JRS Servir 40 Spanish - Jesuit Refugee Service Middle East and

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Servicio Jesuita a Refugiados
No. 40
Huyen por sus vidas
y les confinan en vez de protegerles
Artículos desde Camboya, Malta, Tailandia, Sudáfrica y Australia
Marzo 2007
Editorial
La detención como herramienta de control de la inmigración
Priorizar los derechos humanos
Lluís Magriñà SJ, director internacional del JRS
to como una vía a ninguna parte. El JRS trabaja para paliar los
efectos del confinamiento, pero, por desgracia, las causas están
en decisiones que se toman fuera.
El derecho de los estados a gestionar los flujos migratorios está
sujeto a sus obligaciones de proteger a los refugiados. Así, la
Convención de la ONU para los Refugiados de 1951 prohíbe a
los estados penalizar a los refugiados por el mero hecho de buscar asilo. No obstante, la detención arbitraria de inmigrantes es
un método de control de la inmigración ampliamente extendido.
Esta edición de Servir examina los costes sociales y humanos de
las políticas que restringen el movimiento de los refugiados.
Aún así, algunas acciones han resultado un éxito. Desde
Sudáfrica, el P. Gallagher describe cómo se enfrentaron a la
detención injusta de niños separados y cómo un tribunal ordenó
a las autoridades que siempre tuvieran en cuenta 'el mejor interés del niño' en la toma de decisiones que les afecten. Ante la
presión de un gran número de llegadas espontáneas, Sudáfrica
se ha mantenido firme en la defensa de los derechos de la infan-
Cuando los niños montagnards huyeron de las persecuciones en
Vietnam, fueron detenidos en Camboya. La naturaleza y estruc-
Campo de refugiados de Mae Hong Son, Tailandia, Sara Pettinella/ JRS
tura de los centros cerrados les impedía el acceso a los servicios
educativos. La Sra. Peeters muestra cómo el confinamiento en
lugares restringidos afecta la capacidad de organizar los servicios de educación y cómo la monotonía diaria desmotiva a los
estudiantes.
cia. Los niños reciben la atención adecuada y no se les encierra
por huir de la pobreza y la persecución.
En Australia, la Sra. Pike explica que al no poder basarse en la
ley, los defensores de los derechos humanos han optado por
concienciar a la opinión pública sobre la situación que enfrentan los niños solicitantes de asilo detenidos durante años. Al presentar el coste humano de la detención, las ONG llamaron la
atención del público y consiguieron cambiar la política del
gobierno. Ya no se detiene a los niños por razones migratorias.
La detención también dificulta el acceso a servicios legales. La
Dra. Camilleri destaca los problemas de los juristas que tratan
de garantizar una asistencia legal de calidad para los solicitantes de asilo. La naturaleza inherente de la detención separa a los
solicitantes de asilo de la sociedad en general y dificulta su acceso a la asistencia legal y a la información sobre el proceso de
asilo. Los solicitantes de asilo en Malta tienen que enfrentarse a
un proceso legal sin saber qué es lo que quieren conocer de
ellos.
"… el confinamiento… genera un sentimiento de desazón y desesperanza."
Si bien no suelen ser tan represivos como los centros de detención, el confinamiento en campamentos cerrados puede, como
ilustra la Sra. Rivers, impactar en la salud mental de los refugiados. Esto se traduce en actitudes antisociales entre los refugiados jóvenes de los campamentos. Saben qué oportunidades tendrían fuera de los campamentos, y esto les genera un sentimiento de desazón y desesperanza. Aún cuando tienen garantizados
los alimentos, una casa y la educación, perciben el campamen-
Mientras que la comunidad internacional tiene la obligación de
compartir la responsabilidad de la protección de los refugiados,
la detención no debe usarse de forma arbitraria como un mecanismo de control de la inmigración. Dios nos creó libres. Las
alternativas a la detención permiten respetar esta libertad;
depende de los Estados poner los derechos humanos por encima de definiciones restrictivas de la seguridad de las fronteras.
