TABLA 1.6. DISTRIBUCION SECTORIAI. DE LAS RENTAS DEL TRABAJO (Año 1987) Sectores Pesetas % del total Agricultura ...................... Pesca ................................ Industria .......................... Servicios ........................... Otros ................................ 126.656 29.502 635.621 1.406.317 95.050 5,5 1,3 27,7 61,3 4,1 Total ................................. 2.293.146 100,0 Fuente: La Renta Nacional de España y su distribución ^rrovincial 1987. Banco de Bilbao, 1990. Una vez presentadas las características del tejido productivo andaluz y los rasgos estructurales que hacen del sector agrícola uno de los ejes fundamentales de su existencia y marginación frente a las comunidades autónomas más ricas, pasaremos a analizar que repercusiones tiene sobre la configuración del MTR este marco económico. Para ello seguiremos el mismo esquema metodológico, es decir, aportaremos en primer lugar un análisis económico del sector agrario, para ofrecer al lector algunas macromagnitudes acerca de las características productivas del sector y las rentas obtenidas. Seguidamente estudiaremos las cifras dadas por las fuentes que se ocupan del análisis de la población activa del sector, pasando después a entrar de lleno en la estructura social del empleo y la relación existente entre las distintas fuentes que aportan información sobre el trabajo en la agricultura. 1.3. Estructura productiva del sector agrario: producción, actividad y renta En el año 1987 se realiza, para la totalidad del territorio nacional, la Encuesta sobre la Estructura de las Explotaciones 76 Agrícolas (EEA-87) por parte del Instituto Nacional de Estadística, debido a los requerimientos de la CEE de homologación de las estadísticas agrarias. Esta encuesta, que resulta de gran utilidad para conocer la estructura del sector, debido a que el último censo agrario es del año 1982, tiene para nosotros un valor añadido al coincidir con el año al que se refieren los resultados obtenidos mediante el trabajo de campo realizado para esta investigación. Así pues, será un punto de apoyo importante para tratar de exponer algunos de los rasgos que caracterizan la estructura del sector en lo que puede afectar a la configuración del mercado de trabajo durante ese año en Andalucía. La EEA$7 estima que existen un total de 329.663 explotaciones agrarias en Andalucía (26), que proporcionan un total de 290.627 unidades de trabajo/año (UTA). Estas explotaciones ocupan 6.305.835 Ha de las que son Superficie Agraria Util (SAU) 4.666.414 Ha. El 78,4% se llevan directamente por sus propietarios, un 15,8% son arrendadas y un 5,8% se llevan en aparcería o mediante otros regímenes de tenencia. Si relacionamos la distribución de la superficie agraria útil con el número de explotaciones en Andalucía y España (tabla 1.7) se observan diferencias importantes, que hacen que tanto las explotaciones con menos de 10 Ha como las de más de 100 Ha sean más númerosas en Andalucía. También se manifiesta un mayor grado de concentración de la SAU, que desafortunadamente no puede reflejarse de modo más nítido, dado que el mayor intervalo referente al tamaño de las explotaciones aportado por la EEA-87 es el de más de 100 Ha. La tabla 1.8 aporta más claridad sobre la dimensión económica de las explotaciones en relación a la SAU que tienen y la rentabilidad de las mismas aunque se utiliza además de la EEA-87 el Censo Agrario de 1989. (26) En la Encuesta de Estructura de las Explotaciones de 1987, sólo se consideran como tales aquéllas que logran un margen bruto mínimo de 0,75 UDES en el Censo Agrario de 1982. 77 TABLA 1. 7. ESTRUCTURA DE LAS EXPLOTACIONES EN ANDALUCIA Y ESPAÑA SEGUN LA DIMENSION ECONOMICA YLA SUPERFICIE AGRARIA UTILIZADA (en %) Intervalos ^^p^^e N. ° Explotac. SAU (Ha) Total Ha Andal. España Andal. España Andal. España De menos de 1 Ha ... 9,9 14,1 0,3 0,5 3,7 1,5 De 1 Ha a 2 Ha ... 