Villa Olímpica - Observatorio de Catástrofes y Desastres Naturales

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Pontificia Universidad Católica de Chile
Facultad de Ciencias Sociales
Escuela de Trabajo Social
Desarrollo Comunitario y Ciudadanía
Prof. María Gabriela Rubilar
Observación Final:
Villa Olímpica
Nombre: Ana María Fernanda Isla Vergara
Carrera: Periodismo
Fecha: 29 de noviembre del 2010
En este trabajo se pretenden exponer distintas alternativas de
intervención comunitaria para resolver los problemas más inmediatos y
urgentes que poseen los habitantes de la Villa Olímpica, sector de la
comuna de Ñuñoa que se vio severamente afectado en el terremoto
del pasado 27 de febrero del 2010.
En este informe se procura identificar cuáles son las aristas más
afectadas en todos los ámbitos comunitarios, y así poder darle una
pronta solución. Por un lado se encuentran los vecinos severamente
afectados, los vecinos afectados menormente afectados, y está la
relación entre los habitantes de la villa y la municipalidad, 3 ámbitos
muy importante para la relación vecinal.
Se deben solucionar los problemas habitacionales que aún tienen
los vecinos de la Villa Olímpica relacionados con los subsidios y la mala
aplicación de la Ficha de Protección Social; se debe ver cuáles son las
soluciones
para
los
vecinos
que
perdieron
drásticamente
su
departamento y que aún no tienen una enmienda para su problema, y
así también, no se debe dejar de lado a todos aquellos vecinos, que son
la gran mayoría , que tuvieron dificultades menores dentro de sus
departamentos, y por ser menores también no se les permite acceder a
un beneficio estatal mayor, pero que sin embargo con el dinero ganado
dentro de su familia, no se puede arreglar de manera particular los
destrozos que quedaron por el terremoto y se tiene que aplazar esta
pequeña reconstrucción y se ven como allegados en las casas de sus
familiares por falta de oportunidades y ayuda. Y al alero de todo esto
se encuentra la municipalidad, entidad que envuelve a toda la comuna
de Ñuñoa y que debe velar por el beneficio de sus habitantes. No cabe
la menor duda que la municipalidad ha querido lo mejor para los
vecinos afectados, pero ellos, no están satisfechos con lo ocurrido y con
lo generado por el edil, y se ha ido desgastando y manchando una
amistad y buena relación que siempre había habido desde ambas
partes.
La experiencia comunitaria observada durante el semestre se
sitúa en la Villa Olímpica, comuna de Ñuñoa, tras el terremoto del 27 de
febrero del 2010. Este conjunto habitacional se ubica al comienzo de
esta comuna entre las calles San Eugenio, Lo Encalada, Maratón y Av.
Grecia. Son 82 edificios con un total de 2900 familias.
La Villa Olímpica comenzó a ser construida en el año 1961 en
terrenos que en la antigüedad fueron de la chacra Lo Valdivieso y que
luego pertenecieron al Servicio de Seguro Social y finalmente a la Corvi.
La construcción de estos departamentos se vinculó al Mundial de Fútbol
de 1962, y la idea era hermosear los sectores cercanos al Estadio
Nacional porque eran sitios deshabitados. Además, era muestra del
desarrollo y modernización del país y los departamentos servirían para el
alojamiento de los turistas que vinieran al evento deportivo. Pero la villa
no logró estar terminada para el Mundial.
En Septiembre de 1962, el Diario Oficial publicó que cada uno de
los jugadores que integraron la Selección Nacional, más el entrenador y
su ayudante, recibirían un departamento de la Villa Olímpica. Así, fue el
comienzo de este conjunto habitacional.
Pero la historia de estos departamentos no ha estado exenta de
problemas. La construcción y sus moradores ya fueron víctimas de un
primer terremoto el 3 de marzo de 1985. Chile fue azotado por un
terremoto magnitud de 8 en la escala de Ritcher con epicentro en las
costas de la Región de Valparaíso, cerca de Algarrobo.
Aquí, los
vecinos tuvieron que soportar el desplome de algunos de sus blocks, la
caída de murallas y escaleras, la explosión de cañerías de gas, etc.
