Discurso del General Pedro Nel Ospina, Presidente del Congreso

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EN LA POSESION DEL
. SR. SUAREZ
,JDii!IiT'E DE CO;LOMBIA-
DE 1918
1I EL ACTO DE POSESIOI
DEL
DE LA REPUBLICA
DEL GRAL. PEDRO NEL OSPIlU.
_
,Il
Di. I&(:abáis de hacer. salido de
doebllrdan la voluntad y el eoAlo81bte .. bien y patriota de verdad,
.~ibltl de ..:atamiento y MIl-
B4túblice,
;0. 41li1u:D8 agrupwP8 ,.M.
==~ elltr utJ*"
-4lista y avan1ada, expansiva y discreta, fecunda y tollerante
tan reñida con las empresas deprimentes y corruptoras
la dictadura
como con las turbulentas bacanales de la
.
magogla.
A este elevado puesto, el más alto y de mayores
ponsabilidades que, como culminación de honor, pero
propio tiempo como campo de acción, puede un pueblo
bre y generoso ofrecer al ciudadano a quién más debe y
quién más espera, llegáis en hora crítica y luctuosa, en
dio del estruendo de una orgía de destrucción y de IUd.,,,,,_
za que llena el mundo con sus estragos y tiene como paralizada toda acción que no sea para la obra nefanda,
suspenso las almas estupefactas. Os aguardan días de lal)or
agobiadora y noches de torturantes preocupaciones para
de atenuar los daños que en todo orden de actividades
causando a nuestra Patria esa locura de universal exterminio; y de prepararnos para adaptarnos digna y provechosa_
mente a las exigencias y corrientes de la nueva, extraña situaci6n que surgirá en el mundo entero, en el momento en
que se imponga el silencio solemne que ha de seguir al rugido ensordecedor de los cañones.
La confianza que abriga el pueblo colombiano de que
lograréis hacer lo más y 10 mejor posible en tan desconcertante situación, nace del conocimiento que tiene de vuestras
capacidades morales e intelectuales, de vuestra lealtad a 108
principios y de vuestros hábitos dé intenso pensar y de acción sostenida, animados siempre, cuando del servicio público se ha tratado, por el espíritu de abnegaci6n y sacrificio, que es la raz6n máxima de vuestro prestigio polftico, el
que s610 sustentado por esa base puede ser permanente en
pueblos, como el nuéstro, conscientes de SUB destinos. Y
porque así confía en vos y conoce la magnitud de la tarea
que os encomienda, sabe que habréis de rodearos, con_
luntad incontrastable y perseverante, de colaboradOftll ~
nentes por esas mismas excelsas condiciones, que u egurea
el éxito de las iniciativas de vuestra admimsbaci.sa.,.
diten el decoroso renombre de la Patria, del
proclam6 digno de esta exaltaci6n y de VOll aIeaIo,.
ta auténtico
ejemplar
.:y===
Este
partido ysabe,
como envidw>~e;de;:a~u~.=.=~~;
a todos
berlo, que el prestigio en la Ivaba por la
den asegurárselo ni las arengw dIt _~....
galndistal, ni los arranques de ...
-5hombres en el poder; que si es verdad, según la honda
de un pensador moderno, que los dogmas políticos se
InIJO~len por las esperanzas que hacen nacer, no por los ra1I~~~:~~e;t~:: que invocan, no lo es menos que en la obra
~I
y tesOflera es donde se ganan los laureles inmarcellib1es y que es ella la que convierte en varoniles resaludoaquellas esperanzas de los pueblos.
La nación entera, de que soy oscuro intérprete y vocomo Presidente de la corporación en que ella tiene su
alta y genuina representación, animada por vuestras
¡JaIabras de magnánimo ardimiento patriótico, os rodea y
~:~~: en esta bora y espera, al confiaros sus destinos, que
ti
servirla como ella merece ser servida y como a vos,
vuestras capacidades, os es dado, afortunadamente, ha~elrlO!~~~,~~~¿~qué es gobernar sino servir?
~
años, que parecían destinados a no acabar,
contiendas fratricidas que, empobreciéndonos y desacre~::::~ nos han mantenido en ignominioso atraso y en
pa
de manicomio, reinan por fin en las almas de
~=1:1os: buenos colombianos la certidumbre de que las
J.
de la yiolencia son no sólo estériles sino profundamente desmoralizadoras en la vida evolutiva de los pueblos
ia-eon6uza ea las a que se llega bajo la égida de la paz
Iat . . del convencimiento y de la competencia en la
lIOIrión civil es - DO vacilo en afirmarlo enfáel más a~ab)e paso que haya dado nuestro
de su engraadecimiento y bienestar. Sus
DO han tardado en sentirse en todo orden de ideas
cada día que pasa, va felizmente, alejándo, de tenebrosa borrasca, en que por tanto
sin thn6n y sin brújula.
_urgilBiento que por doquiera se
sobrio.. y de una fe fartifide la bOl'a preaseanos llaman los dede en nuestra ¡¡¡dad
agotadora poso&a. CID
~~d....
50-
• 11 . . . .. . .
-6espléndido, los negros surcos que en mala hora re~~ó s:¡nR~rl
de hermanos. Privilegio éste tan valioso y en.nolbl,ecc~d(,.
que bien podemos parangonarlo con ventaja con el engr:an.
decimiento material que han alcanzado otros
nuestra raza en este hemisferio en que no es dificil 5C:I~alla
elocuentes ejemplos de los que quedaron,
al parecer, bajo el yugo de los gobiernos personalistas o
círculo, desenlace fatal de la anarquía producida por la gu
rra civil crónica y que enfermos de incurable quebranto moral, han perdido, con sus libertades tutelares, hasta la noción de su dignidad, y ya no se ve cómo o cuando
rescatar lo que les pertenece y llegar a vivir vida de pueblos
libres.
