Un Planeta, un océano: desarrollo sostenible de - unesdoc

Anuncio
Las designaciones que se emplean en esta publicación y la presentación del material contenido en la misma no suponen la expresión de opinión alguna
por parte de las Secretarías de la UNESCO y de la COI, relativa a la condición jurídica de ningún país o territorio, ni de sus autoridades, ni relativa a la
delimitación de las fronteras de ningún país o territorio.
Se recomienda el siguiente asiento bibliográfico para este documento:
Un planeta, un océano – Desarrollo sostenible de los océanos y las zonas costeras: el compromiso
de 129 Estados en Johannesburgo 2002
Colección de documentos de información de la COI Nº 1172, UNESCO 2002
(disponible en árabe, chino, español, francés, inglés y ruso)
Publicado en 2002
por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
7, place de Fontenoy, 75352 París 07 SP
© UNESCO 2002
Impreso en Francia
(SC-2002/WS/24)
El desarrollo sostenible
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental
de la UNESCO
Documento destinado a la Cumbre Mundial
sobre el Desarrollo Sostenible
Johannesburgo (Sudáfrica),
26 de agosto - 4 de septiembre de 2002
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
El año 1992 quedará probablemente en los anales de la historia como un importante jalón en la
evolución de la especie humana en este planeta.
Fue el año en que los gobiernos se reunieron en
Río de Janeiro en la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo
(CNUMAD) para entablar un diálogo acerca del
modo de reconciliar las necesidades del presente
con las esperanzas para el futuro. Fue la primera
etapa de un debate que prosigue y en el cual
habrá que escuchar muchos otros puntos de
vista y responder a muchas más necesidades. La
Conferencia produjo un documento importante:
el Programa 21, que desde entonces sirve de
referencia para apreciar los progresos realizados.
Diez años después, en 2002, los gobiernos vuelven a reunirse en Johannesburgo en la Cumbre
Mundial sobre el Desarrollo Sostenible para examinar los logros y fracasos y tomar medidas relativas a la política y a los programas del futuro.
El Capítulo 17 del Programa 21 se refiere específicamente al océano. El océano merece un lugar
aparte cuando se habla de preservar el medio
ambiente en el que vivimos y de los recursos
necesarios para propiciar el bienestar de todos
los pueblos. Presenta la singularidad de ocupar la
mayor parte de la superficie del planeta. Es necesario para el aire que respiramos, el agua que
bebemos, los alimentos que comemos y el clima
en el que vivimos. Es, a la vez, un bien común
mundial y una responsabilidad mundial.
Ningún país tiene medios suficientes para estudiar y vigilar la totalidad del océano, y todos los
países deberían disponer de la capacidad necesaria para ocuparse al menos de sus propias zonas
costeras. Además, en 1994 entró en vigor la
Convención de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar, que reconoce el concepto de
patrimonio común de la humanidad pero que,
asimismo, otorga a los Estados ribereños una
jurisdicción sobre el mar, en relación con los
recursos biológicos y no biológicos, que se
extiende hasta 200 millas marinas y a una distan-
cia potencialmente aún mayor en cuanto atañe a
los recursos de los fondos marinos. Las promesas
de la futura riqueza oceánica son contrapesadas
por el carácter oneroso de la gestión y protección de estas aguas, tareas particularmente difíciles de asumir para los países en desarrollo.
Sabemos relativamente poco del medio marino,
que es complejo e inaccesible. Su estudio es difícil y costoso y, por añadidura, complicado debido
a la existencia de jurisdicciones nacionales e
internacionales, acuerdos regionales y mundiales
y prioridades conflictivas. Es también parte esencial del medio ambiente planetario del que todos
dependemos, y los gobiernos deben hacer mayores esfuerzos colectivos para asumir sus responsabilidades en la gestión del océano.
En este documento, complementario de la
Declaración de los Estados Miembros de la COI
para la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, se describe lo que la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO ha llevado a cabo desde la Cumbre Mundial sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo y lo que se propone realizar en el próximo decenio. La labor de
la Comisión es un programa emblemático de la
UNESCO, que aporta una notable contribución
al tema unificador de la UNESCO, esto es, el
desarrollo sostenible. Se ha procurado deliberadamente presentar el desarrollo sostenible de los
océanos en términos comprensibles para un
amplio público, no necesariamente familiarizado
con la COI o siquiera con las ciencias del mar. El
documento abarca sectores vinculados al océano
cuya responsabilidad no incumbe a la COI, pero
para los cuales las ciencias y los servicios oceánicos son esenciales.
preámbulo
2
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
Los océanos del mundo y sus mares adyacentes, así como los recursos biológicos y
no biológicos que contienen, son un elemento necesario para la continuidad de la
vida, tal como la conocemos en su forma
actual. La perennidad del aire que respiramos, el agua que bebemos, los alimentos
que comemos y el clima en que vivimos
está condicionada por los océanos. Éstos
contribuyen asimismo al bienestar cultural,
social y económico de los seres humanos.
Gracias a los océanos, la Tierra es el único
lugar del sistema solar en que la vida puede
perdurar. El desarrollo sostenible depende
considerablemente de la ordenación racional de los océanos y las zonas costeras, fundada en conocimientos científicos.
Los gobiernos deben trabajar de consuno.
La solución de los problemas de alcance
mundial requiere el esfuerzo colectivo de
todos los Estados y una cooperación intergubernamental en los planos mundial y
regional. Se precisan sólidas instituciones
mundiales y regionales para apoyar esos
esfuerzos y facilitar la interacción entre la
ciencia y los responsables de la formulación
de políticas. Es importante que los países
cuyas economías y estructuras sociales
dependen del océano puedan responder a
los problemas locales. A esos efectos, es
imprescindible fortalecer las capacidades de
todos los países.
Los gobiernos han concedido un alto grado
de prioridad a la protección y preservación
de los océanos y sus recursos en el Programa 21 aprobado por la CNUMAD.
En calidad de única organización de las
Naciones Unidas especializada en ciencias
oceánicas y servicios conexos, la Comisión
Oceanográfica Intergubernamental de la
UNESCO ha realizado con notable éxito en
los últimos 10 años numerosas actividades
en apoyo de la CNUMAD:
•
•
•
•
•
•
apoyo a la investigación relativa al clima
oceánico y a las variaciones climáticas a
largo plazo en cooperación con el Programa Mundial de Investigaciones Climáticas, que facilita predicciones tempranas del fenómeno El Niño, como
ocurrió en 1997-1998;
creación del Sistema Mundial de
Observación de los Océanos (GOOS),
en concertación con otras organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y el ICSU, centrado en un comienzo en el estudio del alta mar, ámbito al
que se sumó rápidamente un interés
paralelo por la observación sistemática
y la predicción en los mares costeros;
mejores sistemas de intercambio y difusión de datos e información oceanográficos;
un programa sobre la Gestión Integrada de las Zonas Costeras centrado en
muchos de los problemas ambientales
altamente prioritarios que se plantean
en esas zonas;
un mejor conocimiento de las características y los procesos oceánicos y de
los efectos de las actividades humanas
sobre el estado del medio ambiente
marino;
el fortalecimiento de los mecanismos
regionales especializados en ciencias
declaración
de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental
de la UNESCO para la Cumbre Mundial sobre
el Desarrollo Sostenible
5
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
6
del mar y de las capacidades de los países en desarrollo en materia de investigación y servicios oceánicos;
una función rectora en la celebración
del Año Internacional del Océano 1998
proclamado por las Naciones Unidas;
una contribución sustancial al proceso
abierto de consultas oficiosas de las
Naciones Unidas sobre los océanos.
•
Se han logrado grandes avances, pero queda
mucho por hacer en los próximos 10 años.
La Comisión Oceanográfica Intergubernamental afirma su voluntad de:
•
cumplir la función de centro de enlace
entre organismos competentes del sistema de las Naciones Unidas y otras
organizaciones para fomentar interacciones en las esferas de las ciencias y
observaciones marinas;
•
ampliar las relaciones de colaboración,
en especial con los países en desarrollo
y tomando asimismo en cuenta el Proceso Africano, a fin de fortalecer las
capacidades en ciencias y servicios
oceánicos en los planos regional y
nacional;
•
desarrollar el GOOS como sistema
operacional;
•
promover la elaboración y ejecución
de programas relativos a la gestión
integrada de las zonas costeras;
•
•
•
•
participar plenamente en la necesaria
evaluación del medio ambiente oceánico mundial y en la elaboración de
informes periódicos sobre el estado de
los océanos;
promover la utilización de los conocimientos científicos como fundamento
de las decisiones y políticas relativas a
la ordenación y facilitar el acceso a
esos conocimientos;
fomentar en el público una mayor conciencia de la importancia de los océanos y las zonas costeras para el desarrollo sostenible y el futuro de la
humanidad.
Los Estados Miembros de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental piden que la
Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible reafirme la importancia de los océanos
para el desarrollo sostenible, promueva a la
COI como órgano esencial de las Naciones
Unidas en materia de ciencias del mar y
aliente a los gobiernos y a los organismos de
financiación a proporcionar los recursos
necesarios para realizar las actividades prioritarias de la COI, comprendidas aquellas
que atañen al fortalecimiento de capacidades
de los países en desarrollo en el ámbito de
las ciencias oceánicas.
2.1 La gestión del medio ambiente costero. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.2 La protección del litoral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
3 – Protección del medio marino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
3.1 La salud de los océanos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
4 – Aprovechamiento sostenible y conservación de los recursos
biológicos marinos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
4.1 Un enfoque más amplio de la gestión de pesquerías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
4.2 La contención de las floraciones de algas nocivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
4.3 La vigilancia de los arrecifes coralinos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
5 – Adquisición de conocimientos e información para el pronóstico
y la gestión de los cambios del medio marino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
5.1 El océano y el calentamiento del planeta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
5.2 El océano y el cambio climático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
5.2.1 Un experimento en gran escala para estudiar la circulación oceánica . . . . . . . . . . . 16
5.2.2 Elevación del nivel del mar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
5.3 El océano y las variaciones meteorológicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
5.3.1 El Niño y otros fenómenos análogos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
5.4 Las observaciones del océano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
5.5 Información y datos oceanográficos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
el desarrollo sostenible
2 – Gestión integrada de las zonas costeras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
1 – Introducción a la COI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.1 El contexto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.2 La organización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.3 El futuro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
6 – Fortalecimiento de la cooperación y la coordinación
internacionales y regionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
6.1 Los órganos regionales de la COI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
6.2 La colaboración con la UNESCO y otras organizaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
6.3 La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar
y otros convenios y acuerdos intergubernamentales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
6.4 1998 - El Año Internacional del Océano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
7 – Las fuerzas económicas del océano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
7.1 Los transportes marítimos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
7.2 Las fuentes de energía marinas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
7.3 La cartografía oceánica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
7.4 Las actividades recreativas y el turismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
7.5 Las nuevas industrias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
8 – Responder a las necesidades de los países en desarrollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
9 – Consideraciones finales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Anexo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Índice
7
Introducción a la COI
1.1 – El contexto
El océano mundial representa un condominio
mundial único y un sistema de sustentación de
la vida esencial para la humanidad en el siglo
XXI. Es, paradójicamente, el recurso natural más
abundante del planeta y, a la vez, el más amenazado.
La interacción del océano con la atmósfera, en
escalas de tiempo que van desde unos días
hasta milenios, es un factor determinante capital
de la meteorología, el clima, la calidad del aire y
el suministro de agua dulce mundiales. El océano ofrece el principal modo de transporte de
recursos naturales y bienes manufacturados
entre las naciones, y es vital para la economía y
el comercio.Todavía no conocemos toda la
variedad de sus recursos biológicos y no biológicos.
