Las designaciones que se emplean en esta publicación y la presentación del material contenido en la misma no suponen la expresión de opinión alguna por parte de las Secretarías de la UNESCO y de la COI, relativa a la condición jurídica de ningún país o territorio, ni de sus autoridades, ni relativa a la delimitación de las fronteras de ningún país o territorio. Se recomienda el siguiente asiento bibliográfico para este documento: Un planeta, un océano – Desarrollo sostenible de los océanos y las zonas costeras: el compromiso de 129 Estados en Johannesburgo 2002 Colección de documentos de información de la COI Nº 1172, UNESCO 2002 (disponible en árabe, chino, español, francés, inglés y ruso) Publicado en 2002 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura 7, place de Fontenoy, 75352 París 07 SP © UNESCO 2002 Impreso en Francia (SC-2002/WS/24) El desarrollo sostenible y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO Documento destinado a la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible Johannesburgo (Sudáfrica), 26 de agosto - 4 de septiembre de 2002 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible El año 1992 quedará probablemente en los anales de la historia como un importante jalón en la evolución de la especie humana en este planeta. Fue el año en que los gobiernos se reunieron en Río de Janeiro en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) para entablar un diálogo acerca del modo de reconciliar las necesidades del presente con las esperanzas para el futuro. Fue la primera etapa de un debate que prosigue y en el cual habrá que escuchar muchos otros puntos de vista y responder a muchas más necesidades. La Conferencia produjo un documento importante: el Programa 21, que desde entonces sirve de referencia para apreciar los progresos realizados. Diez años después, en 2002, los gobiernos vuelven a reunirse en Johannesburgo en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible para examinar los logros y fracasos y tomar medidas relativas a la política y a los programas del futuro. El Capítulo 17 del Programa 21 se refiere específicamente al océano. El océano merece un lugar aparte cuando se habla de preservar el medio ambiente en el que vivimos y de los recursos necesarios para propiciar el bienestar de todos los pueblos. Presenta la singularidad de ocupar la mayor parte de la superficie del planeta. Es necesario para el aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que comemos y el clima en el que vivimos. Es, a la vez, un bien común mundial y una responsabilidad mundial. Ningún país tiene medios suficientes para estudiar y vigilar la totalidad del océano, y todos los países deberían disponer de la capacidad necesaria para ocuparse al menos de sus propias zonas costeras. Además, en 1994 entró en vigor la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que reconoce el concepto de patrimonio común de la humanidad pero que, asimismo, otorga a los Estados ribereños una jurisdicción sobre el mar, en relación con los recursos biológicos y no biológicos, que se extiende hasta 200 millas marinas y a una distan- cia potencialmente aún mayor en cuanto atañe a los recursos de los fondos marinos. Las promesas de la futura riqueza oceánica son contrapesadas por el carácter oneroso de la gestión y protección de estas aguas, tareas particularmente difíciles de asumir para los países en desarrollo. Sabemos relativamente poco del medio marino, que es complejo e inaccesible. Su estudio es difícil y costoso y, por añadidura, complicado debido a la existencia de jurisdicciones nacionales e internacionales, acuerdos regionales y mundiales y prioridades conflictivas. Es también parte esencial del medio ambiente planetario del que todos dependemos, y los gobiernos deben hacer mayores esfuerzos colectivos para asumir sus responsabilidades en la gestión del océano. En este documento, complementario de la Declaración de los Estados Miembros de la COI para la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, se describe lo que la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO ha llevado a cabo desde la Cumbre Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y lo que se propone realizar en el próximo decenio. La labor de la Comisión es un programa emblemático de la UNESCO, que aporta una notable contribución al tema unificador de la UNESCO, esto es, el desarrollo sostenible. Se ha procurado deliberadamente presentar el desarrollo sostenible de los océanos en términos comprensibles para un amplio público, no necesariamente familiarizado con la COI o siquiera con las ciencias del mar. El documento abarca sectores vinculados al océano cuya responsabilidad no incumbe a la COI, pero para los cuales las ciencias y los servicios oceánicos son esenciales. preámbulo 2 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible Los océanos del mundo y sus mares adyacentes, así como los recursos biológicos y no biológicos que contienen, son un elemento necesario para la continuidad de la vida, tal como la conocemos en su forma actual. La perennidad del aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos que comemos y el clima en que vivimos está condicionada por los océanos. Éstos contribuyen asimismo al bienestar cultural, social y económico de los seres humanos. Gracias a los océanos, la Tierra es el único lugar del sistema solar en que la vida puede perdurar. El desarrollo sostenible depende considerablemente de la ordenación racional de los océanos y las zonas costeras, fundada en conocimientos científicos. Los gobiernos deben trabajar de consuno. La solución de los problemas de alcance mundial requiere el esfuerzo colectivo de todos los Estados y una cooperación intergubernamental en los planos mundial y regional. Se precisan sólidas instituciones mundiales y regionales para apoyar esos esfuerzos y facilitar la interacción entre la ciencia y los responsables de la formulación de políticas. Es importante que los países cuyas economías y estructuras sociales dependen del océano puedan responder a los problemas locales. A esos efectos, es imprescindible fortalecer las capacidades de todos los países. Los gobiernos han concedido un alto grado de prioridad a la protección y preservación de los océanos y sus recursos en el Programa 21 aprobado por la CNUMAD. En calidad de única organización de las Naciones Unidas especializada en ciencias oceánicas y servicios conexos, la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO ha realizado con notable éxito en los últimos 10 años numerosas actividades en apoyo de la CNUMAD: • • • • • • apoyo a la investigación relativa al clima oceánico y a las variaciones climáticas a largo plazo en cooperación con el Programa Mundial de Investigaciones Climáticas, que facilita predicciones tempranas del fenómeno El Niño, como ocurrió en 1997-1998; creación del Sistema Mundial de Observación de los Océanos (GOOS), en concertación con otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y el ICSU, centrado en un comienzo en el estudio del alta mar, ámbito al que se sumó rápidamente un interés paralelo por la observación sistemática y la predicción en los mares costeros; mejores sistemas de intercambio y difusión de datos e información oceanográficos; un programa sobre la Gestión Integrada de las Zonas Costeras centrado en muchos de los problemas ambientales altamente prioritarios que se plantean en esas zonas; un mejor conocimiento de las características y los procesos oceánicos y de los efectos de las actividades humanas sobre el estado del medio ambiente marino; el fortalecimiento de los mecanismos regionales especializados en ciencias declaración de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO para la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible 5 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible 6 del mar y de las capacidades de los países en desarrollo en materia de investigación y servicios oceánicos; una función rectora en la celebración del Año Internacional del Océano 1998 proclamado por las Naciones Unidas; una contribución sustancial al proceso abierto de consultas oficiosas de las Naciones Unidas sobre los océanos. • Se han logrado grandes avances, pero queda mucho por hacer en los próximos 10 años. La Comisión Oceanográfica Intergubernamental afirma su voluntad de: • cumplir la función de centro de enlace entre organismos competentes del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones para fomentar interacciones en las esferas de las ciencias y observaciones marinas; • ampliar las relaciones de colaboración, en especial con los países en desarrollo y tomando asimismo en cuenta el Proceso Africano, a fin de fortalecer las capacidades en ciencias y servicios oceánicos en los planos regional y nacional; • desarrollar el GOOS como sistema operacional; • promover la elaboración y ejecución de programas relativos a la gestión integrada de las zonas costeras; • • • • participar plenamente en la necesaria evaluación del medio ambiente oceánico mundial y en la elaboración de informes periódicos sobre el estado de los océanos; promover la utilización de los conocimientos científicos como fundamento de las decisiones y políticas relativas a la ordenación y facilitar el acceso a esos conocimientos; fomentar en el público una mayor conciencia de la importancia de los océanos y las zonas costeras para el desarrollo sostenible y el futuro de la humanidad. Los Estados Miembros de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental piden que la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible reafirme la importancia de los océanos para el desarrollo sostenible, promueva a la COI como órgano esencial de las Naciones Unidas en materia de ciencias del mar y aliente a los gobiernos y a los organismos de financiación a proporcionar los recursos necesarios para realizar las actividades prioritarias de la COI, comprendidas aquellas que atañen al fortalecimiento de capacidades de los países en desarrollo en el ámbito de las ciencias oceánicas. 2.1 La gestión del medio ambiente costero. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 2.2 La protección del litoral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 3 – Protección del medio marino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 3.1 La salud de los océanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 4 – Aprovechamiento sostenible y conservación de los recursos biológicos marinos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 4.1 Un enfoque más amplio de la gestión de pesquerías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 4.2 La contención de las floraciones de algas nocivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 4.3 La vigilancia de los arrecifes coralinos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 5 – Adquisición de conocimientos e información para el pronóstico y la gestión de los cambios del medio marino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 5.1 El océano y el calentamiento del planeta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 5.2 El océano y el cambio climático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 5.2.1 Un experimento en gran escala para estudiar la circulación oceánica . . . . . . . . . . . 