Opinión eltelegrama, lunes 11 de noviembre de 2013 El tintero Pensaba yo en dos… articulos anteriores Manuel La Parra. Uno, el ametrallamiento Me quedé absorto, pensé en el abuelo y el padre y en su tío. A los que conozco desde hace tiempo. Parece mentira que por no obedecer una orden policial, se dieran a la fuga sin más y de que sin más se tire a dar. Podían haber tirado al casco e incluso al motor, pero al barullo y que pegue donde sea, no me parece profesional. Bien es verdad que en el continente africano, no se andan con miramientos ni protocolos. Recuerdo que, en aguas de Nigeria o internacionales del Golfo de Biafra, las patrullera nigeriana de aquel entonces, metían la proa al cayuco, sus contenido y por supuesto los tripulantes dedicados en el trae y lleva, quedaban esparcidos en la mar, o sea abordados por el mayor espíritu bucanero. Es el hecho tal, que los africanos de a pie prefieren las tácticas europeas o españolas. De hecho lo estamos viendo en la Plaza de España y en la valla fronteriza. El guardar las costas es una cosa seria, otra cosa es meterse militarmente en aguas de puerto ajeno, como tal ha sido el caso, ejemplo entrar en Melilla, como "Pedro por su casa". Y aquí no ha pasado nada de nada... Pero de ahí a que civiles, por tal o cual navegación, susto incluido, conociendo como se las gastan en Marruecos, se den la vuelta "sabiendo del ametrallador" y de que les puedan aplicar la llamada ley de fugas. Ni que la lancha con un solo motor fuera un reactor. Esta agresión es de demasiada soberbia de poder.... Cuando en nuestra agua portuaria y en la valla no se aplica ni el rechazo, y si se aplica son de "pelotas de goma" y encima son protestadas por los menos idóneos (aún sin "ánimo de lucro") a los derechos de los españoles en España y su territorio. De cualquier manera, mi pesar por las consecuencias del hecho ha calado en mí; entre otras cosas por conocer a Amín Dris, personalmente. Sus atenciones a la hora de atender, ágil en el trabajo, atento y sonriente, es algo diferente a lo habitual. Yo, me quedé helado, pensé en su familia. Me alegro que el sepelio haya sido de tan multitudinaria asistencia, pues demuestra muchas cosas y no solo afecto familiar.... Si no que, también un rechazo a como ha sido la actitud marroquí por la forma de ejecutar la acción, la más rápida, por no decir que tiraron por la calle de en medio... El otro, ¿del calibre 22? Cuando me enteré por mi hija que, la prensa nacional decía de los jóvenes melillenses allegados de alguna manera a todos nosotros, me quedé de piedra. Era inconcebible desde el sentimiento personal. Me era irreal lo pasado, que Amín , ése joven de atento y dinámico hacer en la cafetería familiar, siempre él agradable y con rasgo distendido, que se hubiera ido al más allá por un posible error personal y ajeno de categórico hacer del Guarda Costas, me pareció de un calado más profundo de lo que aparenta. Últimamente se está observando cierto exceso por parte ajena que se suplen las buenas vecindades, es más, es como si la marina real vecina anduviera como "Pedro por su casa". Se cuelan en aguas del puerto melillense, dicen seguir a no sé qué; yo más bien pienso que empujando. Y luego no empujan, disparan a dar, por mucha ráfaga de aviso que dieran. No podían tirar al casco en la proa de la zodiac, sea de fibra o neopreno, tampoco al motor. Porque si tan buena puntería tienen para que una ráfaga reparta balas a cada uno, bien podían a ver apuntado, por lo menos a la proa del casco o al motor, pues es el hecho de que precisamente no usan el calibre 22. Que sería si el vecino preferencial de la U. E., hiciera la vigilancia en la costa de Gibraltar resguardándonos de las planeadoras de tres y cuatro motores... Creo yo que la Marina Real Marroquí, se cree que está en las costas del Sáhara interceptando al Polisario... Siento que Amín y su amigo, hayan sufrido ese atentado, sin firma real... Hoy me atrevo a decir este telegrama... A la vista de lo que hay o hasta ahora se sabe, que por Exteriores se hayan tomado las medidas suficientes para "aclarar" correctamente el porqué de esas muertes que, para nosotros, simplemente por la forma que presentan, son de un crudo y descarado homicidio. Por supuesto, sin firma Real.