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Cambodia
Una educación adecuada no es posible en centros cerrados
La monotonía cotidiana desmotiva a los estudiantes
Anne Peeters, ex-responsable legal del JRS Camboya
La etnia vietnamita de los montagnards forma el mayor grupo de
refugiados en Camboya. A diferencia de otros refugiados en el
país, los refugiados urbanos, los montagnards permanecen bajo
custodia en centros cerrados en la capital, Phnom Penh. De
hecho, se trata de centros de detención ya que sólo pueden
abandonarlos por razones médicas. Una política ésta que obstaculiza la provisión de servicios de educación a este grupo, y
que, en consecuencia, afecta negativamente a su salud mental.
Sin prueba alguna, el gobierno les acusa de formar parte de un
movimiento de resistencia armada que, presuntamente, proseguiría su lucha desde Camboya. El gobierno niega a los refu-
"Un pequeño dolor de cabeza por dormir
demasiado se convierte en migraña."
giados montagnards la oportunidad de integrarse en Camboya
basándose en razones de seguridad nacional, pero no hace más
que ceder a las presiones de su poderoso vecino, Vietnam.
Reconocidos por la agencia de la ONU para los refugiados
(ACNUR) como refugiados, se ha dicho a los montagnards que
acepten el reasentamiento en un tercer país o que regresen a
sus casas.
Centro cerrado para refugiados, Phnom Penh, Camboya, Anne Peeters/ JRS
do estos permanezcan en los centros a la espera de su deportación durante meses. En consecuencia, no es posible crear un sistema educativo paralelo. Por desgracia, sólo se pudo facilitar
clases de inglés y algunas actividades recreativas para los niños.
Resultaba difícil motivar a los refugiados para que asistieran a
las pocas actividades disponibles. Sin derecho a trabajar y con
apenas espacio para deportes u otras actividades, se sumieron
en la apatía. La falta de ejercicio, entre otras cosas, condujo a
un aumento en el número y frecuencia de visitas al médico. Un
pequeño dolor de cabeza por dormir demasiado se convierte en
migraña. Algunos pierden el apetito y empiezan a perder peso.
Una mujer se sintió tan deprimida que no quería salir de su habitación. Los refugiados aguardan ansiosos la hora de las visitas,
aun cuando las reciben a diario. La incertidumbre de sus visitas
es la única variación en su monótona rutina diaria.
"…la política del ACNUR niega los servicios educativos a los solicitantes de
asilo rechazados…"
Esta política ha sido particularmente dura para los niños. Echan
en falta una educación adecuada. Por ejemplo, los niños que ya
fueron reubicados – en Canadá, Finlandia y EE.UU. – no sólo se
encontraban en desventaja por razones del idioma en sus nuevos países, sino por el año o dos de educación perdidos.
Negarles la libertad de movimiento impactó directamente en su
derecho a la educación.
Centro cerrado para refugiados, Phnom Penh, Camboya, Anne Peeters/ JRS
Dado que no se permite salir del centro, los refugiados reciben
la educación en el mismo, lo que conlleva una serie de dificultades. Los espacios son pequeños y están diseminados por todo
Phnom Penh. Tampoco queda claro cuánto tiempo permanecerán en Camboya, aun cuando su estancia se preveía breve.
Además, la política del ACNUR niega los servicios educativos a
solicitantes de asilo rechazados, los más numerosos, aun cuan-
La migración forzosa es a menudo traumática por sí misma. La
detención y la negación de los derechos fundamentales pueden
llegar a intensificar este trauma. Aunque la experiencia de cada
refugiado es única, el impacto de las políticas del gobierno camboyano sólo puede ser negativa. Un refugiado describió la vida
en un campamento cerrado "como otra manera de morir …"
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Malta
Difícil acceso a la asistencia legal durante la detención
Un obstáculo más a la protección
Katrine Camilleri, directora adjunta del JRS Malta
En Malta, los solicitantes de asilo cuyas solicitudes no han sido resueltas quedan en libertad a
los 12 meses, pueden vivir entre la comunidad y tienen derecho a trabajar. Pero si su petición es
rechazada antes de este límite de doce meses, su detención se puede prolongar hasta los dieciocho meses. La detención aísla a los solicitantes de asilo y hace que para ellos sean difíciles
incluso cosas tan simples como comunicarse con sus parientes o aportar los documentos que apoyen su demanda.
Solicitantes de asilo llegando al centro de detención, Malta Today
A la hora de la verdad, esto significa que, en muchos casos, los
solicitantes de asilo pasan 12 meses esperando su liberación
para terminar viendo como sus esperanzas se desvanecen en el
último minuto.
