Detrás de la enfermedad de Chávez, sufrimiento, secretos y

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el mundo
| Viernes 8 de marzo de 2013
venezuela en vilo | las últimas horas de vida
Detrás de la enfermedad de Chávez,
sufrimiento, secretos y palabras finales
“Yo no quiero morir, por favor, no me dejen morir”, fueron las frases del presidente, según el jefe de la
Guardia Presidencial, que dijo que murió de un infarto; otras versiones indican que fue desconectado
Daniel Lozano
PARA LA NACiON
CARACAS.– “Yo no quiero morir,
por favor, no me dejen morir.”
Las últimas palabras de Hugo
Chávez son las de un hombre que
temía a la muerte, no las del mito
que crece hora tras hora al calor de
la despedida multitudinaria en Caracas. Palabras de rebeldía contra
el cáncer que padecía desde 2011:
un leiomiosarcoma en la vejiga se
escondía en su cuerpo, un tumor
maligno tan agresivo que los enfermos que lo padecen no superan los
dos años de esperanza de vida.
El jefe de la Guardia Presidencial,
José Ornella, era uno de los militares más cercanos a Chávez. Lo acompañó durante años de revolución.
También cuando le llegó la muerte
por un “infarto fulminante”, según
describió Ornella, que se encargó de
descubrir al mundo cómo expiró su
admirado líder, tal vez en el único capítulo transparente en su agonía.
El presidente, tras varios días en
estado crítico, fue desconectado a
las 15 de la ventilación asistida que
lo mantenía con vida, según dijo el
periodista Nelson Bocaranda. Sólo
aguantó hasta las 16.25. “No podía
hablar, pero lo dijo con los labios. El
cáncer que estaba bastante avanzado lo venció”, explicó Ornella.
Una historia contada en pequeños
y atrevidos capítulos por periodistas
como Bocaranda, bajo el oscurantismo y las mentiras del gobierno. Fue
un dolor de rodilla en los primeros
meses de 2011 el que advirtió que
algo no iba bien con su salud. Ya en
esos días Chávez no quiso creer a dos
médicos que le advirtieron de la gravedad de su mal.
Continuó su agenda hasta que
en junio de ese año, en La Habana,
apareció el comandante de la revolución cubana. “No fue difícil para
Fidel darse cuenta de algunos malestares, que yo había venido tratando de disimular desde semanas
atrás. Fue así como se detectó una
extraña formación en la región pélvica, que ameritó una intervención
quirúrgica de emergencia”, describió el propio Chávez.
Los médicos cubanos fallaron en
su primer diagnóstico: no se trataba
de un absceso pélvico. En la segunda
intervención, el 20 de junio de 2011,
se le extrajo un tumor como “una
pelota de béisbol”, que ya había sobrepasado el interior de la vejiga. Se
cree que en esa operación se le quitó
todo el órgano.
La estrategia gubernamental ya
“No fue difícil para
Fidel darse cuenta de
algunos males que
trataba de disimular”,
dijo Chávez antes de
ser operado por
primera vez
estaba en marcha. Se decretó el secreto de Estado, a imagen y semejanza del aplicado en Cuba desde 2006
con la enfermedad de Fidel. ¿Por
qué? Maduro confesó en diciembre
que la información sobre la enfermedad siempre estuvo determinada
por la “lucha de ideas”. Una batalla
política que contemplaba las elecciones presidenciales a un año vista.
Y una dolencia que afectaba directamente al “superhombre” Chávez.
Así se mantuvieron en secreto
el tipo de cáncer, los órganos afectados, las operaciones quirúrgicas
realizadas, la extensión y metástasis
por el cuerpo. El país se defendió del
oscurantismo desplegado por el go-
bierno con rumores que durante 21
meses tomaron sus calles.
El 23 de septiembre de 2011, Chávez
acabó la quimioterapia y se declaró
“libre de cáncer”. No era verdad. En
febrero del año siguiente, volvía a
ser intervenido en La Habana de la
primera recidiva en la misma zona
afectada. Más radioterapia, más
tratamiento y siempre el manejo
informativo. Los primeros médicos
que atendieron a Chávez conocían
el avance de la enfermedad.
Pero Chávez, y la revolución, se enfrentaban a unas elecciones generales, que, por primera vez en 13 años,
podían perder. El opositor Henrique
Capriles recorría el país entre el fervor de la gente. Debilitado por el cáncer, Chávez apuró el paso.
La fotografía bajo la lluvia, al final
de su último mitin en Caracas, es la
de un hombre acosado por el dolor.
Una imagen que para muchos puede
convertirse, con el tiempo, en la fotografía símbolo del comandante.
