Panel 1: Políticas sociales y trabajo social transnacional: las

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 Panel 1: Políticas sociales y trabajo social transnacional: las organizaciones de lo
social más allá de las fronteras del Estado, los actores y la política de cooperación. Coordinadores:
Belén Agrela Romero - Universidad de Jaén
Bélen Morata García de la Puerta - Universidad de Granada
Esther Raya Díez - Universidad de la Rioja
______________________________________________________________________
Trabajo Social Transnacional: Eficacia y viabilidad de las actuaciones en cooperación al desarrollo
Miquel Àngel Oliver Perelló
Universitat de les Illes Balears
[email protected]
Carlota Socias Puyol
Universitat de les Illes Balears
[email protected]
Fernanda Caro Blanco
Universitat de les Illes Balears
[email protected]
RESUMEN
La cooperación al desarrollo es un ámbito de la intervención social nada desconocido
para l@s trabajador@s sociales. Numerosos profesionales de esta disciplina realizan su
intervención profesional o voluntaria en ONGD's, desde los diferentes niveles de
intervención y desarrollando diversas funciones propias del trabajo social. Sin embargo,
esta tarea se desarrolla generalmente desde una cierta transdisciplinariedad. Es por esta
razón que uno de los retos que nos hemos venido planteando desde los Estudios de
Trabajo Social de la UIB es trabajar en la definición – teórica y práctica – del rol
específico que debe desempeñar el trabajador social en la cooperación al desarrollo.
Es a partir de este interés que desde el curso 2003-2004 estamos participando en
diversos proyectos realizados con entidades sociales y universidades de El Salvador,
Cuba, Guatemala y Marruecos: Acciones de cooperación; Proyectos de sensibilización y
formación; Becas de formación sobre el terreno y prácticas en cooperación al desarrollo
otorgadas a alumnos de la Diplomatura de Trabajo Social; y cooperación
interuniversitaria. En el año 2008 presentamos un resumen de los resultados de
evaluación de la experiencia de Becas de formación sobre el terreno a partir del análisis
de diferentes variables: acciones desarrolladas, características de la población
beneficiaria, características de la contraparte, perfil de los alumnos participantes,
resultados obtenidos en la intervención y beneficios obtenidos para la población. Por
otro lado, evaluamos el programa a partir de 5 criterios: pertinencia, eficacia, eficiencia,
impacto y viabilidad. Nos interesa profundizar en la evaluación de la eficacia y
viabilidad de las acciones que estamos realizando y muy especialmente en la definición
de indicadores que determinen las competencias académicas – conocimientos,
habilidades y actitudes – que debemos trabajar con los y las estudiantes de Trabajo
Social, a fin de maximizar los resultados satisfactorios y útiles para la población
beneficiaria así como contribuir a la mejora de la formación del alumnado. Todo ello
implica la necesidad de proponer cambios que deben ser asumidos por los distintos
actores, avanzando así hacia una definición conjunta de la práctica del Trabajo Social
capaz de generar avances sociales en ambos contextos.
Palabras Clave: Cooperación al Desarrollo, Trabajo Social, Formación sobre el
terreno, Eficacia, Viabilidad, Indicadores.
[ 1. INTRODUCCIÓN: LA COOPERACIÓN AL DESARROLLO COMO
ÁMBITO DE INTERVENCIÓN PARA EL TRABAJO SOCIAL.
Por cooperación al desarrollo podemos entender, de forma general, un amplio y
numeroso abanico de acciones de los países del Norte que impliquen algún tipo de
transferencia de recursos - en un sentido amplio -, que supongan una mejora en el
desarrollo de áreas o países del Sur.
Si en una primera etapa de las relaciones Norte- Sur las políticas de desarrollo se
basaron en un intento de modernización de infraestructuras, posteriormente y a partir
del concepto de desarrollo humano, se convierte en objetivo primordial la mejora de las
opciones de las personas en aspectos tales como la salud, la educación y el acceso a los
recursos necesarios para un nivel de vida digno. El desarrollo humano sostenible
considera además de los aspectos económicos la mejora de la calidad de vida de los
individuos potenciando las capacidades de las personas, fundamentalmente a través de
la educación y la formación. Este concepto de desarrollo se halla evidentemente ligado
a la concepción y objetivos que se pretenden también desde el Trabajo Social, y más
aún desde el Trabajo Social Comunitario (TSC). Comparte con este, objetivos como el
de la superación de lo estrictamente individual a partir de la promoción social de los
individuos como sujetos de derechos y la eliminación del paternalismo en las relaciones
entre las partes que deben ser concebidas desde la igualdad.
