Trabajo nocturno y problemas de salud de los trabajadores

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> JURISPRUDENCIA COMENTADA
Trabajo nocturno y
problemas de salud
de los trabajadores
Carlos Mondragón Heredero, abogado. Dpto. Laboral AGM Abogados.
l Tribunal Superior de Justicia de CastillaLa Mancha determina, en su sentencia
de 27 de julio de 2005, que un trabajador con problemas médicos para desarrollar su trabajo en el turno de noche de una empresa con turnos rotatorios no tiene derecho a que
se le exonere de realizarlo.
E
El supuesto de hecho analizado por el Tribunal en la citada sentencia, se refiere a la solicitud
de cambio de turno (de rotatorio a turno fijo de
mañana) de un trabajador diagnosticado médicamente de fibriomialgia, con fatigas musculares
y astenia matutina. En concreto, el trabajador era
ordenanza de un organismo público abierto las
24 horas del día y en el cual los trabajadores realizaban turnos rotatorios de mañana, tarde y noche, todos ellos de ocho horas de duración. Al
padecer dicha enfermedad, el trabajador decide
solicitar ante la jurisdicción social que la empresa
le exonere de realizar el turno de noche, pudiendo asignarle, en cambio, al de mañana o tarde
indistintamente.
Señala el Tribunal, para rechazar la solicitud
de cambio de turno del trabajador, que el artículo
25 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales
lo que prohíbe al empresario es emplear a trabajadores especialmente sensibles a determinados
riesgos en puestos de trabajo que puedan causar
daños a su salud o integridad física, considerando
que dicha referencia a los puestos de trabajo, no
puede, en ningún caso, hacerse extensible a los
turnos de trabajo.
Así, dictamina el Tribunal, que el artículo 25
de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales,
apartado primero, está destinado a proteger a trabajadores con características personales singulaGestión Práctica de
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Riesgos Laborales
res, con estado biológico particular, o en una situación de discapacidad física, psíquica o sensorial, situaciones todas ellas que los convierten en unas
personas «especialmente sensibles» a los riesgos
del trabajo, ya sean generales o específicos.
Con el Estatuto
de los
Trabajadores
se regulan
los horarios
nocturnos, los
turnos y el ritmo
de trabajo para
los empleados
en los que estas
circunstancias
influyan en
su salud
Estos trabajadores, de conformidad con lo
dispuesto en el citado artículo, deben ser rodeados de las medidas preventivas pertinentes y dotados de los medios de protección necesarios, en
función del tipo de trabajador, de sus características psicofísicas y de la finalidad de la tutela de la
salud; y además, no pueden ser empleados en
aquellos puestos de trabajo en los que, a causa
de sus características personales, estado biológico
o por su discapacidad física, psíquica o sensorial,
debidamente reconocida, puedan ellos, los demás trabajadores u otras personas relacionadas
con la empresa ponerse en situación de peligro.
Del mismo modo, el artículo 25 de la Ley de
Prevención de Riesgos Laborales, obliga a la empresa a tener en cuenta los aspectos que hacen
especialmente sensible al trabajador frente a los
riesgos de su trabajo a la hora de la evaluación de
riesgos laborales, y también le obliga a adoptar las
medidas preventivas y de protección necesarias.
Así, una interpretación literal de este artículo,
dice la sentencia, no deja lugar a ninguna duda:
viene a prohibir la ocupación del trabajador en un
puesto de trabajo que signifique perjuicio para su
salud; de tal modo que el empresario estará obligado a cambiar al trabajador a otro puesto de trabajo en el que no concurran los elementos de
riesgo para su salud. Ahora bien, ello no puede ser
interpretado como una obligación de cambiar el
turno de trabajo. Ello es así, señala el Tribunal, por
que además de ser éste el resultado al que nos
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lleva la interpretación literal del precepto, según las
reglas de interpretación de las normas jurídicas establecidas en el artículo 3.1 del Código Civil, es
preciso tener en cuenta dos razones más.
Por una parte, la posible afectación a otros
trabajadores de la misma categoría con los que el
trabajador pueda compartir la rotación de turnos
en el mismo puesto de trabajo, que de ese modo
verían aumentados el número de días a realizar el
turno de noche, con el consiguiente perjuicio personal y profesional.
