ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 BASIL BERNSTEIN, LA SOCIOLOGÍA Y LA HISTORIA HOMENAJE A UN GRAN SOCIÓLOGO CRÍTICO DE LA EDUCACIÓN BASIL BERNSTEIN, A SOCIOLOGIA E A HISTÓRIA – HOMENAGEM A UM GRANDE SOCIÓLOGO CRÍTICO DA EDUCAÇÃO VARELA, Julia [email protected] Universidad Complutense de Madri ÁLVAREZ-URÍA, Fernando [email protected] Universidad Complutense de Madri RESUMEN La sociología de la educación del sociólogo inglés BasilBernstein formó parte, en los años setenta y ochenta del siglo XX, de todo un amplio movimiento de sociología crítica al servicio de cambios sociales progresistas. La sociología de la educación de Bernstein es una sociología centrada en el presente, pero susceptible de ser enriquecida por análisis socio-históricos, una sociología que puede seguir siendo útil en la actualidad para hacer frente al problema de las desigualdades sociales entre los diferentes grupos y clases sociales en el interior de las instituciones educativas. PALABRAS CLAVES: Sociología de la educación. Sociología crítica. Reproducción. Clases sociales. Códigos linguísticos. Genealogía del poder. RESUMO A sociologia da educação do sociólogo inglês Basil Bernstein fez parte, nos anos setenta e oitenta do século XX, de todo um amplo movimento da sociologia crítica a serviço de mudanças sociais progressistas. A sociologia da educação de Bernstein é uma sociologia centrada no presente, mas suscetível de ser enriquecida pela análise sócio-histórica; uma sociologia que pode, portanto, continuar sendo útil na atualidade para fazer frente ao problema das desigualdades sociais entre os diferentes grupos e classes sociais no interior das instituições educativas. PALAVRAS-CHAVE: Sociologia da educação. Sociologia crítica. Reprodução. Classessociais. Códigos linguísticos. Genealogia do poder. INTRODUÇÃO ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 418 Este artículo pretende rendir un homenaje a la memoria y a la obra del sociólogo inglés de la educación BasilBernstein. Pero el mejor homenaje que se puede rendir a un scholar, a un sociólogo crítico, como BasilBernstein, es leer, cuestionar, y prolongar sus lúcidos análisis. El sentido de las investigaciones sociológicas no se agota en lo que dicen los sociólogos en los artículos y en los libros que publican, es decir, no se circunscribe a los puros contenidos transmitidos a través de un lenguaje neutro, pues el sentido que adquieren las producciones sociológicas es inseparable de las condiciones de recepción, interpretación y difusión de una obra. Intentaremos presentar aquí una línea de lectura de la obra de BasilBernstein que evidentemente no es la única legítima, pero que cuenta al menos con una cierta legitimidad al haber sido contrastada con el propio sociólogo inglés. Trataremos por tanto de remitir nuestra lectura de Bernstein a la historia evitando en todo momento confundir la historia con la memoria, aunque en ocasiones historia y memoria se solapan. No se trata de aburrir a los lectores con la rememoración de viejas historias personales, pero tampoco de renunciar a la memoria y a las experiencias personales en aras de una sociología amnésica acantonada en el presentismo y en comentarios rabínicos enredados en la pura textualidad. Nuestro objetivo es intentar transmitir, a partir de nuestra propia trayectoria personal en tanto que sociólogos, un posible marco de lectura de la obra de BasilBernstein, un marco anclado en el espacio y en el tiempo social, para evitar así la deshistorización de su trabajo. Somos conscientes de que al adoptar esta posición planteamos al mismo tiempo un problema a la obra de Bernstein, y a la de sus más fieles seguidores, pues se trata de una sociología producida en buena medida de espaldas a la historia. Y es que el homenaje a un sociólogo crítico pasa también por la crítica de los presupuestos y postulados que subyacen a sus producciones. Nuestra primera aproximación a la producción sociológica de BasilBernstein tuvo lugar en París, en los años setenta, cuando éramos estudiantes en el Departamento de Sociología de la Universidad de París VIII-Vincennes. Concretamente comenzamos leyendo a BasilBernstein en francés a través de la edición de textos realizada por Jean Claude