el rol del tutor - alumno avanzado dentro de las tutorías

Anuncio
EL ROL DEL TUTOR - ALUMNO AVANZADO DENTRO DE LAS TUTORÍAS
UNIVERSITARIAS.
NORA LILIANA DARI
UNIVERSIDAD NACIONAL DE QUILMES. ARGENTINA
RESUMEN:
El sistema tutorial responde a una concepción de educación individualizada.
La característica fundamental del mismo es la de cumplir la función de nexo
interactuante entre la organización general del sistema y los alumnos, e
intervenir en el proceso de retroalimentación académica y pedagógica, el tutor
cumple la tarea de asegurar el contacto con los destinatarios durante el
proceso cuando esto sea necesario. Es por eso que sus funciones generales
son las de orientar y motivar este proceso, facilitando las situaciones de
aprendizaje.
Dentro del marco del Programa Tutorías Universitarias que se desarrollara en
la Universidad Nacional de Quilmes, existía un rol particular: el del tutoralumno avanzado, cumplido por los alumnos de los últimos años de la carrera
de grado o por aquellos que ya hubieran superado el período de la
Diplomatura(dos
primeros
años
de
las
carreras).
Estos
alumnos
acompañaban, tanto en lo afectivo como en lo pedagógico, a aquellos que
recién ingresaban dentro del esquema de la Universidad.
La actividad central estaba organizada en torno a la comunicación entre el
tutor-alumno y el alumno novato, para proporcionarle información sobre lo
institucional pero también acerca de la cultura universitaria, del aprender a ser
alumno dentro del espacio institucional propiamente dicho.
Los alumnos novatos recurrían a los tutores alumnos para poder organizar su
propia currícula, por una parte porque reconocían en ellos un par que había
recorrido su mismo camino, y por otra porque se le facilitaba la comunicación
con otro que estuviera en su mismo espacio de poder, no en una jerarquía
diferente.
Introducción:
La necesidad de conocimiento, y de las posibilidades de acceso al mismo es
central en las sociedades de principios del siglo XXI, dentro de este consenso
social “el desarrollo de la educación superior debe figurar entre las más altas
prioridades nacionales”, según el informe de la UNESCO realizado en el marco
de la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior realizada en París en
1998.
Sin embargo este conocimiento ha dejado de ser acumulativo, ya no se valora
la capacidad de retener mucho saber, esto es, la constitución de una memoria
extensiva; sino que se tiende a fomentar la
capacidad de acceder al
conocimiento, seleccionarlo, analizarlo y desarrollar un nuevo conocimiento
válido, a partir de la crítica y del intercambio de flujos de información con otras
personas,
esto es aprendizaje colaborativo y conformación de memoria
comprensiva.
Esto implica, también una transformación en el papel que desarrollan
los
profesores, quienes pasan de ser un sujeto transmisor de un conocimiento
acumulado a ser un orientador, un guía, que va indicando al estudiante el
camino a seguir para llegar a sus objetivos y a sus preferencias personales
dentro de su formación. Por tanto, el profesor, también debe de ser capaz de
encontrar, consultar, seleccionar y analizar fuentes de conocimiento y
transmitir a cada alumno aquello pertinente a lo que necesita para desarrollar
su perfil profesional. Pero debe acceder también a nuevas estrategias que le
permitan tener un contacto mas fluido con los alumnos que tendrá a su cargo.