22,3 19,2 2,2 1,9 2,4 2,4 De 2 Ha a 5 Ha ... De 5 Ha a 10 Ha ... De 10 Ha a 20 Ha ... De 20 Ha a 30 Ha ... De 30 Ha a 50 Ha ... De 50 Ha a 100 Ha ... De más de 100 Ha ... 31,4 16,3 9,2 3,3 3,0 2,3 2,3 26,6 16,3 10,6 4,1 3,9 3,1 2,1 6,9 8,0 9,0 5,7 8,2 11,6 48,1 6,0 8,1 10,5 7,1 10,8 15,3 39,8 6,5 7,2 8,5 5,3 7,5 11,8 47,0 6,6 8,1 10,1 6,7 9,9 14,3 40,4 100, 0 100, 0 100, 0 10 0, 0 100, 0 100, 0 Fuente: Encuesta sobre la Estructura de las Explotaciones Agrarias 1987, INE. Elaboración propia. TABLA 1.8. ESTRUCTURA DE LAS EXPLOTACIONES SEGUN LA DIMENSION ECONOMICA Y LA SUPERFICIE AGRARIA UTILIZADA (En %) N. ° Explotac. UDE SAU (Ha) MBT 1987 1989 1987 1989 1987 1989 De menos de 2 Ha ... 60,9 67,4 13,2 14,0 10,6 10,6 De 2 Ha a 4 Ha ... 16,0 12,7 9,5 9,2 9,3 8,2 De 4 Ha a 6 Ha ... De 6 Ha a 8 Ha ... De 8 Ha a 12 Ha ... De 12 Ha a 16 Ha ... De 16 Ha a 40 Ha ... De 40 Ha a 100 Ha ... De más de 100 Ha ... 7,5 4,1 4,1 1,9 3,5 1,1 0,4 5,6 3,4 4,1 2,1 3,3 1,3 0,4 6,9 5,5 7,2 5,8 20,2 16,4 15,2 6,4 5,1 8,2 6,0 18,4 15,0 17,4 7,5 5,8 8,4 5,7 17,7 15,0 19,7 6,3 5,3 9,1 6,6 17,8 14,7 26,9 100, 0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Fuente: Encuesta sobre la Estructura de las Explotaciones Agrarias 1987, INE; Censo Agrario de 1989, INE. Elaboración propia. 78 Introduce esta fuente el concepto de unidad de dimensión europea (UDE) que expresa la dimensión económica mediante unidades de cuenta europeas de margen bruto (27), para referirse a la relación con otras variables como la superficie cultivada o el margen bruto total (28). Partiendo de estas variables hemos realizado la tabla 1.8 para conocer el grado de convergencia entre estas magnitudes en ambas fuentes para 1987 y 1989. De los resultados obtenidos en la tabla 1.8 podemos inferir que existen tres grandes grupos de explotaciones en Andalucía: - Más del 60% de las explotaciones agrarias en Andalucía en 1987 (casi el 70% en el Censo del 89 en el que se han computados todas las existentes) entran en la categoría de las denominadas marginales por la CEE, pues tienen una dimensión económica inferior a las 306 mil ptas. Estas explotaciones ocupan sólo el 13,2% de la SAU y obtienen únicamente el 10,6% del MBT generado en la Comunidad Autónoma. - Un tercio aproximadamente de las explotaciones ocupan el 34,9% del total de la SAU y obtienen el 36,7% del MBT. - Un 5% de las explotaciones ocupan el 50,8% de la SAU y genera el 52,4% del MBT, en 1987, aumentan- (27) Una UDE para la Encuesta sobre Estructuras en 1987 equivale a 1.000 unidades de cuenta europeas de margen bruto, aproximadamente 153.000 ptas. (28) Margen Bruto Total o dimensión económica de una explotación se obtiene mediante la suma de los saldos entre el valor monetario de la producción y el valor de ciertos costes inherentes a la misma de cada uno de los cultivos o tipo de ganado de la explotación. Ante la imposibilidad de obtener los saldos de cada cultivo o tipo de ganado para cada explotación, se aplica un coeficiente standard en cada comunidad, calculado a partir de un período de referencia de varios años, que para la de 1987 se refire a la media de los años 1983-84 y 1985. INE. Encuesta sobre la Esiructura de las Explotaciones Agrícolas 1987. Resultados de Andalucía. Madrid, 1989. 79 do el MBT de las de mayor dimensión en el año 89 respecto a187. Esta distribución de la riqueza que se deriva del factor tierra sigue siendo muy desequilibrada y supone un handicap importante para la organización racional del sector, según tendremos ocasión de exponer. En lo que a la estructura de los cultivos se refiere, se expresa en los cuadros 1.3, 1.4 y 1.5. CUADRO 1.3. EVOLUCION DE LA,S SUPERFICIES DE CULTIVO EN ANDALUCIA Y ESPAÑA, EN VALORES ABSOLUTOS (Miles de Ha) ANDALUCIA .......... Cereales ................... Legumbres .............. Tubérculos .............. Cultiv. industriales .. Hortalizas .... ............ 