Tres cuartas partes de la superficie terrestre
corresponden al océano, y una vasta extensión
del mismo que escapa a las jurisdicciones nacionales forma parte del condominio mundial. Pero
la inmensidad misma del océano disimula su vulnerabilidad. Asimismo, el valor de sus beneficios
para la comunidad mundial nos lleva a olvidar
en qué medida debe ser adecuadamente observado y entendido.
Desde 1992 se han registrado importantes
cambios en el régimen político y jurídico de los
océanos. En 1994 entró en vigor la tan esperada Convención de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar. Gran parte de la atención se
centró en la extensión de las jurisdicciones
nacionales que la Convención reconoce a los
Estados ribereños, en desmedro de otros puntos, como los relativos a las responsabilidades
en materia de medio marino, creación de capacidad y cooperación intergubernamental.
En 1995 los gobiernos acordaron un plan mundial de acción, respaldado por los planes nacionales respectivos, para encarar la protección del
medio marino contra los desechos generados
en tierra firme. En el Acuerdo de Washington
se reconocen los problemas de la contaminación provocada por los desechos agrícolas y
vertidos industriales que llegan al océano a través de los ríos o que se descargan directamente en las aguas litorales.
el desarrollo sostenible
1
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
“Los océanos constituyen un condominio mundial y, por ese motivo, requieren por parte de los gobiernos un enfoque integrado.”
Extracto de la Declaración de la COI ante la Comisión
sobre el Desarrollo Sostenible (CDS) en su séptimo
periodo de sesiones
Las Naciones Unidas hicieron de 1998 el Año
Internacional del Océano, promoviendo muchas
actividades a todos los niveles, desde el local
hasta el mundial y desde los programas escolares hasta la acción nacional e importantes iniciativas internacionales e intergubernamentales.
Este impulso llevó a la Asamblea General de las
Naciones Unidas a aceptar una recomendación
de la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible
encaminada a establecer un proceso de consultas oficiosas que diera mayor visibilidad a los
problemas relacionados con el océano en el
nivel supremo de las Naciones Unidas, proceso
que viene funcionando desde 1999. Al mismo
tiempo, el Secretario General exhortó a una
mayor cooperación entre las organizaciones del
sistema de las Naciones Unidas que se ocupan
del océano.
9
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
Toda tarea relativa al océano requiere una
coordinación intergubernamental. La Comisión
Oceanográfica Intergubernamental de la
UNESCO se encuentra en una posición idónea para desempeñar un papel central en
muchas de las necesarias esferas de acción.
1.2 – La organización
La Comisión Oceanográfica Intergubernamental se constituyó en 1960 bajo los auspicios de
la UNESCO a fin de proporcionar a los Estados Miembros de las Naciones Unidas un dispositivo esencial para la cooperación mundial
en el estudio de los océanos y coordinar las
actividades vinculadas a las ciencias del mar de
los organismos del sistema. La COI tiene sus
propios Estatutos, sus Estados Miembros
(actualmente 129), su Consejo Ejecutivo y sus
elecciones. Funciona con un presupuesto anual
de 6 millones de dólares estadounidenses.
Para decirlo llanamente, la COI ayuda a los
gobiernos a resolver sus problemas individuales y colectivos relativos al océano y a las
costas, mediante el intercambio de
conocimientos, información y tecnología y la
coordinación de los programas nacionales. Una
parte esencial de las actividades de la COI
consiste en facilitar y apoyar los esfuerzos realizados por los países en desarrollo para participar de modo eficaz, y en igualdad de condiciones, en los asuntos relativos al mar. La COI
también constituye un centro de enlace para
las demás organizaciones especializadas de las
Naciones Unidas con respecto a las responsabilidades en materia de ciencias y servicios
oceánicos.
1.3 – El futuro
En los diez últimos años los gobiernos del
mundo han formulado principios sobre el
desarrollo sostenible. El aumento de la
población y la creciente necesidad de recursos perdurarán y no menguará la presión
sobre el medio ambiente marino y costero.
10
“La finalidad de la Comisión es fomentar la
cooperación internacional y coordinar programas en la investigación, los servicios y la
creación de capacidad, a fin de conocer mejor
la naturaleza y los recursos del océano y las
zonas costeras y aplicar ese conocimiento para
mejorar la gestión, el desarrollo sostenible, la
protección del medio ambiente marino y el proceso de adopción de decisiones de sus Estados
Miembros.”
Estatutos de la COI, Artículo 2 - Noviembre
de 1999
Se necesitará una acción gubernamental para
encarar los problemas regionales y mundiales. El saber necesario para una gestión atinada de los recursos del mar y la información
indispensable para su ejecución provendrán
principalmente de la sabiduría colectiva de
los gobiernos que trabajen de consuno. Sólo
mediante la intervención de éstos pueden
obtenerse informes exactos y coordinados
sobre el estado del océano y de las aguas
litorales.
Hasta ahora, la COI ha debido hacer frente a
necesidades crecientes, y nada indica que
esta tendencia vaya a invertirse en los próximos diez años. Las observaciones mundiales
del océano propugnadas en el Programa 21
se han realizado y seguirán expandiéndose.
La COI proseguirá su acción para alcanzar
sus objetivos consistentes en promover el
aprovechamiento compartido y el intercambio de datos oceanográficos, ampliar nuestro
conocimiento de los océanos y mejorar la
gestión de las zonas costeras y la calidad del
medio marino. La COI está empeñada en
ampliar la capacidad y la aptitud de todos los
países para participar en estos avances.
Gestión integrada de las zonas costeras
mación así obtenida como base fidedigna para
la gestión cotidiana de las zonas litorales.
En 1997 la COI estableció un programa orientado específicamente a la gestión del medio
ambiente litoral y a las actividades costeras. Esta
iniciativa reflejaba directamente la alta prioridad
atribuida por los gobiernos a los problemas del
litoral, amplificada por las nuevas responsabilidades inherentes a la extensión de las jurisdicciones frente a las costas.
En el ejercicio de su jurisdicción en sus zonas
costeras y en los mares adyacentes, los Estados
ribereños comparten muchos problemas idénticos, tienen las mismas prioridades regionales y
necesitan entender los procesos mundiales
comunes que afectan a su litoral y a su medio
ambiente. El acuerdo intergubernamental de
Washington se refiere al control de la contaminación marina debida a actividades basadas en
tierra firme. Otras problemáticas que deben
encararse son el deterioro del hábitat costero,
la protección de los arrecifes de coral, la vigilancia del estado de salud de las zonas costeras, la
disponibilidad de información y los mecanismos
eficaces de gestión del litoral.
La variedad de los problemas que se plantean
en las zonas litorales vulnerables del mundo es
inmensa. Las actividades realizadas en el marco
de la cooperación deben tener en cuenta, además, la sensibilidad de las jurisdicciones nacionales y la existencia de muchas otras organizaciones regionales e internacionales que cumplen
cometidos específicos. Por consiguiente, el programa de la COI se ha concentrado en crear
las capacidades necesarias para hacer frente a
los problemas que plantean la vigilancia de los
cambios del medio ambiente litoral, el acceso a
la información y su intercambio, la combinación
de las diferentes disciplinas científicas correspondientes y el uso de éstas para elaborar las
modalidades de una gestión sostenible de las
actividades costeras.
Las aguas litorales poco profundas son un elemento importante de la ecología marina: ofrecen alimento y hábitat a gran parte de las
poblaciones de peces de interés comercial y
espacio a la maricultura industrial en expansión.
Las amenazas que gravitan sobre el medio marino se ponen de manifiesto, en primer lugar, en
sus orillas, de modo que la vigilancia de estas
aguas debe ser prioritaria. El sistema de observación del océano administrado por la COI ha
reconocido el valor de las observaciones costeras, tanto por su utilidad parea la detección de
cambios como por la importancia de la infor-
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
2.1 – La gestión del medio ambiente
costero
el desarrollo sostenible
2
2.2 – La protección del litoral
La interacción del océano con el litoral no
siempre es benéfica. En algunas zonas la erosión de las costas es un problema grave; en
otras predomina el problema inverso, esto es,
el de proteger los puertos y los canales navegables contra los efectos de la sedimentación.
La seguridad de la vida y de los bienes amenazados por las marejadas y mareas tormentosas
y por los menos frecuentes pero devastadores
tsunamis es también una preocupación prioritaria en muchas comunidades costeras. Las
Naciones Unidas han patrocinado un decenio
de estudios encaminados a paliar los efectos
de los desastres naturales. La COI ha participado en la previsión y vigilancia de las catástrofes
naturales provocadas por la acción del océano,
debido especialmente al continuo desarrollo
de las zonas litorales vulnerables.
Desde hace largo tiempo la COI realiza con
éxito un programa en la cuenca del Pacífico,
que facilita un plan intergubernamental encami-
11
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
nado a alertar contra los tsunamis y a atenuar
sus consecuencias. Aunque el programa está
centrado en el Pacífico desde hace muchos
años, este hecho no reviste, desde luego, ningún
significado regional particular, al margen de la
propensión de dicha región a los terremotos y,
por consiguiente, a la producción de tsunamis.
3
Protección del medio marino
3.1 – La salud de los océanos
La lucha contra la contaminación de los mares
ha sido una prioridad para la COI desde sus
primeros años. Conjuntamente con otras organizaciones de las Naciones Unidas que se ocupan de problemas relacionados con el océano,
la COI copatrocinó un grupo de expertos a
fin de considerar los conocimientos científicos
necesarios para combatir la contaminación
marina. Este grupo ha publicado un vasto conjunto de documentos de contenido científico,
los más conocidos de los cuales son probablemente los informes de la colección Estado del
Océano. Recientemente ha aparecido el último
de éstos, titulado “Sea of Troubles” (“Un mar
de problemas”).
La COI ha coordinado investigaciones sobre
los contaminantes marinos, organizado talleres
y reuniones de formación y facilitado la transferencia de conocimientos y tecnología relativos a la contaminación del mar.
Se ha avanzado hacia la solución de los problemas que plantea la definición de normas de
referencia para medir los niveles de contaminantes. Se formularon conclusiones sobre las
prioridades para las actividades de observación a fin de comprender y predecir los cambios en la salud de los océanos. Bajo la orientación de eminentes científicos, se establecieron metodologías y técnicas de muestreo.
12
Gran parte de la investigación relativa al movimiento de estas olas es también aplicable a la
propagación de las mareas tormentosas.
Recientemente, otras regiones han pedido a la
COI que preste mayor atención a la previsión
de tsunamis y mareas tormentosas en sus
zonas respectivas.
La mayor parte de la contaminación marina, y
con mucho, es la que proviene de actividades
basadas en tierra firme: este hecho fue reconocido por los gobiernos signatarios del Programa de Acción Mundial para la Protección
del Medio Marino Frente a las Actividades
Realizadas en Tierra, en 1995. La COI contribuyó a esta iniciativa y actualmente ayuda a
acopiar información, en el marco de ese programa, especialmente en materia de nutrientes
y sedimentos.También se está preparando una
serie de evaluaciones regionales del medio
ambiente marino en el marco del Programa
de Acción Mundial, que ha sido recientemente
objeto de un examen intergubernamental.
“La degradación del medio marino puede
deberse a una amplia variedad de fuentes. Las
fuentes terrestres representan el 70% de la
contaminación marina, mientras que las actividades del transporte marítimo y el vertimiento
en el mar representan el 10% cada una. Los
contaminantes que suponen la mayor amenaza
para el medio marino, en orden variable de
importancia y en situaciones nacionales o
regionales diferentes, son los siguientes: las
aguas residuales, los nutrientes, los compuestos
orgánicos sintéticos, los sedimentos, la basura y
los materiales plásticos, los metales, los
radionúclidos, el petróleo y los hidrocarburos
aromáticos policíclicos. Muchas de las sustancias contaminantes que provienen de fuentes
terrestres son de interés particular para el
medio marino puesto que se caracterizan
simultáneamente por la toxicidad, la persistencia y la bioacumulación en la cadena trófica.”
