La agroindustria y el cumplimiento de la legislación ambiental. Reinosa P., Doris C. Guzmán P., Beatriz L. Sánchez A., Flor M. [email protected] [email protected] RESUMEN Venezuela posee un nutrido cuerpo de normas en materia ambiental, que la coloca a la par con los países desarrollados. Sin embargo, en la práctica se presume la poca capacidad que tiene el Estado ante la problemática ambiental, lo que limita el logro de un desempeño ambiental aceptable. El Municipio Colon del Estado Zulia se ubica en la región Sur del Lago de Maracaibo al sur-oeste de Venezuela, se caracteriza por ser una región altamente agrícola, dedicada a la ganadería de doble propósito, y cultivos como el plátano, palma aceitera entre otros. Propiciando el desarrollo agroindustrial en la región, que ha incidido en el aumento del daño ecológico, principalmente la contaminación de las aguas. El objetivo de la presente investigación es diagnosticar el cumplimiento de la Legislación Ambiental por las empresas agroindustriales, debido a que éste sector es responsable de más de la mitad de los desechos orgánicos vertidos en el país, y su actividad se puede considerar de alto impacto en relación a los altos volúmenes de descargas a la naturaleza. El tipo de investigación es descriptiva, de campo, se utilizaron las técnicas de la encuesta y entrevista. La población estuvo constituida por nueve (09) agroindustrias, y el organismo regulador de las actividades ambientales de la región, Instituto para la Conservación del Lago de Maracaibo (ICLAM) ente escrito al Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (MINAMB). Se obtuvieron los siguientes resultados: 1) Prevalecen las debilidades en cuanto al conocimiento y manejo de la normativa ambiental. (2) Se determino la omisión de los Estudios de Impacto Ambiental. (3) Existe incumplimiento en la inscripción en el Registro de Actividades Susceptibles de Degradar el Ambiente - RASDA. (4) Existe desconocimiento de los principales efluentes, no se han establecido técnicas o procedimientos para mejorar el impacto ocasionado. Conclusiones: se evidencian debilidades en las actuaciones del MINAMB como órgano controlador de las actividades susceptibles de degradar el ambiente. Se considera necesario establecer estrategias para dar a conocer la legislación ambiental y las obligaciones ambientales que tienen las agroindustrias con el propósito de concientizar a los directivos y trabajadores. El cumplimiento de la normativa ambiental es parte de la responsabilidad social corporativa de toda institución pública o privada, y representa su aporte para lograr un sistema ecológicamente equilibrado. Palabras clave: Agroindustrias, gestión ambiental, normativa ambiental, contaminación ambiental. Universidad Nacional Experimental Sur del Lago “Jesús María Semprum” (UNESUR) Programa de Ingeniería de la Producción Agropecuaria Avenida Universidad – Campus Universitario, Santa Bárbara de Zulia, Venezuela. 1 1. Introducción El hombre desde su aparición ha estado en contacto con su entorno, utilizando sus recursos y provocando cambios en el medio que le rodea; del mismo modo, las actividades desarrolladas por el hombre, sea cual sea su naturaleza, ejercen un conjunto de alteraciones afectan una multitud de ecosistemas incidiendo con ello en el equilibrio natural; cada vez son más las especies animales y vegetales que se han extinguido o que están en vía de extinción. A partir de la revolución industrial, se han ido incrementando consecuentemente los impactos negativos ocasionados sobre el ambiente; los efectos causados por las actividades extractivas y productivas están relacionadas directamente con la contaminación del agua, el aire o el suelo; e indirectamente, con la perturbación de los ecosistemas. Esto se debe a que la industria emite cientos de contaminantes, que contribuyen a la formación de smog, la contaminación del agua por sustancias orgánicas e inorgánicas, así como, desechos sólidos peligrosos que dañan de muchas otras formas a las comunidades y ecosistemas (Díaz y otros, 2004). Del mismo modo, las actividades agrícolas contribuyen a los cambios producidos en el ambiente ya que casi siempre descargan