CARLOS FUENTES, MESTIZAJE Y LA IDENTIDAD MEXICANA por

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CARLOS FUENTES, MESTIZAJE Y LA IDENTIDAD MEXICANA
por
MAJEL CAMPBELL
(Under the direction of Betina Kaplan)
ABSTRACT
El escritor Carlos Fuentes desarrolla en su obra la tematica de la identidad mexicana.
Tres elementos importanes que se ve en su obra son los temas de la conquista, de la religión
sincrética y los problemas que existen en la ciudad de México D.F. por causas económicas y
raciales. El elemento que todas estas cosas tiene en común es el mestizaje que es una faceta de
primera importancia en la identidad mexicana. Este trabajo explora estos elementos en los
cuentos contenidos en tres libros suyos, El naranjo o círculos en tiempo, Los días enmascarados
y Agua Quemada. Con una examinación de estas obras y algunos ensayos de Fuentes el lector
puede ver un poco de su perspectiva en que significa ser mexicano y las raíces de esta identidad.
INDEX WORDS:
Carlos Fuentes, México, Identidad, mestizaje sincretismo
CARLOS FUENTES, MESTIZAJE Y LA IDENTIDAD MEXICANA
por
MAJEL CAMPBELL
B.A., The University of Colorado in Colorado Springs, 2001
A Thesis Submitted to the Graduate Faculty of The University of Georgia in Partial Fulfillment
of the Requirements for the Degree
MASTER OF ARTS
ATHENS, GEORGIA
2005
© 2005
Majel Campbell
All Rights Reserved
CARLOS FUENTES, MESTIZAJE Y LA IDENTIDAD MEXICANA
by
MAJEL CAMPBELL
Major Professor:
Committee:
Electronic Version Approved
Maureen Grasso
Dean of the Graduate School
The University of Georgia
May 2005
Betina Kaplan
Lesley Feracho
Elizabeth Wright
TABLE OF CONTENTS
Página
CAPÍTULO
1.
INTRODUCCIÓN-CARLOS FUENTES Y SU MÉXICO.....................................1
2.
LA IMPOTANCIA DE LA CONQUISTA EN EL NARANJO ...............................9
3.
LOS DÍAS ENMASCARADOS Y LA RELIGIÓN SINCRÉTICA
AMENAZANTE....................................................................................................25
4.
AGUA QUEMADA Y LAS DIFICULTADES DE LA MODERNIDAD
EN LA CIUDAD ...................................................................................................42
5.
CONCLUSIONES .................................................................................................56
OBRAS CITADAS........................................................................................................................59
iv
CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN
CARLOS FUENTES Y SU MÉXICO
Carlos Fuentes ha escrito mucho durante el curso de su carrera y un tema consistente en
su obra es la cuestión de la identidad mexicana. En un ensayo en una colección en honor a
Fuentes después de 40 años de escritor, José Francisco Conde Ortega dice que la obra de Fuentes
“pueda leerse, sin desdoro de su calidad literaria, como un documento que presenta su opinión de
México” (12). Es un tema difícil y abarcador por la cantidad de grupos diferentes que hay en
México. Las divisiones son diversas también, hay grupos religiosos, étnicos, políticos y más.
Parece que sería imposible describir México pero “Aspectos como el mito, el poder, la riqueza o
la fama han sido destacados como hitos en el deportamiento de una sociedad, si bien compleja,
no por ello menos reconocible” (Conde Ortega 12). Aparte de su ficción también ha escrito
muchos ensayos que trata de estos temas de una manera más directa, pero en su ficción vemos
las concepciones que expresa más vivas que en un ensayo. Un ensayo es una expresión de
opinión pero en una novela o un cuento el lector puede experimentar los pensamientos y
experiencias de los personajes. Tres temas importantes en la obra de Carlos Fuentes que
desarrollo aquí son la conquista de las Américas, el sincretismo que existe como resultado de
esto y la cultura moderna que existe hoy día. Estos temas tienen en común que tienen que ver
con el mestizaje cultural, parte integrante de la identidad mexicana. Para el lector extranjero
1
parece casi imposible conocer la cultura mexicana, pero en la escritura de Fuentes es posible
comprender al menos un poco de este país tan diverso y complicado.
México consiste en tantos grupos diferentes que parece imposible ponerlos todos bajo
una identidad, y por esto el país es muy variado. Esta variedad puede causar problemas con los
prejuicios raciales y económicos, pero también crea una cultura muy rica que puede estar abierta
a muchas posibilidades. Hay muchos grupos de indios rurales y de personas con un estilo de
vida agraria en México, aunque Fuentes no trata mucho de ellos tienen una importancia en su
obra. En su lucha para no perder lo que es especial y diferente de su país esta gente figura como
parte integral de la cultura. Los arqueólogos generalmente están de acuerdo que México central
ha sido habitado por veinte mil años. “The comparison of this long period with the three
hundred years of colonial life and the fewer than two centuries of the modern independent nation
makes it appropriate to identify the pre-Columbian millenia as “the substratum and root of
present day Mexico”” (León -Portilla, Aztec Image 3). Aunque la época precolombina es
relacionado con el presente, “Mexico as a nation is tied to modernity and is a political and
administrative product of the late eighteenth century, as much the offspring of the French
Revolution as it is of the postcolonial Spanish empire” (Ochoa 2). Los personajes de Fuentes
generalmente son urbanos con preocupaciones modernas pero son productos de un hibridismo
social. No hay una raza pura y aún menos en México. Los hechos que comenzaron esta
hibridización empezaron con la conquista y continuaron con la colonización de las tierras
conquistadas. El conquistador posiblemente más famoso fue Hernán Cortés quien conquistó a la
ciudad de Tenochtitlán, hoy día México D.F. Cortés simbólicamente es el padre del pueblo
mexicano, un padre bastante vergonsoso. En El naranjo Fuentes trata del tema de la conquista,
pero no sólo de Cortés. El cuento “Las dos Numancias” relata la conquista de una ciudad
2
española desde las perspectivas de los conquistadores (los romanos), los conquistados (la gente
de Numancia) y de un pueblo ya sometido (los griegos). Este cuento sugiere que la conquista es
una tradición anciana y había contribuido a la formación del mundo moderno. La gente de
Tenochtitlán se llamaba los Méxica, y ellos fueron conquistadores también. Cuando llegó Cortés
los Méxicas controlaban una parte bastante grande de México y utilizaban a los pueblos
sometidos para el sacrificio ritual. Tenían una civilización sofisticada pero brutal a la vez.
Desde la perspectiva azteca, el mundo periódicamente termina y empieza de nuevo. En el
sistema azteca la época en que vivimos es la quinta y durante cada época había un dios diferente
del sol. La época moderna comenzó cuando el dios Nanahuatzin saltó en un fuego,
sacrificándose para ser el sol. Cuando el nuevo sol se elevó en el cielo, rehusó moverse y los
dioses tenían que ofrecerle sacrificios de su sangre para que moviera en el cielo (Portilla, Aztec
Thought 45). Los dioses se sacrificaban por el bienestar del mundo, y los aztecas creían que sus
sacrificios también servían para sostener el movimiento del universo.
En El naranjo examino el tema de la conquista porque con este hecho empezó la
hibridización, es decir el proceso de mezcla de dos culturas, de México. El mestizaje es una
faceta importante de la identidad mexicana y comenzó durante esta época. Los cuentos en esta
colección tienen que ver con la conquista en general y tienen cierto optimismo. El libro sugiere
que no es posible evitar que el mundo se transforma durante los años per es posible encontrar lo
bueno en los cambios. El autor juega con el concepto del tiempo en El naranjo para recordarnos
que hay más de una perspectiva del mundo. Le interesa la situación de la gente indígena y la
idea del tiempo en los cuentos proviene de esta tradición.
Los Mexicas tenían un calendario sofisticado y hacían los sacrificios durante momentos
importantes en los cíclos cuando la posibilidad de que el caos pudiera tomar control sobre el
3
universo era mayor. Lo cíclico se refleja en hechos naturales, como el nacimiento y la muerte, el
verano y el invierno, y las lluvias anuales que fueron necesarios para la vida del maíz que
necesitaba la gente (González Torres 121). Aunque los Mexicas no fueron el único grupo en
México, su religión y las otras no fueron muy diferentes, como Fuentes nos recuerda en “Chac
Mool” cuando comenta en la similtud entre Chac Mool (un dios maya) y Tláloc el dios de la
lluvia de los Mexica. Este concepto de lo cíclico es importante en partes de la escritura de
Fuentes, en particular en El naranjo. Otro tema que influye a Fuentes es la Revolución
Méxicana, que en la opinión de Ortega fracasó. Para él la revolución sólo “propició que la
riqueza cambiara de manos[...]Con todo, parece que el país da vueltas sobre sí mismo” (Ortega
12). Si esto es verdad, México ha sido captado en el mismo cíclo desde la revolución.
En Los días enmascarados la historia figura, pero en una manera fantástica. El pasado
aparece en el presente en una manera amenazante. Examino tres cuentos y una novela corta en
los que el personaje principal sufre horrores de seres sobrenatuarles. Fuentes no siempre aborda
el género fantástico, pero cuando lo hace, relaciona lo fantástico con el pasado mexicano y estos
cuentos no son excepción. Parece sugerir que es peligroso olvidarse del pasado porqueel pasado
es parte del presente. Las fuerzas sobrenatuarles en dos de los cuentos son mujeres inspiradas
por la emperatriz Carlota de la época en que los franceses trataban de controlar México. En los
otros relatos los dioses indígenas amenazan a los personajes.
Aunque no se practica la religión mexica hoy día, el catolocismo mexicano es bastante
diferente que en otros países, lo cual se demuestra más obviamente en El día de los muertos y la
popularidad de la Virgen de Guadalupe, que “ha sido para México tal vez el más poderoso polo
de atracción y fuente de inspiración e identidad” (León -Portilla, Tonantzin Guadelupe 3).
4
Esta virgen ha tomado un papel más grande que sólo el de una figura religiosa. Ella, en las
palabras del General Vicente Vergara en el cuento “Día de las madres” es “una virgen
revolucionaria que lo mismo aparece en los estandartes de Hidalgo, en la independencia, que en
los de Zapata, en la revolución, una virgen a toda madre” (Fuentes, Agua Quemada 18). Ella ha
llegado a ser símbolo del México y de su gente y ha sido una inspiración durante la guerra y la
paz. Desde su primera aparencia la virgen se ha parecido a los indios. La iglesia de Nuestra
Señora de Guadalupe está en el mismo sitio en que era adorado la diosa Tonantzin, madre del
panteón azteca, y durante los primeros años de la adoración de ella, se llamó Tonantzin
Guadalupe (León-Portilla Aztec Image 12). En su artículo “Upon this rock: Nahuas and National
Culture, A Contest of Appropriations” Richard Haly relata sus experiencias viviendo con los
nahuas modernos. Sus conclusiones en cuanto a la religión de esta gente son que su religión hoy
día es una mezcla del cristianismo que aprendían hace siglos con sus creencias originales.
Concluye que han apropiado los elementos que estaban de acuerdo con lo que ya creían y los han
incorporado a una nueva religión. La visión de Juan Diego de una nueva virgen india que tomó
el lugar de una diosa indígena parece apoyar esta teoría, aunque hay pocos hoy que piensan en
Tonantzin cuando piensan en Guadalupe. Alicja Iwanska describe como en México D.F. hay
una mueblería que tiene un imagen de Guadalupe por un lado y de Cuauhtémoc, el último
emperador azteca al otro, para simbolizar los dos lados de la gente Mexicana, lo indígena y lo
español. Esto es una simplificación, como nota ella, porque Cuauhtémoc representa uno de
muchos grupos, y tiranizó a muchos otros. Sin embargo, dice mucho el hecho de que pocos
prestan ateción al emperador azteca que representa la historia de su país (532). Aunque
oficialmente México está orgulloso de su herencia indígena y de los mestizos que pueblan el país
hoy, la realidad es bastante diferente. En práctico la modelo ideal es la español, o a veces el de
5
los EEUU, como vemos con frecuencia en los personajes de Fuentes. En particular los cuentos
de Agua Quemada muestran la preferencia de identificarse con ideales españoles o
estadounidenses. La importancia impuesto en la belleza de las mujeres y en las posesiones,
como los coches, refleja un ideal Hollywoodense. La preferencia por una aparencia menos
indígena, como en “Chac Mool” y “El hijo de Andrés Aparicio” muestra que al menos los
ideales de la belleza se concentran en la herencia europea. El mestizaje de la herencia mexicana
generalmente es idealizado en la propoganda oficial, que está tomado en serio filosóficamente
pero no en la vida diaria.
En su obra Agua quemada Fuentes presenta algunos personajes que viven en la ciudad de
México D.F. Este libro no contiene elementos de lo fantásitico como los otros incluidos aquí,
pero es importante en cuanto a sus pensamientos de la identidad mexicana. Agua quemada tiene
un tono más sociopolítico que los otros y tiene mucho que decir sobre la sociedad. La identidad
es otro tema importante en esta obra, la identidad del individuo y del país. La pobreza figura en
este libro, reflejando la realidad, influye y transforma a los personajes. No es posible ignorar la
influencia del pasado en el presente, como vemos en los otros libros tratados aquí, El naranjo o
círculos en tiempo y Los días enmascarados, pero la realidad cotidiana es de suma importancia
también. La capital de México es una de las ciudades más grandes, más pobladas y más
contaminadas del mundo. Tiene problemas con el crimen y con la pobreza. El grupo político
que dominaba el país por un tiempo era el PRI (Partido Revolucionario Institucional). El PRI
glorificaba el mestizaje, pero en la vida diaria tenía una importancia secundaria. Richard Haly
clama que la manifestación pública de los símbolos del mestizaje como elemento de la identidad
mexicana sirve sólo como símbolo. Dice que la cultura indígena
6
is a necessary, but not sufficient, condition for mestizaje. The same, or course, might be
said of the other necessary-but-not-sufficient condition of mestizaje, the Spanish side.
The nationalist perspective, however, acknowledges its Spanish roots as a viable, if not
preferable, alternative to mestizaje; after all, Spain exists as a nation. To acknowledge
indigenous nationhood within a paradigm of nationalism would be problematic, to say
the least.