1986 1987 1988 1989 199D 3.228,8 1.043,1 59,4 29,6 561,2 79,2 3.241,6 1.033,4 56,6 30,6 575,6 83,5 3.241,7 969,0 50,1 29,4 647,0 84,3 3.238,9 944,3 43,6 29,2 601,3 79,7 3.237,5 808,2 45,7 26,2 733,0 86,5 Cítricos .................... 33,9 34,5 34,5 39,5 39,5 Frutales no cítricos . Viñedo ..................... Olivar ....................... 136,2 87,6 1.208,6 143,0 80,9 1.203,5 133,0 80,9 1.203,5 173,9 80,4 1.247,0 172,2 82,6 1.243,6 ESPANA .................. Cereales ................... Legumbres .............. 13.374,5 7.056,9 90,4 13.570,9 7.240,5 89,4 13.510,2 7.232,0 73,7 13.432,1 7.214,4 64,0 13.332,4 6.935,1 66,7 Tubérculos .............. 296,7 295,1 282,2 272,9 272,9 Culdv. industriales .. Hortalizas ................ 1.214,6 306,4 1.262,9 309,6 1.268,4 320,9 1.220,4 326,4 1.417,1 306,6 Cítricos .................... 219,0 229,8 234,7 234,7 234,7 Frutales no cítricos . Viñedo ..................... 596,1 1.531,2 606,0 1.480,6 624,3 1.440,1 624,3 1.440,1 624,3 1.440,1 Olivar ....................... 2.063,2 2.057,0 2.034,9 2.034,9 2.034,9 Fuente: Informe Económico de Andalucía 1990. Consejería de Economía y Fomento de la Junta de Andalucía. ó0 CUADRO 1.4. EVOLUCION DE LAS SUPERFICIES DE CULTNO EN ANDALUCIA Y ESPAÑA, EN VALORES RELATNOS (Superficie total= 100%) 1986 1987 1988 1989 1990 ANDALUCIA .......... Cereales ................... Legumbres .............. Tubérculos .............. 100,0 32,2 1,8 0,9 100,0 31,9 1,7 0,9 100,0 29,9 1,5 0,9 100,0 29,2 1,3 0,9 100,0 25,0 1,4 0,8 Gultiv. industriales .. Hortalizas ................ 17,3 2,4 17,8 2,6 20,0 2,6 18,6 2,5 22,6 2,7 Cítricos .................... Frutales no cítricos . 1,0 4,2 1,1 4,4 1,1 4,4 1,2 5,4 1,2 5,3 Viñedo ..................... Olivar ....................... 2,7 37,3 2,5 37,1 2,5 37,1 2,5 38,5 2,6 38,4 ESPAÑA .................. Cereales ................... 100,0 52,8 100,0 53,4 100,0 53,5 100,0 53,7 100,0 52,0 Legumbres ............ .. Tubérculos ........ ...... 0,7 2,2 0,7 2,2 0,5 2,1 0,5 2,0 0,5 2,0 Cultiv. industriales . . 9,1 9,3 9,4 9,1 10,6 Hortalizas ............ .... Cítricos .................... 2,3 1,6 2,3 1,7 2,4 1,7 2,4 1,7 2,3 1,8 Frutales no cítricos . 4,5 4,5 4,6 4,6 4,7 Viñedo ..................... 11,4 10,9 10,7 10,7 10,8 Olivar ....................... 15,4 15,2 15,1 15,1 15,3 Fuente: Informe Económico de Andalucía 1990. Consejería de Economía y Fomento de la Junta de Andalucía. El olivar es el cultivo que más superficie ocupa en Andalucía, aunque su mayor o menor grado de productividad depende de las zonas donde se localiza, pues abundan los olivares marginales en las zonas que no son aptas para otros cultivos. Es el cultivo que da el mayor volumen de trabajo eventual en Andalucía occidental, según se verá en el capítulo 4. Desde 1986, prácticamente se ha mantenido con una superficie constante. Los cereales ocupan la cuarta parte de la SAU, teniendo en cuenta la baja necesidad de mano de obra que generan 81 CUADRO 1.5. EVOLUCION DE LAS SUPERFICIES DE CULTNO EN ANDALUCIA YESPAÑA, EN VALORES RELATNOS (1986 = 100) 1986 1987 1988 1989 1990 ANDALUCIA .......... Cereales ................... Legumbres .............. Tubérculos .............. Cultiv. industriales .. Hortalizas ................ Cítricos .................... Frutales no cítricos . Viñedo ..................... Olivar ....................... 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,1 99,1 95,3 103,4 102,6 105,4 101,8 105,0 92,4 99,6 100,1 92,9 84,3 99,3 115,3 106,4 101,8 105,0 92,4 99,6 100,0 91,4 73,4 98,6 107,1 100,6 116,5 127,7 91,8 103,2 100,0 77,5 76,9 88,5 130,6 109,2 116,5 126,4 94,3 102,9 ESPAÑA .................. Cereales ................... Legumbres .............. Tubérculos .............. Cultiv. industriales .. Hortalizas ................ Cítricos .................... Frutales no cítricos . Viñedo ..................... 