2012 LACHURECA 220alto.indd

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La transformación
del vertedero de La Chureca
Proyecto de Desarrollo Integral del Barrio de Acahualinca · Managua, Nicaragua
Índice
1. Presentación ………………………………………………
3
2. El vertedero de la Chureca ………………………………
7
2.1. Reseña histórica ………………………………………………………
7
2.2. Situación medioambiental ……………………………………………
7
2.3. Los pobladores de La Chureca ………………………………………
8
3. La gestión de residuos en el ámbito de la Cooperación
Española ………………………………………………………
5. Contenido técnico de la actuación ………………………
33
5.1. Regularización y saneamiento del vertedero ……………………… 34
5.2. Construcción de la planta de clasificación de RSU ………………… 38
5.3. El componente social y urbano ……………………………………… 46
5.4. Pautas para la gestión del vertedero ………………………………… 48
6. Valoración y repercusión …………………………………
51
13
6.1.Testimonios …………………………………………………………… 51
3.1. El medio ambiente y los Objetivos de Desarrollo del Milenio ……… 13
6.2. Valoración final ……………………………………………………… 56
3.2. La problemática de los residuos
en el contexto del desarrollo humano …………………………………… 13
3.3. El medio ambiente y la gestión
de residuos en la Cooperación Española ………………………………… 14
4. Proyecto de Desarrollo Integral del Barrio de Acahualinca 19
4.1. Descripción de la intervención ……………………………………… 19
4.2. Posibilidades a medio-largo plazo …………………………………… 24
4.3. Actores involucrados ………………………………………………… 26
4.4. Desarrollo de la intervención ………………………………………… 28
1
1. Presentación
Los residuos sólidos generados en las ciudades, sobre todo en las economías más débiles, constituyen
un serio problema en la actualidad y una grave amenaza para el futuro, habida cuenta de la tendencia
al crecimiento desproporcionado de las urbes que se
viene constatando. En particular, en América Latina
se prevé un gran incremento de la tasa de urbanización, ya elevada en la actualidad, fruto del aumento
demográfico y de la gran tendencia de la población
a buscar un futuro mejor en las ciudades.
A las importantes afecciones ambientales generadas
por el acopio masivo y sin tratamiento de los residuos
urbanos y la contaminación atmosférica y de las aguas,
se añaden no menos importantes problemas sociales y
de salubridad cuando, habitualmente, los sectores más
pobres de la población encuentran un modo de supervivencia en la búsqueda de elementos valorizables y
alimenticios en los desechos de la ciudad. Ambas afecciones, la ambiental y la social, suelen progresar en
una fatal espiral de deterioro de velocidad creciente
cuando la población aumenta a un ritmo superior al
desarrollo económico y a la capacidad de gestión de
las instituciones públicas concernidas.
Por consiguiente, se hace necesario y urgente el desarrollo de soluciones para el tratamiento sostenible
de los residuos sólidos generados en las ciudades,
que han de pasar tanto por las fórmulas de reducción, reutilización y reciclaje acuñadas en el mundo
entero, como por la gestión de los rellenos sanitarios
que han de adecuarse a las posibilidades y necesidades de las ciudades que los producen.
Paradójicamente, la tecnología actual camina con decisión hacia el objetivo de residuo cero, con la valorización energética de los rechazos como recurso final,
proyectándose además una importante recuperación
de la casi totalidad de los costes generados. Pero las
inversiones necesarias son inalcanzables en la mayor parte de los casos y los modelos de gestión requieren una importante puesta a punto que demanda
gran fortaleza y visión por parte de las instituciones
sociales concernidas.
El método más común de disposición de residuos sólidos en Latinoamérica es el basurero a cielo abierto.
Esta opción presenta una serie de riesgos ambientales
y para la salud humana, en la medida en que no se
gestione de forma controlada o sanitaria, como incendios deliberados o espontáneos, olores desagradables,
contaminación atmosférica, proliferación de animales
u organismos potencialmente transmisores de enfermedades, formación de grandes cantidades de lixiviados tóxicos que contaminan mantos acuíferos y aguas
superficiales, producción y acumulación de metano
capaz de originar explosiones o incendios y que contribuye al calentamiento global de la atmósfera, inestabilidad del terreno por la descomposición de materia orgánica, y limitado uso futuro de los basureros.
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Como en otras muchas urbes latinoamericanas con
tasas de población y de generación de residuos mucho más reducidas, a lo largo de su historia, en la
ciudad de Managua los desechos sólidos se han depositado en vertederos localizados a las afueras de
la ciudad, donde su control con cobertura de tierra y
quema era relativamente sencillo. El gran crecimiento poblacional experimentado en los últimos años,
junto a la mayor generación de residuos per capita,
convierten el precario equilibrio descrito en un problema de grandes dimensiones.
Zopilotes sobrevolando los 25 metros del talud del basurero, a
orillas del lago Xolotlán.
Ganado, perros, zopilotes y otros animales transmisores potenciales
de enfermedades conviven con los churequeros en el día a día del
vertedero.
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El vertedero de Managua, conocido como La Chureca, se localiza al norte de la ciudad, donde se dispuso de manera definitiva sobre los escombros depositados después de que el terremoto de 1972 destruyera
la estructura del centro de la urbe. Tras cuarenta años
de uso acumulaban cuatro millones de metros cúbicos de basura depositada de manera descontrolada.
Dos mil personas sobrevivían trabajando como recolectores y vendedores de hierro, cobre, vidrio, plástico y cartón, cuando no alimentos, que encontraban
entre las 1.400 toneladas de desperdicios que allí se
acumulaban cada día. Junto al vertedero se localiza el asentamiento de La Chureca donde novecientas
personas convivían en condiciones de extrema pobreza, siendo la recolección y el reciclaje de basura
su único medio de vida.
Las intervenciones de la Cooperación Española en el
sector de la gestión de residuos, con actuaciones destacables entre 2008 y 2010 en America Latina, vinieron abordando esta problemática de manera integral
incluyendo la planificación, ejecución de infraestructuras y puesta en marcha de servicios, y asociando
las actuaciones en materia de residuos a las de agua
y saneamiento, fomentando su gestión integrada.
En este contexto, el Proyecto de Desarrollo Integral
del Barrio de Acahualinca, iniciado en 2007 y ejecutado entre 2009 y 2012, ha tenido por objeto la mejora de las condiciones ambientales, sociales, económicas y habitacionales del barrio de Acahualinca,
incluyendo el sellado del vertedero de La Chureca y
la recuperación ambiental del terreno sobre el que se
asienta, la ejecución de una planta de reciclado de residuos sólidos urbanos y de una planta que permita
producir compost. En el aspecto habitacional, el proyecto ha contemplado la urbanización de una zona
colindante al vertedero destinada a alojar a la población del asentamiento de La Chureca ha incluido la
construcción de viviendas, un centro de salud y un
centro educativo, entre otros equipamientos sociales.
Como medio propio e instrumental de la administración española y a través de las correspondientes Encomiendas de Gestión firmadas a tal efecto
por la AECID, el Grupo TRAGSA ha realizado los
trabajos de acondicionamiento y sellado del vertedero, de construcción de las plantas de clasificación y compostaje, y de urbanización de los espacios destinados al desarrollo habitacional.
Las citadas plantas, construidas con moderno equipamiento mecánico, tienen la finalidad de clasificar
y acondicionar el residuo sólido entrante, separan-
do la materia orgánica destinada a la fabricación de
compost y los elementos valorizables -metal, cartón,
vidrio y plástico-, para conseguir un rechazo final
muy reducido en volumen, tras su prensado en paquetes, y ciertamente inerte, para su acopio en el relleno sanitario controlado dispuesto sobre el actual
vertedero sellado, o para su eventual comercialización como combustible industrial.
La mayoría de los trabajadores que han participado
en la ejecución de las obras provienen de La Chureca
y han encontrado un doble beneficio en la remuneración de su trabajo y en la formación recibida que
les habilita profesionalmente para su desempeño, a
la par que han empezado a visualizar el proyecto, el
tratamiento de los residuos y su valorización ordenada, como medio de trabajo digno.
Este proyecto ha representado un importante esfuerzo económico por parte de la Cooperación Española,
así como la utilización de multitud de instrumentos
existentes. El más utilizado ha sido el de la Subvención en Especie a la Alcaldía de Managua (ALMA),
cuya ejecución física de los trabajos e instalaciones ha
sido realizada por TRAGSA. La Alcaldía de Managua,
muy presente y activa en el proyecto, afronta desde
ahora el importante reto de mantener y hacer crecer
el modelo y las herramientas de gestión de los residuos puestas a su alcance, de manera que los beneficiarios finales, pobladores de La Chureca, desarrollen los objetivos y perspectivas con que el proyecto
fue diseñado, procurando una gestión del problema
con parámetros de sostenibilidad futura.
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2. El vertedero de la Chureca
2.1. Reseña histórica
La Chureca es el basurero municipal de Managua y
el vertedero a cielo abierto más grande de América
Latina. Se encuentra ubicado en las cercanías del
barrio de Acahualinca, en el extremo noroeste de
Managua y a orillas del Lago Xolotlán. Tiene una
vida aproximada de 40 años y cuenta con unas 42
hectáreas de extensión que han llegado a acumular
4 millones de metros cúbicos de residuos. La Chureca era uno de los puntos más marginales de la ciudad de Managua.
En los años sesenta, los terrenos de La Chureca eran arrendados para la explotación agrícola y ganadera. Fue en el año 1971, un año antes
del gran terremoto que asoló Managua, cuando
se inició el depósito de la basura de la capital en
este lugar. A partir del año 1979, se comenzó a
permitir el acceso de personas al vertedero con el
objetivo de buscar materiales útiles para su posterior uso o venta.
En 1980 fueron llegando familias poco a poco, mayoritariamente personas desplazadas de las zonas rurales y fronterizas afectadas por la guerra en la que
se encontraba inmerso el país, las cuales comenzaron
a conformar el asentamiento informal de La Chureca, con la esperanza de encontrar ingresos diarios a
través de la basura.
En 1985 ya se contabilizaban 28 familias en La Chureca, todas ellas dedicadas a la búsqueda de materiales valorizables. En 1995 el asentamiento se amplió
nuevamente pero fue con el paso del huracán Mitch,
en 1998, cuando se produjo un desplazamiento más
cuantioso. Desde entonces la expansión continuó de
forma paulatina, debido al crecimiento natural de las
familias que habitaban en el barrio y a la llegada de
personas externas al mismo. En medio de este proceso
histórico, a partir de los años noventa, organizaciones
no gubernamentales locales e internacionales fueron
llegando al lugar para la realización de intervenciones.
2.2. Situación medioambiental
antes de la intervención
En La Chureca se depositan aproximadamente 1.400
toneladas de basura cada día. El vertedero llegó a alcanzar una altura de 25 metros en la basura acumulada y a congregar más de cuatro millones de metros
cúbicos de desechos depositados de una manera descontrolada. Nunca se dio ningún tratamiento a los residuos, excepto el esparcimiento y quema de la basura,
muchas veces sobre el propio lago, y ocasionalmente su compactación.
Nunca existió una diferenciación de manejo de los
residuos domiciliarios, especiales y tóxicos (hospitales, industria), siendo el almacenamiento inadecuado y su disposición final ineficiente.
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Entre los efectos indeseables que ocasionaba un vertedero
a cielo abierto de este tipo, cabe destacar los siguientes:
Combustiones espontáneas en el vertedero, generadoras de
gases tóxicos.
■ Generación de gases de efecto invernadero.
■ Generación de malos olores, polvo y humo.
■ Producción de lixiviados y filtración de sustancias contaminantes hacia el subsuelo y el lago.
■ Proliferación de enfermedades a causa de las condiciones insalubres.
■ Mantenimiento y consolidación de la marginalidad social.
■ Degradación urbanística de los terrenos.
■ Esparcimiento de papeles, bolsas plásticas y neumáticos.
■ Ganado bovino, perros y zopilotes alimentándose de los residuos.
Se debe tener en cuenta la estrecha relación que siempre tuvo el vertedero con el lago Xolotlán y la laguna de Acahualinca, lo cual desembocó en una fuerte
contaminación de las masas de aguas, tanto subterráneas como superficiales.
El Lago Xolotlán había estado contaminado desde la década de los setenta. Allí se vertían el 64% de las aguas
del alcantarillado de la ciudad. A esta contaminación
orgánica, que incluía deshechos fecales, se sumaban
contaminantes orgánicos persistentes como herbicidas y pesticidas, y residuos tóxicos como el mercurio.
Vertido de residuos hospitalarios.
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En el vertedero, los desechos se ubicaban a la altura del nivel freático y cerca del nivel de la máxima
crecida del lago. Además el vertedero está situado en
un lugar propenso a inundaciones y durante la época
de lluvias no existía ningún control de las corrientes superficiales que, o se estancaban o se infiltraban,
contaminando así no solo el área del vertedero sino
también las parcelas colindantes. No hubo tampoco control sobre los lixiviados que salían de la masa
de basura y eran drenados de manera natural hacia
el lago de Managua, único receptor de los mismos.
Respecto a la contaminación del aire, se debe citar la
falta de control sobre la emanación de gases en la superficie del vertedero que contaminaba la atmósfera. Al
ponerse en contacto con la basura, la presencia de estos
gases provocaba quemas espontáneas de alto riesgo tóxico y, por tanto, la contaminación de la población del
asentamiento de La Chureca y de las áreas vecinales.
Otro punto a destacar es la elevada presencia de todo
tipo de animales. Ganado, caballos, perros, gatos, zopilotes, ratas e insectos, provocaban una situación de
insalubridad mayor que en cualquier otra parte de la
ciudad, con las afecciones que ello conllevaba para
la salud humana. Con todo esto, existía un constante
riesgo para los “churequeros” de epidemias infecciosas y de exposición a sustancias cancerígenas, mutagénicas y tóxicas en general.
nes recolectores con riesgo constante para sus vidas
y conviviendo con el humo, el hedor y las alimañas,
atrajeron la atención del mundo. Las imágenes dantescas de la cotidianidad de esta población, fueron
capturadas por las cámaras de fotógrafos y cineastas
que, a través de múltiples documentos gráficos, han
dejado un testimonio de este “infierno en la tierra”.
La población de recolectores de La Chureca ha sufrido durante años los citados riesgos y penurias, sumándose a su situación objetiva el lastre de los prejuicios del resto de la población. “Churequero” es un
vocablo popular que para los habitantes de Managua
equivale a “sucio” y “pobre”, de forma despectiva.
Según un estudio censal realizado por la Fundación ETEA
para el desarrollo y la cooperación, antes de iniciar la intervención (2009), en La Chureca vivían 874 personas,
(447 hombres y 427 mujeres) que conformaban 225 familias y habitaban en 193 viviendas. El 82,9% de la población tenía menos de 36 años de edad. La mayoría eran
niños (el 25% de la población tiene entre 4 y 11 años de
edad). Las cabezas de familia eran mayoritariamente mujeres (64%). El 34% de los pobladores había nacido en La
Chureca, el 26% en la zona rural de los diferentes municipios de Nicaragua y el 38% habían emigrado provenientes de zonas urbanas, principalmente de Managua.
2.3. Los pobladores de La Chureca
Las extremas condiciones de trabajo y de vida de los
recolectores de basura de La Chureca han sido un símbolo de la suma pobreza de algunas áreas del istmo
centroamericano. Las escenas de niños y adultos comiendo de los restos de basura, sorteando los camio-
El 15,33% de la población no estaba inscrita en el registro civil, por lo que no contaban con derechos como ciudadanos nicaragüenses. El 21,9% de la población mayor
de 6 años de edad no sabía leer ni escribir. De los 394
niños y jóvenes en edad escolar, 107 no asistían a clase.
Las enfermedades eran frecuentes, el 81% de la población había padecido alguna dolencia en el último
año. Las enfermedades respiratorias eran permanentes
(neumonía, asma, bronquitis, etc.), debido al humo y
el polvo que respiraban, así como otras enfermedades
graves como la tuberculosis. En orden de importancia
seguían las enfermedades estomacales y las enfermedades de la piel. Se detectó una alta presencia de enfermedades crónicas como artritis, diabetes o hipertensión, y enfermedades epidémicas como la malaria
y la conjuntivitis. Por supuesto, la incidencia de todo
tipo de infecciones y de enfermedades de transmisión
sexual, como el VIH, también era muy alta.
