La gran hipocresía

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EL MUNDO. MIÉRCOLES 21 DE MAYO DE 2014
OTRAS VOCES
PALLARÈS
OPINIÓN
EL APUNTE
Violencia
en las redes
ÁLEX SÀLMON
TWITTERÍAS
>Els dies són un xic
més feliços després de
veure l’exhibició obscena d’ofici i talent de
l’Emma
Vilarasau.
Gràcies Winnie! @teatrelliure
@xarovin
Xavier Rodon
> Home, la pel·li del Ki-
lian Jornet, si no has
vist «El senyor dels
anells», impressiona
una mica.
@AmadeuBrugues
Bartolomé Brugués
>No recuerdo dónde
aparqué, pero sí recuerdo cómo tonteaste
con esa camarera hace
2 años y así es como
voy a darle la vuelta a
esta bronca.
@Hypunto
H.
El conflicto con el Gobierno
como estrategia recurrente
LA ACCIÓN DE gobierno de
cualquier ejecutivo debe centrarse en un plan a desarrollar
y en la aprobación de unos presupuestos para poder ejecutarlo. Estos son los ejes básicos
que acreditan la solidez de una
administración, sea del tampaño que sea. Y así como en el
asunto de presupuestos el Govern de Artur Mas ya ha dado
buena prueba de sus dificultades para tirar adelante año tras
año, no hay mejor balance de
su gestión política, que está
centrada en prometer una consulta independentista con una
hoja de ruta indefinida y más
cercana al delirio, cuando dibuja algunos trazos.
En segundo plano, y para reforzar la necesidad de una consulta que intentan inocular los
nacionalistas entre la ciudadanía, el Govern insiste en la vic-
timización de Cataluña y arremete a continuación contra el
Gobierno de Rajoy. Entonces
despliega sus instrumentos jurídicos, sus dictámenes, sus
consultas a consejos consultivos y su abanico de amenazas
que suele culminar en un conflicto de competencias ante el
Tribunal Constitucional.
Ayer el portavoz del Govern
protagonizó un nuevo capítulo
de esta serenata al cargar las
tintas contra la Ley de Acción
Exterior que prepara el Gobierno para poner orden en el caos
de las iniciativas diplomáticas
de las distintas administraciones españolas que tan costosas
resultan para los bolsillos de todos los españoles. Rentabilizar
los espacios comunes, coordinar la acción exterior ha de ser
la prioridad, y no el descontrol
de embajadas actual.
IRÉNE THEORIN
FERRAN ADRIÀ
Extraordinaria
‘Valquiria’ en el
estreno del Liceu
Premio Nacional
de Creatividad
por su trabajo
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Theorin, una de las
grandes sopranos wagnerianas de los últimos
años, bordó una intensa
interpretación del papel
de Brünnhilde en el estreno de La valquiria, el
nuevo título en cartel del
Gran Teatre del Liceu.
Además de los obligatorios agudos poderosos
que le exige el papel,
Theorin aportó carácter
dramático a un personaje especialmente difícil,
que debe pasar de la
arrogancia a la derrota.
7
El cocinero ha recibido, juntamente con el
comunicador Jordi Évole, el Premio Nacional
de Creatividad que otorga anualmente la Associació Empresarial de
Publicitat y la Universitat Autònoma de Barcelona en reconocimiento
a las personas, empresas y entidades que han
realizado una importante contribución al mundo de la publicidad y de
la comunicación. Un reconocimiento merecido.
La gran hipocresía
LOS ÚLTIMOS meses he dedicado horas en
cursos y conferencias sobre el Islam y los fanatismos múltiples que alimentan esa cultura
o religión. La polifonía de sus desastres continuados desde que USA y Occidente dejaran
caer al Sha de Persia –otro insensato en mu-
BULEVAR
MANUEL
MILIÁN MESTRE
chas cosas– no ha cesado. Un brutal desconcierto, abuso de poderes, macrocaciquismo internacional, conculcación de derechos, terrorismos y asesinatos, que no han cesado
después de 1981. El Ayatollah Jomeini dio el
aviso; el resto ha sido la descomposición de
los escenarios más conflictivos del mundo.
