LOS PECADOS DE NUESTROS REYES

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LOS PECADOS DE NUESTROS REYES
Puri Gutiérrez
Hace ya una serie de años que vengo investigando sobre la
diecisiete mil fichas- utilizaran diferente nombre y simularan
Historia en la Edad Media, encontrándome en ella tal cúmulo
diferente identidad para poder aparecer como enemigos y así
de contradicciones y tan abrumador número de extrañas
manipular a los distintos pueblos a los cuales provocaban al
coincidencias que me han convencido de que los hechos no
enfrentamiento.
sucedieron del modo que nos los cuentan.
Para demostrar que estas mañas eran reiteradamente utiliza­
Las principales líneas detectadas me han llevado al convenci­
das a lo largo del tiempo, volví a escribir otro libro, esta vez
miento de que ha venido existiendo una gran cohesión entre
centrado en el siglo XIV, pensando que sus protagonistas
los poderes de toda Europa, aparentemente enfrentados pero
podían ser más conocidos o al menos existía mayor cantidad
en el fondo unidos en torno a fuertes intereses económicos.
de material para una posible investigación.
*
Habría que comprobar dónde se ha venido hallando en cada
No sé lo que me van a terminar diciendo los profesores a
momento histórico la fuente mas auténtica del poder, mas a
quienes se lo he dado a leer. Me temo que no van a atreverse
los efectos prácticos en la Edad Media se comprueba que éste
a contradecir esa Historia tan cronológicamente confusa pero
se viene manipulando a través de una gran familia imperial
al tiempo tan cuadriculada que se ha ¡do escribiendo precisa­
que se reparte en múltiples territorios en los que reinan una
mente por aquellos mismos que tanto tenían que ocultar. Pero
serie de soberanos emparentados por medio de laberínticos
yo vengo comprobando que cada sabio investiga en su entor­
matrimonios.
no, y las historias de cada reino o condado se hallan absolu­
Voy encontrando múltiples evidencias de que muchos de los
caudillos que han venido siendo cantados en crónicas y
romances como valientes guerreros, utilizaron diferentes apa­
riencias para situarse a ambos lados de las contiendas . Que
fueron ellos quienes las promovieron manipulando los senti­
tamente desarraigadas de las historias de los demás condados
o reinos. Y todavía no he encontrado un historiador que se
atreva a desenlazar los múltiples nudos que enredan unas con
otras. No existe
-no conozco- una panorámica histórica
general en profundidad.
mientos patrióticos o religiosos, o inventando crímenes o
Yo he intentado poner, una al lado de otra, alguna de estas
traiciones atribuidas al contrario. Ellos llevaron tras de sí
historias. Y he encontrado tales incomprensibles paralelismos
hacia guerras o cruzadas a pobres gentes del pueblo manteni­
que me han convencido
das en la ignorancia y la miseria. Y cuando había paz, sangra­
único poder reflejado en múltiples espejos.
de la existencia de un
fuerte y
ban la economía de los humildes con la amenaza de la
próxima guerra. Con la excusa de defenderles recorrían las
Mi libro sobre el siglo XIV al que titulo "Pedros de la Guerra"
tierras esquilmándolas, y las peleas que promovían entre ellos
está basado en las crónicas de tres Pedros contemporáneos:
mismos, plagadas de aparentes traiciones, siempre acababan
Pedro IV de Aragón, Pedro I de Castilla y Pedro I de Portugal.
en un reparto amistoso del botín.
Pedros los tres que fueron conocidos por el calificativo de "El
Viendo esta panorámica a través de uno y otro siglo, a pesar
Cruel".
de la complejidad del tema y centrándome en el siglo XI,
escribí una obra con el título "La Gran Farsa" (Reyes que
nunca existieron). Lo hice con miedo y con gran respeto y se
la di a leer a varios profesores de Historia. Hubo quien me
animó a continuar investigando pero la mayoría me miró con
asombro y tal vez con contenida indignación, porque una
ignorante periodista se atreviera con tan compleja cuestión.
¿Es sólo casualidad que el padre de cada uno de estos tres
Pedros se llamara Alfonso y fuera rey en cada uno de los res­
pectivos reinos que gobernó un Pedro conocido como "El
Cruel?
