Nosotros, para siempre

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Nosotros, para siempre
1
¿Cómo iniciar? ¿Una novela de amor? ¿Tragedia? ¿Drama? ¿Con las palabras adecuadas?
Es algo que siempre gira en mi cabeza, son preguntas que nunca responderé a la ligera, ya
que el solo tratar de utilizar las palabras perfectas, las hace tan imperfectas como se
demuestran ¿Por qué? por el simple hecho de que están gravemente desordenadas en mi
mente, aun que, si sigo intentando quizás no sean perfectas, pero las ideas simplemente
fluirán o volaran desde mi mente hasta estas hojas en las cual escribo ¿lo intento?
Como siempre, el reino de Leydarl permanecía oculto en medio del bosque, protegido por
grandes murallas, que desde fuera eran imposibles de ver, a causa de los poderosos
hechiceros que ayudaban a mantener oculta a esta. La gente vivía en paz, no existía aquello
que se le llama pobreza, ni riquezas, todos Vivian dela misma forma, felices, no existía
tampoco la discriminación, era todo lo contrario, la gente se ayudaba unos con otros. La
única excepción de riqueza era la familia real, la cual era respetada por todo Leydarl. Estaba
constituido por el rey, mi padre, su nombre era Marcus, él es la autoridad máxima, lo que él
ordenaba se cumplía, su esposa, la cual es mi madre, era la famosa dama de blanco, por su
delicadeza, su tierna mirada y la preocupación por proteger a los que le rodean. Luego de
ellos quedan sus dos hijas, la mayor y heredera al trono, Shinia, y la menor, yo, Lyannet, la
que obviamente no recibía nada, y la que estaba destinada a vivir por mi cuenta, pero claro,
mi padre se oponía ante aquella idea y me protestaba que debía de vivir en el castillo hasta
que mi vida terminara, pero Shinia seguía siendo la heredera, y yo le quejaba a mi padre que
odiaba la idea de quedarme como una huésped de mi hermana, pero era cada esfuerzo era
inútil, siempre me respondía lo mismo e incluso había veces en donde no me respondía, y en
esos casos, solo con su mirada se notaba que lo que quería decir era esto “Esto ya está
decidido, no sigas insistiendo Lyannet” Claramente no me quedaba conforme con todo esto,
pero la palabra (o la mirada) del rey era absoluta, se hacía lo que decía.
Lamentablemente mi padre no accedería por más que me quejara, ya que desde que yo era
una niña tenía una forma diferente de pensar, creía que la gente no tenía que vivir de igual
forma, ya que no todos eran iguales, también decía que deberíamos todos de tener la libertad
de poder salir de Leydarl la veces que queramos, y quedarnos adentro para siempre,
encerrados, sin poder explorar el exterior, como esclavos de mi padre. Otras de mis quejas
era hacia el hecho de que la familia real (la nuestra) no podía salir a explorar las calles del
reino, siempre, siempre he querido saber cómo vive la gente del pueblo, siempre he querido
saber cómo vive la gente, como son, e incluso sus sentimientos o lo que piensan de Leydarl.
También aprovechar el pasea para hacer más amigos, ya que solo tengo una amiga, Dallyana,
la conocí un día que intente escapar del castillo (aunque no pude llegar muy lejos debido a los
guardias de mi padre) Ella estaba a punto de entrar al castillo y pedir trabajar como una criada
del rey, pero cuando me vio se sorprendió mucho al encontrar a la segunda hija del rey fuera
del castillo, de inmediato se acercó a mí y me explico sus pobre situación, al escuchar lo
mucho que sufría, entendí que mi padre siempre me mintió ante el hecho de que todos vivían
felices, recuerdo que esa vez estuve enojada por un largo tiempo con mi padre y al entender
la situación de Dallyana logre convencer a mi padre (aunque estaba enojada con el) de poder
acoger a ella en el castillo por lo que actualmente viven con nosotros.
2
Pasaron unos días de la última queja que le hice a mi padre, decidí dejar el castillo y vivir con
mi cuenta, con o sin el permiso de este, aunque claro, sola no lo lograría, así que acudí a
Dallyana,
_“Dallyana, tengo pensado irme”
_“Mi princesa ¿Por qué ha llegado a tal punto?”
_“Me canse de las ordenes de mi padre, quiero ser libre, conocer el mundo en el cual he
nacido”
_“¿Libre? ¡Pero si aquí tiene de todo!”
_“No lo entenderías Dallyana”
_“Tiene razón mi princesa, no lo entiendo”
Ambas no quedamos calladas, nos mirábamos como si quisiéramos entendernos sin
palabras, pero era inútil, por más que tratáramos nada pasaba. Dallyana (que estaba sentada
en la cama) se paró y lentamente se acercó a mi oído para finalmente susurrarme.