Los actuales procesos de globalización han contribuido a aumentar la participación de
distintos agentes en el ámbito de la cooperación al desarrollo conformando actualmente
un amplio y variado escenario. Dentro de este, la universidad representa actualmente un
importante papel que debe ir mucho más allá de sus propias necesidades de
internacionalización, y que en el caso concreto de los estudios de Trabajo Social (TS),
pasa por compartir algunos de los objetivos primordiales de este, como son la lucha
contra la pobreza y la exclusión, y la defensa de los derechos humanos, entre otros. Pero
además, en el caso concreto de los estudios de TS, el ámbito de la cooperación al
desarrollo debe enmarcarse en el hecho de concebir la formación de los futuros
profesionales también como una formación en sentido amplio que incluya valores como
los de solidaridad y justicia social.
2. LA CRISIS GLOBAL: UNA OPORTUNIDAD PARA REVISAR LAS
RESPUESTAS EN LA LUCHA CONTRA LA POBREZA Y LA
EXCLUSIÓN
En muchos países de occidente, el contexto actual marcado por una situación de crisis
global que afecta a miles de personas, se están ofreciendo como principales respuestas
políticas un marco de recortes sociales de marcado carácter neoliberal que amenazan
seriamente los logros conseguidos que por el Estado de Bienestar, y que en caso de
continuar, pueden llevar a situar las políticas sociales en posiciones de décadas pasadas
que ya creíamos superadas. La complejidad y globalidad de la situación actual dificulta
ofrecer respuestas eficaces y rápidas que palien tantas situaciones de necesidad, pero
resulta evidente por otra parte, la necesidad de reflexionar sobre sus causas, y al mismo
tiempo, sobre las intervenciones, métodos y estrategias del TS para hacer frente a esta
nueva situación. Una revisión crítica desde los países del Norte hacia algunos de los
objetivos compartidos desde el TS de erradicación de la pobreza, la exclusión y la
desigualdad, nos hará ver que éstos se han convertido casi en inalcanzables cuando en
un contexto de crecimiento económico como el que hemos tenido hasta hace algunos
años los resultados han estado muy alejados de los objetivos fijados al respecto. ¿Qué
pensar entonces cuando ese marco de crecimiento económico ya no existe? ¿Cuándo las
cifras indican no solo un aumento, sino una generalización de la pobreza?
Por otra parte, la actualidad del panorama global obliga a revisar el ejercicio de la
cooperación, a pesar de las mejoras que se han conseguido en los países donde la
cooperación al desarrollo se lleva a cabo y dónde se han observado mejoras en
diferentes áreas.
Ciertamente es necesario revisar aspectos como la coordinación entre los organismos,
la adecuación de la ayuda a las políticas de desarrollo, el exceso de burocracia, etc.
Como señala , “la ayuda internacional no funciona porque no se llega a la raíz de los
problemas y no se proponen medidas realistas para resolver cuestiones graves como la
pobreza endémica de millones de personas”. (Collier. 2008) No puede obviarse que la
actual situación económica mundial sitúa probablemente al ámbito de la cooperación al
desarrollo en un importante proceso de transformación, limitando y reduciendo los
recursos que a la misma y hasta hace escasas fechas, se venían dedicando. E podría
suceder igualmente con las universidades, donde la falta de recursos actuales hará
también replantearse su papel en este ámbito, y dentro de un discurso más amplio sobre
necesidades internas e implicaciones externas de las universidades y las necesidades de
priorizar actuaciones futuras.
A día de hoy, resulta evidente que la puesta en práctica de acciones para conseguir
algunos de los objetivos anteriormente citados, no se han conseguido en la medida que
se pretendían cuando en “ambos lados”, Norte y Sur, cada vez un mayor número de
personas se hallan en situación de pobreza o exclusión1. Incluso en periodos de bonanza
y crecimiento económico las tasas de pobreza en España por ejemplo, no han
conseguido disminuir2. En este sentido, las reflexiones sobre la situación de los países
del Sur, son también útiles para las sociedades del Norte. Un análisis profundo sobre las
causas de estas situaciones llevará inevitablemente a la revisión de los métodos y
estrategias llevadas a cabo hasta ahora y a la realización de nuevas propuestas de
intervención, que analicen las dificultades desde un enfoque más global y sean capaces
de actuar sin embargo con una mayor eficacia, desde “lo local”.
Es en esta realidad social que se da actualmente en las sociedades occidentales, y que en
el caso español se traduce en un contexto de generalización de la pobreza y de
reducción de recursos para hacerle frente, donde se están formando lo estudiantes de
TS. Y es este marco el que obliga y exige al TS realizar un análisis crítico de los
métodos y estrategias utilizadas hasta ahora y también sobre la posibilidad de
relacionarlas con alguno de los modelos y experiencias llevadas a cabo en el ámbito de
la cooperación al desarrollo. Un análisis que en este sentido debe realizarse desde las
universidades, junto a los profesionales del sector y compartido con los estudiantes.
Si bien es evidente que existen en las sociedades occidentales una progresiva
consolidación del individualismo, también el análisis de los problemas sociales - y las
respuestas que se ofrecen de los mismos -, están revestidos en muchos casos de este
mismo enfoque individualista que sitúa las causas de los problemas en el individuo y en
las situaciones
presentes, sin profundizar en la raíz de los problemas ni en la influencia del entorno.
