Quemado o manchado

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hortalizas
TierraAdentro
mayo-junio 2006
TIP–BURN
Quemado o manchado
Agustín Aljaro U.
Ingeniero Agrónomo, M.Sc.
[email protected]
INIA La Platina
de los bordes de las hojas de lechugas
n períodos de verano, en donde
la demanda por agua y nutrientes
por parte de la planta es muy
alta, se suele presentar una anormalidad
de tipo fisiológico en las partes internas
de las cabezas y en los bordes de algunas
hojas de las lechugas. Esta deficiencia,
conocida como “manchado de las puntas
de las hojas de la lechuga” o por su nombre
inglés, “tip–burn”, es más frecuente en
variedades del tipo “arrepolladas”, comúnmente llamadas escarolas. Se caracteriza
por un quemado o manchado de los bordes
de las hojas y de los meristemas de crecimiento, o sea el sector correspondiente a
las hojas más tiernas e interiores conocidas
como “corazón”.
Se trata de una falla metabólica sin
ninguna relación con algún patógeno, como
hongo o bacteria. En otras palabras, no
tiene origen biótico ni es causado por algún
microorganismo. Aunque frecuentemente
se ve a agricultores tratando de evitar o
curar el tip–burn con pesticidas; esos agroquímicos nada aportan para evitar ni menos
curar el problema, a no ser que éste se
complique por infecciones de algún microorganismo que logre contaminar las hojas
debilitadas por el quemado.
Las fotografías muestran claramente
el efecto causado al inicio del daño, el que
por contaminaciones de tipo secundario
puede llegar a provocar el deterioro total
de la lechuga, finalizando con contaminantes de hongos y algunas bacterias. Esto
último genera confusiones cuando los
agricultores piensan que la causa es el
microorganismo y no otra, como se ha
mencionado.
de fertilización o formas de abonaduras
seguidas en el cultivo. Si bien podría ser
moderadamente prevenido con la adición
de calcio vía pulverizaciones al follaje, su
verdadera causa está más ligada a factores
climáticos asociados a la disponibilidad de
agua a nivel de suelo y raíces y a su traslocación o transporte dentro de la planta.
E
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Causas de las manchas
Esta mal llamada “enfermedad” o
Por qué en el verano
Típico manchado de las hojas de
lechugas. Su causa es una
deficiencia del metabolismo de la
planta llamado tip–burn o
quemado de las puntas o bordes.
“pudrición” en términos correctos corresponde a una deficiencia temporal del crecimiento de las hortalizas, especialmente
en verano. Es un desorden fisiológico que
se asocia con en el ritmo insuficiente de
absorción de agua y traslado de los nutrientes desde las raíces hacia las zonas
de gran metabolismo o actividad del vegetal. Entre los elementos nutricionales
se señala preferentemente el calcio (Ca).
La presencia de Ca en las zonas más
activas de la planta, como son los meristemas y hojas nuevas en crecimiento,
resulta fundamental. El calcio es importante en la formación y resistencia de la
pared de las células. Si no está disponible
en la cantidad y oportunidad en que se
requiere, el metabolismo activo se ve
seriamente alterado y provoca el desorden
descrito, con resultado frecuente de pérdida significativa de lechugas y, por ende,
daño económico de consideración para el
productor.
Contrariamente a lo que pudiera entenderse, no obedece a fallas en el sistema
Hojas jóvenes de lechugas con
síntomas de deficiencia de calcio,
mostrando quemazón o manchado
en sus bordes.
En los meses de enero y febrero, o
incluso antes, se produce una gran evaporación desde el suelo y una gran demanda
de agua por la planta (transpiración y respiración del vegetal). La suma de ambos
procesos demandantes de agua se conoce
como “evapotranspiración”, la que suele
ser muy elevada en esa época.
En los períodos del año con temperaturas altas en suelo y aire (sobre todo en
terrenos de tipo arenoso), el desarrollo de
la planta es muy acelerado. Existe una
fuerte demanda por agua y nutrientes a
nivel de centros primarios de crecimiento,
como es el “corazón” o parte interna de
las lechugas. La gran evaporación de agua
desde el suelo por la elevada temperatura
diurna, y la alta tasa de transpiración de
la planta, mecanismo que usan los vegetales para regular su temperatura y absorción
de agua, se traduce en definitiva en una
insuficiencia en la capacidad de extraer
agua y nutrientes desde el suelo en la
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cantidad necesaria.
Entre los factores que inciden
en el problema, están:
• Altas temperaturas.
• Días soleados.
• Vientos secos y cálidos.
• Salinidad o alta conductividad
eléctrica del suelo.
• Plantas débiles, desvigorizadas,
con pobre sistema radicular.