_“No se preocupe, no logro entenderle del todo, pero si él lo que desea mi princesa te
ayudare en lo que pueda”.- Le alejo un poco de mí y me miro con una sonrisa en su rostro,
pero no cualquier sonrisa, sino una que demostraba que podía confiar fielmente en ella.
Unos días después todo el plan estaba listo, solo faltaba ponerlo en acción, todo se realizaría
en la tarde, Dallyana distraería a los guardias, y cuando yo pueda escapar del castillo, esta se
disfrazaría de mí y actuaría como yo, y cuando este ya fuera del castillo, estaría sola, tendría
que buscar la forma de escaparme de Leydarl, que claro, lo haría por el alcantarillado, pero
justo antes de realizar el plan, una criada vino ante mí, parecía preocupada, corrí hacia ella y
le pregunte que ocurría.
_“Su padre desea su presencia”
_“Dile que no iré”
_“Por favor mi princesa, no me haga esto, vaya ante su padre, es muy importante”
Era una tradición el castigar a las criadas o empleados si no obedecen o cumplen las ordenes
que reciben, pero yo no quería ver a mi padre, en especial hoy, que se supone que iba a
escapar para ser libre al fin, pero algo en la mirada de aquella criada hacia que me intrigara,
de verdad parecía algo importante, no me quedo otra que posponer el plan y aceptar el
mandato de mi padre.
Cuando llegue ante mi padre, vi que también estaba mi madre, Tryshia, y mi hermana, Shinia,
Ambas se veían incluso más preocupadas que aquella criada, y mi padre se veía en las misma
condiciones, todo esto hacia que me preocupara más de lo normal.
_“¿Qué ocurre padre?”.- Le dije. Este me miro y no dijo nada, todos estaban muy callados y
estuvimos así por un rato, finalmente con un suspiro mi padre respondió a mi pregunta.
_“Acércate”
Me acerque lentamente hacia él, el nervio había consumido mi cuerpo, estaba tiritando, aparte
de caminar no sabía que más hacer, pero cuando llegue ante él, en vez de decirme algo, me
entrego una carta, se notaba en su apariencia que no era una carta perteneciente a Leydarl,
eso me preocupo bastante, mire a mi padre unos segundo antes de abrir aquella carta, y
cuando leí lo que decía quede impactada:
“Queridos reyes de Leydarl:
A través de nuestros más expertos solados hemos descubierto su reino, también nos
infiltramos en este. Ahora nosotros pedimos la mano de la princesa Shinia para unirla
en matrimonio con el principie Fogihel. En caso de que rechacen nuestra oferta
atacaremos sin piedad vuestro reino.
Edgael
Rey de Sougett”
Aquellas palabras quedaron plasmadas en mi mente, no podía imaginar a Leydarl descubierta,
y si Shinia no aceptaba claramente estaríamos perdidos ¿Este sería fin? El mirar de todos, su
preocupación, sus preocupación, sus rostros, siempre quedaran guardadas en mi retina,
aquel día decidí cancelar el plan de escape y hacer lo correcto por el reino y mi familia.
_“Padre, madre, Shinia, yo iré, dudo mucho que el reino de Sougett sepa las caras de nuestra
familia, por lo que no se darán cuenta si me hago pasar por Shinia”
_“Hija mía, como tu padre no te dejare hacer tal sacrificio, para eso podemos enviar a una de
nuestras criadas”
_“No padre, ya me he decidido, déjame ir, no he hecho nada por el reino y tampoco soy la
heredera como Shinia, así que por favor”
Mi padre me quedo mirando, no podía creer lo que decía, estaba pensativo, no sabía qué
hacer, pero en cambio yo estaba decidida, casarme no es algo que quería, pero si eso
significaba ayudar al reino (y aparte poder salir de aquí) lo haría sin duda. Mi padre seguía
pensando, pero en un momento suspiró y me miro como si hubiera tomado una decisión.
_“¿Eso es lo que deseas hija mía?”
_“Si padre, estoy segura”
_“Como quieras, has lo que te plazca”
Al oír esas palabras me alegre mucho, me acerque a Shinia y a mi madre y les dije “no se
preocupen, todo saldrá bien” Shinia me miro con lágrimas en los ojos y me abrazo.
_“Muchas gracias Lyannet”
Prepare todas mis maletas, estaban lista para lo que viniera, para superar cualquier obstáculo
que me esperara. En ese momento Dallyana entro a mi cuarto con la mirada baja y con su
dulce voz (y algo angustiada) dijo:
_“¿Está segura de esto? Casarse con un hombre que no conoce haciéndose pasar por su
hermana…”
_“Dallyana, lo estoy, siempre sé muy bien lo que quiero y lo que hare, no te preocupes”.sonreí.