Además, en esos años se utilizaba en la villa las famosas “copas de
agua” que se instalaban en la cima de cada torre, las cuales se
destruyeron con el movimiento sísmico y complicaron mucho mas la
tarea de reconstrucción. La mayoría de los departamentos fueron
reparados y reforzados para ser nuevamente habitados y así se evitó el
colapso de las estructuras durante años.
Cabe recordar que la Villa
Olímpica no posee el sistema antisísmico en sus construcciones como los
nuevos edificios que se construyen hoy en día en nuestro país. Son
departamentos muy fuertes, rígidos, con amplias capas de cemento y
cadenas estructurales muy gruesas, que aún siendo así, se vieron
vulnerables ante el
terremoto del año 1985 y del reciente sismo del
presente año. La historia se repite.
Los departamentos del sector de la Villa Olímpica se vieron
severamente afectados por el terremoto del 27 de febrero, magnitud
8,8 con epicentro en las costas de la Región del Bío Bío, frente a la
localidad de Cobquecura.
El total de edificios que componen esta villa son 82 blocks, con un
total de 2.900 familias. Tras el terremoto, 25 de estos blocks fueron
catalogados de color morado, es decir con daños estructurales graves,
y 7 blocks fueron catalogados de color rojo, o sea, inhabitables.
Hay que recalcar que no todos los edificios se agrietaron, hay
algunos que al verlos es como si nunca hubiera habido terremoto, pero
la gran mayoría se vio afectado en sus interiores, murallas caídas y pisos
totalmente agrietados. Los cuartos pisos fueron los más damnificados ya
que a muchos se les cayó el techo quedando descubiertos al aire libre.
Tras el sismo, los vecinos se organizaron ubicándose en carpas y
automóviles para pasar las noches, además hicieron comedores y ollas
comunes, no tenían agua y el gas no se podía ocupar ya que las
cañerías estaban rotas. La municipalidad les proporcionó carpas y
almuerzos, también asignó una junta de vecinos para que funcionara
como albergue. Los vecinos, claramente, no se fueron de sus
departamentos, por miedo a saqueos y robos. Como dice Marianne
Krause, la Villa Olímpica se convirtió en una comunidad
con los 3
elementos esenciales que se debe tener: Pertenencia, en el sentido de
que cada persona se apoyaba en su vecino en el día a día;
Interrelación,
juntos
conformaban
un
grupo
con
una
gran
comunicación y organización a la hora de buscar soluciones, presentar
propuestas, etc.; y Cultura Común, en donde el evento del terremoto
del 27-02 los pone a todos en una misma línea y comparten la misma
experiencia y situación. La comunidad organizó talleres, actividades
recreativas, ferias de las pulgas y otras instancias que reforzaron su
convivencia.
Al pasar de los meses, algunos vecinos se fueron a casa de
familiares como allegados, pero algunos quisieron seguir viviendo ahí, a
pesar de las incomodidades. Esperaron por meses la ayuda para la
reparación de los techos, y luego de varios conflictos con la
municipalidad y varias lluvias y anegamientos también, se comenzó la
restauración de los techos a fines de Julio.
Podemos identificar 3 problemas que se presentan en la Villa
Olímpica. Primero, la incertidumbre se apodera de los
vecinos que
fueron desalojados, ya que no se sabe aún, a estas alturas del año, qué
pasará
con
sus
departamentos
inhabilitados
y
dañados
estructuralmente. ¿Qué van a hacer con ellos? En la Villa Olímpica no
existe una constructora que se haga cargo de los daños en los edificios
como ocurre en otros departamentos más nuevos en Santiago
afectados por el terremoto. Esta villa social fue construida en los años
60’ y por ende ya no hay constructora responsable.