sus desechos a los ríos. A esta problemática, debe agregarse la contaminación proveniente de la agroindustria y otras actividades vinculadas con la actividad agrícola y pecuaria. El sector agroindustrial representa un importante aporte a la contaminación debido a que la mayoría de las industrias descargan altos volúmenes de residuos líquidos, provenientes de sus procesos productivos y del lavado de los equipos, considerados como de alta carga orgánica, con una baja relación de instalaciones para su control. Adicionalmente, existe un importante aporte de desechos sólidos de naturaleza orgánica, generadas en los procesos productivos, así como cartón, papel y plástico en las áreas administrativas y actividades de empaque (Sánchez y otros, 2005). Las agroindustrias de acuerdo a sus actividades desarrolladas se pueden calificar como: (a) de impacto medio en el ambiente y en la salud de acuerdo a la agresividad de sus funciones; (b) de alto impacto en relación al uso de los recursos agua y energía, empleados en los procesos de limpieza, cocción, lavado; y; (c) de alto impacto en relación a los altos volúmenes de descargas a la naturaleza de residuos líquidos y desechos sólidos, este sector industrial es responsable por más de la mitad de los desechos orgánicos vertidos en el país (Sánchez y otros, 2005). Situación que se agrava debido a la poca capacidad de respuestas que tiene el Estado ante la problemática ambiental, lo que evidencia las debilidades que limitan el logro de un desempeño ambiental aceptable. Venezuela ha demostrado gran sensibilidad, en cuanto a conservación ambiental, situación que se evidencia con el nutrido cuerpo de normas en materia ambiental, que la coloca a la par con los países desarrollados, al respecto Koroschetz (2000) afirma Venezuela posee una legislación ambiental moderna y ambiciosa; y políticas definidas para prevenir los efectos que las actividades industriales ejercen sobre su entorno; esta actuación ha logrado que nuestro país se destaque como una de las más avanzadas en la materia. Entre las principales leyes ambientales se encuentran la Ley Orgánica del Ambiente promulgada en 1976 (actualizada en el 2006) que tuvo como objetivo prohibir o corregir actividades degradantes del ambiente; y la Ley Penal del 2 Ambiente emitida en 1992 cuya finalidad es tipificar los delitos ambientales, establecer sanciones, medidas de precaución, restitución y reparación. Las anteriores se acompañan de un nutrido grupo de leyes y reglamentos específicos entre los que destacan: Ley de Aguas (2007), Ley de Residuos y Desechos Sólidos (2004), Ley sobre Sustancias Materiales y Desechos Peligrosos (2001), Decreto 883 Normas para la clasificación y el control de la calidad de los cuerpos de agua y vertidos o efluentes líquidos (1995), Decreto No 638 Normas sobre la Calidad del Aire y Control de la Contaminación Atmosférica (1995), Decreto No. 2.217 Normas sobre el Control de la Contaminación Generada por Ruido (1992). En concordancia con lo anterior, es importante recordad que en 1977 Venezuela se convirtió en el primer país de América Latina en tener un Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables actualmente llamado Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (MINAMB) que fue creado como un despacho autosuficiente para resolver los problemas ambientales haciendo uso de sus poderes y competencias, en una gestión fundamentada en el esquema de autorizaciones y sanciones administrativas. La normativa ambiental nacional tiene como principio la gestión ambiental, entendida como el conjunto de actividades, medios y técnicas tendentes, que determinan y desarrollan, objetivos y responsabilidades ambientales, a través de la planificación, el control, la conservación y el mejoramiento del ambiente; así como también el uso racional de los recursos naturales. La gestión ambiental es de aplicación sobre todas aquellas actividades y/o componentes que degraden el ambiente y están sujetos a mecanismos de comando y control que incluyen estándares ambientales, permisos, multas, y en algunos casos detenciones y suspensión de las actividades productivas, entre otros. La región Sur del Lago de Maracaibo