AGS,CRU,221 f. 1r ✠ [Al margen izquierdo: Los dichos fray Juan Gil y fray Antonio de la Bella. Obligación que otorgaron de 190.000 maravedíes que se libraron al dicho fray Juan Gil para ayuda a ciertos rescates.] En la villa de Madrid, a cuatro días del mes de septiembre de mil y quinientos y setenta y nueve años. Ante mí, el presente escribano y testigos de yuso escritos parecieron presentes los muy reverendos padres fray Juan Gil, padre general de la orden de la Santísima Trinidad, y fray Antonio de la Bella, ministro del monasterio de la ciudad de Baeza por Su Majestad y señores de su Real Consejo y por los provinciales de la provincia de Castilla y Andalucía señalados, nombrados y aceptados para ir este presente año a la ciudad de Argel a redimir cautivos. Y por virtud de los poderes y licencias que tienen de los dichos provinciales para el dicho efecto y en virtud de la comisión y provisiones reales e instrucciones que tienen de los cuales yo, el presente escribano, doy fe haberlas visto, que por ser todo notorio y por evitar su prolijidad no va aquí inserto, dijeron que por cuanto por cédula de Su Majestad, su fecha en El Escorial en treinta y un días del mes de agosto, despachada por los señores del Consejo de Cruzada, se manda a San Juan de Izaguirre, receptor del dicho Consejo, que dé y entregue al dicho padre fray Juan Gil para ayuda de la dicha redención ciento y noventa mil maravedíes, obligándose primero y ante todas las cosas que los gastarán y distribuirán en la dicha redención de cautivos por la orden de la dicha su comisión y instrucción de Su Majestad que para ello se les ha dado y entregado, y darán cuenta de ellos en cómo lo cumplieron a Su Majestad y señores del su Consejo de Cruzada y a quien se les mandare dar según se contiene en la dicha comisión y instrucción y cédula de Su Majestad más largamente, a la cual se refirieron que hubieron aquí por expresado como si de palabra a palabra fuera aquí incorporado. En cumplimiento de lo cual se dieron y otorgaron los dichos padre fray Juan Gil y fray Antonio de la Bella por sí y en nombre del general, provinciales, ministros, frailes y conventos de la dicha orden de la Santísima Trinidad y en virtud Transcripción actualizada © Archivo General de Simancas. MECD de los dichos sus poderes y licencias y nombramientos, y por virtud de la dicha comisión de Su Majestad por entregados de la dicha cédula de Su Majestad y por pagados de los ciento f. 1v y noventa mil maravedíes en ella contenidos por cuanto confesaron haberlos recibido y pasado a su parte y poder realmente y con efecto en dineros de contado del dicho San Juan de Izaguirre, receptor del dicho Consejo de Cruzada y en razón de la entrega y paga de los dichos maravedíes que de presente no parece renunciación a las leyes de la entrega, prueba y paga como en ellas y en cada una de ellas se contiene, y se obligaron por sí y en el dicho nombre de los dichos frailes y conventos de los dichos monasterios de la Santísima Trinidad, por los cuales, a mayor abundamiento y siendo necesario, presentaron caución de rato, grato ad iudicatum solvendo que estarán y pasarán y cumplirán lo que por ellos fue referido y otorgado y les obligaren que los dichos ciento y noventa mil maravedíes que así han recibido del dicho San Juan de Izaguirre en virtud de la dicha cédula de Su Majestad para redención de cautivos de Argel los emplearán y gastarán en la dicha redención de cautivos y que dentro de un año primero siguiente traerán testimonio en carta de escribano de la dicha redención de cómo han hecho y cumplido lo susodicho, y conforme a la dicha comisión de Su Majestad y instrucción de Su Majestad y de los señores del Consejo de Cruzada, y darán cuenta con pago de cómo lo distribuyeron y gastaron en la dicha redención y gastos de ella a quien la deban dar, en especial a Su Majestad y señores de su Real Consejo de Cruzada, sin que falte cosa alguna o volverán los dichos maravedíes a quien y como por los dichos señores del Consejo de Cruzada les fuere mandado. Y para el cumplimiento de ello obligaron sus personas y bienes y las personas y bienes del dicho general y provinciales y ministros y frailes de la dicha orden y a los bienes y rentas espirituales y temporales de los conventos y monasterios de las dichas dos provincias y a cada uno de ellos insolidum para que lo cumplirán según dicho es llanamente y sin pleito alguno. Y dieron poder a Su Majestad y señores de su Real Consejo y Consejo de Cruzada y a todos cualesquier jueces eclesiásticos que de ello puedan y deban conocer, a cuyo fuero y jurisdicción se sometieron, y sometieron a todos los de suso dichos y declarados, y renunciaron su propio fuero, jurisdicción y domicilio y la ley sit convenerit de iurisdictione omnium iuridicum etc. para que por todo rigor de derecho y vía ejecutiva les compelan y apre- Transcripción actualizada © Archivo General de Simancas. MECD mien a lo así tener y guardar cumplir y pagar y haber por firme, bien así y tan cumplidamente como si esta carta fuese sentencia definitiva de juez competente contra ellos y cada uno de ellos dada y pronunciada y por ellos consentida y pasada en cosa juzgada y dada a entregar, sobre lo cual renunciaron todas y cualesquier leyes y derechos que sean en su favor y especialmente renunciaron la ley y derecho en que dice que general renunciación de leyes hecha no valga, y asímismo renunciarion el capítulo oduardus suam de penis et absolutionibus, y se obligaron in prima camara et supperis camere copiissime et latissime extendenda, y otorgaron carta de obligación y pago fecha en la... Va entre renglones y escrito en la margen do dice: y que dentro de un año primero siguiente traerán testimonio en carta de escribano de la dicha redención de cómo han hecho y cumplido lo susodicho. Vale. g Transcripción actualizada © Archivo General de Simancas. MECD