(Haly 2)
Esto demuestra otra vez el prejuicio real que hay en cuanto a la cultura indígena y aún las
manifestaciones físicas de la geneología indígena del país. La manera en que la familia de
Bernabe ríe a su novia por ser fea y india en el cuento “El hijo de Andrés Aparicio” muestra este
prejuicio. Esta cita también demuestra el problema con el concepto de México desde la
perspectiva nacionalista. Es difícil unir tanta gente diferente bajo una definición y las
necesidades de grupos diferentes son diferentes. Para tener una identidad nacional verdadera es
necesario tener muchas identidades que la forman.
Para Fuentes “no habrá al cabo ni un México puramente indígena ni un México
puramente blanco, más no vale valorizar dos cosas” (Fuentes creo 181). También para él la
modernidad no es una cosa que se puede compartamentalizar en una parte de la población. “La
modernidad es fatal pero también puede ser libertad, si la tomamos como oportunidad[...]México
tiene muchas modernidades. Para el indígena[...] su cultura es su modernidad. Merecen respeto
y hasta protección. Pero no adulación que perpetúe su miseria, su ignorancia y su injusticia”
(Fuentes En esto creo 181). Parece que no cree en la emulación de otros países, como los
Estados Unidos o España, pero cree en los beneficios que ofrece el mundo moderno también. En
El naranjo Fuentes parece sugerir que ciertas cosas son inevitables, en este caso las conquistas
7
de algunas culturas por otras. José Emilio Pacheco dice que “Nadie que tenga el dinero
suficiente para comprar El naranjo y la instrucción necesaria para disfrutar de su lectura podrá
decir: “Mira lo que nos hicieron los bárbaros conquistadores” (60). Este libro y además la obra
entera de Fuentes no rechaza por completo los resultados de la conquista y el imperialismo, sólo
algunas facetas. Sugiere que no se puede evitar la modernidad pero con cuidado es posible
mejorarse con la modernidad sin dejar su propia cultura.
La modernidad es una palabra que por definición cambia su definición. Para Fuentes la
modernidad implica la tecnología y la globalización. Implica la habilidad de mejorar las vidas
de muchos pero también hay una tendencia de desdeñar lo que no es moderno. Fuentes es un
hombre con intereses internacionales, pero su “cosmopolitanism did not mean that he had
escaped into some ethereal zone where all sense of one's specific cultural location ceases to
matter” (Van Delden Carlos Fuentes 7). El nacionalismo es problemática en este sentido porque
es producto de la modernidad pero a la vez rechaza la modernidad con el deseo de formar un
estado que es autónomo del resto del mundo (Van Delden Carlos Fuentes 9-10). La paradoja
entre la nación y el internacionalismo es una característica definitiva de la obra de Fuentes.
“Es cierto, existen numerosos intentos de interpretación de la realidad mexicana.
Diversos puntos de vista y distíntos métodos de acercamiento para ello” (Ortega 12). La
interpretación de Fuentes es sólo una de muchas. Sin embargo, es válida y trata de incluir lo más
posible. La nación es un concepto moderno, pero la nación mexicana intrísicamente mira al
pasado para su definición. El mundo de la ficción de Carlos Fuentes reconoce esto y nunca
olvida que el pasado es el soporte y el apoyo del presente.
8
CAPÍTULO 2
LA IMPORTANCIA DE LA CONQUISTA EN EL NARANJO
El libro El naranjo de Carlos Fuentes contiene cinco cuentos muy diferentes que
despliegan los temas de la conquista y la cultura mexicana. La conquista de México por los
españoles tuvo un gran impacto en la cultura que existe hoy día y para el estudio del México
moderno es importante saber sus raíces. La mayoría de los personajes principales son figuras
historicas que participaron en la conquista. Este libro trata no sólo de las consecuencias de la
conquista real de México, sino también de las consecuencias de la conquista de la Península
Ibérica por el Imperio Romano y de la idea de la conquista en general, sugiriendo que es
inevitable y que las culturas hegemónicas con el paso de tiempo pierdan su poder pero dejan sus
marcas en las culturas que conquistan. Es importante señalar que Fuentes no presenta la
conquista como un hecho puramente negativo sino que tuvo consecuencias también positivas.
También estos cuentos imaginan realidades alternativas de la historia, mezcladas con lo que sí
ocurrió y con lo que pudiera haber ocurrido. Los relatos se mueven hacia la ciencia ficción al
final con el cuento acerca Cristóbal Colón. Este libro muestra una variedad de estilos literarios
los cuales nos indican de lo que el autor es capáz, con sus perspectivas diferentes de personajes
históricos, tales como Jerónimo de Aguilar y los hijos de Cortés, ambos llamados Martín.
Fuentes explora no sólo la historia de México sino también la historia de lo hispano desde los
principios de la historia de España hasta el México turístico contemporáneo. Examina las raíces
de la identidad mexicana y sus significados contemporáneo. Va “de atrás hacia adelante, de un
9
lado a otro de la historia de México, hurgando en todas las direcciones posibles para encontrar
las señas de identidad que condicionan, marcan o definen” su realidad (Trejo-Fuentes 94). Es
una visión que trasciende culturas y una narración que explora muchas épocas de la historia.
En este capítulo el tema de la conquista es dominante. El mestizaje tiene sus origenes en
la colonización de América por los europeos. En esta época empezaron los problemas
sociopolíticos que todavía existen en México, como la preferencia de la aparencia no morena.
La actitud de desprecio de los colonizadores hacia el pueblo nativo se refleja en la actualidad.
Fuentes juega con el tiempo en este libro y con posibilidades alternativas de la realidad. Cada
cuento que imagina una historia diferente muestra las caraterísticas positivas de los indígenas.
Constante también es la idea de la inevitabilidad. Sin importancia de que hacen los personajes,
el mundo cambia. Estas historias son pertinentes porque exploran el comienzo del pueblo
mexicano y porque miran a las consecuencias, buenas y malas, de la historia.
El título completo del libro, El naranjo o los círculos del tiempo, refleja bien la
estructura del texto. El último cuento es cronológicamente casi el primero y algunas de las
historias se mueven en el tiempo al revés. Francisco Javier Ordiz nota en su libro El mito en la
obra narrativa de Carlos Fuentes que en la cosmovisión azteca el hombre era sólo una parte de
un macrocosmos. Las nociones de la importancia del individuo que tenemos hoy no existían.
Los aztecas creían que el papel de los seres humanos era retardar un cataclismo inevitable (156)
con sus ceremonias y sacrificios. El individuo no tenía tanta importancia en sí como tenía el
grupo y sus acciones. La perspectiva azteca del tiempo es cíclico, y con la posibilidad de que el
mundo terminare después de cada siglo, por lo tanto, es fatalista también. Algún día el mundo
terminará, y el tiempo que nos queda se mueve en círculos que se repiten. Ordiz añade además
que la mentalidad mítica no concibe el transcurso temporal de una manera lineal y progresiva
10
sino como una realidad que constantemente está volviendo sobre sí misma (155) y dice que el
mundo se renueva periódicamente, una perspectiva que está reflejada tanto en los cambios
estacionales como en los sucesivos apocalipsis y génesis que se han producido (155-56). En el
primer cuento, “Las dos orillas”, y el último, “Las dos Américas” (se nota la similitud entre los
nombres) vemos la inevitabilidad de la conquista. El primero es narrado por Jerónimo de
Aguilar, uno de los traductores de Cortés. Se piensa generalmente en este hombre como un
instrumento importante para la conquista, en contraste, en esta versión está haciendo todo lo
posible para causar el fracaso de la expedición. El fracaso personal de Aguilar resulta en el
comienzo de una nación completamente nueva. John Ochoa postula que la historia de México
está definida por sus fracasos, la conquista, la independencia, la guerra con los Estados Unidos
de 1848 y la revolución de 1910 (3). Algunos de estos hechos son fracasos literalmente y
algunos en la teoría. El fracaso de Aguilar se hila al fracaso de la conquista.
El Aguilar historico vivió un tiempo como esclavo de una tribu maya en la península de
Yucatán antes de ser encontrado por Cortés y juntarse con su grupo. En su narración de los
hechos de la expedición y de su vida, Aguilar cambia las palabras de Cortés para mostrar la
verdad a los indios, pero sin éxito. En un ejemplo, Cortés está hablando a Guatemuz, un indio
que se rebeló en contra de los españoles después de la caída de Tenochtitlán. Cortés dice, por
medio del traductor, que si el guerrero se junta con él, puede reinar como gobernador para
Cortés, trabajando para el gobierno español. Aguilar no repite lo que dice Cortés, sino lo que
cree que son los pensamientos verdaderos de Cortés. “Serás mi prisionero, hoy mismo te
torturaré quemándote los pies igual que a tus compañeros, hasta que confieses donde está el resto
del tesoro de tu tío Moctezuma” (Fuentes, El naranjo 18). Aguilar revela que él intentaba
arruinar los planes de Cortés y proteger a su amigo Guerrero, otro esclavo español. Guerrero
11
decidió quedarse con los maya porque se había casado con una de ellos y tenía hijos.
Desafortunadamente Doña Marina, también conocida como la Malinche, la otra traductora,
trabaja en contra de Aguilar. Al final, Aguilar narra otra conquista de su imaginación, después
de su muerte. Relata la conquista de España por los indios. El cuento termina con palabras
semejantes a las que empieza. “Yo vi todo esto. La caída de la gran ciudad azteca...Vi el agua
quemada de la laguna sobre la cual se asentó esta Gran Tenochtitlán, dos veces más grande que
Córdoba” (Fuentes, El naranjo 11) versus “Yo vi todo esto. La caída de la gran ciudad
andaluza...Vi el agua quemada del Guadalquivir y el incendio de la Torre del Oro” (Fuentes, El
naranjo 54), trayendo el relato a un círculo que temina, como empieza, en la destrucción. El
hecho de que termine con una conquista al revés también sugiere la conquista como algo
esencial en la naturaleza humana. La diferencia entre la nueva conquista por parte de los maya
desde la perspectiva de Aguilar y la conquista real, aparte de lo obvio, es la tolerancia que
muestran los indios. Los españoles vienen a las Américas con el permiso del Papa para convertir
a los indígenas. En la conquista de Sevilla imaginada por Aguilar, el próximo día “con las
piedras de la Giralda, comenzamos a edificar el templo de las cuatro religiones, inscrito con el
verbo de Cristo, Mahoma, Abrahám y Quetzalcoátl” (Fuentes, El naranjo 54). Aunque en esta
versión de la historia los indios conquistan Sevilla, después de la destrucción, reconstruyen un
templo en que todas las personas de España pueden observar sus religiones sin el conflicto que
había en el mundo cristiano durante esta época. En la región de Sevilla antes de la época de la
reconquista español existió esta misma combinación de religiones que propone Aguilar. Aguilar
ve a los mayas como la gente capáz de formar una nueva sociedad con la posibilidad de
compartir un sólo país entre muchas personas diferentes.
12
En “Las dos Américas” Cristoból Colón llega al Nuevo Mundo sólo porque sus marineros
le abadonan en el mar y regresan a España. En vez de explorar la tierra y explotar a los nativos,
vive junto con ellos, feliz y en paz. En el paraíso que es América los indígenas cuidan de él y
todos coexisten sin la muerte ni la enfermedad hasta el siglo XX. Los japoneses llegan durante
esta época y toman control de las Américas por medio del turismo, porque según ellos es el
único lugar limpio que hay en el mundo. Por supuesto el mundo moderno destruye el paraíso.
Este cuento sugiere (como muchos de los otros) la inevitabilidad de la conquista , y también el
final apocalíptico del mundo como en la filosofía azteca. Ortiz relata el mito del paraíso como
una constante en la obra de no solamente Fuentes sino de otros autores también,
latinoamericanos y europeos. Dice que hay una nostalgia por el paraíso perdido, como vemos en
este cuento, en que América es el paraíso decubierto y perdido (181). En un ensayo que escribió
Fuentes sobre la obra de Gabriel García Marquéz, comenta sobre su concepción de América y el
mito utópico de esta tierra.
This is America. It is a continent. It is big. It is a place discovered to make the world
larger. In it live noble savages. Their time is the Golden Age. America was invented for
people to be happy in. You cannot be unhappy in America. It is a sin to have tragedy in
America. There is no need for unhappiness in America. America doesn't need to
conquer anything. It is too vast. America is its own frontier. America is its own utopia.
(Fuentes, Myself with Others 182)
Destaca aquí el mito de las Américas como el paraíso, que atrajo a tantos europeos. La
simplicidad de las oraciones, cortas y bruscas, muestra la simplificación y los estereotipos de lo
que es América y de su gente, de hoy día y de épocas pasadas. El mundo moderno en “Las dos
Américas” descubre el paraíso y lo destruye, como ocurrió en los días de los conquistadores.
13
Colón al final tiene que regresar a España para morir, reflejando la historia cristiana del paraíso
perdido, en que a los culpables se les atribuye el destino de la muerte y lo heredan a toda la
humanidad. Colón después de quinientos años de vida tiene que morir, porque vendió el paraíso
a los japoneses. Sin embargo, tiene las semillas del naranjo para plantar en su casa familiar en
Sevilla, semillas simbólicamente de la esperanza en el futuro. El paraíso de Aguilar y Guerrero
también está arruinado, aunque ellos no la hayan traicionado. Es de interés particular el nombre
de este cuento, “Las dos Américas”, porque es el nombre del barco que alquila Vicente Valera,
el protagonista del cuento “Apolo y las siete putas”. El recepcionista del hotel de Valera, donde
alquila el yate, le dice que a muchos norteamericanos les molesta este nombre. Le dice que “Se
irritaban de saber que hay más de una América[...]Los Estados Unidos de América. Eso es una
burla. No son los únicos estados, ni son los únicos americanos[...]no es un nombre, es una
descripción, y una falsa descripción...Una burla” (Fuentes, El naranjo 170) El recepcionista se
molesta por el egoísmo de los norteamericanos y por la ignorancia del mundo en cuanto a
México. Fuentes tiene una actitud ambivalente hacia los EEUU. Critica muchas acciones de su
gobierno, pero admira los ideales fundamentales del país (Van Delden Carlos Fuentes 9). El
recepcionista está de acuerdo en cuanto a la ignorancia de este país de culturas y filosofías
diferentes.