Chamboredon en el libro publicado en ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 419 Ediciones Minuit, en la colección Le senscommundirigida por Pierre Bourdieu1. Nuestra propia lectura de la sociología de la educación de Bernstein estuvo por tanto mediada por la importancia que adquirió en esos años la sociología crítica que recibió un fuerte impulso en 1956 con la publicación de dos obras de Wright Mills, La élite del poder y La imaginación sociológica. Tras nuestro regreso a España a finales de los años setenta contribuimos, con otros muchos, a la traducción, difusión, y promoción de la obra de BasilBernstein, tanto en España como en América Latina. Para los españoles era un momento singular pues, tras la muerte de Franco, España entraba en un proceso de transición de la dictadura a la democracia, y considerábamos que la sociología crítica debía desempeñar en ese proceso un papel esclarecedor, es decir, contribuir a la democratización de la sociedad, y más concretamente a la democratización de las instituciones sociales, lo que implicaba, entre otras cosas, una transformación de las instituciones educativas. En fin, a partir de comienzos de los años noventa, conocimos personalmente en Londres a BasilBernstein y establecimos con él una amistad, que se renovaba periódicamente cada verano con largas y vivas discusiones, una amistad que se mantuvo hasta la muerte del sociólogo inglés el 24 de septiembre del año 2000. BASIL BERNSTEIN Y LA SOCIOLOGÍA CRÍTICA Emile Durkheim, que junto con Karl Marx y Max Weber fue uno de los tres grandes sociólogos clásicos, escribía en el Prefacio a la primera edición de su libro De la division du travail social que al estudiar la realidad social el sociólogo no tiene por qué renunciar a tratar de mejorarla: “a mi juicio nuestras investigaciones no merecerían ni tan siquiera una hora de esfuerzo si tan sólo presentasen un mero interés especulativo.” (DURKHEIM, 1978, p.XXXVIII-XXXIX).La separación en el campo de la sociología entre la teoría especulativa y la práctica política no significa que la articulación de ambas sea absolutamente incompatible en aras de una pretendida objetividad científica. La separación viene exigida más bien. Entre otras cosas, por una mayor claridad lógica, y un compromiso ético del sociólogo con la 1 BERNSTEIN (1975). Una selección de los comentarios de Denis Lawton sobre los trabajos de Bernstein fue recogida por GRAS (1974). ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 420 verdad, pero las teorías no gozan de extraterritorialidad social, ni son simplemente un producto espontáneo que surge por amor al arte. Es posible, y perfectamente legítimo, elaborar una sociología reflexiva que esté al servicio de una mejor resolución de los problemas que asedian a los ciudadanos en la vida social. En este sentido los grandes sociólogos clásicos, Karl Marx, Max Weber y Emile Durkheim, entre otros, compartieron la convicción de que los análisis propios de las ciencias sociales pueden y deben responder a una demanda social para orientar la acción colectiva. Tal era también la convicción que en los años sesenta y setenta dominaba entre los sociólogos que se reclamaban de la sociología crítica. Los libros y artículos consagrados a la sociología europea de la educación suelen clasificar la sociología de la educación de BasilBernstein bajo el rótulo de las teorías de la reproducción. Los sociólogos que se inscriben en esta tradición sostienen que el sistema educativo en general, tal y como está instituido en nuestras sociedades, tiende a favorecer a los niños y niñas de las clases sociales medias y altas, y penaliza a los procedentes de las clases populares, pues las formas de clasificación y los códigos de comunicación imperantes en las relaciones pedagógicas en los centros escolares están más próximos a esas clases que a los de los niños y niñas de las clases trabajadoras. Los complejos lazos que se tejen entre la cultura escolar y las culturas dominantes contribuirían a explicar que la mortalidad escolar golpee sobre todo a los niños y niñas de las clases subalternas. En este sentido la sociología de la educación de BasilBernstein no estaría muy alejada de la de Pierre Bourdieu y Jean Claude Passeron, ni tampoco