CLÁSICOS HISPÁNICOS José Zorrilla Don Juan Tenorio Edición de Bienvenido Morros Edición no venal, 2014 ISBN: 978-84-682-2217-2 Núm. de Orden V.V.: HA74 © BIENVENIDO MORROS Sobre la edición, la introducción, las notas y el estudio de la obra. © EDICIONES VICENS VIVES, S.A. Sobre la presente edición según el art. 8 del Real Decreto Legislativo 1/1996. Obra protegida por el RDL 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual y por la normativa vigente que lo modifica. Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio, incluidos los sistemas electrónicos de almacenaje, de reproducción, así como el tratamiento informático. Reservado a favor del Editor el derecho de préstamo público, alquiler o cualquier otra forma de cesión de uso de este ejemplar. IMPRESO EN ESPAÑA. PRINTED IN SPAIN. C L Á S I C O S H I S P Á N I C O S José Zorilla Don Juan Tenorio Edición, introducción, notas y estudio de la obra Bienvenido Morros Ilustración Gary Kelley ÍNDICE INTRODUCCIÓN Vida y obra de Zorrilla . . . . . . . . . . . . . El romanticismo de Zorrilla . . . . . . . . . El mito de don Juan: vida y literatura . . Los dos Juanes de la historia y sus leyendas. . . . . . . . . . . . La comedia de Tirso de Molina y sus imitaciones . . La novela de Cristóbal Lozano y su influencia . . . . El don Juan Tenorio de Zorrilla. . . . . . . . Un drama romántico: una cuestión de género . . . . vii xi xii xv xvii xix . xxi xxiii La estructura de la obra y el Hamlet de Shakespeare . xxv Protagonistas y antagonistas . . . . . . . . . . . . . . xxvii Las bodas en la muerte. . . . . . . . . . . . . . . . . . xxi El lugar de la historia: Madrid y Sevilla. . . . . . . . xxxi Interpretación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xxxiii La lengua y el estilo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xxxv DON JUAN TENORIO Parte primera . . Acto primero. . . Acto segundo. . . Acto tercero . . . Acto cuarto. . . . Parte segunda. . Acto primero. . . Acto segundo. . . Acto tercero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 3 35 78 99 110 135 165 185 ESTUDIO DE LA OBRA Documentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3 Análisis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 ESCENA XI Dichos; Buttarelli, con botellas. Buttarelli. Centellas. Buttarelli. Varios. Buttarelli. Aquí hay Falerno, Borgoña, 6 Sorrento. De lo que quieras sirve, Cristófano, y dinos: ¿qué hay de cierto en una apuesta por don Juan Tenorio ha un año y don Luis Mejía hecha? Señor capitán, no sé tan a fondo la materia que os pueda sacar de dudas, pero diré lo que sepa. Habla, habla. Yo, la verdad, aunque fue en mi casa mesma la cuestión entre ambos, como pusieron tan larga fecha a su plazo, creí siempre que nunca a efecto viniera; así es, que ni aun me acordaba 73 de tal cosa a la hora de esta. 305 310 315 320 73 Esto es, ‘que ni siquiera me acordaba de la apuesta una hora después de que la hiciesen’. 6 El Salerno y el Sorrento son vinos italianos, de la zona de Nápoles; el Bor- goña es también un vino, pero francés. 8 don juan tenorio Mas esta tarde, sería el anochecer apenas, entrose aquí un caballero pidiéndome que le diera 74 recado con que escribir una carta: y a sus letras atento no más, me dio tiempo a que charla metiera 75 con un paje que traía, paisano mío, de Génova. No saqué nada del paje, 76 que es, por Dios, muy brava pesca; mas cuando su amo acababa su carta, le envió con ella a quien iba dirigida: el caballero en mi lengua me habló y me pidió noticias de don Luis. Dijo que entera sabía de ambos la historia, y que tenía certeza de que al menos uno de ellos acudiría a la apuesta. Yo quise saber más de él, mas púsome dos monedas de oro en la mano diciéndome 77 así, como a la deshecha: «Y por si acaso los dos al tiempo aplazado llegan, ten prevenidas para ambos tus dos mejores botellas». 74 Es decir, ‘utensilios para escribir (pluma, papel, tintero…)’. 75paje : criado que acompañaba a su amo a todas partes. 76 Esto es, ‘[el paje] es muy sagaz’. 77 a la deshecha: con disimulo. 325 330 335 340 345 350 primera parte · acto primero 9 don juan tenorio 10 Avellaneda. Centellas. Avellaneda. Buttarelli. Centellas. Buttarelli. Avellaneda. Buttarelli. Centellas. Largose sin decir más, y yo, atento a sus monedas, les puse, en el mismo sitio 78 donde apostaron, la mesa. Y vedla allí con dos sillas, dos copas y dos botellas. Pues, señor, no hay que dudar; era don Luis. Don Juan era. ¿Tú no le viste la cara? ¡Si la traía cubierta con un antifaz! Pero, hombre, ¿tú a los dos no les recuerdas? ¿O no sabes distinguir 79 a las gentes por sus señas lo mismo que por sus caras? Pues confieso mi torpeza; no le supe conocer y lo procuré de veras. Pero silencio. ¿Qué pasa? A dar el reló comienza 7 los cuartos para las ocho. (Dan.) Ved, ved la gente que se entra. 