al sur-oeste de Venezuela, se caracteriza por ser una región altamente agrícola, productora de ganado doble propósito, plátano, palma aceitera entre otros cultivos. Dichas actividades han propiciado el desarrollo agroindustrial en la región, originando un aumento al daño ecológico en la zona; al igual que la desordenada utilización de las cuencas hidrográficas y la contaminación de las aguas. Rivas y otros (2005) describen que los ríos de la zona Sur de la cuenca del Lago de Maracaibo constituyen descargas puntuales que contribuyen con un 70% de agua dulce al mismo. Entre estos ríos se encuentran el Catatumbo, Birimbay, Bravo, Motatán, Chama, Escalante y Santa Ana, siendo su caudal un factor importante en el movimiento de la masa de agua del Lago. Sin embargo, estos ríos, llevan consigo elementos orgánicos e inorgánicos y nutrientes que se originaron en fuentes no puntuales (áreas de explotación agrícola y pecuaria, zonas boscosas, zonas pantanosas, etc.) o en fuentes puntuales (descargas de aguas servidas domésticas de poblaciones o descargas industriales). Adicionalmente, existen problemas graves con relación a la erosión hídrica en los suelos localizados en las cuencas de estos ríos; problemas de salinización, entre otros. Del mismo modo, la eliminación de la basura y desechos sólidos, residuos comerciales e industriales, se está convirtiendo en un problema muy complejo e incontrolable, que puede tener graves consecuencias para la salud de los habitantes. La conservación de los recursos existentes es de vital importancia para su efectiva gerencia; pero a pesar de existir políticas y leyes dirigidas a conservación y uso eficiente de los recursos se evidencia un acrecentado deterioro ambiental. En 3 consecuencia, se planteo la presente investigación dirigida a realizar un diagnostico sobre el cumplimiento de la Legislación Ambiental por las empresas agroindustriales del Municipio Colón del Estado Zulia. 2. Aspectos Teórico. 2.1. La agroindustria. La agroindustria debe entenderse como aquella que realiza actividades de manufacturación mediante las cuales se elaboran materias primas y productos intermedios derivados del sector agrícola FAO (1994). Se clasifica por conglomerados agroindustriales es decir de acuerdo a las materias primas procesadas: Conglomerado cárnico: Frigorífico o matadero; desposte o troceado y empaque; y conservación, enfriado y congelado. Preparación y teñido de cueros. Salado de pieles. Conglomerado Lácteo: Centro de acopio y enfriado. Pasteurizado y envasado; mantequilla, cremas y natillas; quesos frescos y envejecidos; yogur; y leche en polvo. Conglomerado Frutas y verduras: Plantas de selección y clasificación. Procesadora de jugos, néctares y concentrados. Las actividades agroindustriales conllevan efectos colaterales perjudiciales para el ambiente; el desarrollo de sus funciones sin un adecuado control, puede crear contaminación ambiental o riesgos ecológicos en distintas formas, como la descarga de residuos orgánicos o peligrosos en los suministros hídricos; emisión de polvo o gases que empeoran la calidad del aire, entre otras. 2.2. Gestión Ambiental Empresarial. La gestión ambiental es un proceso que está orientado a resolver, mitigar y/o prevenir los problemas de carácter ambiental, con el propósito de lograr un desarrollo sostenible, entendido éste como aquel que le permite al hombre el desenvolvimiento de sus potencialidades y su patrimonio biofísico y cultural y, garantizando su permanencia en el tiempo y en el espacio. Con el propósito de mejorar el desempeño ambiental empresarial se han empezado a implementar los Sistemas de de Gestión Ambiental Empresarial (SGMA), en se sentido, Conesa (1997) señala que constituyen el marco o método de trabajo que sigue una organización con el objeto de seguir, en una primera fase, 4 y de mantener posteriormente, un determinado comportamiento de acuerdo con las metas que se hubiere fijado y como respuestas a unas normas, unos riesgos ambientales, y unas presiones tanto sociales, como financieras, económicas y competitivas, en permanente cambio. Los sistemas de gestión ambiental, además de prever las medidas necesarias para el cumplimiento