Vivienda en el asentamiento de La Chureca.
Los servicios de salud eran deficitarios en cobertura y
calidad. La masificación que se producía diariamente
en las consultas del centro sanitario más cercano no
permitía prestar los servicios con eficiencia. Además,
no se contaba con todos los útiles médicos necesarios para responder oportunamente a las necesidades.
El 74,2% de las mujeres mayores de 15 años (182 de
un total de 245) habían tenido hijos. Un 23% tuvo su
primer hijo o hija entre los 10 y los 15 años.
Se cuantificó un alto porcentaje de lesiones y/o accidentes, distribuidos principalmente en heridas
(3,9%), caídas (20,7%), fracturas (20,7%) y quemaduras (11%). La población más vulnerable a los accidentes o lesiones era la comprendida entre 12 y
25 años. Estos accidentes y/o lesiones ocurrían la
mayoría de las veces en el propio vertedero (73,7%
de las ocasiones).
Vivienda sobre el vertedero.
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El 46,7% de los hogares estaba por debajo de la línea
de pobreza extrema, es decir, no lograban cubrir sus
necesidades nutricionales mínimas por día. El 72%
de las familias se encontraban por debajo del umbral
de pobreza (menos de 2 dólares per capita/día). Un
total del 86% de las familias percibía ingresos a través de la actividad del reciclaje, desarrollada en mayor medida por los varones. A menudo las personas
consumían alimentos que encontraban en el vertedero, con los riegos para la salud que ello implicaba.
Viviendas del asentamiento.
Seleccionando materiales valorizables para su venta.
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Las cabezas de familia solían ser mujeres solas y la
desintegración familiar era un fenómeno más recurrente de lo deseable, aspecto que tenía una incidencia notable en los casos de violencia de género
y hacia los menores. Así, desde un análisis de género, eran significativas las diferencias entre mujeres
y hombres en términos de responsabilidades e intereses, de sus expectativas y del rol social de género
que les era asignado y que, en este contexto, exponía a las mujeres y también a la infancia a unos niveles de vulnerabilidad extremos. En este ambiente
de marginalidad y exclusión, las mujeres presentaban situaciones de vida más dramáticas, si cabe, que
las de sus compañeros varones.
Desde un análisis psicosocial, se pudo constatar que
dentro de La Chureca y en su entorno más inmediato prevalecían personalidades acomplejadas, no dignificadas y estigmatizadas, fruto de la presión que la
discriminación social ejerce hacia esta población. Esto
adquiría matices muy importantes en el proceso de búsqueda de alternativas para mejorar la calidad de vida
de esta población, pues la estigmatización actúa como
un inhibidor en la búsqueda de otras oportunidades
para mejorar el entorno de vida. Este aspecto psicosocial era trascendental pues se veía permanentemente
reforzado de tal forma que todo lo que “existía” fuera
de La Chureca era inaccesible o inviable, restringiendo
así los referentes vitales a un modo de vida, usos y expectativas en el entorno de este basurero, como refleja el hecho de que niños y niñas manifestaran el único deseo de ser “los mejores churequeros” como una
meta de aprobación social entre sus iguales.
Una de las manifestaciones más dramáticas de este sistema de extrema marginalidad, era el trabajo infantil.
Resultaba un dato alarmante que el 20% de las niñas
y los niños censados que trabajaban en el basurero lo
hacían más de 40 horas semanales. Si contabilizamos
las horas de sueño semanales, que son aproximadamente 63, las 25 horas de escuela, las 15 horas para
alimentarse, unas 11 horas en vestirse y prepararse,
y otras 14 horas en desplazamientos, podemos deducir que estos veintidós niñas y niños que trabajaban
más de 40 horas en el vertedero sólo dispondrían de
3 horas semanales para descansar, jugar, estudiar, etc.
Respecto a las condiciones de la vivienda, el 14,9% de
las viviendas de Nicaragua son inadecuadas. Las viviendas se clasifican en adecuadas e inadecuadas mediante
el método de observación de los materiales de los tres
componentes principales (piso, techo y paredes), identificando una vivienda como inadecuada si dos de esos
tres componentes están hechos de material inadecuado. Con estas definiciones podemos afirmar rotunda-
mente que el 100% de las viviendas de La Chureca eran
inadecuadas y, además, la gran mayoría estaban situadas en zonas de riesgo (inundaciones, derrumbes, etc.).
El asentamiento se fue construyendo paulatinamente en función de la llegada de sus pobladores, por lo
que las calles surgieron espontáneamente a raíz de
la ocupación de los terrenos, y la parcelación era totalmente irregular, creada según las necesidades y
las posibilidades de cada familia. Una vez definidas
sus parcelas, las cercaban y construían las chabolas
conforme iban consiguiendo materiales en el propio
vertedero (zinc, plásticos y madera).
La mayoría de las viviendas censadas tenían una dimensión insuficiente en relación a sus habitantes, lo
que producía el hacinamiento de los mismos. Tenían
una gran precariedad y una falta total de estanqueidad y de confort. A todo esto hay que añadir que,
casi la totalidad de los pobladores, carecían de título de propiedad de su parcela.
En el asentamiento existía una carencia o insuficiencia del drenaje de pluviales, lo que producía continuos encharcamientos e inundaciones en época de
lluvias. La red de agua potable era deficitaria y transcurría por un terreno totalmente contaminado por la
basura, lo que hacía que muchos elementos nocivos
se pudieran filtrar en el agua que los pobladores utilizaban para beber y lavarse. La red de evacuación
de aguas fecales era inexistente (en el mejor de los
casos algunas casas disponían de pozos negros) por
lo que, en ocasiones, estas aguas circulaban por la
superficie creando graves problemas ambientales y
elevados riesgos para la salud.
En cuanto a la energía eléctrica, la mayoría de las
acometidas eran irregulares. El alumbrado público era
inexistente en el asentamiento, con los problemas de
seguridad ciudadana que esto acarreaba.
Las calzadas carecían de pavimentación, lo cual las convertía en intransitables sobre todo en época de lluvias.
Toda la actividad económica del asentamiento giraba
en torno a la basura, a la recolección de residuos valorizables, aunque de diferentes maneras. La basura
se recogía, se lavaba y se empaquetaba, se distribuía
y se vendía. Esta cadena hacía que en la misma Chureca existieran diferentes estatus laborales. Los distribuidores eran los que más ganaban en todo el proceso. La simple diferencia de tener un caballo para poder
transportar el material o tener un poco más de dinero
para poder almacenar lo que se compraba a los que
recogen, ya era prácticamente insalvable.
Trabajadores de La Chureca.
El precio del material no era el mismo si se vendía
limpio que si se vendía sucio, por eso muchas familias revalorizaban los materiales lavándolos antes de su venta.
En el barrio existían “pulperías”, pequeñas tiendas
donde se podían encontrar los productos necesarios
para la vida diaria, que se convertían en lugares de
reunión y acopio, ayudando a crear el sentimiento de
identidad que los habitantes del barrio necesitaban.
Vista de un día a día de trabajo en el vertedero de La Chureca.
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3. La gestión de residuos en el ámbito
de la Cooperación Española
3.1. Introducción. El medio ambiente y los
Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)
Para los países de renta media y baja, la crisis ambiental constituye un grave problema económico ligado a las necesidades primarias de la población más
desfavorecida así como a sus oportunidades de desarrollo futuro.
En la agenda de cooperación mundial este asunto
queda reconocido en el séptimo de los Objetivos de
Desarrollo del Milenio, “Garantizar la Sostenibilidad
Ambiental”, y concretado en cuatro metas: la incorporación de los principios del desarrollo sostenible a
las políticas y a los programas nacionales; la reducción de la pérdida de servicios ambientales; la disminución del porcentaje de personas que carecen de acceso al agua potable; y la mejora de las condiciones
de vida de los habitantes de las zonas marginales urbanas. Lograr estas metas tiene una importancia fundamental y condiciona en muchos casos el éxito en
el resto de Objetivos de Desarrollo del Milenio, referidos al hambre, la salud y la educación, entre otros.
3.2. La problemática de los residuos en
el contexto del desarrollo humano
Los residuos y la basura son un creciente problema ambiental y de salud a medida que la urbanización mundial aumenta y que en el medio rural se generalizan
los estilos de vida y pautas de consumo urbanas. Entre sus principales impactos se encuentra la contaminación de suelos y aguas, superficiales y subterráneas,
así como la inutilización de recursos naturales, además de la generación de polvo, malos olores y humo,
producto de su combustión incontrolada. En el ámbito de la salud estos impactos se traducen en enfermedades gastrointestinales, oculares, infecciones respiratorias agudas, enfermedades de la piel y parasitarias,
entre otras, siendo especialmente gravosas entre los
más pobres. Así, priorizar el fomento de una gestión
apropiada de los residuos ayuda a alcanzar varios objetivos de desarrollo, entre ellos la mejora y conservación de los ecosistemas, la salud y la calidad de vida
de las personas, y la oportunidad para el empleo digno en un sector en constante expansión.
Respecto a la cuarta meta del Objetivo 7, a pesar de
las mejoras logradas en la calidad de vida de al menos cien millones de habitantes de infraviviendas y,
aunque la proporción de gente viviendo en barriadas insalubres de las ciudades ha descendido del 39%
al 33% en los últimos diez años, el número absoluto de habitantes de esas zonas crece en los países en
desarrollo y lo seguirá haciendo en el futuro próximo. En la actualidad, se estima que son 828 millones, comparados con los 767 millones de 2000 y los
657 millones de 1990.
13
3.3. El medio ambiente y la gestión de
residuos en la Cooperación Española
Zopilotes, ganado y trabajadores comparten espacio en el
vertedero.
14
3.3.1. Marco conceptual
Los fundamentos de la política española de Cooperación Internacional en materia ambiental aparecen recogidos en la Ley de Cooperación Internacional para
el Desarrollo, de 7 de julio de 1998, donde se señala que “la Cooperación Española impulsará procesos
de desarrollo que atiendan la sostenibilidad y la regeneración del medio ambiente”. La relevancia del
asunto queda patente desde 2002, con la publicación
de la “Estrategia de la Cooperación Española en Medio Ambiente”, más tarde con los programas específicos de medio ambiente que se elaboraron para dos
regiones geográficas determinadas: América Latina,
con el Programa Araucaria, y Mediterráneo, con el
Programa Azahar, y finalmente, con la priorización
que los últimos Planes Directores de la Cooperación
Española han hecho del medio ambiente como sector, considerándose una cuestión horizontal a integrar en el resto de sectores.
Este enfoque, que prioriza la transversalización del
medio ambiente, contempla mecanismos oportunos
para incorporar la temática ambiental en todos los
programas y proyectos de cooperación, con el fin de
conservar la integridad y funcionalidad de los ecosistemas que proveen múltiples bienes y servicios ambientales a la población. De esta forma y de manera
progresiva, encontramos que en todos los ciclos de
los proyectos y la planificación se incorporan criterios ambientales, entre ellos la gestión de residuos.
Además, en los últimos Planes Directores de la Cooperación Española, se señalan diversas líneas estratégicas referidas a la gestión de residuos sólidos, al
saneamiento y a la ordenación del territorio.
3.3.2. La gestión de residuos sólidos en
la Agencia Española de Cooperación
Internacional para el Desarrollo (AECID)
La gestión de residuos ha sido una de las líneas de trabajo de la AECID en el sector medio ambiente, habiéndose seleccionado como prioridad en los citados Programas Azahar y Araucaria. En la actualidad, el Plan
de Actuación Sectorial de la AECID en el sector medio ambiente y cambio climático, tiene también como
línea de acción prioritaria la gestión de residuos. Este
Plan de Actuación fomenta un nuevo paradigma de
desarrollo, caracterizado por economías sostenibles con
altos índices de biodiversidad, justicia social, equidad
y bajas emisiones de dióxido de carbono. Las referencias principales de estas actuaciones se encuentran en
los compromisos asumidos en un marco multilateral,
como las tres Convenciones de Río de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Diversidad Biológica y
Lucha contra la Desertificación, con profundas implicaciones en la cooperación y el desarrollo.
Partiendo de estos planteamientos, el Plan de Actuación
de la AECID en el sector medio ambiente y cambio climático señala cinco líneas de trabajo estratégicas, entre
las que se encuentra la gestión de residuos, enmarcada dentro de un concepto más amplio, el de la habitabilidad básica, que pone el énfasis en la mejora barrial.
En este ámbito, las actuaciones que se priorizan desde
AECID deben abordar el problema de manera integral y
abarcar desde el apoyo al desarrollo de políticas y planes hasta la ejecución de las infraestructuras necesarias o la puesta en marcha de los servicios. Puesto que
en muchos países los planes de saneamiento incluyen
la gestión de los residuos sólidos urbanos, también se
alienta la búsqueda de sinergias entre ambos sectores.
En este sentido y en la medida de lo posible, se prevé
asociar las intervenciones en materia de residuos a las
de agua y saneamiento, obteniendo así un mayor impacto y fomentando una gestión integrada. El Plan recomienda, además, la vinculación de estas actuaciones
al Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento de
la Cooperación Española que aparecen incorporadas en
el Plan de Actuación de Agua de la AECID.
3.3.3. Algunos datos sobre la gestión de
residuos y la Cooperación Española
Según datos del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD),
entre 2009 y 2010 España ocupaba entre el sexto
(2009) y octavo (2010) lugar en materia de cooperación en el ámbito de los residuos.
Respecto a la distribución geográfica de los proyectos
españoles, en el periodo 2008-2011 destaca América
Latina, aunque en todas las regiones se hayan realizado acciones de este tipo.
3.3.4. Algunos ejemplos de intervenciones
con diferentes instrumentos de
la Cooperación Española
Los instrumentos de cooperación con los que se puede
intervenir en este sector son muy variados. A continuación se recoge una muestra de los mismos, a través de algunos ejemplos:
Millones
En los países pobres, es común que las municipalidades gasten entre un 20% y un 50% de su presupuesto
en la gestión de los residuos sólidos, pero también es
habitual que entre un 30% y un 60% de esos residuos
no se gestione y que menos del 50% de la población
acceda a ese servicio. En algunos casos, además, un
porcentaje muy alto del equipamiento necesario para
su gestión está inservible o no funciona. En la mayoría de estos países la norma es el vertido y la quema abierta o incontrolada (Fuente: Banco Mundial).
90
80
70
60
50
40
30
20
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Ranking de donantes del CAD de la OCDE (2010) en residuos sólidos.
El Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento en América Latina y Caribe: Proyecto de
ampliación y mejora de los servicios de agua,
saneamiento, gestión de residuos sólidos y afianzamiento hídrico de cuencas de abastecimiento
en comunidades rurales y distritos AMSAT, Cusco, Apurimac, Perú. La aportación del Fondo es
de 8.669.243 de euros, siendo la contraparte local de 3.140.000 dólares. Los beneficiarios son
84.947 pobladores rurales de los nueve distritos
de la Asociación de Municipalidades de la Cuenca de Santo Tomás (AMSAT).
África del Norte
África Subsahariana
América Latina
Asia
Oceanía
Oriente Medio
Cooperación bilateral, en Nicaragua: apoyo al Desarrollo Integral del barrio de Acahualinca, en Managua, con una aportación española de 38.444.975
euros, 15.000 beneficiarios directos y unos dos millones de beneficiarios indirectos (toda la población
del municipio de Managua). Europa
Distribución geográfica de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD)
española destinada al tratamiento de residuos sólidos municipales/
industriales. 2008-2011.
15
Banda de separación de la fracción reciclable: plásticos, latas, etc.
Centro de gestión de residuos. San Cristóbal – Galápagos. IPADE.
Material de sensibilización sobre la separación en origen. Centro de
gestión de residuos. San Cristóbal – Galápagos. IPADE.
16
Cooperación bilateral, en Guatemala: apoyo al Programa de Desarrollo Local Sostenible de cinco Mancomunidades de Municipios, que incluye el Proyecto de Gestión Ambiental y de Riesgo, fortaleciendo
capacidades para la gestión integral de residuos. Se
financian infraestructura y equipamiento (plantas
de tratamiento, rellenos sanitarios, vehículos, etc.).
como contraparte a varias Empresas Municipales Mancomunadas en Ecuador, por un importe de 2.500.000€.