Capítulo 17.18 del Programa 21
4.1 – Un enfoque más amplio
de la gestión de pesquerías
Los operadores pesqueros en general están
haciendo frente a la merma de las poblaciones
de peces de interés comercial. A medida que
disminuyen las reservas de las especies tradicionales, la industria pesquera busca nuevas
especies para explotar. Actualmente las prácticas de gestión se fundan en un enfoque basado
en los ecosistemas, reconociendo así la interdependencia de las especies y la necesidad de
comprender el conjunto del entorno. El programa de la COI relativo a los recursos biológicos es coherente con este enfoque.
En colaboración con otros órganos asesores, la
COI procura determinar de qué manera influye el medio ambiente en la productividad de
las poblaciones de peces de interés comercial y
cómo se pueden detectar los cambios pertinentes. El resultado previsto constituirá un
marco para entender el papel del medio
ambiente en las fluctuaciones de las poblaciones de peces y de qué manera pueden incorporarse en los procesos de gestión las mediciones efectuadas, a nivel tanto regional como
mundial.
Considerando la importancia de los pequeños
peces pelágicos para la economía de muchos
Estados ribereños en desarrollo, la COI ha propuesto albergar un centro de formación y síntesis de datos para examinar las repercusiones
del cambio climático en estas poblaciones de
peces.
A través de una serie de coloquios, conferencias y talleres, un total de 58 países costeros de
África, Asia, América Latina y Europa Oriental
concluyeron acuerdos nacionales e internacionales para seguir planeando y ejecutando pro-
“En el último decenio, la pesca en
la alta mar se ha ampliado considerablemente
y actualmente representa aproximadamente el
5% del total de la pesca en el mundo. En las
disposiciones de la Convención de las Naciones
Unidas sobre el Derecho del Mar relativas a los
recursos vivos de la alta mar se establecen los
derechos y obligaciones de los Estados respecto
de la conservación y el aprovechamiento de
dichos recursos.”
Capítulo 17.44 del Programa 21
yectos relativos a la vigilancia y evaluación de
vastos ecosistemas marinos. El Fondo para el
Medio Ambiente Mundial (FMAM) ha aportado más de 45 millones de dólares para estos
proyectos, y otros 75 millones de dólares están
pendientes. Se recomienda que la Secretaría de
la COI ayude a promover la colaboración
entre los proyectos del FMAM y la investigación marina fundamental en gran escala, ya en
curso o programada, en las mismas regiones.
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
Aprovechamiento sostenible y conservación
de los recursos biológicos marinos
el desarrollo sostenible
4
4.2 – La contención de
las floraciones de algas nocivas
La COI lleva a cabo programas que ayudan a
resolver problemas del litoral importantes
para la pesca costera. Se ha registrado un
sensible aumento de la frecuencia de las floraciones de algas nocivas, entre las cuales las
denominadas “mareas rojas” se deben a la
presencia de grandes cantidades de pequeños vegetales marinos tóxicos que suelen dar
una coloración roja al mar. Estas floraciones
de algas nocivas pueden provocar mortandad de peces y dar toxicidad a los alimentos
de origen marino. El incremento se ha atribuido a varios factores, tales como la elevación de la temperatura de las aguas, el
aumento de la contaminación de las aguas
13
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
14
litorales y el traslado de nuevas especies. La
causa puede ser cualquiera de éstos o el
efecto combinado de todos. A fin de luchar
contra sus consecuencias, la COI ha creado
centros para ayudar a los gobiernos a detectar y predecir estos fenómenos, evitando así
la pérdida de vidas y protegiendo las inversiones. La iniciativa ha merecido muchos elogios entusiastas por su labor de identificación
y vigilancia de las especies tóxicas. Además,
debido al alcance mundial del problema, la
COI se ha asociado con entidades internacionales e intergubernamentales para estudiar la relación de estas floraciones con el
medio ambiente oceánico y la vida marina.
4.3 – La vigilancia de los arrecifes
coralinos
Los arrecifes coralinos constituyen uno de
los hábitats más hermosos y frágiles del
mundo. La preocupación por la salud de
estas maravillas naturales ha ido en aumento
en años recientes, y se ha instaurado un programa para vigilar sus modificaciones. La
amenaza más importante sigue siendo la elevación de la temperatura de la superficie del
mar, que ocasiona la decoloración y la muerte del coral (el llamado efecto de “blanqueo”). En 1998 un informe sobre la situación documentó un blanqueo masivo, especialmente en el Océano Índico y en Asia
Sudoriental y Oriental, con alteraciones muy
importantes de la composición de la vida
marina en muchos arrecifes. Dos años después, la situación seguía deteriorándose, con
una pérdida estimada del 11% de los arrecifes del mundo, y un funcionamiento deficiente del 16% de dicho total. Hay indicios de
que se ha operado cierto restablecimiento
en partes del Océano Índico y de Asia
Oriental, pero probablemente pasarán años
antes de que se sepa si los arrecifes se recuperarán completamente.
La vigilancia continua de las formaciones coralinas es importante, ya que el deterioro de los
arrecifes de coral afecta a las economías locales tanto como a la vida marina. Muchas
comunidades costeras dependen de la salud
del coral para su sustento, a través de actividades tales como la recolección de corales, la
pesca y el turismo. El conocimiento de esas
comunidades humanas y de sus condiciones y
motivaciones sociales y económicas, asociadas
a la explotación de los arrecifes, está cobrando
suma importancia para quienes se ocupan de
la vigilancia de los arrecifes coralinos. En 2000
la red de vigilancia contribuyó a la publicación
de un “Socio-economic Manual for Coral Reef
Management” (“Manual socioeconómico para
la gestión de los arrecifes de coral”), cuya finalidad es ayudar a los administradores de arrecifes a comprender y realizar evaluaciones
socioeconómicas básicas de las comunidades
que dependen de los arrecifes coralinos, completando así la información marina que ya se
está compilando. Se han llevado a cabo en
Asia Meridional y en África Oriental cursos de
formación con ayuda de este manual, y se
están programando otros para el Asia Sudoriental y el Caribe. Gracias al apoyo de organismos de financiación nacionales se ha podido
impartir formación en materia de técnicas de
vigilancia socioeconómica y se han creado
varios sitios de demostración. Se está fomentando la cooperación regional para responder
a los problemas comunes.
5.1 – El océano y el calentamiento
del planeta
El océano desempeña un papel capital en la
configuración del clima de la Tierra. Entre otras
cosas, almacena el carbono, un elemento esencial para la vida que es también un factor importante del calentamiento de la atmósfera. Ciertas
actividades humanas, como la combustión de
petróleo y de gas o la conversión de bosques en
tierras de cultivo, vuelcan cada año en la atmósfera entre 6 y 7 mil millones de toneladas de
carbono en forma de dióxido de carbono. El
aumento en la atmósfera del dióxido de carbono y de cantidades menores de otros gases contribuye al “efecto invernadero”, que impide que
el calor se escape al espacio. Sólo la mitad del
carbono emitido, aproximadamente, permanece
en la atmósfera: el resto va a parar al océano o
a las plantas y al suelo en tierra firme. Pero el
contenido de dióxido de carbono del océano es
unas 50 veces superior al que se encuentra en
el aire o en tierra firme. Es importante saber
qué ocurre con el carbono en el océano. ¿Seguirá éste absorbiendo el exceso de dióxido de
carbono atmosférico, o bien su capacidad de
absorción tiene un límite?
Para averiguar lo que ocurre con el carbono en
el océano se acometió un importante esfuerzo
de investigación por un periodo de diez años,
con la participación de muchos países. La COI
fue una de las organizaciones que contribuyeron al necesario esfuerzo de acopio de información y de investigación en gran escala. El
océano almacena la mayor parte del carbono
en las aguas profundas y en los sedimentos de
los fondos marinos. El modo en que es eliminado de la superficie y la rapidez de este proceso
tienen efectos importantes para la atmósfera.
“El medio marino es vulnerable y sensible al
cambio climático y a los cambios atmosféricos.
El aprovechamiento y el desarrollo racionales de
las zonas costeras, de todos los mares y de los
recursos marinos, así como la conservación del
medio marino, exigen la capacidad de determinar el estado actual de esos sistemas y pronosticar sus condiciones futuras. El alto grado de
incertidumbre en la información actual dificulta
la ordenación eficaz y limita la capacidad de
efectuar pronósticos y evaluar los cambios ambientales. Será necesaria la reunión sistemática de
datos sobre parámetros del medio marino a fin
de aplicar enfoques de ordenación integrados y
prever los efectos del cambio climático mundial
y de fenómenos atmosféricos, como el agotamiento del ozono, sobre los recursos marinos
vivos y el medio marino. Para determinar la función de los océanos y de todos los mares en los
sistemas mundiales y para prever los cambios
naturales y provocados por el ser humano en los
medios marino y costero, es preciso reestructurar
y reforzar considerablemente los mecanismos de
reunión, síntesis y difusión de la información
derivada de las actividades de investigación y de
observación sistemática.”
Capítulo 17.96 del Programa 21
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
Adquisición de conocimientos e información
para el pronóstico y la gestión de los cambios del medio marino
el desarrollo sostenible
5
Una de las vías es el proceso que los científicos
llaman “el bombeo biológico”. Los pequeños
vegetales que viven en la superficie del océano
emplean el dióxido de carbono para crecer, y
los organismos que se alimentan de ellos producen partículas al morir o en sus excreciones.
Durante el descenso de estos materiales al
fondo del océano, pueden ser absorbidos o
descompuestos por las bacterias en la zona de
aguas profundas.
15
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
Gracias a esos esfuerzos, tenemos hoy una
idea mucho más clara de la contribución del
océano a los procesos vinculados al calentamiento de la atmósfera. Sabemos que para
entender los procesos generales es preciso
recurrir a un conjunto de disciplinas científicas:
geología, química, biología y física. Científicos de
diversos países han aportado su colaboración
mediante cruceros, boyas fijas, sensores de
satélites y laboratorios de investigación para
resolver los problemas planteados. Hemos
aprendido que menos del 1% del carbono
absorbido por las plantas en la superficie del
mar es finalmente arrastrado hasta los sedimentos en el fondo del mar. También conocemos las causas de los cambios espectaculares
que afectan a la productividad de las aguas
oceánicas superficiales y el papel de los
nutrientes y microelementos que sustentan
este crecimiento.
Una de las metas de este programa decenal
de investigaciones era aprovechar el conocimiento adquirido en los estudios sobre el
terreno para elaborar modelos informáticos
que permitieran predecir los cambios futuros
con gran antelación. Los modelos extienden
la aplicación de la información a escalas temporales y espaciales mucho más vastas que las
que pueden alcanzarse con mediciones reales.
El próximo reto que deberán enfrentar los
gobiernos consiste en utilizar el conocimiento
adquirido para fomentar políticas racionales
encaminadas a proteger el medio ambiente y
disponer de recursos humanos de modo
duradero.
5.2 – El océano y el cambio climático
La COI lleva más de diez años participando en
estudios relacionados con el clima. Los programas abarcan desde la reducción de las incertidumbres científicas en cuanto a la medición y
comprensión de los cambios del océano a
largo plazo, hasta el análisis de sedimentos oceánicos para dilucidar el origen y la historia de
alteraciones similares ocurridas en el pasado.
La investigación estratégica sobre las repercu-
16
siones de esos cambios en el océano y su ecosistema produce resultados de uso más inmediato para la atenuación y prevención de los
efectos nocivos. La función del océano en el
clima mundial no es pasiva y el cambio climático sólo se conocerá cabalmente cuando dicha
función se haya definido. La COI coopera con
gobiernos y otras organizaciones de las Naciones Unidas en el marco de acuerdos intergubernamentales, como la Convención Marco
sobre el Cambio Climático.