de lo regulado en la legislación existente, y deben definir objetivos y compromisos destinados a la mejora continua de su operatividad desde el punto de vista ambiental. La gestión ambiental en las agroindustrias implica establecer aquellas acciones que contribuyen a mejorar el ambiente haciéndolo más sano y seguro para los trabajadores, para la sociedad y el entorno del mismo, mediante la prevención de riesgos; así como, la reducción del consumo de energía y de materias primas optimizando la relación ambiente producción. Todo esto debe llevarse a cabo en el marco de cuatro procesos previstos en el artículo 2 y 4 de la Ley Orgánica del Ambiente (2006): la planificación, el control, la conservación y el mejoramiento del ambiente. En este caso, se pretende diagnosticar la gestión ambiental de las empresas agroindustriales, principalmente en el cumplimiento de la legislación ambiental, entendiendo que este debería ser el nivel mínimo aceptable de la gestión ambiental para cualquier empresa. 2.3. Delitos ambientales: Los delitos ambientales deben entenderse como un delitos sociales, pues afectan las bases de la existencia social, ya que atenta contra las materias y recursos indispensables para las actividades productivas y culturales, además pone en peligro las formas de vida autóctonas, e implica la destrucción de sistemas de relaciones hombre – espacio (Columbus, 2004). En consecuencia, el Estado tiene la obligación de constituirse en órgano encargado de velar por el cumplimiento de una legislación existente y la aplicación de sanciones civiles y penales por el incumplimiento o falta a las mismas; según lo establecido en el artículo 130 de la Ley Orgánica del Ambiente (2006). En ese sentido, es necesario resaltar que las actividades agroindustriales afectan su entorno social y ambiental. Sus actividades productivas generan impactos negativos que de no ser tratados adecuadamente, representan infracciones a la legislación ambiental, en consecuencia, dichas actividades y de acuerdo a la gravedad de los mismos podrán ser objeto de sanciones de índole administrativo o penal, llegándose incluso al caso de cierre definitivo de las actividades empresariales. 2.4. Estudio del Impacto Ambiental. Es el estudio técnico, de carácter interdisciplinario, que incorporado en los distintos procedimientos de gestión ambiental, su función es identificar, valorar, reducir y corregir las consecuencias o efectos ambientales que determinadas acciones, del proyecto futuro, o de la actividad presente, pueda causar sobre la vida del hombre y su entorno (Conesa,1997). 5 El estudio de Impacto Ambiental en las empresas agroindustriales está establecido en el artículo 85 de la Ley Orgánica del Ambiente como una obligación que deben cumplir las empresas que son susceptibles a degradar el ambiente y deben establecer medidas como evitar posibles deterioros ambientales producto de sus actividades. 2.5. Legislación Ambiental en Venezuela. El propósito de la Legislación Ambiental es dotar de conocimientos y fundamentos jurídicos del Derecho Ambiental como sistema teórico y de los sistemas normativos que regulan conservación, defensa, mejoramiento, aprovechamiento, manejo y restauración del ambiente, que garanticen el desarrollo sustentable. El Derecho del Ambiente es la respuesta que dio la sociedad al percibir sobre el peligro que representa el impacto negativo de las actividades humanas incontroladas sobre el entorno y, en consecuencia, sobre toda forma de vida, incluida la humana. Para Luzardo (1998) es necesario desarrollar una política ambiental, que implique fortalecer entre otros los ámbitos de: a) vigilancia y control ambiental, b) ordenación territorial, c) evaluación de impacto ambiental, d) educación ambiental, e) participación de la sociedad civil y f) aplicación de la Ley Penal del Ambiente y sus normas técnicas. En Venezuela existe una amplia normativa destinada a la protección del ambiente en la Tabla No 1 se presenta un resumen de las normas ambientales más importantes en Venezuela. Norma Decreto 2216 Normas para el manejo de desechos sólidos de origen domestico, comercial, industrial o de cualquier otra naturaleza que no