Autores Generacin 27 - Colegio San Juan Bosco Las Palmas

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COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
PEDRO SALINAS nació en Madrid, en 1891. Cursó Derecho y Filosofía y Letras
en la Universidad de Madrid (Licenciado en Letras, en
1913; Doctor, en 1917). Estuvo en la Universidad
parisina de La Sorbona, como Lector de Español,
entre 1914 y 1917; y allí conoció directamente la
poesía francesa moderna, de la que recibirá cierta
influencia. Fue Catedrático de Literatura Española de
la Universidad de Sevilla (1918), y después en la de
Murcia. Durante el curso de 1922-1923 es nombrado
Lector de Español en la Universidad inglesa de
Cambridge. De vuelta a Madrid, trabaja en el Centro
de Estudios Históricos con el equipo de
investigadores dirigido por Menéndez Pidal, y en
donde prepara ediciones de clásicos y escribe
ensayos de crítica sobre literatura española
contemporánea.
Aunque no desarrolló actividades políticas, sus ideas liberales le llevaron a
exilarse voluntariamente durante la Guerra Civil, y se trasladó a los Estados
Unidos de América, en donde ejerció la docencia en distintas universidades.
Desde 1942 a 1945 fue profesor de la Universidad de San Juan de Puerto Rico.
Recorrió otras muchas universidades de todo el continente americano como
conferenciante o profesor visitante, y viajó, asimismo, por diversos países
europeos, aunque ya no volverá a pisar tierra española. Murió en Boston, en
1951. Por voluntad propia, sus restos descansan en San Juan de Puerto Rico, en el
cementerio de Santa Magdalena, frente a un mar de incomparable belleza.
Los primeros libros de Salinas -Presagios, 1923; Seguro azar, 1929; Fábula
y signo, 1931- se inscriben en la línea de la poesía "pura", bajo la influencia de
Juan Ramón Jiménez; aunque no faltan en ellos, particularmente en Fábula y
Signo, temas futuristas, nuevos en la creación poética. Pero son La voz a ti debida
(1933) -título tomado del verso 12 de la Égloga III de Garcilaso de la Vega: "pienso
mover la voz a ti debida;"- y Razón de amor (1936) las obras cumbres de Salinas,
con las que el tema amoroso, presente en los tres libros anteriores, irrumpe en la
poesía de la época desde posiciones claramente antirrománticas: la amada no es
la “enemiga”; el amor no es desdenes, sufrimiento o frustración. En Salinas el
amor es, en vez de sufrimiento, una prodigiosa fuerza que está presente en la
realidad de cada día y da sentido a la propia vida y al mundo.
Con posterioridad a la Guerra Civil, y ya en América, Salinas publicó dos
libros de poemas: El contemplado (1946) y Todo más claro (1949); a los que hay
que añadir otro de aparición póstuma: Confianza (1955; poemas inéditos 19421944).
Salinas cultivó, además de la poesía, la narrativa, el teatro. Su prosa
narrativa está integrada por las obras Vísperas del gozo (1926), La bomba
increíble (1950) -muestra de su inquietud ante el trágico genocidio provocado por
la primera explosión atómica-, y El desnudo impecable y otras narraciones (1951).
Su teatro, escasamente conocido en España, se representó en universidades
norteamericanas. Destacan las piezas dramáticas en un acto La cabeza de la
Medusa, La estratosfera, La isla del tesoro (1952).
35 BUJÍAS (Seguro Azar)
Sí, cuando quiera yo
la soltaré. Está presa
aquí arriba, invisible.
Yo la veo en su claro
castillo de cristal, y la vigilan
-cien mil lanzas- los rayos
-cien mil rayos- del sol. Pero de noche,
cerradas las ventanas
para que no la vean
-guiñadoras espías- las estrellas,
la soltaré (Apretar un botón.).
Caerá toda de arriba
a besarme, a envolverme
de bendición, de claro, de amor, pura.
En el cuarto ella y yo no más, amantes
eternos, ella mi iluminadora
musa dócil en contra
de secretos en masa de la noche
-afueradescifraremos formas leves, signos,
perseguidos en mares de blancura
por mí, por ella, artificial princesa,
amada eléctrica.
COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
Si me llamaras, sí... (La voz a ti debida)
¡Si me llamaras, sí,
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
-¡si me llamaras, sí, si me llamaras!será desde un milagro,
incógnito, sin verlo.