16 5.2.2 Elevación del nivel del mar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 5.3 El océano y las variaciones meteorológicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 5.3.1 El Niño y otros fenómenos análogos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 5.4 Las observaciones del océano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 5.5 Información y datos oceanográficos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 el desarrollo sostenible 2 – Gestión integrada de las zonas costeras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO 1 – Introducción a la COI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 1.1 El contexto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 1.2 La organización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 1.3 El futuro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 6 – Fortalecimiento de la cooperación y la coordinación internacionales y regionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 6.1 Los órganos regionales de la COI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 6.2 La colaboración con la UNESCO y otras organizaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 6.3 La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y otros convenios y acuerdos intergubernamentales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 6.4 1998 - El Año Internacional del Océano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23 7 – Las fuerzas económicas del océano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 7.1 Los transportes marítimos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 7.2 Las fuentes de energía marinas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 7.3 La cartografía oceánica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25 7.4 Las actividades recreativas y el turismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 7.5 Las nuevas industrias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 8 – Responder a las necesidades de los países en desarrollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 9 – Consideraciones finales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 Anexo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29 Índice 7 Introducción a la COI 1.1 – El contexto El océano mundial representa un condominio mundial único y un sistema de sustentación de la vida esencial para la humanidad en el siglo XXI. Es, paradójicamente, el recurso natural más abundante del planeta y, a la vez, el más amenazado. La interacción del océano con la atmósfera, en escalas de tiempo que van desde unos días hasta milenios, es un factor determinante capital de la meteorología, el clima, la calidad del aire y el suministro de agua dulce mundiales. El océano ofrece el principal modo de transporte de recursos naturales y bienes manufacturados entre las naciones, y es vital para la economía y el comercio.Todavía no conocemos toda la variedad de sus recursos biológicos y no biológicos. Tres cuartas partes de la superficie terrestre corresponden al océano, y una vasta extensión del mismo que escapa a las jurisdicciones nacionales forma parte del condominio mundial. Pero la inmensidad misma del océano disimula su vulnerabilidad. Asimismo, el valor de sus beneficios para la comunidad mundial nos lleva a olvidar en qué medida debe ser adecuadamente observado y entendido. Desde 1992 se han registrado importantes cambios en el régimen político y jurídico de los océanos. En 1994 entró en vigor la tan esperada Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Gran parte de la atención se centró en la extensión de las jurisdicciones nacionales que la Convención reconoce a los Estados ribereños, en desmedro de otros puntos, como los relativos a las responsabilidades en materia de medio marino, creación de capacidad y cooperación intergubernamental. En 1995 los gobiernos acordaron un plan mundial de acción, respaldado por los planes nacionales respectivos, para encarar la protección del medio marino contra los desechos generados en tierra firme. En el Acuerdo de Washington se reconocen los problemas de la contaminación provocada por los desechos agrícolas y vertidos industriales que llegan al océano a través de los ríos o que se descargan directamente en las aguas litorales. el desarrollo sostenible 1 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO “Los océanos constituyen un condominio mundial y, por ese motivo, requieren por parte de los gobiernos un enfoque integrado.” Extracto de la Declaración de la COI ante la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible (CDS) en su séptimo periodo de sesiones Las Naciones Unidas hicieron de 1998 el Año Internacional del Océano, promoviendo muchas actividades a todos los niveles, desde el local hasta el mundial y desde los programas escolares hasta la acción nacional e importantes iniciativas internacionales e intergubernamentales. Este impulso llevó a la Asamblea General de las Naciones Unidas a aceptar una recomendación de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible encaminada a establecer un proceso de consultas oficiosas que diera mayor visibilidad a los problemas relacionados con el océano en el nivel supremo de las Naciones Unidas, proceso que viene funcionando desde 1999. Al mismo tiempo, el Secretario General exhortó a una mayor cooperación entre las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas que se ocupan del océano. 9 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible Toda tarea relativa al océano requiere una coordinación intergubernamental. La Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO se encuentra en una posición idónea para desempeñar un papel central en muchas de las necesarias esferas de acción. 1.2 – La organización La Comisión Oceanográfica Intergubernamental se constituyó en 1960 bajo los auspicios de la UNESCO a fin de proporcionar a los Estados Miembros de las Naciones Unidas un dispositivo esencial para la cooperación mundial en el estudio de los océanos y coordinar las actividades vinculadas a las ciencias del mar de los organismos del sistema. La COI tiene sus propios Estatutos, sus Estados Miembros (actualmente 129), su Consejo Ejecutivo y sus elecciones. Funciona con un presupuesto anual de 6 millones de dólares estadounidenses. Para decirlo llanamente, la COI ayuda a los gobiernos a resolver sus problemas individuales y colectivos relativos al océano y a las costas, mediante el intercambio de conocimientos, información y tecnología y la coordinación de los programas nacionales. Una parte esencial de las actividades de la COI consiste en facilitar y apoyar los esfuerzos realizados por los países en desarrollo para participar de modo eficaz, y en igualdad de condiciones, en los asuntos relativos al mar. La COI también constituye un centro de enlace para las demás organizaciones especializadas de las Naciones Unidas con respecto a las responsabilidades en materia de ciencias y servicios oceánicos. 1.3 – El futuro En los diez últimos años los gobiernos del mundo han formulado principios sobre el desarrollo sostenible. El aumento de la población y la creciente necesidad de recursos perdurarán y no menguará la presión sobre el medio ambiente marino y costero. 10 “La finalidad de la Comisión es fomentar la cooperación internacional y coordinar programas en la investigación, los servicios y la creación de capacidad, a fin de conocer mejor la naturaleza y los recursos del océano y las zonas costeras y aplicar ese conocimiento para mejorar la gestión, el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente marino y el proceso de adopción de decisiones de sus Estados Miembros.” Estatutos de la COI, Artículo 2 - Noviembre de 1999 Se necesitará una acción gubernamental para encarar los problemas regionales y mundiales. El saber necesario para una gestión atinada de los recursos del mar y la información indispensable para su ejecución provendrán principalmente de la sabiduría colectiva de los gobiernos que trabajen de consuno. Sólo mediante la intervención de éstos pueden obtenerse informes exactos y coordinados sobre el estado del océano y de las aguas litorales. Hasta ahora, la COI ha debido hacer frente a necesidades crecientes, y nada indica que esta tendencia vaya a invertirse en los próximos diez años. Las observaciones mundiales del océano propugnadas en el Programa 21 se han realizado y seguirán expandiéndose. La COI proseguirá su acción para alcanzar sus objetivos consistentes en promover el aprovechamiento compartido y el intercambio de datos oceanográficos, ampliar nuestro conocimiento de los océanos y mejorar la gestión de las zonas costeras y la calidad del medio marino. La COI está empeñada en ampliar la capacidad y la aptitud de todos los países para participar en estos avances. Gestión integrada de las zonas costeras mación así obtenida como base fidedigna para la gestión cotidiana de las zonas litorales. En 1997 la COI estableció un programa orientado específicamente a la gestión del medio ambiente litoral y a las actividades costeras. Esta iniciativa reflejaba directamente la alta prioridad atribuida por los gobiernos a los problemas del litoral, amplificada por las nuevas responsabilidades inherentes a la extensión de las jurisdicciones frente a las costas. En el ejercicio de su jurisdicción en sus zonas costeras y en los mares adyacentes, los Estados ribereños comparten muchos problemas idénticos, tienen las mismas prioridades regionales y necesitan entender los procesos mundiales comunes que afectan a su litoral y a su medio ambiente. El acuerdo intergubernamental de Washington se refiere al control de la contaminación marina debida a actividades basadas en tierra firme. Otras problemáticas que deben encararse son el deterioro del hábitat costero, la protección de los arrecifes de coral, la vigilancia del estado de salud de las zonas costeras, la disponibilidad de información y los mecanismos eficaces de gestión del litoral. La variedad de los problemas que se plantean en las zonas litorales vulnerables del mundo es inmensa. Las actividades realizadas en el marco de la cooperación deben tener en cuenta, además, la sensibilidad de las jurisdicciones nacionales y la existencia de muchas otras organizaciones regionales e internacionales que cumplen cometidos específicos. Por consiguiente, el programa de la COI se ha concentrado en crear las capacidades necesarias para hacer frente a los problemas que plantean la vigilancia de los cambios del medio ambiente litoral, el acceso a la información y su intercambio, la combinación de las diferentes disciplinas científicas correspondientes y el uso de éstas para elaborar las modalidades de una gestión sostenible de las actividades costeras. Las aguas litorales poco profundas son un elemento importante de la ecología marina: ofrecen alimento y hábitat a gran parte de las poblaciones de peces de interés comercial y espacio a la maricultura industrial en expansión. Las amenazas que gravitan sobre el medio marino se ponen de manifiesto, en primer lugar, en sus orillas, de modo que la vigilancia de estas aguas debe ser prioritaria. El sistema de observación del océano administrado por la COI ha reconocido el valor de las observaciones costeras, tanto por su utilidad parea la detección de cambios como por la importancia de la infor- y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO 2.1 – La gestión del medio ambiente costero el desarrollo sostenible 2 2.2 – La protección del litoral La interacción del océano con el litoral no siempre es benéfica. En algunas zonas la erosión de las costas es un problema grave; en otras predomina el problema inverso, esto es, el de proteger los puertos y los canales navegables contra los efectos de la sedimentación. La seguridad de la vida y de los bienes amenazados por las marejadas y mareas tormentosas y por los menos frecuentes pero devastadores tsunamis es también una preocupación prioritaria en muchas comunidades costeras. Las Naciones Unidas han patrocinado un decenio de estudios encaminados a paliar los efectos de los desastres naturales. La COI ha participado en la previsión y vigilancia de las catástrofes naturales provocadas por la acción del océano, debido especialmente al continuo desarrollo de las zonas litorales vulnerables. Desde hace largo tiempo la COI realiza con éxito un programa en la cuenca del Pacífico, que facilita un plan intergubernamental encami- 11 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible nado a alertar contra los tsunamis y a atenuar sus consecuencias. Aunque el programa está centrado en el Pacífico desde hace muchos años, este hecho no reviste, desde luego, ningún significado regional particular, al margen de la propensión de dicha región a los terremotos y, por consiguiente, a la producción de tsunamis. 