También les resulta complicado conseguir la asistencia legal que
necesitan durante los trámites de asilo y apelar su detención. Los
solicitantes de asilo tienen derecho a ser asistidos por un abogado durante todo el proceso de asilo, pero el Estado sólo facilita
ayuda legal gratuita al llegar a la apelación. Organizaciones
como el JRS, con recursos limitados, brindan asistencia pro-bono
si la solicitan. Si un solicitante de asilo no sabe de nosotros, el
JRS podría no conocer su situación.
A Charles, un joven solicitante de asilo de Liberia, ya le estaban
llevando a los rayos X, lo que normalmente precede a la liberación, una semana antes del límite de los doce meses. Para un
4
Malta
detenido esto significa que la liberación es inminente, y el joven
estaba entusiasmado. Empaquetó todo lo que podía llevar en su
maleta, dejó lo demás y espero a que le llamasen 'para la libertad'.
El día después de haber cumplido los doce meses de detención,
oyó que le llamaban y bajó las escaleras confiado en su liberación. Pero su sueño se convirtió en pesadilla cuando le entregaron un pequeño sobre marrón con la decisión de la Oficina
de Apelación de Refugiados que desestimaba su solicitud de
estatuto de refugiado.
La innecesaria crueldad del sistema se agrava por el hecho de
que la mayoría de las apelaciones, si no todas, son rechazadas.
Así, al final del día, para los solicitantes de asilo detenidos que
esperan el resultado de su apelación, no se trata tanto de si, sino
más bien de cuándo su solicitud será rechazada. El resultado de
la apelación determinará el tiempo de la detención.
El Presidente de la primera cámara de la Oficina de Apelación
para los Refugiados vinculó las pocas resoluciones favorables al
"Los detenidos reciben poca o ninguna
información sobre cómo solicitar asilo…"
elevado porcentaje de concesiones del estatuto de refugiado en
primera instancia, por parte de la Comisión para los Refugiados.
Es cierto que la Comisión para los Refugiados examina las solicitudes con atención y eficiencia, de acuerdo a sus limitados
recursos. Pero aunque parece que sobre el papel todos los solicitantes de asilo tienen la oportunidad de apelar, los solicitantes
de asilo detenidos tienen que hacer frente a muchos obstáculos.
Los detenidos reciben poca o ninguna información sobre cómo
solicitar asilo o qué leyes y trámites se aplicarán para resolver su
solicitud. A menudo, son los propios compañeros detenidos la
principal, cuando no la única, fuente de información para los
recién llegados. Y aunque ésta se les dé con la mejor de las
intenciones, a veces ni es la más precisa ni la más imparcial.
Las solicitudes de asilo se deciden a menudo en base a su credibilidad. Al no saber qué es lo que deben demostrar para ser
reconocidos como refugiados, los solicitantes de asilo confían
en la información que les dan otros detenidos, contando a quie-
Centro de detención, Malta, Malta Today
Esto significa que, aunque en teoría la ley facilita el amparo, en
la práctica es casi imposible para la mayoría de los detenidos
recurrir a estos recursos legales para garantizar la salvaguarda
de sus derechos.
"… el gran obstáculo en el camino de los
detenidos a la justicia es el temor y la inseguridad que inspira el sistema"
Dicho esto, el gran obstáculo en el camino de los detenidos a la
justicia es el temor y la inseguridad que inspira el sistema. Los
detenidos viven sabiendo que son 'outsiders', privados del control sobre su propio presente y del derecho a decidir sobre su
futuro.
nes decidirán sobre su estatuto lo que creen que les favorecerá.
En la apelación, al dar las verdaderas razones que les llevaron
a huir de sus países, no se les cree. Si tuvieran acceso a asesoramiento legal desde el principio, estarían mejor informados y,
en consecuencia, mejor preparados.
Se sienten sin ningún poder, totalmente a merced de las autoridades, demasiado vulnerables para enfrentarse a la acción del
gobierno, aunque esta sea cuestionable.
Como me dijo un hombre: "Soy como un niño bajo la autoridad
de su padre… y el gobierno es mi padre. Así que ¿qué puedo
hacer yo?"
En la mayoría de las situaciones, los detenidos tendrían que
recurrir a los servicios de abogados privados, lo que les costaría
mucho más de lo que tienen.
