Establecimiento de praderas para la zona centro-sur Luis Becerra R. 1ng. Agrónomo Patricio Soto O. lng. Agrónomo M.S. Debido al alto costo que significa el establecimiento de praderas en nuestra zona y la importancia que éstas tienen en la producción pecuaria, se hace necesario tomar las precauciones para establecerlas correctamente, alcanzar una buena población y cuidar que las mismas lleguen a una etapa de producción lo más pronto posible. rente sembrar en otoño y primavera. Cuando no existe peligro de heladas intensas tempranas, deberá preferirse las siembras de otoño. Para nuestra zona, las siembras de otoño deben efectuarse entre la segunda quincena de marzo y la primera quincena de abril, antes que las lluvias adquieran gran intensidad. Se logra con esto claras ventajas, en primer lugar se facilita el rodillado, que se hace sin los inconvenientes que derivan cuando la humedad es excesiva, ya que la tierra húmeda se adhiere a la superficie de los rodillos, y termina por imposibilitar las labores de siembra. segundo lugar, la siembra temprana en otoño, y en el lo estriba en gran parte la ventaja de esta época, permite que las semillas germinen con las primeras lluvias y que los calores suaves faciliten su rápido desarrollo. Cuando llegue el período de mayor intensidad de lluvias y se presenten las primeras heladas, las plantas tendrarí suficiente desarrollo como para no verse afectadas. Con esta publicación se pretende dar a conocer las especies y mezclas forrajeras recomendadas por el 1nstituto de 1nvestigaciones Agropecuarias para la zona centro sur como as ímismo, entregar algunas normas para el oportuno y mejor establecimiento de éstas. En EPOCAS DE ESTABLECIMIENTO Existen dos épocas bien definidas para las siembras de praderas: otoño y primavera. La elección de una u otra época depende de varios factores, sin embargo no es dife- 2 Por' otra parte, las siembras de otoño permiten una mejor germinación de las especies impidiendo que se seque al estado de plántula. Existe menor competencia de malezas y un mayor crecimiento primaveral por estar totalmente establecidas. CUADRO 2. Pradera de corte (riego) Mezclas Para suelos de tipo arcilloso, la época de otoño es la más indicada y sin lugar a dudas la más efectiva para obtener una buena pradera. La siembra de primavera en tales condiciones se hace prácticamente imposible o es preciso vencer muchas dificultades para lograr éxito. Dosis kg/ha 1) Trébol rosado Quiñequeli 14 2) Trébol rosado Quiñequeli Ballica Tetrone 10 12 18-20 3) Alfalfa En alfalfa se puede usar las variedades WL-318 y Franconia que tienen latencia invernal o bien WL- 518, Rayén o California 40-50 sin latencia invernal. La excepción en cuanto a época de siembra, la constituye la alfalfa, que debe sembrarse en primavera en suelos favorables y aptos para este cultivo. CUADRO 3. Pradera para suelos arroceros ESPECIES Y MEZCLAS RECOMENDADAS PARA LA ZONA CENTRO SUR A. Mezclas A continuación se presentan alternativas de mezclas forrajeras a establecer en la zona centro sur, según áreas, uso de la pradera y disponibilidad de agua. 1) Trébol blanco Ladino Festuca Manade o K-31 2) Trébol blanco Ladino Festuca Manade. o. K-31 Ballica inglesa CUADRO 1. Pradera permanente de pastoreo (Riego) Mezcla Con disponibilidad de riego 15-18 2) Trébol Blanco Ladino o Pitau Ballica Inglesa Nui o Sta. Elvira Pasto Ovi l lo Apanui 3 15 8 3) Trébol Blanco Ladino o Pitau Festuca Manade, Clarine o K-31 3 12 3 12 3 8 15 B. Secano o con riego eventual Dosis kg/ha 1) Trébol Blanco Ladi no o Pitau Ballica Inglesa Nui o Sta . Elvi ra Dosis kg/ha 1) Trébol subterráneo Mount Barker o Yarloop 3 2) Trébol subterráneo Mount Barker o Yar loop Falaris t uberosa Nota: Las variedades señaladas en primer térmi no, se ha determinado tienen mejor comportamiento que las nombradas en segundo tér mino. 3 12 12 8 CUADRO 4. Praderas de secano interior Mezclas Trébol subterráneo Ciare, Yarloop, Geraldton ESTABLECIMIENTO DE PRADERAS Dosis kg/ha