3 Protección del medio marino 3.1 – La salud de los océanos La lucha contra la contaminación de los mares ha sido una prioridad para la COI desde sus primeros años. Conjuntamente con otras organizaciones de las Naciones Unidas que se ocupan de problemas relacionados con el océano, la COI copatrocinó un grupo de expertos a fin de considerar los conocimientos científicos necesarios para combatir la contaminación marina. Este grupo ha publicado un vasto conjunto de documentos de contenido científico, los más conocidos de los cuales son probablemente los informes de la colección Estado del Océano. Recientemente ha aparecido el último de éstos, titulado “Sea of Troubles” (“Un mar de problemas”). La COI ha coordinado investigaciones sobre los contaminantes marinos, organizado talleres y reuniones de formación y facilitado la transferencia de conocimientos y tecnología relativos a la contaminación del mar. Se ha avanzado hacia la solución de los problemas que plantea la definición de normas de referencia para medir los niveles de contaminantes. Se formularon conclusiones sobre las prioridades para las actividades de observación a fin de comprender y predecir los cambios en la salud de los océanos. Bajo la orientación de eminentes científicos, se establecieron metodologías y técnicas de muestreo. 12 Gran parte de la investigación relativa al movimiento de estas olas es también aplicable a la propagación de las mareas tormentosas. Recientemente, otras regiones han pedido a la COI que preste mayor atención a la previsión de tsunamis y mareas tormentosas en sus zonas respectivas. La mayor parte de la contaminación marina, y con mucho, es la que proviene de actividades basadas en tierra firme: este hecho fue reconocido por los gobiernos signatarios del Programa de Acción Mundial para la Protección del Medio Marino Frente a las Actividades Realizadas en Tierra, en 1995. La COI contribuyó a esta iniciativa y actualmente ayuda a acopiar información, en el marco de ese programa, especialmente en materia de nutrientes y sedimentos.También se está preparando una serie de evaluaciones regionales del medio ambiente marino en el marco del Programa de Acción Mundial, que ha sido recientemente objeto de un examen intergubernamental. “La degradación del medio marino puede deberse a una amplia variedad de fuentes. Las fuentes terrestres representan el 70% de la contaminación marina, mientras que las actividades del transporte marítimo y el vertimiento en el mar representan el 10% cada una. Los contaminantes que suponen la mayor amenaza para el medio marino, en orden variable de importancia y en situaciones nacionales o regionales diferentes, son los siguientes: las aguas residuales, los nutrientes, los compuestos orgánicos sintéticos, los sedimentos, la basura y los materiales plásticos, los metales, los radionúclidos, el petróleo y los hidrocarburos aromáticos policíclicos. Muchas de las sustancias contaminantes que provienen de fuentes terrestres son de interés particular para el medio marino puesto que se caracterizan simultáneamente por la toxicidad, la persistencia y la bioacumulación en la cadena trófica.” Capítulo 17.18 del Programa 21 4.1 – Un enfoque más amplio de la gestión de pesquerías Los operadores pesqueros en general están haciendo frente a la merma de las poblaciones de peces de interés comercial. A medida que disminuyen las reservas de las especies tradicionales, la industria pesquera busca nuevas especies para explotar. Actualmente las prácticas de gestión se fundan en un enfoque basado en los ecosistemas, reconociendo así la interdependencia de las especies y la necesidad de comprender el conjunto del entorno. El programa de la COI relativo a los recursos biológicos es coherente con este enfoque. En colaboración con otros órganos asesores, la COI procura determinar de qué manera influye el medio ambiente en la productividad de las poblaciones de peces de interés comercial y cómo se pueden detectar los cambios pertinentes. El resultado previsto constituirá un marco para entender el papel del medio ambiente en las fluctuaciones de las poblaciones de peces y de qué manera pueden incorporarse en los procesos de gestión las mediciones efectuadas, a nivel tanto regional como mundial. Considerando la importancia de los pequeños peces pelágicos para la economía de muchos Estados ribereños en desarrollo, la COI ha propuesto albergar un centro de formación y síntesis de datos para examinar las repercusiones del cambio climático en estas poblaciones de peces. A través de una serie de coloquios, conferencias y talleres, un total de 58 países costeros de África, Asia, América Latina y Europa Oriental concluyeron acuerdos nacionales e internacionales para seguir planeando y ejecutando pro- “En el último decenio, la pesca en la alta mar se ha ampliado considerablemente y actualmente representa aproximadamente el 5% del total de la pesca en el mundo. En las disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar relativas a los recursos vivos de la alta mar se establecen los derechos y obligaciones de los Estados respecto de la conservación y el aprovechamiento de dichos recursos.” Capítulo 17.44 del Programa 21 yectos relativos a la vigilancia y evaluación de vastos ecosistemas marinos. El Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) ha aportado más de 45 millones de dólares para estos proyectos, y otros 75 millones de dólares están pendientes. Se recomienda que la Secretaría de la COI ayude a promover la colaboración entre los proyectos del FMAM y la investigación marina fundamental en gran escala, ya en curso o programada, en las mismas regiones. y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO Aprovechamiento sostenible y conservación de los recursos biológicos marinos el desarrollo sostenible 4 4.2 – La contención de las floraciones de algas nocivas La COI lleva a cabo programas que ayudan a resolver problemas del litoral importantes para la pesca costera. Se ha registrado un sensible aumento de la frecuencia de las floraciones de algas nocivas, entre las cuales las denominadas “mareas rojas” se deben a la presencia de grandes cantidades de pequeños vegetales marinos tóxicos que suelen dar una coloración roja al mar. Estas floraciones de algas nocivas pueden provocar mortandad de peces y dar toxicidad a los alimentos de origen marino. El incremento se ha atribuido a varios factores, tales como la elevación de la temperatura de las aguas, el aumento de la contaminación de las aguas 13 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible 14 litorales y el traslado de nuevas especies. La causa puede ser cualquiera de éstos o el efecto combinado de todos. A fin de luchar contra sus consecuencias, la COI ha creado centros para ayudar a los gobiernos a detectar y predecir estos fenómenos, evitando así la pérdida de vidas y protegiendo las inversiones. La iniciativa ha merecido muchos elogios entusiastas por su labor de identificación y vigilancia de las especies tóxicas. Además, debido al alcance mundial del problema, la COI se ha asociado con entidades internacionales e intergubernamentales para estudiar la relación de estas floraciones con el medio ambiente oceánico y la vida marina. 4.3 – La vigilancia de los arrecifes coralinos Los arrecifes coralinos constituyen uno de los hábitats más hermosos y frágiles del mundo. La preocupación por la salud de estas maravillas naturales ha ido en aumento en años recientes, y se ha instaurado un programa para vigilar sus modificaciones. La amenaza más importante sigue siendo la elevación de la temperatura de la superficie del mar, que ocasiona la decoloración y la muerte del coral (el llamado efecto de “blanqueo”). En 1998 un informe sobre la situación documentó un blanqueo masivo, especialmente en el Océano Índico y en Asia Sudoriental y Oriental, con alteraciones muy importantes de la composición de la vida marina en muchos arrecifes. Dos años después, la situación seguía deteriorándose, con una pérdida estimada del 11% de los arrecifes del mundo, y un funcionamiento deficiente del 16% de dicho total. Hay indicios de que se ha operado cierto restablecimiento en partes del Océano Índico y de Asia Oriental, pero probablemente pasarán años antes de que se sepa si los arrecifes se recuperarán completamente. La vigilancia continua de las formaciones coralinas es importante, ya que el deterioro de los arrecifes de coral afecta a las economías locales tanto como a la vida marina. Muchas comunidades costeras dependen de la salud del coral para su sustento, a través de actividades tales como la recolección de corales, la pesca y el turismo. El conocimiento de esas comunidades humanas y de sus condiciones y motivaciones sociales y económicas, asociadas a la explotación de los arrecifes, está cobrando suma importancia para quienes se ocupan de la vigilancia de los arrecifes coralinos. En 2000 la red de vigilancia contribuyó a la publicación de un “Socio-economic Manual for Coral Reef Management” (“Manual socioeconómico para la gestión de los arrecifes de coral”), cuya finalidad es ayudar a los administradores de arrecifes a comprender y realizar evaluaciones socioeconómicas básicas de las comunidades que dependen de los arrecifes coralinos, completando así la información marina que ya se está compilando. Se han llevado a cabo en Asia Meridional y en África Oriental cursos de formación con ayuda de este manual, y se están programando otros para el Asia Sudoriental y el Caribe. Gracias al apoyo de organismos de financiación nacionales se ha podido impartir formación en materia de técnicas de vigilancia socioeconómica y se han creado varios sitios de demostración. Se está fomentando la cooperación regional para responder a los problemas comunes. 5.1 – El océano y el calentamiento del planeta El océano desempeña un papel capital en la configuración del clima de la Tierra. Entre otras cosas, almacena el carbono, un elemento esencial para la vida que es también un factor importante del calentamiento de la atmósfera. Ciertas actividades humanas, como la combustión de petróleo y de gas o la conversión de bosques en tierras de cultivo, vuelcan cada año en la atmósfera entre 6 y 7 mil millones de toneladas de carbono en forma de dióxido de carbono. El aumento en la atmósfera del dióxido de carbono y de cantidades menores de otros gases contribuye al “efecto invernadero”, que impide que el calor se escape al espacio. Sólo la mitad del carbono emitido, aproximadamente, permanece en la atmósfera: el resto va a parar al océano o a las plantas y al suelo en tierra firme. Pero el contenido de dióxido de carbono del océano es unas 50 veces superior al que se encuentra en el aire o en tierra firme. Es importante saber qué ocurre con el carbono en el océano. ¿Seguirá éste absorbiendo el exceso de dióxido de carbono atmosférico, o bien su capacidad de absorción tiene un límite? Para averiguar lo que ocurre con el carbono en el océano se acometió un importante esfuerzo de investigación por un periodo de diez años, con la participación de muchos países. La COI fue una de las organizaciones que contribuyeron al necesario esfuerzo de acopio de información y de investigación en gran escala. El océano almacena la mayor parte del carbono en las aguas profundas y en los sedimentos de los fondos marinos. El modo en que es eliminado de la superficie y la rapidez de este proceso tienen efectos importantes para la atmósfera. “El medio marino es vulnerable y sensible al cambio climático y a los cambios atmosféricos. El aprovechamiento y el desarrollo racionales de las zonas costeras, de todos los mares y de los recursos marinos, así como la conservación del medio marino, exigen la capacidad de determinar el estado actual de esos sistemas y pronosticar sus condiciones futuras. El alto grado de incertidumbre en la información actual dificulta la ordenación eficaz y limita la capacidad de efectuar pronósticos y evaluar los cambios ambientales. Será necesaria la reunión sistemática de datos sobre parámetros del medio marino a fin de aplicar enfoques de ordenación integrados y prever los efectos del cambio climático mundial y de fenómenos atmosféricos, como el agotamiento del ozono, sobre los recursos marinos vivos y el medio marino. Para determinar la función de los océanos y de todos los mares en los sistemas mundiales y para prever los cambios naturales y provocados por el ser humano en los medios marino y costero, es preciso reestructurar y reforzar considerablemente los mecanismos de reunión, síntesis y difusión de la información derivada de las actividades de investigación y de observación sistemática.” Capítulo 17.96 del Programa 21 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO Adquisición de conocimientos e información para el pronóstico y la gestión de los cambios del medio marino el desarrollo sostenible 5 Una de las vías es el proceso que los científicos llaman “el bombeo biológico”. Los pequeños vegetales que viven en la superficie del océano emplean el dióxido de carbono para crecer, y los organismos que se alimentan de ellos producen partículas al morir o en sus excreciones. Durante el descenso de estos materiales al fondo del océano, pueden ser absorbidos o descompuestos por las bacterias en la zona de aguas profundas. 