del estructuralismo marxista de los althusserianos. Bernstein compartía con Bourdieu la convicción de que en las instituciones educativas se ejerce una violencia simbólica que golpea predominantemente a los niños y niñas de las clases populares, y aunque los análisis de Althusser sobre los aparatos ideológicos y los aparatos represivos del Estado eran un tanto mecánicos y sesgados, los trabajos de Beaudelot y Establet que ponían al descubierto la existencia de dos redes educativas diferenciadas para los estudiantes de las diferentes clases sociales no eran tampoco incompatibles con los análisis de BasilBernstein (VARELA, 1979). Los trabajos de sociología de la educación de BasilBernstein daban prueba, ante todo, de una sociología imaginativa, basada en materiales empíricos, que ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 421 permitía explicar las desigualdades sociales ante la educación sin apelar mecánicamente a la lucha de clases, ni al arbitrario cultural. Identificábamos entonces la sociología crítica con la crítica institucional y con los movimientos sociales contestatarios que reclamaban la necesidad de alternativas a las sociedades capitalistas y comunistas. Aunque hoy pueda parecer extraño Bernsteinno estaba muy alejado de ErvingGoffman, ni tampoco de la Microfísica del poder de Michel Foucault. De hecho Goffman en Asylums había puesto de manifiesto que las instituciones totales constituyen archipiélagos de absolutismo que atraviesan en diagonal la lógica de nuestras sociedades de capitalismo avanzado. Y en la medida en que estas instituciones son jerarquizadas, y autoritarias, el autoritarismo las convierte en espacios de un ejercicio desorbitado de poder, y por tanto de violencia y sufrimiento. La escuela autoritaria era percibida como una institución de segregación de los grupos sociales desfavorecidos porque se articulaba en torno a un espacio cerrado, jerarquizado, en el que la mayoría, los internos, sufrían en buena medida pasivamente las normas institucionales. Un saber codificado y disciplinado, la regulación del espacio y del tiempo, así como las formas de clasificación transmitidas un tanto mecánicamente por los maestros, reforzaban los hábitos de clase de los niños y niñas de la burguesía, a la vez que penalizaban los de los niños y niñas de las clases que ocupaban los últimos escalones de la estratificación social. La sociología crítica de la educación de los años sesenta y setenta, y más concretamente BasilBernstein, puso de manifiesto que las escuelas tienden a favorecer a los herederos y a penalizar a los hijos de los explotados porque los marcos y esquemas de clasificación que imperan en ellas, incluidos los saberes, así como los códigos de expresión y de comunicación, son predominantemente los de las clases medias y altas. Mayo del 68 añadió a los análisis de Mills, Marcuse, Goffman, Foucault, Bourdieu y Passeron, Castel, Donzelot, BasilBernstein y otros, la fuerza de los movimientos sociales juveniles que exigían alternativas inmediatas a una sociedad injusta, autoritaria, antidemocrática. La teoría crítica, y la práctica de transformación de las instituciones, deberían dejar paso a una sociedad libertaria, a la vez justa y democrática. Era preciso por tanto transformar el orden social existente, y para ese empeño colectivo e internacionalista se valoraba la sociología crítica, la única ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 422 susceptible de abordar el proyecto de una anatomía política del funcionamiento del poder en las instituciones. Una de las funciones de la sociología crítica era hacer visible lo invisible, objetivar lo intolerable, y, al hacerlo, favorecer el cambio social. En el Departamento de Sociología de la Universidad de París VIII, a pesar del objetivo interés de cursos como el de Michel Meyer sobre el análisis del discurso, o el de NikosPoulantzas y Michel Lowy sobre el marxismo, nos interesó especialmente una línea de investigación propia de la sociología histórica representada entonces por profesores tales como Robert Castel, Jacques Donzelot y Daniel Defert, entre otros. Con Bernard Conein iniciamos nuestro primer trabajo de sociología histórica de la educación basado en el estudio documental de la