En “Apolo y las siete putas” el personaje principal muere en el medio del cuento y acaba
la narración estando muerto. Descubre que los muertos pueden comprender no sólo las palabras
de las personas vivas, sino también sus pensamientos. Vicente Valera es irlandés, pero recibió
su ciudadanía en los Estados Unidos a la edad de siete años. Hay confusión en cuanto a su
identidad nacional en este cuento, y también su identidad en general. Es un actor, y se divorció
de su esposa después de actuar en una película buena pero con mal salario. Siempre había
14
trabajado en películas de baja calidad pero se ganaba la vida comodamente. A su esposa le
molestó la posibilidad de que perdiera su popularidad en Hollywood. Valera está en un
restaurante cuando un mexicano le comenta que el lugar está lleno de mexicanos. Parece al
mexicano molestarle un poco descubrir que este hombre tan moreno es norteaméricano. Esto
sugiere que existe un estereotipo de qué es un estadounidense, físicamente y en la manera en que
se comporta. Valera tiene una aparencia oscura y piensa que desciende de los hombres que
escaparon de la armada española a Irlanda, confundiendo aún más su identidad nacional. Piensa
que con la muerte se vuelve mexicano, lo cual explicaría la continuación de sus pensamientos
después de morir. La muerte es diferente en la concepción mexicana que en la norteamericana o
en la irlandesa. La diosa Tlaltecuhtli fue conceptualizada como un gigante anfibio en un océano.
Su cuerpo forma el mundo y todas las plantas crecen de ella, por esto fue diosa de la fertilidad y
la fuente de la vida. A la vez, sin embargo, en el oeste donde se encuentra la boca de la diosa, se
halla la entrada al mundo de la muerte, en donde ella devora los planetas, la aurora y las almas
de los muertos también. Aunque la vida surge de la superficie de su cuerpo, los almas pasan por
adentro de su cuerpo, y ella abraza la vida y la muerte. Al atardecer, los planetas renacen en el
este donde están sus organos sexuales, sugiriendo el mito del renacimiento de todo el mundo
mesoaméricano, desde el maíz hasta los dioses y el mundo (Klein, 71). Esta diosa muestra la
importancia de lo cíclico en la mitología indígena, particularmente en cuanto a la vida y la
muerte. El círculo que forma ella entre la vida y la muerte refleja las creencias que se ve en el
Día de los Muertos, cuando los mexicanos creen que los muertos pueden regresar a la tierra para
visitar a sus seres queridos.
En el barco Las Dos Américas, Valera es un hombre sólo con ocho mujeres, todas
excepto una son muy atractivas. Valera muere en medio de un acto sexual que involucró a todas
15
las mujeres bellas del barco, observado por la no atractiva, y aún así alcanza el climax después
de la muerte. Está lleno de virilidad y potencia masculina, reflejada por su habilidad con el yate.
Valera es el único que sabe conducir el barco, por esto las mujeres se encuentran indefensas
después de su muerte, sin un hombre que las guíe. Valera, como actor de cine, representa la
faceta más exagerada de los Estados Unidos. Su carrera sirve para apoyar la imagen exagerada
de su país que existe en México. Va a México para escaparse del mundo engañoso de su trabajo
y descubre que la cultura americana ha conquistada la cultura mexicana. Cuando llega a México
no sabe que hacer con su tiempo libre. Visita diferentes sitios, vacilando entre los lugares
turísticos diseñados por los norteamericanos y los lugares a los cuales visitan los mexicanos. En
un lugar que proclama ser el hogar de los ingleses en el extranjero habla con un hombre que le
dice que la película de Walt Disney, Blanca Nieves, fue su fantasía sexual de niño. Pensaba en
los actos del sadismo posible con las herramientas de los siete enanos. Esta visión depravada de
un cuento de hadas, de particular la versión animada para los niños, muestra un poco de la
corrupción que hay en el mundo. Aunque no es una concepción atractiva, está todavía en la
mente de Valera cuando llega al club nocturno en que conoce a las chicas del título. La dueña de
este club lleva un vestido extraño con un cuello alto como lo de una princesa y Valera designa a
la dueña el nombre Blanca Nieves. El club irónicamente se llama El Cuento de Hadas. Un
cuento de hadas generalmente en su versión original es un cuento de horror, como el mundo en
que viven las bailarinas, pero en el mundo de Hollywood en que trabaja Vicente, lo malo está
borrado para dar el máximo placer a la audiencia. Cuando llama a la dueña fea el nombre de la
princesa y a las mujeres bellas que trabajan para ella con los nombres de los enanos, está
cambiando la historia como hizo Disney al hacer la película. La dueña fea es una princesa y las
mujeres bonitas son los enanos, pero sus papeles reflejan la verdad de sus nombres. La dueña
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actua para mejorar la sitación de las personas que viven bajo su ley y tiene control e importancia
en su propio mundo. Las chicas que trabajan para ella son como una entidad, sin personalidades.
Es sólo después de morir que Valera empieza a ver las distinciones entre ellas. La fea toma el
papel masculino, antes había protegido a las chicas de su clientes y ahora cuando están en
peligro de morir de hambre y sed ella le corta los testículos a Valera, y con su masculinidad
captura un pescado que les salva la vida a todas. Los roles de las mujeres y el hombre en este
cuento son muy interesantes. México es conocido por su machismo, una actitud de superioridad
del hombre y la posición inferior de la mujer. También es importante la comparación de la
masculinidad con el de otros hombres. En las palabras de Octavio Paz “El machismo se
manifiesta casi siempre como capacidad de herir, rajar, aniquilar, humillar[...]Es imposible no
advertir la semejanza que guarda la figura del macho con la del conquistador español” (Paz
1009). Valera no es mexicano, pero su búsqueda de una casa de putas es una reflección de una
actitud compartida por los mexicanos machistas en cuanto a la mujer. Cuando Valera entra a la
casa de las bailarinas entra al mundo de los géneros mexicanos y vemos cual es la posición de la
mujer en este mundo. Valera identifica a las mujeres con personajes de un dibujo animado en
vez de averiguar sus nombres. Piensa en la jefa como Blanca Nieves pero sólo para burlarse de
su aparencia física. Es interesante que relacione a las mujeres bellas con el papel de los
personajes amables pero bastante tontos. Estas mujeres no son tomadas en serio dentro de su
propio mundo, y Valera tampoco les da dignidad. Blanca Nieves es diferente de las otras no sólo
por su apariencia física, sino también porque ella protege a las mujeres. Su casa no es una casa
de putas, sino de bailarinas quienes son intocables para los clientes. Trata de formar un espacio
en que las mujeres reciben un poco de respeto aunque dentro de su propia sociedad es casi
imposible.
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Se puede argumentar que el chauvinismo en México (y no sólo en México) surge de la
religión cristiana. Analía Bernardo analiza la actitud precolombina hacia el sexo en contraste
con la actitud católica. Esta primera postura aceptaba más de la sexualidad de las mujeres. Ella
apunta que en varias mitologías en las Américas antes de la conquista había parejas de dioses y
diosas que tenían relaciones sexuales y describe la actitud precolombina hacia la madurez de los
jóvenes en sus culturas. Generalmente la experimentación sexual era aceptada antes de una
unión más permanente con alguién del otro género (3-4). Esta crítica continúa analizando la
religión cristiana en que ni el Padre ni el Hijo tienen una pareja, la única mujer santa no tiene
una sexualidad y en que una mujer es responsable de la caída del paraíso de la humanidad (3-6).
Sugiere que los jóvenes “quizás presten poca atención a esta historia bíblica pero asimilan su
mensaje por muchos medios donde aquella visión negativa adopta nuevas formas violentas
[...]especialmente las mujeres, carecen de dignidad y son objetos sexuales manipulables según
los deseos de otros” (5). Ella habla de la influencia de la sexofobia judeocristiana sobre los
jóvenes, pero su posición toca a los adultos que son productos de esta sociedad también.
La única mujer importante en este libro aparte de las de este cuento es la Malinche,
traductora de Cortés. Ella aparece en “Las dos orillas” e “Hijos del conquistador”.
Doña
Marina, o Malinche, tiene un papel simbólicamente muy importante para los mexicanos.
Aunque es dudoso que ella haya sido la primera mujer en dar a luz a un hijo mestizo,
simbólicamente es considerada la madre del pueblo mexicano. En su ensayo El laberinto de la
soledad, Octavio Paz analiza la importancia de la Malinche en la identidad mexicana. Se ve a
ella como la original madre violada, aunque es debatible si la violación tuvo lugar. Paz dice que
la caída del imperio azteca fue la caída también de los dioses guerreros y poderosos. Atribuye la
popularidad que ganó en poco tiempo el culto de la Virgen a este cambio, sugiriendo que la
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conquista representó el fin de un cíclo, como temían los aztecas, y que la gente necesitaba
nuevas diosas para el nuevo mundo (1009-1011). Da importancia a la figura de la madre, que es
la Virgen de Guadelupe para los mexicanos pero es madre de ellos la Malinche también. Para
Paz, la nueva diosa Guadelupe-Tonantzin representa pasividad. Ella toma el nombre doble
porque la virgen apareció en una colina que había sido consagrada a Tonantzin y porque cumple
un papel semejante. Había diosas más peligrosas en estas y otras culturas, pero la Virgen
católica es pasiva y receptiva, concibe al hijo de Dios sin hacer nada. Malinche es también
pasiva y receptiva para Paz. (1012) Aunque en la realidad Malinche tenía un papel activo en la
conquista, para Paz ella representa la pasividad abierta que la lleva a perder su identidad (1012).
Ella es la madre de la nación de México, representada con el nombre de la Chingada.
El cuento “Hijos del conquistador” presenta a una Malinche también pasiva, la madre de
Martín 2. Martín 2 nació primero, pero por su sangre mestiza y su posición inferior en el mundo
tiene un papel secundario al del hijo criollo de Cortés, Martín 1. Cuando Cortés no necesitó más
a Malinche, la dejó por la madre de Martín 1, su esposa española. Martín 2 admite que su madre
era “la intérprete sin la cual nada habría ganado Cortés” (Fuentes, El naranjo 64), pero añade
que “Mi padre nos abandonó cuando cayó México y mi madre ya no le sirvió para conquistar”
(Fuentes, El naranjo 64). Aunque ella tuvo un papel importante durante la conquista, después
perdió su importancia. Ella no figura como personaje en el cuento porque está muerta, pero su
existencia, sus acciones, activamente formaron el México de los Martines, por su apoyo a Cortés
y por el hecho de ser abandonada por el padre. Es interesante notar que en el cuento de Aguilar,
“Las dos orillas”, él la ve como un parásito, dice que robó el idioma castellano de Cortés por el
acto sexual para usarlo para mejorar su posición. Para Aguilar ella no es tan pasiva, es una
enemiga inteligente y peligrosa. Sin embargo, en la versión de su hijo ella es más víctima que
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agresora. Ella vivió el resto de su vida como esposa de un soldado de Cortés hasta que murió de
viruela. Los Martines ven el mundo desde las perspectivas muy diferentes de un mestizo y un
criollo. Estas categorías de raza todavía tienen importancia en México como vemos más tarde en
el libro Agua quemada que trata de México moderno. Martín 2 resiente las ventajas de su
hermano y quisiera tener las oportunidades del otro. Ambos son encarcelados por una
insurrección en la que Martín 2 querría tomar parte pero no puede encabezar, y de que Martín 1
sirve como mascarón pero en que no quiere participar. Los hijos muestran facetas diferentes de
Cortés. Martín 2 representa su valentía y ambición, Martín 1 simboliza la tendencia de formar su
perspectiva del mundo para satisfacerse sin atención a la realidad, como se ve en las cartas de
Cortés al rey. En esta historia Cortés muestra remordimiento por sus acciones al final de su vida.
Irónicamente Martín 2 parece haber recibido las mejores cualidades del padre a quien casi no
conoce. Martín 1 es perezoso y un poco cobarde. Ambos hijos de Cortés son pasivos, el uno por
su personalidad y el otro por su sangre india, que no le deja participar en la sociedad. Ambos
están casi olvidados en la historia, aunque Martín 2 era el original “hijo de la chingada”, el
primer mestizo simbólicamente.
El cuento “Las dos Numancias” trata sobre la conquista de la Península Ibérica por los
romanos. Cervantes usó la ciudad de Numancia en un cuento en 1583 como protesta de los
horrores de la conquista, no es una sorpresa que la utiliza Fuentes también (Pacheco 62). Es
cierto que esta conquista es un horror. No sabemos casi nada en cuanto a los conquistados hasta
el fin de esta historia cuando salen de la ciudad. Los vencidos salen de la ciudad y aparecen
como si fueran animales, que es semejante a la opinión que de ellos tiene el general
conquistador. Uno de los narradores es el esclavo del general conquistador, un griego, Polibio de
Megalópolis. Es de un pueblo conquistado que mantiene su orgullo, cree que en comparación
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con los griegos los romanos son salvajes. Dice sobre la caída terrible de Numancia “tu presencia
ante Numancia, Cornelio Escipión Emiliano, fue en verdad una ausencia. Nunca peleaste. No
hiciste nada. Y al caer Numancia, viste la atroz presencia de lo que era una ausencia” (Fuentes,
El naranjo 154). Los romanos no hicieron nada, se sentaron y sitiaron la ciudad hasta que la
gente murió de hambre. El gran triunfo de Cornelio no fue ni grande ni un triunfo, pero sí ganó
honores en Roma. Polibio se disgusta por la cultura inferior de los romanos, pero a la vez, el
griego habla de la diosa griega de la fortuna. Proclama que si él tiene fé en ella y su habilidad de
formar la historia, que los romanos merecen su victoria porque está decretado por los dioses.
Para él, los romanos son bárbaros pero los dioses tienen planes para ellos más grandes de lo que
él puede comprender.
Su teoría sobre esta diosa es que ella mueve y cambia el mundo, y con esto él puede
aceptar la posición de los griegos como inferiores a la nueva tribu de Roma. El griego ve que
Roma está uniendo el mundo, que ahora Africa tiene algo que ver con el Mediterraneo que tiene
algo que ver con Europa. Los romanos construyeron las primeras piedras de la globalización, que
es un tema importante en la obra de Fuentes.