Cooperación bilateral, en Perú: Programa Araucaria XXI – Nauta, de la AECID (2011). Desarrollo del
Sistema Local de Gestión de Residuos Sólidos de la
municipalidad de Loreto-Nauta, en la Región de Loreto; Zona de Amortiguamiento de la Reserva Nacional Pacaya Samiria-Río Marañón, Loreto-Nauta. El
programa aplicado ha sido adoptado por el Ministerio del Ambiente de Perú como modelo para poblaciones amazónicas.
3.3.5. Algunos ejemplos de intervenciones
con Organizaciones No Gubernamentales
financiadas por la AECID
En los últimos años seis años la AECID ha financiado
una diversidad de intervenciones relacionadas con la
gestión de residuos. Algunas de ellas son de profundo
calado, a través de convenios, para ser ejecutadas durante un plazo de cuatro años. La tabla de la página
siguiente recoge las intervenciones más relevantes.
Cooperación descentralizada: Euskal Fondoa, la Asociación de Entidades Locales Vascas Cooperantes que
coordina y apoya la cooperación descentralizada en el
País Vasco, ha puesto en marcha un sistema de gestión intermunicipal de residuos sólidos en El Salvador, avalada por la experiencia de recogida selectiva
en localidades de Guipúzcoa.
3.3.6. Una mirada al futuro, más allá de
la AOD y de la generación de residuos
Existen otras vías para la financiación de proyectos relacionados con la gestión de residuos en países en desarrollo. Estas se encuentran en el marco de la financiación de la lucha contra el cambio
climático y los mercados de carbono generados,
no computando como Ayuda Oficial al Desarrollo.
En el caso español, en general dependen de fondos que gestiona el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y la participación del sector privado es creciente.
Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo: el proyecto “Mejora de la gestión integral de residuos mediante la creación de empresas modelo mancomunadas y la formación de técnicos especializados
municipales”, es gestionado por el Instituto de Promoción y Apoyo al Desarrollo (IPADE), mediante un
convenio con la AECID, entre 2010 y 2014, teniendo
Instrumentos multilaterales: como el Programa Pobreza y Medio Ambiente (PNUD-PNUMA), para la
gestión de residuos sólidos en asentamientos pobres
urbanos en Montevideo, Uruguay.
Un ejemplo de proyecto de gestión de residuos,
vinculado al Mecanismo de Desarrollo Limpio del
AÑO
PAÍS
ONGD
TÍTULO
IMPORTE (€)
2010
Ecuador
Instituto de Promoción y Apoyo
al Desarrollo (IPADE)
Mejora de la gestión integral de residuos mediante la creación de empresas-modelo
mancomunadas y la formación de técnicos especializados municipales.
2.500.000
2010
Perú
Centro de Estudios y Solidaridad
con América Latina (CESAL)
Mejora de la habitabilidad básica y del desarrollo humano de la población afectada por el
terremoto de agosto del 2007.
4.000.000
2007
Ecuador y Centro de Estudios y Solidaridad
Perú
con América Latina (CESAL)
Mejora de las condiciones de vida de poblaciones en zonas vulnerables, mediante el
fortalecimiento de instrumentos de reordenación territorial y planificación urbana,
especialmente en habitabilidad básica, agua y saneamiento, construcción y mejora de las
infraestructuras existentes.
5.500.000
Protocolo de Kyoto, es el “Proyecto de recuperación de gas del vertedero de Candeias, en Brasil”,
financiado a través del Fondo Español del Carbono. En este caso, el proyecto consiste en el aprovechamiento del metano generado en el vertedero
para la generación de electricidad que suministra
a la red local.
En otro nivel, existen propuestas con una mirada
futurista y pionera que responden a las características de la denominada “economía azul”, liderada
por Gunter Pauli y apoyada por diversos organismos de Naciones Unidas y Gobiernos como el japonés, convertida en todo un movimiento mundial.
En su obra: La economía azul: 10 años, 100 innovaciones, 100 millones de empleos, Pauli plantea
un modelo de negocio y de economía inspirados en
la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas que operan sin producir emisiones ni residuos,
consumiendo a partir de lo que está disponible, con
procesos industriales orientados hacia soluciones
basadas en tecnologías más sencillas y limpias. La
propuesta, plasmada en la Zero Emissions Research
and Initiatives (ZERI), ha generado un movimiento
creciente, iniciado en 2010, que actualmente cuenta con oficinas en los cinco continentes, y supone
un estímulo para empresarios y científicos de todo
el planeta. Esta iniciativa alimenta la esperanza en
las enormes posibilidades que la naturaleza brinda al ser humano para ser respetada y disfrutada,
planteando oportunidades de negocio y de actuación, con visión de futuro, tan necesarias en el actual contexto de crisis ambiental y económica a escala mundial.
Descarga de basura en el vertedero.
Asentamiento de La Chureca.
17
4. Proyecto de Desarrollo Integral
del Barrio de Acahualinca
4.1. Descripción de la intervención
El “Proyecto de Desarrollo Integral del Barrio de Acahualinca” es una intervención integral que engloba diversos sectores, ámbitos de actuación y actores
implicados, y ha requerido un amplio consenso para
su definición. Así, a través de un proceso participativo de consultas que culminó con un “taller de concertación” celebrado en enero de 2008, los diferentes actores públicos y privados presentes en la zona
de intervención, La Chureca y el barrio de Acahualinca, identificaron y consensuaron cuatro áreas de
intervención:
■
■
■
■
Desarrollo Social/Desarrollo Humano.
Habitabilidad y ordenamiento urbano.
Gestión de los residuos y manejo ambiental.
Dinamización y fomento de la economía local.
En base a las necesidades detectadas y a su correcta
contextualización en el II Plan Director de la Cooperación Española, en abril de 2008 se redactó el documento de formulación del “Proyecto de Desarrollo Integral del Barrio de Acahualinca”.
Ambiental + social
Objetivo: una sociedad saludable
y que disfruta su entorno
Habitacional + económica
Objetivo: una economía firme
asentada en el barrio
Ambiental
Habitacional
Económica + ambiental
Objetivo: diversificar y crear
valor de los recursos naturales
y el reciclaje
Ambiental + habitacional
Objetivo: un entorno urbano
cualificado y ecoeficiente
Social
Vista aérea de Managua.
Habitacional + social
Objetivo: una economía firme
asentada en el barrio
Económica
Social + económica
Objetivo: una sociedad que
invierte en desarrollo humano
y gana en calidad de vida
19
El Objetivo Específico de la intervención fue definido en su fase de formulación como: “Mejora de
las condiciones ambientales, sociales, económicas
y habitacionales en el entorno del barrio de Acahualinca, Managua”.
Por lo amplio de la intervención, de la propia formulación surgió la necesidad de dividir el proyecto en
tres componentes diferenciados, asociados a la obtención de distintos Resultados.
RESULTADOS Y COMPONENTES
Vista aérea del vertedero situado entre el lago Xolotlán y la laguna
1
2
3
Reducida la degradación
ambiental del barrio de
Acahualinca
Reducida degradación
urbanística del barrio de
Acahualinca
Reducida la marginalidad
de los colectivos más
desfavorecidos del barrio
de Acahualinca
COMPONENTE
AMBIENTAL
COMPONENTE
HABITABILIDAD
COMPONENTE
SOCIOECONÓMICO
de Acahualinca (2006).
Barrio
ACAHUALINCA
Asentamiento
“La Chureca”
Entrada
de la basura
Infraestructura:
258 familias
1500
trabajadores
de la basura
Vertedero
“La Chureca”
LAGO XOLOTLÁN
Área de intervención.
20
Los logros principales del proyecto se resumen en:
■ Planta de Reciclaje.
■ Urbanización completa con servicios sociales de pavimentación de calles, agua potable, energía eléctrica,
canalización de aguas pluviales y de aguas negras.
■ Áreas deportivas y de ocio para jóvenes y niños.
■ Centro Cultural Comunitario.
■ Escuela de Formación Profesional (Escuela Taller Acahualinca).
■ Puesto de Policía.
Impacto socio-cultural:
■ Creación de puestos de trabajo en la planta de
reciclaje.
■ Alfabetización de adultos.
■ Disminución del abandono escolar.
■ Disminución de enfermedades.
■ Integración de jóvenes en riesgo.
4.1.1. Componente Medioambiental
Resultado: Reducción de la degradación ambiental
del barrio de Acahualinca.
La intervención ha incluido acciones dirigidas a mejorar la infraestructura de los residuos sólidos urbanos
con el sellado gradual del vertedero y el acondicionamiento del nuevo relleno sanitario, a perfeccionar
el conocimiento de los responsables directos e indirectos del proyecto sobre la gestión de residuos, y a
favorecer un manejo adecuado de la basura, concluyendo con el diseño y desarrollo de una planta de recogida y clasificación de los residuos y la construcción de una planta de compostaje para aprovechar
el residuo orgánico.
Sellado del vertedero:
Esta actuación ha supuesto la solución para toda la
ciudad de Managua a un gran problema medioambiental que, desde hace mucho tiempo, venía contaminando la atmósfera, el lago Xolotlán y los acuíferos subterráneos.
El resultado final es una gran superficie sellada, dividida en cuatro cavidades (vasos de vertido), donde podrán ser depositados los cubos de “rechazo”
que se generen al final de la cadena de tratamiento
de residuos en la planta de reciclaje. También existe la posibilidad de que estos cubos puedan ser comercializados como combustible para determinados
tipos de industria.
Los gases producidos por la propia basura en descomposición que antes de la intervención producían
combustiones espontáneas en toda la superficie del
vertedero, son conducidos al exterior por un circuito
de tuberías y por chimeneas de gasificación por las
que sale el gas metano. Estos gases se podrán comercializar. De hecho, entre los planes de la Alcaldía de
Managua está el futuro aprovechamiento energético
de este gas, en base a estudios realizados.
Los lixiviados, líquidos altamente contaminantes producidos por la basura en descomposición, se canalizan
hacia unos depósitos de almacenamiento que cada cierto tiempo deberán ser vaciados. Los lixiviados almacenados serán distribuidos por la superficie de los vasos
de vertido para favorecer su evaporación espontánea.
Se ha construido una escollera de protección en el límite del lago Xolotlán para evitar que el agua pueda
afectar al sellado, así como vías de acceso y caminos
perimetrales a la zona. También se han realizado obras
de drenaje y control de las aguas pluviales, así como
la revegetación de los taludes resultantes en los vasos
de vertido, para favorecer la compactación del suelo.
Planta de Selección de Residuos Sólidos Urbanos
(RSU):
Con el vertedero sellado no se puede seguir vertiendo residuos sin tratamiento en el mismo, únicamente
se continuarán vertiendo residuos inertes no valorizables, de forma ordenada y compactados, mientras
que los residuos peligrosos (hospitalarios o industriales) tendrán un tratamiento específico por las autoridades locales.
Tras su recogida, los residuos entrarán en la planta
de reciclaje donde se procederá a realizar la selección
de productos susceptibles de ser comercializados, tales como metales, plásticos, papel, etc. La materia orgánica también se separará y se trasladará a un área
de compostaje con el fin de obtener compost, previo
tratamiento adecuado.
Vista de la planta de selección de RSU en ejecución.
Una vez realizada la separación de los distintos materiales, la planta de reciclaje proporcionará material
de rechazo debidamente compactado en forma de cubos. Estos cubos podrán ser colocados en la superficie de los distintos vasos de vertido, calculándose
una capacidad sobre los vasos de vertido que limitaría la “vida útil” del vertedero estimada en unos 5-7
años. Estos cubos se podrían comercializar (algunas
empresas cementeras los usan como material combustible) lo que alargaría la vida útil del vertedero.
Aunque, con el sellado del vertedero y la basura entrando en la planta de reciclaje, desaparece la materia
prima que sustentaba el medio de vida de los trabaja-
Vista del equipamiento de la planta de selección de RSU.
21
dores de La Chureca, los propios churequeros, beneficiarios finales de esta intervención, van a tener prioridad en el acceso a los puestos de trabajo generados
por la planta de reciclaje. Esta planta va a suponer la
creación de unos 581 empleos estimados, en dos turnos diarios de trabajo, de los cuales unos 464 serán
empleos no cualificados. De este modo se espera que,
como mínimo, un miembro de cada una de las familias
beneficiarias (258) pueda tener acceso a dichos puestos de trabajo, lo que solucionaría en gran medida la
problemática económica vital de todas ellas.
Fotografía tomada para censo inicial de habitantes del
asentamiento, e identificación de viviendas existentes.
Además de la planta de selección RSU, la intervención
conlleva construcciones colindantes como son los talleres de reparación de equipos y vehículos, las oficinas
administrativas, vestidores y áreas de servicios sociales (cocinas, comedor y puesto médico de emergencia).
Urbanización:
Se ha construido una urbanización de 258 viviendas,
de dos y tres habitaciones, para ser utilizadas por los
pobladores del asentamiento de La Chureca. La di-
4.1.3. Componente Socioeconómico
Resultado: Reducción de la marginalidad de los colectivos más desfavorecidos del barrio de Acahualinca.
Se ha hecho posible mediante las diversas actuaciones
en materia de ordenamiento, titulación, reubicación de
las viviendas en situación de riesgo elevado, y construcción de infraestructuras sociales, viviendas para los
beneficiarios y equipamiento urbano en la comunidad.
22
La urbanización ha sido dotada con todos los servicios básicos, como son agua potable, canalización de
aguas negras, cauce de alivio de aguas pluviales, calles pavimentadas y debidamente señalizadas, e iluminación pública.
La urbanización también cuenta con un centro de
salud, un centro educativo de primaria, un puesto
de la Policía Nacional, un centro cultural comunitario (que incluye una pequeña sala de exhibición con
piezas arqueológicas de los antiguos pobladores de
Acahualinca, halladas durante las excavaciones de
la obra), un parque infantil y diversas canchas deportivas multiusos para fútbol sala y baloncesto. Estas infraestructuras sociales darán servicio no sólo a
las 258 viviendas que integra el proyecto, sino también a las 600 viviendas colindantes, construidas por
el gobierno nicaragüense para las familias desplazados de la zona de Acahualinca a causa de las inundaciones de 2010. Ambos núcleos urbanos han formado un nuevo barrio junto al antiguo vertedero, el
Barrio Villa Guadalupe.
4.1.2. Componente Habitacional
Resultado: Reducción de la degradación urbanística
del barrio de Acahualinca.
Detalle de viviendas en construcción.
mensión de esta urbanización se estableció de acuerdo con un censo inicial realizado con el apoyo de los
propios líderes locales del asentamiento. Esto permitirá a los churequeros abandonar sus vulnerables infraviviendas para instalarse en la nueva urbanización
y ocupar una vivienda con garantías.
Las diferentes acciones desarrolladas han sido dirigidas
a favorecer el acceso a una salud de calidad, el impulso
a la educación para niños y jóvenes, la reducción de la
incidencia de la violencia intrafamiliar, el fortalecimiento de la organización comunitaria, la promoción de la
inserción laboral de los jóvenes, la diversificación de la
actividad económica del barrio de Acahualinca, la promoción del empoderamiento de las mujeres en el ámbito
de la sociedad del barrio y la difusión del conocimiento
de mercado para facilitar el acceso a recursos. Este componente está estrechamente relacionado con el componente medioambiental, puesto que la construcción de la
planta de reciclaje y de compostaje va a generar puestos
de trabajo para la población beneficiaria.
En la intervención destacan diversos procesos especialmente orientados a proporcionar avances para los habitantes del asentamiento en el acceso a la salud, la cultura,
la educación y la inserción laboral de jóvenes y adultos:
■ Dotación de equipos y asesoramiento pedagógico para
el Programa de Alfabetización de Jóvenes y Adultos.
■ Fortalecimiento de capacidades y tutelaje para la
sostenibilidad de la Escuela Taller de Acahualinca, a través de su institución rectora, el Instituto
Nacional Tecnológico (INATEC).
■ Donaciones de equipos médicos, asesoramiento al modelo de salud familiar y comunitaria del
Ministerio de Salud (MINSA) y a sus procesos de
sensibilización, prevención y atención (salud materno-infantil, VIH y SIDA, nutrición, salubridad,
dependencia de sustancias, etc.), así como dotación de equipamiento al asentamiento de La Chu-
reca para la atención de primeros auxilios.
■ Capacitación a las familias de La Chureca para
su adaptación a los nuevos espacios habitacionales y urbanos.
■ Acompañamiento comunitario a víctimas de violencia intrafamiliar y fortalecimiento de capacidades de la Comisaría de la Mujer del Distrito.