prensa obrera francesa del siglo XIX. En la hermosa Biblioteca Histórica de la Ciudad de París, situada en el barrio del Marais, consultamos periódicos como L’Atelier o La Ruche populaire, embarcados en la búsqueda de alternativas a la educación oficial. En este marco, al que se añadían los cursos de Michel Foucault en el Colegio de Francia, optamos por tratar de incorporarnos a la tradición francesa de sociología crítica en la que, gracias a las traducciones de Jean Claude Chamboredon y de Robert Castel, también BasilBernstein e ErvingGoffman estaban incluidos2. SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN Y CAMBIO SOCIAL En una de nuestras primeras publicaciones conjuntas tratamos de objetivar el desplazamiento operado por el modelo genealógico de análisis representado por los trabajos de Michel Foucault. Esos análisis desplazaban la preparación de la revolución en el tiempo (Marx), a la transformación del espacio social (Gramsci). En 1978, inauguramos, con la traducción y publicación de la Microfísica del poder de Michel Foucault, la Colección de libros Genealogía del poder de las Ediciones La Piqueta (VARELA; ALVAREZ-URÍA, 1977). Nuestro principal objetivo era contribuir a dar a conocer en España y los países hispanos las grandes líneas de sociología 2 Asylums de Goffman, traducido al francés y prologado por Robert Castel, se publicó también en Le senscommun de las Ediciones de Minuit en 1968. En Italia lo tradujeron por la misma época en la Editorial Einaudi Franco y Franca Basaglia. Franco Basaglia publicó precisamente en 1968 La institución negada en donde se ponía de manifiesto la fuerza de la alianza entre la sociología crítica y los actores del cambio institucional. ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 423 crítica en las que nos habíamos socializado en París, líneas que, a nuestro juicio, estaban claramente vinculadas con el cambio institucional que, en el caso de España, tras décadas de una dictadura de plomo, abría la transición española a la democracia. Al mismo tiempo incorporamos los módulos de sociología de la educación al Curso de Aptitud Pedagógica (CAP) del ICE de la Universidad Autónoma de Madrid, un curso formación obligatorio para todos los aspirantes a profesores de Enseñanza Media del Estado. Nosotros mismos impartimos clases de sociología de la educación en esos cursos, de modo que presentamos a centenares de aspirantes a profesores los análisis de BasilBernstein, conjuntamente con los de Pierre Bourdieu y Jean Claude Passeron3. La transformación en profundidad del sistema educativo heredado de la dictadura era una de las grandes asignaturas pendientes de la transición a la democracia. El cambio social era reclamado con fuerza por los Colegios Profesionales y los Movimientos de Renovación Pedagógica, pero también por la mayoría de la sociedad española. La sociología crítica de la educación podía y debía concurrir a la búsqueda de alternativas. Los días 9, 10 y 11 de marzo de 1981 el ICE de la Universidad Autónoma organizó un gran Symposium Internacional de Sociología de la Educación en el que participaron algunos discípulos directos de BasilBernstein, como por ejemplo ValerieWalkerdine y Brian Davies, así como sociólogos del Centro de Sociología Europea, como Claude Grignon y Jean Claude Chamboredon. La obra de Bernstein fue objeto de discusiones y de debates4. En la campaña electoral que llevó al Partido Socialista al poder tras las elecciones de 1982 el programa estrella era el programa educativo socialista. Para la elaboración de la nueva ley, la LOGSE, el Partido socialista contaba con instrumentos sociológicos capaces de impulsar una ley progresista. Sin embargo el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), presionado por una parte por los centros privados de la Iglesia, y por otra por los defensores de una transformación en 3 Entre los estudios sociológicos sobre la obra de Bernstein cabe citar el de HINOJAL (1980), así como VARELA (1981). 4 Las actas del Congreso fueron publicadas. Véase VARELA (1983). Sobre la reforma educativa emprendida por el gobierno socialista de Felipe González y las polémicas que suscitó véase VARELA (2007). ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 424 profundidad del sistema escolar, optaron, en su política educativa, por privilegiar los códigos psicológicos que terminaron por imponerse, tras largos años de ensayos y titubeos . ¿Por qué tanta insistencia en vincular la sociología de la educación de BasilBernstein con una reforma educativa progresista? Hay varias razones para ello. En primer lugar el propio BasilBernsteindesarrolló sus investigaciones sobre clases, códigos y control en íntima relación con la reforma laborista de la educación en Inglaterra que introdujo la enseñanza comprensiva. Bernstein fue invitado en España por el Ministerio de Educación, durante la transición, en la época en la que gobernaba la Unión del Centro Democrático (UCD), a impartir una conferencia en Madrid, y por esos mismos años también viajó a Granada y Barcelona en donde se le demandaba que sus conferencias sirviesen de orientación para impulsar una reforma democrática del sistema educativo. Cuando en 1982, tras el fallido golpe de Estado del 23 de Febrero, el PSOE ganó las elecciones por mayoría absoluta, el responsable del Ministerio de Educación fue el sociólogo José María Maravall. Maravall había estudiado sociología en Inglaterra y también en ese país fue profesor de sociología antes de incorporarse a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense. Su propuesta de reforma se inspiraba fundamentalmente en las reformas educativas que los laboristas británicos habían abordado en los años sesenta. Entre sus asesores se encontraban sociólogos y psicólogos, así como algunos profesores universitarios de pedagogía, como por ejemplo José Gimeno Sacristán y Ángel Pérez, que en 1983 publicaron la traducción del importante artículo de Bernstein “Clases y pedagogías visibles e invisibles” (GIMENO; PÉREZ GÓMEZ, 1983)5. Así pues los análisis de sociología de la educación de Bernstein no eran desconocidos en los círculos encargados de promover la reforma en España. En estos círculos los psicólogos expertos en educación tendían a traducir las diferencias de clase en términos de deficit. De ahí que en una recopilación de textos de sociólogos críticos optásemos por incluir el trabajo de Bernstein titulado “Una crítica de la educación 5 En esta recopilación de textos también figuraba algún artículo de Pierre Bourdieu. ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 425 compensatoria”6. ¿Cómo institucionalizar un espacio de transmisión del saber que no relegue a los más desfavorecidos socialmente y que evite el fracaso escolar? BasilBernstein proporcionaba en sus investigaciones algunas propuestas alternativas, pero los psicólogos de la educación del Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) hicieron lo posible y lo imposible para que las teorías psicológicas de la educación arrinconasen en al baúl de los recuerdos los códigos sociológicos. Tras conocer el Anteproyecto de la LOGSE un colectivo de profesores organizamos en el Salón de Actos del Ateneo de Madrid los días 27 y 28 de abril de 1990 un Congreso Internacional sobre Desigualdad Social y Reforma Educativa. ¿Favorecía la enseñanza comprensiva los intereses de los grupos sociales más desfavorecidos? La cuestión dista de ser simple, y exige un análisis desde el interior de los discursos y las prácticas pedagógicas, así como delimitar cuales son sus funciones sociales. En todo caso durante los vivos debates que tuvieron lugar en el Ateneo no faltaron las referencias a los trabajos de BasilBernstein, trabajos de gran utilidad, entre otras cosas porque nos ponían en guardia sobre la voracidad con la que tienden a ejercer el poder simbólico las nuevas clases medias en ascenso7. DEBATES EN LONDRES Nuestro primer contacto personal con BasilBernstein tuvo lugar en Madrid, cuando Antonio Gutiérrez-Reñón, que desempeñaba un alto cargo en el Ministerio de Educación, lo invitó para impartir una conferencia. Sin embargo nuestra amistad 6 Cf. BERNSTEIN, B. Unacrítica de la educación compensatória. In: VARELA, J.; ALVAREZ-URIA, J. (Orgs.), Materiales de sociología crítica. Madrid: La Piqueta, 1986, p. 203-218.Con anterioridad Julia Varela había traducido un artículo en el que se ponía bien de manifiesto el modo de trabajar de Bernstein. Cf. BERNSTEIN, B. Diferencias existentes entre las clases sociales en lasconcepciones del uso de los juguetes. Boletín del ICE de la UAM, n. 6, marzo 1982, p. 17-33. 