355 360 365 370 78 Es decir, ‘puse las dos botellas en la mesa, el sitio donde hicieron la apues- ta’. Como se observará, Zorrilla era leísta. 79 señas : aspecto, gestos. 7 Este dato resulta un anacronismo, pues solo a finales del siglo xviii los relojes, al incorporar en su mecanismo la manecilla de los segundos, empezaron a marcar los cuartos antes de cada hora. primera parte · acto primero · escena xii Avellaneda. Como que está de este lance curiosa Sevilla entera. (Se oyen dar las ocho; varias personas entran y se reparten en silencio por la escena; al dar la última campanada, don Juan, con antifaz, se llega a la mesa que ha preparado Buttarelli en el centro del escenario, y se dispone a ocupar una de las dos sillas que están delante de ella. Inmediatamente después de él, entra don Luis también con antifaz y se dirige a la otra. Todos los miran.) 11 375 ESCENA XII Don Diego, Don Gonzalo, Don Juan, Don Luis, Buttarelli, Centellas, Avellaneda, Caballeros, curiosos, enmascarados. Avellaneda. Centellas. Don Juan. Don Luis. (A Centellas, por don Juan.) Verás aquel, si ellos vienen, qué buen chasco que se lleva. (A Avellaneda, por don Luis.) Pues allí va otro a ocupar 80 la otra silla: ¡uf! aquí es ella. (A don Luis.) Esa silla está comprada, 81 hidalgo. (A don Juan.) 380 80 aquí es ella : ‘la que se va armar’. Los dos capitanes, pese a haberle repro- chado al hostalero que no haya reconocido a don Juan, tampoco han sido capaces de identificarlo ni a él ni a su rival. 81 ‘Esa silla está reservada, caballero’. 12 Don Juan. Don Luis. Don Juan. Don Luis. Don Juan. Don Luis. Don Juan. Don Luis. Don Juan. Don Luis. Don Juan. Don Luis. Centellas. Avellaneda. Don Juan. Don Luis. don juan tenorio Lo mismo digo, hidalgo; para un amigo tengo yo esotra pagada. Que esta es mía haré notorio. Y yo también que esta es mía. Luego sois don Luis Mejía. Seréis, pues, don Juan Tenorio. Puede ser. Vos lo decís. 82 ¿No os fiáis? No. Yo tampoco. 83 Pues no hagamos más el coco. Yo soy don Juan. (Quitándose la máscara.) 84 Yo don Luis. (Íd.) (Se descubren y se sientan. El capitán Centellas, Avellaneda, Buttarelli y algunos otros se van a ellos y les saludan, abrazan y dan la mano, y hacen otras semejantes muestras de cariño y amistad. Don Juan y don Luis las aceptan cortésmente.) ¡Don Juan! ¡Don Luis! ¡Caballeros! ¡Oh amigos! ¿Qué dicha es esta? 385 390 82 ‘¿No estáis seguro?’. 83 ‘Pues quitémonos las máscaras’. La expresión hacer el coco tiene su origen en la práctica entre padres y educadores de meter la cabeza (coco) en una calabaza vacía para asustar a los niños. 84íd : ‘ídem, lo mismo’, pues Don Luis también se quita la máscara. primera parte · acto primero · escena xii Sabíamos vuestra apuesta, y hemos acudido a veros. Don Luis. Don Juan y yo tal bondad en mucho os agradecemos. Don Juan. El tiempo no malgastemos, don Luis. (A los otros.) Sillas arrimad. (A los que están lejos.) Caballeros, yo supongo 85 que a ucedes también aquí les trae la apuesta, y por mí a antojo tal no me opongo. Don Luis. Ni yo: que aunque nada más 86 fue el empeño entre los dos, no ha de decirse por Dios que me avergonzó jamás. Don Juan. Ni a mí, que el orbe es testigo de que hipócrita no soy, pues por doquiera que voy va el escándalo conmigo. Don Luis. ¡Eh! ¿Y esos dos no se llegan 87 a escuchar? Vos. (Por don Diego y don Gonzalo.) Don Diego. Yo estoy bien. Don Luis. ¿Y vos? Don gonzalo. De aquí oigo también. Don Luis. Razón tendrán si se niegan. (Se sientan todos alrededor de la mesa en que están don Luis Mejía y don Juan Tenorio.) Avellaneda. 85 ucedes: ustedes. 86 ‘Que aunque el reto solo fue entre los dos’. 87 ‘¿Y esos dos no se acercan para escucharnos?’. 13 395 400 405 410 415 14 Don Juan. Don Luis. Don Juan. Don Luis. Don Juan. Don Luis. Don Juan. Don Luis. Don Juan. Don Luis. Don Juan. Don Luis. Centellas. Don Juan. Don Luis. don juan tenorio ¿Estamos listos? Estamos. Como quien somos cumplimos. Veamos, pues, lo que hicimos. Bebamos antes. Bebamos. (Lo hacen.) La apuesta fue… Porque un día dije que en España entera no habría nadie que hiciera lo que hiciera Luis Mejía. Y siendo contradictorio 88 al vuestro mi parecer, yo os dije: «Nadie ha de hacer lo que hará don Juan Tenorio». ¿No es así? Sin duda alguna, y vinimos a apostar quién de ambos sabría obrar peor, con mejor fortuna, en el término de un año, juntándonos aquí hoy a probarlo. Y aquí estoy. Y yo. ¡Empeño bien extraño, 89 por vida mía! Hablad, pues. No, vos debéis empezar. 88 Es decir, ‘siendo mi opinión contraria a la vuestra’. 89 ‘¡Juro por mi vida que es una apuesta insólita!’. 420 425 430 435 primera parte · acto primero 15 C100897