¿Es sólo casualidad que cada uno de estos Alfonsos tuviera un
nieto rey llamado juan I? Y que al mismo tiempo reine Juan I
Porque es muy difícil convencer a nadie de que hubo menos
en Castilla, Juan I en Portugal y Juan I en Aragón... ? ¡Y que
reyes de los que contabiliza la Historia. Aunque -como yo
además tengamos que contemplarles continuamente enfrenta­
creo firmemente después de haber construido un fichero con
dos entre sí!
OARSO
Creo que ya va siendo hora de que nos preguntemos seria­
mente si en las genealogías de los reinos hispanos no nos
sobran Pedros, no nos sobran Alfonsos y no nos sobran
Juanes... Porque el poder podría haber sido -y yo creo firme­
mente que lo era- único para toda la Península. Un poder
íntimamente unido al de otra serie de reinos de la gloriosa
Europa donde sucedía exactamente lo mismo.
Aquí, en nuestra revista Oarso, voy a poner un ejemplo prác­
tico de lo que estoy afirmando. Por falta de espacio sin posi­
bilidad de profundizar y abierta totalmente a ulteriores
confirmaciones y por supuesto a puntualizaciones y como es
preceptivo en terreno tan escurridizo, a las necesarias rectifi­
caciones.
Vamos a poner como ejemplo la inmediata ascendencia del
rey Alfonso VIII de Castilla, el que según cuenta la Historia,
agregó la provincia de Guipúzcoa al reino de Castilla por
expreso deseo de sus habitantes, concediéndoles sus Fueros
y Libertades hace casi ocho siglos.
Lo que voy a contarles, a continuación, de la progenie de este
rey no viene en los libros de Historia. Es fruto de mis largas
investigaciones. Sé que va a caer como una bomba y va a
levantar ampollas. Porque también sé que yo no soy nadie en
el mundo de la erudición histórica. Soy simplemente una
periodista con intuición que trabaja con seriedad y respeto.
Pero vengo observando que este respeto no me hace avanzar
en la divulgación de mis hallazgos.
Precisamente el día que tuvimos la última reunión los colabo­
radores de la revista Oarso para preparar este número, un
escritor de prestigio, con muchas horas de vuelo en el mundo
editorial, me aconsejó que prescindiera de pudores y que me
lanzara a defender con brío lo que yo consideraba la Verdad.
Sus palabras fueron para mí como un reto. Y voy a tratar de
responder a él con este artículo. Mas... ¿Cómo meter en un
pequeño espacio uno de los gigantescos embrollos que han
confeccionado los cronistas para ocultar los pecados de nues­
tros reyes?
Me veo obligada a ir al grano y apenas me queda espacio
para pedir perdón por poner patas arriba la Historia que nos
han venido explicando hasta ahora.
Vengo observando que, a través del tiempo, para lograr ese
control absoluto del poder y mantenerlo en la mas estricta
intimidad familiar, se utilizaba una endogamia feroz donde
las mujeres nacidas hijas de reyes solo engendraban los hijos
de sus padres o de sus hermanos.
Además, en este momento histórico del siglo XII que hoy he
elegido, al servicio del poder se hallaba toda la fuerza de un
274
°
ejército semi-religioso engarzado en las órdenes de caballería
enlaces matrimoniales regios. Y en el caso de Ramiro "el
Monje" de Aragón, cuyo efímero reinado coincide con la ges­
del Temple, los Hospitalarios y Calatrava.
tación de la princesa Petronila, la cual será cedida por su
El año 1134 en que muere Alfonso I "El Batallador" de
padre junto con el reino a un conde llamado Raimundo,
Aragón dice la Historia que por decisión testamentaria sus
Ramón...o Ramiro... me impele a pensar que también en esta
Estados quedan en manos de "las Ordenes Militares Extran­
ocasión nos encontramos ante un incesto.
jeras de los Templarios y los Hospitalarios".
Dice también
que no aceptaron su decisión ni los aragoneses, ni los nava­
Creo firmemente que Ramiro "el Monje" padre de Petronila y
rros que reconociendo unos por soberano a Ramiro "El
Ramón "el Santo" marido de Petronila son la misma persona.