Así, en el mismo sentido que señalaba Collier sobre el mal funcionamiento de la ayuda
internacional, también en España podemos señalar como resultado mayoritario de este
enfoque, un panorama de respuestas a los problemas sociales caracterizado por unos
servicios de la administración saturado y más centrado en paliar los efectos que en
trabajar con las causas.
A pesar de lo anterior, hoy en día ya nadie discute que muchas de las variables que
presentan los individuos en situación de necesidad están claramente condicionadas por
factores ligados al contexto al que pertenecen. Se trata de variables compartidas por
personas y grupos de una misma comunidad y cuyo número y complejidad hace que
resulte estéril el abordaje de las mismas desde un enfoque individual. Es obvia la
necesidad de apostar con más fuerza por un TS que no se conforme con paliar las
situaciones de necesidad actuando en ocasiones como simple instrumento de contención
social caracterizado por respuestas asistencialistas del todo ineficaces en la lucha para
conseguir avanzar en la necesaria cohesión social. Se requiere pues de un TS que realice
un abordaje integral centrado en las causas que originan las situaciones de pobreza y
exclusión y que vuelva a situar en la primera línea de su discurso la importancia de
aspectos tales como la participación ciudadana, la solidaridad y la importancia de “lo
comunitario”. Todo ello como necesidad y como respuesta a muchos de los
planteamientos y necesidades de las personas, pero también desde la necesidad de una
mayor racionalización y mejor aprovechamiento de los recursos propios del territorio.
Se trata posiblemente de revisar aquellas prácticas donde la ciudadanía se ha erigido en
protagonista del cambio y donde las personas se han constituido en el recurso prioritario
de la intervención.
Y es en este sentido, donde quizás debemos volver la vista hacia algunas de las
prácticas que se han llevado a cabo en el ámbito de la cooperación al desarrollo, donde
la comunidad en su conjunto adquiere el rol de protagonista, donde la implicación de las
personas en la resolución de las problemáticas que les afectan, resulta primordial y
donde los recursos de que no se dispone, “se inventan”. Así, el análisis de los modelos
de respuesta a los problemas sociales que se están llevando a cabo de forma mayoritaria
en nuestro país, junto al estudio de las realidades y de algunas de las respuestas
desarrolladas en los países del Sur, debe servir a los estudiantes de TS para la
adquisición de una formación crítica que a su vez permita generar respuestas
innovadoras frente a nuevas realidades.
3. LOS BENEFICIOS DE LA RELACIÓN ENTRE LOS ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS DE TRABAJO SOCIAL EN RELACIÓN AL
ÁMBITO DE LA COOPERACIÓN AL DESARROLLO
La relación de las universidades con el ámbito de la cooperación al desarrollo supone
para los estudiantes - como sucede en el caso de los alumnos que realizan prácticas
académicas en el marco de un convenio con entidades sociales de países del sur -, la
observación y conocimiento de la práctica profesional y los objetivos de las
organizaciones, condicionadas en los distintos países por las circunstancias históricas,
culturales, socio-económicas, etc., por las que estos han atravesado, una aportación
interesante en relación a la necesaria reflexión sobre el carácter global y la complejidad
de las problemáticas existentes. Permite entre otras cosas, ver los resultados de la
globalización neoliberal, cómo la explotación de trabajadores en cualquier parte del
mundo, la ausencia de democracia real en muchos de estos países, la degradación del
medio ambiente. Obtener en suma, una visión más amplia sobre las desigualdades
globales.
Además, el acercamiento de los estudiantes a las realidades de los países del Sur y al
ámbito de la cooperación al desarrollo, supone para estos una mejora en cuanto a la
formación en Trabajo Social Intercultural, tan necesario y casi olvidado en los
diferentes planes de estudios. El conocimiento de nuevas realidades y contextos de
intervención diferentes a aquellos más habituales con los que puede mantener contacto
el alumno durante su periodo de formación adquieren un valor especial para los
estudiantes en su proceso de formación como futuros profesionales.
Por otra parte, y como ya se ha señalado, la formación que se pretende desde la
universidad no debe basarse exclusivamente en la trasmisión de conocimientos teóricos
que contribuyan a la formación de los estudiantes como futuros técnicos, sino que
también debe proporcionar una formación basada en un sistema de valores, la mayoría
de los cuales son compartidos desde el ámbito de la cooperación al desarrollo.
En relación a la intervención comunitaria, probablemente cada vez más necesaria, el
campo de la cooperación internacional resulta un escenario ideal para que el alumno
pueda profundizar sobre muchos de los aspectos teóricos sobre los que se ha discutido y
reflexionado en el aula tales como la identificación en la comunidad de necesidades y
problemas, la intervención adecuada al contexto local, la importancia del proceso en la
intervención comunitaria, el significado del aprendizaje conjunto y la identificación del
TS entendido más como acción cooperativa. Además el alumno puede interpretar los
discursos que pretenden evitar las actitudes paternalistas y generadoras de dependencia
del mismo modo que experimentar sobre la no idealización de la comunidad.