Aquel tesoro de las libertades bien entendidas y practicadas y de la fe cristiana sincera y rectamente aceptada,
es, con la holgura material, in~pirador dondequiera de los
sentimientos de dignidad e independencia que sirven de antemural contra el peligro de las dictaduras o de las oligarquías, cuyo germen no se extirpará del todo, en pueblos de
nuestra raza, sino cuando la fe en los principios, fortificada
por la honrada y sostenida práctica de éstos en el Gobierno, haya desvanecido en el alma gregaria de las multitudes,
sacadas ya de las tinieblas de la ignorancia y de las torturas
de la escasez, aquella noción primitiva y perturbadora-que
las hace dóciles instrumentos de los ambiciosos sin escrúpulos - del caudillo irresistible y omnipotente o de la clase
privilegiada, sedimento de la mentalidad de Jejanas edades
de aislamiento y barbarie.
N uestro pueblo, cristiano y digno, goza, como de realidades benéficas, de las libertades consignadas en su Carta
Fundamental"de la cual diría yo, si me fuera permitido en
esta ocasión emplear un tecnicismo profesional, que ha llegado a representar, para bien de todos, e} ángulo de reposo de Ja República, y sin desatender el cultivo de
la custodia solícita de esas IibertadC"S, que para h.... . " .
os entrega intactas y prestigiadas la administracWp qiteha
precedido a la vuestra y que nada puede. ~_ ........
tras manos, aspira a que en el orae. 18abeiial te
ne y conduzca poi' senderos de
con el estímulo - 001110 prenda de
visaras disposiciones y
lo lleven a la prosperidad
yo
quilo el llJMao
-.1'
-'1de opulentas riquezas naturales, que es ya la hora de que
sean aprovechadas por nosotros al amparo de la paz, de la
liberad y del orden conquistados a costa de tan grande sacrificio. Así hallarán empleo remunerador las capacidades
de iniciativa y producción que, convenientemente educadas,
hemos de aplicar a esta lucha por la vida entre los pueblos
del orbe terreste, lucha que no nos es dado rehuír por más
_mpo y que, si rehuída o emprendida y sostenida con deficiencia de preparación o de fuerzas de resistencias, puede
aonli.unos a un fracaso de que probablemente saldrían
afectadas nuestra soberanía y aun nuestra vida autónoma;
peligro tant¡> mayor cuanto mejor conocidas por los demás
_
aquellas ventajas y nuestra incapacidad para explotarlas T para defendemos, en una hora de la historia en que
la ClDClicia feroz que en aquella brega anima a los fuertes no
lRIIlDnocz más valla que la fuerza misma a que ellos apelan.
Ji)e la verdad innegable de esta aserción, acaso al parecer
elIIIFfBda, habla el mudo dolor sin alivio de nuestros cora_ _ _ patriotas.:. .•
u\q"ella aspinu:i6a, aparecida como luz de amanecer
-Ia¡a caabres del pensamiento nacional, ha invadido ya
al_ s y llegado a precisar lo que era vago, a mu4aIi eau_ pa-aosa 10 .que era deseo y a suscitar así fuerzas
.,.,... I F ., propósitos hondos y callados en la conciencia
. de lluCIII:to pueblo- Darse cuenta de esa corriente.
su intensidad y dirección y encauee deber del estadista y
a que en el caso nuéstro ha de atencuanto más largo ha sido el
y la perplejidad. No hay en
1IIfI--
¡
¡=;::~:iM_'
nacionales
obra
óptima
_ . . JlbdeMlTOllD
de UDa
aspiración
_ .piarnan a si miamos
tIel GobiarRo.lÓlo
10gruán acicrll«.1
..
... GOI'riClllt1il •"ifi
-~
-8quie ren realidades, hechos, bienestar. La paz tiene eso de
admirable; que cura a los pueb los de los caprichos enga ñosos de la historia y desp ierta en ellos el apeti to de alimen tació n substanciosa y sana.
.
Para seren ar y oxig enar la atmósfera en que se desarrolla nues tra existencia como Nación y para supr imir motivos de aislamiento y de intranquilidad esterilizadores y estimu lar al prop io tiem po la cohesión, la expansión y la confianza, se tiene como obra urge nte y trascendental el arreglo dign o y satisfactorio de los asuntos internacionales pendientes, y se sabe que no hay en el País quien con más autorid ad que vos y mayores probabilidades de éxito pued a
acom eter y llevar a término feliz esta obra. Se considera
útil y deseable el acercamiento en todo sentido de las nacionalidades latin o-am erica nas, con altos propósitos de solidarid ad trascendental, y se juzg a que conviene, por otra
parte , denu nciar algu nos de nuestros trata dos públicos para
deja r más expe dita nues tra acción y goza r de mayores facilidades de orientación y acierto en tan delicadas materias.