• Altos niveles de nitrógeno (principalmente amonio), el cual afecta
la absorción de Ca.
• Insuficiencias manifiestas de calcio inicial en el terreno.
• Fallas en el sistema de riego, en
especial referido a su frecuencia y
grado de alcance a la zona de raíces.
• Suelos livianos, del tipo arenoso,
con baja retención de agua y de
nutrientes.
Como evitar el daño
Una clave para paliar el tip–burn consiste en perfeccionar los
sistemas de regadío. Lo recomendable es ajustar la entrega de agua
al cultivo. Hay que insistir en un
manejo riguroso de la frecuencia
de los riegos, en vez de aumentar
la cantidad de agua aplicada en
cada uno de ellos, pues no se debe
dejar nunca en déficit de humedad
a las plantas.
Otra práctica aconsejable para
atenuar el problema son las aplicaciones de fórmulas especiales dirigidas al follaje de las plantas, basadas en diferentes formas de calcio
fabricadas por empresas de reconocida certificación de calidad. Se
pueden sugerir, entre otros productos, a Basfoliar Calcio SL, la formulación líquida con una de las mayores concentraciones cálcicas (17%),
Stopit, Defender Calcio y Wuxal.
Para mejorar los efectos del
tratamiento foliar, se debería adicionar algún activador vegetativo
de tipo auxínico, pulverizado con un
volumen de agua no inferior a los 600
litros/ha, y ciertamente un adherente–surfactante de tipo siliconado para
mejorar su absorción, como por ejemplo Break.
Si bien las pérdidas globales
provocadas por este tipo de defectos
en lechugas no están determinadas,
el autor de este artículo las estima
en alrededor del 4% de la producción
lechuguera de estación cálida. Considerando que un 60% de su cultivo se
realiza en verano, es decir poco más
de 2.000 ha, el porcentaje estimado
de pérdida comercial por el tip–burn,
representaría en toda la zona central,
unas 100 ha. Por otra parte, considerando unas 60 mil lechugas plantadas
en cada hectárea, se podría estimar
un deterioro promedio por agricultor
de unas 2.500 unidades, las cuales
en términos económicos representarían alrededor de los 200 mil pesos/ha
(aproximadamente 385 dólares por
hectárea al cambio actual). En contraste, se debe señalar que dos o tres
aplicaciones cálcicas, de tipo preventivo o al menos atenuantes del tip–burn, representan un costo aproximado, según el calcio utilizado, del orden
de los 20 mil a 30 mil pesos/ha.
El corazón o parte interna de las lechugas
es afectado porque, siendo un centro de
crecimiento, demanda mucha agua y
nutrientes, en especial calcio, elemento
responsable de esta deficiencia.
mayo-junio 2006
proyectos
Nuevos proyectos
de INIA
• Mejoramiento de la rentabilidad de producción de
carne de la agricultura familiar campesina a través
de un sistema asociativo de crianza de terneros
Centro: INIA Remehue
Productor participante con terneros del
sistema.
Financiamiento: INIA / FIA
Encargado principal: Sergio Iraira I.
Duración: 2005–2007
Área geográfica: Región de los
Lagos
Descripción: El proyecto implementará una unidad de negocio
asociativo de crianza de terneros que
permita mejorar la rentabilidad del sistema de producción de carne desarrollado
por la agricultura familiar campesina. Para ello desarrollará un sistema de
capacitación grupal que permita mejorar los índices de productividad de la
crianza de terneros y generará alianzas estratégicas entre productores como
mecanismo para mejorar su gestión comercial en forma asociativa.
• Incremento de la producción animal mediante corrección de la fertilidad del suelo y la aplicación de
tecnología de manejo de pastoreo en praderas naturalizadas de la zona húmeda de la Región de Magallanes
Centro: INIA Kampenaike
Financiamiento: INIA / InnovaChile / Estancia Las Coles
Encargado principal: Nilo Covacevich C.
Duración: 2005-2007
Área geográfica: Región de Magallanes
Descripción: En la 12ª Región hay al menos 160.000 ha que reúnen las condiciones
para una buena producción de praderas con trébol blanco. Información experimental
indica que en esas praderas, corrigiendo las deficiencias de fósforo y/o azufre,
podría cuadruplicarse la producción normal, lográndose hasta 320 fardos por ha,
o sea unos 8.000 kg de materia seca. En Estancia ‘Las Coles’, del sector Río Verde,
se está haciendo la primera experiencia productiva a escala comercial de mejoramiento de praderas naturalizadas.
El proyecto considera mejorar casi
mil ha, para validar y evaluar
económicamente un sistema de
manejo que involucra híbridos
ovinos y la aplicación de tecnologías de punta, como la ultrasonografía para la detección temprana de preñez.
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