Lo más importante de este cuento es la presencia de una conquista y la introducción a la
globalización. Los españoles no inventaron la conquista ni la colonización, y el cuento de la
caída de Numancia nos recuerda esto. Al principio del cuento Cornelio está pensando en la
gente de España y su actitud hacia ellos es muy semejante al actitud de los conquistadores
españoles hacia los indígenas del nuevo mundo. “Ellos, los españoles, son un pueblo rudo,
salvaje y bárbaro, al que nosotros, los romanos, debemos conducir, les guste o no, hacia la
civilización” (Fuentes El naranjo 117). Estas fueron las mismas intenciones que expresaban los
conquistadores de las Américas, con el apoyo de su iglesia. Vemos esta misma actitud en cada
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imperio de esta época, por ejemplo los ingleses que en India pensaban traer la civilización a este
país tan anciano. Sin embargo, la presencia del esclavo griego sugiere todo lo que ganó la
cultura romana de los griegos y todo lo que nos queda en el arte y la arquitectura de esta
civilización.
La otra cosa que une todos los cuentos aparte de la conquista es la presencia de un
naranjo. Cortés plantó un naranjo en México. Colón, quién es de verdad un judío y no un
converso, tiene semillas de un naranjo en la casa de su familia en Sevilla que planta en el Nuevo
Mundo y trtae semillas de este árbol con el cuando vuelve a España. Aguilar y Guerrero
plantaron un naranjo en el pueblo en que vivían en el Yucatán. En “Los dos Martines” el
naranjo de Cortés aparece como un símbolo de la posible redención de él al fin de todo. Un
árbol que produce una fruta ofrece la posibilidad de la vida a cualquiera cultura, y sugiere lo que
los pueblos tienen en común. Todos tenemos que comer y nos gusta la belleza. Cuando una
cultura conquista a otra surge mucha violencia, pero aparece también una hibridización de
tradiciones e información. Algo nuevo crece de la combinación y es esta esperanza que
simbóliza el naranjo. También el naranjo sugiere uno de los árboles bíblicos, el del
conocimiento o de la vida eterna. Parece que Fuentes rechaza la violencia y la actitud de
superioridad de ciertas culturas, pero también está celebrando lo que podemos aprender de otras
culturas.
El primer cuento, el tercero y el último tienen “Las dos” en sus títulos. En los cuentos sin
la palabra dos en su título todavía existe una dualidad. Estas dualidades muestran que hay
diferencias entre distintos grupos, pero sugieren las similtudes también. Hay dos Américas, pero
ambas son Américas y comparten cosas que no tienen las culturas que las colonizaron. Las
orillas del primer cuento pueden ser las orillas de uno mismo cuerpo de agua, o las orillas de
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donde salieron los conquistadores y a donde llegaron. Las dos Numancias son una ciudad visto
de las perspectivas diferentes de los conquistados y los conquistadores. La Numancia que
describe las mujeres muriendo de hambre en la ciudad parece diferente que la Numancia que
molesta tanto al general Escipión. El final del cuento de Aguilar, con su fantasía de la caída de
Sevilla presenta este dualidad también. Tal dualidad refleja dos lados de la misma moneda,
diferentes pero partes de un todo. Cualquier cultura que tiene parte en una conquista va a
cambiar y ganar nuevas cosas. Los romanos incluían elementos de las culturas conquistadas en
la suya pero dejan la influencia de su cultura y idioma en las que conquistaban. En el caso de la
conquista de México lo mismo ocurrió. “Hijos del conquistador” tiene sus dos Martines
también, los hermanos con tanto en común, apartados por razones cultuales. Por la diferencia en
su prestigio y posición económico no pueden vivir como hermanos, son casi desconocidos. Con
“Apolo y las siete putas” vemos los dos lados de la existencia humana, la vida y la muerte y
también las diferentes facetas de una misma identidad. Estas facetas existen el la identidad de un
país también, y no sólo en una persona.
El naranjo explora las raíces de México moderno y aún de España también. Cuando
leemos “Las dos Numancias” los narradores describen algunos de los grupos diferentes que
formaron el país de España. Los romanos vinieron a la Península Ibérica para eliminar la
presencia de los cartagenos. Antes de los cartagenos había otro pueblo. Algunos de los
habitantes tempranos de la Península Ibérica eran celtas, como los habitantes de la actual Irlanda,
de donde es el personaje Vicente Valera. México hoy día está hecho de una combinación de
muchas culturas, y estas culturas están mezcladas con otras culturas, haciendo difícil identificar a
una cultura por seperado. Las culturas imperialistas generalmente tienen una actitud de
superioridad hacia las culturas que dominan, piensan forzarles un sistema mejor. Este libro
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muestra los problemas que resultan de esta actitud pero acepta que el mundo siempre está
moviéndose hacia el futuro. Es imposible parar el progreso pero sí es posible influirlo. Fuentes
ha dicho que espera influir a sus lectores de los Estados Unidos con su escritura sobre sus
acciones en América Latina, y este libro puede servir como un mensaje a ellos tanto como los
ensayos en que desarrolla la misma problemática.
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CAPÍTULO 3
LOS DÍAS ENMASCARADOS Y LA RELIGIÓN SINCRÉTICA AMENAZANTE
Los días enmascarados es la primera obra de Carlos Fuentes, y es un buen ejemplo del
desarrollo de los temas que le preocupan hasta hoy día. Los cuentos son divisibles en dos
categorias; los que se relacionan con lo sobrenatural y los que son un comentario soiciopolítico.
“Chac Mool”, “Por boca de los dioses” y “Tlactocatzine, en un jardín de Flandes” forman el
grupo de lo sobrenatural, aunque tienen un sentido más allá que sólo lo fantástico. También la
novela corta Aura comparte esta tendencia. Lo importante de estos cuentos no es lo sobrenatural
sino lo que expresan sobre la identidad mexicana y sus raíces por medio de la sobrenatural.
En esta sección hablo de la influencia del pasado en el presente en la presentación de
Fuentes del tiempo. El hecho de que el pasado pueda existir en el presente para amenazar a los
personajes tiene sus orígenes en una perspectiva cíclica del tiempo. El pasado de México regresa
en formas sobrenaturales y cada presencia del pasado es amenazante, sugiriendo el peligro de
olvidar el pasado en vez de recordarlo para aprender de los errores de la historia. Tampoco es
posible evitar la historia. Es interesante cuando Fuentes usa el género fantástico en su literatura
que generalmente tiene que ver con el pasado mexicano. Él consistentemente explora la
identidad mexicana y reconoce la influencia de la historia en el contexto de la modernidad. Para
vivir en el mundo moderno en una manera aceptable para él es necesario no olvidar los grupos
marginalizados, a los que representa a través de los dioses. También es importante no depender
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completamente en los ideales del pasado porque el mundo ha cambiado. Vemos el peligro de
vivir sólo en el pasado en las historias de las mujeres inspiradas por Carlota.
Fuentes se preocupa por la modernidad y la globalización, pero como apunta Maarten van
Delden, hay dos caras en estos fenómenos. Hay ventajas para el mundo en general en la época
de la tecnología, pero también existe el peligro de olvidar o burlarse de las culturas y sociedades
que no se conforman con las normas (39-40). Para Fuentes es importante preservar la
individualidad de cada país y cada cultura y una forma de lograr esto es recordar que la historia
de cualquier lugar formó su presente. En “Los días enmascarados” Fuentes explora la historia de
México, y la representa como algo vivo y presente. En los cuentos “Chac Mool” y “Por boca de
los dioses” vemos dioses precolombinos que amenazan a la humanidad y en “Tlactocatzine” y en
Aura aparecen mujeres amenazantes inspiradas en la emperatriz Carlota de la época imperial.
Ella no fue ni mexicana ni española pero sí una faceta de la historia de México. Estos cuentos se
mueven hacia un mundo irreal en que los fantasmas del pasado interactúan con los personajes en
el presente en una manera amenazante. El nombre mismo del libro refleja los últimos cinco días
del calendario azteca que no tenían nombres y se consideraban días de mala suerte. Cada día del
resto del año tenía un nombre muy específico, pero a estos no sólo les faltaban nombres, sino
también eran días sin actividades (Garcia Gutiérrez 19). “El título es muy importante, sí, porque
encierra intereses primordiales del autor: el tiempo, las máscaras y el pasado prehispano, que
definen en parte, la trayectoria que liga notoriamente la obra de Carlos Fuentes a la tradición
cultural mexicana” (Garcia Gutiérrez 19). También recuerda el pasado colonial que influyó
tanto a México. Fuentes no puede olvidar la historia de su país, y no quiere dejar que los demás
se olviden tampoco.
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“Chac Mool” cuenta los últimos meses en la vida de un tal Filiberto, principalmente por
medio de su diario que está leyendo el narrador, un amigo suyo. Filiberto ha muerto antes del
principio de la historia y su amigo trata de descifrar su aparente locura antes de morir. Está
contado por medio de dos narraciones diferentes que se desarrollan en forma paralela, pero la de
Filiberto está en el pasado. En conjunto las narraciones muestran un juego con el tiempo muy
común en la narrativa de Fuentes, que representa un concepto diferente del tiempo. Con esta
narración vemos “la coexistencia de diversos momentos del tiempo, o sea la simultaneidad del
antes y el después” (Garcia Gutiérrez 42), que sigue la perspectiva indígena de lo cíclico en
cuanto al tiempo y la repetición del tiempo. El hecho de que el lector repita los últimos días en la
vida de Filiberto crea un atmósfera de inevitabilidad por el hecho de que sabemos que el cuento
va a terminar con su muerte (Garcia Gutiérrez 25). Sabemos en la primera página que Filiberto
está muerto, y el cuento entero nos trae inextricablemente al final de su vida. Filiberto ha sido
un coleccionista de antigüedades mexicanas de las culturas indígenas. Tiene un trabajo normal
en una oficina donde parece ser respetado. Un amigo de su trabajo le dice que hay una estatua
de Chac Mool, dios maya de la lluvia, en una tienda que conoce. Filiberto estaba buscando un
Chac Mool y va a la tienda donde está la estatua. Nota al comprarlo que el vendor ha cubierto el
estomago del dios con ketchup o alguna sustancia roja, para darle aparencia de sangre. Parece
que el vendedor piensa que el dios es azteca, y por esto usa la sangre para significar el sacrificio
ritual de esta cultura y probablemente como estrategia de venta, para atraer a los clientes con su
“realismo”. La cultura maya, aunque practicaba el sacrficio humano no lo hacía con frecuencia.
Preferían el sacrificio de la carne o la sangre sin la muerte. Cuando había sacrificios de vida
humana, generalmente las escrituras que nos quedan hacen referencias a ellos con eufemismos,
como 'la muerte sin dolor' (Edmonson 84). Esto es significativo por la manera de la muerte de
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Filiberto, quien se ahoga en el mar en Acapulco. Chac Mool tiene el poder de tomar la vida de
Filiberto, pero no de una manera sangrienta, tiene que trabajar con lo que controla, el agua.
Cuando los mayas hacían sacrificios humanos, ponían los cuerpos de sus sacrificios en las
cisternas. El hecho de que Filiberto muera en el agua nos remonta a las antiguas tradiciones. Es
de un interés especial que se ahoge durante la Semana Santa, una festival de gran importancia
para la fe católica. Es un tema persistente en la obra de Fuentes el sincretismo religioso y la
cultura híbrida que todavía existe en México. El país que ahora es México ha sido el hogar de
varias culturas diferentes, indígenas y europeas. Los dioses mayas se parecen a los dioses
aztecas por su herencia común de los Olmecas. Filiberto le pregunta a Chac Mool sobre su
relación con Tláloc, el dios azteca de la lluvia, pero a Chac Mool “no pareció gustarle[...]y,
cuando se enoja, sus dientes[...] se afilan y brillan” (Fuentes, Los días enmascarados 16)
mostrando su capacidad de amenaza de una manera diferente de la bofetada que le da a Filiberto
más tarde. Si las religiones del México prehispano tienen las mismas raíces, es razonable pensar
que la versión de los aztecas fue una de las más recientes por su llegada más tardía en el país.
Posiblemente Chac Mool ve a Tláloc como un intruso reciente que cambió sus métodos de
adoración o sea que Tláloc se volvió más poderoso que Chac Mool.
Chac Mool controla no solamente la lluvia sino también es el dios de los relámpagos y
del agua en general. Cuando Filiberto no puede pagar el agua en su casa y pierde el servicio,
Chac Mool lo manda a traer agua de una fuente pública. Amenaza a Filiberto con el hecho de
que es también dios del relámpago en el caso de que decida no regresar. El dios dice que le
mandará un relámpago si trata de salir, y lo observa en sus viajes a la fuente desde el techo de su
casa. Podemos asumir que el dios controla el agua en general por lo que ocurre al principio del
cuento. Filiberto pone el Chac Mool en el sótano de su casa esperando la oportunidad de
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limpiarlo, y la primera noche su tubería se rompe, inundando el sótano. Retrospectivamente es
claro que el Chac Mool actuó para inundar el sótano porque necesitaba el poder que le da el
agua. Pocas noches después de tenerla reparada, la tubería de Filiberto se rompe otra vez y
empieza a oír un ruido de gemidos por la noche. Esta vez en el cuerpo de Chac Mool empieza a
crecer un musgo y cuando Filiberto trata de limpiarlo, nota un cambio en la textura de la
superficie del dios. Piensa que ha sido estafado por el vendedor y que no es una antigüedad sino
una estatua de yeso, pero la verdad es que el dios está convertiéndose en carne.