Monje", hermano de Alfonso, y los otros a García Ramírez,
Y que este San Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona,
biznieto de Sancho "El Mayor", se enzarzaron como de cos­
Roda y Ribagorza, fundador de la Orden de Calatrava junto
tumbre en interminables luchas intestinas.
con Sancho III "el Deseado" rey de Nájera y Castilla, no es
Yo me he fijado en esa figura misteriosa de Ramiro "El
Monje" que no reina mas de tres años -entre 1134 y 1137pero que ha servido a los cronistas para dar un padre creíble
a la princesa Petronila, la cual desposaría su mismo padre a
los dos años de edad nada menos que con el conde de
Barcelona Ramón Berenguer IV.
otro que San Raimundo de Fitero, conocido precisamente por
haber fundado dicha Orden.
A pesar de que Ramiro, Ramón y Raimundo parecen tres per­
sonas diferentes ...a pesar de que cada uno de ellos posea su
particular
hagiografía... hay serios motivos para
identificar
en ellos a un solo individuo.
Ya hablaremos luego de este Ramón -o Ramiro o Raimundo
que con estos otros nombres también suelen ser conocidos
los Ramones- pero no quiero dejar de lado por su halo legen­
dario al monje Ramiro que, además, era obispo de Barbastro
y Roda. Por un lado dicen que era tan bueno y tan poca su
ambición política que por dar un heredero al reino pidió
licencia al papa para salir del convento, casar con Inés de
Poitiers y engendrar a su hija Petronila. Y una vez nacida ésta,
entregarla al que había de ser su esposo, Ramón Berenguer IV
al que nombró Príncipe de Aragón, y volverse nuevamente al
convento.
Dicen que Petronila fue reina hasta la muerte de su marido y
que luego renunció en su hijo Ramón. Sin embargo al sucesor
del marido de Petronila se le conoce por Alfonso II de
Aragón, el cual si era hijo de Petronila tuvo que nacer más
tarde que ella. Y si se le conoce como nieto del "rey Cogulla"
cabe pensar que lo fue por ser hijo de la hija del rey con la
cual éste cometió incesto. Pero además de nieto, era hijo del
rey, por lo que resulta de lo más lógico que fuera su heredero.
Si esto fue así como yo creo, aquéllos que estaban en el
secreto pudieron morir traicionados en el convite que les
Petronila y Ramón tuvieron un hijo llamado Ramón... que
ofreció el mismo rey. Y el sonido de aquella campana cons­
acabaría reinando en Aragón y Cataluña con el nombre de
truida con las cabezas ensangrentadas de los nobles aragone­
Alfonso II. Dicen que Ramiro "El monje" vivió hasta el año
ses, cuyo badajo era el obispo de Huesca, debió sonar con tal
11 54.Y que le llamaban despectivamente
estruendo que no creo hubiera cronista que se atreviera a
"el rey cogulla"
aludiendo a su anterior condición de fraile. Llama la atención
que tenido por un rey de buenos sentimientos y falta de ambi­
ción política se haya tejido en torno a él la terrible leyenda de
la Campana de Huesca, supuesta justicia rigurosa que hizo el
monarca con los nobles levantiscos.
dejar constancia de la pura y dura Verdad.
Vamos ahora a intentar desenmascarar a García Ramírez "El
Restaurador", el que aparece en Navarra al mismo tiempo
que Ramiro "el Monje" en Aragón, cuando "El Batallador"
había dejado en herencia su reino a los Templarios.
Pero yo me pregunto dónde termina la leyenda y dónde
empieza la Historia. Porque ese Ramón que luego se llamó
Alfonso II de Aragón, hijo de Ramón Berenguer y Petronila
dicen que nació el año 1132. Pero... ¿Cómo pudo ser esto si
también dicen que a su madre Petronila la tuvo Ramiro en
1134? ¿Cómo pudo nacer el hijo antes de que naciera la
madre?