■ Apoyo a la creación de pequeños negocios entre los
beneficiarios (en especial jóvenes y mujeres), tales
como el establecimiento de un Fondo de Fomento
y/o crédito para pequeños negocios, la capacitación en la elaboración de planes de negocio, etc.
■ Entrega de equipamiento para proyectos culturales comunitarios del barrio de Acahualinca y
apoyo al convenio entre INJUVE y ALMA en aspectos deportivos.
Anciana asiste al programa de alfabetización de jóvenes y adultos.
4.1.4. Más Allá de La Chureca
Esta intervención no sólo se ha ceñido a las actuaciones en el vertedero y asentamiento de La Chureca,
sino que también se han fortalecido los equipamientos sociales y urbanos de todo el barrio de Acahualinca. Entre otras acciones cabe destacar, por ejemplo, la construcción de la cancha multiusos Freddy
López, la remodelación del Parque Héroes y Mártires
de Acahualinca y del Parque Héroes y Mártires del
barrio Cuba, la remodelación de la cancha de baloncesto del Centro Deportivo Gala María, la remodelación de la Comisaría de la Mujer del Distrito II, la
remodelación del Auditorio Municipal, así como la
mejora de infraestructuras y equipamiento de la Escuela Taller de Acahualinca.
Alumnos de la escuela taller de Acahualinca.
23
– Sellado del vertedero
– Planta de Reciclaje (puestos de trabajo)
– Construcción de viviendas
– Centro de Salud
– Centro Educativo
– Integración Socio-Económica
5-7 AÑOS
ALMA busca una nueva ubicación para el verdetero.
CONTRAPARTES
Vista de las nuevas instalaciones deportivas.
24
– Plantas y puestos de trabajo trasladados a nueva ubicación (no necesario traslado de
la planta de reciclaje si se comercializan los cubos de material sobrante o se encuentra ubicación de alta
capacidad para su almacenamiento).
TRAGSA
ONU
HABITAT
UNOPS
ALMA
BENEFICIARIOS
Alumnos recibiendo formación en la escuela taller.
COORDINACIÓN
Con
Instituciones
Locales:
INATEC
Convocatorias
Proyectos y CAP
Obra
Subvención de Estado
86,5 %
(Alcaldía de Managua )
SITUACIÓN FINAL
– Vertedero sellado y clausurado. Re-vegetación de la zona.
– Beneficiarios viviendo en la urbanización de La Chureca.
AECID
6,75 %
Subvención de Estado
SOLUCIÓN ACORDADA CON ALMA
AACID
6,75 %
Subvención de Estado
ENTIDADES
COLABORADORAS
Y
EJECUTORAS
ALMA
Subvención en Especie
– Sellado y clausura del vertedero. Re-vegetación de la zona.
– Construcción de la planta de reciclaje en nueva ubicación.
FINANCIACIÓN
Y
GESTIÓN
■ Instituciones financiadoras y gestoras de la intervención.
■ Entidades colaboradoras e instituciones responsables de la ejecución de la intervención.
■ Contraparte local, receptora de la ayuda.
■ Beneficiarios finales, “usuarios” de la intervención.
Encomienda
de Gestión
PLANTEAMIENTO TÉCNICO INICIAL
4.3.1. Coordinación Interinstitucional
Como intervención integral que abarca diversos sectores, ámbitos de actuación y multiplicidad de actores, el
proyecto ha requerido desde su inicio una intensa coordinación. Para ello, en su diseño, ejecución y evaluación han participado actores públicos y privados, mul-
Subvención de Estado
La ubicación del vertedero, por estar al lado de un
gran acuífero como es el lago Xolotlán, es altamente
desaconsejable. Por ello, desde el principio de la intervención se aconsejó a la ALMA buscar una nueva
ubicación a largo plazo para el vertedero.
tilaterales, bilaterales, locales, etc. Los pobladores de La
Chureca, cuya situación ha propiciado toda la intervención, han sido los beneficiarios finales de las actuaciones pero también los actores principales, participando activamente en su diseño y en la propia ejecución.
Según su papel en la intervención, podemos distinguir cuatro grandes grupos en el conjunto de actores:
4.3. Actores involucrados
Subvención
En estas circunstancias, la situación futura sería la del
vertedero sellado, tal y como se ha comentado, y con la
población del asentamiento viviendo en la nueva urbanización y trabajando en la planta de reciclaje, que operaría en la nueva ubicación del vertedero localizada por
la ALMA o en la misma ubicación si la ALMA comercializara los cubos de material de rechazo o se encon-
trara una ubicación de alta capacidad para los mismos.
Por este motivo, la planta de reciclaje se ha diseñado
modularmente lo que permitiría el traslado a una nueva ubicación, estando operativa por más tiempo, siempre y cuando se realizaran las labores de mantenimiento y sustitución de maquinaria según especificaciones.
Fondos Propios terrenos,
capacidades locales , etc.
Centro cultural comunitario.
En base a estos estudios, y al acuerdo alcanzado al
inicio de la intervención con la ALMA, en el caso de
no comercializarse los cubos de material de rechazo
o de no encontrarse una ubicación de alta capacidad
para los mismos, y contando el vertedero con una
vida útil de 5-7 años, la ALMA procedería a la localización de una nueva ubicación para el vertedero.
Aun así, si se comercializase adecuadamente el material de rechazo o se consiguiera una ubicación de
alta capacidad para el mismo, técnicamente no sería
necesario el traslado de la planta de reciclaje, aunque sí lo sería a nivel medioambiental.
Además de lo ya mencionado, en lo que respecta al componente medioambiental se debe señalar
una serie de servicios ofrecidos destinados al fortalecimiento institucional de la Alcaldía de Managua
(ALMA), tales como la “Estrategia y Plan de Acción
para la Recuperación de Materiales”, el “Estudio de
línea de base de materiales reciclables”, el “Mapeo
de las actividades de recuperación y reciclaje de los
RSU en cinco distritos de Managua”, el “Plan Estratégico para la Gestión Integral de los Residuos Sólidos de Managua“ y el “Informe Técnico para la valorización del biogás producido en el vertedero de
la ciudad de Managua”.
,
4.2. Posibilidades a medio-largo plazo
ONGDs
Españolas y
Locales
MINSA
DGPN
ENACAL
MINED
INJUDE
INC
MARENA
MEM
INETER
INVER
MINED
MTI
MITRAB
MIFAM
BENEFICIARIOS FINALES
Beneficiarios Directos (Pobladores de La Chureca y barrio Acahualinca)
Beneficiarios Indirectos (Habitantes de Managua )
Beneficiarios finales de la intervención.
25
La financiación de la intervención ha corrido a cargo de la AECID en un 86,5% del coste total de la
misma. En menor medida, también han contribuido la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID) y la Alcaldía de Managua
(ALMA), con una aportación del 6,75% del coste de
la intervención por parte de cada una de estas instituciones. La aportación de la ALMA no se considera
dineraria sino en especie.
Alumnos de electricidad.
Alumnos de carpintería.
26
Los fondos proporcionados por la Agencia Andaluza
de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID)
han sido destinados a la cofinanciación del componente de habitabilidad de la intervención. En concreto, y tras la realización por parte de TRAGSA y de
UNOPS de la “obra horizontal” de la nueva urbanización (viales, terrazas para construcción de viviendas, canalizaciones de agua, etc.), la AACID realizó
una donación a la ALMA que ha permitido construir
las 258 viviendas que van a conformar la urbanización y que serán los nuevos hogares para los habitantes del asentamiento de La Chureca.
La propia Alcaldía de Managua (ALMA), con recursos propios, ha financiado parte de la intervención.
Concretamente, las partidas correspondientes a la
capacitación técnica de parte del personal local que
integra la Unidad Técnica del Proyecto (UTP), a las
actividades enmarcadas dentro del componente socioeconómico de la intervención y a la solución de
la problemática surgida con la propiedad de los terrenos donde se ubica el vertedero, que llegó a bloquear el proyecto en sus inicios.
Tal y como se ha comentado, la coordinación entre los distintos actores presentes en la intervención ha sido clave para la consecución exitosa de
la misma. Siendo la AECID y la ALMA los actores principales de la intervención, ha sido necesaria la correcta coordinación con el resto de actores, desde la AACID y TRAGSA, hasta los propios
representantes de la sociedad civil, como son las
organizaciones sin ánimo de lucro, así como con
el sector privado y con varias instituciones gubernamentales locales.
En efecto, la coordinación con el resto de instituciones gubernamentales nicaragüenses ha resultado de gran trascendencia. Entre las más representativas cabe destacar el Ministerio de Salud
(MINSA), que ha prestado su apoyo en el diseño y equipamiento del centro de salud de la nueva urbanización; el Ministerio del Ambiente y de
los Recursos Naturales (MARENA), con una participación obvia en una intervención medioambiental de tanto calado; la Dirección General de
la Policía Nacional (DGPN), colaborando en acciones de prevención del delito y de prevención
de la violencia de género; la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (ENACAL),
como institución responsable del acceso al agua
y al saneamiento de la población; el Ministerio de
Educación (MINED), colaborador en las acciones
desarrolladas en el sector educativo y de alfabetización de adultos; el Instituto Nicaragüense de
la Juventud (INJUVE); el Instituto Nicaragüense
de Cultura (INC), etc.
En lo que al ámbito privado se refiere, durante la
intervención se han efectuado diversas acciones de
coordinación con programas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Además, desde el inicio de la
intervención quedó establecido un mecanismo de
coordinación público-privado liderado por la ALMA
a través de “comisiones sectoriales”, entre las que
cabe destacar la comisión por una vida plena y sin
violencia, la comisión de formación profesional, la
comisión sectorial de salud, la comisión sectorial de
cultura, deporte y recreación, y la comisión sectorial
de educación, principalmente.
4.3.2. Instrumentos de la Cooperación Española
Los fondos de la AECID han sido canalizados a través de los variados instrumentos que contempla la
Cooperación Española, escogidos para adaptarse de
la mejor manera posible a las actividades concretas
requeridas por la intervención. A grosso modo, y por
orden de magnitud de los fondos manejados, han
sido los siguientes:
Subvenciones en Especie a la ALMA:
Mediante estas subvenciones en especie se ha hecho
entrega a la contraparte de las obras del sellado del
vertedero, la construcción de la planta de reciclaje
y de la obra horizontal (movimiento de tierras, canalización de aguas, etc.) en la nueva urbanización,
entre otras.
Este tipo de subvención requiere de una entidad
colaboradora con capacidad suficiente para eje-
cutar las obras correspondientes. La magnitud y
peculiaridad de las obras a realizar hacían necesaria la participación de una empresa solvente en
este tipo de intervenciones, por lo que éstas fueron acometidas por la Empresa de Transformación
Agraria (TRAGSA), como medio propio de la Administración General del Estado. La relación contractual escogida fue la Encomienda de Gestión entre la AECID y TRAGSA.
Subvenciones de Estado a la ALMA:
Estas subvenciones han estado destinadas a la financiación de actividades de sensibilización y formación, entre otras, pertenecientes al componente socioeconómico de la intervención. Dicho componente
ha sido gestionado por la propia Alcaldía de Managua, en estrecha coordinación con el comité de líderes del asentamiento de La Chureca. Asimismo, estas subvenciones también han financiado, de manera
compartida con la Alcaldía de Managua, la creación
de la Unidad Técnica del Proyecto instaurada por la
ALMA para la gestión del mismo.
Puesto de policia inaugurado y dotación de motos. Proyecto PDIBA.
Subvención de Estado a UN-HABITAT:
El Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (UN-HABITAT) ha resultado clave,
al principio de la intervención, en la definición del
mapeo de actores, diagnósticos y estrategias de acción en el sector del reciclaje, desarrollando los estudios base de los materiales reciclables en colaboración con varias universidades nicaragüenses.
Vista del barrio Villa Guadalupe.
27
Subvención de Estado a UNOPS:
Subvenciones de Estado al INATEC:
La Oficina de Servicios para Proyectos de Naciones
Unidas (UNOPS) ha contribuido en la intervención
realizando mejoras en la habitabilidad básica en la
nueva urbanización, especialmente en lo referente a
calles y cauces de drenajes pluviales.
Mediante la Subvención de Estado al INATEC, se creó
la Escuela Taller de Acahualinca que proporciona servicios de formación profesional a jóvenes habitantes
de Acahualinca y, por supuesto, del asentamiento de
La Chureca. Esto ha permitido que los jóvenes, una
vez formados, hayan podido ser contratados por la
entidad colaboradora TRAGSA en la ejecución de la
propia obra, con lo cual, la intervención, está ofreciendo resultados positivos para la población beneficiaria durante su ejecución, mucho antes de finalizar su ejecución.
Subvenciones a ONGD:
Centro de salud de la urbanización.
Interior del centro de salud.
28
La AECID ha financiado diversas intervenciones ejecutadas por organizaciones sin ánimo de lucro, tanto
locales como españolas, a través de las distintas convocatorias de proyectos y convenios, y también mediante la Convocatoria Abierta y Permanente (CAP).
En estas intervenciones, el contacto directo con los
beneficiarios finales y la estrecha colaboración con
el resto de actores presentes en el contexto global del
proyecto, han permitido el acceso a un gran nivel de
detalle y de empatía con la población local en relación con sus necesidades más básicas, sobre todo en
lo referente a la cultura, la educación y la sensibilización en general.
Algunas de las organizaciones que han estado presentes en la ejecución de la intervención son: “Educación Sin Fronteras”, “Médicos Mundi”, “Solidaridad
Internacional”, “Fundación Fabretto” y “Fundación
ETEA”, siempre en colaboración con otras organizaciones locales como “Dos Generaciones” o “FUNJOFUDES”, el “Movimiento Cultural Leonel Rugama”,
el “Movimiento Deportivo Alexis Argüello”, la “Casa
Club del Adolescente”, etc.
4.4. Desarrollo de la intervención
El “Proyecto de Desarrollo Integral del Barrio de Acahualinca” comenzó a finales de 2007, con la identificación y formulación inicial del mismo. El instrumento más utilizado para la ejecución de la intervención,
que no el único como ya se ha comentado en apartados anteriores, ha sido el de la Subvención en Especie
a la Alcaldía de Managua (ALMA). En el contexto de
este instrumento, ha sido necesaria la participación
de una entidad colaboradora para la ejecución de los
distintos productos definidos en la intervención, bien
sean documentos de formulación, estudios técnicos,
obras físicas, etc. Dicha responsabilidad ha recaído
en la Empresa de Transformación Agraria (TRAGSA),
medio propio de la Administración General del Estado, que ha llevado a cabo la ejecución de los trabajos relativos a esta intervención. La relación contractual establecida entre la AECID y TRAGSA ha sido la
Encomienda de Gestión.
Los principales hitos en el desarrollo del proyecto se
describen a continuación:
Agosto-Octubre 2007: Identificación de la intervención y redacción de los Términos de Referencia de
la misma.
Noviembre 2007: Encargo de AECID a TRAGSA,
vía Encomienda de Gestión, de la elaboración del
Documento de Formulación del Proyecto en base
a los Términos de Referencia determinados con
anterioridad en la fase de identificación de la intervención.
Diciembre 2007: Concesión de la AECID de una
Subvención de Estado a la Alcaldía de Managua
(ALMA), como apoyo a la creación de la Unidad
Técnica del Proyecto (UTP) encargada del seguimiento de la intervención sobre el terreno, por parte de la ALMA.
Abril 2008: Entrega de TRAGSA del Documento de
Formulación del Proyecto.
Mayo 2008: Concesión de la AECID de una Subvención de Estado a la ALMA, como apoyo a la creación
de la Unidad Técnica del Proyecto (UTP) que además
del seguimiento sobre el terreno va a encargarse de
la ejecución del componente socioeconómico de la
intervención.
Octubre-Diciembre 2008: Entrega de TRAGSA, previa
firma de nueva Encomienda de Gestión con la AECID,
de los distintos estudios técnicos necesarios para proseguir con la intervención, como son los estudios de
impacto ambiental, de calidad del agua y del aire, de
exploración de canteras, estudio geotécnico, levantamiento topográfico, etc. Asimismo, también se encomendó la redacción del diseño de los proyectos del vertedero, la planta de reciclaje y la planta de compostaje.