15 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible Gracias a esos esfuerzos, tenemos hoy una idea mucho más clara de la contribución del océano a los procesos vinculados al calentamiento de la atmósfera. Sabemos que para entender los procesos generales es preciso recurrir a un conjunto de disciplinas científicas: geología, química, biología y física. Científicos de diversos países han aportado su colaboración mediante cruceros, boyas fijas, sensores de satélites y laboratorios de investigación para resolver los problemas planteados. Hemos aprendido que menos del 1% del carbono absorbido por las plantas en la superficie del mar es finalmente arrastrado hasta los sedimentos en el fondo del mar. También conocemos las causas de los cambios espectaculares que afectan a la productividad de las aguas oceánicas superficiales y el papel de los nutrientes y microelementos que sustentan este crecimiento. Una de las metas de este programa decenal de investigaciones era aprovechar el conocimiento adquirido en los estudios sobre el terreno para elaborar modelos informáticos que permitieran predecir los cambios futuros con gran antelación. Los modelos extienden la aplicación de la información a escalas temporales y espaciales mucho más vastas que las que pueden alcanzarse con mediciones reales. El próximo reto que deberán enfrentar los gobiernos consiste en utilizar el conocimiento adquirido para fomentar políticas racionales encaminadas a proteger el medio ambiente y disponer de recursos humanos de modo duradero. 5.2 – El océano y el cambio climático La COI lleva más de diez años participando en estudios relacionados con el clima. Los programas abarcan desde la reducción de las incertidumbres científicas en cuanto a la medición y comprensión de los cambios del océano a largo plazo, hasta el análisis de sedimentos oceánicos para dilucidar el origen y la historia de alteraciones similares ocurridas en el pasado. La investigación estratégica sobre las repercu- 16 siones de esos cambios en el océano y su ecosistema produce resultados de uso más inmediato para la atenuación y prevención de los efectos nocivos. La función del océano en el clima mundial no es pasiva y el cambio climático sólo se conocerá cabalmente cuando dicha función se haya definido. La COI coopera con gobiernos y otras organizaciones de las Naciones Unidas en el marco de acuerdos intergubernamentales, como la Convención Marco sobre el Cambio Climático. 5.2.1 Un experimento en gran escala para estudiar la circulación oceánica Durante muchos años el estudio de la función de los océanos en el cambio climático ha sido prioritario para la COI. Ésta se ha asociado a la Organización Meteorológica Mundial y a otras entidades para patrocinar un programa mundial de investigaciones sobre el clima y, por supuesto, ha prestado especial atención a los estudios del océano relacionados con el clima. Aunque no posee una flota propia de investigaciones, la Comisión puede facilitar los esfuerzos de sus Estados Miembros a través de programas mundiales coordinados encaminados a objetivos comunes. Uno de estos programas cooperativos fue la mayor empresa de investigación oceanográfica de la Historia. La fase del acopio de datos se extendió desde 1987 hasta 1997. Su objetivo era entender la circulación del océano mundial. El acopio de toda la información necesaria movilizó los esfuerzos combinados de buques de investigación, boyas fijas y a la deriva, satélites y numerosos laboratorios de investigación y de análisis de unos 30 países. Durante este proceso, el océano fue surcado en todas direcciones por buques de investigación que seguían itinerarios predeterminados para obtener la máxima cantidad posible de información acerca de las corrientes oceánicas. Una oficina internacional de proyecto coordinó las investigaciones y la circulación de los datos. Actualmente, los científicos están abordando la fase siguiente, que consiste en analizar los datos y elaborar modelos informáticos para explicar los resultados. La búsqueda de respuestas relativas a las interacciones entre la atmósfera y el océano no se circunscribe al clima. Prolongando este programa de gran envergadura, la COI y sus copartícipes están preparando una investigación más detallada sobre las relaciones entre el océano y las variaciones meteorológicas, con objeto de elaborar pronósticos meteorológicos a largo plazo mucho más exactos. Sus resultados tendrán gran valor económico para la agricultura, la silvicultura, las industrias vinculadas a los recursos biológicos y no biológicos y los gobiernos. La elaboración de pronósticos fiables vinculados a los océanos requerirá una red de observaciones sistemáticas tanto de la superficie del océano como de sus profundidades. Se están instalando actualmente flotadores automatizados que se desplazarán a lo largo de las corrientes oceánicas, registrando observaciones y elevándose periódi- A medida que se vayan adquiriendo nuevos conocimientos sobre la función del océano en el pronóstico meteorológico y climático, habría que integrar automáticamente los resultados en las redes y modelos de pronóstico y previsión regionales y mundiales. Evidentemente, la COI tiene un papel importante que desempeñar en este proceso, en colaboración con la comunidad meteorológica. 5.3.1 El Niño y fenómenos análogos En el decenio pasado, el término El Niño adquirió vasta difusión, por estar asociado a oscilaciones espectaculares de las pautas meteorológicas regionales, que afectaban tanto a la economía como a la vida y la salud de numerosas personas en el mundo. Las manifestaciones de El Niño son resultado directo de la interacción entre la atmósfera y el océano en la zona tropical del Pacífico. Durante muchos años, los gobiernos cooperaron en programas destinados a entender y predecir estos fenómenos. Los Estados Miembros contribuyen actualmente a una red operacional de estaciones de vigilancia que reemplaza al sistema de observación e investigación inicial. El sistema de vigilancia forma parte del programa mundial de observación establecido por la COI. En adelante, gracias a las observaciones y al análisis de los datos, los gobiernos recibirán avisos de las próximas manifestaciones de El Niño varios meses antes de que se produzcan los cambios meteorológicos. Las autoridades pueden aprovechar dicha información para tomar medidas encaminadas a paliar las consecuencias de posibles sequías, inundaciones y otras condiciones climáticas extremas en la agricultura, el uso del agua, la gestión de las pesquerías y muchas otras activi- el desarrollo sostenible 5.3 – El océano y las variaciones meteorológicas camente a la superficie para transmitir la información por satélite a centros receptores. En los próximos años se prevé que se contará con 3.000 boyas de ese tipo, instaladas por los Estados Miembros de la COI que cooperan en esta actividad. El volumen de datos oceánicos que aporten permitirá a los científicos elaborar modelos informatizados del océano mundial imposibles de realizar anteriormente. y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO 5.2.2 Elevación del nivel del mar Una consecuencia grave del calentamiento de la atmósfera es la amenaza de que se eleve el nivel del mar debido a la expansión térmica del agua y a la fusión de los glaciares. Aunque la cuantía de esta elevación del nivel en los próximos 100 años sigue siendo objeto de debate, una elevación del nivel del mar de sólo un metro podría constituir una amenaza para la existencia de algunos pequeños países insulares o los habitantes de zonas litorales bajas. Las mediciones de las variaciones del nivel del mar, en relación tanto con las mareas altas y bajas como con su elevación gradual a lo largo de decenios, reviste vital importancia para el sector del transporte marítimo y para los ingenieros especializados en zonas costeras. La COI coordina un sistema de redes internacionales que informa sobre los niveles del mar regionales y mundiales. Además de sus actividades de tratamiento de datos procedentes de observaciones y archivos, el programa brinda cursos de formación, elabora la metodología y difunde los progresos tecnológicos para mejorar la disponibilidad universal de esta importante información. 17 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible dades dependientes de la meteorología y del clima. También se están instalando boyas fijas en otros océanos, para complementar las observaciones efectuadas por satélites, buques de investigación y otros sensores. El funcionamiento de estos sistemas de alerta es oneroso, y varios países han propuesto participar en su financiación. El programa intergubernamental permite que los resultados de la contribución de cada gobierno sean compartidos por todos y la cooperación intergubernamental también facilita la respuesta a los problemas de acceso y funcionamiento. Por ejemplo, pese a los beneficios que este programa aporta en general al mundo, el vandalismo y el robo del material instalado en las boyas siguen constituyendo un serio problema. Los científicos saben que otras importantes interacciones entre el océano y la atmósfera, como El Niño, afectan a las pautas atmosféricas mundiales, por lo que es preciso estudiarlas. El océano constituye la mayor reserva de calor para la atmósfera, y resulta imposible hacer pronósticos meteorológicos a largo plazo si no se lo toma en cuenta en los modelos predictivos. La COI ha creado con la Organización Meteorológica Mundial una Comisión Técnica Mixta que apoya programas científicos multidisciplinarios y de observación a fin de estudiar las funciones respectivas del océano y la atmósfera. Una vez que se hayan estudiado y entendido tales procesos, el pronóstico estacional de cambios extremos de la temperatura, de inundaciones y de sequías podrá llegar a ser rutinario. 5.4 – Las observaciones del océano Pocos programas han atraído tanta atención como el establecimiento de un sistema mundial de observación del océano. La COI ha asignado alta prioridad a este programa debido a la multiplicidad de sus aplicaciones, con respecto no sólo al clima, como se indica en la sección anterior, sino también a los recursos biológicos, a la salud del océano y a la gestión de las zonas costeras. Ha tenido éxito en la COI por depender de la cooperación intergubernamental, y también 18 a causa de la evidente necesidad de contar con un sistema semejante para abarcar todos los aspectos de las ciencias del mar y los servicios oceánicos. El sistema, cuya importancia se reconoció en Río de Janeiro en 1992, ha progresado considerablemente. En los últimos diez años equipos multidisciplinarios de expertos se han dedicado a determinar los tipos de datos que se necesitan en el plano mundial, y a elaborar las correspondientes estrategias de muestreo y metodologías de acopio. Se ha logrado un notable consenso científico que imparte orientación al programa de observaciones en relación con el cambio climático y la contaminación del mar. La ejecución de esas actividades ha comenzado. Se están realizando estudios similares para atender las necesidades de información vinculadas a la gestión de las zonas costeras y a los recursos biológicos. Se admite que el establecimiento de un sistema verdaderamente mundial requerirá muchos años. Se ha proyectado que el sistema se base en las capacidades y redes existentes y se extienda a regiones en las que puedan determinarse y atenderse prioridades específicas. Países situados en zonas de mares marginales del mundo han adoptado ya sistemas regionales de observación para responder a necesidades y prioridades regionales. La COI ha contratado a economistas para que brinden asesoramiento sobre los costos y beneficios de diversas actividades de acopio de datos a fin de poner de manifiesto la utilidad de esos sistemas. El programa mundial cooperará con esas iniciativas regionales y con los gobiernos de distintos países para investigar tecnologías y metodologías y mejorar la eficacia y el rendimiento de los sistemas de medición y vigilancia del océano. Los programas contribuirán a crear capacidades y competencias en los países en desarrollo