0405-tu.qxd 30/12/06 09:38 p.m. Page 2 La Plata, domingo 31 de diciembre de 2006 Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales del diario Hoy en la Noticia “Era muy parco y casi no hablaba con nadie” Hernán Garré (27) sólo tenía 8 años cuando murió Olmedo. Sin embargo, ahora trabaja de sereno en el célebre edificio, donde hoy se siguen contando historias sobre lo ocurrido en aquel verano. El joven le contó a Trama Urbana cómo casi dos décadas después, la figura del humorista continúa siendo tema de conversación en el Maral 39. “Para los que vivían en el edificio, la imagen de Olmedo sin vida con el torso desnudo y esas botas tejanas no podrá ser olvidada jamás”. Justamente ese calzado era el que le llamaba la atención a los que lo vieron ese verano en el interior del edificio. “Se pasaba todo el día encerrado en su departamento y las pocas veces que se lo veía por los ascensores estaba con esas botas marrones puestas”, le contó a Garré una mujer que vive en el Maral desde aquel entonces. Esa misma propietaria le aseguró que “era un hombre parco, de muy pocas palabras y que no tenía relación con casi nadie. Quien solía visitarlo con mucha frecuencia era Adrián Martel”. Pese a la desgracia, el exclusivo edificio siguió siendo lugar de hospedaje para personajes del espectáculo que trabajaban en la temporada de verano en Mar del Plata. Los últimos visitantes públicos que se alojaron allí fueron Betiana Blum y Pamela David. Trama URBANA Nancy Herrera, la mujer a la que muchos ven como la responsable del accidente Ser amigo del Negro, una puerta de salida asegurada Los cruces de Alberto Olmedo con la Policía fueron simples anécdotas. La mayoría de las veces, con sólo nombrarlo como conocido frente a los hombres de la ley, era la puerta de salvación para alguno de sus amigos después de algún incidente menor. Cada vez que algún allegado caía en la comisaría, la estrategia era decir que trabajaban para la televisión. Si eso no funcionaba, directamente sacaban una foto con el Negro y de repente las puertas de la calle se abrían. Pero una historia parecida muestra lo que significaba el actor en su época de mayor gloria. El Vasco Luperena trabajaba en canal 11 en el momento en que Operación ja ja era un éxito arrasador. El hombre tenía en su edificio la cochera en un sexto piso y había estado intentando durante meses “arreglar” al encargado del lugar para conseguir un espacio en los pisos de abajo. Hasta que un día, el cuidador lo vio por casualidad la credencial del canal y le preguntó si conocía a Olmedo. Pocos días después dejaba su auto donde quería: lo que el dinero no podía pagar fue resuelto con una foto autografiada del cómico. Estuvo en la mañana del desenlace fatal y fue la única persona que vio caer a Olmedo por el balcón. Intentó ayudarlo pero no lo pudo sostener lo suficiente. El entorno del actor rosarino nunca la quiso y muchos incluso la señalan como la persona “que le arruinó la vida”. Nancy Herrera tenía 28 años y estaba embarazada (aunque no lo sabía) en el momento de la muerte de Alberto. La pareja se había conocido en 1980 y estuvo unida cerca de 7 años hasta que una tapa de la revista Gente mostró a la actriz junto al locutor Jorge Cacho Fontana. El escándalo que produjeron las fotos allí publicadas, consiguieron que Olmedo abandonara el departamento que compartía junto a Herrera. Sin embargo, en el verano del ‘88 la pareja estaba en vías de reconciliación y por eso eran frecuentes los encuentros entre ambos en Mar del Plata. Ella estaba haciendo temporada teatral en Villa Carlos Paz, pero cada vez que podía iba para la ciudad balnearia. Dos días después de la muerte de su esposo, Nancy le dio una entrevista a La Semana. En las fotos que ilustraban la nota había algo muy particular: la mujer posó con la misma ropa que tenía puesta al momento del accidente. Por otro lado, el 26 de octubre siguiente, nació Alberto Orlando Olmedo. Las noticias de la época contaron que, por la exclusiva concedida al diario Crónica, la actriz cobró una cifra cercana a los 25 mil dólares. También inició una demanda contra Nuevediario por haber hecho una reconstrucción del caso, usando muñecos. Varios años después, en 1996, Herrera regresó a las páginas policiales. El 12 de abril de ese año, la viuda del cómico rosarino aseguró ante el periodismo que un oficial y dos suboficiales de la comisaría Décimo octava de la Capital Federal, habían abusado de ella. Sin embargo, poco más de dos meses después del hecho, la jueza de Instrucción María Cristina Bértola sobreseyó a los tres acusados. La decisión se basó en que no había suficientes pruebas en su contra. La supuesta víctima había asegurado que esa noche del ‘96 había intentado entrar a su casa pero ésta estaba cerrada desde adentro. Como la niñera que cuidaba a su hijo no contestaba llamó a la Policía. El recuerdo siguiente de la mujer era haberse despertado dentro de su vivienda, aunque sin recordar con precisión lo que había ocurrido. La carrera actoral de Nancy se terminó casi por completo luego de la desaparición física de su esposo y sus contadas apariciones públicas desde entonces, fueron siempre para repasar nuevamente la tragedia. Solamente ella sabe con precisión qué pasó aquel día en que el gran Alberto Olmedo transformó en lágrimas todas las sonrisas que él mismo había creado. “Era un chiquilín enamorado” En el verano del ‘88, Alejandro Tomé trabajaba como movilero en Operativo dos ondas. El programa era conducido por Julio Lagos, y se emitía desde la Feliz en dúplex para Atlántica de Mar del Plata y radio Continental. El 5 de marzo fue el primer periodista en llegar al edificio Maral 39 y en diálogo con Trama Urbana recordó lo vivido aquella mañana. “Ese día yo había hecho una nota en el puerto y estaba regresando para el centro cuando me encuentro con un amigo que me dice: Se mató Olmedo”, siguió su relato. “Cuando llegué ya había un policía en el lugar y el cuerpo estaba 5 tapado, sobre la calle y muy cerca del cordón de la vereda”, añadió. En 1976 el Negro había protagonizado una dudosa broma al aire, le había pedido a un presentador que anunciara su muerte. Luego de difundirse esa falsa noticia había salido al aire como si nada y el chiste le costó que le levantaran el programa. Por eso Tomé quiso asegurarse de que realmente era el actor rosarino el que había caído del edificio: “Le pedí al agente que lo destapara: y como yo era bastante conocido en la ciudad lo hicieron”. Con semejante noticia, el programa tuvo que adelantarse casi 45 minutos, “eran las ocho y cuarto de la mañana y empezaron a llegar los amigos de Olmedo y todos los medios”. El dolor y la incredulidad por lo sucedido se habían apoderado del lugar. “La sensación de lo que le ocurrió era la de un hombre perdidamente enamorado de Nancy Herrera, un chiquilín que se había puesto a jugar, como podría haberlo hecho cualquiera que había recuperado a su gran amor”. Las últimas semanas de una temporada que había sido pobre en cuanto a información terminaban con dos tragedias. Carlos Monzón estaba preso y su amigo Alberto Olmedo, muerto en un absurdo accidente. Tomé. Fue el primer periodista que vio el cuerpo sin vida de Olmedo