Dallyana comenzó a llorar en ese momento, ninguna queríamos separarnos, nos abrazamos, y
yo sonreía en todo momento, quería expresarle que no había nada de qué preocuparse,
aunque yo misma sabía que era mentira, no conocía al hombre con el que me iba a casar y
menos el tipo de persona que era, lo único que sabía de él era que se trataba del príncipe de
Sougett, el reino más poderoso y rico que cualquier otro.
Mi carruaje hacia Sougett iba a venir como a las siete de la tarde, yo por mientras me
despedía de todos en el castillo (incluyendo empleados y criadas) por primera vez iba a salir
de Leydarl, era un sentimiento extraño. Unas de las criadas llego ante mí y con una reverencia
dijo.
_“Su carruaje está listo mi princesa”
Yo sonreí y con un último movimiento dije finalmente
_“Adiós”
Cuando subí mis maletas mire hacia atrás y vi a todo el personal del castillo, me sentí tan
feliz, y con una sonrisa subí y me senté. El espacio que había dentro del carruaje era como
máximo para 4 personas, y aunque era chica, era hermosa, el color blanco de sus paredes, me
recordaban a mi madre, Los lindos y alegres adornos que le daban vida al carruaje, me
recordaban a Shinia, también estaba presente un hermoso y gran adorno en la parte superior
y exterior de carruaje, que pareciera que fuera un símbolo de grandeza y fortaleza como mi
padre. Todo era perfecto, el momento, el sentimiento que sentía, y lo fue aún más cuando los
caballos comenzaron a moverse (supe al tiro que ya nos íbamos) cada vez mi familia
desaparecía más y más a lo lejos, hasta que finalmente ya no se podían ver, por lo que
(aprovechando que solo habíamos salió del castillo y no del reino) empecé a mirar cómo era
el pueblo, las personas, sus hogares, todo. Y la puerta hacia el exterior no estaba muy lejos,
incluso desde la distancia que estábamos se podía divisar la puerta en esa gran muralla que
protegía a Leydarl.
Cuando finalmente pudimos cruzar las puertas pude ver todo ese hermoso y vivo paisaje del
cual nunca había tenido la oportunidad de ver. Seguramente la expresión de mi rostro en ese
momento fue mucho más que una de asombro, no podía despegar la vista de aquel
espectáculo y mucho menos pensar en lo que iba a hacer en Sougett. Era la primera vez que
veía el bosque, los miles de sonidos que se escuchaban parecían mágicos, algo
completamente nuevo, todo era perfecto, hasta que en un momento el carruaje freno
bruscamente. Estuvo a punto de asomarme por la ventana para verificar lo que sucedía pero
mi cuerpo quedó inmóvil en cuanto empecé a escuchar unos fuertes gritos, parecían ser del
conductor, me hubiera gustado ir a ayudarle, pero mi valentía en ese momento era mínima,
tenía miedo, y lo aún más en cuento los gritos cesaron, ese silencio que se generó de un
segundo a otro era aterrador y sofocante, si pudiera hubiera detenido el tiempo y haber
escapado en ese preciso instante, aunque sabía que era imposible. Luego de unos largos e
interminables segundos, la manilla del puerto comenzó a girar lentamente, no podía apartar la
mirada de esta, y a la vez lentamente comenzó a abrirse, el miedo me ganaba ¿Qué iba a ser
de mí? La puerta se abría cada vez más y más y cuando finalmente la puerta se abrió no vi a
nadie, pero en cambio escuche una voz desde afuera.
_“¿Princesa Shinia? Hágame el favor de bajar”
Quería responder la pregunta de aquel hombre, pero mi voz no salía.
_“Le he dicho que baje ¿O acaso quiere entender a la fuerza?”
Tenía miedo, mi voz y mi cuerpo no reaccionaban, sentía como el sudor recorría mi cara, y
apenas podía respirar.
_“¡Se lo advertí! ¡Tendré que ir a buscarla yo mismo y créame que no será agradable!”
De pronto vi una mano sujetándose de la puerta del carruaje, y poco a poco aparecía una
silueta de un hombre, y cuando lo vi completamente me di cuenta de que era un hombre
joven, casi de mi edad (18 años) y más encima no parecía un criminal (Aunque lo más seguro
es que eso fuera)
_“¿Usted es la princesa Shinia de Leydarl verdad?”.- Dijo aquel hombre, y ya no me quedaba
otra que responderle.
_“¡Ha! He…. Yo sí, yo soy Shinia ¿Qué es lo que quiere de mí?”
_“Princesa, yo ya le había dicho que bajara ¿no es así? Pero parece que no ha entendido mis
palabras”
_“¿Quién es usted?”
