hipoteca. la escritura pública en la que se constituye, para

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195625. I.1o.C.18 C. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo VIII, Septiembre de 1998, Pág. 1169.
HIPOTECA. LA ESCRITURA PÚBLICA EN LA QUE SE CONSTITUYE, PARA
GARANTIZAR EL POSIBLE INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES
DERIVADAS DE UN CONTRATO DIVERSO, NO ES TÍTULO EJECUTIVO. De acuerdo
con lo dispuesto en el artículo 1391, fracción II, del Código de Comercio, el juicio ejecutivo
tendrá lugar cuando se funde en documentos que traigan aparejada ejecución, como lo son los
instrumentos públicos. Sin embargo, no puede partirse de la anterior premisa para concluir
que todo documento público es idóneo para fundar la acción ejecutiva, pues es indudable que
debe estar formulado con arreglo a la ley, supuesto que para la procedencia de la vía ejecutiva
mercantil no basta que el documento sea público, o que siendo privado haya sido reconocido
ante notario o ante la autoridad judicial, sino que es necesario que la deuda que en él se
consigne sea cierta, exigible y líquida, esto es, cierta en su existencia y en su importe y de
plazo cumplido, sin que pueda despacharse ejecución si el título no contiene en sí la prueba
preconstituida de esos tres elementos. Así, la simple inserción en una escritura pública de un
contrato privado, en el que se contiene un crédito en favor de una de las partes, sin que se
ratifique por los que intervinieron en él, no puede agotar la exigencia de que se haga el
reconocimiento expreso de una deuda ante el fedatario, de tal manera que sea del propio
instrumento del que se desprende que ésta es cierta, líquida y exigible, pues al remitirse a
actos celebrados por terceros, no puede constarle al notario el comportamiento que han tenido
las partes en los mismos respecto de las obligaciones que contrajeron. Por tanto, si en una
escritura pública una persona constituye una hipoteca para garantizar el cumplimiento de las
obligaciones que contrajo otra con una tercera, contenidas en un contrato privado celebrado
entre estas últimas, es indudable que esto se traduce en una garantía para el posible
incumplimiento, a futuro, de ese acuerdo de voluntades. Luego entonces, los derechos de la
parte acreedora, resultan controvertibles, dado que la exigencia para hacer efectiva la
garantía establecida, depende de la demostración del incumplimiento de la obligación
principal, por lo que no puede afirmarse que se esté ante una deuda cierta, líquida y exigible
por ser de plazo cumplido, y al no reunir la escritura pública otorgada en estos términos, los
requisitos que son necesarios para constituir título ejecutivo, no puede sustentar la vía
ejecutiva mercantil.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 288/98. Neles Jamesbury Inc. 25 de junio de 1998. Unanimidad de votos.
Ponente: María del Carmen Arroyo Moreno. Secretario: Agustín Arroyo Torres.
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