Nunca desde los labios que te beso,
nunca desde a voz que dice:
"No te vayas."
¿Serás, amor... (Razón de amor)
¿Serás, amor
un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el principio, es separarse.
En el mismo encuentro
con la luz, con los labios,
el corazón percibe la congoja
de tener que estar ciego y sólo un día.
Amor es el retraso milagroso
de su término mismo:
es prolongar el hecho mágico
de que uno y uno sean dos, en contra
de la primer condena de la vida.
Con los besos,
con la pena y el pecho se conquistan,
en afanosas lides, entre gozos
parecidos a juegos,
días, tierras, espacios fabulosos,
a la gran disyunción que está esperando,
hermana de la muerte o muerte misma.
Cada beso perfecto aparta el tiempo,
le echa hacia atrás, ensancha el mundo breve
donde puede besarse todavía.
Ni en el lugar, ni en el hallazgo
tiene el amor su cima:
es en la resistencia a separarse
en donde se le siente,
desnudo altísimo, temblando.
Y la separación no es el momento
cuando brazos, o voces,
se despiden con señas materiales.
Es de antes, de después.
Si se estrechan las manos, si se abraza,
nunca es para apartarse,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos
es una despedida larga, clara
y que lo más seguro es el adiós.
Ayer te besé en los labios... (La voz a ti debida)
Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto,
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más. El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada ya,
para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.
Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no...
-¿Adónde se me ha escapado?-.
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.
Para vivir no quiero... (La voz a ti debida)
Para vivir no quiero
islas, palacios, torres.
¡Qué alegría más alta:
vivir en los pronombres!
Quítate ya los trajes,
las señas, los retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura, libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te llame
entre todas las gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te llama,
el que te quiere suya,
enterraré los nombres,
los rótulos, la historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy yo».
COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
Jorge Guillén
nació en Valladolid, en 1893. Fue Catedrático de Literatura
Española en la Universidad de Murcia y en la de Sevilla. A los 45 años -en 1938comienza un exilio voluntario, que le lleva a Norteamérica. El retorno definitivo a
España se produce en 1977, año en que recibió el Premio Cervantes. Los últimos
años de su vida los pasó en Málaga, en donde murió en 1984, a los 91 años.
La producción poética de Jorge Guillén está distribuida en cinco series -Cántico,
Clamor, Homenaje, Y otros poemas, Final-, y lleva el título genérico de Aire
Nuestro.
Desde la primera edición, de 1928, con 75 poemas, Cántico ha ido ampliándose
hasta alcanzar las 334 composiciones que constituyen la cuarta y definitiva
edición, de 1950. La poesía de Guillén en este libro, es expresión de entusiasmo
ante el mundo y ante la vida (“El mundo está bien hecho” dice Guillén).
Y si Cántico se subtitula Fe de vida, Clamor -compuesto por Maremagnum (1957),
Que van a dar en la mar (1960) y A la altura de las circunstancias (1963)- lleva por
subtítulo Tiempo de historia. Los poemas de esta obra -editada en Buenos Airesson un grito de protesta ante las dolorosas realidades de nuestro tiempo: guerras,
dictaduras, injusticias, negocio, tiranía, muerte, explotación, etc. "El mundo del
hombre está mal hecho", dice ahora Guillén.
Homenaje recoge poemas a las diversas figuras de las artes y las letras, desde
Homero a los contemporáneos.
Y otros poemas y Final dan fe de la incesante creación de Guillén y contienen
páginas hermosas, aunque no añaden nada esencial a su magna obra.
Estatua Ecuestre
Permanece el trote aquí,
Entre su arranque y mi mano.
Bien ceñida queda así
Su intención de ser lejano.
Porque voy en un corcel
A la maravilla fiel:
Inmóvil con todo brío.
¡Y a fuerza de cuánta calma
Tengo en bronce toda el alma,
Clara en el cielo del frío!
Más verdad (Cántico)
Sí, más verdad,
Objeto de mi gana.
Jamás, jamás engaños escogidos.
¿Yo escojo? Yo recojo
La verdad impaciente,
Esa verda que espera a mi palabra.
¿Cumbre? Sí, cumbre
Dulcemente continua hasta los valles:
Un rugoso relieve entre relieves.
Todo me asombra junto.
Y la verdad
Hacia mí se abalanza, me atropella.