Como cuan do quie ra que se trata de una emp resa que
implica cambio de ruta hacia el porvenir, se piensa que es
necesario prep arar para esa nueva vida las generaciones que
se educan en nues tras escuelas - desde la5 elementales hu.ta las facultades supe riore s - haciendo más práctica la enseñanza; habi tuan do a los escolares a formar su criterio por
la observacion de los seres, las cosas y los fenómenos que
los rodean y a toma rle cariño a la tierra. cuyo cultivo ha de
ser para nosotros la fuente por excelencia de la prosperidad;
educ ando la volu ntad como facultad impulsiva y Ceclanda,
mad re del valor, de la iniciativa, de la perse vera ncia y de la
confianza en sí mismo y dand o prestigio a los estud ios que
han de prov eern os de los conocí mientas de que estam os
necesitados para nues tra luch a con la natu ralez a, cUY "
fuerzas hem os de conv ertir en nuestros esda "os y ea....
subs tanci as hemos de hace r obje to de nues tro GO U_ o
expo rtaci ón o materias prim as de nuel tras maa llfltt..... ..
esa obra de incre men tada producci60 !lÍn la Cltal
lo económico espe ranz a algu na de llega r a la meta .,.e.á.
da. Ese prestigio, que es hoy rasgo disti ntivo de la ....
educ ador a en los países más avanzados, vtllldA ... ~. .~
yor atlmción que a esas
se
y en la práctica, y de la III& JO"
man da que los duei lold e ...,.
empreArioe o
111.
'!IO>..,."
_ñ..,_
-9trias cuyo establecimiento Y desarrollo serán la base de esa
mayor producción. Es ya tiempo de cambiar o de renovar
la levadura del aldla adorable de la infancia; de abrir nue·
vos espacios al alma predestinada de la juventud, alondra
enamorada de las luces excelsas. Urge encaminar en esa
dirección tántas inteligencias y voluntades que hoy, por vocación atávica, por falta de buena dirección, por pereza intelectual fomentada por deficiencias o vicios de criterio público, discernidor de lauros, se consagran a las fáciles y con·
gestionadas disciplinas que hacen letrados, con crecientes
probabilidades de fracaso en que corren grave peligro la independencia personal y la integridad moral, y acaban - o
empiesan - por reducir su ambición, que debiera abarcar
los amplios horizontes de nuestro porvenir, a la mísera esperanza de la nómina, con que resulta engrosado el desfile
dea:onsolador de la empleomanía. Permítaseme, para afirmar parte de mi tesis, recordar aquí que, prácticamente, no
existen ni en nuestros más avanzados institutos técnicos los
cursoeee ingeniería eléctrica, no obstante haber llegado a
1m' C\StDB conocimientos, según lo demuestra la experiencia
de los últimos años, de primera necesidad dondequiera, y
sobre todo al tratarse de territorios como el nuéstro y de
UIIA poblaci6n tan ralamente diseminada en él, donde al lado de las di6cultades del terreno abundan las caídas del
... $ _onómicamente aprovechables, en combinación que
•• ar•..,. eIII muchos casos, los ferrocarriles de tracción eléc, _ _ocr aquellas dificultades que a los dirigentes
para estas novísimas soluciones los mantieJf8IPIejidad o les sugiere las de hace treinta
.. tiendaA aqllellas necesidades de la educade faltahlos, como que la tarea de ha"ID qlle demudan el esfuerzo más vigoroso
_tra lateresaate enferma: lo que nee incansables
""r*¡á
de _trller al F ....
o-
'e""1I& .....&-..11-
-10-
nes equitativas de que hoy se carece, y que son las solas
aprovechables con mutuo beneficio en tales labores, con lo
cual al propio tiempo que se aumentará la producci6n se
valorizaré n el territorio y el trabajo nacionales. En su noble anhelo de progreso, los pueblos ven ya como una embajada triunfante, llegar esa éra de estimulante actividad y
cuentan con que sabremos aprovecharnos de la experiencia
de otros, más afortunados o mejor conducidos, para hacer
valer los privilegios del Estado según los sencillos y probados procedimientos que, al tratarse de la explotaci6n sana
del crédito, han sido ensayados con éxito dondequiera que
a estos asuntos ha sabido prestarse la atenci6n a que les da
derecho su capital importancia. y al recapacitar sobre tales
posibilidades, que enjambran como esperanzas aladas en el
alma popular, ¿quiénes son los que no deseen el pronto es.
tablecimiento de institutos poderosos que, movilizando prudentemente la propiedad raíz - casi nuestro único bien material - con base proporcionada en los mercados compradores de estos papeles, en el Exterior, sean impulsores benéficos de la grande y, principalmente, de la pequeña industria agricola?
IIf
¿No habrá llegado la saz6n en que, a ejemplo de algunos de los más civilizados pueblos de la tierra, revisemos
nuestras tarifas de aduana en vista de la posible implantaci6n de nuevas industrias, viables entre nosotros, donde pa_
ra ello contemos con materias primas, brazos y transportes
en condiciones tales, que, ya para el consumo interior, ya
para la exportaci6n, sus productos puedan reemplazar los
importados o puedan competir con éstos en los mercados
extranjeros? Posible es y aun probable que por algún tiempo el discreto y bien meditado fomento. produci~o por.un
prudencial aumento en los derechos de IIDportaC\6D, traiga
consigo proporcional encarecimiento en el precio de. veata
del producto de que ~e trate, pero si esta alza I'CIIIkIlIIIÚ
que compensada por las mayores facilida:d~es~qae
~~COG;=:
tablecimieDto de las nuevas industrias veDcüá, .para la vida de los consumidores, por la
trabajo y el fomento de las transac:eioaes, _ .. . .
la lDasa social saldría ganando cea la
la ocasión de recordar la . n . aI!ide ..-"".
deseable ea astQI
..
-11-
como oculTe entre nosotros. las clases más desvalidas no alcanzan a satisfacer en la actual situación sus más esenciales
necesidades. sino que. aunque la vida sea cara. o mejor dicho. costosa. esas clases trabajadoras estén en capacidad de
satisfacer aquéllas y disponer de algún sobrante. por modesto que sea. para dedicarlo al ahorro. que es el único camino que ellas tienen a su alcance. en el orden fisico. para ascender moral y materialmente.