Enero-Octubre 2009: Con todo listo por parte de
AECID-TRAGSA para comenzar las obras en el vertedero asociadas a la intervención, la ALMA comienza un litigio por la expropiación de las tierras que ocupa el basurero con los propietarios de
las mismas. Aunque la solución definitiva de este
problema se demoró más en el tiempo, en octubre
de 2009 se llegó a un primer acuerdo entre las partes que permitió el comienzo efectivo de las obras
relativas a la intervención.
Camino de acceso al vertedero antes de la actuación.
Enero 2009: Concesión de la AECID de una Subvención de Estado al Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Urbanos (UN-HABITAT),
para la realización de distintos diagnósticos y estrategias de acción en el sector del reciclaje en la ciudad de Managua.
Julio 2009: Concesión de la AECID de una Subvención de Estado al Instituto Nacional Tecnológico de
Nicaragua (INATEC) para la creación de la Escuela
Taller de Acahualinca.
Noviembre 2009: Encargo de la AECID a TRAGSA,
mediante la firma de una Encomienda de Gestión
Primeros trabajos en el vertedero.
29
bianual, de la ejecución de las obras relativas a la
intervención en su componente medioambiental,
que comprendería los trabajos desarrollados durante los años 2009 y 2010 (sellado del vertedero
y movimiento de tierras para planta de reciclaje).
Esta Encomienda de Gestión estuvo directamente
vinculada a la concesión, por parte de la AECID a
la ALMA, de una Subvención en Especie que tuvo
por objeto la entrega a la ALMA de la propia obra
relativa a la intervención.
Vista parcial del vertedero sellado y planta en construcción.
Diciembre 2009: Concesión de la AECID de una Subvención de Estado a la Oficina de Servicios para Proyectos de Naciones Unidas (UNOPS), con el objetivo
de acometer parte de la obra horizontal de la nueva urbanización.
Julio 2010: Modificación de la Encomienda de Gestión entre AECID y TRAGSA para que además de los
trabajos relativos al componente medioambiental de
la intervención, se pudieran acometer algunos de los
correspondientes al componente habitacional (obra
horizontal de la nueva urbanización), con cargo a la
misma encomienda.
Viviendas en ejecución en la nueva urbanización de La Chureca.
30
Febrero 2011: Encargo de la AECID a TRAGSA, mediante la firma de una Encomienda de Gestión, de
la ejecución de las obras pendientes relativas a la
intervención en su componente medioambiental y
habitacional (construcción de planta de reciclaje,
planta de compostaje y finalización de obra horizontal en nueva urbanización). Esta Encomienda de Gestión estuvo directamente vinculada a la
concesión, por parte de la AECID a la ALMA, de
una Subvención en Especie que tuvo por objeto la
entrega a la ALMA de la propia obra relativa a la
intervención.
Julio 2011: Concesión de la AECID de una Subvención de Estado a la ALMA, como apoyo a las actividades de la Unidad Técnica del Proyecto (UTP)
encargada del seguimiento sobre el terreno y de la
ejecución del componente socioeconómico de la intervención.
Julio 2012: Entrega por parte de la AECID a la ALMA
del vertedero sellado, así como de la responsabilidad
sobre la gestión del mismo.
CRONOGRAMA
CHURECA (2007-2012)
Octubre 2012: Entrega de Centro de Salud, puesto de
la Policía Nacional y Centro Cultural Comunitario de
la nueva urbanización.
2008
Enero
Agosto
Sept.
Febr.
Marzo
Abril
Oct.
Nov.
AECID encarga a TRAGSA la
elaboración de la Documentación
Técnica del Proyecto
Mayo
AECID encarga a UN-HATITAT
elaboración de estudios
ambientales y documentación
técnica sobre RSU
Junio
Julio
Creación de la Escuela
Taller de Acahualinca
Agosto
Sept.
Oct.
Creación de la Unidad
Técnica del
Proyecto (UTP)
por parte de la ALMA
Dic.
TRAGSA entrega
Doc. Técnica Proyecto
Nov.
Dic.
AECID encarga a UNOPS la
ejecución de parte de la
Inicio obras de
Obra
Horizontal Urbanización
Sellado del
Villa de Guadalupe
Vertedero
AECID encarga a TRAGSA la
ejecución de las obras relativas
al proyecto
Planta de clasificación de RSU en ejecución.
2009
Enero
Febr.
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Sept.
Oct.
Nov.
Dic.
Litigio por las tierras expropiadas por la ALMA a la familia propietaria de los terrenos - Inicio de obras bloqueado
Inicio obra
horizontal en
urbanización
2010
Enero
Febr.
Marzo
Abril
Creación de las COMISIONES
SECTORIALES (Educación, Salud,
Vida Plena Sin Violencia, Cultura y
Deportes, formación Profesional)
Mayo
Junio
2011
Enero
22 nuevos participantes
en el PROGRAMA DE
ALFABETIZACIÓN DE
ADULTOS Y JÓVENES
2012
Enero
Febr.
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agosto
Marzo
Julio
Agosto
ENTREGA a la ALMA de 100%
del Vertedero sellado y obra
horizontal de Urbanización
Abril
Mayo
Junio
Julio
Sept.
Inicio de Programa Mensual
de Ayuda Alimentaria a los
habitantes de La Chureca
Oct.
Nov.
FIN del
Sellado 1ª Promoción Egresados
en la Escuela Taller de
del
Vertedero Acahualinca - 94 Jóvenes
Inicio de Proceso de
Reconversión Laboral de
Acopiadores
Fortalecimiento del Modelo de
Atención en Salud Familiar y
Comunitaria (creación de 5
casas base y formación de
promotores de salud)
Febr.
Constitución del COMITÉ de
LÍDERES de La Chureca
(2 representantes por
cada uno de los 5 sectores)
ENTREGA PARCIAL a
la ALMA del sellado
del 50% del Vertedero
Inicio del PROGRAMA Inicio construcción
viviendas en
DE ALFABETIZACIÓN
urbanización
DE ADULTOS Y JÓVENES
Diciembre 2012: Entrega de viviendas de la nueva
urbanización “Villa Guadalupe”.
Diciembre 2012: Entrega de la planta de reciclaje y, por tanto, del total de las obras integradas en
el proyecto.
AECID encarga a
TRAGSA la elaboración del
documento de
REDACCIÓN TDRs
para Formulación Formulación del Proyecto
TRAGSA entrega
Documento de Formulación
Julio 2012: Comienzo de la construcción de la planta de reciclaje y las naves auxiliares.
Agosto 2012: Entrega de parque y canchas deportivas de la nueva urbanización.
2007
IDENTIFICACIÓN
DEL PROYECTO
Agosto
Sept.
Oct.
Nov.
Inicio obras de
Planta de Reciclaje
Dic.
52 personas formadas
con el PROGRAMA DE
ALFABETIZACIÓN DE
ADULTOS Y JÓVENES
Dic.
Iniciada Formación
de Operarios:
2ª Promoción Egresados 420 Churequeros
ENTREGA a la ALMA de
Infraestructuras sociales en la Escuela Taller de
en urbanización (Centro Acahualinca - 91 Jóvenes
ENTREGA a la ALMA
Cultural, Oficina DGPN,
de Planta de Reciclaje
TRAGSA finaliza
Centro de Salud,
y Viviendas
obras
encomendadas
Centro Educativo, Canchas
Urbanización
Deportivas, etc.)
por AECID
Sept.
Oct.
Nov.
Dic.
Naves auxiliares a la planta (vestuario, comedor y oficina).
31
5. Contenido técnico de la actuación
Si históricamente el arrojar los residuos sin ningún control al suelo, el mar o los ríos, ha resultado sostenible con densidades de población bajas,
en las grandes aglomeraciones urbanas los residuos constituyen un problema y una amenaza que
requiere una gestión intensa y adecuada. Son evidentes las afecciones al medio ambiente y al entorno social que se asocian a una gestión inadecuada, como la proliferación de roedores, insectos,
transmisión de enfermedades, malos olores, deterioro paisajístico, ocupación de espacio, contaminación de aguas y deterioro atmosférico. Esta situación se agrava considerablemente si, además,
la población se ve afectada directamente, como es
el caso de La Chureca, donde muchas familias dependían de la basura acumulada en el vertedero
como fuente de recursos para sobrevivir. De ahí la
necesidad de gestionar el vertedero, convirtiéndolo en un vertedero controlado o sanitario.
Vista aérea de la actuación
El “Proyecto de Desarrollo Integral del Barrio de Acahualinca” tiene como objetivo fundamental la conversión del vertedero en un relleno sanitario pero
también pretende transformar el lugar llevando a
cabo una serie de actividades integradas en tres líneas de actuación: habitabilidad, socio-economía e
ingeniería ambiental, que como se ha detallado en
anteriores apartados, corresponden a los tres componentes diferenciados vinculados a la obtención de
distintos resultados.
Mientras que el sellado del vertedero contribuye a
mitigar los graves efectos ambientales que se estaban produciendo, la construcción de las plantas de
clasificación y compostaje posibilitan una gestión
sostenible del relleno sanitario a la vez que inciden con claridad en el entorno social, proporcionando empleo estable remunerado y de calidad a la
población afectada. La actuación en el ámbito habitacional elimina la precariedad del asentamiento
humano y aporta elementos de ciudadanía y dignidad a la población.
TRAGSA ha estado presente en este proyecto desde
2007, en la fase inicial de identificación y formulación del proyecto, bajo la financiación y dirección
de la AECID, recopilando toda la documentación y
generando los argumentos de base necesarios para
la posterior materialización del Documento de Formulación para el proyecto, así como la redacción del
posterior proyecto y, finalmente, llevando a cabo la
ejecución constructiva del mismo desde 2009.
Como empresa constructora especializada, sensibilizada con el entorno y máxima colaboradora en la conversión del inicial ambiente hostil de
La Chureca, en un lugar social, ambiental y económicamente sostenible, TRAGSA es responsable
de la ejecución de las principales infraestructuras
que hoy día forman parte del rehabilitado vertedero de La Chureca:
33
■ Regularización y sellado del vertedero existente.
■ Construcción de planta de clasificación de RSU
y de compostaje con capacidad de 140 toneladas
por hora de funcionamiento.
■ Urbanización, viales y señalización de los espacios habitacionales.
5.1. Regularización y saneamiento
del vertedero
Extendido de tierras sobre revestimiento impermeable del talud.
El objetivo de esta actuación ha sido el sellado del
vertedero existente, evitando así el potencial riesgo
de contaminación e insalubridad, tanto para la población como para el medio ambiente, que venía provocando la situación desde hacía 40 años, agravándose el problema en el tiempo debido al crecimiento
poblacional y de la actividad industrial en la ciudad
de Managua.
La afección ambiental identificada como más grave
y evidente es el continuo aporte de lixiviados contaminados al colindante lago de Managua, que a su
vez sufre problemas intrínsecos de drenaje al mar y
ocasiona frecuentes episodios de inundación en las
zonas colindantes de la ciudad. En efecto, el vertedero a cielo abierto, con tal acumulación de residuos activos, es continua y profusamente lavado en
todo su espesor por las aguas de lluvia, en un régimen de precipitaciones muy intenso, drenando directamente al lago.
Revegetación de taludes.
34
Por otra parte, la continua fermentación de la materia orgánica acumulada produce gran cantidad de
gas metano que es liberado a la atmósfera de modo
incontrolado o, en algunos casos, queda embolsado
en el interior del cuerpo del vertedero produciendo
explosiones accidentales.
El vertedero ocupa una superficie aproximada
de 400.000 m² y la basura depositada ha llegado a alcanzar alturas de 25 metros sobre la cota
del terreno, estimándose en unos 4.760.000 m³ la
basura descontrolada acumulada a cielo abierto.
Esta situación se agravó cuando, tras el paso del
Huracán Mitch en 1998, la cota de agua del lago
que limita el vertedero, se elevó inundando gran
parte de éste. Si se tiene en cuenta que, además,
la zona donde se sitúa el vertedero hace las veces de descarga natural del flujo de la región desde la zona de volcanes situada al sur de Managua, unido a las características climatológicas de
intensas precipitaciones, la contención de los residuos más contaminantes se hace especialmente preocupante.
Un vertedero controlado es aquél que está impermeabilizado en su base y sellado en la superficie, aislando
así los residuos, y que cuenta además con un sistema de recogida de gases a través de una red de pozos verticales y un sistema de drenaje para conducir
los lixiviados mediante una red horizontal de tuberías perforadas.
En los siguientes apartados se describen las principales actividades realizadas para la regularización
y sellado del vertedero de La Chureca, cuyos objetivos son:
■ Evitar la infiltración de aguas externas (precipitación) hacia el interior.
■ Encauzar el drenaje de aguas de lluvia hacia el
exterior.
■ Conducir los lixiviados a depósitos controlados
para su tratamiento.
■ Evitar la emisión de olores y de gases de efecto invernadero.
■ Evitar el peligro potencial de explosiones debidas
a la presencia de gas metano.
■ Evitar situaciones de erosión, arrastre o derrumbe de la materia acumulada.
■ Mejorar sensiblemente el impacto visual y paisajístico.
5.1.1. Estabilización
Dado que la masa de residuos había ido ganando terreno a la superficie del Lago Managua con los depósitos realizados a lo largo del tiempo, la primera
actuación consistió en retranquear los residuos del
borde del Lago Managua y reducir la pendiente de los
taludes, pasando de 1H:1V a 3H:1V (33%). De esta
manera se evita al máximo el contacto de la basura
con el agua del lago y queda asegurada la estabilidad de la masa vertida, teniendo en cuenta también
los parámetros sísmicos de suma importancia en la
ciudad de Managua.
Se crearon además taludes intermedios, con bermas
de separación de 5 metros de ancho mínimo y una
altura máxima de 10-15 metros, con el fin de aumentar la estabilidad. Las pendientes de talud establecidas
permiten una mayor estabilidad del paquete de ba-
sura confinada y un anclaje efectivo de los materiales impermeabilizantes empleados, garantizando así
que éstos no sean arrastrados por episodios de lluvia intensos. Los taludes en tierra sobre el material
de impermeabilización han sido cubiertos de vegetación como protección frente a la erosión.
En el contacto del vertedero con el lago Managua
se ha construido una protección perimetral o dique
longitudinal en el talud inferior, de cara a las crecidas del nivel de agua del lago, protegido a su vez
con escollera y con una altura de seguridad sobre la
cota de agua del lago actual, de manera que la altura media del dique es de 2,25 m y el ancho mínimo
de coronación es de 6 m hasta alcanzar el talud inferior del vertedero.
Vista satelital antes de la actuación (2006).
Para facilitar la ejecución del control del vertedero
en su conjunto, se dividió éste en cuatro celdas independientes de aproximadamente la misma superficie, denominados técnicamente vasos, contando
cada uno de ellos con estructura de drenaje de lixiviados independiente.
La regularización de la basura acumulada no ha estado exenta de ciertas complicaciones. Cabe destacar el
carácter peligroso de los trabajos de dragado de los residuos acumulados en el lago por la ausencia de clasificación y normas de manejo del vertedero existente.
También por la existencia de una población vinculada al vertedero que desarrolla su actividad de recogida de residuos valorizables entre los desechos, pues el
vertedero continuó cumpliendo su función durante los
V4
V1
V3
V2
Vista satelital durante la ejecución de la actuación: terminados
tres vasos del vertedero e iniciado el movimiento de tierras de la
urbanización y la planta de reciclaje (2011).
35
trabajos de regularización y sellado. De igual manera, ligadas al vertedero viven unas doscientas cabezas de ganado (vacas cebú), caballos y un incontable número de caninos y zopilotes carroñeros que se
alimentan de la basura. No obstante, el plan de obra
se completó en veinticuatro meses.
5.1.2. Sellado e impermeabilización
El paquete de sellado empleado, seleccionado en
base a la experiencia disponible hasta el momento
con unos costes soportables, supone una mejora de
los criterios específicos para el cierre y clausura de
rellenos sanitarios de la Norma técnica para el control ambiental de los rellenos sanitarios 05 011-01 de
Nicaragua, al contar con una capa geosintética con
permeabilidad K-15 m/s, protegida por dos geotextiles, aumentando el espesor de suelo en 50 cm e introduciendo una primera capa granular de regularización y de drenaje de biogás.
Además, los taludes disponen de geocompuesto específico drenante de gases, con la suficiente anchura
Vista del vaso 4 regularizado y sellado en fase de revegetación.