5.2.1 Un experimento en gran escala para
estudiar la circulación oceánica
Durante muchos años el estudio de la función
de los océanos en el cambio climático ha sido
prioritario para la COI. Ésta se ha asociado a
la Organización Meteorológica Mundial y a
otras entidades para patrocinar un programa
mundial de investigaciones sobre el clima y,
por supuesto, ha prestado especial atención a
los estudios del océano relacionados con el
clima. Aunque no posee una flota propia de
investigaciones, la Comisión puede facilitar los
esfuerzos de sus Estados Miembros a través
de programas mundiales coordinados encaminados a objetivos comunes. Uno de estos programas cooperativos fue la mayor empresa de
investigación oceanográfica de la Historia. La
fase del acopio de datos se extendió desde
1987 hasta 1997. Su objetivo era entender la
circulación del océano mundial. El acopio de
toda la información necesaria movilizó los
esfuerzos combinados de buques de investigación, boyas fijas y a la deriva, satélites y numerosos laboratorios de investigación y de análisis de unos 30 países. Durante este proceso, el
océano fue surcado en todas direcciones por
buques de investigación que seguían itinerarios
predeterminados para obtener la máxima cantidad posible de información acerca de las
corrientes oceánicas. Una oficina internacional
de proyecto coordinó las investigaciones y la
circulación de los datos. Actualmente, los científicos están abordando la fase siguiente, que
consiste en analizar los datos y elaborar
modelos informáticos para explicar los resultados.
La búsqueda de respuestas relativas a las interacciones entre la atmósfera y el océano no se circunscribe al clima. Prolongando este programa
de gran envergadura, la COI y sus copartícipes
están preparando una investigación más detallada sobre las relaciones entre el océano y las
variaciones meteorológicas, con objeto de elaborar pronósticos meteorológicos a largo plazo
mucho más exactos. Sus resultados tendrán gran
valor económico para la agricultura, la silvicultura, las industrias vinculadas a los recursos biológicos y no biológicos y los gobiernos. La elaboración de pronósticos fiables vinculados a los océanos requerirá una red de observaciones sistemáticas tanto de la superficie del océano como
de sus profundidades. Se están instalando actualmente flotadores automatizados que se desplazarán a lo largo de las corrientes oceánicas,
registrando observaciones y elevándose periódi-
A medida que se vayan adquiriendo nuevos
conocimientos sobre la función del océano en el
pronóstico meteorológico y climático, habría que
integrar automáticamente los resultados en las
redes y modelos de pronóstico y previsión
regionales y mundiales. Evidentemente, la COI
tiene un papel importante que desempeñar en
este proceso, en colaboración con la comunidad
meteorológica.
5.3.1 El Niño y fenómenos análogos
En el decenio pasado, el término El Niño adquirió vasta difusión, por estar asociado a oscilaciones espectaculares de las pautas meteorológicas regionales, que afectaban tanto a la
economía como a la vida y la salud de
numerosas personas en el mundo. Las manifestaciones de El Niño son resultado directo de la
interacción entre la atmósfera y el océano en la
zona tropical del Pacífico. Durante muchos años,
los gobiernos cooperaron en programas destinados a entender y predecir estos fenómenos. Los
Estados Miembros contribuyen actualmente a
una red operacional de estaciones de vigilancia
que reemplaza al sistema de observación e
investigación inicial. El sistema de vigilancia forma
parte del programa mundial de observación
establecido por la COI. En adelante, gracias a las
observaciones y al análisis de los datos, los gobiernos recibirán avisos de las próximas manifestaciones de El Niño varios meses antes de
que se produzcan los cambios meteorológicos.
Las autoridades pueden aprovechar dicha información para tomar medidas encaminadas a
paliar las consecuencias de posibles sequías,
inundaciones y otras condiciones climáticas
extremas en la agricultura, el uso del agua, la
gestión de las pesquerías y muchas otras activi-
el desarrollo sostenible
5.3 – El océano y las variaciones
meteorológicas
camente a la superficie para transmitir la información por satélite a centros receptores. En los
próximos años se prevé que se contará con
3.000 boyas de ese tipo, instaladas por los Estados Miembros de la COI que cooperan en esta
actividad. El volumen de datos oceánicos que
aporten permitirá a los científicos elaborar
modelos informatizados del océano mundial
imposibles de realizar anteriormente.
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
5.2.2 Elevación del nivel del mar
Una consecuencia grave del calentamiento de la
atmósfera es la amenaza de que se eleve el nivel
del mar debido a la expansión térmica del agua
y a la fusión de los glaciares. Aunque la cuantía
de esta elevación del nivel en los próximos 100
años sigue siendo objeto de debate, una elevación del nivel del mar de sólo un metro podría
constituir una amenaza para la existencia de
algunos pequeños países insulares o los habitantes de zonas litorales bajas. Las mediciones de
las variaciones del nivel del mar, en relación
tanto con las mareas altas y bajas como con su
elevación gradual a lo largo de decenios, reviste
vital importancia para el sector del transporte
marítimo y para los ingenieros especializados en
zonas costeras. La COI coordina un sistema de
redes internacionales que informa sobre los
niveles del mar regionales y mundiales. Además
de sus actividades de tratamiento de datos procedentes de observaciones y archivos, el programa brinda cursos de formación, elabora la metodología y difunde los progresos tecnológicos
para mejorar la disponibilidad universal de esta
importante información.
17
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
dades dependientes de la meteorología y del
clima. También se están instalando boyas fijas en
otros océanos, para complementar las observaciones efectuadas por satélites, buques de
investigación y otros sensores. El funcionamiento de estos sistemas de alerta es oneroso, y
varios países han propuesto participar en su
financiación. El programa intergubernamental
permite que los resultados de la contribución
de cada gobierno sean compartidos por todos
y la cooperación intergubernamental también
facilita la respuesta a los problemas de acceso y
funcionamiento. Por ejemplo, pese a los beneficios que este programa aporta en general al
mundo, el vandalismo y el robo del material
instalado en las boyas siguen constituyendo un
serio problema.
Los científicos saben que otras importantes
interacciones entre el océano y la atmósfera,
como El Niño, afectan a las pautas atmosféricas
mundiales, por lo que es preciso estudiarlas. El
océano constituye la mayor reserva de calor
para la atmósfera, y resulta imposible hacer
pronósticos meteorológicos a largo plazo si no
se lo toma en cuenta en los modelos predictivos. La COI ha creado con la Organización
Meteorológica Mundial una Comisión Técnica
Mixta que apoya programas científicos multidisciplinarios y de observación a fin de estudiar las
funciones respectivas del océano y la atmósfera.
Una vez que se hayan estudiado y entendido
tales procesos, el pronóstico estacional de cambios extremos de la temperatura, de inundaciones y de sequías podrá llegar a ser rutinario.
5.4 – Las observaciones del océano
Pocos programas han atraído tanta atención
como el establecimiento de un sistema mundial
de observación del océano. La COI ha asignado
alta prioridad a este programa debido a la multiplicidad de sus aplicaciones, con respecto no
sólo al clima, como se indica en la sección anterior, sino también a los recursos biológicos, a la
salud del océano y a la gestión de las zonas costeras. Ha tenido éxito en la COI por depender
de la cooperación intergubernamental, y también
18
a causa de la evidente necesidad de contar con
un sistema semejante para abarcar todos los
aspectos de las ciencias del mar y los servicios
oceánicos. El sistema, cuya importancia se reconoció en Río de Janeiro en 1992, ha progresado
considerablemente. En los últimos diez años
equipos multidisciplinarios de expertos se han
dedicado a determinar los tipos de datos que se
necesitan en el plano mundial, y a elaborar las
correspondientes estrategias de muestreo y
metodologías de acopio. Se ha logrado un notable consenso científico que imparte orientación
al programa de observaciones en relación con el
cambio climático y la contaminación del mar. La
ejecución de esas actividades ha comenzado. Se
están realizando estudios similares para atender
las necesidades de información vinculadas a la
gestión de las zonas costeras y a los recursos
biológicos.
Se admite que el establecimiento de un sistema
verdaderamente mundial requerirá muchos años.
Se ha proyectado que el sistema se base en las
capacidades y redes existentes y se extienda a
regiones en las que puedan determinarse y atenderse prioridades específicas. Países situados en
zonas de mares marginales del mundo han
adoptado ya sistemas regionales de observación
para responder a necesidades y prioridades
regionales. La COI ha contratado a economistas
para que brinden asesoramiento sobre los costos y beneficios de diversas actividades de acopio de datos a fin de poner de manifiesto la utilidad de esos sistemas. El programa mundial cooperará con esas iniciativas regionales y con los
gobiernos de distintos países para investigar tecnologías y metodologías y mejorar la eficacia y el
rendimiento de los sistemas de medición y vigilancia del océano. Los programas contribuirán a
crear capacidades y competencias en los países
en desarrollo para que éstos puedan contribuir
al sistema y, a la vez, beneficiarse de él. Los
mayores progresos y los beneficios más importantes pertenecen todavía al porvenir. Se requerirán esfuerzos especiales a fin de reunir observaciones de zonas remotas, como los océanos
polares, esenciales para comprender cabalmente
el sistema mundial.
el desarrollo sostenible
A menudo resulta difícil separar el cometido de
la COI relativo al estudio de la superficie del
océano de la tarea que incumbe a los meteorólogos con respecto a la meteorología marina. La
COI y la Organización Meteorológica Mundial
coordinan sus actividades en este sector desde
hace muchos años, pero recientemente han
decidido reforzar notablemente esta cooperación mediante la creación de una Comisión Técnica Mixta. Ésta combinará la pericia adquirida a
través de largos años por los servicios meteorológicos en el suministro de pronósticos actualizados a corto plazo con el conocimiento y la
información procedentes de fuentes oceánicas,
lo que permitirá mejorar la precisión y la amplitud de las previsiones.
Las propias observaciones del océano están
evolucionando, pasando de las tradicionales y
laboriosas mediciones efectuadas por los buques
de investigación al acopio continuo de datos por
instrumental automático. Hasta ahora los datos
recogidos en la superficie del mar y en las capas
inferiores eran insuficientes para poder construir
modelos informáticos capaces de dar una imagen precisa y continua de lo que ocurre. Se ha
emprendido un nuevo y audaz proyecto que
consistirá en instalar 3.000 flotadores, los cuales
circularán continuamente por las profundidades
oceánicas, regresando periódicamente a la superficie para enviar vía satélite los datos obtenidos a
un centro receptor. Este proyecto demostrará la
factibilidad del pronóstico de los procesos oceánicos. En el futuro existirán servicios de información oceánica suministrados al instante sobre la
base de datos obtenidos por observaciones de
todo tipo, ya provengan éstas de buques de
investigación, de boyas automáticas fijas o a la
deriva, de satélites o de cualquier otra fuente.
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
El medio ambiente mundial es un continuo, y
como tal hay que enfocarlo. Un programa mundial de vigilancia de los océanos no puede funcionar satisfactoriamente de manera aislada o
independientemente de programas análogos que
observan otros aspectos del medio ambiente. El
sistema de observación del océano está coordinado con otros sistemas de observación establecidos por otras instituciones y organizaciones. Es
el componente oceánico del sistema de observación del clima organizado por la Organización
Meteorológica Mundial y, como tal, ocupa un
lugar eminente en las negociaciones intergubernamentales acerca del cambio climático y de las
emisiones de gases con efecto invernadero. Conjuntamente con los demás sistemas mundiales de
observación de la Tierra y la atmósfera, la COI
patrocina grupos mixtos de expertos encargados de la gestión de los datos y el uso de la
información transmitida por satélites. Reconociendo la contribución creciente de los satélites
de observación de la Tierra a la vigilancia del
océano, la COI ha concluido un acuerdo de
colaboración con un comité formado por entidades y organizaciones que explotan vehículos
espaciales. El océano ha sido uno de los temas
estudiados por dicho comité, que coordina y
programa el uso de los satélites para la observación de la Tierra, a fin de asegurar la utilidad y
continuidad de las futuras misiones.