Más sol,
Venga ese mundo soleado,
Superior al deseo
Del fuerte,
Vega más sol feroz.
¡Más, más verdad!
La sangre al río (Clamor)
Llegó la sangre al río.
Todos los ríos eran una sangre,
Y por las carreteras
De soleado polvo
?O de luna olivácea?
Corría en río sangre ya fangosa
Y en las alcantarillas invisibles
El sangriento caudal era humillado
Por las heces de todos.
COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
Entre las sangres todos siempre juntos,
Juntos formaban una red de miedo.
También demacra el miedo al que asesina,
Y el aterrado rostro palidece,
Frente a la cal de la pared postrera,
Como el semblante de quien es tan puro
Que mata.
Encrespándose en viento el crimen sopla.
Lo sienten las espigas de los trigos,
Lo barruntan los pájaros,
No deja respirar al transeúnte
Ni al todavía oculto,
No hay pecho que no ahogue:
Blanco posible de posible bala.
Innúmeros, los muertos,
Crujen triunfantes odios
De los aún, aún supervivientes.
A través de las llamas
Se ven fulgir quimeras,
Y hacia un mortal vacío
Clamando van dolores tras dolores.
Convencidos, solemnes si son jueces
Según terror con cara de justicia,
En baraúnda de misión y crimen
Se arrojan muchos a la gran hoguera
Que aviva con tal saña el mismo viento,
Y arde por fin el viento bajo un humo
Sin sentido quizá para las nubes.
¿Sin sentido? Jamás.
No es absurdo jamás horror tan grave.
Por entre los vaivenes de sucesos
?Abnegados, sublimes, tenebrosos,
Feroces?
La crisis vocifera su palabra
De mentira o verdad,
Y su ruta va abriéndose la Historia,
Allí mayor, hacia el futuro ignoto,
Que aguardan la esperanza, la conciencia
De tantas, tantas vidas.
Gerardo Diego
nació en Santander, en 1896. Su
figura
humana
y
su
obra
literaria
son
extraordinariamente versátiles: poeta, profesor, critico
literario, articulista en la prensa diaria, musicólogo,
pianista, pintor...; y autor de cuarenta libros poéticos
originales que le convierten en una de las figuras más
destacadas de la poesía del siglo XX.
La versatilidad de Diego le ha permitido
simultanear la poesía de vanguardia -Diego es el
máximo representante español del Creacionismo- y la
poesía clásica o tradicional; y en ambas direcciones
poéticas se advierte una cualidad constante: el dominio absoluto de la forma,
cualquiera que sea el tipo de verso elegido.
Diego se inicia en el mundo de la poesía con tres libros -escritos en 1918de gran sencillez y grata musicalidad: Iniciales, El Romancero de la novia y
Nocturnos de Chopin -libro este último que revela la capacidad del poeta para
relacionar música y poesía-. El espíritu vanguardista del poeta está presente en
varios libros: Evasión -escrito entre 1918 y 1919, y considerado ultraísta-; Imagen
(1922) y Manual de espumas (1924) -adscritos al Creacionismo; libros de poesía
originalísima, al margen de toda lógica y de cualquier referencia a la realidad
inmediata. A este tipo de poesía alude el poeta cuando afirma: "Creer lo que no
vimos dicen que es la Fe; crear lo que nunca veremos, esto es la Poesía."; Poemas
adrede -en donde se hace patente la influencia del surrealismo.
Los mejores libros, dentro de la vertiente tradicional, son, sin duda,
Versos humanos (1925) y Alondra de verdad (1941).
COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
Revelación
Tú bordabas en silencio,
Era en Numancia, al tiempo que declina
la tarde del agosto augusto y lento,
Numancia del silencio y de la ruina,
alma de libertad, trono del viento.
como si no te importase,
como si te diese miedo.
Y después te levantaste
y me dijiste un secreto
La luz se hacía por momentos mina
de transparencia y desvanecimiento,
diafanidad de ausencia vespertina,
esperanza, esperanza del portento.
en una larga mirada,
larga, larga… Los reflejos
en las vidrieras borrosas
desdibujaban tu esbelto
Súbito ¿dónde? un pájaro sin lira,
sin rama, sin atril, canta, del ira,
flota en la cima de su fiebre aguda.
perfil. Era tu figura
la flor de un nimbo de ensueño.