_“Esta es la última oportunidad que le doy, por favor baje ahora mismo, no quiero que nadie
salga lastimado”
_“¡Aléjese de mí!”.- le dije finalmente entre gritos, y le empecé a pegar patadas, tenía que
intentar escapar, pero ni yo estaba segura si podría.
_“Se lo advertí princesa, pero como veo ya no me queda otra”.- Aquel hombre se empezó a
acercarse a mí, yo seguía con mis patadas, pero este hacia caso omiso a estas, y alzando su
mano me golpeó fuertemente en mi cabeza, dejándome inconsciente.
3
Pasaron unas horas, o quizás días (la verdad no lo sé) que estuve inconsciente, pero cuando
desperté, por primera vez me hubiera gustador despertar en mi habitación en el castillo
creyendo que todo lo que paso fue un simple sueño, pero en vez de eso cuando abrí mis ojos
vi a muchos hombres (de seguro ladrones, criminales, asesinos, etc.) sentados en mesas o
parados, creo que me encontraba en un especie de bar abandonado, que utilizaban como
escondite.
_“¡Ya despertó!”.- dijo uno de los hombres apuntándome.
_“Tráiganla frente mío”.- ordeno otro (que parecía ser el líder)
Unos de los hombres me agarro del brazo y me tiro a los pies de aquel hombre, este me miro
con una sonrisa, una digno de un criminal.
_“Eres muy bella princesa Shinia”.- dijo.
_“¿Qué está pasando? ¿Por qué me tienen aquí?”
_“te explicare, supimos de la carta de Sougett hacia Leydarl por medio de unos de nuestros
compañeros que pertenece a ese reino, aprovechamos las situación y te raptamos, ahora
estamos pensando que hacer con usted, puede que pidamos una recompensa por tu rescate,
o quizás te vendamos a un hombre en el mercado.”
_“¡Malditos! ¡Cómo se atreven a hacer tal estupidez!”.- El rostro de aquel hombre cambio
completamente, me miro serio, y luego llamo a unos de sus hombres y le dijo.
_“Llévatela al calabozo, luego veré que hacer con ella”.- Entonces un hombre me agarro
nuevamente del brazo, pero ahora este hombre era el mismo el cual me había golpeado, eso
me provocaba aún más temor.
Cuando llegamos al “calabozo” (En verdad era una especie de habitación) este hombre me
lanzo hacia adentro y me golpee contra el piso.
_“Quédese aquí y no haga desorden”.- dijo.
_“¿Cuál es tu nombre?”.- le dije.
_“¿Para qué quiere saber mi nombre?”
_“Usted sabe el mío ¿Por qué yo no puedo saber el suyo?”
_“Karei, Mi nombre es Karei”
_“¿Karei? Que extraño nombre”
_“Me dicen eso a menudo”
_“¿Y no eres muy joven como para ser un criminal?”
_“¿Y eso qué? Mi hermano es el líder, el me ayuda en muchas cosas, así que no importa la
edad”
_“¿Cuántos años tienes?”
_“19”
_“Yo tengo 18, ¿Por qué elegiste ser un criminal?”
_“¿No crees que son muchas preguntas?”
_“Lo siento”.- Me quedo mirando extrañado, como si estuviera pensando algo pero ¿Qué
será? De pronto este salió de la habitación y empezó a cerrar la puerta.
_“Adiós”.- me dijo, reaccione rápidamente y le pregunte.
_“¿¡Que va a pasar conmigo!?”
_“No lo sé depende de mi hermano”.- Le finalmente cerró la puerta y se marchó.
Ya era de noche, había solo una ventana en la habitación, per estaba en lo más alto y además
sellada con unos gruesos barrotes, seguía pensando que lo me que iba a suceder, quizás fui
ingenua al pensar que todo iba a salir bien, lo único que me quedaba era lamentar todo esto y
arrepentirme de lo que había hecho, nunca creí que fuera a pensar esto, pero quiero estar en
mi casa, con mi familia, a salvo. “Ya es hora de dormir” me dije, y apague las velas que
alumbraban aquella habitación y finalmente me dormí en el suelo.
Fue la noche más helada de mi vida, e incómoda, con suerte pude dormir, y lo peor que fue
casi interminable, y cuando finalmente salió el sol, me sentí aliviada.
A eso de las nueve de la mañana la puerta se abrió y vi a Karei con una bandeja en sus
manos.
_“Tu desayuno”
_“Gracias”.- le dije mientras me paraba.
_“¿Cómo dormiste?”.- Me dijo.
_“Mas o menos, gracias”
_“te entiendo, dormir aquí no es muy agradable ¿Y qué has hecho?”
_“Vaya, mira quien hace las preguntas ahora”.- Le dije sonriendo
Karei se puso rojo de inmediato, y aparto su mirada de mí.
_“Cállate, no tienes derecho a hablarme así”.- me dijo mientras me pasaba la bandeja y salía
de la habitación.