Desde la experiencia de nuestra universidad, las tareas concretas realizadas por los
estudiantes de TS en los países del Sur constituyen, además de un importante
aprendizaje para estos, un aporte para la comunidad desde la puesta en marcha de
acciones de sensibilización comunitarias y/o las relacionadas con la sostenibilidad del
medio ambiente, la realización de diagnósticos comunitarios, etc. Igualmente, dicha
colaboración supone un enriquecimiento para las propias entidades que trabajan en los
países del Sur, ya que ofrece un intercambio de experiencias y conocimientos, y el
apoyo real que en muchos casos significa el aporte de los estudiantes como refuerzo
durante su estancia a la labor que se viene prestando de manera continuada por parte de
las ONG’s.
Por todo ello es necesario reivindicar que la participación individual de los alumnos en
proyectos de cooperación, no debe ser el objetivo único de la relación de los estudios de
TS con el ámbito de la cooperación al desarrollo. Debe ser en cualquier caso, un
instrumento más de intercambio de experiencias y conocimientos que beneficie al
conjunto de las partes implicadas: alumnos, universidades y ONG’s de los países del
Sur.
La experiencia de los Estudios de Trabajo Social de la UIB en Cooperación al
Desarrollo. Contextualización.
En el año 2001, el “Govern de les Illes Balears”, a través de la “Conselleria de Benestar
Social”, de la que dependía la Dirección General de Cooperación, suscribe un convenio
de colaboración con la Universitat de les Illes Balears en materia de Cooperación al
Desarrollo. Con esta iniciativa, ambas instituciones pretenden trabajar conjuntamente en
la labor de contribuir a la eliminación de la pobreza en el mundo y específicamente en
la generación de las condiciones para que, a través de la formación y la investigación,
se desarrolle una cooperación conforme a los criterios de eficacia, eficiencia y calidad.
A lo largo de estos años, las líneas de actuación inicialmente propuestas se han ido
mejorando y consolidando, a la vez que la propia UIB ha fortalecido su contribución al
ámbito de la cooperación y la solidaridad con acciones complementarias, cuyo
reconocimiento institucional culminan con la creación, en mayo del 2005 de la Oficina
de Cooperació al Desenvolupament i Solidaritat, órgano gestor encargado de planificar
y coordinar las distintas acciones solidarias que se desarrollan en el seno de la
comunidad universitaria de las Islas.
En ese contexto, es a partir del curso 2003/04 que los Estudios de Trabajo Social se
incorporan a esta iniciativa universitaria, a través de cuatro tipos de acciones:
−
−
−
−
Proyectos de cooperación en países desfavorecidos que trabajen en la línea de la
transformación social a través de la transferencia de conocimientos y la formación.
Proyectos de sensibilización y formación dirigidos a la comunidad universitaria
balear.
Becas de formación sobre el terreno y prácticas en cooperación al desarrollo
otorgadas a alumnos del tercer curso de la Diplomatura de Trabajo Social.
Convenios y acuerdos de carácter interuniversitario.
En la trabajo que se presenta vamos a centrarnos en el tercer tipo de acción, evaluando
la calidad de la intervención realizada por los estudiantes, la viabilidad de los proyectos
en los que se inserta su acción, la posible incidencia en la transformación social y la
mejora de la calidad de vida de las personas y comunidades beneficiarias de esta
intervención, y la incidencia que estas experiencias tienen en la mejora de la formación
profesional de los estudiantes
El objetivo inicial de esta experiencia parte de la necesidad de profundizar en la
formación específica en materia de cooperación al desarrollo de los futuros titulados
Trabajo Social.
La cooperación al desarrollo es un ámbito de la intervención social nada desconocido
para los trabajadores sociales, ya que numerosos profesionales de ésta disciplina
realizan su intervención profesional o voluntaria en las organizaciones no
gubernamentales de cooperación al desarrollo, desde los diferentes niveles de
intervención: grupal y comunitario e incluso individual-familiar, y desarrollando,
asimismo, diversas funciones propias del trabajo social como son la orientación, la
sensibilización, la formación, la gestión, la planificación, la promoción social etc.
Sin embargo, la tarea de éstos profesionales se desarrolla generalmente desde una cierta
transdisciplinariedad. El reto era trabajar en la definición – teórica y práctica – del rol
específico que debe desempeñar el trabajador social en la cooperación al desarrollo.
Pero simultáneamente se ha ido viendo que estos estudiantes están realizando acciones
reales que tienen una incidencia en las comunidades en las que se trabaja, y que
necesitan, por tanto, ser evaluadas en función de la calidad de éstas, con el objeto de ser
consideradas o no buenas prácticas.