5
Tailandia
Confinamiento indefinido en campamentos cerrados
El aumento de los comportamientos antisociales
Kelle Rivers, coordinadora de programas, JRS Tailandia
"Me siento como si alguien me hubiera vendado los ojos, cada día es lo mismo". Estas son las palabras de un refugiado karenni de Birmania tras regresar a la cotidianidad del campamento de
refugiados en Mae Hong Son, al norte de Tailandia, tras seguir un breve curso fuera. La puerta
de su pequeño, cerrado y limitado mundo se abrió brevemente y se volvió a cerrar, y él lamenta esta pérdida. La pérdida de poder participar de un mundo más amplio, de acceder a la información, de elegir y, por encima de todo, la pérdida de la libertad.
Campo de refugiados de Mae Hong Son, Tailandia, Sara Pettinella/ JRS
Como muchos jóvenes de los campamentos de la frontera de
Tailandia con Birmania, ha pasado la mayor parte de su vida en
el exilio. Como refugiado tenía el alimento asegurado, un lugar
seguro donde dormir, atención médica y educación básica. Estas
son cosas que muchas personas, jóvenes y mayores, no tienen
dentro de Birmania. Pero esto tiene un precio. La prolongada
naturaleza de la crisis de los refugiados de Birmania conlleva
consecuencias muy duras para la población de los campamentos, especialmente para su juventud.
reasentarse en terceros países. Aunque ésta sea una alternativa
deseable para muchos, sólo será una opción para un pequeño
porcentaje de la población refugiada, apenas un parche.
Un artículo reciente, publicado en una revista de un campamento, describía las consecuencias negativas para la población refugiada de vivir tanto tiempo en un campamento, y, en particular,
del aumento de comportamientos antisociales. Destacaba la
desesperación de los jóvenes y la falta de oportunidades. Como
le ocurría al citado refugiado birmano, son plenamente conscientes del mundo exterior y del hecho de que no se les permite
participar de él. Aunque es posible salir del campamento, es ile-
Durante años, los refugiados birmanos hablaban de repatriación
aguardando el día del regreso a sus casas. Ahora ya hablan de
6
Tailandia
Campo de refugiados de Mae Hong Son, Tailandia, Sara Pettinella/ JRS
gal hacerlo. Aquellos que son capturados fuera corren el riesgo
de ser arrestados y deportados.
des lúdicas durante las largas vacaciones estudiantiles. Estas y
otras actividades son necesarias para la monótona y sombría
vida de los estudiantes.
Poco bueno puede salir de la población de los campamentos
que vive de forma indefinida en esta situación. Los niños seguirán siendo educados, pero ¿para qué futuro?. La desesperación,
la dependencia y la frustración crecerán. Las actitudes destructivas se extenderán cada vez más.
Mientras que la situación en Birmania sigue deteriorándose,
nadie sabe qué deparará el futuro, y menos los refugiados.
Aunque resulta difícil imaginar un cambio en la situación, es crucial el desarrollo de estrategias de advocacy en favor de quienes
luchan en Birmania, de quienes viven en los campamentos y de
quienes eligen y pueden abandonarlos.
Dichas estrategias requieren el esfuerzo coordinado de los propios refugiados, de las ONG, y de organizaciones gubernamentales e intergubernamentales para enfrentar esta crisis de derechos humanos, y tendrán que enfocar globalmente sus causas y
"Aquellos que son capturados fuera corren
el riesgo de ser arrestados y deportados."
"Las actitudes destructivas se extenderán
cada vez más."
En todas parte, los jóvenes necesitan seguridad, oportunidades,
poder expresarse, divertirse y explorar sentimientos, dudas y preocupaciones. Los jóvenes refugiados de los campamentos no
son ninguna excepción. Sin embargo, el reto está en demostrar
que esto no tiene por qué ser así, sin crear falsas expectativas
que se añadirían a la desesperación y frustración que ya sienten.
Hay que desarrollar oportunidades de manera que vean cómo
pueden mejorar sus vidas ahora y no sólo en un futuro lejano.
consecuencias. Por ejemplo, ahora que Birmania está en la
agenda del Consejo de Seguridad de la ONU, se tendrían que
dar los pasos para que los estados miembros vayan a las causas de esta crisis que ya lleva décadas.