Por otro lado, aquellos vecinos (que son la mayoría) que no fueron
desalojados y que sus edificios están bien estructuralmente por fuera,
pero que por dentro están destruidos, tienen otro problema. La Ministra
de Vivienda, Magdalena Matte, les anunció que podían postular al
subsidio del Minvu “Programa de Protección del Patrimonio Familiar”
para
arreglar
sus
departamentos,
ya
sean
murallas
caídas,
reforzamiento de techos, etc. El 2 de Junio pasado se acabó el plazo
para postular y tan sólo el 8% de 82 edificios postularon al subsidio. ¿Por
qué tan baja la cifra? Los vecinos reclaman falta de información y un
sistema altamente burocrático en las postulaciones. También dicen que
la mayoría de los habitantes de la Villa Olímpica son adultos mayores
solos, parejas de abuelos pensionados que han vivido toda su vida en
este lugar y que no supieron realizar el proceso o que simplemente se
mal informaron, ya que hay varios que están de allegados donde sus
familias en otro sector de la capital.
Finalmente, estos 9 meses que han pasado desde el terremoto, la
relación entre los vecinos y la Municipalidad de Ñuñoa se ha convertido
en una constante pelea.
Días posteriores al sismo, los vecinos se
organizaron de manera extraordinaria y eligieron una “Asamblea de
vecinos para la reconstrucción de la Villa Olímpica”. Ellos son los
representantes del conjunto de vecinos y han mantenido distantes
relaciones con el alcalde de la comuna Pedro Sabat. Los vecinos
reclaman la lentitud de la ayuda recibida y la poca disposición que ha
tenido el alcalde para conversar con ellos y responder sus dudas. Por
otro lado, el edil no está dispuesto a mantener una asamblea con los
vecinos ya que asegura que no es posible conversar y ponerse de
acuerdo con cada uno de ellos. Es una tensa relación que tiene varias
aristas que revisar, y que ha llegado hasta los golpes, protestas, y la
decisión de los vecinos de hablar con el Presidente de la República por
falta de respuestas claras.
Como decía anteriormente, una vez ocurrido el terremoto, los
vecinos afectados de la Villa Olímpica desalojaron sus departamentos y
se ubicaron en las plazas del sector en carpas, junto a las cosas que
lograron rescatar de sus viviendas. Los habitantes que no se vieron tan
afectados en el sismo, fueron los primeros actores que aparecieron en
escena en ayuda de sus vecinos damnificados. Ellos, los suministraron de
ropa para el frío, alimentos, y les prestaban servicios básicos como el
baño y cocina. Es por esto que a los vecinos no afectados de la Villa
Olímpica los podemos calificar como los actores más cercanos al grupo
vulnerable. Esta comunidad pasó a ser dos sub- comunidades: por un
lado están los afectados y por otro lado los que no sufrieron graves
consecuencias, y entre ambos se desarrolló una relación de mutua
dependencia,
filiación y pertenencia como dice Sánchez y García
(2001). Los no afectados jamás se desentendieron del problema que
tuvieron sus vecinos, fueron conmovidos.
La junta de vecinos, también tuvo un rol importante y una
participación inmediata. Dispusieron de la sede social como albergue
para aquellas familias que no tenían automóvil ni carpas para dormir y
prestaron los servicios básicos. La relación que mantienen con los
afectados también es directa,
los integrantes se conocen, han sido
vecinos por mucho tiempo
y algunos de ellos también fueron
afectados.
Luego de un par de días, y ya con las ideas un poco más claras,
los vecinos de la Villa Olímpica realizaron una reunión, en donde cada
edificio debió escoger a un delegado que los represente, y a su vez, se
eligió también de manera democrática una directiva la cual se iba a
relacionar directamente con la municipalidad y todas las otras
entidades necesarias,
quienes
para así evitar el descontrol de los vecinos
querían ir a buscar soluciones, a exigir ayuda a la
municipalidad. Este es un punto bastante importante, ya que podemos
ver la capacidad de organización democrática que tuvo la comunidad
para
poder
elegir
a
sus
representantes
quienes
tendrían
la
comunicación con la municipalidad, Serviu, etc. Y los roles de éstos
delegados siguen intactos hasta el día de hoy en donde
se siguen
realizando reuniones para buscar soluciones.