Hasta 1,5 m
2 mm
> 0,5 m
10 - 15 m
CAPA DE TIERRAS COMPACTADA (con drenaje de lixiviados a
base de tubería perforada envuelta en material filtrante y dispuesta
en espina de pescado)
REVESTIMIENTO IMPERMEABLE (geotextil-lámina PEAD-geotextil)
CAPA DE TIERRAS COMPACTADA (para estabilización y con red
de drenaje de biogás, conectado verticalmente a las chimeneas de
salida)
RESIDUOS
Talud de tierras compactadas
con pendiente 3H:1V e
hidrosiembra
Suelo base
Escollera de protección
Lago Managua
Detalle de la escollera del dique de protección, camino permetral y
talud del vertedero sellado.
36
de solape como para permitir la continuidad a pesar
de los asentamientos de la masa de vertido que producirán esfuerzos de tracción. Dicho geodrén consta
de diferentes siguientes capas: un geotextil inferior
de polipropileno de 125 g/m², una lámina de polietileno (PEAD) de 2 mm y un geotextil superior no tejido de polipropileno de 125 g/m².
La morfología obtenida permite el desagüe de las
aguas pluviales, dirigido hacia drenajes y canalizaciones construidos para tal fin, evitando que
se formen acumulaciones indeseadas y el arrastre de materiales que pudieran descubrir el sistema de sellado.
Esta estructura de sellado tiene la doble función de,
por una parte, impedir la entrada de agua de lluvia
en el paquete de basura confinada y, por otra, de
servir de impermeabilización de fondo para nuevos
depósitos de residuos sobre su superficie de modo
controlado.
Está previsto que sobre el vertedero, regularizado
y sellado con la capa impermeable descrita, puedan seguir acumulándose nuevos residuos, ahora
tratados, inertizados y prensados en la planta de
clasificación. Es decir, sobre la impermeabilización
del sellado del actual vertedero se pueden depositar los rechazos prensados de la planta de tratamiento, prácticamente inertes y ocupando un volumen mucho menor al actual, lo cual, mediante
normas de manejo y gestión adecuadas, dará lugar a una utilización sostenible del vertedero. De
este modo, la capa impermeable del actual sellado servirá como impermeabilización de fondo del
nuevo relleno sanitario.
5.1.3. Captación de gases, lixiviados y pluviales
La desgasificación del vertedero se realiza a través de la capa drenante del sellado, comunicada
verticalmente con los pozos de captación de gases
que conducen éstos hacia el exterior de la masa
de vertido.
Para el drenaje de lixiviados de los futuros acopios
de los rechazos de la planta de clasificación, se ha
construido una red de drenaje con tubería perforada
dispuesta en “espina de pescado”, envuelta en material filtrante y apoyada sobre el revestimiento impermeable. Los lixiviados fluyen por gravedad hacia
la red de tuberías siguiendo las pendientes controladas del revestimiento impermeable hacia una celda de vertido, donde se ha dispuesto una balsa interna de recogida situada en el punto más bajo de
cada una de las celdas.
Los lixiviados se almacenan temporalmente en cuatro
depósitos de 200 m³ cada uno (uno por celda), para
ser posteriormente bombeados a la superficie del vertedero con el fin de evaporar los fluidos.
En tanto que el vertedero sellado no se utilice para
el acopio de nuevos residuos, las aguas de lluvia de
cada vaso se canalizan superficialmente hacia el lago.
Para ello se han formado ligeras pendientes en las
plataformas superiores de cada vaso que conducen el
37
agua a un punto desde el que se evacuan éstas mediante tuberías a través del talud. Las escasas aguas
de lluvia que penetren en el suelo serán interceptadas en la capa impermeable y desaguadas por la red
de lixiviados, evitando su penetración en el cuerpo
actualmente sellado.
Para minimizar el arrastre de sedimentos se han dispuesto cunetas y zanjas de drenaje de escorrentía en
la base de los taludes, de sección trapezoidal, y elementos como arquetas desarenadoras y bajantes de
hormigón.
Revegetación de taludes en el vertedero.
ACTUACIÓN DEL VERTEDERO EN CIFRAS:
■ 417.056,49 m³ de residuos movilizados
■ 464.417 m² de superficie conformada
■ 622.235 m³ de tierra prestada para sellado
■ 416.162 m² de superficie total impermeabilizada
■ 33% de pendiente máxima de talud
■ +43 msnm de cota mínima de base de talud inferior
Cuando el actual vertedero sellado empiece a cumplir su función de relleno sanitario, las canalizaciones de agua superficial han de ser clausuradas empezando a cumplir su función la red de evacuación
de lixiviados dispuesta sobre la capa impermeable
que se ha descrito.
5.1.4. Viales de acceso
Para acceder a cada una de las nuevas infraestructuras de mantenimiento del vertedero, se han dispuesto
accesos adecuados que comunican cada una de ellas.
El acceso se lleva a cabo a través de un vial principal, viales perimetrales y de servicio.
■ 6.170 m de longitud de viales (principal y perimetrales)
■ 1.745 m de longitud de dique de coronación
■ 7.385,72 m de longitud de zanja drenante
■ 3.012 m de longitud de cunetas
■ 38 pozos de captación de gases
38
5.1.5. Revegetación
La integración paisajística y ecológica del vertedero es uno de los principales objetivos de esta actuación pero, además, la revegetación protege al suelo
de la erosión y la inestabilidad debidas a la acción
del viento y la escorrentía.
5.2. Construcción de la planta
de clasificación de Residuos
Sólidos Urbanos (RSU)
Si el sellado del vertedero constituye la acción necesaria para dejar sin efecto ambiental y paisajístico los acopios de basura bruta realizados en el pasado, la construcción de las plantas de clasificación
y de compost constituyen el elemento que asegura la sostenibilidad de la gestión futura de los residuos generados.
El correcto manejo de los residuos sólidos urbanos
de la ciudad de Managua, tal como se preveía en la
formulación del “Proyecto de Desarrollo Integral del
Barrio de Acahualinca”, tiene como elemento fundamental el funcionamiento eficaz de la planta de clasificación. Dicho funcionamiento eficaz de la planta se
hace doblemente importante, para procurar la mayor
valorización y reducción del residuo tratado, y para
procurar el mayor desarrollo y beneficio social de la
población afectada a través del empleo remunerado
estable. Ambos aspectos requieren simultáneamente
una profunda perspectiva de servicio público, propia
de las instituciones responsables del mismo, y una
organización eficaz de los recursos.
Las plantas de clasificación y de compost, por tanto, se implantan como herramientas operativas de las
instituciones responsables de la gestión integral de
los residuos de la ciudad de Managua, y del cumplimiento de los objetivos sociales constituyentes del
diseño del proyecto de desarrollo integral, llevado a
término por la AECID.
La planta de clasificación de La Chureca está diseñada para el tratamiento de 1.000 t/día de residuos
sólidos urbanos de la ciudad de Managua durante
300 días/año, de modo continuo de lunes a sábado. La capacidad máxima de diseño de la planta
en funcionamiento continuo, con entrada homogénea y constante, es de 140 t/h, lo que conduce
a los parámetros de funcionamiento recogidos en
la siguiente tabla:
PARÁMETRO
UD.
VALOR
t/día
1.000
Días de recogida
días/año
300
Capacidad teórica
t/h
140
Rendimiento esperado
%
60
h/día
12
Entrada diaria
Horas de funcionamiento
Producción anual
t
300.000
Se excluyen de este esquema los restos de poda que
se estima puedan alcanzar una entrada media diaria de 250 t y que tendrán un tratamiento independiente. Para este material se propone una recogida
selectiva en origen y un tratamiento en la planta de
clasificación, mediante picado, que permita la valorización energética del mismo.
El rendimiento esperado del 60 %, valor normal en
este tipo de instalaciones, se ha de alcanzar una vez
ajustado correctamente el funcionamiento de la planta y adecuadamente dispuesto y entrenado el per-
sonal que trabaja en la misma. Dicho valor final de
rendimiento es extraordinariamente sensible, entre
otros factores, a la composición del residuo entrante, a la calidad del suministro eléctrico y a los trabajos de conservación y mantenimiento, que han de
evitar paradas indeseables y prolongadas de la cadena de funcionamiento.
Si en la ciudad de Managua no se practica en la
actualidad ningún tipo de selección en origen, ha
de procurarse, en principio, la recogida selectiva al
menos al nivel de los servicios municipales de recogida domiciliaria, en particular en lo que se refiere a restos vegetales de poda, escombros y restos de obra, y elementos voluminosos tales como
muebles o electrodomésticos. La admisión indiscriminada de este tipo de elementos puede colapsar la planta en su entrada bajando los rendimientos a valores inadmisibles, si se tiene en cuenta
que el coste de funcionamiento es directamente
proporcional a las horas de funcionamiento diario y, por tanto, inversamente proporcional al citado rendimiento.
Vista aérea de la planta en construcción y del vertedero sellado.
Es importante señalar que la planta de clasificación responde a un diseño para el tratamiento exclusivo del residuo sólido domiciliario y no debe
admitir, por tanto, ni residuos industriales ni restos de la pequeña industria manufacturera que hay
en la ciudad.
Vista de la planta de clasificación de RSU de La Chureca.
39
Caracterización del residuo
El diseño de la planta consiste fundamentalmente en:
a) la separación mecánica de la fracción orgánica,
que se transporta a otra instalación para su fermentación y secado;
b) la separación manual de la fracción valorizable;
c) el prensado final del rechazo del proceso para su
transporte a vertedero;
d) el afino de la materia orgánica tratada para la fabricación de un compost valorizado.
La composición bruta aproximada que se espera del
residuo domiciliario entrante es la siguiente:
Planta de clasificación en fase de pruebas.
Rechazo afino: 21%
FRACCIÓN
Triaje primario
Valorizables
Compost
Evaporación
Rechazo afino
Rechazo
TOTAL
T/DÍA
40,0
160,0
250,0
90,0
210,0
250,0
1.000,0
%
4,0
16,0
25,0
9,0
21,0
25,0
100,0
Triaje primario: 4%
Rechazo: 25%
Evaporación: 9%
Compost: 25%
Valorizables: 16%
Composición de residuos domiciliarios entrantes en La Chureca.
40
En el gráfico se identifican en diferentes tonos de
verde la fracción orgánica que representa en total un
55% en peso del residuo entrante, descompuesto en
tres fracciones, el 25% de compost final, un 9% de
reducción de peso por la fermentación y secado de
la materia orgánica y un 21% de rechazo después del
afino, que se incorpora al rechazo final de la planta. Ambos rechazos representan el 46% en peso del
residuo entrante, el cual, una vez prensado, ocupará
un volumen aproximado de 540 m³/día que supone
una reducción del 70% respecto al volumen en estado natural actual de 1.750 m³/día.
El objetivo de la construcción de la planta de clasificación de RSU es, por tanto, la generación de recursos económicos gracias al reciclaje de la mayor parte de los residuos que llegan a La Chureca. A este objetivo se suma
el del empleo generado en la planta, que ha permitido a
las familias que vivían de la recogida de basura, disponer de un empleo digno y una fuente de ingresos estable, mejorando sus condiciones de seguridad e higiene.
El empleo directo previsto, a generar en las plantas
de clasificación y compostaje, se aproxima a las 484
personas, de acuerdo al siguiente esquema de funcionamiento repartido en 1,5 turnos de trabajo diario, y añadiendo otros diez puestos de trabajo en las
funciones de administración y dirección.
OPERARIOS Y ESPECIALISTAS / TURNO 8 horas
Trabajo
Nº Trabajo
Zona de descarga
6
Afino compost
Alimentadores primarios
6
Varios
Triaje primario
8
TOTAL OPERARIOS
Triaje manual compost
4
Triaje secundario
190 Encargados/jefes de equipo
Restos vegetales
25 Maquinistas
Valorizables
25 Especialistas mantenimiento
Prensa
6
TOTAL ESPECIALISTAS
Nº
5
15
290
8
10
8
26
Descripción de la planta de clasificación
Tras su terraplenado hasta la cota 45,00, se ha urbanizado una superficie de aproximadamente 30.000
m2, entre el lago Xolotlán y la laguna de Acahualinca, en la que se sitúa la planta de clasificación y varios edificios anejos.
EDIFICIO
Planta de clasificación
Oficinas
Cocina comedor
Vestuario
Taller
TOTAL
SUPERFICIE M2
10.000
430
530
530
560
12.050
Las plantas de clasificación y tratamiento del compost, con toda la maquinaria y equipamiento que
las componen, se sitúan en una instalación cubierta central con una superficie de aproximadamente
10.000 m2. Sobre una losa de hormigón, en la que
se incluyen las canalizaciones de servicio eléctrico, agua de proceso, red de incendios, red de drenaje y fosos para descarga de materiales, se eleva
la nave compuesta por un área central y dos laterales, todas ellas de estructura de pórticos metálicos, de sección variable, con cubierta de chapa de
acero galvanizada.
El equipamiento eléctrico del conjunto cuenta con
una potencia instalada de 1.000 Kw, estando prevista una utilización máxima de potencia simultánea de
500 Kw. El funcionamiento de las plantas es total-
mente automático si bien están equipadas de cuadros
de control que permiten el funcionamiento manual.
El proceso de clasificación del residuo urbano que ingresa en la planta consiste en un flujo continuo en
el que se va realizando la selección de materiales en
función del tamaño, densidad, peso y composición de
las diferentes partículas, desviándolas, una vez clasificadas, hacia su destino final, ya sea valorización
o almacenaje en el vertedero controlado. En su línea principal, los equipos están duplicados de modo
que existen dos líneas paralelas de proceso con una
capacidad máxima individual de 70 toneladas/hora.
En el sentido del progreso del residuo dentro de la
planta, se distinguen los siguientes equipamientos.
■ Zona de recepción
Los camiones descargan la basura a granel en las
denominadas “playas de recepción”, de manera que unas palas cargadoras la acumulan en los
fosos desde donde arrancan los alimentadores de
placas, en un nivel inferior al del suelo de la nave
para facilitar así la carga de basura en la línea,
por el simple empuje y arrastre de la misma. Para
la función de carga del residuo en la planta se
dispone de dos palas cargadoras y seis operarios.
■ Zona de triaje primario manual
Esta zona cuenta con seis puestos de trabajo en los
que se separan los elementos voluminosos y otros
residuos, como papel, cartón y textiles. El rechazo de
este primer triaje entra en los trómeles principales.
41
ZONA DE REFINO DE
M.O. (COMPOST)
Refino de materia orgánica
PRENSA
PLANTA DE
FERMENTACIÓN
Recepción y carga
Zona de refino de materia orgánica.
Zona de recepción y carga.
Zona de triaje
primario
manual
Zona de
trómeles
Zona de carga de
subproducto
Recepción y carga, pretratamiento y triaje del
Detalle de trómeles principales en zona de
subproducto
Zona de triaje
secundario manual
Zona de triaje secundario manual.
CARGA DE M.O.
(RESIDUOS < 80 MM )
Zona de carga de subproducto.
42
Interior de trómel.
ZONA DE
ACONDICIONAMIENTO DE
VALORIZABLES
Triaje secundario manual
Salida de fracción orgánica de la zona de triaje
y carga
pretratamiento
Separador
magnético
ZONA DE RECEPCIÓN
Y CARGA
primario manual hacia separador magnético
ZONA DE
TRIAJE DEL
SUBPRODUCTO
ZONA DE TRATAMIENTO
DE RESTOS VEGETALES
Detalle de la zona de triaje manual del subproducto.
43
Entrada de residuos a cribas rotativas.
■ Zona de cribas rotativas de clasificación
La función básica de esta maquinaria es la de clasificar los residuos en fracciones de diferente tamaño. La planta dispone de dos tambores perforados
giratorios (trómeles o cribas rotativas) de forma cilíndrica, dispuestos horizontalmente sobre un conjunto de ruedas sobre las que se giran y deslizan.
Entre la entrada y la salida de los trómeles, existe
una ligera pendiente descendente que favorece el
avance efectivo de los residuos en su interior. Los
trómeles disponen internamente de una malla perforada, que permite la clasificación de partículas
por tamaño, localizándose distintos tramos de malla con diferente tamaño de perforaciones (de menor a mayor según avanzan los residuos).
Se obtienen así tres fases diferentes de residuos:
de menos de 80 mm de diámetro, que incluyen
la mayor parte de la materia orgánica, residuos
de entre 80 y 200 mm de diámetro y residuos de
más de 200 mm de diámetro.