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 101,5 102,6 98,9 99,5 104,0 101,0 104,9 101,7 96,7 101,0 102,5 81,5 95,1 104,4 104,7 107,2 104,7 94,1 100,4 102,2 70,8 92,0 100,5 106,5 107,2 104,7 94,1 99,7 98,3 73,8 92,0 116,7 100,1 107,2 104,7 94,1 Olivar ....................... 100,0 99,7 98,6 98,6 98,6 Fuente: Informe Económico de Andalucía 1990. Consejería de Economía y Fomento de laJunta de Andalucía. debido al alto grado de mecanización, esto supone que en una superficie considerable no se dan más que de 1 a 2 jornales por Ha. Los cultivos industriales le siguen en importancia. Estos han sido favorecidos por la política de incentivos a la mecanización, lo que ha reducido el potencial de trabajo que suponían, que les mereció el desafortunado título de «cultivos sociales», pero aún así proporcionan todavía un importante volumen de trabajo a los asalariados. Las plantaciones de frutales no cítricos y las hortalizas, aún. ocu- 82 FIGURA 1.1 SUPERFICIES DE CULTII'O EVOLUCION EN ANDALCCIA SUPERFICIE ( mil Ha.) 1.400 1.200 1.000 800 600 400 200 0 OI.NAR ' CEREAI, ' C.INDUST ' HO-FR+F ' FORRAJE ' LEGUMIN. ' VINEDOS CULTIVOS ^ 1960 ® 1990 ^ 1980 ^ 1987 Furnte: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (1960 y 1970). Consejería de Agricultura. Junta de Andalucía (1980 y 1987). FlGL'/^.1 1. 2 SUPERI^ICIES DE CULTIVO EVOLUCION EN ANDALUCIA OCCIDENTAI. Fúenfe: Censos Agrarios. 83 pando poca superficie, tienen un peso cualitativo muy importante, sobre todo las hortalizas cultivadas mediante métodos intensivos, por lo que supone esta agricultura de dependencia industrial y contaminación, aunque también en términos de empleos familiares. La viña, otro de los cultivos que necesitan de más mano de obra, parece mantenerse desde 1986, si bien acusa una tendencia a la baja como en el resto de España. En relación al conjunto de España destacan las siguientes diferencias respecto a la evolución de la superficie de cultivo: - La mayor disminución proporcional en Andalucía que en España de la superficie dedicada al cultivo de cereales y leguminosas, aunque la tendencia a la baja es común. - Mayor proporción de crecimiento de los cultivos industriales. - Aumento proporcionalmente mayor en Andalucía de la superficie de frutales no cítricos y, en menor cantidad, de hortalizas. - El olivar que sigue una ligera tendencia decreciente en España, en Andalucía muestra una ligera recuperación durante los años 1989 y 90. El proceso «modernizador» seguido en la agricultura y acentuado a partir de los años sesenta, ha situado al sector en una posición bastante crítica desde la perspectiva de preservación de los recursos y el grado de externalidad. Entre las tendencias más acentuadas que observamos destacan las siguientes (29): 1. El Valor Añadido en la agricultura andaluza conoce un crecimiento sostenido, aunque moderado, desde los años sesenta, siendo menos elevado en la etapa de mayor acelera- (29) Delgado Cabeza, M.: «La economía andaluza en las tres últimas décadas», en Estructura Económica de Andalucía. Edit. Espasa Calpe (en prensa). 84 ción de la economía que en el resto. Esta tendencia ha hecho que en la estructura económica de Andalucía se venga profundizando la especialización agraria desde hace 30 años. 2. La creciente integración de la agricultura andaluza en el sistema agroindustrial, cada vez más internacionalizado, ha llevado a un incremento del consumo de productos industriales, que se refleja en la proporción, cada vez mayor, que dentro del Valor Añadido representan los gastos de fuera del sector. La lucha contra la inflacción, seguida por las políticas económicas desde los años setenta, supone un control de los precios agrarios que dificulta la posibilidad de los agricultores para trasladar los costes de producción. Se provoca de este modo, un deterioro de los precios percibidos y pagados. Las consecuencias de esta situación son que se estimula una mayor «racionalidad» económica, que se ha dirigido al ahorro en factor trabajo, con las consiguientes consecuencias sociales. Por otra parte, se pierde autonomía para dirigir los mecanismos internos de acumulación de capital, lo que subordina a la agricultura andaluza a las necesidades de un proceso de acumulación que se sitúan fuera del sector agrario y fuera de Andalucía. Ver tabla 1.9. TABLA 1. 