A lo largo de los tiempos se conoce que el consumo de tabaco constituye, en los países desarrollados y en vías de desarrollo, la primera causa de morbimortalidad evitable; y es el responsable del 16,5 % de la mortalidad global en Cataluña (el 26,2 % de las muertes en hombres y el 5,6 % de las muertes en mujeres). El tabaquismo es una enfermedad crónica tratable de forma efectiva, donde se producen recaídas frecuentes que reflejan la dependencia y no el fracaso del paciente ni del profesional. Esta patología comporta unos factores de riesgo como enfermedades: cardiovasculares, pulmonares, y está implicado en numerosos cánceres. También se sabe que existe relación entre el consumo de tabaco y ciertas enfermedades: neoplasias malignas (pulmón, orofaringe, laringe, vejiga, esófago, riñón, páncreas y cérvix) debidas a los hidrocarburos policíclicos y las aminas aromáticas, entre otros productos contenidos en el alquitrán del humo del tabaco; patología respiratoria (EPOC, agravación y agudizaciones asmáticas, etc.) en relación con los irritantes como el óxido de nitrógeno o el acroleína; patología cardiovascular (cardiopatía isquémica, patología vasculocerebral, claudicación intermitente, impotencia, etc.) en relación con la nicotina y el monóxido de carbono, ulcus gastroduodenal, aumento del riesgo de enfermedad pélvica inflamatoria, de embarazo extrauterino y osteoporosis, disminuye la fertilidad y provoca retraso en la cicatrización de heridas y envejecimiento cutáneo prematuro. El consumo de tabaco reduce la esperanza de vida en 10 años. Según Casas (1996), los factores implicados en la adquisición de la conducta de fumar son: factores individuales, factores del entorno personal (microsocial) y factores del entorno social (macrosocial). Los factores implicados en la adquisición y consolidación se presentan en la “Tabla 1” y “Tabla 2” a continuación. Tabla 1: Factores implicados en la adquisición -Edad: etapa vulnerable en el periodo de transición entre el aprendizaje primario y secundario -Actitud positiva hacia las conductas de riesgo Factores individuales -Bajo rendimiento escolar -Extraversión y neuroticismo -Déficit de habilidades sociales -Bajo nivel de autocontrol -Actitud respecto al tabaco -Anticipación de la madurez -Consumo de tabaco por parte de los padres, Entorno personal hermanos y amigos -Actitudes de los padres hacia el consumo de sus hijos -Influencia de la publicidad Entorno social -Disponibilidad del tabaco -Nivel socioeconómico Tabla 2: Factores implicados en la consolidación Factores psico- -El refuerzo nicotínico farmacológicos -Infravaloración de las consecuencias negativas del consumo de tabaco Factores individuales -Utilización del tabaco como herramienta psicológica -La adquisición de un estilo de vida no saludable Factores familiares y sociales -Aceptación por parte de la familia del estado del fumador y estar en un ambiente de fumadores “Entendemos como fumador diario aquella persona que ha fumado diariamente durante el último mes cualquier cantidad de pitillos, aunque sólo sea una; aunque a la práctica clínica podemos considerar como fumador toda persona que responde afirmativamente a la pregunta “usted fuma?”. Tipos de fumadores: Fumador: es cualquier persona que dice que fuma, sea cual sea la cantidad. No fumador: es el individuo que nunca ha fumado cigarros al menos durante un mes de forma diaria. Exfumador: es el individuo que siendo previamente fumador se mantiene al menos 12 meses sin fumar. Fumador pasivo: toda persona no fumadora expuesta de manera mantenida al humo del tabaco. En los profesionales sanitarios el consumo se ha ido reduciendo (figura 3) a la vez que las actitudes y comportamientos mejoraban en relación con la población que los consulta o visita. Aún así todavía hay el 5,6 % de médicos y el 3,5 % de enfermeras fumadoras que fuman delante de los pacientes. Después del alcohol, la droga más consumida entre estudiantes, es el tabaco. El 34,4% ha fumado alguna vez. La edad media de inicio de consumo es a los 13,2 años. Hay mayor prevalencia entre mujeres.