Para paliar las consecuencias negativas de vivir en el campamento, el JRS y el Departamento de Educación Karenni (KnED),
una ONG de refugiados, han desarrollado un currículum de formación social que complementa a los actuales cursos de formación profesional. Incluye temas de interés como el VIH/SIDA,
consumo de drogas y alcohol, salud reproductiva, toma de decisiones, compañerismo, violencia doméstica y otros asuntos
sociales y sanitarios. El JRS y el KnED acogen a los jóvenes en el
programa de educación no formal y han programado incluir
cursos especiales (arte, música, computadoras, lengua tailandesa) durante el período estival, en un intento por ofrecer activida-
Sin embargo, estas acciones no bastan. En Tailandia, los refugiados birmanos deben saber que no se les ha olvidado, que se
conoce su clamor ¡y que hay esperanza! Necesitan ayuda práctica y apoyo en estrategias que les permitan mejorar sus condiciones de vida en su situación actual. Hay que hacer más para
defender sus derechos y encontrar soluciones duraderas para los
refugiados birmanos, en Tailandia o donde sea. Poner fin a la
política de campamentos cerrados mejoraría sustancialmente su
día a día y los prepararía mejor para su propio futuro.
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Sudáfrica
La detención de niños separados
Cómo Sudáfrica prioriza la infancia
Michael S. Gallagher SJ, responsable de Advocacy del JRS África Meridional
El 13 de septiembre de 2004, el Tribunal Supremo sudafricano tomaba en Pretoria una decisión
judicial sin precedentes respecto a la detención de los niños inmigrantes. El Tribunal Supremo
resolvió que los niños no nacionales detenidos tenían que ser tratados según la leyes nacionales que protegen a la infancia sudafricana.
Menores refugiados separados apoyados por el JRS en Johannesburgo, Sudáfrica, Joe Hampson SJ/ JRS
El impacto inmediato de la decisión fue que los niños inmigrantes, incluidos los solicitantes de asilo, ya no van a los centros de
detención de inmigrantes. Se requiere al Estado para que tenga
en cuenta 'el mejor interés del niño' al tomar decisiones relacionadas con el estatuto migratorio de los niños no nacionales. La
normativa, al reafirmar el deber del Estado de velar por todos los
niños, ha afectado positivamente al trabajo realizado por el JRS
Sudáfrica, que desde 1999 ha ayudado a niños separados que
buscaban asilo en el país.
una solicitud de urgencia para evitar la deportación de 13 niños
detenidos junto a adultos en el centro de Lindela. No sólo las
condiciones de confinamiento preocuparon al tribunal, sino que
la deportación consternó al propio juez:
"Ahora se sabe que los niños deportados desde Lindela a sus países de origen son metidos en camiones y llevados hasta la estación de ferrocarril. Allí se les transfiere al tren, se les transporta
hasta la frontera de su país, se les pone en otro camión y los llevan hasta la comisaría más cercana en su país."
El caso, Centre for Child Law y otros versus Ministerio del Interior
y otros, empezó en marzo de 2004 cuando dicho centro de la
Escuela de Derecho de la Universidad de Pretoria se encargó de
El tribunal decretó que se sacara a todos los niños del centro de
detención y los pusieran en el Centro para Niños de Dyambo.
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Sudáfrica
Trabajadores sociales del JRS para niños refugiados separados, Pretoria, Sudáfrica, Michael Gallagher SJ/ JRS
sudafricanos se justifica nuestro orgullo por nuestro país y nuestra democracia... Nos sentimos orgullosos de las políticas marcadas en nuestra Constitución... Tenemos a Nelson Mandela,
convertido en un icono mundial por, entre otras cosas, su amor
a la infancia y sus continuos esfuerzos por los necesitados…
Suscribimos los principios contenidos en los tratados internacionales... Pero estos grandes ideales serían pura hipocresía si
aquellos a quienes el Estado ha dado la potestad de aplicar
dichas políticas y sentimientos, y si los responsables de ejecutar
estas leyes admirables, por apatía y falta de compasión no lo
hacen."
Esto evita la deportación de niños no nacionales hasta que el tribunal haya determinado, caso por caso, lo que más conviene a
cada niño. Si bien la decisión judicial se dictó a los pocos días
de la solicitud del Centre for Child Law en marzo, el caso se prolongó durante seis meses más.