Y por otra, que la facultad de distribución del
trabajo en turnos se integra dentro del poder de
organización y dirección del empresario, a quien
corresponde decidir el modo de estructurar y organizar el mismo para prestar el servicio que pretende; siendo necesario adoptar un modo de organización empresarial que permita satisfacer la
finalidad para la que fue creado el servicio, respetando, en todo caso, el derecho a la limitación de
la jornada de los trabajadores.
Por lo tanto, reitera la sentencia, el trabajador
demandante no puede pretender, ni siquiera en
atención al legítimo derecho a la protección de su
salud frente a las consecuencias derivadas de la
rotación en el trabajo (legítimo derecho que, en su
caso, podría hacer valer a través de otros mecanismos jurídicos, pero no mediante la pretensión que
demanda en este procedimiento) consistente en
la exención de realizar el turno de noche.
En el mismo sentido se pronunciaba ya la
sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 24 de marzo de
1999 o la del propio Tribunal Superior de Justicia
de Castilla-La Mancha de 1 de julio de 1999. Así,
en esta última sentencia, que trataba el supuesto
de un trabajador afectado por síndrome de apnea
obstructiva del sueño e hipersomnolencia diurna,
se puede comprobar cual es el mecanismo jurídico adecuado cuando en las empresas existan trabajadores con problemas de salud concretos que
se vean afectados por la realización de turnos de
trabajo nocturnos.
Así, supuestos como el resuelto en la sentencia analizada, deberían reconducirse a lo dispuesto en el artículo 36 del Estatuto de los Trabajadores, disposición que regula el trabajo nocturno, el
trabajo a turnos y el ritmo de trabajo. Este precepto, en su apartado cuarto, establece que los traba-
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Las empresas
están obligadas,
por la LPRL, a
tener en cuenta
los aspectos
que hacen
especialmente
sensible al
trabajador frente
a los riesgos
de su puesto,
además deben
adoptar las
medidas
preventivas
y de protección
necesarias
jadores nocturnos a los que se les reconozcan
problemas de salud ligados al hecho de su trabajo nocturno tendrán derecho a ser destinados a
un puesto de trabajo diurno que exista en la empresa y para el que sean profesionalmente aptos.
El cambio de puesto de trabajo, señala el artículo,
debe llevarse a cabo, en todo caso, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 39 y 41 del
propio Estatuto de los Trabajadores, es decir los
preceptos reguladores tanto de la movilidad funcional como de las modificaciones sustanciales
de las condiciones de trabajo. Ahora bien, como
ya se ha dicho, ello no significa que el trabajador
tenga derecho a obtener, en su mismo puesto de
trabajo, un turno de trabajo fijo, o bien que se le
vaya a exonerar de realizar el turno de noche, sino
que lo que realmente se produce en la situación
regulada en éste artículo, es un cambio de puesto
de trabajo, que esta vez será sólo diurno, y bien
ya sea éste de la misma categoría profesional del
trabajador o no, eso sí, siempre y cuando el mismo se lleve a cabo, por la empresa, respetando
los parámetros legales establecidos en los artículos 39 y 41 del Estatuto de los Trabajadores.
Para concluir, podemos señalar que, tal y como señala la sentencia del Tribunal Superior de
Justicia de Castilla-La Mancha de 27 de julio de
2005, los trabajadores con problemas de salud
debidos a la realización de determinados turnos
de trabajo, o bien cuyo estado pueda verse agravado como consecuencia de la realización de turnos rotatorios o de determinados turnos de trabajo, principalmente nocturnos, no tienen derecho a
no realizar aquellos turnos que les causan problemas de salud. Ello es así, como ya se ha dicho,
porque el artículo 25 de la Ley de Prevención de
Riesgos Laborales tan solo prohíbe al empresario
emplear a trabajadores especialmente sensibles a
determinados riesgos en puestos de trabajo que
puedan causar daños a su salud o integridad física,
siendo dicha referencia a los puestos de trabajo,
en ningún caso, extensible a los turnos de trabajo.
Ahora bien, en virtud de lo dispuesto en el artículo 39 del Estatuto de los Trabajadores, sí que
tendrían derecho a un cambio de puesto de trabajo sólo diurno, si es que existe en la empresa, y
siempre y cuando dicho cambio se lleve a cabo
dentro de los límites y requisitos establecidos tanto para la movilidad funcional como para las modificaciones sustanciales de las condiciones de
trabajo en los artículos 39 y 41 del Estatuto de los
Trabajadores.
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