Los primeros, se recogen y redirigen a otra plataforma de triaje manual, con cuatro puestos de trabajo,
pasando antes por un separador magnético en posición transversal a la línea, que recupera los elementos férricos. De esta línea se obtiene la fase de
materia orgánica, que tras un proceso de fermentación en el exterior de la nave, volverá a ésta para su
refino posterior con una maquinaria más específica.
Prensa.
44
Los residuos de más de 80 mm, pasan a la plataforma de triaje secundario, en dos líneas diferen-
tes (80-200 mm y mayor de 200 mm). Se conforman de este modo las cuatro líneas, dos por cada
criba rotativa, que componen el triaje secundario.
A la entrada, las cribas rotativas disponen de unas
garras o pinchos, atornillados a la chapa interna
perforada, cuya función es la de romper las bolsas
de basura domiciliaria, liberando así su contenido y permitiendo que los residuos queden sueltos.
■ Zona de triaje secundario manual
Se trata de una plataforma elevada, con las cuatro líneas descritas, organizada en cubículos dotados de tolvas de recogida de elementos ya clasificados. El trabajo manual en estas cuatro líneas
se realiza cubriendo hasta 190 puestos de trabajo, estando previsto un rendimiento horario de 70
kg de elementos valorizables por operario y hora.
La plataforma elevada está compuesta de catorce celdas independientes en cada una de las cuales se recogerá un tipo de producto valorizable.
Cada una de las catorce celdas cuenta con dieciséis puestos de trabajo, de modo que la capacidad total de la plataforma es de 224 puestos. Los
materiales seleccionados en cada una de las catorce celdas caen a través de tolvas de recogida al
nivel inferior, de donde se extraen para su acondicionamiento y exportación fuera de la planta.
■ Prensa
A la salida de la plataforma de triaje, el rechazo
general de la planta de clasificación se une al de
la zona de refino de la materia orgánica y se con-
centra en la prensa, de manera que se reduce considerablemente su volumen al compactarse a alta
presión antes de transportarse al vertedero controlado en forma de balas o fardos con forma cúbica
(“cubos de rechazo”). Este proceso, además de hacer
más inerte el residuo, es importante para su posterior manejo, para su transporte y para la determinación de la vida útil del vertedero que está condicionada por el volumen de residuo depositado.
■ Zona de refino de materia orgánica
Ubicada en un cuerpo de la nave principal, el objetivo de la actividad en esta zona es obtener un
compost de mayor calidad por la eliminación de
restos de otra naturaleza que hayan quedado incluidos en la primera separación. Se compone de
dos fosos de recogida del material fermentado con
dos cintas de placas que elevan el material a sendas cribas rotativas similares a las descritas en el
proceso principal. La fracción más fina se acopia
para su posterior salida de la planta como compost. El rechazo de este proceso de clasificación,
se sumará al rechazo general de la planta.
■ Zona de tratamiento de residuos vegetales
El clima y la estructura urbana de la ciudad de
Managua favorecen un gran crecimiento vegetativo y una importante producción de restos vegetales que se hace necesario procesar y valorizar de
forma independiente del residuo sólido de características propiamente domiciliarias. Prevista su
recogida selectiva en origen, los restos vegetales
de poda serán tratados en una zona específica de
la nave de clasificación mediante troceado y picado. Se han dispuesto cuatro picadoras adecuadas para producir un material manejable, valorizable energéticamente o incorporable a la fracción
orgánica destinada a la fabricación de compost.
PLANTA DE CLASIFICACIÓN DE RSU EN CIFRAS
■ 140 toneladas/hora de capacidad máxima
■ 1.000 toneladas/día de basura recepcionada
■ 300.000 toneladas al año
El conjunto de la planta de clasificación de RSU dispone de una serie de infraestructuras anejas, tales como
un depósito de agua potable, tanques de recogida de
lixiviados con rebombeo de aguas residuales, edificio de oficinas, taller de mantenimiento de maquinaria, caminos de acceso, garaje para maquinaria móvil, servicios sanitarios y vestuarios, guardería para
hijos de empleados, enfermería y cocina-comedor.
■ 484 puestos de trabajo en turnos de 8 horas
■ 300 días al año y 12 horas/día de funcionamiento
■ 1.000 Kw de potencia instalada total
■ 4.018,5 kWh de consumo diario en el proceso
VERTED
DERO
460 T/día
46 %
PRENSA RSU
460 T/día
46 %
210 T/día
21 %
250 T/día
25 %
COMPOST
TRIAJE MANUAL
TRIAJE
PRIMARIO
250 T/día
25 %
TROMEL
1000 T/día
100 %
410 T/día
41 %
40 T/día
4%
550 T/día
55 %
160 T/día
16 %
VALORIZABLES
PLANTA DE
FERMENTACIÓN
MATERIA
ORGÁNICA
RESTOS DE PODA
Esquema de flujo de la planta de clasificación de residuos.
45
5.3. El componente social y urbano
La construcción de una nueva urbanización donde
reubicar a la población asociada al vertedero de La
Chureca es, dentro del “Proyecto Integral de Rehabilitación del Barrio de Acahualinca”, la actuación que
mayor impacto social ha causado.
Son 258 las familias que disponen de una nueva vivienda propia, digna, provista de varias habitaciones y dispuestas en concepto “unifamiliar”,
en una urbanización de calles anchas adoquinadas y con espacios verdes, e integradas en una organización espacial en la que se han determinado
usos y servicios adecuados, como son un puesto
de policía, centro de salud, escuela, zonas deportivas y de ocio.
El cometido de TRAGSA en esta parte del proyecto
ha consistido, desde un punto de vista general, en la
ejecución de las obras horizontales de la urbanización. No obstante, se hace necesario mencionar también las actuaciones realizadas en el contexto de habitabilidad de la población, previas a la construcción
de la urbanización, como fue la reubicación temporal de infraviviendas en situación de riesgo. Un gran
porcentaje de viviendas de La Chureca se encontraban instaladas en zonas de alto riesgo de peligrosidad
debido a su ubicación respecto a la basura amontonada, lo cual, sumado al propio riesgo que suponía
la presencia de maquinaria durante la fase de acondicionamiento del vertedero, llevó a la reubicación
de algunas de estas viviendas de manera provisional, hasta la construcción de las viviendas definiti-
46
vas en la nueva urbanización, aprovechando para
mejorar en lo posible la calidad de los materiales de
construcción que tradicionalmente se empleaban en
el poblado con este fin, en su mayoría, reciclados de
cartón y chapa.
Tras la ejecución de los terraplenes necesarios para
la elevación de la cota del terreno donde se ubica actualmente la nueva urbanización, hasta alcanzar la
cota de seguridad de 45 msnm, las actuaciones llevadas a cabo por TRAGSA en la nueva urbanización
han sido las que se describen a continuación:
■ Instalaciones de agua potable
En el poblado de La Chureca existía, en general,
una carencia de drenaje de pluviales y un conjunto de subredes irregulares para el abastecimiento de agua, lo que ha llevado a la extracción de agua de pozos no aptos para consumo
humano durante el tiempo en que se han mantenido estas condiciones infra-habitacionales.
Actualmente, en la nueva urbanización, el suministro de agua se realiza a través de una red
de PVC enterrada en zanjas, provista de válvulas de control e hidrantes, hasta las acometidas
domiciliares.
■ Instalaciones eléctricas
Las precarias instalaciones eléctricas con que contaban las viviendas de La Chureca, suponían elevadas caídas de tensión y riesgo de cortocircuitos.
Con el fin de mejorar las condiciones habitacionales del poblado existente, se dotó de electrici-
dad a las viviendas existentes, convirtiendo éstas en viviendas de transición con disponibilidad
de unos servicios mínimos tanto sanitarios como
de calidad de vida. Además, se cumplió el objetivo de suministrar energía de calidad, segura y
confiable, a cada una de las viviendas de la nueva urbanización, así como de alumbrado público
a las zonas comunes.
■ Urbanización de redes viales
El 80% de las calzadas del barrio de Acahualinca carecían de pavimentación, lo cual, unido a su
falta de mantenimiento, suponía grandes dificultades para la circulación de vehículos, sobre todo
en época de lluvias.
Los viales de la nueva urbanización se han pavimentado con adoquín de concreto, sobre una
sub-base compuesta de una mezcla de hormigón
rojo y material selecto, tal que la densidad de la
mezcla fuera la adecuada, y capas de arena lavada. Además, se han señalizado los viales tanto
horizontal como verticalmente.
Vista aérea de la urbanización.
LA URBANIZACIÓN EN CIFRAS:
■ 172.786,11 m³ de movimiento de tierras
■ 2.954,25 m lineales de red de agua potable
■ 333 acometidas domiciliarias
■ Construcción del puesto de salud
De entre las diversas instalaciones destinadas a
servicios públicos de la urbanización, TRAGSA ha
construido el puesto de salud, ejecutando tanto el
movimiento de tierras previo, la cimentación, la
estructura y albañilería, como la carpintería y las
instalaciones sanitaria y eléctrica, todo ello conforme a las especificaciones técnicas estipuladas
por la Alcaldía de Managua.
■ 1.417 W de potencia nominal instalada por vivienda
■ 6.139,29 m² de pavimentado de viales en adoquín
de concreto
■ 14 señales verticales para tráfico rodado
■ Un puesto de salud con capacidad de servicio para
858 familias
Inauguración del centro de salud de la nueva urbanización.
47
5.4. Pautas para la gestión del vertedero
El tratamiento de los residuos sólidos urbanos debe ser
concebido de modo integral y en un ciclo continuo que
comienza en la generación del residuo domiciliar y termina cuando dicho residuo haya alcanzado el destino final programado, sea éste la valorización comercial para
su reutilización o reciclado, o bien sea su depósito permanente en un relleno sanitario controlado que no suponga afecciones ambientales significativas.
Parte importante de dicho ciclo integral son los elementos incorporados mediante el presente proyecto de
cooperación: la planta de clasificación, la planta de
compostaje y el vertedero sellado que permite la explotación futura del relleno sanitario controlado, pero
hay otros aspectos clave a considerar para alcanzar
los objetivos técnicos propuestos y múltiples elementos susceptibles de sufrir una mejora incremental, todo
ello sin olvidar el objetivo social último que se destaca en las motivaciones fundamentales del proyecto.
■ Recogida domiciliaria
Constituye el elemento capital de todo el proceso y
el que más posibilidades de mejora puede asumir.
Requiere un conocimiento preciso de los residuos
generados, sus ubicaciones, volúmenes y frecuencias, y una planificación de los trabajos de recogida:
• Extensión de la cobertura a todo el ámbito
territorial de la ciudad, disminuyendo las posibilidades de los vertederos incontrolados.
• Programación y optimización de los recorridos para procurar una llegada uniforme
48
a la descarga en la planta de clasificación.
Evitar la selección incontrolada de valorizables en origen y en el transporte.
• Selección en origen, en primer término, de
los residuos aceptables en la planta de clasificación. Planificar destinos alternativos.
■ Otros residuos
La planta y el relleno sanitario están concebidos
para el tratamiento y depósito de residuos de naturaleza domiciliar y asimilables. Es preciso, primero, delimitar por su origen y naturaleza los residuos aceptables en el sistema y, después, buscar
alternativas para los residuos que no pueden aceptarse, tales como residuos industriales, peligrosos,
inertes, escombros, etc.
De no buscarse y definirse dichas alternativas se
afronta el peligro de que sean incorporados al sistema, produciendo problemas de funcionalidad en
la planta de clasificación, problemas de calidad de
los valorizables, en particular el compost, y problemas de gestión en el relleno sanitario, cuando
no afecciones ambientales no controlables.
• Investigación e inventario de la generación
de residuos no asimilables a domiciliarios.
• Plan de gestión de residuos no asimilables.
Puntos limpios.
■ Planta de clasificación y compostaje
Es una instalación de naturaleza industrial que
demanda procedimientos precisos de organiza-
ción y control, a la par que es exigente en trabajos de mantenimiento y conservación.
Por otra parte, la planta es la que ha de generar
gran parte del empleo que cierra el círculo del objetivo social diseñado, a la vez que puede significar el origen de un importante proceso de mejora incremental.
• Plan de explotación. Adiestramiento de operarios y mandos intermedios.
• Plan de mantenimiento preventivo. Plan de
aprovisionamiento de consumibles y repuestos.
■ Fermentación de la materia orgánica
Según el diseño de la instalación, la separación de
la materia orgánica para su posterior fermentación
y tratamiento es un elemento fundamental pues se
esperan separar por esta vía 165.000 toneladas al
año (55% del residuo bruto entrante en el sistema)
y obtener 75.000 toneladas al año de compost apto
para la fertilización de suelos agrícolas o, en última
instancia, para su valorización energética. Por ello,
se hace necesario el disponer de una instalación sencilla para el secado y fermentación de la materia orgánica capaz de procesar las cantidades esperadas.
• Diseño y construcción de instalación de fermentación y disposición de maquinaria para
su procesado.
• Plan de explotación de la instalación de fermentación. Mejora del proceso de fermentación y control de lixiviados.
■ Gestión y comercialización de valorizables
Mediante la comercialización de los elementos valorizables separados en la planta de clasificación,
además de reducir el volumen final a depositar en
el vertedero, se puede obtener un retorno económico importante necesario para reducir en parte
los costes de operación del sistema. En este sentido, se han de conocer los canales de comercialización de dichos elementos al objeto de conseguir la mayor ventaja económica posible.
• Identificación de canales de comercialización para valorizables. Definición de acuerdos comerciales y condiciones.
• El compost es un elemento valorizable de
muy complicada gestión pues los costes de
transporte lo hacen poco viable a partir de
una cierta distancia. Conviene identificar
claramente las áreas de consumo y establecer acuerdos para su utilización, en un marco económico que lo haga suficientemente
interesante para las partes.
• Aunque está previsto el depósito del rechazo final en el relleno sanitario controlado,
debe intentarse su valorización energética,
ya sea en instalaciones de incineración existentes (cementeras, hornos, etc.), o bien en
instalaciones diseñadas al efecto.
■ Gestión del vertedero
El vertedero actualmente sellado puede servir de
base para un relleno sanitario. Con taludes 1/3 y
una altura de 15 m, la superficie sellada puede
acoger un volumen total cercano a 2,5 millones
de metros cúbicos capaz de asumir los rechazos
prensados de la planta de clasificación por un periodo superior a diez años.
• Se hace necesario un plan de gestión y explotación del vertedero que planifique el
avance del frente de explotación, los viarios
necesarios, la gestión de aguas de lluvia y
lixiviados contaminados, la desgasificación,
los rellenos con tierra, y los préstamos y la
clausura de las zonas explotadas situadas
tras el frente de explotación.
• Es preciso un plan de vigilancia ambiental
para el control de los aspectos más importantes de la posible afección ambiental, en
particular lixiviados y probables contaminaciones de aguas freáticas.
• Vertedero alternativo para programar el futuro tras la clausura definitiva del actual.
■ Sellado del vertedero
Avanzando al ritmo de explotación del vertedero, el sellado de las zonas en las que se alcance
la altura definitiva debe acometerse con carácter inmediato para impedir que las aguas de lluvia penetren en la masa de residuos y produzcan
un mayor volumen de lixiviado del que es posible recoger en el sistema dispuesto. La vegetación
de taludes y plataformas, junto al encauzamiento de pluviales, de modo similar al sellado actual,
constituye una actividad fundamental para prevenir la erosión y restaurar el paisaje.
Situación actual del vertedero sellado.
Frente de explotación
Vertedero actual sellado
Futuro relleno sanitario
Vertedero actual sellado
Futuro relleno sanitario
49
6. Valoración y repercusión
6.1.Testimonios
Nombre: Erika Vega López. Edad: 23 años. Beneficiaria
de los programas y ayudas sociales del proyecto.
Nombre: Roberto José Ramírez Tóques, El Gato. Edad:
23 años. Topógrafo, empleado y formado por Tragsa.
“…No es lo mismo que hagan las casas allá
y que la basura siga siempre aquí. Ya no
nos van a llamar 'churequeros', nos van a
llamar 'las personas de la urbanización'…”
“El proyecto de La Chureca cambió mi vida,
aprendí cosas nuevas que me van a servir en
el futuro.”
