8-PC-CE-12 CAMARA SEGUNDA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA

Anuncio
8-PC-CE-12
CAMARA SEGUNDA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO: San
Salvador a las ocho horas del nueve de julio de dos mil doce.Por recibida demanda de proceso civil declarativo común de indemnización de daños y
perjuicios, presentada por el Licenciado MARCIAL ROBERTO HERNANDEZ CHAVEZ,
apoderado del señor RAUL ERNESTO SERVINO, en contra del señor CARLOS MAURICIO
FUNES CARTAGENA, y subsidiariamente en contra del ESTADO DE EL SALVADOR.De conformidad al Art. 277 y 278 CPCM, esta Cámara al hacer el examen de
admisibilidad y procedencia de la demanda, CONSIDERA:
En la demanda interpuesta el Licenciado HERNANDEZ CHAVEZ manifiesta que los
daños y perjuicios los reclama en base a la sentencia de amparo 569-2001 de las quince horas y
cuarenta y cuatro minutos del doce de noviembre de dos mil cuatro, mediante la cual la Sala de lo
Constitucional de la Honorable Corte Suprema de Justicia, declaró ha lugar el amparo solicitado
por el Mayor RAUL ERNESTO SERVINO, en contra de la Orden General Suscrita por el
presidente de la República en su calidad de Comandante General de la fuerza Armada, por medio
de la cual se ordenó su baja, habiéndosele violentado los derechos de audiencia, estabilidad
laboral y defensa del mayor RAUL ERNESTO SERVINO.
Sobre los hechos expuestos por el demandante, esta Cámara considera pertinente hacer el
siguiente esbozo:
Partiendo que en todo proceso contencioso intervienen dos partes: una que pretende en
nombre propio o en cuyo nombre se pretende la actuación de una norma legal, y otra frente a la
cual esa actuación es exigida. Sin embargoaquel que invoca la aplicación concreta de una
determinada norma, ha de gozar de una determinada idoneidad, o sea, una especial situación, y de
igual manera su contraparte, respecto de quien debe existir una vinculación idónea con el objeto y
la causa de la pretensión, quedando así configurada debidamente la relación procesal por aquellos
titulares o pretendidos titulares de los derechos materiales discutidos en el proceso.En ese sentido, para los casos de responsabilidad por daños y perjuicios causados por
actos provenientes de funcionarios públicos, el Art. 245 CN establece: “””Los funcionarios y
empleados públicos responderán personalmente y el Estado subsidiariamente, por los daños
materiales o morales que causaren a consecuencia de la violación a los derechos consagrados
en esta Constitución.”””””
En virtud de la relacionada disposición, en la responsabilidad por daños y perjuicios, por
violaciones a derechos constitucionales, el extremo pasivo de la relación procesal, está llamado a
integrarse por la persona del funcionario público de cuya autoridad emane el acto constitutivo de
violación constitucional, y en segundo lugar, por el Estado de manera subsidiaria.
Al analizar si en el caso de marras se han cumplido estos presupuestos, es necesario
plantear que existen diferencias entre la naturaleza y el origen mismo de la responsabilidad de los
funcionarios y la responsabilidad del Estado; y que además, a estas diferencias intrínsecas
obedece la forma en que debe plantearse concretamente la demanda, para entender que la relación
procesal pretendida, está integrada por los sujetos procesales legítimamente llamados para
conformarla.
Los funcionarios públicos, responden personal y directamente, es decir, con su persona y
bienes por sus actos contrarios a las disposiciones constitucionales. Sobre estos recaerá una
culpa subjetiva propiciada por la extralimitación o incumplimiento irregular de sus atribuciones,
así como, por negligencia inexcusable, ausencia de potestad legal, malicia o previsibilidad del
daño; ya que el funcionario es parte importante de la estructura estatal, y tiene el deber de
desempeñar su cargo o atribución ajustándose a los preceptos constitucionales, tal y como lo
prescribe el artículo 235 de la Constitución; el violentar un derecho constitucional de manera
dolosa o culposa, inexorablemente deviene en responsabilidad personal del funcionario, por lo
que afirmamos que la responsabilidad del funcionario siempre será responsabilidadsubjetiva.Por el contrario, la responsabilidad del Estado, siempre será estimada como
responsabilidad objetiva, pues surge en razón de la sola existencia de un daño, prescindiendo
en absoluto de la conducta que lo generó; es decir, el Estado incurre en este tipo de
responsabilidad no por un hecho o acto propio doloso o culposo, pues el Estado es un ente creado
artificialmente por el derecho, sino por la existencia misma del daño a un gobernado.
Sentadas estas bases, afirmamos que la responsabilidad que el demandante atribuye al
presidente CARLOS MAURICIO FUNES CARTAGENA, debe emanar de actos personalmente
ejecutados por dicho funcionario, ya que como se dijo, este tipo de responsabilidad ES UNA
RESPONSABILIDAD SUBJETIVA,
Por esta razón esta Cámara considera que en el caso de autos, la relación procesal
planteada, no se encuentra debidamente configurada en virtud de que el acto violatorio a los
derechos constitucionales del demandante, y en consecuencia la responsabilidad subjetiva
por dicho acto no es atribuible al demandado señor FUNES CARTAGENA.
Lo anterior es así, en virtud que el señor CARLOS MAURICIO FUNES CARTAGENA,
asumió el cargo de presidente de la república y comandante general de las fuerzas armadas, hasta
el día uno de junio de dos mil nueve; y la orden general de destitución del demandante la cual
constituyó el acto violatorio a sus derechos constitucionales, fue suscrita el día treinta y uno de
octubre del año dos mil, fecha en la cual el señor FUNES CARTAGENA, no ostentaba el cargo
por el cual hubiese afectado los derechos que se le atribuyen, razón por la cual, aún y cuando en
la sentencia de la Sala de lo Constitucional se declaró que quedó expedito el derecho de
promover proceso de responsabilidad civil en contra del Presidente de la República, debe
entenderse que tratándose de una responsabilidad subjetiva por actuaciones propias del
funcionario, la Sala de lo Constitucional se refirió al Presidente de la República que
efectivamente suscribió la destitución del Mayor SERVINO.
Por lo tanto, en virtud de lo prescrito claramente en el Art. 245 CN, concluimos que ante
cualquier daño producido a los particulares por violación a derechos constitucionales, la
responsabilidad será del funcionario personalmente por los actos que por sí mismo realice,
sin perjuicio de la responsabilidad subsidiaria del estado objetivamente por el daño producido;en
el caso de marras no se ha demandado a aquellos legítimamente llamados para oponerse a
las pretensiones del demandante, ya que se atribuye responsabilidad subjetiva o personal, a
un funcionario que no fue quien dictaminó los actos violatorios a los derechos del
demandante.Por lo tanto, advirtiéndose la falta de legitimidad en el extremo pasivo de la relación
procesal planteada en la demanda, lo cual constituye un defecto insubsanable de la pretensión, de
conformidad al Art. 277 CPCM, esta Cámara RESUELVE:
RECHAZASE LA DEMANDA POR SER IMPROPONIBLE.Tome nota la oficialía mayor de esta Cámara, de lugar señalado para notificaciones, y
oportunamente archívese el expediente.-
PRONUNCIADA POR LAS SEÑORAS MAGISTRADAS QUE LA SUSCRIBEN.-
Descargar