Se ve. como cosa cierta. que es indispensable y urgente
desarrollar armónica y metódicamente nuestro sistema de
ferrocalTiles y de vías de comunicación en general. para aba·
ratar los transportes. fomentar y facilitar la producción y
abrir a la fecunda iniciativa de nuestros empresarios ricas y
remotas comarcas que hasta hoy han sido como torvas esfinges indecifrables. y que es inaplazable el arreglo de los
puertos y bahías por donde estamos en contacto con el mundo civilizado. Lo que esas obras significarán como resultado
para la prosperidad industrial y social del País, supera a las
mú optimistas previsiones. como lo ha demostrado la reducida experiencia nuéstra en casos bien conocidos; y lo
que por aqnella valorización - que ha sido el camino del
inesperado enriquecimiento de países hermanos del nuéstro.
pero más que el nuéstro prácticos y audaces - saldrá gaBBndo la riqueza pública y privada. ya en lo económico. ya
ea lo fiaeal, . . demasiado notorio para que me detenga a
qpoIMIrIo. &a obra larga. exigente y costosa si la hay. dara _ :mejofe& frutal a las generaciones venideras. las que.
aL-...... se llenarán agradecidas a ésta que las inició.
YI'.iñlllrada CIGIIIIO placenteramente llevaderas las cargas
este esfuerzo a que deberán en gran parLa experieneia adquirida a costa de tan
como las que. en no pocos ca.el cte._lIo de los COIItratos hechos inhá.
pera allJUllllNl d. auestros ineipientes fe·
peJigI'D de !leVOS elTores. Lo be_ • •U '
eiédito. ha de
DUlatro
i
_e_
ser
..,. acIIni.
¡~i5~=:lB~.~empreeas
1'IIIIt1•
hall!
..
•
-12-
vecho, en lo posible, todos los colombianos de é~ta y de las
venideras generaciones.
Mal haríamos en pensar siquiera en la posibilidad de
esta magna obra, si para acometerla y avanzarla no es"tuviéramos dispuestos a usar tan amplia como discretamente
del crédito de que podamos disponer, nó en el interior, donde el capital, por su ecasez se mantiene en demanda excesiva y resulta por ende inaplicable a esta clase de empresas,
sino en los centros bancarios del mundo en que, gracias a
la obra meritoria de las últimas administraciones, nuestro
crédito y buen nombre se han salvado al través de las más
adversas circunstancias.
Animada por estas aspiraciones y con esos objetos en
mira, no es aventurado asegurar que la Nación aceptaría
gustosa la imposición de nuevos sacrificios, por duros que
parezcan, que se traduzcan en garantía para obtener los recursos necesarios a fin de iniciar y adelantar aquellas obras.
Lo que ella pedirá, sin duda, en retorno de esa resolución,
es la certidumbre .de que tales sacrificios no serán estériles
ni servirán para fomentar nuevos escándalos despertando
codicias criminales y corrompiendo y desacreditando el pais.
Esto es decir, simplemente, que ella exige de sus mandatarios probidad y eficiencia. N o la probidad enclenque y trivial que consiste en que ellos no se apropien los dineros públicos, sino la que los fuerza a hacerse solidarios de todo el
personal administrativo, no escogiendo para éste sino hombres de bién; removiendo sin vacilación, desde el primero
hasta el último, a cualquier servidor público que se baga
indigno de confianza: defendiendo como propios 10B intereses públicos; anteponiendo éstos a los particulares, sin desviación ni tlaq ueza; considerando tan respetables, para alinderar el campo de la acción correcta, los trazos de la delIcadeza, que para muchos son indecisos y tenues, como_
murallas formidables del Código Penal, y
sericordia, hasta el extremo posible, toda l.
para castigar las faltas de ese orden, las que,
debido sin duda a la carencia de eN
se bochornosamente frecuentes
por doquiera el mal ejemplo en todiIIl
ta tal punto, que ha t1epcio a_
terística de nuestra vid. IIOledtN
tos y una de las mayorenl1ne. . . .
La eficiencia Que ia
pi~~
_-o
~~enfa
IN.d'"
-13ponibles para la obra del bien: tiempo, capacidades, e~fuer­
zas, dinero, todo lo que se. pone en juego para servir a la
Naci6n en los varios departamentos del Gobierno.
Dentro de esa concepción de la eficiencia queda comprendIda la elección acertada e independiente de los hombres, seleccionando esmeradamente cada uno para la clase
de trabajo que habrá de tener a su cargo, el eficaz empleo
de los dineros públicos y una constante e inmediata vigilancia para que en todo momento aquellos factores estén produciendo su máximum de rendimiento. Sólo cuando así se
haya procedido podrá saberse con alguna precisión qué modificaciones, en el sentido de la economía y sin afectar el
buen servicio, podrán introducirse en el capítulo del personal que consume desmedida porción de nuestro Presupuesto.
¿Y de quién, como Jefe de una administración destinada a _atisfacer tan sencillas y categóricas exigencias, podrá
la Nación colombiana esperar una acción más decisiva y
trascendental que de vos, encarnación de la probidad, y cuya vida entera ha sido una exhibición regocijante de los milagros de la voluntad bien encaminada, alma de la eficiencia?
A otro que no fuera el cristiano y patriota que vos sois,
prin.. amilanal" y desconcertar aquel clamor ambicioso y
.lIhttcIMIIte del querer popular, en una hora de descomposique bata la obra elemental de la administración
'POco menos que imposible por el cúmulo
producidas por la crisis fiscal y económiPais, y.cuyo término no hemos de ver
==:::E7:
i
1a normalidad al mundo por el adveni110 puede estar lejano; pero bien
.-,ele mañaoa
nunca deja de llegar para
_~fI_.l.lltllio de la Dívina Providencia nunca
idCl- o al and..,iduo que en Ella ponen su fe y
:
q..e este pUllblo todo,
angustias y 10.peraGwo y aD_,
la.-*lDÓIIka
apen
aaí
-14ron al Libertador su palabra sublime cTriunfar!» en la costa
solitaria de Pativilca.