Para lograr un buen establecí miento de las praderas se recomienda seguir las pautas que a continuación se señalan: 12 Falaris tuberosa 6 Ballica Wimmera 5 1. Preparación de suelos Las labores de preparación de suelos dependerán de la vegetación existente en el ~uelo, producto del cultivo anterior al establecimiento de las forrajeras. De todas maneras, tanto la rotura como el primer rastraje debe hacerse por lo menos un mes antes de la siembra, a objeto de permitir un rebrote de las malezas y su eliminación con el segundo rastraje, que es previo a la siembra. CUADRO 5. Pradera secano llano longitudinal y precordillera Mezclas Trébol Subterráneo Mount Barker Falaris Tuberosa Dosis kg/ha 12 El suelo debe quedar libre de terrones y malezas. Bien mullido, pero firme, de tal 6-8 4 manera que al caminar en el potrero no se entierr~ más allá de la suela de los zapatos. Esta máquina generalmente no tiene cajón abonador para aplicar fertilizantes, por lo que estos deben incorporarse al suelo antes de la siembra. Pasando el rodillo se obtiene una buena firmeza, labor que se puede suprimir si la , máquina sembradora dispone de este implemento. b) Siembra en línea La siembra en 1ínea permite a las forrajeras competir con ventajas con las malezas. Cuando en una mezcla se quiere favorecer el establecimiento de una forrajera, esta deberá sembrarse en 1ínea y las otras al yoleo. Es necesario que, en el momento de la siembra, el suelo tenga la humedad suficiente para permitir una buena germinación de la semilla y un buen crecimiento. Se recomienda efectuar la siembra en 1í- Es recomendable rodi llar nuevamente después de efectuada la siembra. 2. nea, debido a la necesidad de localizar el fertilizante fosfatado, utilizando para ello, la máquina sembradora de cereales. Fertilización La respuesta de las praderas a los fertilizantes es notable. En algunos casos es imposible su establecimiento sin fertilización. c) Profundidad de siembra La profundidad de siembra está en relación directa con el tamaño de la semilla, pero depende también de otros factores como la humedad y el tipo de suelo. Los suelos varían enormemente en cuanto a cantidad y tipo de fertilizantes que necesitan. Estas variaciones están condicionadas al tipo de suelo, fertilización anterior, tipo de pradera que se establecerá y al uso que se le dará a la pradera. Es indispensable, por lo tanto, hacer un análisis de suelo para conocer los elementos y cantidades necesarias que se deben aplicar. Cuando el suelo tiene humedad insuficiente, se debe aumentar un poco la profundidad. En suelos livianos se debe sembrar a mayor profundidad que en suelos pesados. En general, para semillas pequeñas, la mejor profundidad va de 0,5 a 1 centímetro en suelos pesados; de 1 a 1,5 en suelos intermedios y de 1,5 a 2,0 cm en suelos livianos. 3. Siembra La siembra puede efectuarse al voleo o d) Siembra directa o asociada en línea, Las praderas permanentes en base a trébol blanco y gramíneas, deben sembrarse en forma di recta, al igual que la pradera de trébol subterráneo-falaris. a) Siembra al voleo. Cuando se siembra al voleo, utilizando para ello la máquina sembradora de forrajeras como es el caso de la Brillion, da buenos resultados en siembras de otoño, con suelos bien nivelados, no muy húmedos y de textura media o liviana. En las siembras de primavera, por las depresiones de una mala nivelación, el suelo se seca muy rápido en la superficie quedando entonces parte de la semilla sin tapar. La pradera de rotación corta, en base a trébol rosado, de preferencia debe sembrarse en forma directa, aunque en esta zona, puede sembrarse asociado a un cereal con resultados aceptables para el trébol, pero con riesgos de disminución de la producción del cereal. Sólo es recomendable sembrar asociado a un cereal el trébol subterráneo cuando este va solo, no así cuando va junto a una gramínea. La textura arcillosa trae como consecuencia que los rodillos se llenen de barro, impidiendo una buena labor. 5