_“Te veo al rato”.- Dijo mientras cerraba la puerta
Comencé a reír disimuladamente, algo de él me alegraba el día, era como mi única
entretención en la situación que estaba metida, era algo que no podía explicar, ya que se
suponía que debería de odiarlo (por el golpe que me dio en el carruaje) pero algo en su mirada
me decía que podía confiar en él. Todos estos pensamientos hacían que me hundiera en mi
mente. Luego de unas horas, Karei volvió a aparecer.
_“¿Cómo se encuentra?”.- dijo mientras abría la puerta.
_“Bien, gracias”.- Le dije.
_“ya veo”
_“Disculpe Karei, me preguntaba ¿Puedo ser su amiga?”
_“¿he? ¿A qué viene eso?”
_“Siento que es la única persona a la cual le puedo tener confianza ahora mismo”
_“¿Confianza? ¿Confía en un hombre que la golpeo?”
_“Si”.- Karei me miraba, su cara estaba sonrojada, y parecía extrañado.
_“Si eso es lo que desea que así sea, pero ¿Puedo confiar en usted también?
_“Si”.- Le dije mientras sonreía “Puede confiar en mí también” dije.
Karei Salió de la puerta, ya era momento de que se fuera, y antes de irse me dijo “Entonces
somos amigos” y cerró la puerta. Al fin tenia alguien en quien confiar en este lugar, y puedo
decir que era una persona muy especial, lo veía muy pocas veces en el día, y un muy corto
rato, pero aun así, lo pude considerar un gran amigos, y la única persona en la cual podía
pensar en esos momentos.
Eran a eso de las cinco de la mañana cuando desperté de golpe, escuche unas voces
discutiendo cerca de mi habitación, me levante del rincón en el cual estaba durmiendo y
coloque mi oído contra la puerta, como no estaban tan lejos los pude oír a la perfección.
_“¡Entiende de una vez! ¡No podemos seguir así!”
_“¡Tenemos que aguantar hermano! ¡No podemos escapar para siempre!”
_“Si nos quedamos a pelear ¿De qué nos servirá? ¡Solo moriremos aquí!”
_“Pero….”
_“Pero nada Karei, hoy partimos en la noche, y tu vendrás con nosotros, fin de la discusión”.Las voces cesaron y parecía que ambos hombres (que lo más seguro es que fueran Karei y su
hermano, el líder) comenzaran a caminar hacia lados opuestos, lo único malo era que uno de
los hombres se dirigía así mi habitación, y cuando estaba frente a ella, golpeo mi puerta con
una mano y una gran fuerza.
_“Maldición…”.- dijo susurrando, parecía frustrado. Reconocí su voz, era Karei.
_“¿Qué sucedió?”.- le dije desde el otro lado de la puerta.
_“Lo siento, ¿Te desperté?”
_“La verdad me desperté cuando escuche unos gritos”
_“¿Escuchaste todo?”
_“No todo, solo lo último”
Ambos nos callamos, ya no había nada más que decir (o quizás nosotros ya no queríamos
decir nada mas).
_“Nos iremos en la noche, los caballeros nos encontraron, y el pueblo quiere justicia, así que
escaparemos lo más pronto posible, descansa”
Desde entonces no volví a ver a Karei, pasaron horas, y no comí en todo el día, tenía hambre,
pero al menos podría salir de esa habitación, y lograr descubrir más allá de lo que vi
anteriormente en el carruaje, toda esta experiencia lograba que conociera un poco más el
mundo. Cuando llego la noche partimos, unos de los hombres me saco de mi habitación y me
amarro las manos “No te vayas a escapar” me dijo. Yo seguía todas las órdenes que me
daban, no quería meterme en problemas con nadie. Era la primera vez que salía al bosque de
noche, todo era tan hermoso, todos los colores oscuros del bosque combinados en mi
mirada, las brillantes estrellas de fondo, y una gran luna llena que alumbraba el camino, era
un espectáculo hermoso, tanto que creo que ya me había olvidado de que estaba amarrada y
era prisionera de un grupo de criminales. También me había olvidado completamente de
Karei. Comencé a mirar a todos lados para ver si lo encontraba. Pero nada, de seguro habría
unos 100 hombres allí, era como buscar una aguja en un pajar. Luego de unas pocas horas de
cabalgar, apareció uno de los ladrones del final cabalgando rápidamente y gritando.
_“¡Corran! ¡Nos han alcanzado!”.- Todos se desesperaron y comenzaron a cabalgar más
rápido, los caballeros estaban detrás de nosotros (o mejor dicho de ellos). Al principio no
sabía que pasaba, pero al mirar detrás vi a los caballeros, y cuando los observe bien, me di
cuenta que pertenecía a Leydarl ¿Me estarían buscando? ¡Era imposible! Ya que mis padres
piensan que estoy en Sougett.