5.5 – Información y datos
oceanográficos
Una de las primeras actividades de la COI fue el
programa establecido hace 40 años para facilitar
el intercambio de datos oceanográficos y responder a las necesidades en materia de gestión
de datos. El sistema de datos resultante constituye una red mundial de centros nacionales de
datos oceanográficos, algunos de los cuales funcionan como centros regionales o mundiales
para la realización de tareas específicas. Los
representantes que asisten a las reuniones de
programación de datos son habitualmente directores o expertos de dichos centros nacionales,
lo cual da un contenido concreto a las deliberaciones y garantiza la ejecución de las decisiones
tomadas. Estos centros son ya casi 70, cifra que
representa una elevada proporción del número
total de Estados Miembros activos de la COI.
Gracias a este sistema, es posible acceder en
todo el mundo a millones de medidas y observaciones del océano, y la COI se ha encargado
de la elaboración de la mayoría de los formatos
y normas internacionales requeridos para facilitar
19
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
su intercambio y utilización. Hay una gran
demanda de asistencia técnica para la gestión
de datos oceanográficos y los servicios de
información marina, pues la mayoría de las
cuestiones de ordenación y política relativas al
océano se basan en la disponibilidad de datos
adecuados. Un objetivo fundamental de la COI
es el intercambio completo y abierto de una
amplia gama de conjuntos de datos para los
programas oceánicos, en beneficio de todos
los países. Un grupo de trabajo intergubernamental está elaborando una nueva serie de
principios y una política para el intercambio de
datos oceanográficos que puedan ser adoptados por todos los Estados Miembros.
La comprensión de los cambios pasados del
océano es esencial para prever lo que va a
suceder en el futuro. Los científicos necesitan
acceder a los datos compilados en años anteriores, pero muchas de esas antiguas y valiosas
colecciones de datos están consignadas en
registros de papel y yacen olvidadas en anaqueles de oficinas. La COI ha iniciado un programa destinado a recuperar archivos perdidos
o traspapelados, que ha provocado un aumento impresionante del número de perfiles de
datos disponibles.
Inicialmente, el programa de datos de la COI
estaba destinado a tratar datos oceanográficos
archivados. En los primeros tiempos de la oceanografía, todos los datos se compilaban
manualmente y se llevaban al laboratorio para
calibrarlos y controlar su calidad antes de que
fueran considerados disponibles para el intercambio. Esto significa que los datos manejados
por el sistema podían datar de muchos años
antes. La COI estableció un nuevo programa
para responder a la creciente demanda de
datos transmitidos inmediatamente después de
obtenidos, o en un plazo relativamente breve.
A lo largo de los años, ha disminuido la distinción entre los datos “en tiempo real” y los
archivados. A la larga, la gestión integral de los
datos, desde la observación hasta el archivo y
la utilización, pasando por el control de su cali-
20
dad, será la norma para todos los tipos de
datos. Actualmente esto es ya una realidad
para las mediciones de la temperatura y la salinidad del océano, y a través del sistema de la
COI estas series de datos continuamente revisadas están a disposición de los científicos y de
las instituciones de todo el mundo.
El programa ha reconocido la emergencia de
la nueva era de la información. Actualmente,
muchos centros de datos oceanográficos usan
Internet para brindar acceso directo a sus
acervos de datos e información. Además de
estas bibliotecas electrónicas, la COI ha elaborado o apoyado varios instrumentos modernos de información, por ejemplo: un sitio Web
y un repertorio electrónico mundial que ofrece información sobre miles de profesionales
del mar y del agua dulce, un sistema que
orienta a los usuarios hacia el lugar donde
pueden encontrar los datos que buscan y un
inventario exhaustivo de miles de sitios Web
relacionados con el océano. El objetivo es
mantener el sistema de datos de la COI como
la autoridad mundial en materia de normas
relativas a los datos oceanográficos y acompañar los progresos de la era de la información.
En el programa de intercambio de datos se ha
prestado siempre gran atención a las actividades de creación y aumento de capacidades. En
África, por ejemplo, gracias a la colaboración
entre los gobiernos y entidades donantes se
han podido establecer redes de centros y de
intercambio de datos e información sobre el
océano en 20 países. Estos centros pueden
luego contribuir, a nivel nacional, a suministrar
valiosos datos y servicios de información a los
gobiernos, a las empresas o al público en
general.
6.1 – Los órganos regionales de la
COI
Los órganos regionales cumplen una doble función: facilitar la participación de los Estados
Miembros de cada región en los programas
mundiales de la COI y atender las prioridades
programáticas regionales de los Estados Miembros. La COI tiene seis órganos regionales principales, que asumen responsabilidades en materia de programas regionales en las zonas geográficas del Pacífico Occidental, el Caribe, el
Océano Índico Central, el Océano Índico Occidental, el Atlántico Oriental y el Mar Negro.
Además, la COI lleva a cabo programas específicos o fomenta iniciativas en otras regiones: el
Pacífico Sudoriental, el Atlántico Sudoccidental,
el Mediterráneo, el Mar Rojo/Golfo de Adén y
el Mar Caspio. El mantenimiento de estos programas regionales ha insumido una parte sustancial de los recursos de la COI.
La ejecución de los programas de la COI gracias a los esfuerzos colectivos de sus Estados
Miembros ha sido siempre un tema central para
la Comisión. Una idea complementaria a este
respecto ha sido que el enfoque regional permite un uso más eficaz y más rentable de los fondos. Este doble enfoque continuará, aunque las
ventajas de disponer de una oficina regional
suelen ser invalidadas por dificultades financieras
y las demandas adicionales impuestas a la secretaría central. La COI estudiará los modos de
conseguir apoyo adicional para definir y mejorar
los programas regionales y sus beneficios.
Una parte sustancial de las actividades de creación y aumento de capacidades se realiza en
las regiones. La COI está obrando para articular las necesidades colectivas de los Estados
Miembros de cada región de modo que las
“Se reconoce que el papel de la cooperación
internacional es apoyar y complementar las
actividades nacionales. La ejecución de las
estrategias y actividades de las áreas de programas relativas a las zonas marinas y las zonas
costeras y a los mares requiere disposiciones
institucionales eficaces en los planos nacional,
subregional, regional y mundial, según proceda.”
Capítulo 17.115 del Programa 21
prioridades se ajusten a las necesidades regionales reales. Hay actualmente en varias regiones suficiente capacidad local para determinar
las prioridades, los programas y los proyectos.
Cabe esperar que, con esta orientación y con
la cooperación mutua entre los países de las
distintas regiones, las entidades donantes aporten recursos más cuantiosos a las ciencias del
mar.
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
Fortalecimiento de la cooperación y la
coordinación internacionales y regionales
el desarrollo sostenible
6
Para muchas actividades regionales la necesidad
básica es compartir conocimientos e información fiables, en los cuales pueda apoyarse la
toma de decisiones. La COI proporcionará asistencia en materia de ciencias e información
marinas en apoyo de otros acuerdos regionales
tales como los convenios, protocolos y programas asociados a los planes de acción sobre los
mares regionales del Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente.
6.2 – La colaboración con la
UNESCO y otras organizaciones
Entre las más estrechas relaciones entabladas
por la COI figuran las que mantiene con las
demás actividades científicas de la UNESCO,
que incluyen programas de geología, hidrología,
ecología y ciencias sociales. Estos programas de
la UNESCO y la COI han cooperado en iniciati-
21
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
22
vas conjuntas pluridisciplinarias y orientadas
hacia la solución de problemas. El Presidente de
la COI y los Presidentes de los demás programas científicos se reúnen actualmente cada seis
meses para elaborar una declaración conjunta
que se presenta a la Conferencia General de la
UNESCO. La declaración brinda a los programas una ocasión propicia para pasar revista
colectivamente a la situación de las ciencias en
la UNESCO y para proponer actividades a los
Estados Miembros de la UNESCO. La última
declaración indujo a la UNESCO a escoger el
desarrollo sostenible como tema unificador.
La COI ha sido designada punto de convergencia de varios acuerdos de cooperación relativos
a los océanos. Se encarga de la secretaría de un
comité interinstitucional sobre programas científicos vinculados a la oceanografía. Se trata de un
acuerdo de cooperación que existe desde hace
mucho tiempo y que ha languidecido en estos
últimos años, pero tiene la posibilidad de incrementar la interacción entre los diferentes elementos de las Naciones Unidas que se ocupan
de actividades relacionadas con el océano. Se ha
encomendado a un subcomité interinstitucional
sobre los océanos y las zonas costeras, en el que
la COI cumple las funciones, a la vez, de la secretaría y de la presidencia, la tarea de coordinar
las actividades oceánicas emprendidas con arreglo al Programa 21 y de informar a la Comisión
sobre el Desarrollo Sostenible de las Naciones
Unidas acerca de las actividades de seguimiento.
Esta función aporta notoriedad y responsabilidad
a la COI, y conlleva una pesada carga de trabajo.
Sus responsabilidades guardan relación con la
labor de la Asamblea General de las Naciones
Unidas y el nuevo proceso de consultas oficiosas
acerca de los océanos, así como con la Cumbre
Mundial de 2002 sobre el Desarrollo Sostenible.
La COI tiene un papel efectivo que desempeñar
con vistas al objetivo declarado de la Asamblea
General que consiste en lograr una coordinación
entre las organizaciones de las Naciones Unidas
que se ocupan de asuntos vinculados al océano,
y especialmente con respecto a su conocimiento
científico y a su observación.
Las relaciones de colaboración son esenciales
para la labor de la COI. Son un modo eficaz de
evitar la duplicación innecesaria de tareas y de
aumentar la capacidad de la Comisión. Los
numerosos organismos especializados de las
Naciones Unidas que se ocupan del océano
colaboran obviamente en los programas conjuntos, pero también participan en acuerdos de
cooperación otras organizaciones nacionales,
regionales e internacionales. Las modalidades de
los acuerdos son sumamente variables: pueden
incluir órganos asesores mixtos, organismos
coordinadores bilaterales y multilaterales, memorandos de acuerdo, organismos interinstitucionales, arreglos entre organismos, patrocinios
conjuntos y programas de cooperación, así
como responsabilidades técnicas en virtud de la
Convención de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar.
La COI ha suscrito memorandos de acuerdo
con muchas organizaciones no gubernamentales
que se ocupan de los océanos. Éstos pueden
referirse a actividades de cooperación en
proyectos individuales, en programas breves o
prolongados o en una cooperación permanente
en materia de asesoramiento y mutua colaboración. De ser necesario, también se concluyen
acuerdos con institutos de investigación, laboratorios o incluso dependencias y organismos
gubernamentales, toda vez que tales arreglos
sean provechosos tanto para el programa de la
COI como para los demás interesados. Desde
luego, cada acuerdo de cooperación requiere
cierto nivel de apoyo por parte de la Secretaría.
6.3 – La Convención de las Naciones
Unidas sobre el Derecho del Mar y
otros convenios y acuerdos
intergubernamentales
Las negociaciones intergubernamentales sólo
pueden alcanzar resultados positivos cuando las
partes interesadas comparten y aceptan una
interpretación básica del tema en cuestión. Una
vez que se ha llegado a un acuerdo, seguirá
manifestándose la necesidad de conocimientos
Además de la Convención sobre el Derecho
del Mar, muchos otros convenios atribuyen a la
COI responsabilidades en materia de conocimientos e información oceanográficos. Por
ejemplo, la COI tiene una función que cumplir
en la medición y descripción del cambio climático en virtud de la Convención Marco sobre el
Cambio Climático y también en las negociaciones acerca de los créditos fiscales vinculados al
carbono, si se ha de considerar en el futuro al
océano como sumidero de dióxido de carbono.