A partir de este momento el dios se hace más y más poderoso y mantiene a Filiberto bajo
su poder. Chac Mool había dormido por siglos, pero después de regresar a la vida no pierde sus
poderes y no es un dios simpático. A los primeros cristianos los dioses indígenas de las
Américas les parecieron terribles y bárbaros. El tiempo no ha cambiado para Chac Mool, pero
sí ha cambiado el mundo en que se despierta. Chac Mool se durmió en un mundo controlado por
los dioses y en el que lo cíclico dominaba la filosofía y la religión. El mundo al que regresa es
diferente, el dios se encuentra fascinado por las superficialidades del mundo moderno. “Cuando
Chac y Filiberto entran en contacto, simbólicamente se enfrentan el pasado prehispáno mexicano
y el presente sincrético” (Garcia Gutierrez 30-31) y el presente parece ganar en el conflicto,
aunque no gana Filiberto. En una de las últimas páginas de su diario Filiberto menciona que el
Chac Mool “ acaricia la seda de las batas; quiere que traiga una criada a la casa; me ha hecho
enseñarle a usar jabón y lociones” y después cuenta su creencía de que “el Chac Mool está
cayendo en tentaciones humanas, incluso que hay algo viejo en su cara que antes parecía eterna”
(Fuentes, Los días enmascarados 18). Al final del cuento cuando el narrador llega a la casa de
Filiberto con su cadáver, su amigo encuentra a Chac Mool, aunque no lo reconoce. Para el
amigo es “un indio amarillo, en bata de casa, con bufanda[...]despedía un olor a loción barata; su
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cara, polveada[...]y el pelo daba la impresión de estar teñido” (Fuentes, Los días enmascarados
19). En las descripciones del Chac Mool vemos no sólo la vulnerabilidad del dios que parece
ridículo, sino también una crítica a una sociedad en la que la aparencia indígena se considera
inferior. Chac Mool trata de imitar los estilos populares pero resulta risible. El hecho de que
aún el dios cree en lo indeseable de su aparencia y trata de aclarar a su pelo y cara muestra que
amplio es este prejuicio, y la percepción del amigo que ve solamente a un indio ridículo en vez
de un dios muestra los conceptos preconcebidos que tiene. Un dios con el poder de matar a un
hombre a larga distancia pero que trata de esconder su aparencia india para moverse en la ciudad
es un dios confuso. Sin embargo, Chac Mool mantiene sus poderes omniscientes, como es
sugerido cuando le dice al amigo al verle que lo sabe todo y le indica que hacer con el cuerpo,
que por supuesto le pertenece (Garcia Gutiérrez 25).
En el primer párrafo del cuento el amigo de Filiberto habla de la espera del camión que
los trae a la ciudad. Dice que Filiberto “esperaba, muy pálido en su caja[...]la primera noche de
su nueva vida” (Fuentes 9). Para la cultura azteca, originaria de la región que ahora es México
D.F., la muerte se percibía como una despedida de una existencia comparable al sueño, que era
la vida. (León-Portilla “Those made worthy” 56). Es interesante el hecho de que los muertos
por intervención de Tláloc (hermano de Chac Mool), los que se ahogan o los que son asesinados
por relámpagos, pasan al reino de Tláloc después de morir. Este mundo era un “garden of
pleasure where joy and abundance prevailed” (León Portilla, “Those Made Worthy” 56). Es
difícil decir cuánto tiene el Chac Mool en común con Tláloc, ya que es un tema que le molesta.
En el cuento cuando el poder de Chac Mool iba en aumenta el dios era muy amable con Filiberto
y le contaba historias. Es sólo cuando empieza a viajar por la ciudad y a ver el mundo moderno,
combinado con el comienzo de la temporada seca, que el dios empieza a actuar más
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agresivamente con Filiberto. Por último, Filiberto piensa escapar de Chac Mool y se considera
demasiado inteligente o al menos demasiado móvil para los poderes del dios, pero un simple
hombre no se puede comparar a los dioses.
Vemos esta idea también en “Por boca de los dioses”, aunque el protagonista no es un
personaje tan inocente como Filiberto. El protagonista se llama Oliverio y es una persona
solitaria y misántropa. Oliverio admite que casi nunca sale de su apartamento y cuando sale
“ando solo, y si me acompaño de alguien, es para que me vista” (Fuentes, Los días
enmascarados 36). Parece un hombre desagradable y sin compasión. Anda al museo de arte con
un viejo, Don Diego, porque el viejo lo ve y lo acompaña. Piensa que el pobre es “casi enano,
casi jorobado,[...]y con un estilo de conversación que acaba por crisparme” (Fuentes, Los días
enmascarados 36). Don Diego parece un hombre amable y simpático, pero el protagonista no es
ni lo uno ni lo otro. Ambos van al museo y es aquí que vemos el estado mental de Oliverio. Se
enoja con el viejo y no tiene el menor control sobre sus emociones. Hay una pintura que a él no
le gusta, y él agarra los labios que se separan de la pintura sin problema. Parece por los hechos
que ocurren más tarde que esta boca es la boca del título. En el curso de la historia las
concepciones de Oliverio parecen más y más surreales al punto de dudar de su sanidad, pero a
través de la reacción de Don Diego nos queda claro que Oliverio ha dañado la obra de alguna
manera y no es sólo una alucinación. Cuando Don Diego le ruega que devuelva los labios,
Oliverio se enoja furiosamente, le pega y lo mata. Estas dos acciones desencadenan los hechos
del resto del cuento.
Cuando Oliverio toma los labios de la pintura la realidad en el museo cambia. “La
galería entera se había oscurecido, las pinturas lloraban y dejaron caer un velo. Solo el cuadro
sin labios permanecía encandilado. Su expresión se caía a girones, y la boca era un remolino de
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sangre” (Fuentes, Los días enmascarados 38). Es interesante cómo Fuentes presenta el cuento
de Chac Mool como algo de lo real que sólo el amigo de Filiberto duda, mientras que este cuento
está narrado en el presente pero dudamos de la salud mental de Oliverio. El mundo trastocado
en el que entra Oliverio en este momento ¿es el resultado de sus acciones con los labios, o es una
demostración de su estado mental? Una cosa o la otra lo dejan caer en el poder de los dioses,
pero no es seguro si es por sus acciones terribles o su estado mental. Históricamente las
personas que hoy día se considerarían locas eran los líderes de las religiones por su habilildad de
comunicarse con el mundo de los espíritus. Oliverio, sin embargo, no se comunica con los
dioses ni trabaja con ellos para alcanzar ningún tipo de proyecto. Los dioses, en contraste, saben
manipularlo. En su última mañana Oliverio se despierta después de escaparse de los dioses la
noche anterior. Tlazol, una diosa, está a su puerta, y él se niega a abrir, hasta que ella dice “yo
creía que eras muy macho” (Fuentes, Los días enmascarados 45) y esta burla es todo lo
necesario para convencerlo de abrir la puerta. Los labios toman control sobre Oliverio por un
tiempo, aunque al final teman las consecuencias tanto como Oliverio. Los labios, aunque
sobrenaturales, no parecen tener fidelidad a los dioses. Saben donde están los dioses y llevan a
Oliverio hasta ese lugar, el sótano del edificio, pero le dejan salir al último momento. Los labios
posiblemente actúan como los deseos más oscuros del subconsciente de Oliverio que él no puede
elaborar racionalmente. El hecho de dar el poder a los labios, es decir de poner la culpa por sus
acciones en ellos, le deja hacer y decir cosas no aceptables para una mente saludable.
Es interesante el lugar en que habitan los dioses. Chac Mool se despierta en el sótano de
Filiberto, y estos dioses viven bajo la tierra también. Las ruinas de la civilización en que eran
adorados, la ciudad de Tenochtitlán, está abajo de la ciudad de México D.F. y los dioses
malignos todavía viven allí, cazando a los pobres que llegan a su dominio, abajo de la ciudad.
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En una introducción a una edición en inglés de algunos de sus cuentos Fuentes describe un
edificio imaginario en México D.F.:
My imaginary building is sinking into the uneasy mud where the humid god the
Chac-Mool lives. There, a birth is recalled, that of the oldest city in the
Americas, Tenochtitlán, founded in 1325 by the wandering Aztecs on a high
lagoon guarded by sparkling volcanoes, and conquered in 1521 by the Spanish,
who there erected the viceregal city of Mexico on the burnt water of the ancient
Indian lake. Burnt water, atl tlachinolli: the paradox of the creation is also the
paradox of the destruction. The Mexican character never separates life from
death, and this too is the sign of the burnt water that has presided over the city
destiny in birth and rebirth.
(Fuentes Princeton June 1980)
La ciudad de México fue construida sobre las ruinas de la ciudad azteca, y por esto los
dioses viven en lo que era su dominio y su presencia influye la ciudad que vive encima de ellos.
En el pasado, los dioses lograban poderío a través de los sacrificios hechos por sus
sacerdotes. Sin los sacerdotes para hacer los sacrificios los dioses tienen que depender de otras
maneras de conseguir poder. Tlazol, al encontrar a Oliverio la primera vez le dice que lleva
partes de los cuerpos de los víctimas de los asesinatos en su bolsa de mano. Probablemente haya
tantos asesinatos en una ciudad tan grande que ella no había perdido tanto poder como el resto.
El hecho de que colecte los restos de los asesinados sugiere el poder del sacrificio. En un mundo
en que no hay sacrificio ritual, los dioses parecen sustenarse de los asesinatos en su vez. Tlazol
probablemente es un nombre cortado de Tlazolteotl, una diosa de la suciedad cuya función era
visitar a los seres humanos inmediatemente antes de sus muertes y sacar sus pecados por ella.
33
Ella también era la diosa del sexo y el nacimiento (jackowitch.com). Su afiliación con el sexo le
da la habilidad de manipular tan fácilmente a Oliverio. Su afiliación con la suciedad le da el
poder de pasearse por la ciudad moderna descrita por Fuentes como “a smog ridden, trafficsnarled metropolis[...]the capital of underdevelopment” (auth note). En el sótano adonde van
Oliverio y los labios hay un panteón de otros dioses aztecas. Mictlan, el mundo de los muertos,
está adentro de la tierra en la religión azteca y estos dioses todavía habitan allí.
Es interesante también tomar en cuenta cuáles son los dioses incluidos en este cuento.
Todas son diosas menos dos, Quetzalcoatl y Tezcatlipoca. Quetzalcoatl es el dios del maíz y la
cultura, que en la leyenda iba a regresar. Es sugerido que los aztecas confundieron al
conquistador con este dios. Tezcatlipoca era el dios del espejo humeado, la antítesis de
Quetzalcoatl (jackowitch.com). También en algunas leyendas Quetzalcoatl se fue por culpa de
él (León Portilla, “Those Made Worthy” 56). En un mundo dominado por el cristanismo las
diosas no tienen tanta importancia. Pierden sus poderes, no reciben tanta atención de los monjes
y conquistadores como los dioses, aunque muchas eran igualmente terribles. Para la mente
cristiana Quetzalcoatl y Tezcatlipoca representan a Jesucristo y el diablo. Una creencia común
durante la época del imperialismo era que la gente de las Américas sabían pero se olvidaron de la
fé cristiana, como una manera de explicar porque ellos no sabían de Dios. El hecho de que el
cristianismo nunca hubiera llegado a las Américas hubiera sido un error de Dios. Quetzalcoatl es
un dios que ayuda a la humanidad, que murió, renació y entonces se fue con una promesa de
regresar en el futuro. Tezcatlipoca, como el adversario muchas veces de Quetzalcoatl, y dios de
la tentación también, se asemeja al diablo. En realidad era un dios dualístico, no era
simplemente malo, pero el concepto de una deidad con una personalidad que contiene tanto lo
bueno como lo malo era extranjero a los cristianos que estrictamente apartan lo bueno y lo malo
34
en sus divinidades. Las diosas posiblemente sobrevivieron por el simple hecho de su género, o
por el culto de la Virgen María en que los indígenas adaptaron las características de algunas
diosas nativas (Burkhart “The Cult of the Virgen” 208-209).
Los nahuatl, el grupo étnico al que pertenecían los azteca, todavía mantienen elementos
más antigüos de su cultura en regiones rurales. Richard Haly vivió una década en la Sierra Norte
de México, y aprendió que su religión no es una versión “corrupta” del catolocismo como
esperaba ver, sino que es una religión diferente que usa la misma terminología. La primera cosa
que le llamó la atención fue que el concepto de “el Padre” se refiere al sol, no a un Dios que vive
en el Cielo. Jesucristo es el maíz, que nace, crece, muere y renace cada año. En vez de decir
“Ave María”, esta gente dice “avesmarías” y hablan de la paloma que representa el Espíritu
Santo (8-11). Haly cita a James Lockhart, quién dijo que “A general principle of Spanish-Nahua
interaction is that wherever the two cultures ran parallel, the Nahuas would soon adopt the
relevant Spanish form without abandoning the essence of their own form” (Haly 2). Esta
percepción recibe apoyo por las obsevaciones de Haly. El artículo de Burkhart apoya esta teoría
también, añadiendo que los rosarios a ellos representan el pendiente de flores que le dan a la
Virgen, semejante a las ofrendas de flores que ofrecían a los dioses nahuatls en el pasado
(Burkhart “The Cult of the Virgen” 213). Aunque a través de una mirada superficial México
parece un país católico, sus raíces varían y muchas veces la religión sólo tiene una semejanza
con el católocismo oficial. La existencia de Quetzalcoatl y Tezcatlipoca en el sótano de “Por
boca de los dioses” también apoya la creencia de que el pasado no ha desaparecido. Convive
todavía en todas partes con el presente y es su soporte.
Estos cuentos y los que siguen pertenecen a la categoría de lo fantástico. La literatura
fantástica contiene elementos sobrenaturales que ocurren en una narración que un comienzo
35
aparenta ser realista. Para ser fantásticos los hechos no deben tomar importancia simbólica,
simplemente deben existir en el texto sin excusa. En la teoría de Tzvetan Todorov lo importante
de este encuentro entre lo real y lo fantástico es el momento en que el personaje y el lector sufren
“una vacilación entre una explicación natural o sobrenatural sin que se pueda recurrir a una
lectura alegórica o poética” (Gutierrez-Mouat 40). En “Por boca de los dioses” Fuentes nunca
ofrece una explicación alternativa de los hechos. Por esto es fantástico y el lector olvida hasta el
final sus dudas en cuanto a la salud mental de Oliverio. Cuando Fuentes escribe cuentos
fantásticos, “se caracterizan por el uso de motivos tomados de la mitología azteca y maya, los
cuales se sitúan en un contexto histórico que parecería contradecirlos” (Gutierrez-Mouat 40).
