220-49611 Ref: Interpretación del Acuerdo de Reestructuración. Se recibió su comunicación radicada bajo el número 099086, mediante insiste en la consulta que antes formulara sobre la interpretación del numeral 14 del artículo 34 de la Ley 550 de 1999, con el fin de determinar si como vocera de un patrimonio autónomo, puede cancelar obligaciones de un tercero sometido a un acuerdo de reestructuración, mediante el mecanismo de dación en pago con parte de los bienes que integran el fideicomiso, sin la previa autorización de la DIAN. Al respecto, este Despacho reitera lo dicho en el oficio 220-09364, en el sentido de afirmar que los acuerdos de reestructuración deberán incluir las reglas para su interpretación, así como las que le permitan al comité de vigilancia interpretarlo o modificar aquellas cláusulas del mismo que se identifiquen para tal efecto e igualmente que no le es dable fijar el alcance o dirimir las controversias que se susciten en torno a la aplicación de las cláusulas de los acuerdos que se celebren; sin embargo, resultan pertinentes algunas precisiones jurídicas sobre los efectos de este contrato y los de fiducias de garantías celebrados con anterioridad al la promoción del acuerdo de reestructuración, respecto de los cuales versa la decisión del comité de vigilancia, a fin de conocer los lineamientos jurídicos que deben informar cualquier determinación. 1. Naturaleza del acuerdo de reestructuración: El acuerdo de reestructuración es un contrato que celebran los acreedores internos y los externos de la empresa cuyo objeto es corregir las deficiencias que presente la sociedad en su capacidad de operación y atender las obligaciones pecuniarias que tenga a su cargo, con la prelación establecida de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 33, numeral 2, con el voto favorable de un número plural de acreedores internos o externos que representen por lo menos el 60% de los créditos externos e internos de la empresa, conforme a la lista de votantes y de votos admisibles y con los votos provenientes de las diferentes clases de acreedores, en las proporciones previstas en el artículo 29 de la presente ley. Puede decirse que el objeto del acuerdo de reestructuración son las obligaciones pendientes de pago por parte del deudor que ha sido admitido a la promoción del acuerdo; y a su vez, que en ningún caso son negociables los términos de los contratos previamente celebrados por el empresario en reestructuración y que son fuente de obligaciones pendientes de pago. De lo dicho se desprende que un contrato legalmente celebrado con anterioridad a la promoción del acuerdo, no puede verse modificado por la iniciación del mismo, circunstancia que determina de acuerdo con la ley, la suspensión durante la vigencia del acuerdo, de la exigibilidad de los gravámenes y garantías reales y fiduciarias, salvo que en el acuerdo se pacte la posibilidad de hacerlos efectivos conforme a lo previsto en el numeral 3 del artículo 34, de la ley 550 de 1999. 2. Contrato de fiducia de garantía. En lo que a este contrato se refiere, la Superintendencia Bancaria, ha definido que: "la caución constituida mediante la celebración de un contrato de fiducia mercantil de garantía, es para todos los efectos legales una garantía personal...", así lo expresó esta Superintendencia mediante el oficio 440- 12389 del 22 de septiembre de 1999, en el que además señaló: "Debe concluirse, entonces, que, aunque los bienes dados en garantía fiduciaria no pertenecen al deudor en concordato, puesto que salieron de su patrimonio para garantizar el pago de obligaciones cuya satisfacción se encuentra suspendida, el proceso de ejecución de las obligaciones así garantizadas, también se suspende mientras termina el concurso. ". Agrega la misma providencia "...La Superintendencia no ha dicho que por la situación concursal del fiduciante el negocio fiduciario se termine, o los bienes deban volver a la masa concordataria, o estos puedan ser perseguidos dentro del proceso , ni que con ellos se deba atender el pasivo concursal. No. " En tal virtud, afirma la Superintendencia en el referido oficio, que lo que suceda con la obligación principal afecta de manera directa el encargo: si la obligación garantizada mediante la fiducia es pagada total o parcialmente por el deudor, la garantía se reduce en igual proporción el amparo; si la obligación principal prescribe , la garantía fiduciaria deja de respaldarla; si la principal se compensa o extingue por cualquier otro medio, la accesoria desaparece; y en fin, si la obligación de pagar la principal se suspende, no puede hacerse efectiva su garantía. 2. Derecho de veto de la DIAN . Dispone el numeral 14 del artículo 34 que la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, DIAN, tendrá derecho a veto debidamente motivado y manifestado dentro del comité de Vigilancia, sobre la enajenación a cualquier título de bienes del empresario cuya enajenación no haya sido pactada dentro del acuerdo, siempre que no se trate de activos corrientes y cuyo valor no sea inferior al cuarenta por ciento (40%) de las obligaciones vigentes frente a la DIAN por concepto de capital, sanciones y actualizaciones. De la referida disposición y a modo de interpretación general se desprende que el legislador le confirió a la DIAN un derecho de veto, derecho que implica la posibilidad de ejercerlo o no, expresando las razones de su inconformidad directamente dentro del Comité de Vigilancia del que en todo caso debe formar parte este organismo, cuando la decisión verse sobre la enajenación a cualquier título de activos fijos del empresario y que el monto de las obligaciones a pagar sea superior al 40% de las obligaciones vigentes frente a la DIAN por concepto de capital, sanciones y actualizaciones. En los anteriores términos considero haber atendido su inquietud, no sin antes advertirle que el presente oficio tiene los efectos del artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.