El municipio comenzó a participar avanzada la semana tras el
terremoto. La primera ayuda que proporcionaron fue alimentos para los
vecinos y agua. Todos los días iban encargados municipales a repartir
almuerzos entre los vecinos. Ésta relación, vecinos –municipalidad, fue
mucho más complicada. Los vecinos no querían representantes
municipales en el lugar, sino que querían conversar directamente con el
alcalde, que les diera alguna solución. Muchos no entraban a sus
departamentos desde el terremoto, no tenían agua ni gas, no podían
sacar sus pertenecías, etc. Pero el alcalde no fue a la villa tras varios
días, dando como argumento que no se puede llegar a un acuerdo
con todos los vecinos, posición que mantiene hasta el día de hoy y es
por eso que aún no se puede conformar una mesa de diálogo con el
alcalde.
El Minvu y el Serviu han sido una parte fundamental en este
proceso. Los vecinos afectados recurrieron al Minvu desesperados al no
tener respuesta alguna de la municipalidad y por sentirse desprotegidos
ya que no hay una empresa constructora que se pueda hacer cargo de
la situación. El Minvu aceptó y respondió las dudas de los vecinos, de
hecho, la misma Ministra Magdalena Matte fue a reunirse con los
vecinos de la Villa Olímpica y les anunció que los vecinos podían
postular a beneficios que tenía el Serviu para que puedan reconstruir sus
viviendas. El problema suscita en que este subsidio habitacional es
altamente burocrático y sólo permitió que el 8% de los 82 edificios hayan
podido postular a la reconstrucción: sus dueños no cumplen con los
requisitos que se piden para acceder al beneficio estatal.
Según la idea que nos da Tomás Marshall sobre la ciudadanía, la
cual dice que es un nivel de bienestar mínimo, éste nivel sólo se logrará
con la posesión del subsidio habitacional, ya que los vecinos de la villa
que no tienen los recursos para poder reparar sus departamentos.
Como dije en la observación nº1, la mayoría de la gente que vive en
este lugar son adultos mayores pensionados, familias de clase media
baja, etc.
Por otro lado, las Entidades de Gestión Inmobiliaria Social (EGIS)
son entidades privadas y públicas que cumplen funciones de asistencia
técnica y social en los programas habitacionales promovidos por el
Serviu. En este caso, la labor de las EGIS es realizar y llevar a cabo todo
lo necesario para la reconstrucción, contratar a las empresas, ver
asuntos de materiales y plazos, acomodarse a los requerimientos de las
familias etc. El Serviu le entregó a la Villa Olímpica un listado de EGIS
para elegir entre las que más se ajustasen a sus necesidades.
Semanas tras el terremoto la Municipalidad de Ñuñoa contrató a
arquitectos para que fueran a realizar catastros a los edificios. Se revisó
uno por uno y según los daños que presentasen se les catalogaron por
color: 25 morados (daños estructurales graves) y 7 rojos (inhabitables). El
resto de los edificios se encontraron con daños menores, trizaduras y
grietas leves, y el resto, en buenas condiciones.
La Ministra de Vivienda, en una de sus visitas a la villa social,
anunció la entrega de un subsidio de $818 millones, para el arreglo de
los techos destruidos en los departamentos. La idea era comenzar las
reparaciones en el mes de mayo para que así, los vecinos tuvieran
resguardo para las lluvias del invierno. Sin embargo, las lluvias
comenzaron y las reparaciones no se llevaban a cabo, los 4tos pisos
comenzaron a inundarse debido a la falta de protección. Los vecinos
desesperados, recurrieron a diputados y senadores, concejales de la
comuna, intentaron comunicarse con el alcalde, pero todo fue en
vano. En su desesperación, escribieron una carta y la fueron a dejar a la
Moneda, en un intento para poder hablar con el Presidente Sebastián
Piñera. La carta se la hicieron llegar y días después, casi en Agosto,
comenzaron las reparaciones.
