11.- LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN (1808-1833) En este periodo se produce en España un enfrentamiento entre: Los absolutistas: partidarios de mantener las estructuras –ya caducas- del Antiguo Régimen. Son la mayoría de los privilegiados (clero y nobleza) y la monarquía (Carlos IV y Fernando VII). En este momento es el grupo más poderoso. Los liberales: aspiran a transformar el sistema mediante una revolución liberal (llamada también burguesa) que intentaron llevar a cabo en dos ocasiones (Cortes de Cádiz y Trienio Liberal) pero fracasarom. Son una minoría culta con poco peso en la vida del país. CONCEPTO DE REVOLUCIÓN LIBERAL O BURGUESA Entre 1775-1848 se produce en Europa Occidental y América del Norte una oleada de revoluciones llamadas burguesas. La primera fue la Independencia de los EEUU (1783), pero la más importante fue la francesa cuyo modelo es seguido en otros países. Son revoluciones dirigidas por la burguesía contra el rey absoluto y las clases privilegiadas. Su base ideológica son las ideas de la Ilustración Francesa (Rousseu, Voltaire y Montesquieu) que rechazan las estructuras del Antiguo Régimen. Cambios políticos Cambios sociales Acabaron con la monarquía absoluta y crearon estados liberales en los que el poder político estaba controlado por la Acabaron con los privilegios estamentales y burguesía. Los principios del liberalismo político son:: establecieron una sociedad de clases, más abierta (es - Soberanía nacional: el poder corresponde al pueblo o nación posible cambiar de posición), en la que las diferencias que lo ejerce mediante el voto. las establece la riqueza y no el nacimiento. En esta - El sufragio es censitario: el derecho al voto está restringido sociedad los hombres son iguales ante la ley. a un número limitado de ciudadanos varones en función de su Cambios económicos riqueza, estudios o cargos. - Separación de poderes: ejecutivo (Gobierno), legislativo Acabaron con las trabas feudales que obstaculizaban (Parlamento) y judicial (Tribunales). El Parlamente es el progreso económico (gremios, tierras amortizadas, elegido por los ciudadanos con derecho a voto. aranceles comerciales, intervención del estado fijando - Reconocimiento de los derechos y libertades individuales precios, etc.) y se instauró el liberalismo económico en (libertad de expresión, de pensamiento, igualdad ante la ley, el que el Estado no interviene en la economía y es el derecho a la vida, a la propiedad, etc.) que se consideran mercado (ley de la oferta y la demanda) la que regula la “derechos inalienables”. actividad económica. - La Constitución o Ley suprema recoge todos estos principios. 11.1.- LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Y LOS COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL La política de Carlos IV va a estar condicionada por la revolución francesa. Al llegar las primeras noticias sobre la revolución (1789) se pone fin a la política reformista continuadora del reinado anterior. El primer ministro ilustrado, el conde de Floridablanca es sustituido primero por el conde Aranda, y finalmente por Manuel Reinado de Carlos IV Godoy (un guardia de corps que asciende gracias a la confianza personal de los reyes) (1788-1808) que actuará como un valido. - España participa en la guerra contra la Francia revolucionaria junto a otros reyes absolutos hasta que la revolución francesa adopta un carácter más moderado (Directorio y Napoleón) y se vuelva a la tradicional alianza con Francia frente a Gran Bretaña. - El Tratado de San Ildefonso (1796, 1800) con Francia llevó a la guerra con Inglaterra que agravaría las dificultades económicas de España (bloqueo, aumento de los gastos, destrucción de la flota en la batalla de Trafalgar). - Godoy firma un nuevo tratado con Napoleón, el Tratado de Fointenebleau, que responde a sus ambiciones personales, y aumenta la dependencia de Francia al permitir el paso de las tropas francesas por España con la excusa de invadir Portugal. Las tropas francesas empiezan a entrar en España. - El problema de la deuda pública se trata de resolver con la 1ª desamortización eclesiástica (Desamortización de Godoy) Los sectores más conservadores forman en torno a Fernando (hijo de Carlos IV) un importante grupo de oposición a Godoy que organiza el motín de Aranjuez utilizando a su favor el descontento popular. Godoy es destituido y Carlos IV abdica en su hijo Fernando. Napoleón atrajo a la familia real a Bayona y mediante presiones y engaños se apodera del trono de España (Abdicaciones de Bayona) que entrega a su hermano José Bonaparte (José I). Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 1 La Sublevación del 2 de Mayo en Madrid contra los franceses es el inicio de la Guerra de la Independencia. Es una guerra de carácter complejo: - Guerra de liberación nacional contra la dominación francesa. - Guerra civil: una minoría de españoles –de la elite ilustrada- apoyaron a los franceses por su proyecto reformista modernizador mientras que la mayoría de la población –incluidos algunos ilustrados- se oponen a la invasión. Participación popular mediante la guerra de guerrillas. - Episodio de un conflicto internacional en el que participó Portugal y Gran Bretaña. La intervención británica fue decisiva para la derrota de Napoleón. Guerra de la Independencia Etapas de la guerra: (1808-1814) - Mayo-octubre de 1808: la fuerte resistencia mediante (sitios) y la victoria de Bailén impiden que al ejército francés dominar la península. - Octubre de 1808-julio de 1812: hegemonía militar francesa y resistencia española. Napoleón dirige personalmente la conquista con la Grande Armée y se apodera fácilmente de la península, excepto la ciudad de Cádiz. El pueblo español organiza en las áreas rurales una guerra de guerrillas que dificultará el control del territorio por los franceses. - Julio de 1812- 1814: ofensiva de los aliados y derrota francesa. La guerra en Rusia debilita el dominio militar francés. El ejército hispano-luso-británico al mando de Wellington organiza una ofensiva desde Portugal hasta la frontera francesa. LOS INICIOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL José I, hermano de Napoleón será apoyado por una minoría de españoles –los afrancesadospertenecientes a las élites ilustradas por su programa reformista. La guerra dificultó su aplicación. - El Estatuto de Bayona, aprobado por una Asamblea poco representativa, es una Carta Otorgada que establece un sistema político autoritario (rey con amplios poderes y sufragio Modelo político muy restringido) pero recoge algunos derechos individuales y libertades económicas. de José I - Los decretos: supresión de la Inquisición, de los derechos señoriales, de algunos mayorazgos, de determinadas órdenes religiosas y desamortización de algunos bienes de la Iglesia y la nobleza. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 2 LAS CORTES DE CÁDIZ A la vez que se desarrolla la guerra de la Independencia se produce en España una revolución política. - El vacío de poder llevó a la creación de un poder político alternativo: surgen las Juntas locales y provinciales y la Junta Suprema Central elegidas por los ciudadanos. La Junta Suprema Central convoca Cortes. - Las Cortes no se reúnen a la manera tradicional, por estamentos, sino en asamblea única por diputados que representan a las provincias. - En las Cortes hay tres grupos políticos: absolutistas, liberales y jovellanistas. Las circunstancias en las que se convocaron las Cortes (dificultades para elegir o llegar los diputados de las provincias interiores) explican la mayoría liberal. Las Cortes de Cádiz llevaron a cabo el primer intento de revolución burguesa en España. La Constitución de 1812 es la primera constitución española que reconoce los principios básicos del liberalismo: soberanía nacional, división de poderes (el legislativo recae en las Cortes, el ejecutivo en el rey y el judicial en los tribunales), etc. excepto la libertad religiosa. Limita los poderes reales: veto legislativo de 2 años, obligación de convocar Cortes, etc. - Las medidas legislativas acaban con el Antiguo Régimen: supresión de los señoríos jurisdiccionales, del diezmo, de la Inquisición, de la tortura, desamortización parcial eclesiástica y civil, reparto de algunas tierras municipales, medidas de liberalismo económico, etc. Al igual que el programa de José I no pudo ser aplicado pero se convirtió en el programa de los liberales españoles durante las siguientes décadas. 11.3. FERNANDO VII. ABSOLUTISMO Y LIBERALISMO. LA EMANCIPACIÓN DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA. SEXENIO ABSOLUTISTA (1814-1820) La derrota de Napoleón inaugura en Europa el periodo llamado La Restauración ya que retornan al poder las monarquías absolutas. Fernando VII (apodado “El Deseado”), regresa a España y mide sus apoyos. Las muestras de apoyo popular y de altos cargos militares, y el Manifiesto de los persas le llevan publicar el Decreto de mayo de 1814 en el que restaura la monarquía absoluta y las instituciones del Antiguo Régimen; anula la obra de Cádiz y de José I y empieza la persecución a muerte de los liberales, muchos de los cuales marchan al exilio. La restauración del Antiguo Régimen y la independencia de las colonias impiden la recuperación económica agravándose la crisis de la hacienda estatal. Hay una fuerte inestabilidad gubernamental debido a la política de camarillas. La oposición liberal conspira en sociedades secretas y organiza pronunciamientos militares que fracasan hasta que finalmente el pronunciamiento de Riego en Cádiz terminó triunfando: se extendió a otras unidades militares y fue apoyado por movilizaciones populares en el campo y en algunas ciudades como Madrid. Estos hechos provocan un cambio de régimen. TRIENIO LIBERAL (1820-1823) Fernando VII, obligado por las circunstancias, acepta convertirse en rey constitucional y jura la Constitución de 1812. Las nuevas Cortes reanudan las reformas de 1812, crean la Milicia Nacional y adoptan medidas antieclesiásticas como la Ley de Monacales y la supresión de la Compañía de Jesús. El régimen liberal tuvo grandes dificultades para consolidarse debido a: - La división de los liberales en exaltados y moderados, según su deseo de avanzar más o menos en las reformas. - La oposición absolutista, encabezada por el rey, conspira desde el primer momento: intento de golpe de estado de la Guardia Real y organización de las partidas realistas. - La falta de apoyo o la oposición frontal del campesinado perjudicado por la implantación del liberalismo. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 3 DÉCADA OMINOSA O REACCIÓN ABSOLUTISTA (1823-1833) La intervención de la Santa Alianza (100.000 Hijos de San Luis), solicitada por Fernando VII, vuelve a restaurar el absolutismo: se reprime con dureza a los liberales y se anulan las reformas del Trienio pero no se restaura la Inquisición ni se permite la entrada en el ejército de las partidas realistas. Desde 1825, la difícil situación económica obliga al rey a evolucionar hacia un reformismo moderado. La oposición liberal es débil: organiza pronunciamientos que fracasan. Surge una fuerte oposición absolutista radical, “los apostólicos” o “realistas”, que rechaza el reformismo de Fernando VII, y se manifiesta de dos formas: la lucha armada de las partidas realistas que apoyan la Revuelta de los agraviados en Cataluña y el apoyo a Carlos Mª Isidro como candidato al trono. Fernando VII publica la Pragmática Sanción (podrán reinar las mujeres) que excluye de la sucesión al trono a Carlos Mª Isidro lo que aumenta el descontento de los realistas. A la muerte de Fernando hereda el trono su hija Isabel y los partidarios de Don Carlos toman las armas. LA INDEPENDENCIA DE LAS COLONIAS AMERICANAS Entre 1808-1825 se produce el proceso de independencia de casi todas las colonias españolas en América. Se realiza mediante revueltas