Por otro lado estos alumnos deben proveerse de herramientas que le permitan
accionar correctamente dentro de la institución, que les permita competir y
actuar intelectual, afectivamente y efectivamente. todo esto en pos de una
mejor, y mas fortalecida, formación, ya que coincidiendo con Coraggio y
Vispo(2001) “un sistema de educación superior fortalecido es condición no solo
de la justicia social y la democracia, sino” (también) “de la competitividad”. En
este marco se hace necesario
tener en cuenta qué consideramos
competitividad, si solo a la eficiencia dentro de los marcos economicistas, o si
tenemos en cuenta a la misma como herramientas brindadas a los alumnos
para poder acceder a márgenes de movilización social. En los estudios acerca
de la formación universitaria, (González Flecha 1998) en USA, se incluye al
accionar docente como una de las herramientas más eficaces para fomentar el
crecimiento intelectual de los alumnos. Estos estudios se centran en la
evaluación de los procederes de los docentes, que se generaron dentro del
mismo marco de investigación de la propia universidad, tratando de favorecer,
mediante capacitación y modificación de estrategias, las acciones de los
profesores en función de eliminar las inequidades existentes en el sistema.
Pero, y si tenemos en cuenta, otros estudios, ahora mas regionales(SaslavskyDabat, 2002- Dari, 2002) acerca de la deserción universitaria,
donde se
plantean principalmente que durante el primer año del alumno en su nuevo
espacio de interacción, se configuran tres elementos centrales, el sujeto, el
objetivo que se plantea este mismo, y su ocupación, que a su vez implican
tres dimensiones, una afectiva, una educacional y una ocupacional. En el
primer año del nivel universitario la dimensión que prima es la afectiva, ya que
implica una reconfiguración, una reestructuración del individuo, que muestra
en este nivel su mejor o peor adecuación a las reglas del sistema. Este cambio
conceptual es difícil en el primer año y, según diferentes autores cognitivos, es
una construcción solitaria, aunque desde una posición más cercana a los
autores vygotskianos, es una construcción que se realiza junto a un grupo de
pares. (Carretero y Limón, 1996).
La educación en la sociedad actual debe, además, basarse en la utilización de
habilidades comunicativas, de tal modo que permita participar más activamente
y de forma más crítica y reflexiva en la sociedad. Si pretendemos superar la
desigualdad que genera el reconocimiento de unas determinadas habilidades y
la exclusión de aquellas personas que no tienen acceso al procesamiento de la
información, debemos reflexionar en relación con plantear qué tipo de
habilidades se están potenciando en los contextos formativos, y si con ello se
facilita la interpretación de la realidad desde una perspectiva dialógica y
transformadora.
Desarrollo:
Para evitar esta soledad entre tantos que se genera en el primer año en la
universidad, y generar a su vez un espacio comunicacional, es que se
contrapone la posibilidad de plasmar un sistema de tutores, no solo docentes ,
con su
portación de saberes que guíen al alumno por el camino del
conocimiento, sino también con tutores alumnos, mas avanzados dentro de la
carrera que le permitirían al alumno novato un mejor aprovechamiento
y
aprendizaje de lo que el ser alumno universitario representa.
El sistema tutorial responde a una concepción de educación individualizada,
esto es: se atiende las características del alumno pero se actúa dentro de un
sistema de educación colectiva. De la educación socializada se diferencia en
que la enseñanza colectiva implica la utilización de los mismos estímulos para
todos los alumnos, sin descender al proceso de aprendizaje individual. La
característica fundamental del sistema tutorial es la de cumplir la función de
ser el nexo interactuante entre la organización general del sistema y los
alumnos, capaz de captar las expectativas, necesidades, intereses y
reacciones y de intervenir en el proceso de retroalimentación académica y
pedagógica, el tutor es quien cumple la tarea de asegurar el contacto con los
destinatarios durante el proceso cuando esto sea necesario. Es por eso que
sus funciones generales son las de orientar y motivar este proceso, facilitando
las situaciones de aprendizaje. Marcelo Percia nos da una visión de lo que él
considera es la misión o la función de las tutorías, estas son consideradas una
estrategia para la atención de la grupalidad
dentro de las instituciones
educativas. Algo similar es lo que opina Krichesky(1999):
“La función de tutoría se fundamenta en la importancia del conocimiento de
cada grupo si se desea tener una educación más adaptada a las necesidades
y dificultades de los alumnos. Además, se propone el mejoramiento de las
condiciones de aprendizaje, lo cual implica orientar a los alumnos en lo
concerniente a problemas de estudio o conductas personales o relacionales”.