Cada cuento y la novela involucran los poderes de seres misteriosos y amenazantes. El pasado
regresa para atormentar a las personas en el presente. Esto quizás sugiere que es peligroso
olvidar del pasado. El pasado mexicano es tan importante en el presente que es necesario por el
bien del país recordarlo. En cada historia excepto “Tlactocatzine” el personaje principal es
sacrificado para asegurar la supervivencia de seres más poderosos. También, dice GutierrezMouat, en cada una de estas historias hay presente una oposición “México/Flandes,
presente/pasado y vida/muerte” y añade que “hay que agregar la antítesis realidad ficción” (44).
Parte de lo que hacen estos cuentos fantásticos es establecer la coexistencia de elementos
opuestos.
Más obvio en cuanto a la coexistencia del pasado y el presente es “Tlactocatzine, del
jardín de Flandes”. El personaje principal va a cuidar de la casa de un amigo que fue construida
durante del segundo imperio en México, la época en que los franceses trataban de controlar el
país y fallecieron. El traslado de este hombre moderno al ambiente histórico le lleva a su
encuentro con la Emperatriz Carlota. El amigo que es dueño de la casa le dice que aparte de una
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pareja vieja que limpia, nadie ha vivido allí por mucho tiempo, quiere que su amigo habite en la
casa para dar a la casa cierta presencia de un alma. La casa es impresionante, es grande y tiene
varios jardines. En un jardín privado el protagonista nota la presencia de una mujer. Al
principio ella huye, pero más tarde le manda cartas. En una de las cartas ella lo invita a reunirse
con ella en el jardín por la noche, pensando que es su esposo. Aprendemos que ella es Carlota,
por sus palabras en alemán y por su escudo que ve el protagonista cerca de la puerta en el jardín.
Carlota se enloqueció, y escribía cartas a su amado esposo aún después de muerto (Durán 47).
Carlota piensa que el protagonista es su esposo, le llama “Max” y lo captura en su jardín.
Maximiliano no era fiel a su esposa, no es una sorpresa que ella quiera encarcelarlo después de
morir.
En este cuento vemos el presente, el pasado y el futuro. El pasado está presente durante
todo el cuento en la presencía de la emperatriz muerta y en el edificio en que ocurre la historia.
El presente está representado por el personaje principal, quien ha entrado en el pasado en el
momento de entrar en la casa, y aun más en el momento de entrar al jardín. El futuro está
sugerido por los hechos en el jardín, aunque es horrible. Carlota captura al protagonista,
pensando que es su esposo, y dice “ya estamos juntos para siempre, los dos en este
castillo...Nunca saldremos; nunca dejaremos entrar a nadie” (Fuentes, Los días enmascarados
30). Su locura y deseo de tener a su esposo decide el futuro del protagonista, que es vivir
siempre en este jardín donde siempre llueve sin importar que tiempo hace afuera de la casa. El
protagonista piensa que el tiempo en el jardín se relaciona con el país de Flandes, hogar de
Carlota. Este cuento es la primera etapa en la formación del libro Aura, que también toma la
emperatriz como inspiración. Fuentes dice que siempre le interesó el destino de ella, en una
manera contradictoria. Ella representa aspetos negativos de la historia, pero es una figura trágica
37
difícil de ignorar (Durán 47). “Tlactocatzine” y Aura tienen una casa de la época imperial, una
mujer vieja que debería estar muerta y que transforma al personaje principal en un amante
muerto (Gutierrez-Mouat 44). Como esposa de un general, Consuelo no fue tan diferente de
Carlota en su vida tampoco.
En Aura Felipe, el protagonista, encuentra trabajo transcribiendo los diarios del esposo de
una anciana, Doña Consuelo. Felipe se enamora de su sobrina Aura, pero se entera de que las
dos son una misma. Consuelo representa el futuro de Aura y Aura es el pasado de Consuelo.
Felipe al principio representa sólo el presente, pero cuando descubre la realidad de Consuelo y
Aura, él recuerda el pasado del general llorente y su futuro se transforma en el del general. Vive
el pasado del general mientras que lee sus diarios y se convierte en él para darle un futuro con la
magia de Consuelo. Descubre la dualidad de las mujeres cuando está mirando algunas fotos
viejas de Consuelo y su esposo. Ella es Aura, y físicamente son idénticas, y nota que él mismo
se parece al esposo difunto. La narración que está en segunda persona, dicta las acciones de
Felipe, “caes agotado sobre la cama, te tocas los pómulos, los ojos, la nariz[...]esas facciones de
goma y cartón que durante un cuarto de siglo han cubierto tu verdadera faz, tu rostro antigüo, el
que tuviste antes y habías olvidado” (Fuentes, Los días enmascarados 136). No muestra tanto la
sorpresa como una confusión del pasado y el presente. En las fotos de Consuelo, el general
siempre parece mayor que ella, pero en la persona de Felipe ella ha creado un compañero de la
edad ideal para Aura. A partir del diario aprendemos que Consuelo creía en la posibilidad de
alcanzar su pasado y reclamar su juventud. En opinión del general ella estaba loca y endrogada,
pero años después de su muerte ella lo ha recreado. Después de darse cuenta de lo que le ocurre,
Felipe pierde la esencia de Felipe y empieza a transformarse en el General Llorente. Empieza a
recordar memorias sensoriales del general, del olor de plantas, del ruido de un vals que bailaba
38
el general con su esposa. El General Llorente está ocupando, ocupará, el espacio que era de
Felipe en el pasado. Felipe, quien representó el presente mientras que Consuelo era el pasado,
transforma en una memoria del pasado y el pasado se vuelve su futuro. El presente es una
mezcla extraña de todo. Felipe va al cuarto de Aura/Consuelo para descubrir que Aura no está.
Aunque son la misma persona, son dos personas diferentes también. Aura es la juventud perdida
de Consuelo, quien ha usado toda su energía y tiene que regresar a ser solamente Consuelo. Ella
le dice a Felipe “Volverá, Felipe, la traeremos juntos. Deja que recupere fuerzas y la haré
regresar...” (Fuentes, Los días enmascarados 144). Aunque son la misma persona, por la
diferencia en edades y experiencia, Consuelo las percibe como diferentes a la vez, igual que
percibe a Felipe como Felipe a la vez que Felipe empieza a percibirse como su marido.
En una discusión del tiempo en este libro es imposible no mencionar el hecho de que el
libro está escrito en la segunda persona. Aunque Felipe es el protagonista, el lector no siente que
Felipe tenga control sobre su propia vida porque su vida le está narrado tanto como al lector.
Está escrito en el presente, pero si el libro está escrito a Felipe, necesariamente alguién lo
escribió en el pasado. Con los resultados el libro es como una profecía de su futuro por el hecho
que le manda transformarse en el General Llorente. También la posición de Felipe como lector
de la vida del General Llorente refleja su posición como el lector de su horrible destino.
En la historia de Aura el tiempo y la identidad se confunden. Al final es casi imposible
saber dónde termina Felipe y empieza el General Llorente, y lo mismo sucede con su esposa y
Aura. Las implicaciones del tiempo son difíciles de decifrar también. Todo ocurre en una
conglomeración de tiempos y personas que le hace difícil al lector imaginar a los habitantes de
esta casa progresando hacia el futuro. Consuelo, por ejemplo, quiere revivir su juventud. Las
vidas de los personajes mueven en círculos en vez de una manera lineal. El hecho de que la
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narración esté en la segunda persona se añade a la imposibilidad de sentir de Felipe. Felipe no
parece sentir ni pensar, sino recibir instrucciones del narrador en cuanto a sus responsabilidades
en el cuento.
En “Tlactocatzine en un jardín de Flandes” no percibimos de esta manera al personaje
principal, comprendemos sus pensamientos desde su propia perspectiva, en la primera persona,
pero es víctima del pasado tanto como Felipe y resulta una víctima pasiva. La voluntad de
Carlota determina el destino de Felipe, quien no tiene siquiera el poder de abrir la puerta y
escapar del jardín ni de hacerle saber que no es su esposo. Consuelo tiene un poco más de poder
que Carlota, porque fuerza experiencias de su esposo en Felipe para transformale, pero Carlota
simplemente cree en la existencia de su esposo allí con ella en el jardín, y para ella, esto basta.
“La pasividad del actor y su falta de voluntad, en contraposición al voluntarismo que distingue a
Charlotte, son ingredientes en la negación de sí mismo” (Gutiérrez 55). Estos personajes son
robados de sus identidades por Carlota y Consuelo. Como estos personajes, la gente de México
había perdido su identidad con las invasiones de diferentes países y esta identidad ha sido
reformada para los usos de diferentes grupos en poder.
Estos tres cuentos, combinados con Aura muestran la influencia del pasado en el presente
y sugieren una coexistencia de cada época. Más pragmáticamente, es imposible negar la
influencia del pasado en el presente y el presente en el futuro. Usan lo fantástico para ilustrar la
importancia de recordar a los hechos que formaron el presente. El pasado es amenazante cuando
tratamos de ignorarlo, porque es la fundación en que está construido el presente. En el caso de
México, las influencias del pasado son diversas, de varios países y de varios grupos culturales
indígenas y también de la cultura de los Estados Unidos que está al lado de México. La
presencia económica y política de los Estados Unidos es grande pero es una influencia mezclada
40
con la posibilidad de ayudar a México y de dañarlo también. Fuentes no sugiere que los
norteamericanos son tan diferentes de los mexicanos, como en el caso de Vicente Valera en El
naranjo, pero muestra su opinión en cuanto a su influencia y su falta de sustancia. Los temas de
esta obra le han preocupado a Carlos Fuentes durante sus varios años de escritor, pero aquí los
vemos en su primer desarrollo, aunque no son tan definidos como en su obra anterior.
41
CAPÍTULO 4
AGUA QUEMADA Y LAS DIFICULTADES DE LA MODERNIDAD EN LA CIUDAD
1
En el libro Agua quemada vemos una obra con un enfoque más claramente sociopólitico.
Fuentes nos presenta un panorama de la gente diferente que ocupa la ciudad de México D.F.
En estos cuentos vemos la influencia de la riqueza, la pobreza y lo político. Fuentes se inspira
en la época posrevolucionaria de México con sus ideales y por el tema de la modernidad, que
aparece en este libro más que en los otros que analizo aquí. Cree que como resultado de la
revolución mexicana, México ahora tiene su propia identidad, y aquí analiza algunas
ramificaciones de dicha identidad (Van Delden Carlos Funetes 8). Fuentes dice que para él la
época moderna empezó con la novela Don Quijote. Declara que cuando Don Quijote salió de
su casa para participar en el mundo y lo descubrió completamente diferente de lo que parecía
en lo que había leido, entramos en la modernidad. “Don Quixote tells us that being modern is
not a question of sacrificing the past in favor of the new, but of maintaining, comparing and
remembering values we have created, making them modern so as not to lose the value of the
modern” (Fuentes Myself with Others 50). Además, dice que el problema de la modernidad es
cómo integrar el pasado en el presente. Tenemos que recordar el pasado porque ha formado
el presente pero también tenemos que reconocer que el presente tiene sus propios problemas a
los cuales las filosofías del pasado no siempre pueden aplicar. Otra faceta importante de la
época moderna es la existencia del nacionalismo (Van Delden Carlos Fuentes 9). Este libro
demuestra algunas de las consecuencias de la modernidad y el nacionalismo con algunos de
42
sus efectos en los mexicanos. “Fuentes quiere entender a su patria; cierta distancia ética lo
ayuda en su propósito; y conlleva una suerte de amor amargo” (Ortega 14).
En este libro voy a examinar como Fuentes presenta a personajes de clases diferentes de
la sociedad, de los pobres a los ricos. Es importante la influencia de la Revolución Mexicana
porque los personajes viven en la época después que se formó como resultado de la revolución.
Todas las personas son debiles, pero ninguna es mala. Tienen defectos de sus personalidades,
son personajes realistas. Estos cuentos analizan los problemas sociales, no sugiere qué hacer
para mejorarlos, pero implica la necesidad de buscar. También hay personajes que viven sin
esperanza del futuro, parados en tiempo. Cuando no hay la esperanza no hay razón para buscar
una solución a los problemas. Estos personajes son los que necesitan una transformación más.
El cuento “Estos fueron los palacios” muestra una familia pobre que era rica en el pasado.
Para Maarten Van Delden este libro muestra el lado negativo de la perspectiva de Fuentes en
cuanto a la modernidad. Dice que el libro habla de “Mexico from the perspective of loss and
fragmentation[...]Agua quemada aligns itself with the deconstructive pole in Fuentes' thinking
about his country” (Van Delden Carlos Fuentes 150). La situación de esta familia, caída de su
pasado de riqueza, muestra esta tendencia. Vive en algunos apartamentos que fueron palacios en
la época colonial, los edificios reflejan las circunstancias de la familia. El personaje principal,
Luis, es un chico de catorce años, y está condenado a una silla de ruedas. Un tranvía lo
atropelló, su familia dice que fue el último tranvía en la ciudad. Luis fue víctima de la
modernidad por sus experiencias con el tranvía, pero como resultado no tiene que trabajar como
hacen su padre y sus hermanos. Tiene el tiempo libre para leer e imaginar y por eso
probablemente tiene más en común con sus antecesores que el resto de su familia. Luis es amigo
de Manuelita, una vieja de su vecindario que trabajaba para el General Vicente Vergara, un
43
personaje que se menciona en otros cuentos. Cada historia en esta colección coincide con las
otras no sólo por su tema sino también por los personajes que se relacionan con los otros. El
general ahora paga la renta de ella por sus años de servicio, pero ella no trabaja más. Manuelita
es excéntrica, cada día da de comer a los perros salvajes de la ciudad y cuida de las flores y
pájaros de sus vecinos. Ella tenía una hija, también en una silla de ruedas, pero el hermano de
Luis descubrió que de verdad la chica no tenía ningún problema con sus piernas, que esto fue
mentira por parte de su madre. Manuelita proclama que condenó a su hija a la silla para
protegerla de la atención del hijo del general, pero los demás no le creen. El hecho de que ella
sentía la necesidad de actuar en una manera tan extrema para proteger a su hija muestra la falta
de poder para personas de su clase. Manuelita cuida los pájaros y las flores como un tipo de
penitencia al vecindario, para que sus vecinos la dejen en paz por sus acciones hacia su hija.