El Convenio sobre la Diversidad Biológica es
otro importante acuerdo destinado a conservar
Los acuerdos regionales y mundiales.Todos ellos
requieren cierto grado de conocimiento científico, datos e información sobre el mar relativos al
océano se cuentan por centenares y, por lo
tanto, interesan a la COI.
6.4 – 1998 - El Año Internacional
del Océano
El Año Internacional brindó al mundo una ocasión para considerar y celebrar el océano y
todo lo que significa éste para nuestra existencia, nuestra vida cotidiana, nuestra actividad
política y económica y nuestra cultura. Todos
estos aspectos se abordaron durante el Año, y
la COI ha protagonizado muchas actividades
nacionales, internacionales e intergubernamentales. Los representantes de los gobiernos de
más de ochenta países firmaron una Carta del
Océano ratificada por la COI, que reconoce la
importancia del océano y la necesidad de una
acción concertada para resolver sus proble-
el desarrollo sostenible
En 1994 entró en vigor la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, en
cuyos artículos se reconoce a la COI como una
“organización internacional competente”. Aunque el texto negociado existe desde hace
muchos años, las responsabilidades atribuidas
explícita o implícitamente a la COI son una
novedad y siguen siendo objeto de debate en
sus órganos rectores. Los artículos de la Convención se refieren de modo muy general a la
pesca, la navegación, la explotación minera de
los fondos marinos y otras actividades y responsabilidades para los países que la hayan ratificado, y proveen el marco dentro del cual se elaborarán, de ser necesario, convenios y protocolos más detallados. Atañen particularmente a la
COI los artículos referentes a la contaminación
del medio marino, el fortalecimiento de capacidades y la investigación científica marina en las
zonas económicas exclusivas de los Estados
ribereños, de conformidad con la Convención.
el patrimonio genético del planeta. Se ha postulado que la mayoría de las especies existentes
en el mundo son especies marinas. La verdad es
que nuestros conocimientos, sobre todo los
que se refieren a las grandes profundidades del
océano, son insuficientes para justificar esta
apreciación. Ciertamente, las profundidades
oceánicas están revelando la existencia de especies vivas desconocidas hasta hace pocos decenios. La COI está cooperando en un proyecto
de inventario de las especies marinas.
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
y de información, dado que los acuerdos y convenios incluyen normalmente cláusulas relativas
a la evaluación de las actividades subsiguientes y
procedimientos para la resolución de litigios en
caso de producirse una infracción real o
supuesta.Tratándose de los océanos internacionales, los acuerdos y convenios intergubernamentales son particularmente necesarios y
resulta esencial la correspondiente disponibilidad de conocimientos e información básicos.
“Las Naciones Unidas declararon 1998 Año
Internacional del Océano para celebrar a esa
fuente de vida y civilización. Pero el Año Internacional brinda también la oportunidad de recordar la necesidad de proteger este tan inapreciable recurso y de afirmar nuestro compromiso
para con los derechos de las generaciones
futuras, en beneficio de las cuales custodiamos
nuestro planeta y sus océanos, que son el
sustento de la vida.”
Federico Mayor, Director General de la
UNESCO (1987-1999)
23
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
mas. Estos principios recibieron al año siguiente el apoyo adicional de una resolución de los
países miembros de la Francofonía, reunidos
en Nueva York. Se elaboró una versión personalizada de la Carta, “Mi Carta del Océano”,
en más de 20 lenguas, que fue firmada por
millones de ciudadanos del mundo entero.
El Año Internacional dio lugar también a
importantes declaraciones sobre los océanos,
tanto de organismos intergubernamentales
como de reuniones internacionales de alto
nivel. Dichas declaraciones ayudaron a promover la decisión tomada por la Asamblea General de las Naciones Unidas con respecto a
7
Pese a las publicaciones, manifestaciones juveniles y comunitarias, conferencias, la exposición
oceánica “Expo 98” y todas las numerosas
actividades realizadas en 1998, es importante
reconocer que el Año Internacional fue sólo
un primer paso. La COI reconoce que el
impulso y el interés que se manifestaron
durante dicho Año deben ser alimentados e
intensificados en escuelas, comunidades y círculos gubernamentales para alcanzar los objetivos fijados con respecto al océano.
Las fuerzas económicas del océano
Todas las actividades de las zonas marinas saldrán beneficiadas si se basan en conocimientos
e información oceanográficos adecuados. Por
ejemplo, mejorarán la gestión y el rendimiento,
las leyes y reglamentaciones estarán fundamentadas, aumentarán la seguridad y la eficiencia, se
protegerá mejor el medio ambiente y el aprovechamiento de los recursos será sostenible. La
COI contribuye directa e indirectamente a que
se logren estos avances.
7.1 – Los transportes marítimos
Un 90% del comercio mundial circula por vía
marítima. La flota mercante mundial consta de
más de 85.000 naves, y el valor de los intercambios y del transporte por vía marítima es
superior a 155.000 millones de dólares estadounidenses anuales. El comercio marítimo
está en expansión, y requiere cargueros más
veloces y más eficientes. En la zona litoral hay
una demanda de transportes de corta distancia más numerosos y más rápidos, tanto para
vehículos como para pasajeros, a más de la
demanda correlativa de puertos. El uso creciente del océano para los transportes, la
construcción de naves más grandes y más
24
nuevas consultas y debates acerca de los asuntos oceánicos.
veloces, la mayor competitividad y el margen
de tolerancia nulo para los efectos nocivos
para el medio ambiente imponen enormes
exigencias al sistema de transporte marítimo
con miras a mejorar su eficiencia, sin dejar de
mantener o de mejorar sus márgenes de seguridad.
El transporte no es inocuo para el medio
ambiente: los puertos marítimos están situados
en la interfaz entre la tierra firme y el mar y se
encuentran en contacto con importantes hábitats, que son componentes estratégicos del
medio ambiente natural: los fondos marinos,
los estuarios, los lodazales y los humedales.
Los asuntos relativos a las emisiones, la descarga de aguas de sentina y de lavado de los tanques, las especies exóticas presentes en el
agua de lastre y otros problemas ambientales
deben ser objeto de acuerdos entre los
gobiernos, basados en actividades científicas y
de vigilancia sistemática. Las actividades de la
COI contribuyen directa e indirectamente a
resolver estos problemas.
Aun al margen del aprovechamiento de los
yacimientos submarinos de hidrocarburos, el
océano figura en lugar prominente en las
políticas energéticas. En cuanto a la energía
renovable, seguirá avanzando lentamente la
explotación de otras fuentes de energía
oceánicas. Otros aspectos conexos de la
energía incluyen la capacidad del océano
como sumidero del dióxido de carbono excedentario, o la posibilidad de incrementar la
capacidad del océano para absorber el gas
promoviendo el crecimiento del plancton en
las capas oceánicas superficiales. La COI sigue
continuamente la evolución de las investigaciones en este sector.
7.3 – La cartografía oceánica
El programa de cartografía oceánica ha tenido gran éxito, y a un costo mínimo para la
COI. Se lleva a cabo en colaboración con la
Organización Hidrográfica Internacional. La
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
El Actualmente la extracción de petróleo y de
gas se efectúa en profundidades cercanas a los
2.000 metros bajo el nivel del mar en zonas
como los trópicos y los océanos polares,
expuestas a condiciones meteorológicas y
oceánicas sumamente rigurosas. Las tareas que
supone suministrar información ambiental meteorológica y oceanográfica fiable en apoyo de
tales actividades deben planificarse y emprenderse con mucha antelación a las operaciones
de perforación. Pese a la creciente preocupación de los gobiernos por el calentamiento
del planeta, es muy poco probable que el uso
de los hidrocarburos como combustible disminuya notablemente en un futuro previsible. Los
programas intergubernamentales contribuyen a
reforzar la capacidad de todos los países para
administrar racionalmente sus recursos, mediante las transferencias de conocimientos y tecnología y la adopción de normas y métodos
uniformes para la protección del medio ambiente.
producción de mapas y cartas de los fondos
marinos es muy onerosa, pero la demanda de
mapas, que al principio se limitaba casi exclusivamente a los fines del transporte marítimo,
llevó a la elaboración del programa intergubernamental. Los conocimientos basados en
las cartas náuticas se extendieron a las aguas
profundas a medida que iba creciendo el interés por las profundidades oceánicas. El mapa
del suelo submarino cobró mayor importancia al ampliarse el interés por el tendido de
cables de comunicación, la instalación de plataformas y oleoductos, el estudio de las
corrientes oceánicas y la geología marina.
Actualmente, la necesidad de los gobiernos
de presentar reivindicaciones jurisdiccionales
sobre los recursos del fondo del mar con
arreglo a la Convención sobre el Derecho del
Mar ha añadido una nueva dimensión e
impreso un renovado impulso a la demanda
en materia de cartografía.
el desarrollo sostenible
7.2 – Las fuentes de energía marinas
Los progresos tecnológicos también han acrecentado la utilidad y el carácter prioritario de
los mapas oceánicos. Los sistemas acústicos
de haces múltiples, los buques especialmente
equipados y hasta la “lectura” de la superficie
del mar por satélites han transformado la disponibilidad de datos. El análisis y la presentación de los nuevos datos mediante las técnicas actuales de gestión de datos han aumentado la demanda y el número de usuarios.
Una cartografía y una localización exactas son
un requisito previo para las actividades científicas y de observación. Los oceanógrafos
están integrando rápidamente los progresos
recientes en materia de cartografía electrónica y de localización por satélite, inicialmente
empleados para la navegación. Muchos progresos tecnológicos no están al alcance de
Estados ribereños en desarrollo, por lo que la
asistencia intergubernamental y el uso compartido de la tecnología seguirán siendo
necesarios durante varios decenios en el sector de la cartografía oceánica.
25
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
7.4 – Las actividades recreativas
y el turismo
La expansión de la industria recreativa y turística ha sido una grata sorpresa para muchos
países. En algunos de éstos, la importancia de
este sector ha llegado a superar la de muchas
industrias tradicionales. Una industria turística
sostenible depende de la salud del medio
ambiente en el que se funda. Actividades tales
como la observación de las ballenas, el buceo
con escafandra autónoma, el turismo ecológico
y los baños de mar requieren la atención de
las empresas y, a la vez, del dispositivo gubernamental en cuyo marco funcionan. Los
gobiernos y las empresas tendrán que proteger la calidad del medio ambiente y neutralizar
las posibles amenazas contra la ecología. La
COI realiza programas relativos a la gestión
del litoral, la protección del medio marino, la
vigilancia y la difusión de conocimientos e
información que pueden contribuir a resolver
estos problemas en los próximos años..
7.5 – Las nuevas industrias
Hace 50 años la minería de nódulos polimetálicos del fondo del mar, ricos en manganeso y en otros metales apreciados, parecía ser
la mayor nueva fuente de riqueza que podían
ofrecer los océanos. Esta promesa no se ha
26
cumplido todavía, pues los costos y la disponibilidad de los yacimientos terrestres de
estos minerales han disminuido su interés
económico. Pero muchos otros recursos
potenciales del océano se están explotando
ya o están en estudio. Las plantas de desalación proveen ya a algunos países de la mayor
parte del agua dulce que consumen. Las
empresas farmacéuticas y de ingeniería bioquímica están investigando intensamente
materiales genéticos de especies marinas. El
espacio oceánico está adquiriendo un valor
comercial para la acuicultura, para infraestructuras tales como los aeropuertos y para
las granjas eólicas. Actualmente estos usos de
la superficie de los mares tienen lugar cerca
de las costas, pero la tecnología existente
permite realizar infraestructuras que pueden
sobrellevar las duras condiciones del mar
abierto, si se justifican por su rentabilidad.