.
Que Dios os guíe y ampare para bien de Colombia,
madre idolatrada, doblemente adorable en su infortunio, y
para gloria de vuestro nombre, que es un símbolo; y que,
rendido el término de vuestra administración, para la cual
imploro fervorosamente las bendiciones del Cielo, todos los
buenos hijos de esa madre nos sintamos, por ella, agradecidos y orgullosos de vuestra obra.
He dicho.
• ••
RESPUESTA DEL SR. D. MARCO FIDEL SUAREZ
PRESmENTE DE COLOJIlIIA
Excelentísimo señor:
De acuerdo con la costumbre establecida, debo ratificar y explanar por medio de este discurso el juramento que
acabáis de recibirme. Parte de lo que vaya decir tiene un
significado absoluto, comprendido dentro de ese juramento;
parte es la expresión de votos cuya realización no depende
sólo de mi voluntad sino de condiciones contingentes. -De
todos modos, es para mí sumamente satisfactorio el haber
prestado aquella promesa ante vos, Excelentísimo señor,
cuyos talentos y grandes servicios prestados a la Itepública
os colocan en la primera línea de nuestros COIICiudadanos;
ante vos, heredero de un nombre ilustre, que compendia la
sabiduría, las virtudes y el martirio.
Primero que todo, debo venerar el recuerdo de mi.
predecesores, en cuya presencia deseara vim, DO para ilDÍ.
tar sus cualidades o hechos heroicos, cosa superior & lDis al.
canees, pero sí para seguir sus ejemplos de prebidlll,
cación al trabajo, moderación y sufrimiento. Haga
mención de mi antecesor inmediato, qaiea
por su espíritu de legalidad, por el estricto
que ha dado a las obligaciOlles del crédite
obra de simplificación que ha
sol viendo inveteradas cu_~
concluyendo ilUJportu_lItIII~
"'IM-
'"
- 15los referentes a Puerto Wilches y al Sindicato de Muzo, y
adelantando, entre otras obras de utilidad pública, el Ferrocarril del Tolima, en tiempos tan difíciles como los que han
tocado a su administración.
No es necesario decir que las relaciones entre el Estado y la Iglesia continuarán atendidas con esmero, de modo
que la Constitución Nacional y los concordatos fielmente
observados, mantengan tranquilas a las dos autoridades dentro de sus respectivas esferas y conserven incólumes los vínculos de amistad y mutuo respeto que las unen.
.
La neutralidad de la República respecto de las naciones beligerantes, es asunto que seguirá conduciéndose con
toda la solicitud debida, sin que esa neutralidad, que no
equivale a indiferencia, impida al Gobierno la franca mani·
festación de sus opiniones cuando así lo exija el celo que
debe desplegarse en favor de los principios tutelares del derecho.
Con las naciones limítrofes se continuará cooperando
en la labor, ya adelantada, de definir los derechos territoriales por medio del arbitraje o de arreglos directos, que
consulten la justicia y la conveniencia mutua Con las nad _ cuyo grupo lleva el nombre del Libertador, debemos
tambilm cooperar a efecto de que los Congresos bolivianos
al" atlebráodose, lo cual activará las mutuas relaciones de
1
:.~III'::'"iu:eWoe~=:p:o~dría
fomentar a la larga un concierto amisea Wen de todos la colonización de sus te-
al Orinoco y al Amazonas, una vez de'6II¡iJlG1I1A. de_hoe de cada UIlO •
• ....nes latinoamericanas de quienes Colombia
. . . . . . . . .laude conMdenu:ión y amistad, debemos
de estrechar con ellas las relacior _sciales, y cooperando, según
_ .or cIe'Cuanto pueda exaltar el pres,uablaa. La hermana mayor
da los Estados Uní....orce los elementol qua
la ...aa ooDstelación de
...._
DI) muelle o
".toa
.nuean QIII-
-16-
ciertas circunstancias que actualmente las afectan. Su importancia es indiscutible y procede del necesario influjo de
las masas y de las distancias. Ella además ha sido reconocida por muchos de nuestros estadistas, como vuestro ilustre padre y como los Sres. Murillo, N uñez, Caro, Galindo
y otros colombianos eminentes. Ahora mismo estamos experimentando el valor de esas relaciones, pues al principio
de la magna guerra nuestras importaciones decayeron, para
empezar a subir en 191 S y llegar en 1916 a una cifra que
superó a la máxima de 19'3, pero todo fue entrar los Estanos Unidos en la guerra en Marzo de '9'7, y comenzar para nuestro comercio un descenso creciente que ha sido la
principal causa de nuestra crisis económica y fiscal.
Todo esto comprueba cuán importantes son las relaciones entre Colombia y la Unióri Americana, las cuales desgraciadamente han experimentado lamentable quebranto,
sobre todo en 1913 a '9'4, a causa del estado de guerra
imperfecta en que durante ese tiempo se hallaron, pues a
esa especie de guerra equivalió el impedimento que opusieron varios Gobiernos de los Estados U nidos para que Colombia recuperase la mejor de sus provincias.