Aclara Percia, sin embargo que la figura del tutor suele confundirse con la del
docente coordinador, con el orientador o con la del mediador institucional, en
lo que si se coincide, con estas figuras, es que en su rol atiende a formaciones
pedagógicas conflictivas que se expresan como situaciones institucionales, de
determinados grupos o estudiantes. La tutoría, ligada en sus orígenes con un
rol de contención y protección, constituye una modalidad de relación
pedagógica e institucional que puede llevar a cabo un docente, un asesor
pedagógico, un miembro del equipo de conducción, etcétera.
Para el desarrollo de una acción tutorial se requiere un buen conocimiento de
los alumnos: sus ideas previas, lo que pueden aprender, los niveles de
motivación, hábitos, actitudes, valores frente al estudio. Requiere como
condición el desarrollo de un proceso de empatía con el otro, ya que es
simultáneamente puente y canal de transmisión de sugerencias, inquietudes y
propuestas que se van recogiendo en las relaciones de trabajo con otros
miembros
Dentro del marco del Programa Tutorías Universitarias que se desarrollara en
la Universidad Nacional de Quilmes, existía un rol particular: el del tutoralumno avanzado. El mismo, era cumplido por los alumnos que estuvieran en
los últimos años de la carrera de grado(en las carreras de tronco único) o por
aquellos que ya hubieran superado el período de la Diplomatura(dos primeros
años de las carreras con sistema de ciclos). Las tareas básicas que estos
cumplían eran las de acompañar, tanto en lo afectivo como en lo pedagógico,
a aquellos que recién ingresaban dentro del esquema de la Universidad.
La actividad central estaba organizada en torno a la comunicación entre el
tutor- alumno avanzado y el alumno novato, para proporcionarle información
sobre lo institucional pero también acerca de la cultura universitaria, del
aprender a ser alumno dentro del espacio institucional propiamente dicho.
Dentro del programa se ubicaban también los docentes tutores cuya función
principal es la de tratar de realizar una inscripción consciente de los alumnos
que permita una cursada exitosa, por una parte y un acompañamiento durante
la cursada en términos de espacio de discusión de conocimientos, por la otra.
Otra rama dentro del Programa estaba organizada en torno a la problemática
económica de abandono de los alumnos. Para subsanar este problema se
estructuraron becas de apoyo económico sustentadas desde la misma
Universidad para cuya distribución se organizó una selección basada en
méritos académicos.
Todos estos aspectos giraban en torno de la facilitación a los alumnos novatos
de los fondos, la información, las normativas y las estrategias para que puedan
realizar una cursada exitosa.
Pero qué implica que una cursada sea exitosa?? En los términos en los que
nos venimos manejando podríamos sostener que sería exitosa aquella en las
que cada alumno inscripto culminara los estudios de ese cuatrimestre o
semestre sin abandonar ni reprobar ninguna materia de las que tenía en su
listado original, aprovechando al máximo los contenidos que en cada una de
ellas se le hubieran impartido. Estos tutores, entonces, estaban encargados de
la guía pedagógica, de la recomendación de un hilo conductor del alumno para
la elección de las materias que le resultaran mas convenientes para su
formación, sobre las que se realizaba la inscripción en cada período
cuatrimestral.
Sin embargo, muchas veces los alumnos novatos recurrían a los tutores
alumnos para poder organizar su propia currícula, por una parte porque
reconocían en ellos un par que había recorrido su mismo camino, y por otra
porque se le facilitaba la comunicación con otro que estuviera en su mismo
espacio de poder, no en una jerarquía diferente.