Descripción y análisis del trabajo realizado:
Desde junio de 2004, hasta la actualidad, un total de 47 alumnas y alumnos han
participado en diversos programas formativos y de intervención en cooperación al
desarrollo:
−
−
8 de ellas han participado en un proyecto desarrollado con la Universidad
Abdelmalek Essadi y las asociaciones Fórum de Femmes de Al-hoceime, y Action
Femenine de Marruecos, para la Formación en Habilidades Sociales y Promoción
Social de la Mujer.
16 estudiantes han participado en un proyecto de Inserción Social de Jóvenes en
Riesgo y Conflicto Social, y en Promoción Social de la Mujer en los municipios de
−
−
−
Apopa, Soyapango y San Salvador. El Salvador, con la entidad local:
FUNSALPRODESE.
20 estudiantes han trabajado en un proyecto de Promoción social de la mujer y
organización comunitaria en las comunidades indígenas del Departamento de
Suchitepéquez, Guatemala, con la entidad local ADEHGUA
2 estudiantes en un proyecto de intervención comunitaria en La Habana Vieja,
teniendo como contraparte al Departamento de Sociología de la Universidad de La
Habana.
En el 2004 se realizó una experiencia de colaboración, con la participación de una
alumna. a través de la Asamblea Autonómica de Cruz Roja, con la congregación de
los Padres Paúles en San Pedro Sula (Honduras), en un proyecto de Atención
Social y el Desarrollo Integral de la Sierra del Merendón, al que no se le dio
continuidad, razón por la cual no se evalúa en este estudio.
Los objetivos que se les proponen a los estudiantes, en todos los casos, se refieren a:
Conocimiento del contexto político, social, económico e institucional del país de
acogida.
Conocimiento amplio de la realidad de la población objeto de trabajo.
Conocimiento de la entidad/contraparte con las que se trabaja.
Participar en el diagnóstico social y comunitario de la zona concreta (comunidad,
municipio) en el que se va a desarrollar la intervención.
Diseño e implementación de actividades dirigidas a la organización y dinamización
de grupos de la comunidad a través de talleres formativos, de capacitación, de
entrenamiento en habilidades sociales, lúdicos, y vivenciales, enfocados a las
necesidades del grupo o sector de población concreto.
Los tres primeros objetivos están referidos al conocimiento, por parte del estudiante, del
contexto en el que van a desarrollar su acción. Los dos últimos están relacionados con
aspectos concretos de la intervención social. En todos los casos, la estancia mínima
exigida a los estudiantes es de 60 días.
Detallaremos a continuación las características de los 4 programas en los cuales han
participado los estudiantes:
El programa de Formación en Habilidades Sociales y Promoción Social de la
Mujer Marroquí, se desarrolla en Marruecos, principalmente en la zona norte del
país, en las ciudades de Tánger y Tetuán y en la Región del Rif, en el municipio de Alhoceima y aldeas circundantes.
El proyecto se inicia a través de una red de organizaciones, llamada “Xarxa Rif” (Red
Rif), formada por entidades de carácter social de Illes Balears (Al-Magrib, Asociación
de Inmigrantes Marroquíes en Baleares, Médicos del Mundo, Fundación Diagrama,
Confederación General del Trabajo, como las más activas) que se proponen establecer
una relación con entidades sociales – laicas y de corte demócrata – que trabajan en la
zona del Rif, estableciendo allí la “Red Baleares”. La primera entidad contraparte con la
que trabajamos es el Forum des Femmes de Al-hoceima, para después incorporarse la
Universidad Abdelmalek Essadi de Tánger y Tetuán y la asociación Action Femenine de
Marruecos, la cual trabaja no sólo en el norte de Marruecos sino también en el resto de
ciudades más importantes del país: Rabat, Fez, Casablanca, Marrakech.
Los estudiantes trabajaron principalmente en el conocimiento de la realidad marroquí y
de manera especial de la situación jurídica y social de la mujer. Una de las actividades
en las que más trabajaron fue en el conocimiento del tejido asociativo de mujeres y en
las actividades del movimiento feminista marroquí, elaborando una guía de entidades.
Se participó en talleres formativos, de entrenamiento en habilidades sociales, y de salud
y sexualidad, y se propuso la realización de dos seminarios sobre la situación de la
persona inmigrante en España, y sobre la incidencia, viabilidad y continuidad de los
proyectos de cooperación al desarrollo planteados por las ONGD. También se encargó a
los alumnos, a partir de la observación activa realizada y la escucha, hacer relatos de la
vida cotidiana de las mujeres y de historias de vida.