En 19 1 4 aquella situación fue sustituída por una de
franca amistad, mediante la C{¡nvención de 6 de Abril de
ese año, pactada a propuesta del Gobierno de
'hington
y que comprueba de parte de él UII alto espíritu elle equidad,
así como su aplazamiento en el Senado demuestra lo contrario de parte de sus opositores Con todo, f8 de esperar
que al fin se coroneun a obra en que tanta parte ha tenido el
gran Magistrado que se presenta ante el mundo 'Y le presentará ante la historia como el primer defensor de l. hltegridad territorial de las naciones; es de e&perar que aqllel
tratado reciba su final ratificación en la ti.etra doode GUIllermo Penn reconoció a los aborígenes la propiedad. de 111
territorio, y donde ayer no más fueron compraclajl.bido precio las pequeñas Antillas danesas. Otra
es incomprensible en estos tiempos 'Y en 1111&
el Gobierno y el pueblo exaltan hoy come
ra de la justicia. Esa justicia tiene
pretexto excogitado coatra
teoría de la expr0l'iacicSa por
justifi~~r~~usnde~~spoJ
~~'0~5~!i¡¡
nizado, que se consumó
podría
las reformas
tado pób.lic:o
-17del Canal, nos arrebató el Istmo americano, más precioso
que el de Alejandría y la porción más excelente quizá de
los mares y tierras del planeta
Viniendo a los poderes que forman el régimen del Estado, diré que el Gobierno cultivará con el Poder Legislativo las atentas y solícitas relaciones que le obligan por ley
y por costumbre. Del Congreso espera aquél no sólo el concurso de sus decretos legislativos, sino el de su consejo colectivo o parcial en los casos de mayor momento. A su turno, el Poder Ejecutivo pondrá de su parte el estudio necesario para desempeñar las funciones d"e colegislador, preparando los proyectos de ley que crea convenientes así como
los informes o dictámenes que las Cámaras necesiten. Esta
armonla, observada por el Gobierno precedente, seguirá produciendo saludables resultados tales como la división del
trabajo que las comisiones legislativas observan en la preparación y estudio de las leyes proyectadas, 10 cual evita las
dis.... ~ooes delllllsiado prolijas en el seno de las Cámaras; y
d ~r las tareas legislativas a su objeto natural, releg .... de BU seno las discusiones de política y confiando a la
enmisiéa del ramo los debates sobre interpretación del reglupento. Poco. dista ya de estas reformas la institución de
lo que en otras partes se llama comisión conservadora y que
teR _ 1 0 de las Cámaras se dedica en la capital a alistar los
lIIItudio& epa han de presentan;e a la legislatura siguiente.
liIa're _leyes que debieran expedirse, retocarse o aboJi_ i¡ tl c&i que l. bpinión públi.ca señala: la ley reciente
a.c:araelaeión con fianza: la llaPlada a establecer pe. . .rp" CODU'a los clelitos de sangre, que se multi"alUD.; la llanuda a mejorar el régimen
1D00000fiq.. el juicio por jurados, y una
es precilo, que ataje con severidad los
eo.D . . . .1.. públicos. La sociedad
C*lfiUlteo el bien común, a poólvidados en loa pueblos
... agocios que la ÍDte.. ebteqaio
lenD_
00
en
-18-
por eso mismo deben quedar expeditas para acudir a poner
orden en torno de las mesas electorales y a evitar cualesquiera violaciones públicas de la ley.
II
La administración de justicia es la administración de la
libertad porque es la salvaguardia del derecho. Hoy especialmente están más obligados los jueces y tribunales a perfeccionar las lib ertades públicas, haciendo efectivas las responsabilidades legares sin las cuales aquéllas son nombre
vano. Esta reflexión es aplicada por el público de una manera particular a los derechos y sanciones que entraña la libertad de imprenta, en favor del individuo, de la sociedad
y del Estado. Si a los jueces se les facilitan los medios de
efectuar aquellas sanciones y si ellos se resuelven a conquistar una gran reputación fundada en el cumplimiento de ese
deber, entonces la honra privada, la tranquilidad social y los
intereses y el decoro de la República quedarán en salvo y
coexistirán con la libertad más amplia que puede hallarse
en el mundo; de lo contrario, esa libertad, en vez de denotar y defender nuestra cultura, creará e indicará una situación crónica de atraso.
Respecto de la administración pública, la experiencia
sigue aconsejando lo que me he atrevido a llamar cingerto
de civilización~ adaptable a los varios servicios, como correos, telégrafos, aduanas, contabilidad, sanidad, estadística.
La hacienda misma puede ser reorganizada coa el a_lio
de la ciencia y práctica extranjeras como lo h _ nacional
muy adelantadas, lo cual no debe herir el sentimiento nacional, como no menoscaba el decoro del indimao aoHatar
el consejo de los más entendidos.
Las rentas y su distribución, esto e&,i dos pnnlaotáll:y
consumos de la riqueza fiscal, lo mismo . . . el cn!dit» ___
rior y exterior de la República . . COI!IIIS que '1'" ......
atención más ahincada del Conpesó" dá GoH¡c;en r;.; I
creci1~te~..w~~ªi¡EEiii
danzas
que
esta materia va
tivo. Por
el en
desarrollo
las que traerá la paz; por. el
dad de nuestro sueID, y por la:
tra tierra a C3uea de su lituac:ilSa
noso::t~ro:S=~="'=~'~d:O~=;1
to depara
pr<'!rflHO
que
al frente
-19y en el deber de asirla. El esfuerzo de ese momento no debe ser tanto de discusiones y teorías, como de trabajo y de
práctica.
