H. Cámara de Diputados de la Nación

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Expediente 0477-D-08
H. Cámara de Diputados de la Nación
PROYECTO DE LEY
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente
podrá ser tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite
Parlamentario, editado por la Imprenta del Congreso de la Nación.
El Senado y Cámara de Diputados,...
Artículo 1º - Podrán presentarse candidatos independientes a las elecciones de
presidente y vicepresidente de la Nación y a senadores y diputados nacionales.
Artículo 2º - Se considera candidato independiente a quien no es presentado y
oficializado como candidato por algún partido político.
Artículo 3º - Los requisitos para oficializar candidaturas independientes son:
a) Los requeridos por la Constitución Nacional para la respectiva función.
b) No estar afiliado a partido político alguno.
c) Proponer una lista completa de los cargos a elegir integrada en su totalidad por
candidatos independientes, de conformidad con la convocatoria electoral, para una o
varias de las categorías electorales de cada elección.
d) Ajustarse a los plazos legales de la convocatoria y a los recaudos previstos en el
Código Electoral Nacional.
e) Hacer público el programa de gestión que se propone.
f) Obtener, en forma fehaciente, la adhesión de ciudadanos inscriptos en el padrón
general del distrito en cuya elección se pretende participar, en una cantidad no menor al
uno por mil (1 o/oo) de la totalidad.
Artículo 4º - Los candidatos independientes que oficialicen su candidatura en los
términos de la presente ley, se sujetarán exclusivamente a los derechos y obligaciones
que aquí se establecen, por lo que no le serán aplicables las normas que regulan el
funcionamiento, derechos y obligaciones de los partidos políticos.
Artículo 5º - Modificase el artículo 2° de la ley 23.298, el que quedará redactado de la
siguiente manera:
"ARTÍCULO 3° - Los partidos son instrumentos necesarios para la formulación y
realización de la política nacional. Les incumbe la nominación de candidatos para
cargos públicos electivos, sin perjuicio de las candidaturas independientes. Las
candidaturas de ciudadanos no afiliados podrán ser presentadas por los partidos siempre
que tal posibilidad esté admitida en sus cartas orgánicas."
Artículo 6° - Incorporase al Código Electoral Nacional ?ley 19.945, t.o. por decreto
2135/83?, el siguiente artículo:
"ARTÍCULO 64: Las disposiciones de los artículos 60 a 64 serán también aplicables a
las candidaturas independientes."
Artículo 7° - De forma.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Un proyecto similar al presente fue presentado el 3 de marzo de 2004 por el diputado
Alberto Natale (expediente n° 263-D-2004). Y con la firma del suscripto se presentó el
expediente 1839-D- 2006. Como aún no ha sido considerado por la cámara, hoy
reiteramos su tratamiento
Se ha reclamado muchas veces la posibilidad de la existencia de candidatos
independientes que puedan presentarse y competir en las elecciones generales, a fin de
complementar la oferta de candidatos que realizan los partidos políticos. Debe
entenderse como "candidato independiente" a aquel o aquellos que carezcan de
afiliación partidaria.
Algunos piensan que este mecanismo perfeccionará nuestras formas de representación.
Si bien no creemos que se trate de un axioma, que no demande la pertinente prueba
demostrativa del aserto, sí pensamos que por imperio constitucional es menester
establecer las normas mínimas que viabilicen la posibilidad de la existencia de esas
candidaturas.
En realidad, el llamado "monopolio" de los partidos para propiciar candidaturas tuvo su
expresión en la ley 19.102 de partidos políticos. Ella fue propiciada en 1971, por el
entonces ministro del Interior, doctor Arturo Mor Roig, quien lo hizo con el sano
propósito de fortalecer el principio de que los partidos eran ?y siguen siendo? el
instrumento esencial de la democracia representativa.
Atrás había quedado la dictadura de Juan Carlos Onganía, en la que los partidos
políticos no solo fueron disueltos sino que también fueron presentados como
instrumentos perniciosos para la sociedad. Inclusive, desde ámbitos cercanos a aquella
presidencia se llegó a propiciar formas corporativas de gobierno.
Después del cambio del gobierno de facto, luego de Onganía y Levingston, se preparaba
el regreso a la democracia. Mor Roig incorporó en el naciente Estatuto de los Partidos
Políticos (ley 19.102) el principio de la exclusividad de los partidos para proponer
candidatos, con el loable deseo, como se dijo, de reivindicar su carácter esencial en la
democracia representativa.
En 1994 se reformó la Constitución Nacional y el nuevo artículo 38 atribuyó a los
partidos "la competencia para la postulación de candidatos a cargos públicos electivos",
pero no de manera exclusiva, como quedó en claro en el debate de la Comisión de
Redacción. Es decir que, con toda intención, no se excluyó la posibilidad de que existan
candidaturas fuera de los partidos.
La norma constitucional referida y su recta interpretación, no dejan dudas sobre la
posibilidad de la existencia de candidaturas no propuestas por partidos políticos (sobre
los debates en la Convención de 1994 y en el seno de la Comisión de Redacción se
puede ver, además de la versión completa editada por La Ley, el libro "Comentarios
sobre la Constitución", Depalma, Buenos Aires, 1995, p. 39 y sgtes.).
La posibilidad de que existan candi- daturas independientes es hoy día reclamada por
buena parte de la sociedad, circunstancia que hace necesario y aconsejable legislar sobre
los presupuestos mínimos que regulen esa posibilidad de la existencia de candidatos
independientes.
La sanción de esta norma debería complementarse con la derogación de la legislación
sobre internas partidarias abiertas, que carecerían de sentido y no han dado resultados
satisfactorios en su aplicación práctica (más allá de las muchas objeciones teóricas que
puede hacerse a ese sistema).
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