Pero como se iniciaban y mantenían estos contactos entre los alumnos tutores
y los alumnos novatos? El eje central estaba delimitado por el Programa de
Tutorías, que dependía del Vicerrectorado de Asuntos Académicos de la
Universidad. En él se inscribían aquellos alumnos que tuvieran realizado ya
mas de la mitad del trayecto total de cualquiera de las carreras que se dicta en
la Universidad. Estos alumnos voluntarios eran agrupados según el
departamento al que pertenecieran, esto es Ciencias Sociales, Ciencia y
Tecnología, y las carreras de Tronco único, cada una con su grupo de tutores.
A su vez se organizaban a los alumnos novatos según esta misma distribución.
Estos dos padrones de alumnos se cruzaban para permitir a los primeros
interactuar con los segundos. Esta interacción era posible mediante un sistema
en el cual los alumnos novatos interesados en requerir soporte de los alumnos
tutores pudiera seleccionar a alguno de ellos, según sus afinidades de estudio.
Estos contactos podían realizarse mediante el teléfono o por e-mail, o en el
espacio que el alumno tutor designara dentro de la universidad( Biblioteca,
algún laboratorio, alguna de las oficinas de investigación, etc) para su
atención.
En general los novatos centraban su búsqueda en el Box designado para las
Tutorías y desde allí se contactaban con los tutores alumnos. Otra forma de
accionar era también la consecuente relación que se planteaba luego de
realizarse los Talleres Propedéuticos, que eran organizados en el Programa
como un primer avance dentro del marco de apoyo a los alumnos novatos. En
estos talleres, con la dirección de un docente y un alumno avanzado el eje
central estaba dado por informar a los alumnos novatos de las normativas de
la Universidad, sus derechos y sus obligaciones, así como también datos de
ubicación espacial, lugares de comunicación con docentes y entre pares, etc.
Los talleres se realizaban dentro de la semana previa a las inscripciones y en
ellos se detallaban las cuestiones centrales para que los nuevos pudieran
tener a su alcance toda la información necesaria para poder realizarlas del
mejor modo posible. Como consecuencia de ellos, generalmente se delineaba
una comunicación , desde el vamos, con los alumnos tutores que los dictaban.
Conclusiones breves:
Si bien aún quedan algunas aristas que pulir en general este sistema tutorial
tuvo buenos resultados, estos resultados plasmados en términos de
apropiación de los alumnos novatos del saber ser del nuevo entorno en el que
comenzaban a moverse, así como también de la posibilidad de reconocer una
cara “amiga” a la que remitirse cuando alguna situación pueda llegar a
excederlo. De esa manera también se reforzaba el propio accionar de los
tutores –alumnos- compañeros de camino de los nuevos alumnos.
Debemos arriesgarnos a generar proyectos educativos con aristas diferentes,
proyectos en los que aquellos mejor posicionados
no sean solo meros
transmisores de saberes, sino que posibiliten al otro una
adquisición de
saberes relacionada con los recursos concretos que puede poner en juego el
individuo para hacer de ellos un uso eficaz, creativo y autónomo.
Para llevar a cabo estos proyectos, es necesario concebir las prácticas
pedagógicas dentro de la educación formal como formas abiertas, flexibles y
permeables.
Esto
supone
una
actividad
dialógica
permanente,
una
construcción solidaria y la apertura a escenarios multiculturales. Se trata de
desarrollar, como nunca, estrategias básicas de pensamiento que se
relacionen con la reflexión crítica, con la capacidad de interpretar y de
sintetizar. Se trata de optimizar los intercambios orales y virtuales, se trata de
aprender a navegar, a circular, a descubrir, siempre de la mano de una brújula
que comprometa a los actores de estos procesos en el pensamiento de ideas y
en la lectura de las cosmovisiones que constituyen su ser social y personal
dentro del contexto en el que viven.
Esperemos que en un futuro la a función del tutor sea la de asegurar que los
alumnos participantes hayan comprendido toda la información REALMENTE
necesaria, para poder culminar de manera exitosa cada cursada de estudios,
y que sean capaces, a partir de ello, de reflexionar, discutir y llevar a la
práctica
acciones que los beneficien dentro del espacio institucional,
auxiliándolos dentro de lo posible para que puedan desarrollar plenamente su
potencial como elementos del espacio institucional universitario.