aisladas y, solamente al final, existe una cierta coordinación. Los criollos, minoría blanca de origen español que controlaba la vida económica y social, fueron los protagonistas de la rebelión sin contar con la mayoría indígena y mestiza. Nueva Granada y Río de la Plata (virreinatos más jóvenes y con menor relación económica son España) son los focos principales de la rebelión. CAUSAS - El descontento de la población criolla por su exclusión de los altos cargos coloniales (en manos de peninsulares) y la falta de autonomía que ha impuesto el centralismo borbónico; por el aumento de impuestos y el “pacto colonial” que les obliga a vender materias primas y comprar productos manufacturados españoles mientras que ellos aspiran al libre comercio con Gran Bretaña y otros países. - La crisis política en España desde 1788: las guerras contra Gran Bretaña cortan las comunicaciones entre España y sus colonias aumentando la autonomía de éstas; la destrucción de la flota en Trafalgar y la guerra de la Independencia impiden enviar tropas. - La difusión de las ideas ilustradas, el ejemplo de la Independencia de EEUU y de la revolución francesa. - La ayuda exterior. Gran Bretaña y EEUU ayudaron a los independentistas porque deseaban comerciar libremente y controlar sus mercados. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 4 ETAPAS - 1ª etapa (1810-1814). Durante la Guerra de la Independencia, se crearon Juntas que asumieron el poder. El virreinato de Río de la Plata (Argentina, Chile) y Nueva Granada (Venezuela) se declararon independientes, mientras que el del Perú siguió fiel a España y reprimió las rebeliones de Chile y Ecuador. En Nueva España (México), se produjo una revolución social de campesinos indios y mestizos que las autoridades españolas –con ayuda criolla-reprimieron. Fernando VII envió un ejército y recuperó las colonias excepto Argentina y Paraguay. 2ª etapa (1816-1824). La decadencia económica de España y las luchas políticas en el reinado de Fernando VII impiden hacer frente a los ejércitos de los libertadores: San Martín, avanza desde Argentina tomando Chile; y Bolívar, desembarca en Venezuela, se apodera de Venezuela, Colombia y, su lugarteniente Sucre, de Ecuador creando la Gran Colombia. En 1822, se produce una entrevista entre ambos líderes y su colaboración llevó a la victoria de Ayacucho y a la independencia de Perú. En México, la oposición al anticlericalismo del Trienio Liberal, llevó a Agustín de Iturbide a proclamar la independencia. CONSECUENCIAS Las discrepancias internas y los intereses de británicos y de EEUU llevaron a la creación de numerosos estados independientes en los que los criollos acapararon el poder y la riqueza, sin hacer nada para mejorar la situación de la las clases inferiores (nativos, mestizos y esclavos negros), y en muchos países imponen sistemas autoritarios militaristas (caudillismo) por miedo a revueltas de los campesinos indígenas. El proteccionismo y el monopolio dieron al librecambismo que no supuso ninguna mejora ya que se impuso la dominación económica de Gran Bretaña, cuyos productos invadieron el mercado americano provocando la decadencia de muchas regiones, y después de EEUU (doctrina Monroe). Las consecuencias para la hacienda y para los industriales y comerciantes españoles fueron desastrosas a corto plazo pero los capitales se terminan reinvirtiendo en España o las colonias que mantuvo (Cuba, Puerto Rico y Filipinas). - Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 5 Tema 11. LA CRISIS DEL ANTIGUO REGIMEN 11.1. LA CRISIS DE 1808: LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Y LOS COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL El reinado de Carlos IV (1788-1808) se inicia en 1788, el año anterior al estallido de la Revolución Francesa, hecho que condicionará la política interior y exterior de España, y en medio de una fuerte crisis económica. Ambos hechos explican el fin de las medidas reformistas. Muchos españoles ilustrados pierden la confianza en la monarquía como instrumento para llevar a cabo las reformas necesarias y se pasan al campo liberal-revolucionario. Carlos IV sucedió a su padre, Carlos III, en 1788. Aunque con experiencia política, carecía de la personalidad y energía de su padre por lo que su esposa, Mª Luisa de Borbón y Parma, y el primer ministro Godoy terminaron dirigiendo el gobierno. El reinado se inicia con afanes reformistas, manteniendo en el poder al equipo de ilustrados de su padre, con Floridablanca de primer ministro. Pero las noticias sobre la revolución francesa provocaron un cambio radical en la orientación política. Floridablanca optó por el aislamiento para evitar el contagio revolucionario: dejó en suspenso los Pactos de Familia con Francia, estableció controles en las fronteras para impedir la entrada de periódicos o libros, censuró el correo, prohibió la salida de estudiantes hacia ese país e inició una política represiva reactivando la Inquisición. Algunos ilustrado fueron perseguidos: Cabarrús fue detenido, Jovellanos desterrado, etc. En 1792, Floridablanca es sustituido por el conde de Aranda, más francófono ya que consideraba que el principal enemigo de España era Gran Bretaña. Aranda era amigo de Voltaire y de algunos revolucionarios franceses, por lo que Carlos IV le encomendó la tarea de salvar la vida de Luis XVI. La radicalización de la revolución francesa (el rey es detenido y se establece la República) llevó a la caída de Aranda que fue sustituido por Godoy. MANUEL GODOY, un guardia de corps de origen hidalgo, ascendió rápidamente gracias a la confianza personal de los reyes, especialmente de la reina Mª Luisa; aunque los rumores sobre sus relaciones con la reina -difundidos por sus enemigos- no parecen ciertos. Godoy actuó como un valido debido a la por la mediocridad de los reyes, siendo el verdadero gobernante entre 1792 y 1808. Ambos aspectos desprestigiaron a la monarquía. La actuación de Godoy estuvo también determinada por la Revolución Francesa. Al fracasar en su intento por salvar la vida de Luis XVI, que terminó siendo guillotinado, se unió a las grandes potencias en una guerra contra los revolucionarios franceses. Los éxitos revolucionarios en todas las fronteras –en España se apoderaron de importantes ciudades fronterizas (San Sebastián, Bilbao, Vitoria, Figueras, etc.)