7 Las ponencias del Congreso en el Ateneo se publicaronen la Revista Archipiélago n. 6, 1991, titulado “Educar ¿para qué?”. Entrelas ponencias inspiradas en los trabajos de Bernstein véase, por ejemplo, Claude GRIGNON, “La escuela y las culturas populares”, pp. 15-19; Valerie WALKERDINE, “Enseñanza comprensiva y educación progresiva en Gran Bretaña”, pp. 20-26; y Julia VARELA, “Una reforma educativa para las nuevas clases medias”, pp. 65-71. Véase también el trabajo titulado “Clases sociales, pedagogías y reforma educativa” en Julia VARELA y Fernando ALVAREZ-URIA, Arqueología de la escuela, La Piqueta, Madrid, 1991, p. 279 y ss. ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 426 data del verano de 1992, cuando nos reunimos por primera vez con él en su despacho de WoburnSquare, muy cerca del Instituto de Educación londinense8. Bernstein estaba ya jubilado de su cátedra, y, si realmente el tamaño del despacho es un símbolo del status de quien lo ocupa, se puede afirmar que su poder se había reducido a la mínima expresión pues apenas nos podíamos mantener los tres sentados en tan reducido receptáculo. BasilBernstein preparaba siempre una enorme cafetera de émbolo, y con frecuencia íbamos a comer juntos al pequeño restaurante del Tavistock Hotel (que entonces se dnominabaJacques Bar), muy cerca de dónde posteriormente se produjo uno de los terribles atentados islamistas de Londres, o al confortable bar del Russell Hotel, en donde unos camareros gallegos nos atendían con especial hospitalidad. Como ya hemos señalado el grueso de nuestras investigaciones sociológicas, comenzando por nuestras respectivas tesis de sociología, las habíamos realizado en una perspectiva de sociología histórica, por lo que en nuestras discusiones con Bernstein defendíamos esta perspectiva de análisis y cuestionábamos el olvido de la historia en sus investigaciones sociológicas9. Compartíamos con él el interés por la sociología de la educación de Emile Durkheim, pues era un apasionado defensor de La evolución pedagógica en Francia, pero le reprochábamos que no hubiese adoptado ese modelo en su continuo batallar sobre las clases, los códigos y el control. El modelo genealógico de análisis no es únicamente una aproximación iniciada por Nietzsche y prolongada por Michel Foucault al análisis de instituciones como las cárceles, es la vía fundamental de aproximación al mundo social, tal y como nos enseñaron los grandes sociólogos clásicos. Considerábamos que si Bernstein se hubiese molestado de rastrear por ejemplo en la historia los diferentes códigos de comunicación de las diferentes clases sociales se habría encontrado con 8 Jorge Larrosa, profesor de Teoría de la Educación en la Universidad de Barcelona, nos proporcionó su dirección, pero compartíamos con Bernstein otros amigos comunes. Algunos habían sido sus discípulos como ValerieWalkerdine, Jaime Mascaró o Paul Dowling. Otros, como Claude y ChristianeGrignon, intensificaron con él por esa misma época los lazos de amistad. 9 Cf. VARELA, J. Modos de educación en la España de la contrarreforma. Madrid: La Piqueta, 1983. (Tesis de tercer ciclo en sociología en la Universidad de París VIII dirigida por Paul de Gaudemar) y ALVAREZ-URIA, F.Miserables y locos. Medicina mental y orden social en la España del siglo XIX. Barcelona: Tusquets, 1983.(Tesis de tercer ciclo en Sociología en la Universidad de París VIII dirigida por Robert Castel). ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 427 algunas sorpresas. Por ejemplo en España una Pragmática de Felipe IV (10-II-1623) ordenaba lo siguiente: Mandamos que no pueda haber estudios de gramática en los hospitales en donde se crían niños expósitos y desamparados, y que los administradores y superintendentes tengan cuidado de aplicarlos a otras artes.10 No se trata de un hecho aislado, pues una Instrucción de corregidores, ya en el Siglo de las Luces, (15-V-1788) decía explícitamente: En donde hubiese casas de expósitos, desamparados, niños de doctrina u otros semejantes (…) cuidarán de que los administradores y superintendentes de dichas casas apliquen precisamente a los niños que se