para que éstos puedan contribuir al sistema y, a la vez, beneficiarse de él. Los mayores progresos y los beneficios más importantes pertenecen todavía al porvenir. Se requerirán esfuerzos especiales a fin de reunir observaciones de zonas remotas, como los océanos polares, esenciales para comprender cabalmente el sistema mundial. el desarrollo sostenible A menudo resulta difícil separar el cometido de la COI relativo al estudio de la superficie del océano de la tarea que incumbe a los meteorólogos con respecto a la meteorología marina. La COI y la Organización Meteorológica Mundial coordinan sus actividades en este sector desde hace muchos años, pero recientemente han decidido reforzar notablemente esta cooperación mediante la creación de una Comisión Técnica Mixta. Ésta combinará la pericia adquirida a través de largos años por los servicios meteorológicos en el suministro de pronósticos actualizados a corto plazo con el conocimiento y la información procedentes de fuentes oceánicas, lo que permitirá mejorar la precisión y la amplitud de las previsiones. Las propias observaciones del océano están evolucionando, pasando de las tradicionales y laboriosas mediciones efectuadas por los buques de investigación al acopio continuo de datos por instrumental automático. Hasta ahora los datos recogidos en la superficie del mar y en las capas inferiores eran insuficientes para poder construir modelos informáticos capaces de dar una imagen precisa y continua de lo que ocurre. Se ha emprendido un nuevo y audaz proyecto que consistirá en instalar 3.000 flotadores, los cuales circularán continuamente por las profundidades oceánicas, regresando periódicamente a la superficie para enviar vía satélite los datos obtenidos a un centro receptor. Este proyecto demostrará la factibilidad del pronóstico de los procesos oceánicos. En el futuro existirán servicios de información oceánica suministrados al instante sobre la base de datos obtenidos por observaciones de todo tipo, ya provengan éstas de buques de investigación, de boyas automáticas fijas o a la deriva, de satélites o de cualquier otra fuente. y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO El medio ambiente mundial es un continuo, y como tal hay que enfocarlo. Un programa mundial de vigilancia de los océanos no puede funcionar satisfactoriamente de manera aislada o independientemente de programas análogos que observan otros aspectos del medio ambiente. El sistema de observación del océano está coordinado con otros sistemas de observación establecidos por otras instituciones y organizaciones. Es el componente oceánico del sistema de observación del clima organizado por la Organización Meteorológica Mundial y, como tal, ocupa un lugar eminente en las negociaciones intergubernamentales acerca del cambio climático y de las emisiones de gases con efecto invernadero. Conjuntamente con los demás sistemas mundiales de observación de la Tierra y la atmósfera, la COI patrocina grupos mixtos de expertos encargados de la gestión de los datos y el uso de la información transmitida por satélites. Reconociendo la contribución creciente de los satélites de observación de la Tierra a la vigilancia del océano, la COI ha concluido un acuerdo de colaboración con un comité formado por entidades y organizaciones que explotan vehículos espaciales. El océano ha sido uno de los temas estudiados por dicho comité, que coordina y programa el uso de los satélites para la observación de la Tierra, a fin de asegurar la utilidad y continuidad de las futuras misiones. 5.5 – Información y datos oceanográficos Una de las primeras actividades de la COI fue el programa establecido hace 40 años para facilitar el intercambio de datos oceanográficos y responder a las necesidades en materia de gestión de datos. El sistema de datos resultante constituye una red mundial de centros nacionales de datos oceanográficos, algunos de los cuales funcionan como centros regionales o mundiales para la realización de tareas específicas. Los representantes que asisten a las reuniones de programación de datos son habitualmente directores o expertos de dichos centros nacionales, lo cual da un contenido concreto a las deliberaciones y garantiza la ejecución de las decisiones tomadas. Estos centros son ya casi 70, cifra que representa una elevada proporción del número total de Estados Miembros activos de la COI. Gracias a este sistema, es posible acceder en todo el mundo a millones de medidas y observaciones del océano, y la COI se ha encargado de la elaboración de la mayoría de los formatos y normas internacionales requeridos para facilitar 19 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible su intercambio y utilización. Hay una gran demanda de asistencia técnica para la gestión de datos oceanográficos y los servicios de información marina, pues la mayoría de las cuestiones de ordenación y política relativas al océano se basan en la disponibilidad de datos adecuados. Un objetivo fundamental de la COI es el intercambio completo y abierto de una amplia gama de conjuntos de datos para los programas oceánicos, en beneficio de todos los países. Un grupo de trabajo intergubernamental está elaborando una nueva serie de principios y una política para el intercambio de datos oceanográficos que puedan ser adoptados por todos los Estados Miembros. La comprensión de los cambios pasados del océano es esencial para prever lo que va a suceder en el futuro. Los científicos necesitan acceder a los datos compilados en años anteriores, pero muchas de esas antiguas y valiosas colecciones de datos están consignadas en registros de papel y yacen olvidadas en anaqueles de oficinas. La COI ha iniciado un programa destinado a recuperar archivos perdidos o traspapelados, que ha provocado un aumento impresionante del número de perfiles de datos disponibles. Inicialmente, el programa de datos de la COI estaba destinado a tratar datos oceanográficos archivados. En los primeros tiempos de la oceanografía, todos los datos se compilaban manualmente y se llevaban al laboratorio para calibrarlos y controlar su calidad antes de que fueran considerados disponibles para el intercambio. Esto significa que los datos manejados por el sistema podían datar de muchos años antes. La COI estableció un nuevo programa para responder a la creciente demanda de datos transmitidos inmediatamente después de obtenidos, o en un plazo relativamente breve. A lo largo de los años, ha disminuido la distinción entre los datos “en tiempo real” y los archivados. A la larga, la gestión integral de los datos, desde la observación hasta el archivo y la utilización, pasando por el control de su cali- 20 dad, será la norma para todos los tipos de datos. Actualmente esto es ya una realidad para las mediciones de la temperatura y la salinidad del océano, y a través del sistema de la COI estas series de datos continuamente revisadas están a disposición de los científicos y de las instituciones de todo el mundo. El programa ha reconocido la emergencia de la nueva era de la información. Actualmente, muchos centros de datos oceanográficos usan Internet para brindar acceso directo a sus acervos de datos e información. Además de estas bibliotecas electrónicas, la COI ha elaborado o apoyado varios instrumentos modernos de información, por ejemplo: un sitio Web y un repertorio electrónico mundial que ofrece información sobre miles de profesionales del mar y del agua dulce, un sistema que orienta a los usuarios hacia el lugar donde pueden encontrar los datos que buscan y un inventario exhaustivo de miles de sitios Web relacionados con el océano. El objetivo es mantener el sistema de datos de la COI como la autoridad mundial en materia de normas relativas a los datos oceanográficos y acompañar los progresos de la era de la información. En el programa de intercambio de datos se ha prestado siempre gran atención a las actividades de creación y aumento de capacidades. En África, por ejemplo, gracias a la colaboración entre los gobiernos y entidades donantes se han podido establecer redes de centros y de intercambio de datos e información sobre el océano en 20 países. Estos centros pueden luego contribuir, a nivel nacional, a suministrar valiosos datos y servicios de información a los gobiernos, a las empresas o al público en general. 6.1 – Los órganos regionales de la COI Los órganos regionales cumplen una doble función: facilitar la participación de los Estados Miembros de cada región en los programas mundiales de la COI y atender las prioridades programáticas regionales de los Estados Miembros. La COI tiene seis órganos regionales principales, que asumen responsabilidades en materia de programas regionales en las zonas geográficas del Pacífico Occidental, el Caribe, el Océano Índico Central, el Océano Índico Occidental, el Atlántico Oriental y el Mar Negro. Además, la COI lleva a cabo programas específicos o fomenta iniciativas en otras regiones: el Pacífico Sudoriental, el Atlántico Sudoccidental, el Mediterráneo, el Mar Rojo/Golfo de Adén y el Mar Caspio. El mantenimiento de estos programas regionales ha insumido una parte sustancial de los recursos de la COI. La ejecución de los programas de la COI gracias a los esfuerzos colectivos de sus Estados Miembros ha sido siempre un tema central para la Comisión. Una idea complementaria a este respecto ha sido que el enfoque regional permite un uso más eficaz y más rentable de los fondos. Este doble enfoque continuará, aunque las ventajas de disponer de una oficina regional suelen ser invalidadas por dificultades financieras y las demandas adicionales impuestas a la secretaría central. La COI estudiará los modos de conseguir apoyo adicional para definir y mejorar los programas regionales y sus beneficios. Una parte sustancial de las actividades de creación y aumento de capacidades se realiza en las regiones. La COI está obrando para articular las necesidades colectivas de los Estados Miembros de cada región de modo que las “Se reconoce que el papel de la cooperación internacional es apoyar y complementar las actividades nacionales. La ejecución de las estrategias y actividades de las áreas de programas relativas a las zonas marinas y las zonas costeras y a los mares requiere disposiciones institucionales eficaces en los planos nacional, subregional, regional y mundial, según proceda.” Capítulo 17.115 del Programa 21 prioridades se ajusten a las necesidades regionales reales. Hay actualmente en varias regiones suficiente capacidad local para determinar las prioridades, los programas y los proyectos. Cabe esperar que, con esta orientación y con la cooperación mutua entre los países de las distintas regiones, las entidades donantes aporten recursos más cuantiosos a las ciencias del mar. y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO Fortalecimiento de la cooperación y la coordinación internacionales y regionales el desarrollo sostenible 6 Para muchas actividades regionales la necesidad básica es compartir conocimientos e información fiables, en los cuales pueda apoyarse la toma de decisiones. La COI proporcionará asistencia en materia de ciencias e información marinas en apoyo de otros acuerdos regionales tales como los convenios, protocolos y programas asociados a los planes de acción sobre los mares regionales del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. 