El reinado de García Ramírez en Navarra resultó tan efímero
como el de Ramiro en Aragón. Dicen de García que fue
padre de Sancho VI "El Sabio" de Navarra y que tuvo una hija
llamada Blanca que nació el mismo año en que nacía la prin­
cesa aragonesa Petronila. La historia de Blanca de Navarra es
como un calco de la de Petronila. No sólo habían nacido el
mismo año sino que también casaron al tiempo. El marido de
Yo he comprobado reiteradamente la obscuridad que envuel­
Petronila es conocido como Ramón IV de Cataluña y Aragón
ve el momento en que un hijo rey sucede a su padre rey, así
como hemos visto, el de Blanca es llamado Sancho III "El
como los abundantes puntos obscuros en relación con los
Deseado" de Castilla. Petronila fue la madre de Alfonso de
m
Aragón (el II ), Blanca fue la madre de Alfonso de Castilla (el
marido: En Cataluña, donde figura como esposo de Petronila,
lleva el nombre de Ramón Berenguer IV "El Santo" y como
VIII ).
esposo de Blanca también se le conoce con el nombre de
Llama la atención el acuerdo que se aprecia en las acciones
Sancho III el Deseado de Castilla. Dicen que unido a Berenguer
atribuidas tanto al marido de Blanca como al de Petronila,
IV luchó contra Sancho IV el Sabio de Navarra, el cual - al
incluyendo su relación con la Orden de Calatrava. También
igual que Blanca- es conocido como hijo de García Ramírez.
es extraño que se destaque tanto a Sancho III "El Deseado"
como rey de Castilla, donde sólo se le reconoce un año de
¡Qué difícil resulta poner en claro el grande y confuso tingla­
reinado (1 157-1 158) (justo para dar el relevo al rey Alfonso
do genealógico que nos han legado! ¡Y además en un artícu­
VIII de Castilla cuya minoría habría de dar lugar a tantos y tan
crueles enfrentamientos civiles), cuando este Sancho III de
lo! Pero intentaré hacerlo aunque me vea obligada a dejar en
el tintero muchos datos importantes.
Castilla que estaba casado con la hija del rey de Navarra
Muchas cosas se le atribuyen a ese Sancho III de Castilla,
venía desde años atrás firmando documentos como rey de
conocido como hijo de Alfonso VII "el Emperador", a pesar de
Nájera.
que solamente le asignan un año de reinado. Dicen por otra
parte que murió casi al mismo tiempo que su padre. Hemos
Muy digno de reflexión me parece que el mismo año 1140 en
que ese rey de Nájera conocido como Sancho hijo del
visto cómo en vida de su padre rey, él también aparece en los
documentos como rey. Y además no se oculta que padre e
Emperador se desposaba con Blanca de Navarra, el propio
hijo están enterrados juntos...luego bien podría tratarse de que
padre de Blanca, llamado en Navarra García como manda la
ambos son un mismo rey que para poder casar con su hija
tradición, casaba con Urraca hija de este mismo Emperador al
que en Castilla conocían como Alfonso VII. La boda de
adopta el aspecto de un rev de generación oosterior a la suva.
Blanca
y la de Petronila nos la ponen cuando ellas tenían
unos quince años.
Vamos pasito a paso a volver a esa reina que es conocida
como Petronila en Aragón y como Blanca en Navarra. Hija y
esposa de un rey con muchas caras y muchos nombres, que
durante algún tiempo ha llevado los de Ramiro y García
Ramírez. El mismo rey que bajo los nombres de Ramón IV de
Barcelona y Sancho III de Castilla ha engendrado de su propia
hija a un Alfonso que reinará en Aragón como Alfonso II y en
Castilla como Alfonso VIII.
Sí, aunque se escandalice todo el mundo lo voy a repetir.
Creo que Blanca y Petronila fueron una sola mujer. Y Ramiro
de Aragón, García Ramírez de Navarra, Ramón Berenguer de
Barcelona y Sancho "El Deseado" de Castilla fueron un solo
rey que engendró de su propia hija al rey Alfonso que sería
conocido como II de Aragón y VIII de Castilla.
Pero ya va siendo hora de que hablemos de ese Emperador
misterioso, padre y esposo que gusta aparecer como suegro
de su propia hija. En esta faceta podemos contemplarlo en
Castilla bajo el título de Alfonso VII "el Emperador". Este
Alfonso "Emperador" estuvo casado con Berenguela, hija de
Ramón Berenguer y sabia consejera de su marido... Mas
vemos, por otro lado, que a raíz de la muerte de la madre del
"Emperador", éste dio el título de reina a su hermana Sancha,
la cual fue su mas fiel consejera y fue incluso quien crío a
Urraca, hija del Emperador... y de Berenguela.