sean peligrosos (1992) Objetivo Regula las operaciones de manejo de los desechos sólidos de origen doméstico, comercial, industrial, o de cualquier otra naturaleza no peligrosa, con el fin de evitar riesgos a la salud y al ambiente. Decreto 883 Controlar la calidad de los cuerpos de agua, Normas para la clasificación y el tomando en consideración sus usos actuales y control de la calidad de los cuerpos potenciales. Establece límites de efluentes y de agua y vertidos o efluentes obliga a la creación de planes de calidad para líquidos (1995) cada uno de los cuerpos de agua. Tabla No. 1. Principales normas ambientales de la República Bolivariana de Venezuela. Fuente: Elaboración propia a partir de la normativa vigente (2010) 6 Decreto 638 Normas sobre la calidad del aire y control de la contaminación atmosférica (1995) Controlar la calidad del aire; establece estándares de calidad del aire, límites de emisiones. Decreto 1257 Normas sobre evaluación ambiental de actividades susceptibles de degradar el ambiente (1996) Establece los casos cuando se requiere una evaluación ambiental previa al inicio de las actividades industriales o comerciales susceptibles de degradar el ambiente. Determina los métodos técnicos de evaluación, para verificar el daño ambiental permisible de los programas y proyectos de desarrollo. Entre las actividades que requieren esta evaluación se encuentran las forestales, agroindustriales, y de acuicultura, entre otras. Registro de Actividades Susceptibles de Degradar el Ambiente (RASDA) Las personas naturales o jurídicas, públicas o privadas, que se propongan iniciar cualquier actividad susceptible de degradar al ambiente, deberán inscribirse en el RASDA, del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, en la correspondiente Dirección Estadal Ambiental, antes del inicio de sus actividades. Continuación Tabla No. 1. Principales normas ambientales de la República Bolivariana de Venezuela. Fuente: Elaboración propia a partir de la normativa vigente (2010) 3. Metodología Se realizó un estudio de tipo descriptivo con un diseño de campo. La población estuvo constituida por nueve (09) empresas agroindustriales, y el Instituto para la Conservación del Lago de Maracaibo (ICLAM) organismo autónomo adscrito al Ministerio del Poder Popular para el Ambiente. Como técnica específica para la recolección de la información se utilizó el cuestionario y la entrevista. Las empresas agroindustriales estuvieron constituidas por los siguientes segmentos: Lácteas: 03 Procesadoras de leche y derivados. Cárnicas: 02 Frigoríficos. Grasas y Aceites: 02 Procesadoras de Aceite de Palma. Frutas y Verduras: 02 Procesadoras de Plátano. En un principio se estableció una muestra poblacional, es decir se decidió aplicar el instrumento a las 09 empresas agroindustriales constituidas en la zona, sin embargo, cinco (05) de las empresas no contestaron en cuestionario, reduciéndose la muestra a cuatro (04) empresas agroindustriales que representan un 44% de la población, y al ente regulador de las actividades ambientales de la región, en este caso ICLAM. 7 4. Resultados Obtenidos El estudio se enmarca en el cumplimiento de la legislación ambiental vigente por parte de las empresas agroindustriales del Municipio Colon del Estado Zulia. Para lograrlo se aplicaron encuestas a las empresas agroindustriales y una entrevista al organismo administrativo encargado del seguimiento y control de las actividades que pudieran degradar el ambiente. 4.1 Análisis de la gestión del Ente regulador de las actividades susceptibles de degradar del ambiente En el Municipio Colon del Estado Zulia, Venezuela, el organismo encargado de ejercer el control y seguimiento de las actividades susceptibles de degradar al ambiente es el ICLAM (Instituto para la Conservación del Lago del Maracaibo), ente escrito al Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, y su función es verificar el cumplimiento de la Legislación Ambiental por las empresas establecidas en el municipio. De acuerdo a la información suministrada por los funcionarios entrevistados, entre sus actividades se encuentran: (a) supervisar el manejo de los efluentes, (b) manejo de los