Ella también tiene una imaginación fértil e imagina con Luis los palacios que fueron los edificios
en que viven. A ella también le gusta imaginar un mundo en que los perros recuerdan los hechos
de sus vidas y de las vidas de los otros perros. En la escena que es casi el climax de la historia
ella entra en la iglesia con sus perros para rezar para que los traten mejor ya que ni siquiera
tienen una voz para pedir ayuda. Los perros no son muy diferentes que los pobres de la ciudad,
como Manuelita y Luis, y aún más como la familila en “El hijo de Andrés Aparicio”. Hay pocos
a quienes les importan los problemas de ellos.
Manuelita vive cada día igual sin pensar en la progresión de su vida. Está parada en el
tiempo porque es tan vieja y por la ausencia de su hija y su trabajo. No tiene nada para anticipar
en el futuro. El hecho de rezar por los perros sirve para despertarla de su letargo y resulta en su
muerte. Ella no tiene ninguna razón para mirar hacia el futuro ni anticipar posibles cambios en
su vida hasta esta epifanía. Antes de este día Luis está parado en el tiempo también, no sólo por
44
sus heridas sino también por su imaginación. Prefiere imaginar como era la casa grande en que
vivía su familia durante tiempos mejores que pensar en su vida real, pero sería mejor anticipar
las posibilidades de su vida. Nunca piensa en una manera de trabajar o aún de salir sin la ayuda
de alguién sólo añora el pasado. No le interesa mirar hacia el futuro y buscar algun
mejoramiento. Aunque sí el pasado es importante, mejor para él si se mejorar la situación. Está
distante de su familia, no parecen ser muy importantes a él. Muestra afección por su madre, pero
no de una manera muy seria, y aparte de ella parece que sólo quiere a Manuelita. El cuento es un
tipo de bildungsroman sobre la vida de Luis, pero en una manera pesimista. No hay mucha
esperanza de que vaya a cambiar su vida. Después de la escena en que el cura echa a Manuelita
y sus perros de la iglesia, ella y Luis anticipan que su madre va a chismear lo que le ocurrió al
vecindario y la gente va a rechazarla y maltratarla otra vez.
Durante la cena cuando su madre está al borde de contar los hechos, Luis cambia el tema,
y la distrae con sus especulaciones sobre las posibilildades inalcanzadas de su propia vida. Ella
se calla cuando Luis la hace pensar en la vez que él se cayó en las escaleras cuando hacía poco
tiempo que había perdido el uso de sus piernas. Sólo Manuela vino a ayudarle. Luis imagina
que todos, incluyendo su madre, estaban pensando que sería mejor si él muriese. Manuela fue la
única persona que le ayudó, mientras que todos, incluyendo su madre, sólo lo miraban. Dice a su
madre que “voy para quince, tengo catorce[...]puedo hablarles como hombre” (Fuentes, Agua
quemada 60). Actúa como un hombre para proteger a su amiga de la malicia de su madre. No
sólo se impone con su madre, sino que cuando se despierta a medianoche para comer, se da
cuenta de que “Antes, siempre había pedido. Hasta eso: un bolillo embarrado de crema”
(Fuentes, Agua quemada 67). Ha llegado a ser un hombre que no tiene que pedir la comida y
puede dirigir la conversación de su familia, pero siente haber perdido mucho también.
45
Mientras que Luis está en la cocina, es probable que Manuela haya muerto. Ella imagina
que todos los perros vienen a su hogar, algo que nunca antes han hecho, y que Luis está en el
patio, pero puede bailar con ella a pesar de sus piernas. Después de bailar un rato ella se da
cuenta de que es extraño que ninguna persona haya notado el ruido de su baile ni de los perros.
Nadie vino a investigar. Aquí ella sospecha algo y le hace prometer a Luis que cuide de los
perros. Ella imagina a Luis sugiriendo que “tú y yo nos quedamos aquí, en la
vecindad[...]esperando, ¿qué esperas tú, Manuela? ¿qué esperas además de la muerte?”
(Fuentes 66). Mientras que Manuela está alucinando, Luis está dándose cuenta de lo sólo que
está, especialmente sin ella, aunque ha aprendido a usar su voz, a diferencia de los perros.
Manuela piensa en los perros como huérfanos, en particular el perro que es atacado por
los jóvenes, quienes le cortan la cola. Ella dice que recuerda que después de nacer lo encontró
en un montón de basura, y que era ciego de un ojo desde su nacimiento. Es una reacción al
sufrimiento de este perro lo que la trae a la iglesia para rezar por los perros. Luis llega a ser un
hombre por su nueva compasión por los perros también. El hecho de que pueda pensar más allá
de sí mismo, del sufrimiento de Manuela o de los perros muestra su madurez. La compasión es
un valor inexistente en muchas personas en estos cuentos.
En el cuento “El hijo de Andrés Aparicio” vemos también un chico que se hace adulto,
pero con resultados peores. Bernabé es un jóven con quien al principio del cuento es fácil
identificarse, pero en el curso de los hechos las circunstancias de su vida le hacen más duro y al
fin es difícil reconocerle como el mismo personaje. Bernabé es hijo de padres que saben hablar,
son inteligentes y quizás bien educados. Su padre muere (supuestamente, aunque nadie nunca ve
su cuerpo) cuando es jóven y su madre tiene que vivir en una región marginada de la ciudad en
que las personas pueden quedarse sin tener que pagar a nadie. El dueño de su apartamento en la
46
ciudad, probablemente el personaje Federico Silva del cuento “Las mañanitas”, había aumentado
la renta muchísimo y la familia tuvo que salir. Ella finge que todavía es una mujer prestigiosa,
pero en realidad parece que si tuvo prestigio, fue en el pasado. La madre de Bernabé siempre
habla como una mujer educada y su cuidado con las palabras hace que su hijo se sienta peor por
su falta de habilidad al hablar. El chico simplemente no sabe qué decir a nadie. Su falta de voz
combinada con las circunstancias de su vida le dan la sensación de marginación de la que trata
de escapar de varias maneras y se hace amargo. Sus tíos, los hermanos de su madre, sirven como
las únicas figuras masculinas para emular que tiene el chico. El padre de Bernabé tenía una
educación y trabajaba para el gobierno en el departamento de agricultura. El padre era idealista,
y su idealismo lo destruyó. Bernabé parece rechazar los ideales de sus padres, posiblemente
porque nunca les han traido nada en la vida. Dejó de ir a la escuela a una edad jóven, y sin el
conocimiento de su madre. Sus tíos saben que no va, pero no tienen los mismos ideales que su
madre y lo apoyan en su decisión. Para los tíos la educación vale poco, y su padre sirve como
evidencia. La educación de su padre nunca ayudó a nadie, en particular no ayudó a la gente a la
que él trataba de ayudar. El idealismo del padre está simbolizado por sus tirantes rojos que
todavía tiene su madre. Aprendemos que Andrés Aparicio llevaba tirantes nuevos siempre, no
importa si no tenía dinero para comprar otra ropa, siempre tenía tirantes. Eso es un idealismo
que se olvida de la vida diaria y las cosas más importantes como el bienestar de su familia.
Cuando muere Andrés Aparicio deja a su familia sus tirantes y nada más.
Bernabé nunca parece pensar mucho en su padre, para él no es una figura a la que respete
ni por la que se preocupe. Por culpa del idealismo de Andrés Aparicio su hijo tiene que madurar
con sus tíos como figuras paternas, y son muy diferentes de su padre y de su madre. Los tíos no
son malos, pero les falta el poder de ver más posibilidades en la vida. Después de un tiempo
47
Bernabé pierde el respeto que tiene hacia sus tíos también, en particular su tío Richi, quien le da
trabajo limpiando parabrisas en una gasolinera. Bernabé se resiente porque el trabajo no le hace
rico. Reconoce las circunstancias vergonzosas de su vida y su familia y quiere ser un tipo de
persona diferente. Con la influencia de sus tíos y de otros chicos pobres a quienes conoce,
desarrolla ideales que tienen que ver con el dinero y el resentimiento por los que tienen más que
él.
Cuando los tíos de Bernabé lo traen a un tipo de burdel que proclama no ser burdel,
(porque la entrada es barata y las chicas no reciben dinero) conoce a la chica que le ayuda a
encontrar una voz por un tiempo. Su primer encuentro está en la oscuridad y no se pueden ver,
pero Bernabé arrebata el pendiente del cuello de la chica para poder regresar a encontrarla más
tarde. Cuando ve a Martincita a la luz del día descubre que ella es muy fea, o como la lectura
nos hace suponer, que es muy india. En el texto a veces se menciona que Bernabé es mestizo
con ojos verdes. Martincita tiene una cara muy india que en el mundo en que vive se considera
muy fea. Cuando los dos están solos Bernabé y Martincita están alegres, pero cuando él decide
presentarla a su familia todo va mal. Habían sido novios por varios meses y ella quiere casarse
con él, pero cuando Bernabé la lleva a conocer a su familia la relación empieza a ir mal. Cuando
Martincita conoce a su madre, la madre reacciona con esnobismo. Aunque ella y su hijo han
sido básicamente ocupantes ilegales de la propiedad en la que viven casi toda la vida de él, ella
tiene ideales de la chica que quiere para su hijo, y esta chica con su apariencia india y fea que no
es más que una sirviente no cae bien con sus ideas. Piensa que si la chica fuera de otra clase
social, o al menos si fuera una sirviente, pero bella, podría comprenderlo. Ella simplemente no
habla hasta que Martincita se ofende y se va. El silencio de la madre de Bernabé es tan poderoso
en este caso como sus palabras. Bernabé otra vez no puede pensar en las palabras ni las acciones
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para reparar la situación. Cuando la trae a conocer a sus tíos es aún peor. Ellos se ríen de su
apariencia y ella se ofende. Después de estos hechos Bernabé empieza a separarse de Martincita,
probablemente porque no representa lo que él piensa que quiere de la vida. Después de esto es
cuando se junta con el éjercito marxista.
Su mejor amigo militar es un hombre llamado el Güero por el color de su pelo, una
característica tan beneficiosa en su mundo como la cara mestiza de Bernabé. El Güero le
promete la posibilidad de mejorar su posición en el mundo. El Güero tiene un coche
Thunderbird muy bonito, le dice a Bernabé que no es nuevo, pero es suyo. También un
Thunderbird representa el poder económico de los Estados Unidos y su poder en cuanto a los
ideales y deseos sobre la mentalidad mexicana. Los soldados tienen fantasías en cuanto a las
mujeres bellas, el dinero y más que nada, el poder. El Jefe Ureña le promete la posibilidad para
alcanzar mucha riqueza y prestigio en su futuro con el ejemplo de su propia vida. Aprendemos
más tarde que el Jefe es el hombre responsable de la muerte y caída de Andrés Aparicio, el padre
de Bernabé, pero representa todo lo que Bernabé idealiza. Es un hombre que ha triunfado por su
propio esfuerzo. Tiene una casa grande, mucho dinero, una esposa gringa, una hija bonita, tiene
todo lo que Bernabé desea. De verdad Ureña es más que nada un Jefe al estilo mafia, y cuando
supo que Andrés Aparicio iba a entrometerse en una región donde él estaba ganando dinero,
actuó para sacarse el problema. Como resultado de las acciones de Ureña el padre de Bernabé
mató a un hombre que trabajaba para Ureña y desapareció. Cuando Bernabé aprende esto en la
carcél, descubre que no le importa mucho. Piensa en el Jefe como patético, simbolizado por la
imagen de él tratando de hacer el amor con su esposa gringa, pero todavía quiere todo lo que
tiene Ureña. Un hombre que dedica años de su vida tratando de vengarse de un hombre
probablemente muerto y de su familia por el crimen de ser demasiado idealista no es un hombre
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con una vida llena y alegre. Cuando Bernabé mata al Burro se vuelve el mismo tipo de hombre
que el Jefe. Al fin Ureña gana su venganza no sólo porque Bernabé mata sin causa, sino también
porque al final del cuento está pensando en lo que va a ganar en su vida. Bernabé pierde el
respeto por el Jefe, pero el sueño de ser como él no muere. Piensa en que no va a ver a su madre
hasta que tenga “un traje nuevo y un Mustang de segunda mano, y [...] que el año entrante le
tendría una casa asoleada y limpia en una colonia decente” (Fuentes, Agua quemada 139).
Bernabé cree en el sueño que le han enseñado su madre y sus tíos y Ureña. Los sueños de
Andrés Aparicio fueron bastante diferentes. Al final todo lo bueno del padre muere en el hijo.
En “Las mañanitas” vemos una cara menos conocida de lo mexicano. El personaje
principal es hombre de sangre china, aunque había vivido en la ciudad D.F. toda su vida. El
hecho de que sea un extranjero pero de otra parte del viejo régimen confunde más la cuestión de
su identidad y la de México (Van Delden Carlos Fuentes 153). Es un hombre de clase alta y él
y sus amigos reflejan las concepciones de esta clase. Durante el funeral de su madre la audiencia
incluyó sólo ciertos elementos de la población.
Una ley no escrita excluía del grupo a los nuevos ricos de la revolución pero admitía a
quienes, damnificados por la guerra civil, después aprovecharon a la revolución para
recuperar su standing. Pero lo normal, lo decente era haber sido rico lo mismo durante la
Colonia que durante el Imperio que durante las dictaduras republicanas
(Fuentes, Agua quemada 75-76)
Vive en la casa en que creció, y había estado sólo desde la muerte de su madre. No trabaja, pero
es dueño de varios edificios que fueron palacios y ahora son apartamentos, es probablemente
dueño de aquellos en los que viven los personajes de “Estos fueron palacios”. Piensa que es
bueno que no tenga hijos, porque estarían avergonzados por su actitud en cuanto a su riqueza,
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pero él mismo no siente vergüenza. No le molesta dormir hasta muy tarde y vivir sin trabajo o
algo para dar validez a su vida. La casa de Federico Silva no es antigua, pero es más vieja que
las casas de alrededor. La modernidad de la ciudad está arruinando su casa. Los edificios
nuevos al lado están demasiado cerca y por eso su casa ha empezado a inclinarse. Dice Federico
que es como vivir en la Torre de Pisa pero sin el prestigio. Él no se ajusta bien al mundo
moderno como su casa y sus amigos. No pueden ver lo que hay alrededor, y Federico Silva no
pudo pensar más allá de su orgullo. Su orgullo fue la causa de su muerte. La realidad de su
ciudad en la época moderna es más que un cambio en el olor del patio y una inclinación de la
casa. Federico Silva no ve a las personas que pasan en las calles si son de una clase social más
baja que la suya. Algunas personas de esta clase son las que le roban y matan, y le dicen que le
habían observado cada día durante meses, aunque él nunca lo notó. Él no puede dejar que los
jóvenes le roben y continuamente les insulta y por fin cuando insulta a sus madres uno de ellos le
corta el cuello. La sociedad de que viene no puede concebir la grave situación de los menos
afortunados y tampoco puede concebir que puedan hacerle daño. Aunque Federico Silva no es
un personaje malvado, su ceguera provocada por los prejuicios de su estatus social hace que
irrite a los jóvenes que iban a robarle sin dañarle, hasta el punto de matarle. Federico Silva es
una reliquia de una época pasada que es asesinado por el presente.
