SEMBLAMZA Patricia, la Hija de un Héroe Una vez transcurrido el tiempo empezó a estudiar Periodismo. Pero tuvo que postergarlo para trabajar como bibliotecaria en el Municipio de Guayaquil. Luego prestó sus servicios en la Autoridad Portuaria, en el departamento de Operaciones por 13 años. También laboró en el INHIMA, (Instituto de Historia Marítima del Ecuador). Después se casó y tuvo dos hijos, Daniela y Fernando. Lamentablemente luego de algún tiempo se separó de su esposo. Pero su estadía en el hogar la aprovechó muy bien tanto en el cuidado de su hogar, como en la elaboración de manualidades para decoración de eventos. Patricia en la actualidad considera esta nueva etapa como un periodo muy gratificante al ser la administradora del Museo Naval Contemporáneo de la Armada, ubicado en la Primera Zona Naval, donde lleva 7 años de arduo trabajo y dedicación. Con lágrimas en sus ojos cuenta que este sitio es como su segundo hogar. Le da mucha pena abandonar el museo pero debido a la norma legal que exige su jubilación debe retirarse del área laboral. P atricia Morán Cañarte, nacida el día 17 de marzo de 1944, en la ciudad de Guayaquil. Su padre el Comandante Rafael Morán Valverde, héroe del Combate Naval Jambelí y su madre la Sra. América Cañarte Suárez. Su infancia fue feliz destacando siempre su entusiasmo por el estudio y las manualidades. Uno de los recuerdos que guarda con mucho aprecio es la mirada tierna de su padre. No era necesario que expresara algo con palabras, ya que con sus ojos lo decía todo, nos cuenta con nostalgia Patricia. La admiración hacia su progenitor no solo es porque escribió una de las páginas más representativas de la historia naval del Ecuador, sino por la calidez humana que demostraba con todos. La manera en que sus padres se conocieron fue muy particular, nos comenta, diariamente él pasaba en el bus de la Armada y su madre se dirigía al colegio. Un día él se bajó del bus, se hicieron amigos, novios y luego se casaron... Con una expresión de alegría cuenta que junto a sus tres hermanos esperaban con algarabía el retorno de su padre, luego de largos meses de ausencia. El llegaba con regalos y dulces para todos. Ella recuerda que su padre era un hombre muy consentidor y sencillo. Patricia fue una de las hijas más apegadas a su padre Rafael. Cada vez que él llegaba por las tardes a la casa, lo esperaba con su clásica tasa de café, esto no le podía faltar. Pero esta felicidad tendría su fin el 2 de mayo del 1958, cuando recibieron la terrible noticia de la muerte de su padre. Para la familia éste fue un golpe duro e inesperado. El aporte que ella ofreció en la administración del edificio fue enriquecedor y valorable, pues ha logrado procesar nuevos proyectos para el museo. Como la difusión de la historia de los museos navales, creación de materiales interactivos, un bazar de recuerdos que contará con obsequios para las visitas protocolarias, entre otros. Así es como describimos a Patricia Morán Cañarte, una mujer llena de valor, dedicación y entrega en lo que hace. Sin duda alguna por sus venas corre el honor y valentía de su padre.