Por el momento, la inversión pública y privada destinada a la investigación y a la observación de los mares, necesaria para mantenerse a la altura de los nuevos adelantos y de
las actividades conexas, es insuficiente. La
COI puede ayudar a los gobiernos a mantenerse al día en materia de nuevas tecnologías y facilitar la elaboración de normas y
reglamentaciones relativas al medio ambiente
cuando resulte necesario.
Desde sus comienzos, la COI ha mantenido en sus
programas el carácter prioritario de la formación,
la educación y la asistencia mutua. El presupuesto y
los recursos ordinarios de la COI no son suficientes para sufragar actividades de creación de capacidades en gran escala. Por otra parte, siempre se
han encontrado fondos iniciales para ayudar a proporcionar cursos de formación y publicaciones con
objeto de ampliar la participación de los países en
desarrollo en los programas de la COI.
Ocasionalmente, un Estado Miembro provee fondos destinados a un programa administrado por la
COI en un país o una región en desarrollo, que
permiten proporcionar una ayuda mayor de la que
hubiera sido posible sin esta contribución.Todos
los programas de la COI tienen un componente
relativo a la creación y aumento de capacidades y
una nueva estructura de gestión, que facilitarán la
coordinación de las competencias y el intercambio
de experiencias entre las diversas actividades. Se
están preparando planes encaminados a encontrar
fórmulas para favorecer el acceso de los programas marinos a fuentes de financiación internacionales y nacionales, de modo que pueda extenderse y reforzarse la creación de capacidades en este
ámbito. Hasta ahora, el sector oceanográfico no ha
atraído el apoyo directo de fondos internacionales
en medida comparable a las actividades relacionadas con el clima, por ejemplo.
Varias actividades de aumento de capacidades se
han realizado con éxito en todas las regiones del
mundo. El presupuesto ordinario de la COI se
complementa con una cuantía aproximadamente
igual proveniente de contribuciones voluntarias de
sus Estados Miembros. Ocasionalmente, un organismo nacional de financiación coopera con la COI
para llevar a cabo un extenso programa nacional o
regional de creación de capacidades en apoyo de
las ciencias del mar, los servicios de información
marina o la gestión de los océanos.
“Para garantizar un futuro sostenible a la comunidad mundial será necesario corregir el desequilibrio creciente entre países ricos y países pobres
en dos ámbitos fundamentales. En primer lugar,
no puede haber esperanza de construir y preservar un futuro pacífico si no se establece un equilibrio en cuanto a la calidad y la dignidad de vida
mejor que el existente en la actualidad. En segundo lugar, sólo se podrán resolver los agudos problemas contemporáneos del medio ambiente
mundial si todos los gobiernos logran cooperar en
la búsqueda de soluciones conjuntas...”.
Extracto del documento “Principios relativos al
aumento de capacidades para el Sistema Mundial
de Observación de los Océanos”
etelledesarrollo
développement
durable
sostenible
Responder a las necesidades de los países
en desarrollo
La Commission
océanographique
y la Comisión
Oceanográfica intergouvernementale
Intergubernamental dedelal'UNESCO
UNESCO
8
Mediante sus limitados recursos destinados al fortalecimiento de capacidades, la COI se centra en la
organización de talleres de formación esenciales y
la preparación de manuales y guías, así como en el
apoyo a la participación de representantes de países en desarrollo en las reuniones y conferencias
técnicas de la Comisión. Las cifras son impresionantes: durante el Año Internacional del Océano,
por ejemplo, la COI organizó 59 cursos de formación, 12 talleres y 13 actividades educativas, a los
que asistieron en total 1.600 participantes de más
de 100 países. Lamentablemente, el esfuerzo sigue
siendo demasiado modesto para ser significativo. El
objetivo de la COI es que las actividades de fortalecimiento de capacidades sean permanentes y
produzcan resultados duraderos. Se necesita la
contribución de donantes, y los países receptores
deben asumir compromisos en términos de prioridades, competencias y buena gestión. Los países
de cada región deben mancomunar sus recursos
para ayudarse mutuamente y operar de modo eficaz y rentable. La relación entre los donantes y el
país beneficiario debe constituir una asociación
basada en objetivos comunes, esto es, la ordenación y la buena administración de los océanos.
27
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
9
28
Consideraciones finales
Este documento tiene por objeto poner de
relieve la importancia del océano para un
orden mundial sostenible. Tal como existe
actualmente, el océano sustenta el medio
ambiente planetario en el que nos movemos,
y necesitamos saber cuán sólida o cuán frágil
es esta relación. Durante milenios ha albergado los recursos biológicos marinos y sus
hábitats, y actualmente debemos administrarlo con prudencia para cerciorarnos de que
no estamos destruyendo esa sostenibilidad
por nuestra ignorancia del medio marino y
de su ecología. Las economías y el comercio,
esenciales para nuestro crecimiento y para
nuestro desarrollo, dependen del océano, y
debemos aprender a disfrutar de estos beneficios sin poner en peligro sus demás valores.
El océano contiene otros recursos no explotados o desconocidos, biológicos y no biológicos, y la gestión de esta nueva riqueza debe
ser también esmerada y precavida. Ineluctablemente, invadiremos el espacio oceánico.
Nuestras poblaciones están ya explotando las
zonas litorales atractivas, instalando en ellas
residencias y actividades industriales. Una
ecología marina sostenible exige que se protejan sus hábitats marginales vulnerables. Asimismo, debemos seguir ejerciendo una vigilancia y una gestión adecuada de los desechos de nuestra sociedad, de la agricultura y
del comercio, que las actividades humanas
descargan en los ríos y en el mar.
Los gobiernos tienen un importantísimo
papel que desempeñar. Cada gobierno obra
en favor del conjunto de su pueblo. El océano
es una inmensa responsabilidad y necesitará
una sensatez y una voluntad intergubernamentales para mantener sus beneficios en el
porvenir. Todos los países deberían estar suficientemente equipados para asumir la gestión
de sus propias aguas y recursos marinos jurisdiccionales, así como para aportar una contribución a una acción mundial y participar en
ella de manera adecuada.
Terminemos, pues, haciendo hincapié en la
necesidad de establecer programas sostenibles de creación o aumento de capacidades,
mediante una auténtica colaboración entre
países beneficiarios y países donantes, fundada en las prioridades y en el compromiso de
los primeros y en el saber, la tecnología y los
recursos de los segundos.
Nota: En este breve documento se ha omitido
deliberadamente el uso de siglas útiles pero a
menudo desconcertantes y del lenguaje especializado habituales en muchos textos intergubernamentales. Para los lectores deseosos de conocer
las actividades de la COI, se presenta en el
Anexo una lista de siglas correspondientes a la
mayoría de sus principales programas, las entidades copartícipes y las iniciativas conjuntas. Se
adjuntan asimismo otras hojas en las que se presentan con mayor detalle los programas de la
COI.
ACOPS
Órgano Consultivo de Expertos sobre el Derecho del Mar (COI)
Comité Consultivo sobre la Protección de los Mares (colaboración)
AIO
AOSB
Año Internacional del Océano (COI)
Consejo Científico para el Océano Ártico (colaboración)
ARGO
Red de Oceanografía Geostrófica en Tiempo Real (COI/OMM)
ASFA
Resúmenes sobre las Ciencias Acuáticas y la Pesca (COI y otros)
BSRC
Comité Regional de la COI para el Mar Negro (COI)
CAC
Comité Administrativo de Coordinación (colaboración)
CAC-SOCA
Subcomité sobre Océanos y Zonas Costeras del CAC (COI y otros)
CBD
Convenio sobre la Diversidad Biológica (Naciones Unidas, 1992)
CDS
Comisión sobre el Desarrollo Sostenible (Naciones Unidas) (colaboración)
CEOS
CGOM
C-GOOS
CIEM
Comité sobre Satélites de Observación de la Tierra (colaboración)
Grupo Asesor de la COI sobre Cartografía Oceánica (COI)
Panel sobre las Costas del Sistema Mundial de Observación de los Océanos (COI)
Consejo Internacional para la Exploración del Mar (colaboración)
CLIVAR
CMCCNU
Variabilidad y Predictibilidad del Clima (PMIC)
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático (Kioto, 1997) (colaboración)
COP
Conferencia de las Partes (en la Convención Marco de las Naciones Unidas
sobre el Cambio Climático) (colaboración)
CPPS
Comisión Permanente del Pacífico Sur (colaboración)
CSI
DBCP
DIRDN
DOALOS
DOSS-2
FAO
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
ABE-LOS
el desarrollo sostenible
SIGLAS DE ALGUNOS DE LOS PRINCIPALES PROGRAMAS DE LA COI
Y PROGRAMAS CONEXOS RELACIONADOS CON ESTE DOCUMENTO
Sección para las Regiones Costeras y las Islas Pequeñas (UNESCO)
Panel de Cooperación sobre Boyas de Acopio de Datos (COI/OMM)
Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (colaboración)
División de Asuntos Oceánicos y del Derecho del Mar (Naciones Unidas)
Grupo Especial de Estudio sobre el Desarrollo,
el Funcionamiento, la Estructura y los Estatutos de la COI (COI)
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura
y la Alimentación (Naciones Unidas)
FMAM
Fondo para el Medio Ambiente Mundial
(Banco Mundial-PNUMA-PNUD) (colaboración)
GCRMN
Red Mundial de Vigilancia de Arrecifes Coralinos (colaboración)
GEBCO
Mapa Batimétrico General de los Océanos (COI/OHI)
Anexo
29
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
GEOHAB
GESAG
GIC-ITSU
GIPME
GLOBEC
GLOSS
GODAE
Grupo Consultivo Científico de Expertos para la GIPME (COI)
Grupo Internacional de Coordinación del Sistema de Alerta
contra los Tsunamis en el Pacífico (COI)
Investigación Mundial de la Contaminación en el Medio Marino (COI/ PNUMA)
Dinámica de los Ecosistemas Oceánicos Mundiales (COI y otros)
Sistema Mundial de Observación del Nivel del Mar (COI)
Experimento Mundial de Asimilación de Datos Oceánicos (COI/OMM)
GOOS
Sistema Mundial de Observación de los Océanos (COI)
GOSSP
Grupo de los Sistemas Mundiales de Observación
encargado de Asuntos Espaciales (colaboración)
GPO-GOOS
Oficina de Proyecto del GOOS (COI)
GSC-GOOS
Comité de Dirección del GOOS (COI)
GTOS
Sistema Global de Observación Terrestre (colaboración)
GTSPP
Programa Mundial sobre el Perfil de la Temperatura y la Salinidad (COI)