El que una misma reina fuera conocida por diferentes nom­
bres -lo mismo que según creo sucedía con el rey- aparece
incluso en las crónicas antiguas. En la de San Juan de la Peña
se dice que el rey don Alfonso de Castilla cambió el nombre
de doña Petronila y la hizo llamar doña Urraca... y quería
casar a su hijo con ella... mas no querían los aragoneses...
Y como no querían los aragoneses... ya hemos visto anterior­
mente que Sancho rey de Nájera y Castilla, conocido como
Vemos al rey de Castilla casar con la hija del rey de Nava­
hijo del "Emperador", si no pudo casar con Petronila princesa
rra... vemos al rey de Navarra casar con la hija del rey de
de Aragón... pues casó con Blanca princesa de Navarra...
Castilla..., cuando en Castilla, y en Navarra, en Aragón,
¿Qué más le daba a él? La cosa era guardar las apariencias...
Galicia, León y Portugal... desde 1135 (prácticamente desde
que Alfonso I el Batallador dejó el reino a los Templarios)
Y no deja de ser significativo que
está reinando Alfonso VII "El Emperador".
Castilla, el conocido como "El Emperador" quien cediera a
fuera
Alfonso VII de
Pero no convenía que nadie en aquel tiempo supiera lo que
gado Sánchez Albornoz.
Ramón y Petronila "las tierras de Zaragoza", según ha investi­
estaba sucediendo: Que las guerras entre los distintos reinos las
provocaba el mismo poder. Y por ello ese rey-emperador lleva­
m
¡Qué suerte la del yerno de Ramiro "el M onje"! Por casar con
ba diferente careta en cada lugar. Ya le hemos visto brevemen­
la princesa Petronila, el rey de Aragón le cede la corona... y
te con el nombre de Ramiro "El M onje", ya le hemos
por la misma razón el rey de Castilla le cede las tierras de
contemplado con el de García Ramírez, en ambos casos
Zaragoza... ¿Es que las tierras de Zaragoza no eran precisa­
haciendo de padre. Veamos ahora que apariencia adopta como
mente Aragón? ¿Cambiaron siquiera las tierras de manos? ¿O
fueron las manos las que cambiaron de nombre? Son dema­
siados los detalles que avalan la existencia de un sólo rey en
toda la península.
En toda la península, sí. Porque unido a este caleidoscópico
emperador vemos guerrear a diestro y siniestro hasta al Rey
Lobo de los musulmanes. Y porque muy poco después de la
muerte de Alfonso "El Batallador", al mismo tiempo que
Navarra se inquietaba por la restauración de una monarquía
autóctona, nacía el nuevo reino de Portugal. Alfonso VI de
Castilla y León llamado "ti Emperador" había dado a Enrique
de Borgoña una de sus hijas y con ella unas tierras en
Portugal, las cuales convertidas primero en condado se trans­
formarían en reino al ser proclamado rey Alfonso I de
Portugal , el nieto de Alfonso VI de Castilla.
Pero lo más sorprendente de todo es que este Alfonso I de
Portugal se parece, como se parece una gota de agua a otra,
al también nieto de Alfonso VI de Castilla, el mismísimo
emperador Alfonso VII. Ambos tuvieron por padre a un duque
de Borgoña (cierto que el progenitor del rey Alfonso de
Portugal es más conocido como Enrique y el padre de Alfonso
de Castilla como Raimundo); ambos tuvieron por madre a
una hija de Alfonso VI de Castilla (conocidas por Berenguela
y Teresa); ambos dominaron al mismo tiempo en Portugal
pues si uno fue rey de la tierra lusa, el otro fue emperador de
España y Portugal. Ambos tuvieron un hijo llamado Sancho y
una hija llamada Urraca. El conocido como Alfonso I de
Portugal tuvo un nieto que fue Alfonso II de Portugal; el cono­
cido como Alfonso VII "el Emperador" tuvo un nieto al que
llamaron Alfonso VIII de Castilla.
A este Alfonso VII "Emperador" nos lo encontraremos enfren­
tado a las decisiones de su abuelo Alfonso VI de Castilla y a
las pretensiones de Alfonso I de Aragón casado con su
madre". Y veremos que un conde Borgoña -al parecer her­
mano de su padre Raimundo de Borgoña- fue arzobispo de
Viena y también papa con el nombre de Calixto II.
