Resumen del proyecto de ley sobre Salud Sexual y Salud Reproductiva El proyecto de ley sobre Salud Sexual y Reproductiva establece el marco jurídico para la garantía y el pleno ejercicio de los derechos sexuales y los derechos reproductivos, a través de la regulación de políticas públicas dirigidas a la prevención de la enfermedad y atención de la salud estas áreas, así como al establecimiento de sanciones ante su violación. En esta iniciativa se define como Derechos Reproductivos, la prerrogativa que tiene toda persona a decidir libre y responsablemente el número de hijos e hijas, el espaciamiento de los nacimientos y a disponer de la información y de los medios para ello. También el derecho a alcanzar el nivel más elevado de salud reproductiva y a adoptar decisiones relativas a la reproducción sin sufrir discriminación, coacciones ni violencia, de conformidad con lo establecido en los documentos de derechos humanos. Los derechos sexuales son definidos como aquellos que permiten regular y tener control autónomo y responsable sobre todas las cuestiones relativas a la sexualidad, sin ningún tipo de coacción, violencia, discriminación, enfermedad o dolencia. Estos derechos se apoyan en la capacidad de hombres y mujeres de disfrutar de relaciones sexuales satisfactorias, a través de un acercamiento positivo y respetuoso hacia la sexualidad, haciendo la separación pertinente entre el ejercicio de la sexualidad y el de la reproducción, en particular respecto de las mujeres. Este proyecto de ley señala que todas las instituciones estatales están en la obligación de tomar medidas, de acuerdo a sus competencias y funciones, para la promoción y el disfrute de la salud sexual y la salud reproductiva de acuerdo a los principios y derechos enunciados en la presente ley. En sus presupuestos deben disponer las erogaciones necesarias para la ejecución de las mismas. Responsabilidades de las diferentes instancias gubernamentales Ministerio de Salud El Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, creado por el Ministerio de Salud, dirigirá el proceso de creación de la Estrategia Nacional de Salud Sexual y S alud Reproductiva. En su calidad de institución rectora, le corresponderá diseñar e implementar las acciones de promoción de la salud sexual y salud reproductiva y prevención de enfermedad a nivel nacional. También promoverá la investigación en salud sexual y en salud reproductiva para la generación de evidencia científica y como insumo para la toma de decisiones políticas y técnicas. A través de sus instancias competentes, este Ministerio establecerá un adecuado sistema de información y vigilancia epidemiológica que permita dar seguimiento a los indicadores en materia de salud sexual y salud reproductiva y promoverá la investigación en salud sexual y salud reproductiva para la generación de evidencia científica y como insumo para la toma de decisiones políticas y técnicas. Otra de las funciones de Salud Pública será la de proveer servicios de calidad para la atención durante el embarazo, el parto y el puerperio, o en caso de interrupción del embarazo, enfocados en la aplicación de cuidados obstétricos esenciales, la prevención de transmisión vertical de infecciones de transmisión sexual incluyendo VIH. También el acceso y disponibilidad de métodos anticonceptivos y de planificación familiar modernos. En este sentido, todos los centros de salud, sin importar el nivel de complejidad, deberá garantizarse el acceso a estos métodos, de manera expedita, con garantías de confidencialidad y privacidad, asegurando la libre elección y el consentimiento informado. Además, se incluye la atención integral a mujeres en la etapa de menopausia, incluyendo asesoría, información e insumos, y abordaje de los aspectos físicos, psíquicos y sociales relacionados a la menopausia, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y disminuir la morbi-mortalidad vinculada a patologías derivadas de estas etapas. La provisión de servicios en materia de infertilidad (técnicas de baja y alta complejidad), incluyendo asesoramiento, tratamiento y apoyo psicológico para las parejas, es otra de las funciones que delimita esta legislación para el Ministerio de Salud Pública. Ministerio de Educación La pieza consigna que el Ministerio de Educación debe incluir en la currícula contenidos sobre sexualidad y reproducción para una educación integral, inclusiva, de carácter laico, respetando la libertad religiosa, con enfoque de género y derechos humanos, en todos los niveles de las instituciones públicas y privadas. Para el diseño de la currícula el Ministerio de Educación coordinará con los Ministerios de Salud Pública y de la Mujer. Como componentes esenciales serían abordados contenidos sobre la reproductividad, la salud con énfasis en la salud sexual y la salud reproductiva, la diversidad, las relaciones de género, la violencia, las relaciones afectivas, el placer, el erotismo y los derechos humanos vinculados al ejercicio de la sexualidad. Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología El proyecto de ley establece que el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT) deberá coordinar con el Ministerio de Salud Pública la incorporación en la currícula de los contenidos de la formación en salud sexual y salud reproductiva con enfoque de género y derechos humanos, en las academias e instituciones formadoras de recursos humanos del nivel técnico, grado y postgrado en las disciplinas en ciencias sociales, humanísticas, de la salud y de la educación. Servicios para adolescentes El proyecto de ley sobre Salud Sexual y Reproductiva contempla también el diseño e implementación de estrategias de comunicación y educación dirigidas de manera particular a las personas adolescentes, dentro y fuera del sistema educativo, incorporando la perspectiva de género, y enfocadas en la prevención de embarazos no-planificados y a temprana edad. Consigna que todas las personas adolescentes y jóvenes tienen derecho a recibir atención en salud integral y diferenciada, especialmente en lo concerniente a la prevención de riesgos para su salud sexual y salud reproductiva. Esos servicios estarán establecidos en un espacio definido, accesible y con personas capacitadas. Incluyen acceso a anticonceptivos y mecanismos de prevención de ITS/VIH SIDA, en un escenario de confidencialidad. Atención en salud en caso de violencia La atención integral en salud en casos de violencia contra la mujer e intrafamiliar deberá estar contenida en el plan básico de atención, disponible en todos los regímenes del Seguro Familiar de Salud, acorde con los requisitos establecidos en esta ley. La violencia gineco-obstétrica La violencia gineco-obstétrica es materia que rige esta ley. Se expresa en el trato jerárquico, deshumanizado, negligente, humillante, grosero, discriminatorio contra las mujeres en el ámbito de la salud por el personal que presta servicio. Discriminación por razón de la sexualidad de las personas. La pieza tipifica la discriminación por razón de la sexualidad como toda acción o conducta del personal médico o institucional, dirigida a las personas por motivos de su orientación sexual o identidad de género, en el contexto de la atención en salud. Es ejercida mediante actos de naturaleza física, verbal, psicológica o a través de la intimidación, persecución o humillación. La ley regula la interrupción del embarazo La mujer embarazada podrá solicitar la interrupción del embarazo dentro de las primeras doce semanas de gestación, cuando este haya sido causado por una violación sexual o incesto, o en caso de que existan graves riesgo para la vida o la salud de la embarazada, o cuando se detecten anomalías fetales incompatibles con la vida. La interrupción del embarazo no podrá ser realizada sin la participación de un médico especialista o bajo su supervisión directa; se debe llevar a cabo en un centro de salud pública o privada acreditado y con el consentimiento expreso y por escrito de la mujer embarazada, o de su representante legal, si la mujer sufre de alguna discapacidad mental. Se prescindirá de la condición anteriormente señalada cuando la menor de edad demuestre que esto le provocará un conflicto grave, manifestado en el peligro cierto de violencia intrafamiliar o de género, amenazas, coacciones, malos tratos, o que se produzca una situación de abandono o desamparo. En los casos de adolescentes menores de 15 años, el personal médico recabará su consentimiento y el de al menos uno de sus representantes legales o de la persona encargada de su cuidado. Garantías en el acceso a la prestación de servicios de salud La interrupción del embarazo, en las causales previstas, deberá ser considerada como una prestación básica y formar parte de las ofertas contenidas en el plan básico de atención, disponible en todos los regímenes de salud, acorde con los requisitos establecidos en esta ley. El Ministerio de Salud diseñará y revisará normas y protocolos que regulen su atención. Objeción de conciencia El personal de salud tendrá derecho a ejercer la objeción de conciencia para intervenir en los actos médicos a que hace referencia la presente ley. El rechazo o la negativa a realizar la intervención de interrupción del embarazo por razones de conciencia es una decisión siempre individual del personal de salud directamente involucrado en la realización de la interrupción del embarazo por las causales previstas, la cual debe manifestarse anticipadamente y por escrito. Esto no es aplicable en los casos graves y urgentes en los cuales la intervención es indispensable. Sanciones Los actos de discriminación por razones de sexualidad de las personas serán sancionadas con penas de uno a dos años de prisión menor, multa de uno a dos salarios, y el cierre temporal por un período no mayor de tres años, o definitivo, del establecimiento comercial o la instalación directa o indirectamente, envuelta en la infracción. La interrupción del embarazo practicada después de las doce semanas de gestación y sin cumplir con los requisitos establecidos la presente ley, será sancionada con prisión de dos a seis meses y multa de quinientos a dos mil pesos, y para las instituciones responsables, prisión de dos años y cincuenta mil pesos de multa. La interrupción del embarazo practicada sin el consentimiento de la mujer, será sancionada con la pena de diez a veinte años y multa de diez a veinte salarios. Las instituciones privadas serán sancionadas con multa de uno a dos millones de pesos con el cierre temporal del establecimiento comercial o de la instalación directa o indirectamente envuelta en la infracción, por un período no mayor de tres años, o de manera definitiva.