Referencias Bibliográficas:
Arendt, H. (1996): Entre el pasado y el futuro. Barcelona. Península.
Atkinson,
M.P. :
The
scholarship
of
Teaching
and
learning:
Reconceptualizing scholarship and transforming the Academy, en Social
Forces , Jun 2001, vol 79 Issue 4, p 1217.
Berlin, I. (1998): El fuste torcido de la humanidad. Capítulos de historia de las
ideas. Barcelona. Península.
Bernstein,B(1985): “Clasificación y enmarcación del conocimiento educativo.
en Revista Colombiana de Educación.
Bourdieu, P. (1977): La reproducción. Barcelona. Laia.
Bowles, S.; Gintis, H. (1981): La instrucción escolar en la América capitalista.
México. Siglo XXI.
Bruner, J. (1997): La educación, puerta de la cultura. Madrid. Visor.
Cross, K.P.: “Leading-Edge efforts to improve and
learning: The Hesburg
Awards” en Change , Jul/august 2001, vol 3 issue 4, p31.
Carnoy, M.(1982): La educación como imperialismo cultural. México. Siglo
XXI.
Chartier, R. (1996): El mundo como representación. Barcelona. Gedisa.
Dari, N(2002) Didáctica Universitaria, una aproximación a la deserción en el
nivel superior desde el espectro didáctico, mímeo, UNQ.
De Ketele, J. M. Observar para educar. Observación y evaluación de la
práctica educativa. Madrid, Visor. 1984.
Dewey, J. (1995): Democracia y educación. Madrid. Morata
Diker, G.: “Acerca de la diversidad del trabajo académico” en Revista del
Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación. Año 2. No. 3. 1993.
Goffman, E. (1993): La presentación de la persona en la vida cotidiana.
Buenos Aires. Amorrortu.
Gorz, A. (1995): Metamorfosis del trabajo. Madrid. Sistema.
Illich, I. (1974): La sociedad desescolarizada. Barcelona. Seix Barral.
Joyce, B. y Weil, M.: Modelos de Enseñanza. Madrid, Anaya. 1984.
Krichesky, M: Proyecto de orientación y tutoría. Enfoques y propuestas para el
cambio en la escuela, Buenos Aires, Paidós, 1999.
Mendelssohn, CH. (1989): "Acerca de la pregunta ¿A qué se llama ilustrar?",
en Maestre, A. (ed.): ¿Qué es Ilustración?. Madrid. Tecnos.
Percia, M(2000)Tutoría y coordinación de grupos de aprendizaje, Bernal, UVQ.
Popkewitz, T. Sociología de las reformas escolares. Madrid, Morata. 1994.
Rifkin, J. (1996): Fin del trabajo. Nuevas tecnologías contra puestos de
trabajo: el nacimiento de una nueva era. Barcelona. Paidós.
Rifkin, J(2000): La era del acceso. Buenos Aires. Paidós.
Saslavsky, G y Dabat R(2002): Rendimiento Universitario. La investigación
como política de calidad. Ponencia presentada en las I JORNADAS
INTERNACIONALES DE INVESTIGACIÓN SOBRE LA UNIVERSIDAD.
DIMENSIONES SOCIALES, POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y CULTURALES:
CONOCIMIENTOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA SOCIEDAD FUTURA"
Universidad Nacional de Río Cuarto, Argentina, 13, 14 y 15 de Junio 2.002
Tedesco, J.C. (1995): El nuevo pacto educativo. Madrid. Anaya.
Tinto, V: Leaving College: Rethinking the Causes and Cures of Student
Attrition,
Toffler, A. (1971): El 'shock' del futuro. Barcelona. Plaza y Janés.
Descargar