6.2 – La colaboración con la UNESCO y otras organizaciones Entre las más estrechas relaciones entabladas por la COI figuran las que mantiene con las demás actividades científicas de la UNESCO, que incluyen programas de geología, hidrología, ecología y ciencias sociales. Estos programas de la UNESCO y la COI han cooperado en iniciati- 21 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible 22 vas conjuntas pluridisciplinarias y orientadas hacia la solución de problemas. El Presidente de la COI y los Presidentes de los demás programas científicos se reúnen actualmente cada seis meses para elaborar una declaración conjunta que se presenta a la Conferencia General de la UNESCO. La declaración brinda a los programas una ocasión propicia para pasar revista colectivamente a la situación de las ciencias en la UNESCO y para proponer actividades a los Estados Miembros de la UNESCO. La última declaración indujo a la UNESCO a escoger el desarrollo sostenible como tema unificador. La COI ha sido designada punto de convergencia de varios acuerdos de cooperación relativos a los océanos. Se encarga de la secretaría de un comité interinstitucional sobre programas científicos vinculados a la oceanografía. Se trata de un acuerdo de cooperación que existe desde hace mucho tiempo y que ha languidecido en estos últimos años, pero tiene la posibilidad de incrementar la interacción entre los diferentes elementos de las Naciones Unidas que se ocupan de actividades relacionadas con el océano. Se ha encomendado a un subcomité interinstitucional sobre los océanos y las zonas costeras, en el que la COI cumple las funciones, a la vez, de la secretaría y de la presidencia, la tarea de coordinar las actividades oceánicas emprendidas con arreglo al Programa 21 y de informar a la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas acerca de las actividades de seguimiento. Esta función aporta notoriedad y responsabilidad a la COI, y conlleva una pesada carga de trabajo. Sus responsabilidades guardan relación con la labor de la Asamblea General de las Naciones Unidas y el nuevo proceso de consultas oficiosas acerca de los océanos, así como con la Cumbre Mundial de 2002 sobre el Desarrollo Sostenible. La COI tiene un papel efectivo que desempeñar con vistas al objetivo declarado de la Asamblea General que consiste en lograr una coordinación entre las organizaciones de las Naciones Unidas que se ocupan de asuntos vinculados al océano, y especialmente con respecto a su conocimiento científico y a su observación. Las relaciones de colaboración son esenciales para la labor de la COI. Son un modo eficaz de evitar la duplicación innecesaria de tareas y de aumentar la capacidad de la Comisión. Los numerosos organismos especializados de las Naciones Unidas que se ocupan del océano colaboran obviamente en los programas conjuntos, pero también participan en acuerdos de cooperación otras organizaciones nacionales, regionales e internacionales. Las modalidades de los acuerdos son sumamente variables: pueden incluir órganos asesores mixtos, organismos coordinadores bilaterales y multilaterales, memorandos de acuerdo, organismos interinstitucionales, arreglos entre organismos, patrocinios conjuntos y programas de cooperación, así como responsabilidades técnicas en virtud de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. La COI ha suscrito memorandos de acuerdo con muchas organizaciones no gubernamentales que se ocupan de los océanos. Éstos pueden referirse a actividades de cooperación en proyectos individuales, en programas breves o prolongados o en una cooperación permanente en materia de asesoramiento y mutua colaboración. De ser necesario, también se concluyen acuerdos con institutos de investigación, laboratorios o incluso dependencias y organismos gubernamentales, toda vez que tales arreglos sean provechosos tanto para el programa de la COI como para los demás interesados. Desde luego, cada acuerdo de cooperación requiere cierto nivel de apoyo por parte de la Secretaría. 6.3 – La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y otros convenios y acuerdos intergubernamentales Las negociaciones intergubernamentales sólo pueden alcanzar resultados positivos cuando las partes interesadas comparten y aceptan una interpretación básica del tema en cuestión. Una vez que se ha llegado a un acuerdo, seguirá manifestándose la necesidad de conocimientos Además de la Convención sobre el Derecho del Mar, muchos otros convenios atribuyen a la COI responsabilidades en materia de conocimientos e información oceanográficos. Por ejemplo, la COI tiene una función que cumplir en la medición y descripción del cambio climático en virtud de la Convención Marco sobre el Cambio Climático y también en las negociaciones acerca de los créditos fiscales vinculados al carbono, si se ha de considerar en el futuro al océano como sumidero de dióxido de carbono. El Convenio sobre la Diversidad Biológica es otro importante acuerdo destinado a conservar Los acuerdos regionales y mundiales.Todos ellos requieren cierto grado de conocimiento científico, datos e información sobre el mar relativos al océano se cuentan por centenares y, por lo tanto, interesan a la COI. 6.4 – 1998 - El Año Internacional del Océano El Año Internacional brindó al mundo una ocasión para considerar y celebrar el océano y todo lo que significa éste para nuestra existencia, nuestra vida cotidiana, nuestra actividad política y económica y nuestra cultura. Todos estos aspectos se abordaron durante el Año, y la COI ha protagonizado muchas actividades nacionales, internacionales e intergubernamentales. Los representantes de los gobiernos de más de ochenta países firmaron una Carta del Océano ratificada por la COI, que reconoce la importancia del océano y la necesidad de una acción concertada para resolver sus proble- el desarrollo sostenible En 1994 entró en vigor la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, en cuyos artículos se reconoce a la COI como una “organización internacional competente”. Aunque el texto negociado existe desde hace muchos años, las responsabilidades atribuidas explícita o implícitamente a la COI son una novedad y siguen siendo objeto de debate en sus órganos rectores. Los artículos de la Convención se refieren de modo muy general a la pesca, la navegación, la explotación minera de los fondos marinos y otras actividades y responsabilidades para los países que la hayan ratificado, y proveen el marco dentro del cual se elaborarán, de ser necesario, convenios y protocolos más detallados. Atañen particularmente a la COI los artículos referentes a la contaminación del medio marino, el fortalecimiento de capacidades y la investigación científica marina en las zonas económicas exclusivas de los Estados ribereños, de conformidad con la Convención. el patrimonio genético del planeta. Se ha postulado que la mayoría de las especies existentes en el mundo son especies marinas. La verdad es que nuestros conocimientos, sobre todo los que se refieren a las grandes profundidades del océano, son insuficientes para justificar esta apreciación. Ciertamente, las profundidades oceánicas están revelando la existencia de especies vivas desconocidas hasta hace pocos decenios. La COI está cooperando en un proyecto de inventario de las especies marinas. y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO y de información, dado que los acuerdos y convenios incluyen normalmente cláusulas relativas a la evaluación de las actividades subsiguientes y procedimientos para la resolución de litigios en caso de producirse una infracción real o supuesta.Tratándose de los océanos internacionales, los acuerdos y convenios intergubernamentales son particularmente necesarios y resulta esencial la correspondiente disponibilidad de conocimientos e información básicos. “Las Naciones Unidas declararon 1998 Año Internacional del Océano para celebrar a esa fuente de vida y civilización. Pero el Año Internacional brinda también la oportunidad de recordar la necesidad de proteger este tan inapreciable recurso y de afirmar nuestro compromiso para con los derechos de las generaciones futuras, en beneficio de las cuales custodiamos nuestro planeta y sus océanos, que son el sustento de la vida.” Federico Mayor, Director General de la UNESCO (1987-1999) 23 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible mas. Estos principios recibieron al año siguiente el apoyo adicional de una resolución de los países miembros de la Francofonía, reunidos en Nueva York. Se elaboró una versión personalizada de la Carta, “Mi Carta del Océano”, en más de 20 lenguas, que fue firmada por millones de ciudadanos del mundo entero. El Año Internacional dio lugar también a importantes declaraciones sobre los océanos, tanto de organismos intergubernamentales como de reuniones internacionales de alto nivel. Dichas declaraciones ayudaron a promover la decisión tomada por la Asamblea General de las Naciones Unidas con respecto a 7 Pese a las publicaciones, manifestaciones juveniles y comunitarias, conferencias, la exposición oceánica “Expo 98” y todas las numerosas actividades realizadas en 1998, es importante reconocer que el Año Internacional fue sólo un primer paso. La COI reconoce que el impulso y el interés que se manifestaron durante dicho Año deben ser alimentados e intensificados en escuelas, comunidades y círculos gubernamentales para alcanzar los objetivos fijados con respecto al océano. Las fuerzas económicas del océano Todas las actividades de las zonas marinas saldrán beneficiadas si se basan en conocimientos e información oceanográficos adecuados. Por ejemplo, mejorarán la gestión y el rendimiento, las leyes y reglamentaciones estarán fundamentadas, aumentarán la seguridad y la eficiencia, se protegerá mejor el medio ambiente y el aprovechamiento de los recursos será sostenible. La COI contribuye directa e indirectamente a que se logren estos avances. 7.1 – Los transportes marítimos Un 90% del comercio mundial circula por vía marítima. La flota mercante mundial consta de más de 85.000 naves, y el valor de los intercambios y del transporte por vía marítima es superior a 155.000 millones de dólares estadounidenses anuales. El comercio marítimo está en expansión, y requiere cargueros más veloces y más eficientes. En la zona litoral hay una demanda de transportes de corta distancia más numerosos y más rápidos, tanto para vehículos como para pasajeros, a más de la demanda correlativa de puertos. El uso creciente del océano para los transportes, la construcción de naves más grandes y más 24 nuevas consultas y debates acerca de los asuntos oceánicos. veloces, la mayor competitividad y el margen de tolerancia nulo para los efectos nocivos para el medio ambiente imponen enormes exigencias al sistema de transporte marítimo con miras a mejorar su eficiencia, sin dejar de mantener o de mejorar sus márgenes de seguridad. El transporte no es inocuo para el medio ambiente: los puertos marítimos están situados en la interfaz entre la tierra firme y el mar y se encuentran en contacto con importantes hábitats, que son componentes estratégicos del medio ambiente natural: los fondos marinos, los estuarios, los lodazales y los humedales. Los asuntos relativos a las emisiones, la descarga de aguas de sentina y de lavado de los tanques, las especies exóticas presentes en el agua de lastre y otros problemas ambientales deben ser objeto de acuerdos entre los gobiernos, basados en actividades científicas y de vigilancia sistemática. Las actividades de la COI contribuyen directa e indirectamente a resolver estos problemas. Aun al margen del aprovechamiento de los yacimientos submarinos de hidrocarburos, el océano figura en lugar prominente en las políticas energéticas. En cuanto a la energía renovable, seguirá avanzando lentamente la explotación de otras fuentes de energía oceánicas. Otros aspectos conexos de la energía incluyen la capacidad del océano como sumidero del dióxido de carbono excedentario, o la posibilidad de incrementar la capacidad del océano para absorber el gas promoviendo el crecimiento del plancton en las capas oceánicas superficiales. La COI sigue continuamente la evolución de las investigaciones en este sector. 