de legitimación activa del denunciante y la falta de interés actual de presente procedimiento. 2Se declara sin lugar la denuncia interpuesta por Central Heladera Díaz, S.A., contra Carrocería, enderezado y pintura SRM, S.A. por incumplimiento de contrato y de garantía y falta de información, según lo establecido en los artículos 34 incisos a), b), g) y 43 de la Ley de Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor (7472), del 20 de diciembre de 1994. Contra esta resolución puede formularse recurso de reposición, que deberá plantearse ante la Comisión Nacional del Consumidor para su conocimiento y resolución, dentro de los tres días hábiles siguientes a la fecha de su notificación. Lo anterior de conformidad con los artículos 64 de la Ley 7472 y 343, 345 y 346 de la Ley General de la Administración Pública. Archívese el expediente en el momento procesal oportuno. NOTIFÍQUESE. EXPEDIENTE 455-10 4