,3 Bruselas 31 de diciembre de 2001 (8527RGRHVWiOLVWRSDUDVXODQ]DPLHQWR $ PHQRV GH KRUDV GHO FDPELR ItVLFR ORV GLYHUVRV DFWRUHV HFRQyPLFRV HVWiQ ELHQ SUHSDUDGRV SDUD HVWD KLVWyULFD DFFLyQ (O VXPLQLVWUR GH HIHFWLYR HQHXURVGHVWLQDGRDORVEDQFRVFRPHUFLDOHVFRPHQ]y\DHOGHVHSWLHPEUH HQ OD PD\RUtD GH ORV SDtVHV GH OD ]RQD HXUR (Q XQD VHJXQGD HWDSD ORV EDQFRV SURYH\HURQ GH HVWD PRQHGD D VX FOLHQWHV PLQRULVWDV SDUD TXH SXGLHUDQ RSHUDU HQ HXURV GHVGH ORV SULPHURV GtDV GH 0iV UHFLHQWHPHQWH ORV FLXGDGDQRV HXURSHRV VH DSUHVXUDURQ D FRPSUDU XQR R PiV HXURPRQHGHURV TXH VH SXVLHURQ D OD YHQWD D PHGLDGRV GH GLFLHPEUH <DVHKDILQDOL]DGRODSULPHUDIDVHGHHVWDJUDQRSHUDFLyQORJtVWLFD(QWRWDO ¼ PLOHV GH PLOORQHV HQ PHWiOLFR VH KDQ GLVWULEXLGR D WLHPSR \ VLQ SUREOHPDV $ PHGLD QRFKH HO FDPELR ItVLFR HQWUDUi HQ VX HWDSD ILQDO \ GHILQLWLYDFXDQGRORVFLXGDGDQRVHXURSHRVFRPLHQFHQDUHFLELU\DJDVWDU VXVSULPHURVELOOHWHVHXUR'HDFXHUGRFRQODVHVWLPDFLRQHVGHOD&RPLVLyQ ODPD\RUtDGHODVWUDQVDFFLRQHVHQPHWiOLFRVHKDUiQHQHXURVDILQDOHVGHOD SULPHUD VHPDQD GH HQHUR (O SHULRGR GH FRQYLYHQFLD GH ODV GRV PRQHGDV VHUYLUiFRPRYiOYXODGHVHJXULGDGSHURORVFLXGDGDQRVWUDWDUiQGHXWLOL]DU OD QXHYD PRQHGD OR PiV SURQWR SRVLEOH /RV HXURPRQHGHURV GHEHQ VHU SXHVWRVHQFLUFXODFLyQ\QRJXDUGDGRVFRPRSLH]DVGHFROHFFLyQ Los primeros datos obtenidos vía la red europea de información rápida, las operaciones de pre-distribución a los actores económicos han permitido distribuir alrededor de 6 000 millones de billetes y 37 500 millones de monedas, es decir, el equivalente a 40%% y 74% de la producción. El conjunto de la pre-distribución representa un valor superior a 144 mil millones de euros. Los ciudadanos europeos han adquirido un total de cerca de más de 150 millones de euromonederos, con más de 4 200 millones de monedas, por un valor de 1 600 millones de euros y por tanto ya tienen en sus bolsillos una media de 14 monedas cada uno. En algunos países ( Alemania, Portugal, Finlandia, Luxemburgo. . . ) la demanda ha sido tal que los bancos han sido autorizados a hacer sus propios euromenederos, o a venderlos a granel. Según las informaciones disponibles la participación de los comercios en la operaciones de pre-distribución ha variado considerablemente de un país a otro, en particular en función de la fecha de comienzo de la sub-distribución (1 de septiembre en algunos países, 1 de diciembre en otros). La situación varía mucho también por regiones y sectores. Por regla general las grandes superficies se han preparado de forma minuciosa para poder operar en euros desde enero: Se han abastecido de billetes y monedas euro y su personal se ha preparado para poder hacer todas las operaciones, en particular las vueltas, en euro con seguridad y rapidez desde el primer momento. Han sido muy numerosos los comerciantes que han hecho acopio de euros: según varios grandes bancos la mayoría lo ha hecho y se puede estimar que, en conjunto, cerca del 60% disponían de euros antes de fin del año 2001. Por regla general y conforme a las previsiones iniciales la sub-distribución representa globalmente un valor total que se sitúa entre el 10% y el 20% de la distribución previa. Siempre conforme la información obtenida a través de la red europea de información rápida son muchos los comerciantes que han esperado a los últimos días de diciembre para procurarse billetes y monedas en euros pedidos previamente a su agencia bancaria o postal. Aquellos comerciantes que todavía no lo hayan hecho, podrán obtener los euros necesarios, como es lógico, desde principios de enero. La producción, almacenamiento y transporte de la masa monetaria ha constituido una operación logística y técnica de una amplitud inédita. Numerosos países han señalado el número y amplitud de las operaciones de transporte de fondos que se han llevado a cabo estas últimas semanas. Afortunadamente ningún incidente de importancia ha perturbado la organización de la distribución y la seguridad de las operaciones ha estado garantizada en todo momento de forma satisfactoria. A pesar del gran aumento del transporte de fondos no hay que lamentar ningún ataque grave. Se han constado pocos incidentes a pesar del importante número