El programa de Inserción Social de Jóvenes en Riesgo y Conflicto Social, y
Promoción Social de la Mujer se desarrolla en El Salvador, concretamente en tres
municipios del llamado Gran San Salvador: Apopa, Soyapango y San Salvador, todos
ellos municipios urbanos, con una alta conflictividad social. La contraparte escogida es
Fundación Salvadoreña para la Promoción Social y el Desarrollo Económico
(FUNSALPRODESE) Los representantes fundadores de FUNSALPRODESE provienen
de organizaciones populares del movimiento de mujeres, sindicatos, de jóvenes,
cristianos, comunales y de campesinos. Funsalprodese trabaja desde el paradigma del
Desarrollo Humano Sostenible (DHS), mediante el cual se busca el cambio en las
relaciones sociales, de equidad entre hombres y mujeres en la distribución y control de
los recursos y oportunidades, en los derechos sociales y políticos; en la búsqueda del
mejoramiento de la calidad de vida, de la seguridad, la democracia y la libertad. Los
estudiantes se han centrado en el conocimiento de la situación de los adolescentes y
jóvenes en conflicto social, y han establecido relaciones con diversas organizaciones
gubernamentales (del ámbito municipal, y de justicia juvenil) y no gubernamentales que
trabajan con ellos, Principalmente han, participado en un programa de integración social
de jóvenes “Ruta Joven” realizando talleres diversos: de habilidades sociales, de
búsqueda de empleo y diseño de itinerarios de inserción laboral, de igualdad de género,
de sexualidad, de masculinidad, de ocio y tiempo libre. Aunque en menor medida,
también se ha trabajado en promoción social de la mujer, mediante la implementación
de talleres de autoestima etc...
El programa de Promoción social de la mujer y organización comunitaria, se lleva a
cabo en el Departamento de Suchitepéquez, en Guatemala. Está dirigido a trabajar con
comunidades de personas desplazadas durante el conflicto bélico, principalmente
indígenas, muy pobres. Se trata de nuevos asentamientos, generalmente desvinculados
de sus territorios de origen, y con escasas redes sociales de apoyo. La entidad local que
es contraparte y que se encarga de la acogida y conducción de los estudiantes es la
AdehGua, Asociación para la defensa de los Derechos Humanos en Guatemala. Es una
asociación que nació muy ligada al mundo sindical de trabajadores de la enseñanza y
que trabaja de manera prioritaria aspectos educativos, de organización y desarrollo
comunitario, de educación para la salud, de promoción social de la mujer y de defensa
de los derechos humanos en general. Tiene una larga tradición en la acogida de
cooperantes, principalmente del sector educativo, que trabajan de forma voluntaria en
las comunidades rurales en las que desarrollan su intervención.
Se ha trabajado en diferentes comunidades, y sólo en una ocasión se ha dado
continuidad a algunas de las acciones desarrolladas en una misma comunidad de un año
a otro. Esto se ha debido principalmente a la propia fragilidad de las comunidades,
caracterizada por una escasa cohesión social que hace que los conflictos internos
acaecidos dificulten o imposibiliten la continuidad de la intervención. Se ha intervenido
principalmente a través de talleres dirigidos a las mujeres – muchas de ellas
beneficiarias de micro créditos, lo cual ha sido utilizado como elemento aglutinador –
pero también, a partir del segundo año de intervención, se ha trabajado con grupos de
jóvenes y hombres adultos en talleres de autoestima, de promoción de la salud, de
sexualidad y de organización grupal y comunitaria. También se ha dedicado gran parte
del tiempo de convivencia en las comunidades a trabajar con los niños y niñas en
talleres de ocupación del tiempo libre y actividades lúdicas, en talleres de animación
sociocultural, y en actividades de apoyo a los maestros. En los talleres con grupos de
mujeres se han trabajado aspectos como: comunicación, solidaridad, expresión de
sentimientos, cohesión grupal, resolución de conflictos, autoestima, vida familiar,
alimentación e higiene, salud y sexualidad. En la última estancia (verano del 2008) se
ha incorporado un elemento nuevo: los alumnos han estado ubicados todos ellos en una
misma comunidad, trabajando diversos aspectos de promoción social y comunitaria
pero todo ello integrado en un proyecto integral de desarrollo comunitario
implementado por AdehGua.
El Programa Taller de Transformación integral del Barrio de Jesús María, en La
Habana, Cuba. Este programa de formación en prácticas se ha desarrollado por primera
vez durante el verano de 2011, es decir como una actividad correspondiente al curso
2010-11. En él han participado dos alumnas. Se trata de un programa de desarrollo
comunitario y de transformación social a través de la participación.
Los objetivos de estos talleres son dar apoyo a la transformación integral de la
comunidad y mejorar la calidad de vida de sus habitantes a través de la educación,
partiendo de una metodología participativa con la implicación de actores locales que
favorecen la coordinación de las acciones necesarias para conseguir dichos objetivos.
Las funciones que realizan son, entre otras, elaborar diagnósticos sociales, físicos del
territorio, elaborar un plan estratégico de actuación, realización de estudios sobre los
problemas sociales existentes en las diferentes demarcaciones, organizar actividades
con la población, establecer vínculos de trabajos estables con la población, las
organizaciones e instituciones del barrio, así como la comisión de prevención, cursos
formativos sobre técnicas participativas, etc.