Todos seguían cabalgando, pero los caballeros ya nos alcanzaron y empezaron a llevarse a
todos los criminales que alcanzan, a algunos que se resistían en el momento en que los
pillaban, los mataban al instante, varios hombres murieron aquel día, yo no podía creer aquel
horrible momento, la sangre que saltaba era espantosa, tenía miedo, era una masacre, en ese
momento acepte que no era valiente.
Los caballeros lograron detener a todos los hombres finalmente, también me tenían a mí,
trataba de zafarme de sus manos, aunque fue difícil logre gritarle a todos los caballeros.
_“Dejadme ¿Que acaso no me ven? ¡Yo soy su líder!”.- Los caballeros me quedaron mirando
extrañados, y llamaron a un hombre (que de seguro era su líder).
_“¿Así que dices ser nuestra líder? ¿A qué viene eso?”.- me pregunto el hombre.
_“¿No me reconocen? ¿No reconocen a su realeza?”
_“No, nunca la he visto señorita”.- Mire a todos lo que sobrevivieron a la masacre, que no
eran muchos, entre ellos vi a Karei y su hermano, suspire y susurre “Perdóname Karei” y
finalmente les dije a todos los caballeros:
_”Soy Lyannet, segunda hija del rey Marcus, he sido secuestrada por todos estos hombres en
mi camino a Sougett haciéndome pasar por mi hermana, Shinia”.- Los caballero me miraron
sorprendidos, y uno de ellos dijo.
_“Es verdad, no la reconocí al principio por lo sucia y desarreglada que estaba, pero si
observan bien se darán cuenta de que si lo es”.- todos comenzaron a mirarme mejor y
aseguraron que era verdad, y todos se arrodillaron ante mí. Mire a Karei y el me miraba
sorprendido, me sentí mal en ese momento por haberle mentido todo este tiempo, pero tenía
mis razones.
Ahora los que sobrevivieron a la masacre (que serían 43 hombres) se convertirían en los
prisioneros de Leydarl, y yo volvería e a donde mi padre. Me fui en unos de los caballos junto
al jefe de los caballeros.
_“¿Qué ha ocurrido en mi ausencia?”.- Le dije.
_“Sougett ha iniciado una guerra”.- Me dijo. Me quede callada después de eso, pues por mi
culpa Sougett habría iniciado la guerra, ya que como yo no llegue, ellos de lo más seguro lo
tomaron como si Leydarl habría rechazado su oferta. En unas cuantas horas llegamos a
Leydarl.
Fui directamente donde mi padre al llegar, mi madre y mi hermana me abrazaron “¿Estas
bien?” me decían y yo les respondía siempre que si lo estaba. Y cuando llegue con mi padre,
el me miro, pero no parecía feliz de verme, lo contrario, parecía decepcionado.
_“Cuando dices algo, lo debes cumplir, o habrá consecuencias”.-Dijo mi padre.
_“Perdón”.-Le dije.
_“Ya es tarde para lamentarse”
Me retire y fui a mi habitación, no había estado aquí desde muchos días, no sabía si estar feliz
o triste por estar en ella, creo que en ese momento tenía ganas de llorar, pero me detuve en
cuento oí unos golpes en mi puerta.
_“¿Princesa Lyannet? ¿Se encuentra allí?”.- Reconocí al tiro su voz, era Dallyana.
_“¡Dallyana!”.- Le dije, ella entro en mi cuarto y me abrazo.
_“Menos mal que está bien, escuche sobre lo que le paso”
_“Si, no te preocupes”
_“Mi princesa, he visto a unos de esos hombres los cuales están prisioneros, y uno quiere
hablar con usted”.- Dijo Dallyana
_“¿Qué le has dicho?”
_“Que lo iba a consultar con usted”
_“Entiendo, iré de inmediato”
_“¿Esta segura?”
_“Siempre lo estoy”.- Sonreí.
Baje las escaleras, era un largo camino hacia el calabozo en donde se encontraban los
prisioneros, y esta vez sí que era un calabozo, no como en el que me tenían encerrada, era un
calabozo digno de un castillo.
Llegue lo más rápido que pude al calabozo, y pregunte al guardia en donde se encontraba
Karei (que de seguro era el quien quería hablar conmigo) el guardia me guio hasta el, pero en
el camino vi a muchos de los que sobrevivieron encerrados como ratas, también estaba el
hermano de Karei entre ellos, y casi al fondo estaba el, Karei. Me acerque rápidamente, el
guardia me abrió la puerta y se quedó afuera, yo entre.