críen en ellas a las artes y oficios, como está mandado por las leyes; a cuyo fin no permitirán, en observancia de la ley, que haya estudios de Gramática en dichas casas. Con anterioridad Felipe II ordenaba por una Real Cédula (25-V-1583) a los jesuitas de la Nueva España que en sus colegios no enseñasen a los niños indios gramática, retórica, filosofía, lógica y otras ciencias pues, por ser gente liviana y amiga de novedades, podrían muy bien entregarse a la fabricación de herejías. En virtud de una política de la lengua y de una política cultural orquestada por los poderosos, los hijos de los estamentos más bajos, y en la sociedad de clases los hijos e hijas de las clases trabajadoras se vieron aprisionados en el pensamiento concreto y en los códigos restringidos. Quedaba reservada para las clases altas el acceso al pensamiento hipotético deductivo y a los códigos reflexivos a través del conocimiento de la gramática, entonces considerada como la januascientiarum, la puerta que daba acceso al conocimiento científico. Los conocidos estudios de BasilBernstein sobre las formas de expresión y clasificación encuentran en los trabajos de sociología histórica una prolongación inédita que enriquece dicha perspectiva. Se abría así la posibilidad de un estudio socio-histórico del proceso de empobrecimiento cultural y lingüístico de las clases populares en íntima relación con la instauración de modos diferenciados de educación. Como ya señalamos BasilBernstein nos manifestó en repetidas ocasiones su entusiasmo por La evolución pedagógica en Francia de Émile Durkheim, un libro central de la sociología de la educación que publicamos en español en la colección de Genealogía del poder. En realidad compartía nuestra argumentación basada en 10 Estos y otros textos pueden ser consultados en la Novísima Recopilación de las Leyes de España(Madri,1805). ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 428 la sociología histórica que en síntesis se podría formular así: los jesuitas fueron los creadores de la pedagogía moderna, pues fueron ellos quienes introdujeron en sus colegios la graduación por edades, los libros de texto, la competitividad entre los alumnos, los exámenes, las notas, los premios a la excelencia, la disciplina monacal… La pedagogía moderna nació por tanto en moldes eclesiásticos y en el marco de las sociedades estamentales del Antiguo Régimen. ¿Cómo es posible que ese modo de educación, con su lógica organizativa clerical y jerárquica, un sistema educativo anclado en el adoctrinamiento, se perpetuase en el marco de las sociedades democráticas? BasilBernstein, ya jubilado, y un tanto injustamente marginado por la Universidad de Londres, también se había planteado esta pregunta que nunca dejó cerrada, y transmitía con fuerza, a pesar de luchar ya contra la enfermedad que acabó derrotándolo, la pasión por el conocimiento y la voluntad de verdad. BasilBernstein fue un sociólogo crítico, pues construyó toda su sociología artesanalmente contra la discriminación social y la injusticia ejercida en nombre de la igualdad de oportunidades, trabajó, en suma, al servicio de modos de educación que considerasen a los estudiantes, como el maestro que describe Albert Camus en El primer hombre, su novela póstuma, sujetos dignos de comprender el mundo. Bernstein era un defensor decidido de la democratización del sistema educativo, y a ello dedicó todo un ingente esfuerzo intelectual. Quiso enriquecer su modelo de análisis, y efectivamente este se hizo cada vez más ramificado y complejo, y por ello quizás menos operativo. En los últimos años de su vida le obsesionaba la obra de Pierre Bourdieu y la de Michel Foucault, así como su propia obra. Vivía por y para ella. Colaboró con Claude Grignon cuando el potente grupo inicial del Centro de Sociología Europea se rompió, fractura que fue un drama no sólo para la sociología francesa, sino también para toda la sociología europea. Escribió en la revista Critiques sociales fundada por Claude Grignon, destinada a dar a los militantes de izquierdas los medios de una apropiación crítica de los instrumentos de análisis forjados en las ciencias sociales. Los conceptos de la sociología, se decía textualmente en el primer número de esta revista, son