El Taller de Transformación integral del Barrio de Jesús María está formado por un
grupo de profesionales interdisciplinar (trabajadora social, investigadora social,
especialista principal...) que depende de la secretaria de la Asamblea Municipal del
Consejo Popular.
Las alumnas han participado en diversas actuaciones de promoción social, a través de
talleres dirigidos a adolescentes, mujeres, padres y madres de adolescentes, personas
mayores, infancia y al conjunto de la población del barrio.
El barrio de Jesús María está situado al sur de la Habana. En él conviven un gran
número de familias con carencias de métodos educativos adecuados, con una
composición social heterogénea y un bajo nivel cultural y económico. Los factores de
riesgo que se han identificado son la desatención a los menores.
La evaluación de las actuaciones realizadas.
Tras varios años de implementación del programa de prácticas en cooperación al
desarrollo, se realizó una primera evaluación de la experiencia, atendiendo a variables
relacionadas con los distintos actores: estudiantes, profesorado, otras instancias
universitarias y contraparte, y a los criterios de evaluación de la cooperación al
desarrollo propuesto por el Plan director de Cooperación Illes Balears: pertinencia,
eficacia, eficiencia, viabilidad e impacto. En estos momentos nos planteamos la
necesidad de dar un paso más, evaluando de manera exhaustiva las intervenciones
realizadas, a fin de incidir en la valoración del impacto de las actuaciones, así como su
eficacia y su viabilidad.
Para ello hemos considerado cinco variables referidas a: el perfil del estudiante, al
apoyo académico recibido por éstos, a la contraparte, a las entidades locales de apoyo, y
a las actuaciones realizadas sobre el terreno, con el objetivo de ir definiendo indicadores
que nos permitan afinar en la evaluación de todo el proceso.
Presentamos cuatro tablas, dónde se puede observar los indicadores de perfil del
estudiante, los recursos académicos que dispone el programa, las características de la
contraparte y a las acciones desarrolladas (ver al final del documento).
Propuestas de futuro.
Previo a la implementación de los indicadores propuestos deberemos, junto con los
otros agentes implicados – estudiantes y contraparte – validarlos, para pasar
posteriormente a la realización de una prueba piloto que permita el inicio de su
implementación con ciertas garantías de éxito. Lo cual debe dar lugar a la aplicación
sistemática de estos indicadores en las sucesivas convocatorias de acciones formativas y
prácticas sobre el terreno de estudiantes de trabajo social.
Interesa, y en este sentido no debemos perder de vista el objetivo principal de estas
experiencias, maximizar los resultados satisfactorios y útiles para la población
beneficiaria así como contribuir a la mejora de la formación del alumnado. Todo ello
implica la necesidad de proponer cambios que deben ser asumidos por los distintos
actores, avanzando así hacia una definición conjunta de la práctica del Trabajo Social
capaz de generar avances sociales en ambos contextos.
Tabla 1: Referidos al Estudiante (Indicadores de Perfil)
Variable
Edad
Sexo
Expediente académico
Prácticas de Grado
Formación en cooperación
al desarrollo:
Formación en
comunitario:
desarrollo
Formación en sectores en
situación de exclusión:
Experiencias
participación
voluntariado:
en
i/o
Experiencias
en
cooperación al desarrollo:
Motivación
experiencia:
para
la
Indicadores
Menor de 24 años
Mayor de 24 años
no se ha considerado relevante
Nº de créditos alcanzados
Cursos transcurridos hasta la realización de las
prácticas sobre el terreno
Nota de expediente igual o superior a notable (7)
Practicas realizadas en uno de los sectores afines a las
prácticas de cooperación
Resultados académicos
Conocimientos y habilidades adquiridas
Actitudes demostradas
Nº de experiencias formativas
Horas de formación
Grado de adquisición de la formación adquirida
(Conocimientos y habilidades)
Nº de experiencias formativas
Horas de formación
Grado de adquisición de la formación adquirida
(Conocimientos y habilidades)
Nº de experiencias formativas.
Horas de formación.
Grado de adquisición de la formación adquirida
(Conocimientos y habilidades)
Ha participado/participa en acciones cívicas.
Ha participado/participa en acciones políticas.
Ha participado/participa en acciones de carácter
social.
Nivel de implicación. (muy alto, alto, medio, bajo,
muy bajo, en función del rol desarrollado)
Duración de la participación. (permanente,
ocasional/más de 5 años, entre 2-5 años, entre 6
meses y 2 años, menos de 6 meses)
Ha colaborado/colabora con ONGD’s
Duración de la colaboración
Grado de implicación
Predomina la motivación vivencial. (ponerse a prueba
a uno mismo, conocer nuevos mundos, etc.)
Predomina la motivación técnica-profesional.