- obligaron a Godoy a firmar la Paz de Basilea (1795) con Francia: España recupera los territorios españoles perdidos a cambio de ceder a Francia la colonia americana de Santo Domingo. Desde 1796, la República Francesa toma un carácter más moderado (Directorio) y Godoy firma un pacto de amistad con Francia: el Tratado de San Ildefonso. Este pacto conduce a la guerra contra Inglaterra, país contrario a la hegemonía francesa en Europa y tradicional enemigo de España (obstaculiza el comercio con América) y también contra Portugal-principal aliado británico. Los resultados de esta política de acercamiento a Francia fueron desastrosos para España. En 1805, la escuadra franco-española fue aniquilada en la batalla de Trafalgar y los británicos impusieron el bloqueo marítimo dificultando el comercio con América. La situación económica (fuertes subidas de los precios) y el malestar social se agravan; y la deuda pública se dispara ya que, a la heredada del reinado anterior, se suman los gastos de la guerra. Para reducir la deuda, Godoy se vio obligado a llevar a cabo la 1ª desamortización de bienes eclesiásticos que afectó a las instituciones de beneficencia (hospitales, casas de misericordia y hospicios). En 1807, la ambición llevó a Godoy a firmar un nuevo tratado con Napoleón, el Tratado de Fontainebleau, que permite el paso de las tropas francesas por España con la excusa de invadir Portugal (nación aliada de Inglaterra que incumple el bloqueo decretado por Napoleón) a cambio de la promesa de un reparto de Portugal entre España, Francia y Godoy. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 6 A comienzos de 1808, las tropas francesas inician la invasión de la península y se establecen estratégicamente en Vitoria, Madrid y Barcelona. Los grupos privilegiados –nobleza y clero- se habían opuesto a Godoy desde su llegada al poder por considerarlo un “advenedizo” y por sus medidas reformistas (tímida desamortización de bienes eclesiásticos, protección de las Sociedades de Amigos del País, etc.). El descontento terminó llevando a la formación de un grupo de oposición organizado, liderado por el príncipe de Asturias, Fernando, que se dedicaba a difundir rumores para desprestigiarlo y a conspirar para apartarlo de poder. Una primera conspiración fracasó al ser descubierta (Conjura del Escorial, 1807) pero la segunda consiguió su objetivo. El Motín de Aranjuez se produce en marzo de 1808, cuando Godoy -ante la evidencia de la ocupación francesa- se da cuenta de que Napoleón está incumpliendo los términos del tratado y aconseja a la familia real el traslado a Cádiz para abandonar España. El motín fue un levantamiento popular organizado por los fernandistas que aprovecharon el descontento general existente entre las clases populares por la carestía y la subida del pan. Los amotinados entraron en el palacio de Godoy que fue apresado y a punto de ser linchado. Carlos IV fue obligado a destituirlo y, después, a abdicar en su hijo Fernando. La destitución de un rey legítimo por una revuelta popular era un hecho insólito que indicaba la debilidad de la monarquía española y Napoleón vio la oportunidad de apoderarse del trono de España utilizando una estratagema legal. En abril se inicia el drama que se conoce como Abdicaciones de Bayona. Napoleón convocó a la familia real a un encuentro en la ciudad francesa de Bayona presentándose como un mediador entre padre e hijo. El 2 de mayo, Carlos IV, dominado por el odio al hijo que le había destronado, firmó una carta en la que negaba validez a la abdicación de Aranjuez y, sin esperar a resolver el conflicto dinástico-familiar, suscribió un tratado en el que cedió a Napoleón sus derechos al trono de España y las Indias. Tras una violenta entrevista entre todos los miembros de la familia real, en la que Carlos IV culpó a su hijo de las desgracias del 2 de mayo en Madrid, Fernando VII -bajo la presión del emperador- mediante una breve carta dirigida a su padre con fecha de 6 de mayo, renunció a la Corona. Napoleón entregó el trono de España a su hermano José I (llamado por el pueblo español “Pepe Botella”). Los inicios de la Guerra de la Independencia Desde marzo, las tropas francesas se han establecido en Madrid al mando del general Murat y los incidentes con al población son constantes. El 2 de mayo de 1808 corrió el rumor de que Napoleón tenía secuestrada a la familia real y que los únicos hijos de Carlos IV (Francisco de Paula y María Luisa), que seguían en Madrid, iban a ser conducidos también a Bayona. Una multitud cercó el Palacio Real –gritando:¡Que nos los llevan¡- para tratar de impedir la marcha, pero las tropas francesas lo impidieron disparando contra la multitud. Esto desencadenó un levantamiento popular espontáneo. Durante un día los madrileños se enfrentaron a las tropas francesas utilizando como arma cualquier objeto (La carga de los mamelucos en la Puerta del Sol de Goya muestra el enfrentamiento entre la población y los soldados napoleónicos traídos de Egipto). Las militares españoles se mantuvieron pasivos, ya que tenían orden de no intervenir, pero los artilleros del Parque de Monteleón desobedecieron las órdenes y se enfrentaron a los franceses. Los capitanes Daoíz y Velarde murieron luchando heroicamente. Murat consiguió sofocar la rebelión en pocas horas e inició una feroz represión contra el pueblo madrileño (Goya recoge estos hechos en Los fusilamientos del 3 de mayo). Madrid quedó en manos de los franceses pero el ejemplo del pueblo de Madrid se repitió en todo el país y la población se levantó en armas. El bando de