instrumentos provisionales y perfectibles, hechos para servir y para ser utilizados, y ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 429 no para convertirse en consignas o en objeto de culto11. Al mismo tiempo BasilBernstein seguía incansablemente publicando, a la vez que sacaba tiempo para revisar las ediciones y traducciones de sus escritos12. En el verano del año 2000 el gran sociólogo inglés de la educación ya muy enfermo, no acudió a su minúsculo despacho de WoburnSquare. No nos pudimos despedir de él. Quizás por eso cuando nos acercamos a Londres sentimos su presencia en el barrio de Bloomsbury, cuando pasamos por delante de su despacho, casi al lado de la casa de John Maynard Keynes, y enfrente del WarburgInstitute. Cuando nos dirigimos a la gran Biblioteca de SenateHouse, y pasamos por delante de la puerta de su antiguo lugar de conversación y de trabajo, tenemos la impresión de que BasilBernstein continúa todavía allí, escribiendo y corrigiendo sus textos para afinar cada vez más su compleja maquinaria de sociología crítica de la educación. JULIA VARELA Doutora em Sociologia pela Université de Paris VIII-Vincennes, professora catedrática da Universidad Complutense de Madrid. Autora de mais de uma dezena de livros, com destaque para Arqueología de la escuela (em coautoria com F. Alvarez-Uría), La crisis de los paradigmas sociológicos (em coautoría com F. Alvarez-Uría), Genealogía y sociologia - Materiales para repensar la Modernidad, (em coautoria com F. Alvarez-Uría), Nacimiento de la mujer burguesa. El cambiante desequilibrio de poder entre los sexos, e Mujeres con voz propia. FERNANDO ÁLVAREZ-URÍA Doutor em Sociologia pela Université de París VIII-Vincennes e professor catedrático da UniversidadComplutense de Madrid.Entre sus libros se encuentraMiserables y locos. Medicina mental y orden social en la España del siglo XIX e, recentemente, Sociología, capitalismo y democracia (em coautoría com Julia Varela), y El reconocimiento de la humanidad - España, Portugal y América Latina en la génesis de la modernidad. 11 Cf. GRIGNON (1988, p. 2).Véase también BERNSTEIN (1992, p. 3-19).Nosotros participamos en ese mismo número:ÁLVAREZ-URÍA; VARELA (1992, p. 126-136). 12 Sus dos últimos libros fueron traducidos al español y publicados por la editorial Morata. En el último libro de Bernstein, Pedagogía, control simbólico e identidad: Teoría, investigación y crítica, publicado en España en 1998, la revisión de la traducción fue realizada por Julia Varela y por el propio BasilBernstein. ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 430 REFERÊNCIAS ALONSO HINOJAL, I. Bernstein en la encrucijada de la sociología de la educación. Revista española de investigaciones sociológicas, n. 11, julio-sept. 1980, 55-74. BERNSTEIN, B. La construction du discourspédagogique set les modalités de sapratique. Critiques sociales, n. 3-4, Novembre 1992. BERNSTEIN, B. Langageetclassessocials. París: Minuit, 1975. BERNSTEIN, B. Pedagogía, control simbólico e identidad:teoría, investigación y crítica. Madrid: Morata, 1998. DURKHEIM, E. De la división du travail social. París: PUF, 10.ed, 1978. GIMENO, J.; PÉREZ GÓMEZ, A. (Orgs.). La enseñanza, suteoría y supráctica. Madrid: Akal, 1983. GRAS, A. (Org.), Sociologíe de l’éducation.Textesfondamentaux.Paris: Librairie Larousse, 1974. GRIGNON, C. Le sociologueet le militant. Critiques sociales, n. 1, Fevrier 1988. NovísimaRecopilación de las Leyes de España dividida en XII libros, Madrid: 1805. VARELA, J. (Org.). Perspectivas actuales en sociología de la educación. Madrid: ICE de la UAM, 1983. VARELA, J. Aproximación al análisis genealógico de la escuela en el marco de la sociología francesa de la educación. Cuadernos de realidades Sociales, n. 14-15, 1979, p. 7-33. VARELA, J. Política de la lengua y escolarización. Boletín del ICE de la UAM. n. 3, 1981, p. 14-27. VARELA, J.; ALVAREZ-URÍA, F. Foucault frente a Marx: anatomía histórico-política del orden burguês. Tiempo de Historia, n. 34, 1977, p. 90-103. ATOS DE PESQUISA EM EDUCAÇÃO - PPGE/ME ISSN 1809-0354 v. 9, n. 2, p. 417-431, mai./ago. 2014 DOI http://dx.doi.org/10.7867/1809-0354.2014v9n2p417-431 431 VARELA, J. Las reformas educativas a debate (1982-2006).Madrid: Ed. Morata, 2007.