El cuento “Día de las madres” que aparece primero en el libro, introduce al General
Vicente Vergara, una figura que figura en algunos de los otros cuentos. El nieto de Vergara
narra el cuento, recordando los hechos que ocurren en el pasado cuando su abuelo todavía estaba
vivo. En este caso el nieto es el presente y lo que sabe del pasado sabe de su abuelo. Su abuelo
era una figura importante durante la revolución pero el mundo ha progresado y como Federico
Silva el general es del pasado. Vemos el presente y posiblemente el futuro en las acciones de su
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hijo Tín conjunto con los estadounidenses. Este cuento une los temas que aparecen en los otros
con una cierta ambivalencia. El lector quiere encontrar a alguien malo en la historia pero no es
posible porque cada personaje es simplemente una persona con debilidades. Tín Vergara, el
padre de Plutarco, el protagonista, está pasando heroína a los Estados Unidos. Vicente Vergara
es un hombre vulgar y crítico, para su familia es difícil a veces tratar con él. Es claro que
Plutarco admira a su abuelo y quiere ser como él, pero hay algo en su personalidad que no le deja
completamente creer la perspectiva del mundo que tiene su abuelo. Su madre se murió hace
mucho tiempo, y durante su vida Plutarco tuvo que escuchar las críticas de su abuelo en contra
de ella, siempre diciendo que era una puta y una mala madre. Por el contrario el general siempre
estaba glorificando la memoria de su esposa, Clotilde. Desde la perspectiva del general, Tín es
un hombre débil y no pudiera haber sobrevivido las situaciones en que él triunfó. Los hechos
tienen lugar durante una noche que pasa Plutarco con su abuelo después de tener una discusión
con Tín. Tín cree haberse perdido la fortuna de la familia en sus experimentos con el
narcotráfico. Vicente le critica y a su esposa difunta también: “Cuando te casaste con una puta,
sólo te deshonraste a ti mismo[...]Pero ahora me has deshonrado a mí” (Fuentes, Agua quemada
29). Este cuento es una crítica de las acciones de los Estados Unidos en cuanto a América
Latina. Fuentes siempre había sido pesimista sobre las motivaciones de los Estados Unidos y su
deseo de entrometerse en otros países (Van Delden Carlos Fuentes 65-69). El conflicto entre
Vergara y Tín demuestra este conflicto más abarcador. Plutarco entra en el momento crítico y
pide al abuelo que salgan juntos por la noche, no se molesta en quitarse sus pijamas para ponerse
otra ropa. Sus peregrinaciones esa noche reflejan varios estereotipos y verdades de la
mexicanidad. Primero encuentran algunos mariachis a quienes el abuelo les da dinero para
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acompañarles por la noche. Van a un burdel donde el general es conocido por su fama durante la
revolución y finalmente van al cementerio donde está la madre y la abuela de Plutarco.
En el burdel el abuelo paga a una prostituta pero no puede sostener una erección.
Plutarco muestra aquí algo de la ambivalencia que hay en el curso del cuento. Primero ataca a la
chica, y después la humilla teniendo relaciones sexuales con ella en frente de una audiencia.
Después está hablando con su abuelo y defiende a su madre, quien supuestamente no era fiel a su
padre. Ambos admiten que la chica en el burdel tiene que hacer lo que está haciendo para
ganarse la vida, y Plutarco dice de su madre “Entonces lo hacía por placer. ¿Qué tiene de
malo?[...]Le digo que lo hizo por necesidad, igual que esta puta” (Fuentes, Agua quemada 3435). Aunque aquí Plutarco está criticando a su padre por no haber mostrado suficiente cariño a
su madre, también está criticando la posición de su abuelo en cuanto a los amoríos. Todavía ama
a su abuelo, pero ve el mundo desde una perspectiva diferente.
Al regresar a su casa temprano en la mañana, Tín está esperando a su hijo, deseando
hablarle. Relata la historia de cuando conoció a Evangelina y de su belleza e inocencia. Ella le
dice que de todos los hombres que la admiran por su belleza, le ha escogido a él por su ternura.
El hecho de que tiene orgullo en su ternura muestra su deseo de ser diferente de su propio padre
que consiguió a su esposa casi a la fuerza y tuvo que enseñarle a quererle. Tín cree que es esta la
razón por la que su padre odiaba tanto a Evangelina y culpa su infidelidad a los ataques
constantes de su padre. Tín cree que su padre quería lograr que Evangelina dejara de amarle
para que Tín tuviera que forzar su amor, como hizo el general con su Clotilde. Es aquí donde
aprendemos que a pesar de sus justificaciones de las acciones de su esposa, él mató a
Evangelina, posiblemente con la ayuda de su padre. “El parte médico dijo que tu mamá había
muerto atragantada con un pedazo de carne. Así de sencillo. Esas cosas se arreglan fáciles. Le
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amarramos tu abuelo y yo una mascada muy bonita al cuello, para el velorio” (Fuentes, Agua
quemada 42). Tín declara que la única cosa que no podía perdonarle era “Su irritante inocencia”
(Fuentes, Agua quemada 41), pero es evidente que no la mató por su inocencia.
Al final de su noche en el burdel, Plutarco y su abuelo van al cementerio para visitar a
Clotilde y Evangelina, igual que al final del cuento junto con Tín. Las dos mujeres, las madres
del título descansan juntas allí, alejadas de los problemas que rodean a los hombres de sus vidas
a causa de las opiniones que tienen de ellas. Tín y Vicente no dejan que ni Evangelina ni
Clotilde tengan su propia existencia, crean roles para ellas con sus perspectivas de lo que fueron.
Ellas no podían expandir sus existencias más allá de el mundo que diseñaban sus esposos. Su
existencia como muertas refleja la realidad de su existencia en cuanto a los hombres que
dominan el cuento. Como apunta Plutarco en el cuento, el nombre de su abuelo es semejante a la
palabra verga que refiere al pene. Vergara empieza ganar su reputación cuando le corta los
testículos al soldado y empieza a morir cuando es impotente con la prostituta. El resto de su vida
ha sido definida con su dominación de la situación y de otras personas. Como dice Paz en El
laberinto de la soledad “chingar[...]denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza
en el otro[...]Es un verbo masculino, activo, cruel[...]Y provoca una amarga, resentida
satisfacción en el que lo ejecuta” (Paz 1005). El General Vergara en este sentido chingó a su
hijo y nuera porque no le ha satisfecho su propio matrimonio. Aún en vida es probable que las
esposas de Vergara y Tín no tuvieran mucha importancia para sus esposos sino por sus luchas de
poder entre sí. Las historias de su padre y abuelo lo dejan a Plutarco sólo con caricaturas de su
madre y abuela.
El general es famoso por haber cortado los testículos de un prisionero en la revolución.
Está orgulloso por sus acciones y por haberse hecho un hombre rico y prestigioso de la nada. Él
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hace que su hijo Tín se sienta menos hombre porque no consiguió nada de prestigio, sólo nació
rico. Plutarco quiere ser como su abuelo, pero su padre resiente al abuelo. Siempre se había
sentido inferior, pero la época de la revolución ha terminado y en su época no es posible que un
hombre haga las mismas cosas. Dice a Plutarco “Tú y yo, Plutarco, qué batallas vamos a ganar,
qué mujeres vamos a domar, qué soldados vamos a castrar, veme diciendo. Ese es el horrible
desafío de tu abuelito” (Fuentes, Agua quemada 41). Es interesante el nombre de Plutarco, como
el escritor que relató las vidas de algunos romanos y griegos. Vergara es el griego, como en el
cuento “Las dos Numancias”. Es parte del pasado que no comprende y tiene desprecio hacia el
mundo contemporáneo. Tín es parte del nueva sistema, aunque no hay valor en sus acciones.
Agua quemada desarrolla varios problemas de México con personajes debiles, no
heróicos. Sin embargo, no son malvados tampoco. Es una imagen realista que desea mostrarle
cuenta al lector los niveles diferentes de la sociedad. Cada personaje, aún los jovenes, ha sido
afectado por la revolución. “La Revolución Mexicana es un telón de fondo que sirve para
explicar una realidad que se ha querido ocultar” (Conde Ortega 13). Ortega añade que “Mito
justificador de excesos, sueño de justicia para otros, la Revolución Mexicana perdió vitalidad
casi desde el momento mismo en que nació” (13). Los personajes de Agua quemada son las
víctimas del fracaso de la revolución, tanto los ricos como los pobres. Este libro declara la
necesidad de recordar los ideales de la revolución y transformar la sociedad.
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CAPÍTULO 5
CONCLUSIONES
En su libro The Uses of Failure in Mexican Literature and Identity John Ochoa postula
que el fracaso es un elemento intrínsico de la identidad mexicana y de su literatura. Cita a
Carlos Fuentes como una de las figuras más grandes de la literatura mexicana y escribe que el
fracaso domina al cuento “Día de las madres”. Empieza su libro con una cita de Fuentes, “A
cruel fantasy: the history of Mexico was a history of crushing defeats[...]Miguel Hidalgo, the
father of Mexican independence, ended up with his head on exhibit on a lance at the city gates of
Chihuahua. Imagine George and Martha beheaded at Mount Vernon” (Fuentes Myself with
Others 5-6). Fuentes está recordando su niñez en una escuela en los EEUU cuyas victorias
muchas veces fueron las derrotas de México. Aunque esta cita es muy pesimista, no refleja el
tono del ensayo completo que se titula “How I Started to Write”, ni refleja necesariamente el
tono de su obra. En su analasis de “Día de las madres” Ochoa postuliza un mensaje pesimista y
triste. A mí, si esta historia es triste, pero mira hacia el futuro con esperanza. Los personajes
tienen una reconciliación y Plutarco está anticipando el resto de su vida con la posibilidad de
hacerse un hombre en su propia manera, no la de su abuelo. Creo que siempre hay esperanza en
la obra de Fuentes, es la fundación de su política. Fuentes no se olvida de los fracasos pasados
pero hay esperanza en su obra para el futuro. Nota en este ensayo que la actitud estadounidense
está siempre mirando hacia un futuro alegre (5). Con su escritura acerca su país, Fuentes
identifica los problemas pero siempre hay la idea del porvenir con la posibilidad de la alegría.
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Ochoa percibe a “Día de las madres” como un relato del fracaso por una variedad de
razones. Principalmente por la ironía del nombre, no hay madres en el cuento. Ellas están
muertas y durante sus vidas no recibieron mucho respeto ni cariño de los hombres que las
sobreviven. Para Ochoa este cuento “commemorates not departed women but departed men”
(Ochoa 18). Dice que se lamenta de una época pasada que el hijo y el nieto de General Verga no
pueden revivir para ganar gloria como hizo él. “The end of the party, like the man laughing at
himself after falling, produces a staggering sobriety, which leaves the reveler bankrupt,
embarrased, staring at a broken monument, but all the wiser” (Ochoa 18). Esta cita describe lo
que Ochoa percibe como el tono al final del cuento. Estas frases están bien escritas y son
poderosas, pero no veraces. La posibilidad de una sabiduría ganada a partir de una experiencia
negativa, como dice Ochoa al final de la cita, sugiere una victoria, porque el conocimiento es
siempre positivo. Ochoa describe la escena de las tres generaciones de hombres de la familia en
el cementerio junto a las tumbas de las mujeres. Es el día de las madres y la última vez que
Plutarco, el protagonista, fue al cementerio fue con su abuelo después de una lucha entre él y el
padre de Plutarco. El hecho de que todos están juntos implica una reconciliación, que también es
una victoria, no un fracaso. Plutarco narra “Yo estoy entre mi papá y mi abuelo, agarrado de sus
manos” (Fuentes Agua quemada 42). Todos están unidos por la tristeza, pero sí están unidos.
Hay un ambiente de tristeza, pero Plutarco relata que “en ese momento, yo sólo trataba de
adivinar mi porvenir” (Fuentes Agua quemada 42). Está pensando en su futuro con la
posibilidad de la alegría. Plutarco tiene la oportunidad de aprender de los errores de su padre y
abuelo para tener una vida mejor y descubre que no quiere revivir el pasado violento de su
abuelo.
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En cuanto al optimismo hacia el futuro a pesar de la derrota, en este mismo ensayo
Fuentes relata algo que dijo el poeta Pablo Neruda. “The Conquistadors, he said, took our gold,
but they left us their gold: they left us our words” (Fuentes Myself With Others 9). Hubo un
fracaso militar pero hubo beneficios también. Esta idea de encontrar lo bueno mezclado con lo
malo es típico de Fuentes y su actitud en cuanto a la conquista, la modernidad y la mexicanidad.
Dice que lo mejor de los Estados Unidos durnate los años de su niñez fue el poder de estar a la
altura de sus ideales. Admite que en los años más recientes no le gustaron las acciones de los
EEUU, pero la actitud de Roosevelt después de la Gran Depresión le impresionó mucho. Quiere
que México adopte esta actitud y muestre al mundo que los ideales de la revolución sirven y no
son sólo palabras. Al final dice que porque vivía sus años más jóvenes en otros países “I had
learned to imagine Mexico before I ever knew Mexico” (Fuentes Myself With Others 27). Por
esto quizás tenga una visión más clara y optimista.
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