_“Karei yo lo siento mucho”
_“No te preocupes, tu eres la princesa, tenías todo el derecho a decir que nosotros te
secuestramos”
Nos quedamos callados por unos minutos, ambos mirábamos al suelo, era un momento muy
incómodo, hasta que finalmente hable.
_“¿Y qué es lo que querías hablarme?”
_“Nada, solo quería verte princesa Lyannet”.- Al escuchar eso me sentí muy feliz por dentro,
era la primera vez que me llamaba por mi verdadero nombre, y el hecho de que quería verme
era muy lindo de su parte, en ese momento me sonroje, me dio ganas de abrazarlo, pero no
pude, el guardia me había dicho que ya finalizo el tiempo en el cual podía estar con él y tenía
que irme.
_“Adiós Karei”
Karei reacciono rápido y me pregunto rápidamente.
_“¿Qué va a pasar conmigo y los demás?”
_“No lo sé, depende de la decisión de mi padre”.- y finalmente me fui.
Había algo en Karei que me ponía inquieta, no lo podía dejar solo, tenía que ayudarlo sea
como sea, no quería que nada malo le sucediera, era un sentimiento protector, me pregunto si
Karei habría sentido lo mismo en el momento en que yo estaba encerrada.
Mientras tanto, le explique todo a Dallyana, todo lo que sentí mientras estaba encerrada y lo
que sentía ahora que Karei estaba allí.
_“Eso es amor”.- Me decía Dallyana.
_“¿Amor? Imposible”
_“¿Por qué no?”
_“Porque…”.- Me quede sin palabras, no sabía que decir, me habían dado en mi punto débil,
¿Amor? Nunca había sentido el amor, así que no puedo estar segura de que aquel
sentimiento sea amor, quizás lo era, quizás no, supongo que la vida es así, te da acertijos que
solo tú debes descubrir, pero a medida de que pasa el tiempo, te va dando pistas para
resolverlo.
4
Una noche, mientras no podía dormir, sentía que algo malo iba a suceder aquel día, lo
presentía, como si pudiera leer el futuro, así que espere hasta que amaneciera me arregle y
me dirigí donde mi padre, vi a muchos soldados armados por las ventanas, me preocupe.
_“¿Padre que está ocurriendo?”
_“Los prisioneros y soldados van a ser enviados a las guerra, hoy iniciara todo”
_“¿Los prisioneros?”
_“Si”.- Me quede muy preocupada, Karei estaba entre ellos ¿Qué iba a ser del?
_“Padre ¿Puedo bajar donde los soldados un rato?”
_“¿Por qué?”
_“Por favor padre”
_“¿Por qué? Respóndeme”
_“Eso que importa, solo déjame por favor”.- Mi padre me quedo mirando y luego de pensar un
rato suspiro.
_“Esta bien, solo no vayas a hacer alguna estupidez”
Baje rápidamente y busque a Karei, habían tantos hombres que no lo encontraba, buscara por
donde buscara, debió pasar una hora más o menos para poder recién verlo a lo lejos. Corrí
hacia él y grite su nombre, el me miro sorprendido y sonrió, me hacía señas con sus manos. Y
cuando finalmente llegue a su lado, lo abrase.
_“Lo siento por todo esto Karei”
_“No te preocupes Lyannet”.- Me sorprendí que no le agregara el “Princesa” antes de mi
nombre, pero no le di mayor importancia.
_“Karei, ¿Qué es el amor?”.- Karei me miro a los ojos y se sonrojo.
_“Bueno, creo que es el sentimiento que sientes cuando quieres mucho a alguien”
_“¿Y estar enamorada?”
_“Es cuando quieres mucho a alguien que no sea de tu familia, y esa persona es muy
especial”
_“Entonces, ¿Eso significa que estoy enamorada de ti?”.- Karei me miro sorprendido, estaba
muy sonrojado, al igual que yo, casi no podía controlar lo que decía.
_“No lo sé, eso depende de ti”.- Dijo tímidamente Karei, mientras miraba al suelo. Levante un
poco su cara y mire sus ojos, era la primera vez que los veía de tan cerca, vi que eran
hermosos, su rostro, su cabellos, todo, nunca había sentido algo así, sentía calor, y no podía
controlar mi cuerpo por lo que empecé a acercar mi cara con la suya, el hacía lo mismo, era
un momento que en cual no podía pensar con claridad y menos cuando nuestros labios se
juntaron, era un beso entre nosotros.
Los soldados comenzaron a avanzar.
_“No mueras”.- Le dije.
_“No lo haré”
_“¿Lo prometes?”
_“Si lo prometo”
_“Entonces es una promesa, te estaré esperando”.- Karei partió como lo demás, cada vez se
alejaba más y más, hasta que finalmente desapareció.