Andrés Torrejón, alcalde de Móstoles, fue inicio de la Guerra de Independencia. Gran parte de las autoridades civiles y militares aceptaron con pasividad la ocupación francesa; pero el pueblo, ante el vacío de poder existente, se organiza en Juntas locales y provinciales, compuestas por personalidades elegidas por los ciudadanos para organizar la resistencia. De ellas, saldrá en septiembre la Junta Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 7 Suprema Central, organismo que se encarga de coordinar la guerra y dirigir políticamente el país. La creación de las Juntas fue un acto revolucionario, de soberanía popular, ya que asumieron el poder en nombre del pueblo aunque decían respetar la autoridad del rey Fernando VII. A excepción de un pequeño grupo de afrancesados, la mayoría del pueblo español se opuso a la invasión francesa pero desde posturas ideológicas diversas: - La mayoría de los privilegiados (nobleza y clero) desean la vuelta al absolutismo. - Sectores de la nobleza y la burguesía ilustrada (Floridablanca, Jovellanos, etc.) siguen defendiendo un reformismo moderado dirigido por un monarca absoluto (continuidad con el Despotismo Ilustrado). - Los partidarios de una revolución liberal - burgueses y algunos miembros del bajo clero- son un sector minoritario debido al escaso desarrollo económico del país. - La mayoría de la población son campesinos y artesanos incultos, muy influidos por el clero, que desean la vuelta de Fernando VII como rey absoluto. La labor del clero rural durante la guerra, dándole un carácter de cruzada, reforzó la mentalidad conservadora del pueblo. El modelo político de José I. El Estatuto de Bayona José I no quería aparecer como un simple usurpador y elaboró un programa reformista con el que esperaba atraerse a la población. Para dar legitimidad a su reinado, empezó convocando una Asamblea de Notables en Bayona a la que sólo asistió un pequeño grupo (65) de ilustrados y afrancesados. La Asamblea aprobó un texto propuesto por Napoleón: el Estatuto de Bayona. El texto legislativo no es una constitución –ya que no ha sido elaborada por representantes del pueblo- sino una “Carta Otorgada” que establece: - Un sistema político autoritario: monarquía con amplios poderes ejecutivos y legislativos; Cortes bicamerales –Congreso y Senado- elegidas por un sufragio censitario muy restringido y con capacidad legislativa limitada. - Algunos principios liberales: ciertos derechos individuales (imprenta, inviolabilidad del domicilio, prohibición de la tortura, supresión de algunos privilegios como la exención de impuestos por la nobleza y el clero o la exigencia de títulos nobiliarios para los altos cargos, etc.) y libertades económicas (industria, comercio, supresión de aduanas interiores, disminución de los mayorazgos, etc.). El programa reformista se completó con otros decretos: supresión de la Inquisición, de los derechos señoriales, disolución de las órdenes religiosas masculinas y de las Órdenes Militares y desamortización de los bienes del clero y la nobleza que se habían opuestos a su régimen. Este proyecto, continuador del reformismo borbónico, apenas pudo ser aplicado por la situación de guerra y la brevedad del reinado de José I. Solamente contó con el apoyo de un pequeño grupo de españoles pertenecientes a las élites ilustradas, los afrancesados, que consideraban sus medidas reformistas moderadas un importante paso hacia la modernización de país. El pueblo español los tachó de traidores y se exiliaron en Francia después de la guerra. Todas las medidas de José I fueron abolidas por Fernando VII al finalizar la guerra. El carácter de la guerra y sus consecuencias La Guerra de la Independencia tiene un carácter complejo: es una guerra popular de liberación nacional, una guerra civil entre patriotas y afrancesados y un episodio de un conflicto internacional –las guerras napoleónicas- en el que Gran Bretaña estuvo al lado de España aportando tropas y suministros. El pueblo español adoptó dos formas de resistencia: - Los sitios: ciudades que resistieron al avance francés soportando el hambre, los bombardeos, etc. Es el caso de Zaragoza y Gerona. - Las guerrillas o partidas organizadas en torno a un jefe (Espoz y Mina, el Empecinado, el cura Merino, etc.) que hostigaban al ejército francés contando a su favor con el conocimiento del terreno y el apoyo de la población. Atacaban las comunicaciones, destruían sus guarniciones, etc. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 8 Las consecuencias de la guerra fueron catastróficas: una mortalidad de entre 500.000 y 1.000.000 de personas, hambre y enfermedades, destrucciones materiales de ciudades, fábricas o cultivos –a veces intencionadas como las de fábricas textiles por franceses e ingleses- ; además de agravarse la crisis financiera del Estado lo que hará imposible recuperar las colonias americanas. LAS ETAPAS DE LA GUERRA Mayo-Octubre de 1808 Incapacidad del ejército francés para dominar la península Octubre de 1808Julio de 1812 Hegemonía militar francesa y resistencia española Julio de 1812- 1814 Ofensiva de los aliados y derrota francesa La sublevación popular se convirtió en una guerra abierta en la que los ejércitos franceses, a pesar de su superioridad numérica, se encontraron con la resistencia de los sitios de ciudades como Zaragoza y Gerona (1808-1809). En julio de 1808, un ejército improvisado por las Juntas de Sevilla y Granada, al frente de general Castaños derrotó a las tropas del general Dupont en la batalla de Bailén (la primera gran derrota del ejército napoleónico). El ejército francés y el gobierno de José I tuvieron que replegarse hacia el norte de España. Napoleón se encargó de dirigir personalmente la guerra con sus mejores tropas (La Grande Armée). En octubre llegó con 250.000 soldados –frente a 115.000 españoles- y su ofensiva fue arrolladora: ocupó Madrid y todo el territorio español, excepto la ciudad de Cádiz, algunas zonas de Galicia