____________________________________________________________ Consejo Latinoamericano de Estudiosos de Derecho Internacional y Comparado, Inc. El Libre Acceso a la Información Pública y el Recurso de Amparo como Garantía El derecho a la libertad de pensamiento y expresión es una prerrogativa fundamental protegida en el ámbito internacional por diversos tratados internacionales, como son la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (en sus artículos 13 y 19 respectivamente). El mismo se ha considerado tradicionalmente como aquel derecho que tiene toda persona para expresar sin censura y de manera libre su opinión y sus pensamientos, en la medida que estos no afecten los derechos de los demás. Si bien esta concepción no es totalmente errada, la libertad de expresión resulta ser mucho más amplia. En efecto, esta prerrogativa tiene tanto una dimensión individual como social ya que prevé no sólo el derecho a expresarse libremente sino además el derecho y la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, tal y como lo ha considerado la Corte Interamericana de Derechos Humanos (en lo adelante “la Corte”) en el caso Claude Reyes Vs. Chile, del 2006. De tal manera resulta una obligación para todo Estado de respetar este derecho, debiendo suministrar a sus ciudadanos las informaciones que estén bajo su control. Este suministro de información pública a los ciudadanos se conoce como el Derecho a Libre Acceso a la Información Pública, igualmente de reconocimiento universal, consagrado por tratados internacionales, declaraciones y otros instrumentos. Es en ejercicio de esta prerrogativa que el ciudadano puede requerir acceso a información de índole pública, sin importar en que formato se encuentre y sin siquiera tener que justificar su interés, establecido igualmente por la Corte en el caso antes dicho. 1 ____________________________________________________________ Consejo Latinoamericano de Estudiosos de Derecho Internacional y Comparado, Inc. Por otro lado, la universalidad de este derecho implica que deben ser consagrados normativamente recursos idóneos y efectivos que garanticen su eficacia. A tales fines, se impone la obligación de crear los mecanismos legales que aseguren la publicidad de los datos y que estos no permanezcan ocultos a los ciudadanos, previéndose limitadas excepciones, en los casos que esa información gire en torno a la seguridad nacional, o bien se restrinja el acceso en protección al derecho a la intimidad. El ejercicio y protección efectiva de este derecho resulta esenciales para el correcto funcionamiento de toda sociedad democrática, en vista de que este acceso a la información pública permite a los ciudadanos, no sólo informarse sobre las actuaciones de las diferentes instancias del poder, sino que además opera como un sistema fiscalizador de sus actividades. De tal manera, queda configurado el acceso a la información pública tanto como un derecho humano fundamental, que debe ser reconocido y protegido por todos los Estados, así como uno de los pilares de las sociedades democráticas de este siglo. No obstante, resulta ser un derecho frecuentemente pisoteado y vulnerado, en vista de que las administraciones gubernamentales tienden a separar la información “del pueblo” de la información “del Estado” bajo un criterio arbitrario de clasificación, cuando en realidad una y otra resultan ser la misma. En virtud de esta situación, y de la importancia que reviste este derecho, debemos preguntarnos, ¿cómo puede un ciudadano exigir su derecho, a quien recurre, cuáles vías resultan ser las idóneas? Primero que nada debemos situarnos en el área del derecho administrativo, en vista de que nos encontramos en una relación entre la administración y el administrado. De manera tal que aplican ante todo las vías de recurso aplicables a esta rama del derecho. En el caso de la 2 ____________________________________________________________ Consejo Latinoamericano de Estudiosos de Derecho Internacional y Comparado, Inc. República Dominicana, son el recurso de reconsideración y el recurso jerárquico, y en última instancia debe llevarse ante el Tribunal Contencioso Administrativo‐Tributario. Sin embargo, de no resultar estas vías, hay otra opción abierta al interesado, ya que la existencia de las vías administrativas y el acceso del ciudadano a estas opera sin perjuicio de que el solicitante escoja las vías jurisdiccionales para que le sean garantizados sus derechos. Tal es el caso del ejercicio de la Acción de Amparo, un recurso que resulta ser idóneo para la materia estudiada. Afirmamos esto ya que el Amparo debe considerarse como un recurso que da respuesta a todo acto o vía de hecho, realizada por la Administración Pública o sus órganos, que vulnere, o ponga en peligro un derecho del ciudadano, este ha sido el criterio adoptado por la Corte en el caso Acosta Calderón. Si conjuntamente con lo anterior consideramos que la negativa por parte de una autoridad u órgano estatal lesiona de manera intrínseca el Derecho al Libre Acceso a la Información Pública del ciudadano, vemos como esta violación se configura perfectamente con la protección prevista por el amparo. En este sentido, la acción de amparo opera como una forma de reparar el derecho lesionado o un mecanismo preventivo de una lesión inminente, a consecuencia de la restricción del carácter público de los datos. De tal manera que si las reservas de entrega de datos por parte de la administración pública, no son aquellas que las permitidas expresamente en la ley objetiva, la administración incurre en una actuación arbitraria y lesiona el derecho fundamental del ciudadano de saber la organización y el funcionamiento de la administración. Tal es la experiencia reciente de la República Dominicana, en el Caso Luís Eduardo (Huchi) Lora Iglesias v. la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), cuando esta ultima negó el 3 ____________________________________________________________ Consejo Latinoamericano de Estudiosos de Derecho Internacional y Comparado, Inc. requerimiento del Sr. Lora por los planos de construcción de un sistema de Metro, bajo la reserva de seguridad nacional. Ante la negativa, el Sr. Lora interpuso un Recurso de Amparo, para que inmediatamente OPRET ponga a disposición las informaciones solicitadas. De tal manera, el Tribunal Contencioso Administrativo – Tributario, estableció que el recurso de amparo es una vía autónoma respecto de todo proceso y no es necesario agotar las vías administrativas para interponerlo. Concluyó el Tribunal al decir que los “Estados democráticos deben regirse por los principios de publicidad y transparencia en sus gestiones publicas y así las personas puedan ejercer un control democrático”, por lo que “todos los ciudadanos tienen derecho a investigar y recibir informaciones y opiniones y difundirlas sin limitación de fronteras”. De tal manera esta decisión estableció el inicio de un precedente en la protección de los derechos humanos y garantizar la transparencia de la administración pública en todas sus actuaciones. En este momento, queda en manos de la Suprema Corte de Justicia de la República Dominicana conocer del Recurso de Casación interpuesto por la OPRET y la solicitud de la suspensión de la ejecución de la sentencia del Tribunal Contencioso, Tributario y Administrativo que condena a entregar los documentos sobre el metro al referido periodista. La decisión de la Suprema determinará si el Estado Dominicano optará por respetar el Derecho al Libre Acceso a la Información Pública, o bien optará por posiblemente verse sometido nueva vez ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por violación a un derecho fundamental reconocido. Junta Directiva COLADIC­RD Mayo 2007 4