Pasaron meses, hasta que pudiera saber de nuevo de Karei, preguntaba todos los días para
ver si habían noticias de él, pero nada, aun así estaba segura de que estaría bien, por dos
razones, una, me lo prometió, y dos, nuestro reino iba ganando, y puede que Karei sea unos
de los tantos que aún están vivos.
Un día mientras leía un libro una criada vino corriendo hacia mí.
_“Llegaron noticias sobre el señor Karei”.- Partí corriendo hacia donde mi padre, tenía que
saber lo que estaba sucediendo, y cuando abrí la puerta mi padre me miro, pero, su mirada
parecía triste, le pregunte que ocurría y me paso una carta y la leí.
“Se Informa que el soldado Karei Tloffke ha muerto en batalla. Lamentamos las
perdidas”
_“Lo siento hija”.- Dijo mi padre.
Pero era tarde, mis lágrimas de a poco comenzaron a caer sobre mis mejillas, Karei se había
ido, ya no había nada más que hacer. Me fui a mi habitación y mire por la ventana, veía como
los pájaros volaban en los cielos libres y en parejas, eso hacía que las heridas en mi corazón
se agrandaran y me destrozaran por dentro, sentía que me quemaban. Luego asome mi
cabeza por la ventana y grite.
_“¡Karei idiota! ¡No cumpliste tu promesa!”.- Aun que esos gritos no harían que Karei
volviera, por lo menos harían que me desahogue, traté de sonreír, pero era peor, esas
sonrisas se volvían llantos de dolor. En ese momento Dallyana llego a mi cuarto y me abraso,
trataba de consolarme, pero aun así no podía, podría haber colapsado en ese momento, pero
aguante el dolor y la tristeza de haber perdido mi primer amor.
5
Finalmente pasaron unos cuantos años, Shinia fue coronada como la reina de Leydarl, todos
estábamos tan felices, también, además, se casó con un hombre el cual ella amaba. La guerra
terminó, habíamos ganado. Yo me fui del castillo y comencé a vivir en el pueblo, Dallyana
volvió con su familia, y más encima éramos vecinas, aprendí a vivir la vida como toda una
campesina, y además Shinia cumplió un deseo mío, dio el libre paso a los aldeanos para salir
y entrar al reino como gusten, pude conocer varios lugares gracias a eso, lo único que me
faltaba en ese momento era Karei, ya había podido superar aquellos momentos de depresión,
pero siempre vivirá en mi corazón, en un lugar donde solamente yo, en mi mente, lo pueda
ver.
Un día como cualquier otro, Salí de mi casa a comprar al mercado, me acuerdo que la primera
vez que fui a comprar, no sabía nada, Dallyana me tuvo que enseñar a como comprar y otras
cosas.
_“Haber, necesito comprar cosas para el almuerzo”.- me dije a mi misma. Mientras compraba
varios niños pasaban por el lado jugando, eran tan lindos e inocentes “Es lindo ser niño”
pensé.
Luego de terminar mis compras me fui a mi casa, al fin tenía una casa para mi solita, pero aun
así era muy solitaria, por eso agradecía las visitas que me hacia Dallyana de vez en cuando.
Cuando iba caminando tranquilamente un hombre trató de robarme, tomó mis bolsas y trató
de huir, pero lo logré atrapar antes de que escapara.
_“¡Alto hay! ¡Devuélvame mis cosas maldito ladrón!”.- pero este no me hacía caso y seguía
tratando de huir. Hasta que lo golpee fuertemente en la cabeza y retrocedió un poco.
_“¿Quién es usted?”.- Le dije.
_“¿Para qué quiere saber quién soy?”.- de pronto el hombre me miró, logre ver su cara bien
esta vez, tenía una gran cicatriz en su rostro, pero lo reconocí al instante.
_“Karei”.- Dije. El hombre (o mejor dicho Karei) me miró sorprendido.
_“¿Cómo sabe mi nombre?”
_“Karei”.- Dije nuevamente entre lágrimas, mi bolsa se me cayó, estaba tiritando, y no paraba
de repetir su nombre. El me miraba extrañado, y de pronto reaccionó.
_“¿Lyannet?”.- Dijo.
_“Creí que habías muerto idiota”.- No podía para de llorar, estaba feliz de poder estar de
nuevo junto a Karei, me di cuenta que las hojas que escribe el ser humano no siempre pueden
ser verdad, sino que también pueden mentir. Él se acercó a mí y me abrazó.
_“Yo te hice una promesa ¿no?”.- Me dijo sonrojado. Sonreí y el igual.
_“Te amo”.- Le dije sin pensarlo. Él se quedó callado, y me miraba con una sonrisa, no
dijimos nada más, las palabras ya no eran necesarias, estaban de sobra en ese momento,
solo estábamos yo y el, y el destino que nos acompañaba, y sin poder aguantar más
finalmente, lo besé.
Fin
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