… Tres erais, tres, las hermanas
como en los libros de cuento.
Vivo latir de Dios nos goteaba,
risa y charla de Dios, libre y desnuda.
Y el pájaro, sabiéndolo, cantaba...
Columpio (Imagen)
Las Tres Hermanas (El romancero de la novia)
A caballo en el quicio del mundo
un soñador jugaba al sí y al no
Estabais las tres hermanas,
las tres de todos los cuentos,
las tres en el mirador
tejiendo encajes y sueños.
Y yo pasé por la calle
y miré… Mis pasos secos
resonaron olvidados
en el vesperal silencio.
La mayor miró curiosa,
y la mediana riendo
me miró y te dijo algo…
Las lluvias de colores
emigraban al país de los amores
Bandadas de flores
Flores de sí
Flores de no
Cuchillos en el aire
que le rasgan las carnes
forman un puente
Sí
No
Cabalgaba el soñador
Pájaros arlequines
cantan el sí
cantan el no
COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
Rafael Alberti nace en el Puerto de Santa María (Cádiz), en 1902. A los quince años se traslada con su
familia a Madrid. Hasta 1923 su actividad principal es la pintura, que cambiará pronto por el quehacer poético. En
1925 obtiene el Premio Nacional de Literatura por Marinero en tierra. A partir de 1931, y ya afiliado al Partido
Comunista, empieza a trasladar a la poesía sus preocupaciones político-sociales. Como consecuencia de la Guerra
Civil se exilió primero en Argentina -hasta 1962- y, después, en Italia -en Roma desarrolló tanto su vertiente creativa
de pintor como de poeta-, hasta que en 1977 regresa definitivamente a España.
Los avatares políticos, los cambios de residencia y el paso de los años en ningún
momento han condicionado la continuidad de su labor poética y literaria.
La primera obra de Alberti, Marinero en tierra (1924), refleja la
nostalgia de su tierra gaditana, de su mar, de sus salinas, recordados desde
Madrid con vehemente deseo de evasión. Fue acogida con gran entusiasmo por
Juan Ramón Jiménez ("Poesía popular, pero sin retorno innecesario: nueva;
fresca y acabada a la vez; rendida, ágil, graciosa, parpadeante: andalucísima").
Los temas y las formas populares continúan en los siguientes libros: La amante
(1925), El alba del alhelí (1927). Y si con Cal y canto (1926-1927) Alberti rinde
homenaje a Góngora y cultiva además los motivos de la vida moderna en una
lírica claramente vanguardista, con Sobre los ángeles (1927-1928) logra una de
las obras maestras de la poesía surrealista. A sus últimos años de estancia en España, previos al exilio, corresponden
varios libros de inspiración revolucionaria (“Antes –dijo- mi poesía estaba al servicio de unos pocos. Hoy no.”): El
poeta en la calle (1931-1935), De un momento a otro (1934-1939), etc.
En su exilio americano, Alberti sigue publicando libros de extraordinaria belleza lírica, muchos de los cuales
revelan la nostalgia de su patria: Entre el clavel y la espada (1939-1940), Pleamar (1944), A la pintura (1945-1952) bellas glosas líricas de la obra de célebres pintores -, Retornos de lo vivo lejano (1948-1956), Coplas de Juan Panadero
(1949-1953)…
Alberti es, asimismo, autor de un sugestivo libro de memorias - La arboleda perdida- y de algunas obras de
teatro: El hombre deshabitado, El adefesio, etc.
Si mi voz muriera en tierra...
Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.
Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.
Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento una vela!
(Marinero en Tierra)
Desahucio
Ángeles malos o buenos,
que no sé,
te arrojaron en mi alma.
Sola,
sin muebles y sin alcobas,
deshabitada.
De rondón, el viento hiere
las paredes,
las más finas, vítreas láminas.
Humedad. Cadenas. Gritos.
Ráfagas.
Te pregunto:
¿cuándo abandonas la casa,
dime,
qué ángeles malos, crueles,
quieren de nuevo alquilarla?
Dímelo.
(Sobre los ángeles)
COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
Federico García Lorca (1898-1936)
Nació en Fuentevaqueros (Granada) y estudió Derecho y Filosofía y Letras. En Madrid, se alojó en la
Residencia de Estudiantes, donde entró en contacto con los intelectuales más importantes de nuestro país. Además de
poeta, se dedicó a la música y a la pintura. Durante su vida, caracterizada por el triunfo, cultivó con igual éxito la
poesía y el teatro. De hecho, hoy en día puede ser considerado uno de los autores fundamentales de nuestra historia
literaria. Murió fusilado cerca de Granada a causa de su apoyo a la República.
