Calidad del Agua a lo Largo de la Frontera México - Estados Unidos por Kelly A. Reynolds, MSPH, Ph.D. E n los últimos 30 años, la población de la región fronteriza de MéxicoEstados se ha incrementado drásticamente. El desarrollo de la infraestructura, sin embargo, no ha seguido el mismo ritmo. La falta de tratamiento de las aguas municipales y la falta de prácticas controladas de saneamiento en la región de la frontera ha resultado en el surgimiento de enfermedades propagadas por el agua, así como también impactos ecológicos adversos, que los expertos temen continuarán empeorando. Un vasto espacio La región fronteriza entre México y los Estados Unidos se extiende desde el Océano Pacífico hasta el Golfo de México, midiendo aproximadamente 3,379 kilómetros (km)—2,100 millas. La franja fronteriza incluye 100 km—62 millas—hacia el norte y sur de la frontera misma. El área está localizada dentro de siete grandes cuencas hidrográficas, incluyendo Costa del Pacífico, Río Nuevo, Colorado, Costa del Golfo de California, Noroeste de Chihuahua, Río Grande, y Costa del Golfo de México. Aunque la mayor parte de la región es considerada como árida, existe una gran variedad de ecosistemas y tipos de vegetación incluyendo ambientes de agua fresca y marina, ciénegas, desiertos, extensiones de terrenos de pasto, montañas y bosques. Actualmente, la población de la frontera entre México y los Estados Unidos es de alrededor de 12.6 millones. Las proyecciones de población calculan que este número se incrementará a 20 millones para el año 2020. El incremento de población constituye una carga que abruma la infraestructura existente, incluyendo los abastecimientos de agua potable, plantas de tratamiento e instalaciones para disposición de aguas de desecho, y muchas son inadecuadas. En la actualidad, por lo menos 9% de la población fronteriza no cuenta con abastecimiento público de agua, 23% carece alcantarillado para aguas residuales y 40% no cuenta con tratamiento de aguas residuales. Los cálculos colocan a 300,000 personas sin saneamiento y abastecimiento de agua potable adecuado en el lado estadounidense de la frontera. Preocupaciones binacionales La mayoría de la población que ocupa la región fronteriza entre México y los Estados Unidos vive en ciudades conectadas, llamadas “ciudades hermanas”. Existen problemas específicos de medio ambiente y salud pública que afectan ambos lados de la frontera. Aunque los costos laborales y de ensamblaje son menores, y existen reglamentaciones medioambientales sobre desechos menos estrictas que han contribuido al crecimiento constante de las “maquiladoras” (plantas de ensamblaje operadas por estadounidenses con plantas “gemelas” en el lado de los Estados Unidos), los desechos sanitarios y de prácticas industriales comúnmente se filtran hacia el norte a través de la frontera. Actualmente existen más de 2,200 maquiladoras a lo largo de la región fronteriza. Se han encontrado niveles excesivos de metales pesados, arsénico, plomo, pesticidas, uranio, etc., en suelos y fuentes de agua. Debido a la salud 54 A G U A pública o a impactos ecológicos significativos, las áreas de control de alta prioridad incluyen a las ciudades de Tijuana, Mexicali y Nogales. La contaminación del Río Grande—o Río Bravo en México—es también de gran preocupación. Además de los desechos sanitarios e industriales, el desagüe de las prácticas agrícolas contribuye en niveles significativos de compuestos tóxicos y sobrecarga de nutrientes en los ya tensos ecosistemas. La carestía de agua en las regiones áridas de la frontera, frecuentemente se correlaciona a la falta de prácticas apropiadas de higiene y de saneamiento. Impactos ambientales Existen pocos datos disponibles que confirmen los diferentes impactos de la contaminación en la región de la frontera. Un estudio del Cuerpo de Ingenieros de la Armada Estadounidense (U.S. Army Corps of Engineers) realizado en 1992, estimó que las ciudades mexicanas a lo largo de la frontera con el estado de Texas, descargaban 175 millones de galones por día (mgd) de aguas residuales hacia el Río Grande o la Laguna Madre, en