desechos sólidos, (c) planes de emergencia ambientales y, (d) cumplimiento de las normativas 883 relativa a los efluentes líquidos. Se aprecia que dichas actividades no se incluye el control de las emisiones atmosféricas producidas por las actividades industriales, lo que evidencia una ausencia de supervisión del cumplimiento del Decreto 638 relativo a la calidad del aire y control de la contaminación atmosférica, aun cuando en el Art. 50 de dicho decreto establece que el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente queda encargado de la ejecución del mismo. De igual forma, el funcionario entrevistado, informó que el control de las actividades de las empresas agroindustriales se realiza anualmente, y permite llevar una estadística de las industrias ubicadas en la zona, que sirve de referencia para establecer un cronograma de inspecciones, a fin de supervisar el estado en que se encuentran mediante la aplicación de una encuesta industrial, y la verificación de la caracterización de efluentes. Para ello, cuentan con laboratorios (en la ciudad de Maracaibo) para analizar las muestras recolectadas, que genera informes explícitos, sobre los que se sugieren las adecuaciones que las empresas deben realizar. Luego de cada inspección se realizan informes que permiten llevar datos actualizados sobre la actuación ambiental de las empresas y el impacto por ellas generado. 4.2 Análisis de la gestión ambiental de las empresas agroindustriales. En cuanto al nivel de conocimiento y cumplimiento de la legislación ambiental por parte de las empresas agroindustriales del Municipio Colón del Estado Zulia, se determino lo siguiente: a) Conocimiento general de la normativa legal vigente: el 75% de las empresas estudiadas declara cumplir las exigencias de la normativa legal vigente, y el 50% indicaron no conocer las consecuencias legales y económicas de no cumplir con la legislación ambiental. En cuanto al conocimiento normativa ambiental vinculada con la actividad agroindustrial las empresas indicaron lo siguiente: 8 El 75% de las empresas conoce el Decreto 833 Normas para clasificación y control de la calidad de cuerdos de agua y vertidos o efluentes líquidos tiene mayor incidencia en sus actividades productivas. 25% de las empresas conoce el Decreto 2216 norma sobre el manejo de desechos sólidos. 25% de las empresas conoce la Ley Orgánica del Ambiente. 0% de las empresas conoce Ley Penal del Ambiente. b) Tipos de efluentes: el 100% de las empresas indico poseer efluentes liquidas y el 25% desechos sólidos. Es de hacer notar que inicialmente ninguna de las empresas reconoció las emisiones atmosféricas como una de sus efluentes contaminantes. Aunque, en una pregunta posterior el 100% de las empresas encuestadas reconoce como componente de sus emisiones atmosféricas el monóxido de carbono. Es importante tener en cuenta que en otros estudios tomados como referencia se estableció que las empresas agroindustriales generan contaminantes como: dióxido de azufre, monóxido de carbono y plomo en partículas suspendidas (proceso de combustión de sus equipos), entre otros. c) Medidas de prevención, control y mitigación relacionados con efluentes liquidas: el 100 % de las empresas estudiadas indico poseer tratamiento de efluentes liquidas. Sin embargo, solo el 50% respondió que descargan sus efluentes líquidos en lagunas privadas, y el restante 50% prefirió no contestar dicha pregunta. En lo referente a procedimientos para medir la calidad del agua el 75% indico poseerlos. En cuanto la utilización de métodos de control de contaminación y el 75% expone poseer procedimientos para la reducción del consumo de agua, el 50% declara haber implementado trampas o tamices, y el 25% aplica control de fugas y derrames. Así mismo, las empresas reconocieron los siguientes elementos como contaminantes presentes en sus efluentes: coliformes totales, aceites y grasas, detergentes e hidrocarburos. d) Medidas de prevención, control y mitigación relacionados con desechos sólidos: El 100% de las empresas afirmaron tener las tecnologías apropiadas y poco generadoras de residuos. En cuanto a los métodos de control de contaminación el 50% de las