"Sería horrible en la más abyecta sociedad."
Las repercusiones de esta decisión trascendieron a las fronteras
de Sudáfrica, e incluso del continente africano. En Estados
Inicialmente, el tribunal de menores rechazó el caso al creer que
las leyes para el bienestar de la infancia sólo afectaban a los
niños sudafricanos. El 21 de mayo, el caso volvió al Tribunal
Supremo y esta decisión fue revocada. Por desgracia, a pesar
del fallo, el Departamento de Desarrollo Social no hizo nada
para que los niños fuesen llevados ante el tribunal de menores
de Krugersdorp. Por supuesto, esto impidió al Comisionado para
el Bienestar de la Infancia llevar a cabo y finalizar las investigaciones con respecto a cada niño.
"… el Departamento… no hizo nada para
que los niños fuesen llevados ante el tribunal de menores de Krugersdorp."
La desidia del Departamento de Desarrollo Social enojó al juez.
En su última decisión de septiembre de aquel año, recordó a los
ministros del gobierno y a las agencias implicadas las obligaciones del Estado para con todos los niños previstas en la Sección
28 de la Constitución del país, así como sus obligaciones de
acuerdo con la Convención sobre la Infancia de la que
Sudáfrica es signataria.
Unidos, por ejemplo, el mejor interés del niño no es necesariamente un factor determinante en los procesos legales. Las decisiones con respecto a la detención se toman en base al estatuto
legal del niño en el país. Los tribunales de inmigración de los
EE.UU. no están obligados a tener en cuenta otras cuestiones.
Como resultado de esta sentencia, ya no se detiene a los niños
ni se les deporta sumariamente de Sudáfrica. En su lugar, se les
cuida y se les ofrece educación y atención sanitaria y todo lo que
concierna a su mejor interés. Esta norma y práctica funciona en
África y es un reto a otras prácticas en todo el mundo.
"Si miramos los hechos que se me han presentado… la única
conclusión a la que se puede llegar es que los niños están siendo tratados de una forma extremadamente terrible. Sería horrible en la más abyecta sociedad. En una sociedad como la nuestra, orgullosa de sus nobles sentimientos, es vergonzoso. Como
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Australia
Fin de la detención preventiva de niños solicitantes de asilo
Cómo la fuerza de la opinión de la gente protegió a la infancia
Georgina Pike, responsable de advocacy, JRS Australia
Hace menos de seis años, la detención preventiva de los solicitantes de asilo como medio disuasorio era una pesadilla en la política interior australiana. El Primer Ministro, John Howard, llevó
a su partido a la victoria con mensajes del estilo "Nosotros decidiremos quién viene a este país
y en qué condiciones". En 2007, este principio sigue en vigor y se sigue encerrando a los solicitantes de asilo en Australia y en las islas que la rodean. Sin embargo, el movimiento por los refugiados en Australia consiguió, recientemente, apuntarse algunas victorias.
En agosto de 2005, flores y una placa remplazaron la alambrada para conmemorar un enfoque menos autoritario de la detención, Georgina
Pike/ JRS
recordar que los grandes cambios – no detención de niños, alojamiento en la comunidad, medidas de seguimiento y evitar la
Hoy, ya no hay niños en ningún centro de detención (IDC) australiano, optándose cada vez más por ubicarlos en la comunidad; hay mejoras tangibles en el trato dado por el departamento gubernamental para la inmigración a los solicitantes de asilo
en Australia. Aunque la política de detención preventiva sigue,
inexplicablemente, en vigor, los aspectos más extremos de la ejecución de dicha política se han suavizado ostensiblemente.
¿Cómo se ha llegado a este cambio? ¿Qué pueden aprender de
la experiencia australiana otros que luchan por cambiar políticas
represivas similares?
"Shayan... Se le llevó de urgencias al hospital... y lo retornaron inmediatamente al
IDC..."
detención prolongada – fueron el resultado de mostrar a la opinión pública ejemplos de crueldad y trato injusto por parte de las
autoridades de inmigración.
No hay duda que la presión política sobre los parlamentarios y
las campañas de sensibilización de la opinión pública por un
amplio y variado abanico de grupos, consiguieron un cambio en
las crueles políticas de inmigración australiana. Es importante
Para los australianos el nombre de Shayan Badraie evoca el trágico legado del régimen de detención preventiva de inmigrantes.