7.3 – La cartografía oceánica El programa de cartografía oceánica ha tenido gran éxito, y a un costo mínimo para la COI. Se lleva a cabo en colaboración con la Organización Hidrográfica Internacional. La y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO El Actualmente la extracción de petróleo y de gas se efectúa en profundidades cercanas a los 2.000 metros bajo el nivel del mar en zonas como los trópicos y los océanos polares, expuestas a condiciones meteorológicas y oceánicas sumamente rigurosas. Las tareas que supone suministrar información ambiental meteorológica y oceanográfica fiable en apoyo de tales actividades deben planificarse y emprenderse con mucha antelación a las operaciones de perforación. Pese a la creciente preocupación de los gobiernos por el calentamiento del planeta, es muy poco probable que el uso de los hidrocarburos como combustible disminuya notablemente en un futuro previsible. Los programas intergubernamentales contribuyen a reforzar la capacidad de todos los países para administrar racionalmente sus recursos, mediante las transferencias de conocimientos y tecnología y la adopción de normas y métodos uniformes para la protección del medio ambiente. producción de mapas y cartas de los fondos marinos es muy onerosa, pero la demanda de mapas, que al principio se limitaba casi exclusivamente a los fines del transporte marítimo, llevó a la elaboración del programa intergubernamental. Los conocimientos basados en las cartas náuticas se extendieron a las aguas profundas a medida que iba creciendo el interés por las profundidades oceánicas. El mapa del suelo submarino cobró mayor importancia al ampliarse el interés por el tendido de cables de comunicación, la instalación de plataformas y oleoductos, el estudio de las corrientes oceánicas y la geología marina. Actualmente, la necesidad de los gobiernos de presentar reivindicaciones jurisdiccionales sobre los recursos del fondo del mar con arreglo a la Convención sobre el Derecho del Mar ha añadido una nueva dimensión e impreso un renovado impulso a la demanda en materia de cartografía. el desarrollo sostenible 7.2 – Las fuentes de energía marinas Los progresos tecnológicos también han acrecentado la utilidad y el carácter prioritario de los mapas oceánicos. Los sistemas acústicos de haces múltiples, los buques especialmente equipados y hasta la “lectura” de la superficie del mar por satélites han transformado la disponibilidad de datos. El análisis y la presentación de los nuevos datos mediante las técnicas actuales de gestión de datos han aumentado la demanda y el número de usuarios. Una cartografía y una localización exactas son un requisito previo para las actividades científicas y de observación. Los oceanógrafos están integrando rápidamente los progresos recientes en materia de cartografía electrónica y de localización por satélite, inicialmente empleados para la navegación. Muchos progresos tecnológicos no están al alcance de Estados ribereños en desarrollo, por lo que la asistencia intergubernamental y el uso compartido de la tecnología seguirán siendo necesarios durante varios decenios en el sector de la cartografía oceánica. 25 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible 7.4 – Las actividades recreativas y el turismo La expansión de la industria recreativa y turística ha sido una grata sorpresa para muchos países. En algunos de éstos, la importancia de este sector ha llegado a superar la de muchas industrias tradicionales. Una industria turística sostenible depende de la salud del medio ambiente en el que se funda. Actividades tales como la observación de las ballenas, el buceo con escafandra autónoma, el turismo ecológico y los baños de mar requieren la atención de las empresas y, a la vez, del dispositivo gubernamental en cuyo marco funcionan. Los gobiernos y las empresas tendrán que proteger la calidad del medio ambiente y neutralizar las posibles amenazas contra la ecología. La COI realiza programas relativos a la gestión del litoral, la protección del medio marino, la vigilancia y la difusión de conocimientos e información que pueden contribuir a resolver estos problemas en los próximos años.. 7.5 – Las nuevas industrias Hace 50 años la minería de nódulos polimetálicos del fondo del mar, ricos en manganeso y en otros metales apreciados, parecía ser la mayor nueva fuente de riqueza que podían ofrecer los océanos. Esta promesa no se ha 26 cumplido todavía, pues los costos y la disponibilidad de los yacimientos terrestres de estos minerales han disminuido su interés económico. Pero muchos otros recursos potenciales del océano se están explotando ya o están en estudio. Las plantas de desalación proveen ya a algunos países de la mayor parte del agua dulce que consumen. Las empresas farmacéuticas y de ingeniería bioquímica están investigando intensamente materiales genéticos de especies marinas. El espacio oceánico está adquiriendo un valor comercial para la acuicultura, para infraestructuras tales como los aeropuertos y para las granjas eólicas. Actualmente estos usos de la superficie de los mares tienen lugar cerca de las costas, pero la tecnología existente permite realizar infraestructuras que pueden sobrellevar las duras condiciones del mar abierto, si se justifican por su rentabilidad. Por el momento, la inversión pública y privada destinada a la investigación y a la observación de los mares, necesaria para mantenerse a la altura de los nuevos adelantos y de las actividades conexas, es insuficiente. La COI puede ayudar a los gobiernos a mantenerse al día en materia de nuevas tecnologías y facilitar la elaboración de normas y reglamentaciones relativas al medio ambiente cuando resulte necesario. Desde sus comienzos, la COI ha mantenido en sus programas el carácter prioritario de la formación, la educación y la asistencia mutua. El presupuesto y los recursos ordinarios de la COI no son suficientes para sufragar actividades de creación de capacidades en gran escala. Por otra parte, siempre se han encontrado fondos iniciales para ayudar a proporcionar cursos de formación y publicaciones con objeto de ampliar la participación de los países en desarrollo en los programas de la COI. Ocasionalmente, un Estado Miembro provee fondos destinados a un programa administrado por la COI en un país o una región en desarrollo, que permiten proporcionar una ayuda mayor de la que hubiera sido posible sin esta contribución.Todos los programas de la COI tienen un componente relativo a la creación y aumento de capacidades y una nueva estructura de gestión, que facilitarán la coordinación de las competencias y el intercambio de experiencias entre las diversas actividades. Se están preparando planes encaminados a encontrar fórmulas para favorecer el acceso de los programas marinos a fuentes de financiación internacionales y nacionales, de modo que pueda extenderse y reforzarse la creación de capacidades en este ámbito. Hasta ahora, el sector oceanográfico no ha atraído el apoyo directo de fondos internacionales en medida comparable a las actividades relacionadas con el clima, por ejemplo. Varias actividades de aumento de capacidades se han realizado con éxito en todas las regiones del mundo. El presupuesto ordinario de la COI se complementa con una cuantía aproximadamente igual proveniente de contribuciones voluntarias de sus Estados Miembros. Ocasionalmente, un organismo nacional de financiación coopera con la COI para llevar a cabo un extenso programa nacional o regional de creación de capacidades en apoyo de las ciencias del mar, los servicios de información marina o la gestión de los océanos. “Para garantizar un futuro sostenible a la comunidad mundial será necesario corregir el desequilibrio creciente entre países ricos y países pobres en dos ámbitos fundamentales. En primer lugar, no puede haber esperanza de construir y preservar un futuro pacífico si no se establece un equilibrio en cuanto a la calidad y la dignidad de vida mejor que el existente en la actualidad. En segundo lugar, sólo se podrán resolver los agudos problemas contemporáneos del medio ambiente mundial si todos los gobiernos logran cooperar en la búsqueda de soluciones conjuntas...”. Extracto del documento “Principios relativos al aumento de capacidades para el Sistema Mundial de Observación de los Océanos” etelledesarrollo développement durable sostenible Responder a las necesidades de los países en desarrollo La Commission océanographique y la Comisión Oceanográfica intergouvernementale Intergubernamental dedelal'UNESCO UNESCO 8 Mediante sus limitados recursos destinados al fortalecimiento de capacidades, la COI se centra en la organización de talleres de formación esenciales y la preparación de manuales y guías, así como en el apoyo a la participación de representantes de países en desarrollo en las reuniones y conferencias técnicas de la Comisión. Las cifras son impresionantes: durante el Año Internacional del Océano, por ejemplo, la COI organizó 59 cursos de formación, 12 talleres y 13 actividades educativas, a los que asistieron en total 1.600 participantes de más de 100 países. Lamentablemente, el esfuerzo sigue siendo demasiado modesto para ser significativo. El objetivo de la COI es que las actividades de fortalecimiento de capacidades sean permanentes y produzcan resultados duraderos. Se necesita la contribución de donantes, y los países receptores deben asumir compromisos en términos de prioridades, competencias y buena gestión. Los países de cada región deben mancomunar sus recursos para ayudarse mutuamente y operar de modo eficaz y rentable. La relación entre los donantes y el país beneficiario debe constituir una asociación basada en objetivos comunes, esto es, la ordenación y la buena administración de los océanos. 27 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible 9 28 Consideraciones finales Este documento tiene por objeto poner de relieve la importancia del océano para un orden mundial sostenible. Tal como existe actualmente, el océano sustenta el medio ambiente planetario en el que nos movemos, y necesitamos saber cuán sólida o cuán frágil es esta relación. Durante milenios ha albergado los recursos biológicos marinos y sus hábitats, y actualmente debemos administrarlo con prudencia para cerciorarnos de que no estamos destruyendo esa sostenibilidad por nuestra ignorancia del medio marino y de su ecología. Las economías y el comercio, esenciales para nuestro crecimiento y para nuestro desarrollo, dependen del océano, y debemos aprender a disfrutar de estos beneficios sin poner en peligro sus demás valores. El océano contiene otros recursos no explotados o desconocidos, biológicos y no biológicos, y la gestión de esta nueva riqueza debe ser también esmerada y precavida. Ineluctablemente, invadiremos el espacio oceánico. Nuestras poblaciones están ya explotando las zonas litorales atractivas, instalando en ellas residencias y actividades industriales. Una ecología marina sostenible exige que se protejan sus hábitats marginales vulnerables. Asimismo, debemos seguir ejerciendo una vigilancia y una gestión adecuada de los desechos de nuestra sociedad, de la agricultura y del comercio, que las actividades humanas descargan en los ríos y en el mar. Los gobiernos tienen un importantísimo papel que desempeñar. Cada gobierno obra en favor del conjunto de su pueblo. El océano es una inmensa responsabilidad y necesitará una sensatez y una voluntad intergubernamentales para mantener sus beneficios en el porvenir. Todos los países deberían estar suficientemente equipados para asumir la gestión de sus propias aguas y recursos marinos jurisdiccionales, así como para aportar una contribución a una acción mundial y participar en ella de manera adecuada. Terminemos, pues, haciendo hincapié en la necesidad de establecer programas sostenibles de creación o aumento de capacidades, mediante una auténtica colaboración entre países beneficiarios y países donantes, fundada en las prioridades y en el compromiso de los primeros y en el saber, la tecnología y los recursos de los segundos. Nota: En este breve documento se ha omitido deliberadamente el uso de siglas útiles pero a menudo desconcertantes y del lenguaje especializado habituales en muchos textos intergubernamentales. Para los lectores deseosos de conocer las actividades de la COI, se presenta en el Anexo una lista de siglas correspondientes a la mayoría de sus principales programas, las entidades copartícipes y las iniciativas conjuntas. Se adjuntan asimismo otras hojas en las que se presentan con mayor detalle los programas de la COI. ACOPS Órgano Consultivo de Expertos sobre el Derecho del Mar (COI) Comité Consultivo sobre la Protección de los Mares (colaboración) AIO AOSB Año Internacional del Océano (COI) Consejo Científico para el Océano Ártico (colaboración) ARGO Red de Oceanografía Geostrófica en Tiempo Real (COI/OMM) ASFA Resúmenes sobre las Ciencias Acuáticas y la Pesca (COI y otros) BSRC Comité Regional de la COI para el Mar Negro (COI) CAC Comité Administrativo de Coordinación (colaboración) CAC-SOCA Subcomité sobre Océanos y Zonas Costeras del CAC (COI y otros) CBD Convenio sobre la Diversidad Biológica (Naciones Unidas, 1992) CDS Comisión sobre el Desarrollo Sostenible (Naciones Unidas) (colaboración) CEOS CGOM C-GOOS CIEM Comité sobre Satélites de Observación de la Tierra (colaboración) Grupo Asesor de la COI sobre Cartografía Oceánica (COI) Panel sobre las Costas del Sistema Mundial de Observación de los Océanos (COI) Consejo Internacional para la Exploración del Mar (colaboración) CLIVAR CMCCNU