(adquirir e implementar conocimientos técnicos y
profesionales tanto referidos a la cooperación al
desarrollo como al trabajo social)
Predomina la motivación ideológica. (toma de
conciencia de que las situaciones de pobreza y
conflicto social observados en el contexto en el que
se inserta su práctica y desde los que trabaja la
entidad contraparte tienen un origen político y
Autonomía personal:
-
-
-
Autonomía técnica:
-
económico basado en el desigual reparto de la riqueza
y en la vulneración de los derechos humanos, junto
con un sentimiento de compromiso con la población y
el entorno social en el que se trabaja, que les
conduzca a la búsqueda del cambio social)
Capacidad para la toma de decisiones ( asertividad,
identifica opciones, viabilidad)
Capacidad para la resolución de problemas (diálogo,
técnicas mediadoras)
Capacidad de trabajo en equipo (participa de forma
activa, se compromete con los objetivos comunes,
realiza las tareas que les son asignadas, escucha otras
aportaciones)
Capacidad de crítica y auto-crítica ( encaja críticas
sobre su trabajo, canaliza las críticas y las convierte
en mejoras para su trabajo, reconoce sus errores)
Organización del tiempo (planifica el tiempo)
Capacidad para la búsqueda documental y
bibliográfica
Capacidad para la formulación de acciones y
propuestas
Tabla 2: Referido a los recursos académicos con los que cuenta el programa.
Variable
Planificación
Formación
Apoyo
Evaluación
Indicadores
Contactos mantenidos con la contraparte
Resultados de los contactos con la contraparte
Sesiones de trabajo con los estudiantes
Resultados de las sesiones con los estudiantes
Horas de formación previa organizadas
Resultados de la formación previa
Nº de contactos mantenidos estudiante- UIB durante
la estancia
Demandas de apoyo planteadas por los estudiantes
Productos generados tras el apoyo
Se ha realizado apoyo sobre el terreno
Elaboración de batería de indicadores de evaluación
del impacto consensuados la contraparte
Elaboración de batería de indicadores de aprendizaje
Tabla 3: Referido a las características de la contraparte
Variable
Estructura y recursos
Disponibilidad/Implicación
Conexión con el entorno
Conexión con entidad local
Indicadores
Recursos técnicos disponibles
Recursos técnicos de apoyo a los estudiantes
Proyectos financiados en curso
Importancia del programa de formación de
estudiantes en el conjunto de actividades de la
entidad
Implantación en el territorio: número de municipios
o comunidades
Participación en redes
Contacto y/o relación con la universidad local
Existe una entidad local de apoyo
Se mantiene conexión con esta entidad local.
La universidad mantiene conexión con esta entidad
local
Tabla 4: Referido a las acciones desarrolladas
Variable
Pertinencia
Eficacia
Eficiencia
Impacto
Viabilidad
Indicadores
Las actuaciones de los estudiantes están integradas en
un proyecto más amplio
El proyecto está adecuado a las necesidades contexto
social y a los recursos de la entidad
Las competencias de los estudiantes permiten dar
respuesta a las acciones propuestas
La duración de la estancia permite dar respuesta a las
acciones propuestas
El perfil de beneficiaros es accesible para los
estudiantes
Del proyecto
De las acciones asignadas a los estudiantes
Respecto a los objetivos académico/formativos
planteados.
Relación entre el coste del programa y los objetivos
alcanzados: en el corto y en el medio plazo
Percepción del grado de satisfacción mostrado por:
los usuarios, la contraparte, el alumnado, el
profesorado
Cambios constatados en la comunidad o entorno en el
que se interviene
Cambios incorporados en la contraparte, en el ámbito
académico y en el propio estudiante
Procesos de cambio generados
Permanencia en el tiempo de esos procesos de cambio
Nuevos contactos establecidos con agentes sociales
relacionadas con el ámbito de intervención
Se consolidan objetivos y acciones a lo largo de las
distintas convocatorias.
-
Objetivos y acciones asumidas por la propia
comunidad
La comunidad se identifica con los procesos de
cambio generados
Se genera autonomía en los grupos con los que se
trabaja
BIBLIOGRAFÍA
Collier, P. (2008) El club de la miseria. Que falla en los países más pobres del
mundo. Turner.
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA (INE). Encuesta de condiciones
de vida 2011.
Mesa, M. (2010) (coord.). Balance de una década de paz y conflictos: tensiones
y retos en el sistema internacional. Madrid: Icaria.
Pastor Seller, E. (2006). Trabajo Social Comunitario. DM Librero
Notas
(1) Sirva como ejemplo la cifra expuesta por F. Mayor Zaragoza, de 80.000
personas que mueren diariamente de hambre en el mundo
(2) Según los últimos datos del INE (Encuesta de condiciones de vida del 2011), el
21’8 % de los ciudadanos españoles (el 20’6 % en el caso de Baleares), vive por
debajo del umbral de riesgo de pobreza.
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