ciénegas que fluyen hacia el norte de donde el río se vacía hacia el Golfo de México. La mayoría de éstas sin haber recibido tratamiento, y las que eran tratadas, recibían un asentamiento primario como el único método utilizado, dejando altos niveles de compuestos tóxicos y de patógenos microbianos. Otros estudios han encontrado que hasta 23% del agua potable en la región de la frontera contiene niveles de coliformes fecales que exceden los límites recomendados. Se ha originado una gran inquietud por la descarga de aguas residuales sin tratar hacia el Río Tijuana, debido a la contaminación que fluye a la Playa Imperial, cerca de San Diego. Tales acontecimientos presentan impactos económicos, ecológicos y de salud pública. Se ha encontrado que las aguas residuales vertidas en el arroyo de Nogales cruzan la frontera hacia el norte, contaminando el Río Santa Cruz en Arizona. En esta área, se vierten aproximadamente tres millones de galones por día. También se requieren medidas de control en el lado norte de la frontera, si se considera que el agua del Río Colorado, que fluye hacia México, frecuentemente tiene nutrientes y una salinidad muy alta, lo que la hace no adecuada para usos específicos como irrigación de cosechas. Además, un número significativo de desarrollos urbanos residenciales en la región constituyen lo que se conoce como “colonias”, por ser subdivisiones no incorporadas, caracterizadas por una demografía de bajo ingreso, vivienda subestándar, con sistemas inadecuados de plomería, sanidad y abasto de agua limpia. Las condiciones de vida en estas colonias es similar al de los países en desarrollo. Aunque se cree que existen algunas en Arizona y California, aproximadamente 1,200 (o la mayoría) se encuentran en los estados de Texas y Nuevo México. Las colonias se encuentran concentradas especialmente en las ciudades de Las Cruces y El Paso, el Valle Bajo del Río Grande y en áreas alrededor de la ciudad de Brownsville. La formación de las colonias data desde antes de 1950, cuando los desarrollos urbanos vendían pequeños lotes de tierra, sin agua y sin infraestructura de L A T I N O A M É R I C A noviembre/diciembre 2002 alcantarillado. Después de 1989, las autoridades en los estados de Nuevo México y Texas requirieron que se proporcione agua y alcantarillado en los nuevos desarrollos urbanos. Tabla 1. Comparación del índice de enfermedades en la frontera México-Estados Unidos gracias a los esfuerzos de cooperación entre la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA*), la Comisión Nacional de Agua de México (CNA), la Agencia Binacional de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF) y el Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN). En marzo, los presidentes George W. Bush y Vicente Fox dirigieron un grupo de trabajo binacional para sostener una serie de discusiones con estados, comunidades y otros interesados en la región, para desarrollar recomendaciones que fortalezcan al BDAN y la COCEF. La COCEF y el BDAN se establecieron en 1993 por los Estados Unidos y México, para desarrollar, certificar (COCEF) y financiar (BDAN) proyectos de infraestructura dentro de los 100 km (62 millas) de franja fronteriza. Algunas de las recomendaciones del grupo de trabajo incluyeron la expansión de la definición geográfica de la franja fronteriza para incluir otros 200 km (124 millas) del lado mexicano; permitir una mayor flexibilidad para utilizar capital para financiar proyectos orientados a minimizar la contaminación y mejorar la calidad del aire; reciclaje y reuso de desechos, incluyendo esfuerzos para certificar y financiar proyectos sobre el medio ambiente del sector privado. Enfermedad Conclusión Índice de enfermedad creciente Existen datos limitados de monitoreo sobre aguas limítrofes y de transfrontera que muestran un alto nivel de coliformes fecales— indicadores de contaminación fecal—en el Río Tijuana, Océano Pacífico, Río Nuevo, Río Colorado, Río San Pedro, Río Santa Cruz y el Río Grande. La presencia de indicadores fecales no es sorprendente dado que la velocidad de muchas enfermedades propagadas por el agua, son