9. MAGNITUDES ECONOMICAS RELACIONADAS CON EL SECTOR AGRARIO Años Costes fuera sector/V.A. Precios pagados Precios percibidos II,G 1976 ................... 1979 ................... 28,8 28,9 100 146,6 100 152,1 1.000 1.725 1984 ................... 1987 ................... 43,6 46,4 296,7 332,5 245,4 276,3 3.233 4.131 Fuente: Anua^io Estadútico de España, INE e Injorme Económico de Andalucéa 1990, Junta de Andalucía (30). (30) Delgado Cabeza, M.: Ibídem. 85 3. Las consecuencias sociales de la «racionalización» vienen reflejadas en la modificación que se ha producido en la distribución de la renta y del Valor Añadido en el sector (ver tablas 1.10 y 1.12). Los datos sobre la evolución de la renta desde los años sesenta permiten que nos hagamos una idea de cómo ha sido la evolución de las rentas de los asalariados respecto a la de los empresarios agrícolas. Las cifras son lo bastante significativas para hacerse una idea de las diferencias (tabla 1.10). Se pone en evidencia a partir de la tabla anterior cómo las rentas salariales del sector han seguido una disminución progresiva en los últimos 20 años a favor de las empresariales, que se han llegado a multiplicar por más de 10 puntos. El hecho de que las diferencias más espectaculares se hayan dado en Andalucía Occidental, donde es menos importante la agricultura familiar, pone en evidencia la alta rentabilidad de la agricultura capitalista basada en trabajo asalariado, TABLA 1.10. DISTRIBUCION DE LAS RENTAS AGRARIAS BRUTAS (1) (En miles de ptás.) Rentas asalarfaáas Rentas no asalariadas Renta no asalariada Renta asalariada 1 } 1 1964 1975 1985 1964 1975 1985 1964 1975 Andalucía Occidental 31,3 113,9 443,8 77,1 465,9 4.816,3 246,0 409,0 1.085,2 Andalucía Oriental 28,7 123,2 449,2 40,3 200,6 2.644,3 140,4 162,9 588,7 Total España 34,6 136,7 493,4 51,2 171,7 148,0 125,6 177,3 874,6 1985 (1) La Renta agraria bruta se refiere al empleo del sector agrario, no contempla las rentas por subsidios en el caso de los desempleados, que como se verá en el capítulo 5 suponen el 32% del total de las rentas que los asalariados del sector entrevistados obtienen. (*) Renta no asalariada / Renta asalariada x 100. Fuente: Banco de Bilbao: Renta Nacional deEspaña, Serie homogénea 1955-1985. 86 que ha pasado a ser la más rentable de España. Teniendo en cuenta el alto porcentaje de subvención de la FT vía subsidio agrario y la disponibilidad de ésta, no es extraño que suceda ésto. En las rentas salariales, en cambio, aumentan las diferencias negativas con respecto a la media nacional, con el agravante, de que el porcentaje de asalariados en Andalucía Occidental es mucho más alto que en el resto de España. El peso del sector agrario en la economía de esta Comunidad Autónoma, tiene a su vez repercusiones importantes en el volumen de las rentas salariales, por ello queremos exponer seguidamente la tabla 1.11 que se refiere a los salarios pactados, los cuales, aún cuando se refieren, al total de España, resultan significativos de la evolución seguida por los distintos sectores a este respecto. Estos índices se refieren a la remuneración del trabajo según se estipula en los convenios, como tendremos ocasión de constatar para la agricultura, este es un valor de referencia pero no coincide con el salario real. La razón estriba en que siendo el sector agrícola andaluz un sector caracterizado TABLA 1.11. INDICES DE LA EVOLUCION DE LOS SA.LARIOS REAL.ES PACTADOS POR SECTORES DE ACTIVIDAD (Base: 1980=100) Año `^^^^1 tura Industria C0^ trucción Se»ricios Indice de ^ecios al consu^no (IPC) 1980 . ......... 