de billetes y monedas en poder de bancos y empresas . Como estaba previsto se ha detectado un número más importante que el habitual de billetes nacionales falsificados en muchos Estados participantes. El fenómeno se debe a la vez a los movimientos de devolución de billetes nacionales, en especial los de mayor valor, y a la existencia de tentativas de introducir falsificaciones de mala calidad. El haber reforzado los controles ha permitido proteger al consumidor identificándolos rápidamente y retirándolos del mercado. Sin embargo los consumidores deber estar atentos durante este periodo crucial. Al objeto de aumentar la seguridad algunos países (Bélgica, España, Francia, Italia y Luxemburgo) pondrán en práctica un dispositivo de "marcado" de los billetes nacionales antes de transportarlos al Banco Nacional emisor para su destrucción. Esta acción acompañada de una campaña de comunicación destinada al público impedirá que los billetes se vuelvan a poner en circulación a resultas de un robo. Respecto al euro cabe señalar que hasta la fecha no se ha descubierto ningún caso de falsificación de billetes (o monedas) de euro. Sin embargo, todos debemos familiarizarnos con la nueva moneda, especialmente conociendo los numerosos elementos de seguridad de que disponen los nuevos billetes que tiene un grado extraordinario de seguridad. En general los precios se han marcado en las dos monedas tanto si era obligatorio ( como en Austria, Portugal y Grecia) como voluntario. Los controles realizados por las autoridad registran una exactitud del cambio superior al 95%. Los pocos errores encontrados se deben casi totalmente a causa accidentales. Las infracciones voluntarias podrán ser sancionadas en virtud de las disposiciones nacionales y comunitarias vigentes, en particular las relativas a la protección del consumidor( véase MEMO/01/144 de 18 de diciembre de 2001, en el que la Comisión recuerda las acciones civiles o penales aplicables en los diferentes países de la zona euro). En general se ha respetado los compromisos europeos y nacionales de estabilidad de los precios. En numerosos casos las grandes superficies se han comprometido a ir más allá incluso de congelar voluntariamente los precios . Algunas se han comprometido a redondear sistemáticamente hacia abajo y otros distribuidores, especialmente en Alemania, llegarán incluso a fijar sus nuevos precios "psicológicos" en euros por debajo del contravalor del antiguo precio. 2 Los compromisos de estabilidad de precios se aplican igualmente en el sector público (precios de servicios públicos, multas y otras sanciones, techos para el cálculo de impuestos etc. ). En ningún caso la introducción del euro puede servir de coartada para maquillar un encarecimiento y las autoridades públicas y privadas deben explicar y justificar todo aumento de tarifas cara a los ciudadanos. A pesar del gran número de monedas y billetes distribuidas de antemano los ciudadanos europeos ha respetado la prohibición de su uso antes del 1 de enero: las tentativas de circulación anticipada se cuentan con los dedos de la mano en el conjunto de los Estados miembros. En cuanto a los cajeros automáticos los diferentes países de la zona euro se han fijado objetivos muy ambiciosos. La mayor parte esperan alcanzar el 100% desde el primer día. El ritmo de adaptación será seguido día a día por la red europea de información rápida. Recordemos que a partir del 1 de enero de 2001, todas las cuentas bancarias estarán en euros. Desde esta fecha todas las operaciones financieras (transferencias, cheques, pagos electrónicos etc. ) se harán en euros. De igual manera, todas las referencias monetarias en los nuevos contratos y otros documentos jurídicos se deberán hacerse en euros y no en la moneda nacional. Las referencias a las antiguas unidades monetarias nacionales que aparezcan en los instrumentos jurídicos existentes serán leídas como referencias al euro, sobre la base del tipo de cambio y las normas de redondeo impuestas por la reglamentación europea. Las empresas establecerán su contabilidad incluidos los documentos contables y financieros respectivos (facturas) en euros. 3