Los vecinos se han reunido también con diputados, como Jorge
Burgos, electo para las comunas de Ñuñoa y Providencia, y también
reuniones informativas con la ONU Hábitat, entidad establecida por la
Asamblea General de las Naciones para promover pueblos y ciudades
sociales, con el objetivo de proporcionar una vivienda adecuada para
todos. Pero una de las instancias más importantes que han tenido fue la
reunión con la diputada Soledad Alvear, quien el pasado domingo 16
de octubre, tras 8 meses del terremoto, fue a visitar a los habitantes del
lugar que están indignados por no tener soluciones concretas respecto
al procedimiento de la entrega de subsidios. Los vecinos reclaman que
antes del terremoto, la Ficha de Protección Social les daba como
resultado entre 2000 y 3000 puntos, pero que ahora esos puntajes han
aumentado de manera injustificada hasta 9000 y 14000 puntos y por lo
tanto no podrán ser beneficiados con el subsidio. Los vecinos y la
diputada Alvear quien los respaldó, denuncian modificaciones en los
puntajes de la ficha y que trajo como consecuencia que muchos blocks
no pudieran postular al beneficio como decía en un principio.
Podemos decir entonces que la relación más difícil que se ha
presentado es entre los vecinos y el alcalde. Esto más que nada no se
debe a una falta de ayuda básica por parte de la municipalidad, ni por
falta de información, sino porque el alcalde no ha querido conversar
abiertamente con los vecinos, y es esto justamente lo que ellos quieren.
Por otro lado la relación entre vecinos afectados y no afectados,
junta de vecinos y asamblea representativa es una coalición fuerte y
organizada, quien ha sabido delegar funciones y poder constituirse para
lograr la reconstrucción y la ayuda inmediata a sus vecinos. Y no sólo se
han fundado en cosas técnicas, sino que han sabido también realizar
distintas instancias de unión para la comunidad como lugares de
esparcimiento, talleres, ferias de las pulgas, tocatas musicales, etc., las
cuales los saca un poco de esta rutina agotadora y los fortalece.
Finalmente y como una tercera relación complicada que se ha
dado, es entre el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y todo el resto de la
colectividad (vecinos, asambleas, concejales, diputados). Por un lado,
el subsidio de $818 millones para los techos de los edificios llegó tarde y
poco oportuno, lo cual acarreó varias disputas entre las partes. Y por
otro lado, el subsidio Programa de Protección del Patrimonio Familiar,
que es el que le corresponde postular a la Villa Olímpica, no pudo ser un
proceso transparente y beneficiario para la gran mayoría, sino que tan
sólo el 8% consiguió postular debido a la burocracia y modificación en
el puntaje de las fichas de protección social.
Una vez analizados todos estos datos, podemos entrar a definir 3
estrategias de intervención, intervención en el sentido de un tercero, el
cual ayuda a las partes en conflicto a través de un proceso de
negociación, a llegar a un acuerdo voluntario sobre los puntos en
disputa,
y
que
intentarán
ayudar
y
solucionar
los
problemas
comunitarios que tienen los habitantes de la Villa Olímpica.
1) Una primera medida de intervención que podría ser aplicada en
la Villa Olímpica es crear un sistema de ayuda, entre la
Municipalidad de Ñuñoa y la Asamblea de Vecinos, para que los
vecinos que tienen sus departamentos dañados con grietas o
trizaduras menores, es
decir, que sus departamentos
son
habitables pero que no están siendo habitados porque no tienen
los medios para poder arreglarlos y no han recibido la ayuda
necesaria, puedan solucionar su problema.
Al recorrer las calle de la villa se puede observar que muchos
edificios por fuera están en buenas condiciones, quizás alguna que otra
trizadura que se puede ver a lo lejos debido a la pintura, pero al mirar
sus ventanas, o es más, al pasar por ahí de noche, se deja al
descubierto que hay muchísimos departamentos deshabitados, que no
tienen luces encendidas ni cortinas colgadas, lo que deja a entrever
que muchos vecinos tuvieron que irse de sus casa a otros lugares como
allegados, o buscar nuevas alternativas de arriendo. Estos vecinos a los
que me refiero, están completamente desprotegidos. Semanas tras el
terremoto, la municipalidad repartió algunos materiales como maderas
o cemento, para que los vecinos arreglaran de alguna forma su
vivienda, pero claramente esta solución no fue para nada óptima, ya
que los materiales eran muy pocos y son muchos los vecinos afectados,
y además porque con un poco de cemento y madera, no se puede
hacer mucho.