Erika es una de las beneficiarias del proyecto de cooperación. Desde niña
ha convivido con la basura en un ambiente de pobreza, compaginando las
clases en la escuela con la recogida de basuras en el vertedero de La Chureca. Por cada dos o tres quintales de bolsas de plástico, conseguía unos
500-600 córdobas al mes (entre 16 y 20 euros) con los que contribuía a
la manutención familiar. Hace cuatro años, la decisión de desmantelar el
vertedero y crear un nuevo barrio supuso un cambio drástico en su vida.
Erika pasó de ser “churequera” a conseguir un trabajo, terminar secundaria y habitar una de las viviendas construidas en el barrio de Acahualinca.
Roberto llegó a La Chureca buscando trabajo en las obras del proyecto.
TRAGSA le contrató como peón y poco después le ofreció la oportunidad
de formarse profesionalmente como topógrafo. Aunque nunca imaginó
llegar a realizar un trabajo de estas características, hoy se siente integrado en la sociedad y espera que su comunidad pueda beneficiarse de su
aportación. Contribuir a ayudar a personas que han vivido 40 años en la
pobreza le hace sentir bien.
51
Nombre: Gilma Antonia Silva Castañeda. Edad: 88 años.
Alfabetizada a través de los programas socioculturales
del proyecto.
Nombre: Mayling de los Ángeles Sánchez Moreno. Edad:
27 años. Beneficiaria de los programas de capacitación,
alfabetización y salud.
“Antes aquí no podíamos caminar, todo esto
era un fangal… ahora por lo menos tenemos
carreteras…”
“Todo ha cambiado en La Chureca. Antes era
un basurero y ahora no... Nadie nos tomaba
en cuenta… y ahora es diferente, ahora
vamos a tener una casa digna.”
“Yo soy una anciana… yo no puedo trabajar
pero voy a ver cómo hago para poner un
negocito y mantenerme.”
“Nos han dado capacitaciones y hemos
aprendido bastante. Yo soy facilitadora del
YO SI PUEDO (programa de alfabetización)…
No sabíamos lo que es relacionarnos con
nuestros vecinos… la autoestima, cómo
vivir… pero nos han apoyado y seguimos
adelante, luchando”.
Mayling ha vuelto a La Chureca tras varios años y aprecia los grandes cambios
realizados en el barrio. Compagina el cuidado de sus cuatro hijos con su trabajo impartiendo clases de alfabetización en el marco de los programas sociales
promovidos por el proyecto. Se siente agradecida por las ayudas que recibe: vivienda, clases y asesoramiento, alimentos… está orgullosa de haber aprendido a vivir en comunidad, e imagina un futuro digno para su familia.
culadas al proyecto de cooperación, fabricando bisutería, vendiendo ropa, zapatos o cosméticos a su comunidad a través de un pequeño negocio, algo muy
alejado del futuro que imaginaba. Su hermano y su marido han conseguido un
trabajo en las obras y espera que los cambios en el barrio contribuyan a aportar una mayor calidad de vida en todos los aspectos.
Nombre: Óscar Santiago Pérez. Edad: 27 años. Titulado
en carpintería en la Escuela Taller de Acahualinca.
“Aquí no había un árbol… las casitas eran
totalmente de plástico y cartón. Gracias al
proyecto de desarrollo integral vino el apoyo,
se construyeron viviendas…”
“Gracias a ellos saqué mi carrera técnica que
es carpintería de la construcción y aprendí a
elaborar muebles, al diseño de una vivienda, a
trabajar la madera…”
52
“El proyecto realmente está generando
cosas positivas… está dando oportunidades
a la gente para que trabajen en el proceso
y se involucren en el cambio que se está
generando”.
Dolene vive con su marido y sus dos niños en La Chureca, donde se instaló hace
ya siete años. Actualmente participa en una de las iniciativas comunitarias vin-
Nombre: Rafael Antonio Alarcón Sánchez. Edad: 26
años. Peón de obra empleado por TRAGSA y beneficiario del proyecto.
“Estar en La Chureca era duro. En invierno el lodo
y el tufo, y en verano el polvo y el humo que lo
mataba a uno… pero hay que sobrevivir y uno
aguanta... Ahora que vino el proyecto de los
españoles, ha mejorado en gran manera. Nunca
imaginé que La Chureca iba a cambiar, que se
iba a ver verde… que se iba a sembrar.”
“…nos tratan mal porque uno vive aquí…
mientras que teniendo casa ya no nos van a
tratar como antes. Ya va a cambiar realmente
la sociedad.”
Nombre: Dolene Díaz Gaitán. Edad: 23 años. Beneficiaria de las iniciativas comunitarias de apoyo empresarial.
Tras enviudar hace ya cuarenta años, Gilma llegó a La Chureca para ganarse la
vida con la recogida de desechos. Apenas sacaba lo justo para comer y vestir,
saliendo adelante sola y sin otros medios. Hoy, a la espera de instalarse en su
nueva vivienda, esta anciana se alegra de los cambios que está experimentando su barrio y sólo tiene palabras de agradecimiento para todos aquellos que lo han hecho posible: los españoles, el Presidente de la República,
Elvira Reyes, las mujeres que le han ayudado a aprender a leer y escribir…
jóvenes que, al igual que Óscar, aprenden una profesión mediante los cursos de
albañilería, carpintería, electricidad y soldadura, impartidos en la Escuela Taller.
Además, Óscar participa en la integración de su vecindad como líder comunitario, siempre en contacto con el equipo de comunicación del proyecto que periódicamente ofrece información acerca de los avances conseguidos, y colabora en la concienciación de los vecinos.
Rafael llevaba veinte años acudiendo a La Chureca diariamente para recoger
basuras, con cuya venta subsistía a duras penas. Su vida ha cambiado drásticamente desde hace dos años gracias a que fue seleccionado por TRAGSA para
trabajar como peón en distintas obras asociadas al proyecto. Los cambios en el
barrio y las ayudas recibidas le animan a seguir adelante y confía en dar a sus
hijos una vida mejor, integrados en la sociedad y alejados de la marginación
que él mismo ha sufrido.
Nombre: Víctor. Edad: 60 años. Líder de la comunidad /
coordinador colaborador de AECID y la Alcaldía de Managua. Beneficiario del proyecto.
“Gracias a la Cooperación Española nosotros
vamos a poder dejarle algo a nuestros hijos…
Yo me siento muy alegre, motivado, nosotros
también cooperamos con el proyecto”.
Hasta hace sólo unos años Víctor se ha ganado la vida como churequero en
el vertedero, donde dos de sus siete hijos continúan recogiendo basuras.
Hoy colabora con el Ayuntamiento, junto a otros once líderes de la comunidad, realizando un seguimiento de los avances del proyecto a cambio de una
ayuda. Agradecido por su nueva vivienda, imagina una vida mejor cuando
se finalice y ponga en marcha la planta de reciclaje que les permitirá acceder a un trabajo decente.
Nombre: Silvia Castellón. Edad: 34 años. Alfabetizada a través de los programas socioculturales del
proyecto.
Óscar es uno de los estudiantes que han conseguido su titulación profesional
en la Escuela Taller de Acahualinca para la formación técnica de los jóvenes del
asentamiento. Tenía trece años cuando se instaló en La Chureca y de su época
de “churequero” recuerda la pobredumbre, la insalubridad, la falta de iluminación eléctrica… Un panorama muy diferente del que hoy pueden disfrutar los
“Me siento feliz porque voy a poder tener mi
casa. Mi vida va a cambiar definitivamente
porque ya no va a ser lo mismo estar en La
Chureca a estar en un lugar bueno.”
“…No tuve la oportunidad de estudiar, pero
vinieron a dar clases aquí en La Chureca, y
aprendí a escribir... ahora ya puedo poner mi
nombre y mis apellidos...”
Desde los trece años, Silvia ha sobrevivido en la miseria recogiendo botellas, papel y aluminio en La Chureca cuya venta le reportaba apenas 30 y 40 pesos diarios (1-1,5 euros). Los nuevos servicios socioculturales del barrio de Acahualinca le han permitido alfabetizarse y, gracias a la creación de la Escuela Taller,
Silvia puede ofrecer a sus cuatro hijos la oportunidad de estudiar que ella nunca tuvo. Algún día, espera verles convertidos en albañiles y carpinteros. Además
de la formación, otros beneficios para la población son la atención sanitaria, el
apoyo a jóvenes madres, un servicio de guardería para los hijos de los asistentes a la escuela-taller, y diversas acciones con enfoque de género y organización comunitaria. Silvia tiene un lema: Ayudar a la Juventud, concienciada de
que apoyar con formación y ayudas a los jóvenes del barrio contribuye a alejarles de las drogas y les brinda la posibilidad de un futuro mejor.
53
Nombre: José Manuel Mariscal Arroyo. Coordinador General AECID - Nicaragua.
“En representación de la Cooperación
Española en Nicaragua, me permito expresar
la enorme satisfacción de haber asumido el
compromiso, haber cumplido nuestras metas
y ponerle fin a una dramática situación de
exclusión, marginación, estigmatización y
pobreza extrema, en la que miles de personas
han vivido a lo largo de muchas décadas.”
tante transformación y mejora medioambiental que va a evitar la contaminación del Lago Xolotlán y aportará una mayor calidad de vida a la población de
zonas aledañas y principalmente del asentamiento de La Chureca.
José Manuel considera que, a la vista de los resultados, las acciones emprendidas en La Chureca reafirman el compromiso del pueblo y del Gobierno de España de seguir apoyando los esfuerzos de los nicaragüenses en la lucha de la reducción de la pobreza para una mejora en la calidad de vida de sus ciudadanos.
Nombre: Elvira Reyes. Codirectora del Proyecto de Desarrollo Integral del Barrio Acahualinca, Alcaldía de Managua.
“La población está restituyendo sus derechos,
su acceso a la educación, a la salud, a una
vivienda digna, a un medio ambiente sano
y saludable. Todo esto es producto de este
mega proyecto y del apoyo del Gobierno de
España, de la voluntad de nuestro Gobierno y
de la Alcaldía de Managua.”
“Sinceramente te digo que este proyecto es
un ejemplo que la Cooperación Española
podría exportar a Latinoamérica”.
José Manuel considera muy positivas las actuaciones realizadas. Señala la excelente coordinación del equipo participante, poniendo a disposición de la Alcaldía
de Managua la ingeniería a través de la empresa pública TRAGSA y a las ONGD´s
españolas en la parte social, y destaca cómo los instrumentos técnicos y financieros ofrecidos han contribuido a fortalecer la capacidad del Ayuntamiento para
afrontar el reto del cierre, la remodelación y reconversión del vertedero La Chureca.
Se muestra orgulloso del complicado trabajo desarrollado conjuntamente, principalmente porque los esfuerzos van a redundar finalmente en el beneficio de las
familias que han recuperado sus derechos ciudadanos y hoy disfrutan de nuevas oportunidades dentro de la sociedad. Reflexiona, además, sobre la impor-
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Elvira Reyes relata cómo era la situación inicial de La Chureca y los graves problemas ambientales y de salud que hacían imprescindible introducir un enfoque o componente ambiental en el proyecto integral de desarrollo, junto con
otros requerimientos socioeconómicos y de habitabilidad.
Para hacerlo posible, desde la Alcaldía de Managua se ha venido desarrollando un
arduo proceso de gestión en coordinación con el resto de instituciones participantes, formando una Comisión interinstitucional en la que están representados diferentes sectores, como la Comisión de Educación en la que participan el Ministerio
de Educación, la Alcaldía de Managua y organizaciones no gubernamentales, entre
las que se cuentan las ONG españolas. Además, se han suscrito diversos convenios
con otros actores institucionales, como es el caso de ENACAL (Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados), para el abastecimiento de agua potable, y el
INATEC (Instituto Nacional Tecnológico), colaborador en la creación de las escuelas taller. Elvira asegura que cuando el proyecto concluya, las instituciones estatales participantes seguirán desempeñando su importante papel habitual ya que la
línea estratégica del Gobierno de Nicaragua está enfocada a atender a la población
a través de las actividades propias de cada una de las instituciones.
Para Elvira el proyecto supone, ciertamente, un modelo de proyecto replicable a otros
barrios y ciudades, e incluso a otros países con necesidades similares. Aunque ha sido
desarrollado a nivel de distrito, se trata de un proyecto integral que puede ser redimensionado en función del tipo de áreas afectadas (medio ambiente, salud, educación y cultura, recreación, la lucha contra la violencia o contra la exclusión social, etc.).
Nombre: Ángel Gómez Nieves. Coordinador de Obras Tragsa.
“En un principio hubo muchos problemas
porque al mover la basura salía bastante
hierro y detrás que cada maquina había entre
quince y veinticinco personas recogiéndolo.
Esto suponía un peligro para la seguridad y
tuvimos que parar la obra un par de veces…
Todo se solucionó gracias a los contactos
entre la Alcaldía y AECID con los líderes de la
comunidad, quienes mediaron con los vecinos
y evitaron que la gente estuviera alrededor...”
Ángel reflexiona sobre el trabajo que aún continúa ejecutando en La Chureca y comenta algunos de los problemas y dificultades a los que ha debido hacer frente desde que en 2007 se realizó el proyecto preliminar para el sellado del vertedero. Cuando Tragsa llegó a Managua ya habían pasado un par de años y hubo que presentar
un nuevo estudio a la Alcaldía. Entre junio y octubre de 2009, se recibió el visto bueno y se comenzó a trabajar, pero surgieron problemas con la propiedad y hasta noviembre no se recibió la autorización para empezar. A partir de entonces, las obras
siguieron su curso de acuerdo a los plazos previstos, quedando todo concluido, totalmente instalado y probado en el nuevo vertedero y planta de reciclaje para principios de octubre de 2012.
Acerca de la experiencia, Ángel considera que ha sido muy positiva por el componente humano de la intervención y recuerda la permanente colaboración por parte
de la Alcaldía y de los pobladores de La Chureca. Piensa que se ha realizado una labor muy beneficiosa para los habitantes y, ver como vivían y cómo van a vivir a partir de ahora, le resulta gratificante. En su opinión, este es un modelo de desarrollo integral que habría que exportar a otros países pues contribuiría a alcanzar muchos de
los objetivos planteados en aquellas acciones encaminadas a mejorar la atención a
la población y su desarrollo.
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6.2. Valoración Final
La restitución de los derechos a la salud, a la educación, a una vivienda digna y a un medio ambiente
saludable de la población del barrio de Acahualinca
ha pasado por un proceso de gestión coordinada entre
los diferentes sectores a nivel institucional, las organizaciones no gubernamentales y las entidades, siendo la implicación y la colaboración entre los participantes una de las premisas para el éxito del proyecto.
En concreto, esta iniciativa ha logrado aunar los esfuerzos de las diferentes instituciones del Estado y
actores locales y agruparlos de cara a lograr un mismo objetivo, el desarrollo integral, dentro del cual se
contemplan aspectos diversos en las áreas de salud,
educación, cultura, recreación, lucha contra la violencia intrafamiliar, etc.
Como posibles lecciones aprendidas o mejoras de cara
a futuras intervenciones de este tipo, se han detectado las siguientes:
■ La importancia de la buena coordinación interinstitucional, tanto entre entidades públicas como
entre éstas y las entidades privadas.
■ La operatividad de la creación de una Unidad
Técnica del Proyecto (UTP) mixta, entre financiador y ejecutor.
■ La importante aportación, como ejecutores de
componentes específicos, de actores (ONGD) con
presencia en el área de intervención con anterioridad a la intervención.
■ La importancia de la comunicación permanente
de los avances a la población y la capacidad de
diálogo para la resolución de conflictos.
■ La necesidad de identificar a los “perjudicados”
de la intervención (acopiadores, intermediarios
en la cadena del reciclaje, etc.) y las soluciones
a adoptar para mitigar las consecuencias de esta
situación, integrándolos, en la medida de lo posible como beneficiarios del proyecto.
■ Importancia de la integralidad de la intervención.
■ La pertinencia de la ampliación de la zona de influencia del proyecto no sólo a un asentamiento concreto sino al barrio en el que está incluido.
■ La importancia de la implicación y la participación de los beneficiarios, desde la fase de identificación de los problemas hasta la fase del diseño de las soluciones.
■ El buen funcionamiento de la organización comunitaria y la relación con otras instituciones, a
través de “Comisiones”.
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AECID
Grupo Tragsa
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Calle Madonado, 58 - 28006 Madrid, España
Tel. +34 91 583 81 00/01/02 | [email protected] | www.aecid.es
Tel. +34 91 396 34 00 | [email protected] | www.tragsa.es
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