Publica Libro de poemas en 1921 y Canciones en 1922, por lo que es uno de los primeros en publicar dentro
de la Generación del 27. En estas obras se nota una gran influencia de Bécquer y del Modernismo. Poco a poco va
encontrando su propia voz poética, y en Canción del jinete. Poema del cante jondo (compuesto en 1921, publicado
en 1931) se encuentra ya formada. Lo andaluz aparece en este libro representado por los cantes flamencos, cuyo tema
principal es la muerte. Trata temas populares desde un punto de vista culto e imprime en cada poema un sello propio e
inconfundible.
Romancero gitano (1928) es una de sus grandes obras poéticas. El autor asocia el mundo de los gitanos –
completamente estilizado e irreal– a la libertad y a la alegría. Como contraposición, aparece la Guardia Civil, símbolo
de la represión y la tristeza. Se trata, en realidad, de la oposición vida / muerte. En esta obra encontramos la unión
entre la vanguardia y la tradición. La vanguardia aparece en las imágenes y el uso de la metáfora, difícilmente
interpretable en ocasiones, mientras que la tradición se encuentra en la utilización constante del romance. El mundo
andaluz aparece visto desde una perspectiva irreal y fantástica.
Lorca viaja a Nueva York en 1929 y se ve hondamente impresionado por la gran ciudad americana. Este
impacto es el motivo de Poeta en Nueva York (1935). A través del Surrealismo, ve a esta ciudad como la
representación de lo más negativo de la civilización, fundamentalmente la deshumanización de sus construcciones.
Lorca expresa, así, su desprecio por este tipo de vida con el empleo de metáforas e imágenes muy innovadoras. Con
esta obra Lorca da un giro a su estilo. Desde ahora, las imágenes ilógicas y oníricas, las asociaciones extrañas y los
versos libres aparecerán frecuentemente en su poesía. El Surrealismo aparece igualmente en Diván del Tamarit
(1931-34), compuesto por dieciocho poemas breves centrados sobre la cultura árabe y andaluza.
Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías (1934) es una de sus mejores obras. Dedicada a la muerte
de su amigo Sánchez Mejías, torero y poeta, en la plaza de toros, es un resumen y compendio del mundo de Lorca:
combina lo popular con el Surrealismo, el lenguaje se estiliza hasta límites insospechados y la utilización de la
metáfora y las repeticiones es magistral.
La poesía de Lorca es, posiblemente, la mejor de la Generación del 27. Sabe mezclar como nadie lo culto y lo
popular. El colorido y la brillantez de sus poemas son indiscutibles y el sello de Lorca se convierte en inconfundible.
Lorca es, sin duda, el mejor representante de la tendencia teatral de esta Generación, además de uno de los
principales autores teatrales de la historia de nuestra literatura. De hecho, si hubiera que destacar a un autor de la
primera mitad del siglo XX, éste sería Lorca. Sus obras se siguen representando hoy en día con el mismo éxito que en
los años treinta y los estudios sobre las obras teatrales lorquianas proliferan por todo el mundo. En sus obras, Lorca
presta una especial atención al mundo femenino, así como a la frustración amorosa o el amor imposible. Las primeras
COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
obras de nuestro autor están escritas bajo la influencia de autores modernistas como Villaespesa o Marquina, de los
cuales toma los siguientes elementos:
Distribuye el argumento en estampas, es decir, escenas consecutivas que muestran la evolución de los
personajes.
Lorca detiene el desarrollo argumental para introducir elementos líricos y pequeños poemas.
El carácter popular de su obra se basa en la ambientación rural que comparten la mayoría de sus piezas
teatrales.
La influencia del teatro clásico español es evidente en su obra. De él toma la fusión de la música, la
representación, la danza, el arte, etc. Los autores que más influencia ejercen sobre Lorca son Tirso de Molina,
Calderón de la Barca y Lope de Vega. Federico García Lorca funda la compañía teatral “La Barraca” en 1931.