Se debería hacer en este caso la creación de un bono, o un
pequeño subsidio que entregase la municipalidad, para que los vecinos
que tienen problemas menores en sus departamentos puedan
solucionarlo. El problema se suscita la momento de pensar cómo llevar a
cabo esta proposición, ya que la municipalidad y principalmente el
alcalde Sabat están muy reacios a conversar con los vecinos.
2) Una segunda propuesta de intervención comunitaria en la Villa
Olímpica, está enfocada principalmente a los vecinos que fueron
realmente afectados por el terremoto, aquellos que tuvieron que
desalojar sus departamentos ya que fueron catalogados como
inhabitables. Esta propuesta sería un sistema de apoyo e
información para los vecinos sobre subsidios del Estado y Fichas
de Protección Social. Esta idea surge en respuesta al mal proceso
de postulación a beneficios que realizaron los vecinos.
Cabe recordar, como dije anteriormente, que de los 82 blocks
que tiene la Villa Olímpica, tan sólo el 8% de éstos pudieron postular al
proceso de subsidios. ¿A qué se debe esta cifra? Por un lado, están los
vecinos desinformados, aquellos que a pesar de las reuniones
efectuadas con los dirigentes de la asamblea y los representantes de
cada edificio y de la junta de vecinos, no supieron realizar el proceso de
postulación, respondiendo mal las preguntas, adjuntando mal los
documentos, etc. Los vecinos reclaman una alta complejidad es el
proceso. Por otro lado, están los vecinos adultos mayores. Como dije en
un principio, la Villa Olímpica se caracteriza por tener una alta
población de la tercera edad, ya que son matrimonios de abuelitos
que obtuvieron su departamento por los años 60’ y que han vivido ahí
toda su vida. Son personas solas, que por más que asistan a las
reuniones y estén informados, al momento de postular siempre tienen
problemas y complicaciones. Finalmente, está la mayoría de los
afectados, los cuales reclaman un proceso altamente burocrático para
acceder a los beneficios, piden muchas cosas, la gente prácticamente
tiene que estar muy mal para poder adherirse un beneficio, y no basta
con haber sido afectado por el terremoto, tener un sueldo medio pero
que no alcanza para poder sustentar los gastos de un arriendo o de otra
vivienda, etc.
Es así, como debería existir una entidad en la comuna, y en todas
las comunas del país, que se encargara de apoyar y guiar a los vecinos
en procesos como éstos, ya sean subsidios, becas, créditos, etc., ya que
siempre
se
producen
problemas
de
desinformación,
enredos,
confusiones, etc. Por ejemplo, es muy común que todos los años muchos
jóvenes se queden sin acceder a la educación superior por haber
postulado mal al Crédito con Aval de Estado o al Fondo Solidario, y lo
mismo ocurre con los procesos de subsidios habitacionales.
3) Una tercera y final propuesta de Intervención comunitaria está
dirigida esencialmente para mejor la relación Municipalidad de
Ñuñoa con los vecinos, para poder abrir el diálogo con las
entidades a cargo de la comuna y que puedan acoger las
peticiones de los vecinos afectados y si bien, muchas veces lo
que reclaman no se podrá llevar a cabo, por lo menos que las
inquietudes
y
propuestas
de
los
mismo
afectados
sean
escuchadas por el mismísimo alcalde y no un concejal ni alguien
de la directiva.
Los vecinos de la Villa Olímpica están muy desilusionados con el
comportamiento y las reacciones que ha tenido el alcalde Pedro Sabat
hacia ellos. Los vecinos quieren, y han querido desde febrero, un
diálogo con el alcalde, una meda redonda para plantearle sus
requerimientos y los problemas que los aquejan a mas de 9 meses del
terremoto, esto se ha llevado a cabo de manera parcial ya que el
alcalde sí ha ido a la villa, sí ha dialogado con los vecinos, pero no de la
manera como ellos quieren. La municipalidad también se hizo presente
desde los primeros días con carpas, abrigo y alimentos para los
afectados, así como todo un equipo sicológico y recreativo que
acompañó a los vecinos para superar el trauma- post terremoto. Pero
todo esto para los afectados no es suficiente y quieren más instancias
de dialogo para poder llegar a un acuerdo.