varias veces mayores en la región de esta frontera (ver Tabla 1). El índice de Hepatitis A y de Shigellosis es tres veces más alto en la región estadounidense de la frontera, comparado al resto de los Estados Unidos. También se manifiestan niveles más altos de amebiasis (disentería amébica), salmonelosis y otras enfermedades propagadas por el agua. Mientras tanto, los números incrementan dramáticamente al sur de la frontera. Índice* Índice * Frontera EE.UU. Frontera Mexicana * por 100,000 personas Amebiasis 1.38 Índice * Niveles Nacionales en EE.UU. 798.8 1.34 Hepatitis A 37.1 50.1 12.6 Shigellosis 35.3 — 10.9 Fiebre Tifoidea 0.4 Concedidamente, existe un gran vacío de datos sobre uso de agua, tratamiento y distribución en la región de la frontera, así como sobre la ubicación y no ubicación de las fuentes contaminantes. El monitoreo de datos sobre efectos en la salud y la eficacia de tratamiento, cuando se aplica, son escasos en regiones al sur de la frontera. La historia nos dice, sin embargo, que la necesidad básica de higiene, sanidad y tratamiento de agua trasciende todo lindero. La adoptación de una postura proactiva para mejorar las condiciones de vida a escala global, es una defensa primaria contra la diseminación de enfermedades propagadas por el agua. * Por sus siglas en inglés. 36.1 0.2 Fuente: Organizacíon Panamericana de la Salud, www.fep.paho.org Los expertos se preocupan por el resurgimiento de enfermedades infecciosas prevenibles por vacunación, y otras condiciones infecciosas, debido a las diferencias en la entrega de programas de inmunización y vacunación entre los dos países. Existen diferencias en las prácticas de examinación y reportes (que dificultan las comparaciones binacionales), y condiciones pobres de sanidad en ambos lados, que pueden llevar a la resurgencia de enfermedades infecciosas como dengue y cólera. Estos problemas no se encuentran confinados a aquellos que viven en la región de la frontera. Conforme a la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente un millón de personas cruzan la frontera diariamente. La facilidad de viajar facilita la diseminación de patógenos microbianos a proporciones globales. Referencias 1. Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, Informe de Avance del Programa de Infraestructura de Agua Potable y Aguas Residuales para la Frontera Entre Estados Unidos y México, mayo 2000 Acerca de la Autora Kelly A. Reynolds, MSPH, Ph.D., es una científica en la Universidad de Arizona, EE.UU., en el Laboratorio de Investigación Ambiental del Departamento de Suelos, Agua y Ciencias Ambientales. Sus membresías incluyen la American Water Works Association, American Society for Microbiology y Water Quality Association. Además forma parte del Comité de Asesores Técnicos de la revista WC&P. Contacto: +1(520) 626-2309, Fax: +1(520) 573-0852, [email protected] Inversión en el futuro La instalación y rehabilitación de plantas de tratamiento y opciones de reuso están ayudando a confrontar los problemas de la región fronteriza antes mencionados. Tanto los Estados Unidos como México han realizado grandes compromisos financieros para mejorar la calidad de vida en estas áreas. Se calcula que entre ambos países, se han invertido cerca de US$1 billón en la última década. El congreso estadounidense continúa designando cientos de millones de dólares para el desarrollo de infraestructura fronteriza. Sin embargo, las necesidades reales se calculan entre US$4.5 a 8 billones. Los proyectos de mejora que actualmente se encuentran en implementación, se calculan en US$852 millones, hecho que es posible noviembre/diciembre 2002 A G U A Últimos logros • Se inician obras de alcantarillado sanitario en Puerto Palomas, Chihuahua con recursos del BDAN por US$1.88 millones. • Se inaugura la planta potabilizadora “Jonathan W. Rogers” en El Paso, Texas • Del Río, Texas, inaugura su nueva planta potabilizadora. • BDAN autoriza US$80 millones para el fondo de conservación del agua y aprueba apoyo financiero por US$11.8 millones para nuevas obras de construcción L A T I N O A M É R I C A Fuente: www.nadbank.org 55