Oriente Medio, gracias a sus reservas energéticas (62% de las del mundo) y a la errática impericia del presidente Obama no ha logrado
estabilizar sus naciones desde que en 1990
empezaron los ensayos correctores de la poco inteligente política norteamericana. Servidora de Arabia Saudí y de los Emiratos del
Golfo, a los que fue a socorrer desde la primera Guerra del Golfo en los años de Bush padre. Era la teoría de la «Pax Americana» como
germen del nuevo orden internacional. Europa tenía la OTAN, el mundo de la ONU no tuvo un brazo armado capaz de vigilar y tutelar
el orden internacional, hoy despedazado en el
sur del Mediterráneo, en Medio Oriente, África, Pakistán y en las amenazas de Putin.
¿Quién responde y quién denuncia? ¿Quién
se atreve a levantar la voz ante semejantes injusticias? Es el atronador silencio de los hipócritas... o de los cobardes. Lo primero siempre
encubre lo segundo. Los grandes intereses
energéticos han puesto en manos de los árabes el chantaje a la economía internacional.
Hasta los reyes europeos les rinden pleitesía.
Lo importante son sus petrodólares, sus imposiciones vergonzosas sin correspondencia. No
hay derechos contra derechos, sino deberes
sometidos a sus voluntades. En ninguna de
sus fronteras deja de haber un conflicto violento. En 1981 Claire Sterling, corresponsal
en Roma del Washington Post, publicó un libro esclarecedor, La trama del terror. Analizaba el elenco de barbaridades que el utillaje
nihilista permitía a los fanatismos de Europa
y del mundo islámico. Ni caso. Europa sigue
resolviendo su problema terrorista, pero abandonó al resto, y de tal desidia nacieron ad infinitum los gravísimos problemas del respeto a
los Derechos Humanos, que se incumplen en
todas las fronteras del Islam, países con los se
comercia sin tapujos. ¡Ingente hipocresía!
Hemos regresado en Occidente al Tributo
NO PODEMOS NEGAR que
existe un debate en relación a las
redes sociales. En concreto con el
mundo de Twitter. Esta plataforma sirve sobre todo para compartir información. De eso va. Sin
embargo, en muy poco tiempo se
ha convertido en territorio ocupado básicamente por la opinión. El
principal problema no es que los
140 caracteres que componen un
texto sean utilizados para analizar una situación, un hecho, una
idea o a una persona, lo temible
es cuando el responsable de una
cuenta se permite el lujo de vomitar. Sólo eso: vomitar injurias.
El debate que tenemos sobre la
mesa es necesario. Se trata de
trazar fronteras. Y eso es difícil.
De encontrar dónde están los límites. Durante los últimos días
han ocurrido varios hechos que
provocaron una reacción en las
redes sociales execrable. El asesinato en León de Isabel Carrasco o la victoria del Maccabi de
Tel Aviv suscitaron tuits que son,
en sí mismos, un atentado a la
propia libertad de expresión. La
decisión de diversas asociaciones
judías en Cataluña y asociaciones
de amistad con Israel de presentar una denuncia colectiva contra
17.500 usuarios de Twitter, aunque sólo han identificado a cinco,
es un cambio en la acción frente
a estos violentos. Porque se trata
de violencia. No lo duden. Y de la
peor calaña. Estas agresiones intelectuales no deben afectar a seguir utilizando Twitter con inteligencia. Ni a obsesionar a nadie.
Tampoco en caer en la trampa de
la respuesta. Mejor el silencio y
que la justicia actúe.
@alexsalmonbcn
[email protected]
de las cien doncellas; se han invadido los derechos de nuestra cultura occidental cristiana.
Se persigue hasta la muerte a los cristianos en
tierras islámicas. Se condena a muerte a las
mujeres embarazadas por casarse con cristianos. Se cometen genocidios con las poblaciones cristianas de Sudán, Nigeria o Pakistán.
Se nos imponen mezquitas y derecho de culto en las naciones de Europa, mientras se castiga a quien ose mostrar un signo cristiano o
echar mano de una Biblia en países del Islam.
¡Y no se hable de una hipotética conversión!
Entretanto, silencio, cobardía e indignidad en
razón de los intereses económicos. Hay que
reflexionar sobre el capitalismo global y sus
efectos corrosivos en nuestra moral en todos
los niveles de la cultura de Occidente. Lo denuncia un clarividente George Steiner en su
ensayo Lenguaje y silencio: «Hombres que
lloraban con Werther o con Chopin, se movían, sin darse cuenta, en un infierno material». Digámoslo claro: la cultura que no se
defiende a sí misma, acaba pereciendo. La
Historia rebosa de tales ejemplos.
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