Debido a esto sería bueno contar con otra entidad, o con una
persona, la cual se encargue de bajar la información oficial desde la
municipalidad hasta los vecinos, y que a su vez, pueda llevar hasta el
alcalde las necesidades de los vecinos. Este sujeto, debería ser una
entidad mediada la cual pertenezca a la municipalidad y a los vecinos,
y no tome partido ni polaridad por ninguno de los dos, ya que debe
ejercer un rol imparcial y arbitrario. Esta entidad procesaría los
requerimientos de los vecinos y se los plantearía al alcalde y además, su
función seria coordinar una mesa de diálogo en donde se unan los
dirigentes de los vecinos y el alcalde con su grupo de trabajo, y sería el
mediador de dicha cita.
Don Juan Vergara es vecino de la Villa Olímpica, vivía hasta el
terremoto en un departamento del sector junto a su esposa, una hija y
su nieta. Para el 27 de febrero él se encontraba en el campo, y desde
ese día que no ha vuelto a la Villa Olímpica. Para el día del terremoto su
esposa, su hija y su nieta estaban en el departamento, y fueron testigos
de cómo quedaron todas las murallas trizadas y agrietadas, es por eso
que optaron por irse al campo y llevarse algunas cosas.
Han pasado los meses y don Juan aún no tiene los recursos para
arreglar su departamento. A pesar de que quedó en buenas
condiciones comparado con el resto, no se puede ir a vivir ahí con el
riesgo de que se le vaya a caer una muralla agrietada en cualquier
minuto. Es por esto que pide una ayuda, aunque sea menor, para poder
arreglar su situación.
Conversando con él acerca de las 3 posibilidades de intervención
comunitaria presente, las que más le acomodan son la primera y la
segunda, es decir, una ayuda para los vecinos que tienen daños
menores en sus departamentos pero que aun así no se pueden ir a vivir
ahí, y la opción de tener una entidad que acompañe y aconseje a los
vecinos en cualquier proceso de postulación a subsidios, etc. La tercera
opción le parece también conveniente, pero cree que las instancias de
conversación con el alcalde se han dado de manera correcta, y que
para eso están los representantes de cada edificio y la asamblea, ellos
fueron elegidos y también han hecho un buen trabajo en relación a la
comunicación con el alcalde Sabat. Admite que es imposible que el
alcalde pueda conversar y llegar a un acuerdo con cada uno de los
vecinos, ya que hay algunos que piden muchas cosas, otros que no
están informados, otros que van hablar por pelear, etc. Sin embargo,
crear la instancia de un grupo moderador que interceda por los vecinos
hacia el alcalde seria un poco pasar a llevar a la asamblea
representativa que tienen los vecinos, también al junta de vecinos y a
los delegados de cada sector, ya que ellos, desde el 27 de febrero han
realizado esa labor de la manera más conveniente y efectiva para los
vecinos.
Sistema de ayuda para daños menores en departamentos
Como decía anteriormente, son muchos los departamentos que tienen
daños menores, y que sus dueños siguen viviendo ahí con el miedo de
sufrir algún desplome, y otros, como es el caso del vecino contactado,
se han tenido que ir de sus casas por un miedo mayor de sufrir algún
daño severo en sus murallas, y además por un temor personal y traumas
post terremoto que no le permiten vivir ahí a él y su familia, viendo como
las paredes aun están trizadas.
El propósito de la intervención es poder darle algún aporte
económico o material a las familias afectadas con daños menores, a
través de un bono directo el cual financie esto y no a través de subsidios
ni postulaciones, para así evitar alargar mas los plazos y proceso
engorrosos.
El proceso se llevará a cabo a través de entrevistas cara a cara,
las cuales serán realizadas por un grupo de personas capacitadas. A
través de un cuestionario con preguntas estratégicas y con visitas a los
hogares se discriminará cuales son las familias que requieren la ayuda y
cuáles no. Se considerará como familias beneficiadas a quienes tengan
daños menores en sus departamentos, trizaduras en murallas, grietas,
puertas y vidrios rotos, pisos y techos saltados, etc. Los daños
estructurales graves y partes de edificios que se hayan caído no serán
considerados para este beneficio, ya que para ellos hay otras soluciones
ya existentes y subsidios afines.