Formada por estudiantes universitarios, se propone dar a conocer el teatro clásico español en ciudades y
pueblos que, habitualmente, no tienen acceso a este tipo de espectáculo. El propio Lorca actúa en algunas de
las obras que representan. Esta actividad le hace asimilar e interiorizar las técnicas teatrales de los grandes
autores clásicos.
Comienza su obra teatral con El maleficio de la mariposa (1920), obra que supuso un gran fracaso: una mariposa
cae en un nido de cucarachas, donde un cucaracho se enamora de ella. Cuando se repone, la mariposa huye y el
cucaracho queda triste y solo.
Lorca escribe varias farsas dirigidas a la representación con marionetas o guiñoles: Los títeres de Cachiporra
(Tragicomedia de Don Cristóbal y la Señá Rosita, escrita en 1923, estrenada en 1937) supone la unión del teatro
popular y del teatro poético. Retablillo de Don Cristóbal (1931) se estrenó en 1934 en Buenos Aires, ciudad en la que
Lorca gozaba de gran fama, fundamentalmente por su teatro. En 1929 escribió El amor de Don Perlimplín con
Belisa en su jardín, obra en la que narra el amor imposible entre un viejo y una joven. El mismo tema constituye el
argumento de la mejor de las farsas de Lorca: La zapatera prodigiosa (1930).
Por otra parte, Lorca escribió dos obras denominadas difíciles, a causa de la técnica surrealista que el autor utiliza
en su desarrollo estructural y argumental: Así que pasen cinco años (1931) y El público (1933). El autor huye de la
realidad a través del subconsciente.
Dos obras teatrales han sido calificadas como piezas granadinas, ya que se desarrollan en la tierra natal del autor.
Mariana Pineda (1923, estrenada en 1927) representa el drama de la heroína granadina que murió ajusticiada un siglo
antes por bordar una bandera liberal. Esta obra tiene elementos propios del Modernismo e, incluso, del teatro
romántico del XIX. Doña Rosita la soltera (1935) es la tragedia de la frustración por el paso del tiempo. Doña Rosita
se consume esperando el amor, que nunca llega. La obra se estructura en torno a momentos distintos, enmarcados en
cada uno de los tres actos: el decorado cambia, las circunstancias históricas también, pero Doña Rosita continúa
inalterablemente llevando la misma vida.
Las grandes obras de Lorca son sus tres tragedias rurales, centradas en el mundo femenino. Como dijimos más
arriba, la frustración es el hilo conductor de cada una de ellas. Se centran en un mundo rural apegado a las
supersticiones, las costumbres ancestrales, las faenas de la tierra y la preocupación por el qué dirán. Bodas de sangre
(1933) narra el amor imposible por causas sociales. Yerma (1934) se centra en la frustración por la maternidad
COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
insatisfecha de la protagonista. En 1936, muy poco antes de morir asesinado, Lorca publica su gran obra maestra: La
casa de Bernarda Alba. Inspirada en un suceso real (al igual que Bodas de sangre), retoma el conflicto entre la
autoridad –representada por la madre: Bernarda Alba– y el ansia de libertad –representada por sus cinco hijas–. Toda
la obra se desarrolla en un espacio cerrado y único: la casa familiar, que, simbólicamente, es la cárcel en la que viven
las hijas de Bernarda. El código moral impuesto por la madre es la ley por la que se rige toda la familia. Ese código se
basa en lo que está bien y en lo que está mal, por encima de la piedad o el amor. El conflicto se desencadena por el
amor a Pepe el Romano, un personaje que no aparece físicamente en ningún momento en escena, aunque está presente
durante todo el tiempo a causa de las continuas alusiones que hacen las hijas a él: se trata de una obra de mujeres, en la
que el elemento masculino siempre está in absentia. Ante esta situación de insatisfacción, Adela, la hija menor, no
encuentra otra solución que el suicidio.
COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
Romance Sonámbulo
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.
Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.
--Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los puertos de Cabra.
--Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
--Compadre, quiero morir,
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
--Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
--Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
¡dejadme subir!, dejadme
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal
herían la madrugada.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
--¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está tu niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!
Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.
CANCIÓN DEL JINETE
Córdoba.
Lejana y sola.
Jaca negra, luna grande,
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba.
Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.
¡Ay qué camino tan largo!
¡Ay mi jaca valerosa!
¡Ay que la muerte me espera,
antes de llegar a Córdoba!
Córdoba.
Lejana y sola.
COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
CANCIÓN DEL JINETE
En la luna negra
de los bandoleros,
cantan las espuelas.
Caballito negro,
¿Dónde llevas tu jinete muerto?
...Las duras espuelas
del bandido inmóvil
que perdió las riendas.
Caballito frío.
¡Qué perfume de flor de cuchillo!
En la luna negra,
sangraba el costado
de Sierra Morena.
Caballito negro.
¿Dónde llevas tu jinete muerto?
La noche espolea
sus negros ijares
clavándose estrellas.
Caballito frío.
¡Qué perfume de flor de cuchillo!
En la luna negra,
¡un grito!, y el cuerno
largo de la hoguera.
Caballito negro.
ROMANCE DE LA PENA NEGRA
A José Navarro Pardo
Las piquetas de los gallos
cavan buscando la aurora,
cuando por el monte oscuro
baja Soledad Montoya.
Cobre amarillo, su carne,
huele a caballo y a sombra.
Yunques ahumados sus pechos,
gimen canciones redondas.
Soledad, ¿por quién preguntas
sin compaña y a estas horas?
Pregunte por quien pregunte,
dime: ¿a ti qué se te importa?
Vengo a buscar lo que busco,
mi alegría y mi persona.
Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca,
al fin encuentra la mar
y se lo tragan las olas.
No me recuerdes el mar,
que la pena negra, brota
en las tierras de aceituna
bajo el rumor de las hojas.
¡Soledad, qué pena tienes!
¡Qué pena tan lastimosa!
Lloras zumo de limón
agrio de espera y de boca.
¡Qué pena tan grande! Corro
mi casa como una loca,
mis dos trenzas por el suelo,
de la cocina a la alcoba.
¡Qué pena! Me estoy poniendo
de azabache carne y ropa.
¡Ay, mis camisas de hilo!
¡Ay, mis muslos de amapola!
Soledad: lava tu cuerpo
con agua de las alondras,
y deja tu corazón
en paz, Soledad Montoya.
Por abajo canta el río:
volante de cielo y hojas.
Con flores de calabaza,
la nueva luz se corona.
¡Oh pena de los gitanos!
Pena limpia y siempre sola.
¡Oh pena de cauce oculto
y madrugada remota!
MUERTE DE ANTOÑITO EL CAMBORIO
Voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.
Voces antiguas que cercan
voz de clavel varonil.
Les clavó sobre las botas
mordiscos de jabalí.
En la lucha daba saltos
jabonados de delfín.
Bañó con sangre enemiga
su corbata carmesí,
pero eran cuatro puñales
y tuvo que sucumbir.
Cuando las estrellas clavan
rejones al agua gris,
cuando los erales sueñan
verónicas de alhelí,
voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.
—Antonio Torres Heredia,
Camborio de dura crin,
moreno de verde luna,
voz de clavel varonil:
¿Quién te ha quitado la vida
cerca del Guadalquivir?
—Mis cuatro primos Heredias,
hijos de Benamejí.
Lo que en otros no envidiaban,
ya lo envidiaban en mí.
Zapatos color corinto,
medallones de marfil,
y este cutis amasado
con aceituna y jazmín.
—¡Ay, Antoñito el Camborio,
digno de una Emperatriz!
Acuérdate de la Virgen
porque te vas a morir.
—¡Ay, Federico García,
llama a la Guardia Civil!
Ya mi talle se ha quebrado
como caña de maíz.
COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
Tres golpes de sangre tuvo
y se murió de perfil.
Viva moneda que nunca
se volverá a repetir.
Un ángel marchoso pone
LA AURORA
La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.
La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.
La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.
Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraíso ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.
La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.
Poeta en Nueva York (1929-30)
GRITO HACIA ROMA
(DESDE LA TORRE DEL CRYSLER BUILDING)
Manzanas levemente heridas
por los finos espadines de plata,
su cabeza en un cojín.
Otros de rubor cansado
encendieron un candil.
Y cuando los cuatro primos
llegan a Benamejí,
voces de muerte cesaron
cerca del Guadalquivir.
Romancero gitano (1928).
nubes rasgadas por una mano de coral
que lleva en el dorso una almendra de fuego,
peces de arsénico como tiburones,
tiburones como gotas de llanto para cegar una multitud,
rosas que hieren
y agujas instaladas en los caños de la sangre,
mundos enemigos y amores cubiertos de gusanos
caerán sobre ti. Caerán sobre la gran cúpula
que untan de aceite las lenguas militares
donde un hombre se orina en una deslumbrante paloma
y escupe carbón machacado
rodeado de miles de campanillas.