Variabilidad y Predictibilidad del Clima (PMIC) Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Kioto, 1997) (colaboración) COP Conferencia de las Partes (en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) (colaboración) CPPS Comisión Permanente del Pacífico Sur (colaboración) CSI DBCP DIRDN DOALOS DOSS-2 FAO y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO ABE-LOS el desarrollo sostenible SIGLAS DE ALGUNOS DE LOS PRINCIPALES PROGRAMAS DE LA COI Y PROGRAMAS CONEXOS RELACIONADOS CON ESTE DOCUMENTO Sección para las Regiones Costeras y las Islas Pequeñas (UNESCO) Panel de Cooperación sobre Boyas de Acopio de Datos (COI/OMM) Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (colaboración) División de Asuntos Oceánicos y del Derecho del Mar (Naciones Unidas) Grupo Especial de Estudio sobre el Desarrollo, el Funcionamiento, la Estructura y los Estatutos de la COI (COI) Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (Naciones Unidas) FMAM Fondo para el Medio Ambiente Mundial (Banco Mundial-PNUMA-PNUD) (colaboración) GCRMN Red Mundial de Vigilancia de Arrecifes Coralinos (colaboración) GEBCO Mapa Batimétrico General de los Océanos (COI/OHI) Anexo 29 y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible GEOHAB GESAG GIC-ITSU GIPME GLOBEC GLOSS GODAE Grupo Consultivo Científico de Expertos para la GIPME (COI) Grupo Internacional de Coordinación del Sistema de Alerta contra los Tsunamis en el Pacífico (COI) Investigación Mundial de la Contaminación en el Medio Marino (COI/ PNUMA) Dinámica de los Ecosistemas Oceánicos Mundiales (COI y otros) Sistema Mundial de Observación del Nivel del Mar (COI) Experimento Mundial de Asimilación de Datos Oceánicos (COI/OMM) GOOS Sistema Mundial de Observación de los Océanos (COI) GOSSP Grupo de los Sistemas Mundiales de Observación encargado de Asuntos Espaciales (colaboración) GPO-GOOS Oficina de Proyecto del GOOS (COI) GSC-GOOS Comité de Dirección del GOOS (COI) GTOS Sistema Global de Observación Terrestre (colaboración) GTSPP Programa Mundial sobre el Perfil de la Temperatura y la Salinidad (COI) HOTO Panel sobre la Salud de los Océanos (COI) IABP Programa Internacional de Boyas en el Ártico (COI/ OMM) IASC Comité Científico Internacional del Ártico (colaboración) ICAM Programa de Gestión Integrada de las Zonas Costeras (COI) ICSEM Comisión Internacional para la Exploración Científica del Mar Mediterráneo (colaboración) ICSU Consejo Internacional para la Ciencia (anteriormente: Consejo Internacional de Uniones Científicas) (colaboración) IGBP Programa Internacional sobre la Geosfera y la Biosfera (ICSU) (colaboración) I-GOOS IGOS IGOSS IOCARIBE IOCARIBE-GOOS Comité COI-OMM-PNUMA para el Sistema Mundial de Observación de los Océanos (COI) Estrategia de Observación Mundial Integrada (colaboración) Sistema Mundial Integrado de Servicios Oceánicos (COI-OMM) Subcomisión para el Caribe y Regiones Adyacentes (COI) GOOS en la región de IOCARIBE (COI) IOCCG Grupo Internacional de Coordinación de Actividades sobre Cromografía Oceánica (colaboración) IOCEA Comité Regional de la COI para el Atlántico Centrooriental (COI) IOCINCWIO Comité Regional para la Investigación Cooperativa en las Zonas Norte y Centro del Océano Indico Occidental (COI) IOCINDIO IODE 30 Programa Científico Internacional sobre la Ecología y la Oceanografía Mundiales de las Floraciones de Algas Nocivas (COI/ SCOR) Comité Regional para el Océano Índico Central (COI) Comité sobre el Intercambio Internacional de Datos e Información Oceanográficos (COI) IPHAB IUGG JCOMM Panel Intergubernamental sobre Floraciones de Algas Nocivas (COI) Grupo Internacional de Coordinación del Sistema de Alerta contra los Tsunamis en el Pacífico (COI) Unión Internacional de Geodesia y Geofísica (colaboración) Comisión Técnica Mixta sobre Oceanografía y Meteorología Marina (COI/ OMM) JDIMP Grupo de Gestión de Datos e Información (COI y otros) JGOFS Estudio Conjunto de los Flujos Oceánicos Mundiales (colaboración) LOICZ Interacción Tierra-Océano en las Zonas Costeras (colaboración) MAB Programa sobre el Hombre y la Biosfera (UNESCO) (colaboración) MEDI Sistema de Reenvío de Datos e Información relativos al Medio Marino (COI) MEL Laboratorio del OIEA para el Medio Ambiente Marino (colaboración) MIM Gestión de la Información Marina (COI) MOST Gestión de las Transformaciones Sociales (UNESCO) (colaboración) NEAR-GOOS Componente Regional del GOOS para el Asia Nororiental (COI) ODINAFRICA Red de Datos e Información Oceanográficos para África (COI) ODINEA Red de Datos e Información Oceanográficos para África Oriental (COI) OHI Organización Hidrográfica Internacional (colaboración) OMI Organización Marítima Internacional (colaboración) OMM Organización Meteorológica Mundial (colaboración) OMS ONUDI OOPC OSLR OSNLR PHI PICES PIRATA PMIC PNUD PNUMA Organización Mundial de la Salud (colaboración) Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (colaboración) Panel de Observación del Océano en relación con el Clima (COI) Las Ciencias Oceánicas en relación con los Recursos Biológicos (COI) Las Ciencias Oceánicas en relación con los Recursos no Biológicos (COI) Programa Hidrológico Internacional (UNESCO) (colaboración) Organización del Pacífico Norte para las Ciencias del Mar (colaboración) Red de Investigación Piloto de Boyas Fijas en el Atlántico Tropical (colaboración) Programa Mundial de Investigaciones Climáticas (colaboración) Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (colaboración) Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (colaboración) POEM Oceanografía Física del Mediterráneo Oriental (colaboración) POGO Colaboración para la Observación de los Océanos Mundiales (colaboración) RECOSCIX SAHFOS SCOPE SCOR y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO ITSU Instituto Oceánico Internacional (colaboración) el desarrollo sostenible IOI Cooperación Regional en el Intercambio de Información Científica (COI) Fundación Sir Alister Hardy de Ciencias Oceánicas (colaboración) Comité Científico sobre los Problemas del Medio Ambiente (colaboración) Comité Científico de Investigaciones Oceánicas (colaboración) 31 SMO y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO el desarrollo sostenible SEA-GOOS 32 SMOC GOOS-Sudeste de Asia (COI) Sistema Mundial de Observación (colaboración) Sistema Mundial de Observación del Clima (OMM/COI/FAO) SMT Sistema Mundial de Telecomunicación (colaboración) SOLAS Convenio Internacional sobre la Seguridad de la Vida Humana en el Mar (colaboración) SOOP Programa de Buques que Colaboran Ocasionalmente (COI) START Sistema de Análisis, Investigación y Capacitación para hacer frente al Cambio Mundial (colaboración) TEMA Comité de la COI sobre Capacitación, Enseñanza y Asistencia Mutua en Materia de Ciencias del Mar (COI) TOGA Los Océanos Tropicales y la Atmósfera Mundial (COI y otros) UNCLOS Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (colaboración) UNESCO Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (colaboración) VMM Vigilancia Meteorológica Mundial (colaboración) WDC Centro Mundial de Datos (colaboración) WESTPAC WOCE Subcomisión Regional para el Pacífico Occidental (COI) Experimento Mundial sobre la Circulación Oceánica (colaboración) COMISION OCEANOGRÁFICA INTERGUBERNAMENTAL (DE LA UNESCO) Estados Miembros de la Comisión (129) Afganistán (11 de marzo Albania (26 de enero *Alemania (antes de noviembre Angola (26 de octubre Arabia Saudí (14 de junio Argelia (julio de 1964/noviembre *Argentina (antes de noviembre *Australia (antes de noviembre Austria (octubre de 1962/junio Azerbaiyán (27 de enero Bahamas (29 de enero Bangladesh (29 de octubre Barbados (18 de diciembre *Bélgica (antes de noviembre Belice (22 de septiembre Benin (23 de octubre *Brasil (antes de noviembre Bulgaria (octubre de 1967/diciembre Cabo Verde (20 de agosto Camerún (noviembre de 1971/noviembre *Canadá (antes de noviembre *Chile (antes de noviembre *China (antes de noviembre Chipre (5 de diciembre *Colombia (octubre de 1967/diciembre Comoras (8 de febrero Congo (noviembre de 1961/septiembre *Costa Rica (28 de febrero Côte d'Ivoire (antes de noviembre Croacia (24 de diciembre *Cuba (antes de noviembre Dinamarca (antes de noviembre Dominica (21 de septiembre Ecuador (antes de noviembre *Egipto (octubre de 1969/noviembre El Salvador (16 de febrero Emiratos Arabes Unidos (2 de junio Eritrea (12 de noviembre Eslovenia (16 de junio *España (antes de noviembre *Estados Unidos de América (antes de noviembre Estonia (10 de marzo Etiopía (5 de marzo *Federación de Rusia (antes de noviembre Fiji (9 de julio *Filipinas (octubre de 1962/junio *Finlandia (antes de noviembre *Francia (antes de noviembre Gabón (26 de octubre Gambia (30 de agosto Georgia (9 de julio *Ghana (antes de noviembre Grecia (octubre de 1962/junio Guatemala (diciembre de 1965/octubre Guinea (1º de mayo Guinea-Bissau (26 de enero Guyana (20 de julio Haití (23 de marzo *India (antes de noviembre *Indonesia (octubre de 1962/junio Irak (octubre de 1969/noviembre *Irán (República Islámica del) (3 de junio Irlanda (7 de noviembre Islandia (octubre de 1962/junio Islas Salomón (11 de mayo Israel (antes de noviembre de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de de 1991) 1993) 1961) 1982) 1978) 1965) 1961) 1961) 1964) 1998) 1979) 1982) 1985) 1961) 1995) 1986) 1961) 1969) 1984) 1973) 1961) 1961) 1961) 1977) 1969) 2000) 1962) 1975) 1961) 1992) 1961) 1961) 1999) 1961) 1971) 1993) 1976) 1993) 1994) 1961) 1961) 1992) 1976) 1961) 1974) 1964) 1961) 1961) 1977) 1985) 1993) 1961) 1964) 1967) 1982) 1984) 1977) 1976) 1961) 1964) 1971) 1975) 1978) 1964) 1982) 1961) *Italia (antes de noviembre de Jamahiriya Arabe Libia (11 de marzo de *Jamaica (octubre de 1967/diciembre de *Japón (antes de noviembre de Jordania (6 de abril de *Kenya (noviembre de 1971/noviembre de Kuwait (13 de noviembre de Líbano (octubre de 1962/junio de Madagascar (diciembre de 1965/octubre de Malasia (julio de 1964/noviembre de Maldivas (20 de mayo de Malta (octubre de 1969/noviembre de *Marruecos (antes de noviembre de Mauricio (octubre de 1969/noviembre de Mauritania (antes de noviembre de *México (antes de noviembre de Mónaco (antes de noviembre de *Mozambique (8 de abril de Myanmar (7 de junio de Namibia (25 de abril de Nicaragua (17 de noviembre de *Nigeria (noviembre de 1971/noviembre de Noruega (antes de noviembre de Nueva Zelandia (noviembre de 1961/septiembre de Omán (16 de noviembre de Países Bajos (antes de noviembre de Pakistán (antes de noviembre de Panamá (octubre de 1967/septiembre de *Perú (diciembre de 1965/octubre de Polonia (antes de noviembre de *Portugal (octubre de 1969/noviembre de Qatar (20 de julio de *Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte (antes de noviembre de República Arabe Siria (octubre de 1969/noviembre de *República de Corea (antes de noviembre de República Dominicana (antes de noviembre de República Popular Democrática de Corea (31 de octubre de *República Unida de Tanzania (oct. de 1967/sept. de Rumania (antes de noviembre de Samoa (10 de abril de Santa Lucía (14 de septiembre de *Senegal (octubre de 1967/septiembre de Seychelles (27 de febrero de Sierra Leona (19 de abril de Singapur (diciembre de 1965/octubre de Somalia (10 de julio de Sri Lanka (junio de 1976/enero de *Sudáfrica (octubre de 1967/septiembre de Sudán (26 de agosto de Suecia (julio de 1964/noviembre de Suiza (antes de noviembre de Suriname (21 de enero de Tailandia (antes de noviembre de Togo (22 de octubre de Tonga (3 de enero de Trinidad y Tobago (octubre de 1967/septiembre de Túnez (antes de noviembre de *Turquía (noviembre de 1961/septiembre de *Ucrania (noviembre de 1961/septiembre de Uruguay (antes de noviembre de Venezuela (octubre de 1962/junio de *Viet Nam (antes de noviembre de Yemen (22 de mayo de * Estado Miembro del Consejo Ejecutivo 1961) 1974) 1969) 1961) 1975) 1973) 1974) 1964) 1967) 1965) 1987) 1971) 1961) 1971) 1961) 1961) 1961) 1981) 1988) 2001) 1977) 1973) 1961) 1962) 1982) 1961) 1961) 1969) 1967) 1961) 1971) 1976) 1961) 1971) 1961) 1961) 1978) 1969) 1961) 1978) 1992) 1969) 1979) 1974) 1967) 1974) 1977) 1969) 1974) 1965) 1961) 1977) 1961) 1975) 1974) 1969) 1961) 1962) 1962) 1961) 1964) 1961) 1960) Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura 1, rue Miollis 75732 Paris Cedex 15, France Tel : +33 1 45 68 10 10 Fax : +33 1 45 68 58 12 Sitio Web : http://ioc.unesco.org