El proceso de entrevistas se llevará a cabo lo antes posible, a
partir de enero del próximo año, dando como plazo el mes de
diciembre del presente año para tomar registro de todas las viviendas,
realizar una tabulación y ordenar las fechas de entrevistas y capacitar al
personal. Este personal capacitado lo podríamos catalogar como
“ciudadanos activos”, ya que sin ser profesionales de la política,
intervienen en la esfera pública para mejorar las condiciones de vida
democrática, ejercer su propia libertad y cultivar la preocupación por
los demás (Salvador Giner).
El financiamiento se llevará a cabo por partes iguales entre un
convenio que se realizaría entre la municipalidad, una empresa
encargada de realizar las reparaciones y una empresa encargada de
entregar los materiales de reconstrucción. La municipalidad, utilizando
fondos propios, subcontratará a la empresa de construcción, para así
tener mano de obra quienes se dirigirán a cada departamento a
arreglar las partes afectadas. A su vez, la empresa creará un plan de
auspicio con la empresa proveedora de material, para que así ellos
entreguen parte del material gratis y la municipalidad les pague en
auspicios, tal como se hace en otras instancias como los trabajos de
veranos universitarios, los cuales realizan un trato con una empresa de
materiales de construcción la cual les entrega los materiales para que
ellos vayan a construir, a cambio de auspiciarlos, hacerles publicidad y
promocionarlos en todos los lugares posibles. También, se considerará
como válido para el financiamiento el aporte voluntario, de empresas
privadas, grupos económicos o personas.
Una vez terminado el proceso de reconstrucción, se dirigirán a los
departamentos
arquitectos
especializados
para
evaluar
en
las
condiciones en que quedó el inmueble, tal como lo hicieron una vez
ocurrido el terremoto y que se encargaron de clasificar a los edificios
según los daño registrados.
Así, el proceso de intervención será dado por terminado, y en año
siguiente, en cada trimestre irá un encargado municipal a ver a las
familias para saber cómo han estado y si los arreglos han perdurado y
no han tenido problemas.
En las sociedades de hoy en día siempre se ha reclamado que la
clase media es olvidada, que las autoridades siempre se preocupan de
los más desvalidos pero la clase media, que es la mayoría, siempre sufre.
Y lo mismo ha ocurrido en este país con las víctimas del terremoto. Toda
la ayuda, o la gran mayoría se han evocado a la gente afectada en el
sur, o los que han sufrido grandes pérdidas, pero que pasa con las
personas que han tenido daños medianos, pero que aun así no han
podido solucionarlos por problemas de dinero. Esto es lo que se quiso
enfrentar con esta intervención, entregarle una ayuda rápida y directa
a la familia de clase media de la Villa Olímpica, que a pesar de sus
recursos todavía tiene serios problemas.
En este trabajo se pudo evidenciar los fuertes lazos comunitarios
presentes en la Villa Olímpica, desde el vecino más afectado, al que no
tuvo ningún problema, todos se han unido en pos de sacar adelante el
lugar donde viven de distintas maneras, con talleres, trabajos, comidas
comunitarias, provocando una fuerte amistad hasta entre los vecinos
que no se conocían antes del 27 de febrero.
Todavía queda mucho por realizar, y ojalá que los problemas
comunicaciones que tienen con la municipalidad se puedan resolver
pronto, ya que esa entidad es su apoyo más cercano y urge una
solución.
Por otro lado, hay que aclarar que pasó con los puntos asignados
en la Ficha de Protección Social y que pasará con la mayoría de los
vecinos que no pudieron postular a subsidios, ya que pronto se cumplirá
un año del terremoto y aun hay vecinos que no pueden volver a sus
hogares, y otros que no tienen una respuesta definitiva sobre sus
departamentos inhabitables.
Referencias
-
Clase número 23
-
Salvador Giner, 2007
-
Moore, 1996
-
Mariane Krause
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