y las islas Baleares. El pueblo español organizó en las áreas rurales una guerra de guerrillas acosando, desgastando y desmoralizando al ejército francés, que no consiguió su objetivo de dominar de hecho todo el territorio. La invasión de Rusia fue el comienzo de la derrota napoleónica en España y en Europa. Gran parte de las tropas francesas fueron enviadas desde la península hacia el frente ruso y las que quedaron en España adoptaron una posición defensiva. En julio de 1812, el ejército aliado de británicos, portugueses y españoles al mando de Wellington lanzó un ataque desde Lisboa, derrotó a los franceses en Ciudad Rodrigo y en Arapiles y avanzó hacia el norte, aunque terminó retirándose a Portugal. Al año siguiente, el fracaso de la campaña rusa obligó a los franceses a retirar más tropas de la península, lo que permitió a Wellington avanzar hacia la frontera derrotando a sus adversarios en Vitoria y de San Marcial. En el Tratado de Valençay (diciembre de 1813) Napoleón pactó el final de la guerra, reconociendo a Fernando VII como rey de España y retirando sus tropas del país. Las últimas dejaron España en junio de 1814. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 9 11.2 LAS CORTES DE CÁDIZ Y LA CONSTITUCIÓN DE 1812 A la vez que se desarrolla la guerra de la Independencia se produce en España el primer intento frustrado de revolución política burguesa. El vacío de poder existente al comienzo de la guerra llevó a la formación de las Juntas, organismos de poder local y provincial, que decían actuar en nombre del rey pero cuya legitimidad procedía del pueblo español, que las creó y apoyó. En septiembre de 1808, se creó la Junta Suprema Central que, reunida en Aranjuez, reconoció a Fernando VII como rey y asumió la autoridad del país hasta su vuelta. La Junta estaba formada por 35 miembros, la mayoría nobles reformistas y, aunque presidida por el anciano Floridablanca, su principal figura política fue Jovellanos. La Junta Suprema Central, huyendo del ejército francés, se trasladó a Cádiz. De ella, surgió la idea de convocar unas Cortes que representaran a la nación. Con ello querían contrarrestar a la asamblea creada por Bonaparte y emprender reformas que modernizaran el país sin contar con extranjeros. La elección de diputados fue difícil por la situación de guerra y la ocupación francesa del territorio. Estas circunstancias explican el hecho de que las Cortes tuvieran una mayoría liberal: muchas provincias ocupadas no pudieron elegir diputados o llegaron tarde y para reemplazarlos se designaron suplentes entre las personalidades que residían en Cádiz (aquí vivían o se refugiaron las personas más activas y abiertas a las nuevas ideas); además los diputados de las provincias costeras (más avanzadas) pudieron llegar más fácilmente que los del interior. Las Cortes se reunieron, en septiembre de 1810, no a la manera tradicional –por estamentos- sino en asamblea única de todos los diputados, debido a que los liberales eran mayoría frente a los que preferían el sistema tradicional. Socialmente, la clase media urbana fue la protagonista: clérigos, abogados, funcionarios o militares, algunos nobles, comerciantes y propietarios; no había artesanos, campesinos ni trabajadores industriales. Los diputados presentes en las Cortes de Cádiz se agrupan en tres tendencias: Absolutistas o tradicionalistas. Son los partidarios de la monarquía absoluta y de cuanto significaba el "Antiguo Régimen". Para ellos el sentido de la Guerra de la Independencia es sólo conseguir el retorno del rey y del sistema absolutista que éste representaba. Liberales o doceañistas. Son burgueses o intelectuales muy influidos por la Revolución Francesa. Entre ellos estaban los más notables oradores de las Cortes como: Agustín de Argüelles, Martínez de la Rosa, Muñoz Torrero.... Defienden la instauración de un sistema liberal. Son los triunfadores ya que consiguen imponer sus criterios. Moderados o jovellanistas. Son llamados así por seguir las ideas de Jovellanos, célebre escritor e ilustrado asturiano que murió el año del inicio de las Cortes. Se sitúan en un punto intermedio entre absolutistas y liberales: defienden las reformas pero sin romper con la tradición. La soberanía debe corresponde a la vez al rey y a las Cortes; éstas han de estar constituidas por estamentos a la manera tradicional. No ven la necesidad de una Constitución, pues consideran que el país cuenta con leyes tradicionales ahogadas por el absolutismo que hay que sacar a la luz. Aunque este grupo desapareció, a larga su criterio fue el que se impuso en la España del S. XIX. Su concepto de soberanía compartida será el que más se aplique en las sucesivas Constituciones de éste siglo. El discurso inaugural de las Cortes fue pronunciado por Muñoz Torrero, diputado por Extremadura, y votado en forma de ley. En él se estableció el principio de soberanía nacional ya que se decía que los diputados representaban a la nación, y en ellos residía el poder. También establecía la separación de poderes -el poder legislativo recaía en las Cortes-, y Fernando VII era reconocido como único rey de España. La labor de las Cortes de Cádiz desde 1810 a 1813 tiene dos objetivos: elaborar una Constitución y realizar reformas económico-sociales que pongan fin al Antiguo Régimen e implanten un sistema capitalista y una sociedad de clases. a) Elaboración de la 1ª Constitución española: Constitución de 1812. Es la norma fundamental del nuevo estado liberal-burgués que se pretende establecer. Se promulgó el 19 de marzo de 1812 (día de San José, de ahí el nombre de La Pepa) siendo el resultado de un compromiso entre liberales y absolutistas aunque favorable a los primeros. Aunque es un texto liberal, tiene una concesión a la Iglesia – la religión única y oficial del Estado es la religión católica- exigida por los absolutistas. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 10 Está inspirada en la Constitución francesa de 1791, aunque es más progresista que ésta. Sus principios fundamentales son: - El principio de la soberanía nacional, que pone fin al absolutismo y limita los poderes del rey. - El reconocimiento de los derechos y libertades individuales: igualdad jurídica y fiscal, seguridad personal, libertad de enseñanza, libertad de imprenta para libros no religiosos, derecho a la propiedad, inviolabilidad del domicilio, etc.; a excepción de la libertad religiosa. - Organización del Estado como una monarquía constitucional con separación de poderes: o El poder legislativo reside en las Cortes unicamerales, que representan la soberanía nacional. Tienen amplios poderes: elaboran las leyes, aprueban el presupuesto, deciden sobre la sucesión de la Corona, aprueban los tratados internacionales, etc. Se reúnen anualmente durante un periodo fijado por la Constitución (por el miedo a que el rey no las convoque). Son elegidas por sufragio universal masculino e indirecto cada dos años: para ser elector sólo se precisa la residencia, y para ser candidato una renta mínima. Los electores no elegían directamente a los diputados sino a unos compromisarios que se encargaban de designarlos. o El poder ejecutivo recae en el monarca que nombra a los ministros, dirige el gobierno y la administración y puede intervenir en la elaboración de leyes mediante la iniciativa y la sanción legislativa. Sus poderes están limitados: no puede disolver las Cortes, el derecho de veto legislativo se limita a dos años y los ministros han de ser refrendados por las Cortes. El poder judicial es competencia exclusiva de los Tribunales. La Constitución prohíbe expresamente la intervención del rey o las Cortes. Además se establecen los principios básicos de un estado de derecho: garantías procesales, códigos de leyes únicos, etc. o - Confesionalidad del Estado en el que la religión única y verdadera es la católica. - La organización administrativa de carácter centralista: división del país en provincias y en municipios, fiscalidad común, supresión de aduanas internas, servicio militar obligatorio, etc. No se mencionan los fueros de los territorios vascos y navarros; por tanto, ni se reconocen ni se derogan. - Creación de la Milicia Nacional: fuerza armada de ciudadanos, dependiente de los ayuntamientos, para defender el liberalismo. - Derecho de todos los españoles a la enseñanza primaria pública y obligatoria. b) Medidas legislativas. Las leyes y decretos tienen como fin suprimir las instituciones del "Antiguo Régimen" y sus bases socioeconómicas y sociales. Destacan: - Supresión del mayorazgo y de los señoríos jurisdiccionales (poder ejercido por el señor sobre los campesinos que se traduce en el pago de tributos) y del diezmo. Se mantuvieron los señoríos territoriales y sus titulares se convirtieron en propietarios de las tierras por lo que la propiedad agraria siguió en las mismas manos. - Supresión de los privilegios estamentales, de la Inquisición, de la tortura... - Nueva desamortización que se aplicó a las propiedades de los afrancesados, a las comunidades religiosas disueltas por José I y a las tierras de comunes que eran propiedad de los ayuntamientos: la mitad sería vendida y el resto repartidas entre los combatientes y vecinos sin tierra. - Libertad de los propietarios para cercar, vender o arrendar las fincas sin limitaciones. - Supresión de los gremios y libertad de industria, de comercio y de contratación de los trabajadores. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 11 La obra de las Cortes de Cádiz fue exclusivamente teórica ya que ninguna de sus medidas fue aplicada por la situación de guerra y porque Fernando VII las deroga en 1814. La importancia de la "obra de Cádiz" no está en su aplicación práctica, imposible en aquel momento, sino en su trascendencia posterior: fue el modelo para el constitucionalismo español del S. XIX y para otras constituciones europeas (Portugal e Italia) y de América de sur. Las ideas que se debatieron en Cádiz se convirtieron en la bandera del liberalismo progresista de todo el S. XIX. Es la obra de una minoría intelectual, sin conexión con el pueblo, y sin fuerza para imponer sus reformas. El pueblo analfabeto permaneció al margen de lo que se estaba haciendo en Cádiz y solo tenía una idea fija: el rey Fernando VII estaba preso en Francia, él era el símbolo de la justicia y el bien común y se esperaba su vuelta, era "El Deseado". 11.3. FERNANDO VII. ABSOLUTISMO Y LIBERALISMO. LA EMANCIPACIÓN DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA. I.- EL REINADO DE FERNANDO VII. ABSOLUTISMO Y LIBERALISMO En 1815, derrotado Napoleón, se inicia en Europa el periodo de la Restauración: los reyes que habían perdido su trono lo recobraron y se volvió a la monarquía absoluta. Las grandes potencias firman un pacto (“Santa Alianza”) por el que se comprometen a intervenir militarmente en aquellos países en los que los intereses de sus monarcas se vieran amenazados por movimientos revolucionarios. Pero la oposición liberal no desapareció y se manifestó en tres oleadas revolucionarias (1820,30 y 48). En España, el regreso de Fernando VII supuso el fin de la experiencia liberal y la vuelta al Antiguo Régimen, lo que provocó un enfrentamiento entre liberales y absolutistas. Los liberales son reprimidos, obligados a pasar a la clandestinidad o al exilio, y optan por la vía revolucionaria de los pronunciamientos militares. La mayoría de ellos fracasan y sus protagonistas son ejecutados, excepto el de Riego (1820) que dio paso a un periodo liberal de tres años. A partir de 1832 se volverá al absolutismo. Por ello, este reinado de Fernando VII se divide en tres fases: a) SEXENIO ABSOLUTISTA (1814-1820) En 1814, terminada la guerra y destituido José I, Fernando VII regresa a España. Las Cortes habían decidido no reconocerlo como rey hasta que jurara la Constitución. A pesar de que había aceptado estas condiciones, no se dirige directamente a Madrid sino