10
Australia
Centro de detención de inmigrantes de Villawood, en Sydney, Georgina Pike/ JRS
Sin embargo, también representa una semilla de cambio,
alguien cuyo innecesario sufrimiento ha permitido llegar hoy a
una situación esperanzada.
Llevar a los niños a una comunidad bajo vigilancia formaba
parte de un conjunto de medidas introducidas en 2005 tras
haber mostrado numerosos casos. Cuando se demostró que
Cornelia Rau, una residente permanente en Australia que sufría
una enfermedad mental, estuvo detenida durante más de diez
meses en un centro para inmigrantes, se llevó a cabo una investigación para ver qué había fallado en el departamento.
En 2001, Shayan Badraie era un niño iraní de seis años encerrado junto a sus padres y a su hermana en el IDC de Villawood
(Sydney). Enmudeció y rechazó comer o beber hasta el punto
que se le tuvieron que administrar fluidos para mantenerlo vivo.
Se le llevó de urgencias al hospital local, sólo para una revisión,
y lo retornaron inmediatamente al IDC donde seguiría conviviendo con la causa de su trauma. Cuando un grupo de periodistas
de investigación coló una cámara en el IDC de Villawood, el
programa que se mostró en la televisión nacional australiana,
ABC, impactó en todo el país. Hasta entonces, a la mayoría de
australianos poco preocupaba esa gente bajo custodia a la que
los políticos denominaban 'ilegales' o 'los que se cuelan'. Al
enfrentarse a imágenes de un niño flácido, exhausto y deshidratado, les resultó más difícil justificar que éste tenía que recibir el
mismo trato.
"… 700 niños... tras las rejas... en
agosto de 2001; hoy no hay ninguno..."
La revelación de que una ciudadana australiana, Vivian Álvarez
Solón, había sido deportada ilegalmente, junto a 200 casos de
presunta detención ilegal presentadas al Ombudsman de la
Commonwealth, minaron la confianza en el departamento de
inmigración e hicieron inevitable un cambio en el sistema.
Unos ciudadanos preocupados – muchos de ellos padres de
familia de los barrios acomodados – formaron un grupo de presión en respuesta a las terribles imágenes del trato de Shayan
Badraie en el IDC. Este grupo, ChilOut, fue una de las voces
más efectivas y respetadas del debate. No eran especialistas en
presionar a los políticos, al contrario, eran personas a quienes el
gobierno federal conservador tenía por amigos, profesionales
liberales de las clases medias y altas.
Los defensores de los Derechos humanos que se enfrentan a
políticas represivas similares pueden sacar alentadoras lecciones
de la experiencia australiana. Aun cuando una población cierra
los ojos por temor a etiquetas deshumanizantes como "ilegales"
o "los que se cuelan", puede en un momento dado responder
con compasión humana cuando ven que los solicitantes de asilo
y detenidos tienen un nombre, un rostro, una historia. Dicho
esto, al reto de terminar con la detención preventiva de solicitantes de asilo le sigue la necesidad de exponer los esfuerzos de
Australia por desviar a solicitantes de asilo antes de que lleguen
a nuestras fronteras. Los defensores de los refugiados en
Australia no quieren esperar a otra tragedia humana para alcanzar sus objetivos.
Tras años de campaña, todos los niños fueron transferidos junto
a sus familias a otras comunidades, si bien bajo vigilancia, en
julio de 2005. El éxito de la campaña radicó en mantener un
principio moral básico e irrefutable: es un error encerrar a niños
inocentes. Cerca de 700 niños estaban tras las rejas cuando la
historia de Shayan Badraie fue emitida en agosto de 2001; hoy,
no hay ninguno.
11
Marzo 2007
J R S
Servir No. 40
Huyen por sus vidas y les confinan en vez de protegerles
Artículos desde Camboya, Malta, Tailandia, Sudáfrica y Australia
Cómo ayudar a una persona
Foto de portada
Refugiados. Frontera Tailandesa
con Camboya.
Jan Cooney/JRS
Director: Lluís Magriñà SJ
Editor: James Stapleton
Productor: Sara Pettinella
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Sudáfrica
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