1981.......... 100,0 97,7 100,0 98,8 100,0 99,0 100,0 99,1 15,1 14,4 1982.......... 94,9 97,1 97,8 97,6 14,0 1983.......... 1984.......... 1985.......... 93,2 91,7 90,9 96,4 95,3 94,7 97,0 95,9 94,8 97,3 96,2 95,8 12,2 9,0 8,1 Fuen^e: Fernández-Cavada, «Los asalariados agcarios en España», Comunicaciones INIA, Serie Economía, n.4 28, 1988. 87 por altas tasas de eventualidad y estacionalidad y bajos niveles de sindicación, en la mayoría de los casos estos convenios no se cumplen. Más aún en un período de fuerte excedente de FT como el actual, al que se añade su dependencia de los empresarios para conseguir la asistencia por desempleo para la familia. A la precariedad en la percepción del salario hay que añadir las diferencias relativas con respecto al salario que reciben los trabajadores en cualquier otra rama de actividad, lo que pone en evidencia la marginación de este colectivo. Si observamos la tabla 1.12 podemos comprobar de que modo ha incidido la productividad del factor trabajo en la recuperación del excedente empresarial, el cual ha pasado de un 62,3% en los años sesenta, a un 81,8% en los años ochenta. Por el contrario, los salarios han disminuido drásticamente su participación en el Valor Añadido, pasando de un 37,7% al 18,2%. La recuperación de la parte del Valor Añadido que va a la propiedad se ha producido en una situación de alzas salariales pronunciadas, aunque inferiores al resto de los sectores (ver tabla l.ll), resultando así clave el aumento de la productividad de la mano de obra, según Delgado, a lo que hay que añadir la preciosa contribución que ha supuesto la desregulación laboral propiciada por el siste- TABLA 1.12. DISTRIBUCION DEL VALOR AÑADIDO EN LA AGRICULTURA ANDALUZA 1964/75 1975/87 Remuneración de los trabajadores . ... Excedente empresarial .... ................... 37,7 62,3 18,2 81,8 Total ........... .......................................... 100,0 100,0 Fuente: Banco de Bilbao: Renta Nacional de España y su distribución pr-ovincial, 1987 (31). (31) Delgado Cabeza, M.: Ibídem. 88 ma de subsidio al desempleo, que ha favorecido la pérdida de presencia de los sindicatos agrarios, según tendremos ocasión de desarrollar en el capítulo 5. Este comportamiento plenamente rentabilista, coherente con los criterios empresariales, está en el epicentro de la desigual distribución del excedente generado por la agricultura, «siendo este aspecto de centralización de la riqueza que provienen del sector agrario una de las claves para entender el secular subdesarrollo andaluz»(32). 4. El proceso de modernización y los cambios tecnológicos introducidos en la agricultura han tenido además consecuencias muy negativas en cuanto a la preservación de los recursos naturales que le sirven de soporte, poniendo en crisis el modelo seguido. Según la Agencia del Medio Ambiente de la Junta de Andalucía (AMA) (33), practicamente la mitad del suelo andaluz tiene riesgo alto o muy alto de erosión, siendo la pérdida media de 42,9 Tm/Ha/año (10 Tm/Ha/año se considera el límite a partir del cual comienza el riesgo para la conservación del suelo) . Se dan zonas, como las Campiñas del Guadalquivir en las que se alcanzan las 300 Tm/Ha/año. En un estudio realizado por el Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA) sobre la erosión en las cuencas alimentadoras de embalses, que comprenden el 52% del territorio andaluz, se señala una erosión media de 63 Tm/Ha/año. En provincias como Almería o Granada, se dice en el informe de la AMA que se hace difícil imaginar el camino de retorno. La agricultura andaluza consume, por otra parte, el 80% de la demanda total de agua, generando problemas de contaminación, tanto en los acuíferos como en las aguas superficiales. El retorno de las aguas de riego a los embalses transporta parte de los fertilizantes, fitosanitarios y otros residuos. Los análisis sobre la calidad de las aguas superficiales realizados (32) Delgado Cabeza, M.: Ibídem. (33) AMA: Evaluación ecológica de los recursos naturales de Andalucía. Sevilla, 1987. 