empresas declaro que ha implementado cambios en el manejo de desperdicios, y el 50% de ellas indico aplicar la segregación de desechos sólidos. e) Medidas de prevención, control y mitigación relacionados con emisiones atmosféricas: el 100% indico no poseer control de las emisiones gaseosas. Es de apreciar que el 100% de las empresas indico liberar monóxido de carbono a la atmosfera. Y el 75% de ellas afirmo poseer procedimientos para medir la calidad del aire, sin embargo, no explicaron cual método utilizan. f) Cumplimiento con el estudio de impacto ambiental: Las empresas estudiadas (100%) indicaron que no realizaron el estudio de impacto ambiental, 9 establecido en el artículo 85 de la LOA, antes del inicio o durante el desarrollo sus operaciones. g) Cumplimiento de con los permisos y autorizaciones ambientales: solo un 25% de las empresas estudiadas afirmó estar inscrita en el Registro de Actividades Susceptibles de Degradar el Ambiente (RASDA), de carácter obligatorio a nivel nacional para todas las actividades económicas y procesos productivos que puedan afectar el ambiente. Solo el 50% declara poseer constancia de cumplimiento de norma ambiental en materia de efluentes líquidos y 25% en materia de emisiones gaseosas, sin embargo el ICLAM declaro no hacer supervisión de las emisiones gaseosas. h) Actuación del MINAMB: El 100% de las empresas estudiadas indicaron que son supervisadas anualmente por el MINAMB y que el mismo cuenta con personal calificado para realizar con su funciones. Sin embargo, solo en 25% manifestó que ha recibido del MINANB algún tipo de documento informativo que contenga las especificaciones técnicas que debe cumplir la actividad productiva de esta empresa, así como otras obligaciones de tipo legal. 5. Conclusiones El cumplimiento de la normativa ambiental es parte de la responsabilidad social corporativa de toda institución pública o privada, dichas instituciones deben cumplir con las exigencias establecidas las legislación ambiental garantizando así su aporte para lograr un sistema ecológicamente equilibrado. Actualmente el deterioro ambiental es un tema de atención en todo el mundo, los impactos que han causado el desarrollo industrial provoco la creación de tecnologías apropiadas para el tratamiento y transformación de los residuos industriales. Por este motivo, la normativa ambiental obliga a todas las actividades industriales de diversas ramas, la aplicación de tecnologías apropiadas en sus procesos productivos, para disminuir los efectos colaterales de sus actividades. En la investigación realizada la totalidad de las agroindustrias encuestadas afirmaron poseer tecnologías apropiadas y poco generadoras de residuos, pero las mismas no aportaron información adicional sobre tales tecnologías utilizadas en sus procesos productivos, esto permite presumir que no existen tales controles. Por otro lado, de resultados obtenidos se puede concluir que existe un bajo conocimiento de la normativa ambiental que rige las actividades susceptibles a degradar el ambiente que se derivan de la actividad agroindustrial; situación que repercute en el cumplimiento de la norma vigente. El Estudio de Impacto Ambiental establecido en Ley Orgánica de Ambiente con la finalidad de predecir y evaluar los efectos del desarrollo de una actividad sobre los componentes del ambiente natural, no fue efectuado por ninguna de las agroindustrias estudiadas antes de la instalación o inicio de sus actividades productivas, lo que indica que no se evaluó el impacto posterior que tendrían dichas actividades en el Municipio Colon, y evidencia que no se ha cumplido cabalmente con la normativa ambiental. 10 Por todo lo anterior se puede presumir que el MINAMB no está aplicando las supervisiones que declara realizar anualmente, ni aplicando estrategias para dar a conocer la legislación ambiental y las obligaciones ambientales que tienen las empresas con el propósito de concientizar a los directivos y trabajadores de las mismas. Todo esto evidencia debilidades en las actuaciones del MINAMB como órgano controlador de las actividades susceptibles de degradar el ambiente. 6. 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