A este fin nada más atinado, Excelentísimo señor, que
vuestras observaciones tocantes a la introducción de capital
extranjero, 411 aprovechamiento de las riquezas naturales y
a la reorganización del Erario por el esfuerzo privado y por
la acción del Gobierno. Muchos opinan a este respecto que
el Congreso haría muy bien al clasificar los proyectos de
leyes de hacienda en dos grupos: uno de los proyectos más
viables y expeditos y otro de los más problemáticos y trascendentales, cuyo estudio ocasiona discusiones prolijas que
pueden con9l1mir el tiempo exigido por los primeros.
En el primer grupo podrían incluírse: el relativo a los
arbitrios que son absolutamente indispensables para cubrir
el alaance actual de la Tesorería; el de explotación de nuestras esmecaldas, suspendida ya mucho tiempo y que pudiera: astablecerse redimiendo pronto esa renta de los gravámenes que la paralizan, para lo cual podría tal vez emplear.. pa~ de aquellos arbitrios; el de formación rápida del
catastro que elevando la justa estimación de la riqueza púo
IWieI!, ?ermita atribuír a la nación el aumento del impuesto
predial releje al Municipio o al Departamento la renta que
lIoi.Y' diafRstanj el de un impuesto de exportación sobre los
ilitfOllI_ que- ban subido considerablemente de precio duasi como sobre las industrias y empresas de
señalada; el de una nueva distribución de
la Naci6n y los departamentos, exceptuando
está menos holgado; el de autorizaciones
dentro o fuéra de la República un pequeño
aMgure durante 1Jn año siquiera el servicio
y deje hbres los ingresos del Tesoro
forllla<Gla. eapontáaea '1 tranq .ila; el
I'III\tIa &: las salinas marirerllHmientos adaareorganiuci6n de
_11 ....III!I"i...iali..... d....n
-20-
miento, facilitado, en cuanto lo permita la autonomía nacional, por el concurso de alguna entidad bancaria extranjera
de primer orden, podía poner a Colombia en el camino de
una gran prosperidad.
La organización del Ejército, el servicio militar, la educación de los oficiales y soldados, y la atención a los veteranos fuéra de servicio, deben ser atendidos de modo que
las mejoras alcanzadas no se paralicen ni retrocedan.
En el Ejercito tiene la República fincados sus derechos,
el Gobierno la defensa de su legitimidad y el pueblo su tranquilidad y su paz. Todo lo que sea ennoblecerlo, es honrar
la nación y beneficiarla. Por eso me adhiero a la opinión de
los que consideran conveniente la venida, a lo menos transitoria, de una misión militar chilena, en el caso de que la
suiza continúe aplazada indefinidamente.
De instrucción pública sólo diré que la primaria merece
desvelos para propagarla y mejorarla todo lo posible. El
Congreso pedagógico del año pasado reveló un estado satisfactorio en este ramo, susceptible de grandes mejoras, si
pueden levantarse los sueldos y honorarios, si pueden construírse edificios escolares adecuados, y si la enseñanza normal consigue todos los elementos que necesita. El grado
que sigue en importancia corresponde a la enseñanza ind ustrial, en las escuelas de artes y oficios, llamadas a formar obreros y artesanos, a cuya suerte se atendería multiplicando aquellos institutos y facilitando a los aprendices su
colocación en ellos.
La enseñanza profesiQnal se aviene con estudios cada
día más prolijos y profundos, lo cual redunda en bién de los
facultativos e impide su superabundancia. Condición fundamental de la educación pública es que la instrucc:i60 yaya
asociada con la formación de las costumbres y coa leotimientos de honor y respeto, cosas imposibles IIÍ no l e apoyan en el temor de Dios, principio de la sabiduría, y ea el
cumplimiento de los deberes religiosos en la Elcuela .....1
Instituto yen la Universidad. En esto se hallan acordea 101
reglamentos oficiales con los ejemplos de I¡a¡hiatera,.
los pueblos más sabios.
El fomento de las obras públicas ,.
agrícola y fabril
paraateadenle
DOIIotros;~U~.:':':====
sobremodo,
y queesdebe
cia y siguiendo un plan CCII" " " ' "
necesaria, como la más illllplaz:all.....~
trucci6n.
-21 -
como hoy se halla y como ha subsistido desde tiempos remotos, esa entrada del litoral occidental no sólo imposibilita el desarrollo del comercio, sino que es argumento desfavorable a nuestra cultura. Arreglado y saneado ese puerto,
tendremos inmediatamente una escala para las comunicaciones y para el comercio, y una salida para los varios frutos y productos de la más opulenta tal vez de las comarcas
de Colombia, 10 cual excitaría el cambio con las naciones
del Pacífico, y aun con aquellas que viven en los mares de
la aurorL Sí, la primera de nuestras obras públicas debe ser
ese puerto: Buenaventura debe sacar verdadero su nombre
en roda la tierra que el Cauca fecunda o domina. Con esa
obra se equipara la carretera de Cúcuta a Capitanejo en bien
de los Departamentos santandereanos, y luégo en el ferrocarril de Popayán a Cartago que en breve puede quedar sometido a condiciones muchísimo menos gravosas que las
que ahora presiden a su construcción. Pero tal vez estoy
entrando en campos imaginarios, sobre todo en estos días
dificiles y me olvido de que en esta materia lo que importa
es trabajar mucho y no muchas cosas, y observar un plan
y un sistema como lo habéis indicado, Excelentísimo señor.
.Del famento de las mejoras públicas se debe desprender el aumento del trabajo y el bienestar de las clases obre... qae merecen del Gobierno decidido apoyo. Otro tanto
ha,. que p_ar de la beneficencia, y en particular de los
InlHitDl, a los cuales debemos atender, proveyendo a la
lIIIbIisteruJia regular de los enfermos y a la higiene y moralidad sIe os habitaciones.