En cuanto a las hijas de Alfonso VII "Emperador", recordemos
que una de ellas -la conocida como Urraca pero que también
pudo antes llamarse Petronila- estuvo casada con el rey
García Ramírez de Navarra. Y a la que llaman Constancia
también la encontramos coronada de reina porque su esposo
fue el rey Luis VII de Francia que comenzó a reinar en aquel
país por el tiempo en que muerto "El Batallador" lo hicieron
aquí Ramiro el Monje y García Ramírez. Y, cosa curiosa, al
padre de Luis VII que fue Luis VI de Francia... ¡Le llamaron
también "El Batallador"!
En cuanto a la hija más pequeña del "Emperador", la que
unos llaman Beatriz y otros llaman Sancha, por el año 1153
la vemos casar con Sancho VI de Navarra y por el año 1174
aparece como esposa de Ramón- Alfonso II de Aragón...
277
Deteniéndonos de nuevo en ese Ramón-Alfonso II de Aragón,
que junto a Sancho VI de Navarra, Fernando II de León
Quizá lo que les he contado les resulte complicado en extre­
y
mo. Se empieza a ver con mayor claridad si uno tiene en
Alfonso VIII de Castilla parecen prestar sus nombres a un
cuenta que la corona real va pasando del abuelo rey al nieto
nuevo Emperador que sucede al que escondió su poder tras
rey a través de la hija del rey. Por lo que las generaciones
los nombres de Alfonso VII o Sancho III de Castilla, García,
intermedias - con un yerno diferente en cada reino - dan lugar
Ramón, Ramiro o Raim undo de Navarra o Aragón...
a una amplia serie de soberanos que ni siquiera han existido
Deteniéndonos como digo en Ramón, - Alfonso II de Aragón,
pero que son una excelente excusa para plantear pleitos
el que aparece casado con Beatriz la nieta de Raimundo de
dinásticos y simular enfrentamientos entre ellos que les per­
Borgoña, se nos dice que luchó durante varios años frente a
mitan continuas entradas en los reinos vecinos para robar,
Raimundo de Tolosa que le disputaba la Provenza, la cual al
matar y sacar provecho de la desgracia ajena.
fin consiguió para sí el aragonés en el año 11 66...
Mas por otro lado uno se encuentra con que la Provenza, al
igual que la Borgoña, habían sido la dote que llevó Beatriz,
hija del conde Reinaldo (¿Raimundo?) de Borgoña en su
matrimonio realizado el año 1156 con Federico Barbarroja,
Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico...
Si la perspectiva del tiempo no ha conseguido aportar algo de
claridad para comprender quien manejaba en la Edad Media
los hilos de aquel Gran Tinglado salpicado de guerras entre
vecinos y parientes, cabe preguntarse si hoy no está sucedien­
do lo mismo cuando tan difícil resulta saber qué es realmente
lo que ocurre en tantos países donde el apocalíptico jinete de
Pero aquí vamos a dejarlo. Porque si tiramos de la manta no
la guerra no deja de galopar.
queda en toda Europa cabeza para tanto títere. Y no crean
que me he inventado ni una sola intriga de este serial.
Incluso aquí, en nuestro querido país. ¡Cuántas incógnitas no
Cualquiera que desee comprobarlo no tiene mas que ir al
se ocultan detrás de las manipulaciones que llevan a tan crue­
Diccionario Enciclopédico Abreviado Espasa, donde a propó­
les enfrentamientos entre hermanos! ¿Quién se esconde hoy
sito he ido a buscar a cada uno de los personajes que les he
tras los centros del Poder? Ese oculto poder que igual que
presentado con el fin de ponerlos al alcance de todos los lec­
ayer está presente al mismo tiempo del lado de acá y del lado
tores. Algún pequeño detalle que no encuentren allí se lo
de allá. Ese poder que miente, extorsiona y traiciona a los
podrán proporcionar el arzobispo don Rodrigo Jiménez de
unos y a los otros. Creo que es hora ya de abrir los ojos ante
Rada, Sánchez Albornoz o Joshep González de Tejada, por­
la mentira interesada de esos poderes incógnitos, para no
que si les ruego que vayan a la Crónica de San Juan de la
seguir siendo vilmente manipulados por los siglos de los
Peña o a las "Bienandanzas" de Lope García de Salazar van a
siglos, f
terminar naufragando entre genealogías y cronologías.
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