Porque ya no hay quien reparta el pan ni el vino,
ni quien cultive hierbas en la boca del muerto,
ni quien abra los linos del reposo,
ni quien llore por las heridas de los elefantes.
No hay más que un millón de herreros
forjando cadenas para los niños que han de venir.
No hay más que un millón de carpinteros
que hacen ataúdes sin cruz.
No hay más que un gentío de lamentos
que se abren las ropas en espera de la bala.
El hombre que desprecia la paloma debía hablar,
debía gritar desnudo entre las columnas,
y ponerse una inyección para adquirir la lepra
y llorar un llanto tan terrible
que disolviera sus anillos y sus teléfonos de diamante.
Pero el hombre vestido de blanco
ignora el misterio de la espiga,
ignora el gemido de la parturienta,
ignora que Cristo puede dar agua todavía,
ignora que la moneda quema el beso de prodigio
y da la sangre del cordero al pico idiota del faisán.
COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
Los maestros enseñan a los niños
una luz maravillosa que viene del monte;
pero lo que llega es una reunión de cloacas
donde gritan las oscuras ninfas del cólera.
Los maestros señalan con devoción las enormes cúpulas sahumadas;
pero debajo de las estatuas no hay amor,
no hay amor bajo los ojos de cristal definitivo.
El amor está en las carnes desgarradas por la sed,
en la choza diminuta que lucha con la inundación;
el amor está en los fosos donde luchan las sierpes del hambre,
en el triste mar que mece los cadáveres de las gaviotas
y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas.
Pero el viejo de las manos traslucidas
dirá: amor, amor, amor,
aclamado por millones de moribundos;
dirá: amor, amor, amor,
entre el tisú estremecido de ternura;
dirá: paz, paz, paz,
entre el tirite de cuchillos y melones de dinamita;
dirá: amor, amor, amor,
hasta que se le pongan de plata los labios.
Mientras tanto, mientras tanto, ¡ay!, mientras tanto,
los negros que sacan las escupideras,
los muchachos que tiemblan bajo el terror pálido de los directores,
las mujeres ahogadas en aceites minerales,
la muchedumbre de martillo, de violín o de nube,
ha de gritar aunque le estrellen los sesos en el muro,
ha de gritar frente a las cúpulas,
ha de gritar loca de fuego,
ha de gritar loca de nieve,
ha de gritar con la cabeza llena de excremento,
ha de gritar como todas las noches juntas,
ha de gritar con voz tan desgarrada
hasta que las ciudades tiemblen como niñas
y rompan las prisiones del aceite y la música,
porque queremos el pan nuestro de cada día,
flor de aliso y perenne ternura desgranada,
porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra
que da sus frutos para todos.
AY VOZ SECRETA DEL AMOR OSCURO
LLAGAS DE AMOR
¡Ay voz secreta del amor oscuro!
¡ay balido sin lanas! ¡ay herida!
¡ay aguja de hiel, camelia hundida!
¡ay corriente sin mar, ciudad sin muro!
Esta luz, este fuego que devora.
Este paisaje gris que me rodea.
Este dolor por una sola idea.
Esta angustia de cielo, mundo y hora.
¡Ay noche inmensa de perfil seguro,
montaña celestial de angustia erguida!
¡ay perro en corazón, voz perseguida!
¡silencio sin confín, lirio maduro!
Este llanto de sangre que decora
lira sin pulso ya, lúbrica tea.
Este peso del mar que me golpea.
Este alacrán que por mi pecho mora.
Huye de mí, caliente voz de hielo,
no me quieras perder en la maleza
donde sin fruto gimen carne y cielo.
Son guirnalda de amor, cama de herido,
donde sin sueño, sueño tu presencia
entre las ruinas de mi pecho hundido.
Deja el duro marfil de mi cabeza,
apiádate de mí, ¡rompe mi duelo!
¡que soy amor, que soy naturaleza!
Y aunque busco la cumbre de prudencia
me da tu corazón valle tendido
con cicuta y pasión de amarga ciencia.
COLEGIO SAN JUAN BOSCO “ÁRBOL BONITO”
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