1II
social es uno de 1011 medios más eficaces paproeperidad pública y consiste en la alianza
aieocía, la ¡. .tiva privada y la caridad pa.
do las c.... pobres, Hoy como en
Jos pQmCll"Oll
de nuestra
tIlue 1191610
sino lID mSda
púDIft ,. del
..a..
I.oe
-22-
Primado; las empresas económicas
de varios Prelados, en.
tre quienes descuella en esta materia el señor Obispo de
Ibagué; las labores de 105 misioneros que están colonizando
con fundaciones y agricultura la cordillera de San Martín o
las explanadas de Sumapaz; la obra magnífica que otros
misioneros llevan a cabo en las vertientes del Putumayo; los
esfuerzos de distinguidos prof~sores cuyas escuelas pueden
con el tiempo hacer recordar la de artes y oficios de San
Nicolás, o la de agricultura de Beauvais; y la ilustración de
aquellos que desde su observación del Ebro pueden trasladar a Colombia una grande acción social de ciencia y de
misiones, asociando a éstas los estudios de topografia y de
historia natural y haciéndose así los continuadores de Mutis
y Codazzi.
Ah! procuremos, Excelentísimo señor, qqe nuestra prensa viendo en las cosas lo que hay y sólo lo que hay, se aplique a apagar los diversos fanatismos ya atizar los patrióticos
entusiasmos, a detestar la discordia y a promover la santa
acción social, que sellaría la libertad y que sacrificando las
disensiones injustas en aras de la Religión y de la Patria,
depuraría los partidos y los sacaría de la fragua del patriotismo, separados por diferencias políticas y no por diferencias de otra especie.
En vuestro hermoso discurso lo que más ha llamado
mi atención es un pensamiento tan sencillo como exacto, expresado en una fórmula bella y feliz. Ese pensamiento es el
que habéis expresado diciendo: cGobernar es servir. Sí,
gobernar es eso, porque administración pública quiere decir
<servicio en favor del pueblo:., y nada más adecuado a ese
servicio que aquella acción que sin ser banderiza, se torna
en obra patriótica de consagración al bién común y de desvelo por el público adelanto. A esa acci6n, efeetuada con la
cooperación de las dos autoridades, nos obliga la ciudadanía, la fraternidad y el juramento.
Es claro que esta actitud, que antepone ja admio. . .
ción a la política, no puede conducimOll al CJlticl(a .1Id...
tros principios, los cuales requieren ..r ....dllll _ _
a la excelencia
que les recODocemos~::
a~la~=:;==5
seen.
Yo de mísédecir~ue
como
Partido conservador, trataré dé ...tdG
~:SE===:==:
fluyan
en los
desti_
buscando
su uni6n,
vite y vuelva a in,"taI'
-23el camino de iu-libertades consti tucionales. Pero como
i~:~a~i~ de mis conciudadanos cuidaré de que las auto:,
civiles y militares respeten y defiendan los derechos
consagrados por la ley en favor de las diversas agrupacioDes politicas.
En él campo de la administración, y no de ahora sino
bace mocho tiempo, he opinado por la simultánea participación de los partidos, es decir, de las agrupaciones permanentes y más com¡iderables, como obra de equidad, que
a6aa~ la paz y acrecienta las probabilidades de buen éxito.
Bien escuchada la voz de nuestra historia, ella presenta un
Uilerm más o menos seguido en favor de esa cooperación,
mtelll"umpida &610 ocasionalmente, preconizada por historiadores tan ilustres como Posada Gutiérrez y los hijos de Ruino Cuerva, y practicada por Presidentes tan señalados como Márquez, Herrán, Mallarino y Núñez. Para que esa colaboración sea fecunda. debe abstenerse de introducir la política en las deliberaciones del Consejo, y debe distribuír los
empleos públicos sin espíritu de exclusión y en forma amplia y tolerante.
Como fiel bijo de la Iglesia, cumpliré las leyes que a
ella conciernen con tanta más voluntad cuanto más de conlumo me obligan a eso mi fe, mis convicciones y una obt_rvadtlia que se me ofrece cada día más clara. Ella es la
~r;=~ del cristianismo como única base suficiente de le!t
y d4-justicia, neceaidad que va entrando en el
de ID ftrdades experimentales. Su efecto, la teoría
-;~=!j~: la vlaleñ1lia a daecho, es el duelo entre el
111
el érÍstiatriemo.
el derecho no se conlos hombres y sin la igual"~I::~e~~'! esa igualdad no es posible
b
la cual tiene que fundarse en la
1aombre respecto del Padre celestial.
del5eCl_ l ¡e prestado el juramento que
"' A1... IIUS hombro!! son flacos
bID agobiadora Bleu 15
~"",IIII Ultenciones de suerte
y Clf-
-24Sé asimismo que bajo este peso las horas, los días 1 1as
ches me serán amargos; pero también comprendo que
viene que así sea, para que esa mirra impida el de'svllnl!cil
miento del corazón.
En medio de esos afanes y zozobras, espero que
buena intención, asociada al posible esfuerzo, favorecida
la opinión sana, y coadyuvada por el patriótico conclunl~
de mis conciudadanos, cQrresponda a la confianza de
pueblo que parece resuelto a obrar bien,. Estos votos
mados en horas angustiosas son, Excelentísimo se.ñor, COft:-I
dicionales por eso mismo, y porque, como dijo el ~~~~:::~
de los oradores atenienses, la intención está en la VI
del ciudadano y el resultado reside en la voluntad de Di'~5.1
De Dios, cuyo Brazo puede levantarnos, cuyo Verbo pue-I
de iluminar nuestros senderos, cuyo Espíritu e. poderoso
unirnos en la reconciliación y la paz.
He dicho.
.......
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