Fue una victoria, aquel 7 de octubre, que jamás pudo disfrutar. Unas
elecciones a las que concurrió con
una promesa imposible: que estaba
“totalmente libre de cáncer”.
Los mismos expertos médicos
desaconsejaron la última operación
en La Habana. Sólo se podía paliar
el dolor. Comas inducidos por el dolor, insuficiencia respiratoria aguda
y paros respiratorios, con traqueotomía incluida, se fueron sucediendo
mientras el oficialismo inventaba
discusiones “de viva voz”, reuniones
maratónicas de cinco horas y un viaje de retorno en la madrugada “por
seguridad”.
La gran mentira, tantas veces repetida, es que Chávez se mantuvo al
frente del gobierno, algo imposible
para un enfermo en estado crítico.
La historia se encargará, o no, de
absolver a políticos como Nicolás
Maduro.ß
En 14 años
de gobierno,
insólitos
cambios
Chávez renombró al
país e instauró un
nuevo huso horario
Néstor Rojas Mavares
AGENCiA DPA
Todas las edades en la procesión para ver a Chávez
Dos versiones
sobre la muerte
Aún no fue informada
oficialmente su causa
“Murió de un infarto”
El jefe de la guardia presidencial, general José Ornella, dijo a la agencia AP que
el presidente “murió de un
infarto fulminante’’. Justo
antes, si bien no podía hablar, Ornella relató que
Chávez “dijo con los labios
«yo no quiero morir, por favor no me dejen morir»”
“Lo desconectaron”
En su blog, el periodista
Nelson Bocaranda, reveló
que desde el 22 de febrero
se tenía “la intención de
quitarle a Chávez la ayuda
mecánica respiratoria, dado el empeoramiento de su
salud. Hubo divergencias
entre la madre y las hijas
de Chávez, agobiadas estas
últimas por la enfermedad.
Tras reuniones con Maduro y Cabello, decidieron
desconectarlo el día 5”
ap
CARACAS.– Durante 14 años en
el poder, Hugo Chávez se dedicó
a cambiar no sólo las estructuras institucionales, sino que tuvo paciencia para implementar
cambios extravagantes, como el
nombre de Venezuela, la moneda
y el huso horario, y también ordenó la exhumación de los restos del
libertador Simón Bolívar.
Los cambios comenzaron en
febrero de 1999, cuando asumió
la presidencia tras las elecciones
que ganó sobre unos partidos políticos tradicionales en derrumbe, y
propuso una Asamblea Constituyente como punta de lanza de la
demolición institucional.
Quedó en la memoria una discusión que tuvo con su hija menor, Rosinés, sobre la imagen del
caballo que aparece en el símbolo
patrio de las monedas. Le dijo que
debía mirar a la “izquierda”, por su
tendencia política.
El proyecto de Carta Magna que
presentó a la Asamblea Constituyente proponía el cambio de República de Venezuela por el de República Bolivariana de Venezuela,
que fue aprobado por una mayoría
abrumadora. Después de su primera reelección, en 2006, acordó
introducir un prefijo al nombre
de los ministerios. Entonces, el
Ministerio de Relaciones Exteriores pasó a llamarse Ministerio del
Poder Popular para las Relaciones
Exteriores.
En 2009, el gobierno decidió eliminarle ceros a la moneda nacional, el bolívar, y la nueva denominación se llama “bolívar fuerte”,
que ya sufrió dos devaluaciones.
También encargó un estudio
sobre el uso de la luz solar, y el
Ministerio de Ciencia y Tecnología sugirió que para que los niños
aprovecharan más tiempo del día
la solución era retroceder en media hora el huso horario, por lo que
ahora la diferencia del país con el
GMT es de cuatro horas y media.
Hace dos años, un equipo de especialistas nombrado por Chávez
realizó una exhumación de los
restos de Bolívar, con la idea de
determinar la causa de su muerte. Chávez dijo estar seguro de que
Bolívar, que murió en 1830, falleció
envenenado por una conspiración
de sus enemigos. Tras el estudio,
presentó lo que consideró que era
el rostro más cercano a la realidad
de Bolívar, una composición digitalizada con rasgos tradicionales
venezolanos.
Analistas dijeron que la verdadera razón de todos los cambios
promovidos por Chávez era la
consolidación de una nueva hegemonía, con ética y referencias
propias. La lucha constante del
fallecido mandatario fue para que
los venezolanos olvidaran la etapa democrática entre 1958 y 1998,
previa a su gobierno.
Chávez solía decir que en ese
tiempo el país era una colonia de
Estados Unidos, que no había democracia y que los burgueses se
robaban los recursos del pueblo
provenientes del petróleo.ß
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