89 en 69 puntos de las distintas cuencas andaluzas en 1985/86 proporcionan unos índices medios que en el 50% de los casos están por debajo del tramo de inferior calidad para el que las aguas poseen niveles de contaminación no admisibles. La salinización y la contaminación por nitratos de los acuíferos afectan a una proporción mayoritaria de las captaciones. El 90% de los regadíos andaluces se asientan sobre acuíferos detríticos que sufren contaminación, fundamentalmente, por las filtraciones de nitratos. El uso creciente de fertilizantes minerales lleva además a un proceso de mineralización del suelo con una progresiva disminución de la fertilidad del mismo, lo que obliga al uso creciente de este tipo de nutrientes artificiales. En lo que se refiere a los productos fitosanitarios, según Delgado, mientras el Valor Añadido de la agricultura se multiplica aproximadamente por 1,24 desde 1975, la cantidad de insecticidas utilizados se multiplica por 6, los fungicidas por 4 y los herbicidas por 7. Estas aplicaciones se dan sobre todo en las zonas de agricultura intensiva, las cuales dada su concentración hacen que en poco más del 1% de las tierras cultivadas en Andalucía se consuma el 40% del total de los productos fitosanitarios utilizados. Estos productos tienen efectos cancerígenos y pueden producir perturbaciones graves para el hombre y el ecosistema de consecuencias imprevisibles en el corto y largo plazo (34) . A estos procesos hay que añadir la desforestación, la desaparición de zonas húmedas y parajes naturales y la plantación de especies esquilmantes, como el eucalipto, por la presión de la industria papelera (35). 5. El crecimiento de la productividad de la agricultura se ha mantenido a un ritmo muy elevado desde 1964, con una (34) AMA: op. cit. (35) El eucalipto suponía el 88% de las repoblaciones privadas subvencionadas realizadas entre 1969 y 1986 en Andalucía, afectando a 145.267 Ha. Delgado, M.: op. cit. 90 tasa de un 9% anual acumulativo aproximadamente. El mantenimiento de la productividad se viene dando desde 1973, a la vez que se ralentiza la producción a costa de una reducción del empleo, que desde 1973 al 85 se destruye al mayor ritmo conocido en la historia reciente de Andalucía (se pierde casi el 50% del empleo existente al inicio del período). En la década 1980/90 se pierde un 27,3% del empleo (36) agrario de 1980. La pérdida de empleo agrario tiene lugar en un contexto en el que a consecuencia de la desaparición de servicios y pequeñas industria, la especialización agraria es hoy mayor que lo era en los años sesenta. 1.4. Análisis de la población activa agraria: oferta y demanda de fuerza de trabajo La evaluación estadística de las personas relacionadas con el trabajo agrario, no resulta tarea fácil en ningún lugar de Europa, pero en las regiones del sur con economías subordinadas como Andalucía, Italia o Portugal esta tarea aún se complica más dada la diversidad de situaciones que se dan en la ocupación, tanto en la relaciones contractuales como en las intersectoriales o en la heterogeneidad de formas que adquiere el subempleo y el trabajo sumergido en el medio rural. La gran dificultad desde la estadística se presenta al tratar de conocer realmente qué volumen de personas hay verdaderamente disponibles para trabajar en el sector en cada momento, cuantas ocupa la agricultura, qué situación tienen ante la actividad, cómo se ajusta el volumen de la FT (36) No hay que identificar la pérdida de empleo con volumen de población activa relacionada con el sector, pues si bien se pierde empleo en términos absolutos, se aumenta el subempleo. 91