HOTO
Panel sobre la Salud de los Océanos (COI)
IABP
Programa Internacional de Boyas en el Ártico (COI/ OMM)
IASC
Comité Científico Internacional del Ártico (colaboración)
ICAM
Programa de Gestión Integrada de las Zonas Costeras (COI)
ICSEM
Comisión Internacional para la Exploración Científica
del Mar Mediterráneo (colaboración)
ICSU
Consejo Internacional para la Ciencia
(anteriormente: Consejo Internacional de Uniones Científicas) (colaboración)
IGBP
Programa Internacional sobre la Geosfera y la Biosfera (ICSU) (colaboración)
I-GOOS
IGOS
IGOSS
IOCARIBE
IOCARIBE-GOOS
Comité COI-OMM-PNUMA para el Sistema Mundial
de Observación de los Océanos (COI)
Estrategia de Observación Mundial Integrada (colaboración)
Sistema Mundial Integrado de Servicios Oceánicos (COI-OMM)
Subcomisión para el Caribe y Regiones Adyacentes (COI)
GOOS en la región de IOCARIBE (COI)
IOCCG
Grupo Internacional de Coordinación de Actividades
sobre Cromografía Oceánica (colaboración)
IOCEA
Comité Regional de la COI para el Atlántico Centrooriental (COI)
IOCINCWIO
Comité Regional para la Investigación Cooperativa
en las Zonas Norte y Centro del Océano Indico Occidental (COI)
IOCINDIO
IODE
30
Programa Científico Internacional sobre la Ecología y la Oceanografía Mundiales
de las Floraciones de Algas Nocivas (COI/ SCOR)
Comité Regional para el Océano Índico Central (COI)
Comité sobre el Intercambio Internacional de Datos
e Información Oceanográficos (COI)
IPHAB
IUGG
JCOMM
Panel Intergubernamental sobre Floraciones de Algas Nocivas (COI)
Grupo Internacional de Coordinación del Sistema
de Alerta contra los Tsunamis en el Pacífico (COI)
Unión Internacional de Geodesia y Geofísica (colaboración)
Comisión Técnica Mixta sobre Oceanografía y Meteorología Marina (COI/ OMM)
JDIMP
Grupo de Gestión de Datos e Información (COI y otros)
JGOFS
Estudio Conjunto de los Flujos Oceánicos Mundiales (colaboración)
LOICZ
Interacción Tierra-Océano en las Zonas Costeras (colaboración)
MAB
Programa sobre el Hombre y la Biosfera (UNESCO) (colaboración)
MEDI
Sistema de Reenvío de Datos e Información relativos al Medio Marino (COI)
MEL
Laboratorio del OIEA para el Medio Ambiente Marino (colaboración)
MIM
Gestión de la Información Marina (COI)
MOST
Gestión de las Transformaciones Sociales (UNESCO) (colaboración)
NEAR-GOOS
Componente Regional del GOOS para el Asia Nororiental (COI)
ODINAFRICA
Red de Datos e Información Oceanográficos para África (COI)
ODINEA
Red de Datos e Información Oceanográficos para África Oriental (COI)
OHI
Organización Hidrográfica Internacional (colaboración)
OMI
Organización Marítima Internacional (colaboración)
OMM
Organización Meteorológica Mundial (colaboración)
OMS
ONUDI
OOPC
OSLR
OSNLR
PHI
PICES
PIRATA
PMIC
PNUD
PNUMA
Organización Mundial de la Salud (colaboración)
Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (colaboración)
Panel de Observación del Océano en relación con el Clima (COI)
Las Ciencias Oceánicas en relación con los Recursos Biológicos (COI)
Las Ciencias Oceánicas en relación con los Recursos no Biológicos (COI)
Programa Hidrológico Internacional (UNESCO) (colaboración)
Organización del Pacífico Norte para las Ciencias del Mar (colaboración)
Red de Investigación Piloto de Boyas Fijas en el Atlántico Tropical (colaboración)
Programa Mundial de Investigaciones Climáticas (colaboración)
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (colaboración)
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (colaboración)
POEM
Oceanografía Física del Mediterráneo Oriental (colaboración)
POGO
Colaboración para la Observación de los Océanos Mundiales (colaboración)
RECOSCIX
SAHFOS
SCOPE
SCOR
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
ITSU
Instituto Oceánico Internacional (colaboración)
el desarrollo sostenible
IOI
Cooperación Regional en el Intercambio de Información Científica (COI)
Fundación Sir Alister Hardy de Ciencias Oceánicas (colaboración)
Comité Científico sobre los Problemas del Medio Ambiente (colaboración)
Comité Científico de Investigaciones Oceánicas (colaboración)
31
SMO
y la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO
el desarrollo sostenible
SEA-GOOS
32
SMOC
GOOS-Sudeste de Asia (COI)
Sistema Mundial de Observación (colaboración)
Sistema Mundial de Observación del Clima (OMM/COI/FAO)
SMT
Sistema Mundial de Telecomunicación (colaboración)
SOLAS
Convenio Internacional sobre la Seguridad de la Vida
Humana en el Mar (colaboración)
SOOP
Programa de Buques que Colaboran Ocasionalmente (COI)
START
Sistema de Análisis, Investigación y Capacitación
para hacer frente al Cambio Mundial (colaboración)
TEMA
Comité de la COI sobre Capacitación, Enseñanza y Asistencia
Mutua en Materia de Ciencias del Mar (COI)
TOGA
Los Océanos Tropicales y la Atmósfera Mundial (COI y otros)
UNCLOS
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (colaboración)
UNESCO
Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (colaboración)
VMM
Vigilancia Meteorológica Mundial (colaboración)
WDC
Centro Mundial de Datos (colaboración)
WESTPAC
WOCE
Subcomisión Regional para el Pacífico Occidental (COI)
Experimento Mundial sobre la Circulación Oceánica (colaboración)
COMISION OCEANOGRÁFICA INTERGUBERNAMENTAL (DE
LA
UNESCO)
Estados Miembros de la Comisión (129)
Afganistán
(11 de marzo
Albania
(26 de enero
*Alemania
(antes de noviembre
Angola
(26 de octubre
Arabia Saudí
(14 de junio
Argelia
(julio de 1964/noviembre
*Argentina
(antes de noviembre
*Australia
(antes de noviembre
Austria
(octubre de 1962/junio
Azerbaiyán
(27 de enero
Bahamas
(29 de enero
Bangladesh
(29 de octubre
Barbados
(18 de diciembre
*Bélgica
(antes de noviembre
Belice
(22 de septiembre
Benin
(23 de octubre
*Brasil
(antes de noviembre
Bulgaria
(octubre de 1967/diciembre
Cabo Verde
(20 de agosto
Camerún
(noviembre de 1971/noviembre
*Canadá
(antes de noviembre
*Chile
(antes de noviembre
*China
(antes de noviembre
Chipre
(5 de diciembre
*Colombia
(octubre de 1967/diciembre
Comoras
(8 de febrero
Congo
(noviembre de 1961/septiembre
*Costa Rica
(28 de febrero
Côte d'Ivoire
(antes de noviembre
Croacia
(24 de diciembre
*Cuba
(antes de noviembre
Dinamarca
(antes de noviembre
Dominica
(21 de septiembre
Ecuador
(antes de noviembre
*Egipto
(octubre de 1969/noviembre
El Salvador
(16 de febrero
Emiratos Arabes Unidos
(2 de junio
Eritrea
(12 de noviembre
Eslovenia
(16 de junio
*España
(antes de noviembre
*Estados Unidos de América
(antes de noviembre
Estonia
(10 de marzo
Etiopía
(5 de marzo
*Federación de Rusia
(antes de noviembre
Fiji
(9 de julio
*Filipinas
(octubre de 1962/junio
*Finlandia
(antes de noviembre
*Francia
(antes de noviembre
Gabón
(26 de octubre
Gambia
(30 de agosto
Georgia
(9 de julio
*Ghana
(antes de noviembre
Grecia
(octubre de 1962/junio
Guatemala
(diciembre de 1965/octubre
Guinea
(1º de mayo
Guinea-Bissau
(26 de enero
Guyana
(20 de julio
Haití
(23 de marzo
*India
(antes de noviembre
*Indonesia
(octubre de 1962/junio
Irak
(octubre de 1969/noviembre
*Irán (República Islámica del)
(3 de junio
Irlanda
(7 de noviembre
Islandia
(octubre de 1962/junio
Islas Salomón
(11 de mayo
Israel
(antes de noviembre
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
de
1991)
1993)
1961)
1982)
1978)
1965)
1961)
1961)
1964)
1998)
1979)
1982)
1985)
1961)
1995)
1986)
1961)
1969)
1984)
1973)
1961)
1961)
1961)
1977)
1969)
2000)
1962)
1975)
1961)
1992)
1961)
1961)
1999)
1961)
1971)
1993)
1976)
1993)
1994)
1961)
1961)
1992)
1976)
1961)
1974)
1964)
1961)
1961)
1977)
1985)
1993)
1961)
1964)
1967)
1982)
1984)
1977)
1976)
1961)
1964)
1971)
1975)
1978)
1964)
1982)
1961)
*Italia
(antes de noviembre de
Jamahiriya Arabe Libia
(11 de marzo de
*Jamaica
(octubre de 1967/diciembre de
*Japón
(antes de noviembre de
Jordania
(6 de abril de
*Kenya
(noviembre de 1971/noviembre de
Kuwait
(13 de noviembre de
Líbano
(octubre de 1962/junio de
Madagascar
(diciembre de 1965/octubre de
Malasia
(julio de 1964/noviembre de
Maldivas
(20 de mayo de
Malta
(octubre de 1969/noviembre de
*Marruecos
(antes de noviembre de
Mauricio
(octubre de 1969/noviembre de
Mauritania
(antes de noviembre de
*México
(antes de noviembre de
Mónaco
(antes de noviembre de
*Mozambique
(8 de abril de
Myanmar
(7 de junio de
Namibia
(25 de abril de
Nicaragua
(17 de noviembre de
*Nigeria
(noviembre de 1971/noviembre de
Noruega
(antes de noviembre de
Nueva Zelandia
(noviembre de 1961/septiembre de
Omán
(16 de noviembre de
Países Bajos
(antes de noviembre de
Pakistán
(antes de noviembre de
Panamá
(octubre de 1967/septiembre de
*Perú
(diciembre de 1965/octubre de
Polonia
(antes de noviembre de
*Portugal
(octubre de 1969/noviembre de
Qatar
(20 de julio de
*Reino Unido de Gran Bretaña
e Irlanda del Norte
(antes de noviembre de
República Arabe Siria
(octubre de 1969/noviembre de
*República de Corea
(antes de noviembre de
República Dominicana
(antes de noviembre de
República Popular Democrática de Corea
(31 de octubre de
*República Unida de Tanzania
(oct. de 1967/sept. de
Rumania
(antes de noviembre de
Samoa
(10 de abril de
Santa Lucía
(14 de septiembre de
*Senegal
(octubre de 1967/septiembre de
Seychelles
(27 de febrero de
Sierra Leona
(19 de abril de
Singapur
(diciembre de 1965/octubre de
Somalia
(10 de julio de
Sri Lanka
(junio de 1976/enero de
*Sudáfrica
(octubre de 1967/septiembre de
Sudán
(26 de agosto de
Suecia
(julio de 1964/noviembre de
Suiza
(antes de noviembre de
Suriname
(21 de enero de
Tailandia
(antes de noviembre de
Togo
(22 de octubre de
Tonga
(3 de enero de
Trinidad y Tobago
(octubre de 1967/septiembre de
Túnez
(antes de noviembre de
*Turquía
(noviembre de 1961/septiembre de
*Ucrania
(noviembre de 1961/septiembre de
Uruguay
(antes de noviembre de
Venezuela
(octubre de 1962/junio de
*Viet Nam
(antes de noviembre de
Yemen
(22 de mayo de
* Estado Miembro del Consejo Ejecutivo
1961)
1974)
1969)
1961)
1975)
1973)
1974)
1964)
1967)
1965)
1987)
1971)
1961)
1971)
1961)
1961)
1961)
1981)
1988)
2001)
1977)
1973)
1961)
1962)
1982)
1961)
1961)
1969)
1967)
1961)
1971)
1976)
1961)
1971)
1961)
1961)
1978)
1969)
1961)
1978)
1992)
1969)
1979)
1974)
1967)
1974)
1977)
1969)
1974)
1965)
1961)
1977)
1961)
1975)
1974)
1969)
1961)
1962)
1962)
1961)
1964)
1961)
1960)
Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI)
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
1, rue Miollis
75732 Paris Cedex 15, France
Tel : +33 1 45 68 10 10
Fax : +33 1 45 68 58 12
Sitio Web : http://ioc.unesco.org
Descargar