que entra por la frontera de Girona con el fin de dirigirse a Valencia con el fin de ir midiendo sus fuerzas. En su viaje por pueblos y ciudades es aclamado con entusiasmo por el pueblo llano (le apodan “el Deseado”). Además, recibe muchos apoyos e incitaciones para que gobierne como rey absoluto, destacando el del general Elio, que pone a su disposición 2º ejército, y el manifiesto que le dirigen los diputados absolutistas (Manifiesto de los Persas). Contando con estos apoyos y la favorable situación internacional, publica el Decreto de Valencia del 4 de mayo de 1814 (Ver texto) por el que: Anula los decretos de las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812. Restablece el absolutismo y las instituciones del Antiguo Régimen (Inquisición, señoríos, privilegios, y reintegración a la Iglesia de las propiedades desamortizadas) Inicia la persecución de los liberales, acusados de traición, y muchos de ellos, si logran huir, se marchan al exilio a Gran Bretaña. Pero, el gobierno absolutista de Fernando VII se enfrentó con numerosos problemas insalvables: Los problemas económicos se agravaron tras la guerra de la Independencia que había dejado al país destruido. La deuda pública se disparó por los gastos de la guerra, por la restauración de los privilegios y por el proceso de emancipación de las colonias americanas que privaba al Estado de muchos recursos, dificultaba el comercio y la industria y obligaba a enviar tropas. Los sucesivos ministros fracasaron en su intento de reducir la deuda por la negativa de los privilegiados a pagar tributos. En estas condiciones era imposible reconstruir el país y reconquistar América. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 12 La inestabilidad en el gobierno: los ministros –sobretodo el de Hacienda- eran relevados continuamente por la falta de coherencia en la línea política a seguir, por la incapacidad de gobernar en las nuevas condiciones y, sobretodo, por que el auténtico gobierno lo formaba la camarilla1 que rodeaba al rey e influía en sus decisiones. La acción de la oposición liberal representada por sectores del ejército, intelectuales y la burguesía industrial y comercial de las ciudades comerciales (Cádiz, Barcelona,..). Al tener que actuar desde la clandestinidad, recurrieron a sociedades secretas –como la masonería- para conspirar contra Fernando VII y a los pronunciamientos militares 2 (Espoz y Mina, Díaz Porlier, Lacy, etc.) apoyados por civiles que fracasan excepto el de Riego. También hubo casos de atentados políticos como el intento de asesinato del rey en 1816 en un burdel de Madrid. Así se inició la tradición de los pronunciamientos que se convertirán en habituales en el S. XIX. b) TRIENIO LIBERAL (1820-1923) Dentro del ejército existía un fuerte descontento (retraso en la paga, duras condiciones de vida en los cuarteles, no reconocimiento de méritos de guerra, etc.) y mucha influencia liberal por el contacto con los británicos en la Guerra de la Independencia. En enero de 1820, el comandante Rafael de Riego –apoyado por otros oficiales como Quiroga- dirigió un pronunciamiento en Las Cabezas de San Juan (Sevilla) con tropas que estaban soportando una larga espera, por falta de medios, para ir a América a luchar contra los independentistas, y proclamó la Constitución de 1812. El pronunciamiento tuvo un reducido éxito inicial pero, cuando las tropas de Riego iban a dispersarse, estalló una insurrección en Galicia que se extendió por todo el país. Muchas unidades militares se suman a la rebelión, hay sublevaciones de campesinos y de las masas populares de algunas ciudades, irritadas por la situación económica (vuelven a aparecer las Juntas). El levantamiento triunfó definitivamente cuando el ejército enviado por el gobierno para combatir la sublevación se pronuncia también en Ocaña (Toledo) a la vez que muchedumbre rodea el Palacio Real el 7 de marzo atemorizando al rey. Fernando VII en el Manifiesto del rey a la nación (Ver texto) acepta convertirse en rey constitucional y jura la Constitución de Cádiz, incluyendo la famosa frase: Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional. Así se inicia un periodo de gobierno liberal que durará tres años en los que: Se restableció la Constitución de 1812 Se decretó la amnistía para los exiliados y presos. Se convocaron las elecciones a Cortes. Las Cortes, de mayoría liberal, reanudaron las reformas de 1812: - Suprimen los señoríos jurisdiccionales y todo tipo de vinculación de la tierra: mayorazgo, manos muertas (bienes eclesiásticos) y las tierras municipales. - Desamortizan tierras de ayuntamientos y de la Iglesia. - Elaboran el primer Código Penal y la primera Ley de Instrucción Pública. - Crean la Milicia Nacional 3 - Adoptan medidas anticlericales: disminución del diezmo a la mitad, exigencia a los clérigos de juramento de la Constitución y estudio de ella en las escuelas (en manos de la Iglesia), supresión de la 1 Camarilla: conjunto de personas que gozaban de la confianza del monarca. Este nombre se debía a que tenían acceso a las habitaciones privadas (cámara) del monarca. Este grupo influyó en las decisiones políticas de los reinados de Fernando VII y de su sucesora. 2 PRONUNCIAMIENTOS. Sublevaciones militares que pretenden derribar al gobierno existente atrayendo el respaldo del resto del ejército y de la opinión pública. Es una forma rápida y fácil de alcanzar el poder, que se convirtió en algo habitual en el S. XIX español, provocando una gran inestabilidad política. En esta época son protagonizados por militares descontentos, especialmente los que habían logrado ascensos y notoriedad durante la Guerra de la Independencia y ahora se sentían marginados. En la organización también participan los liberales exiliados. En general son obra de una minoría con poco respaldo popular. 3 MILICIA NACIONAL. Cuerpo de carácter civil formado por ciudadanos armados dispuestos a defender la Constitución y el régimen liberal, al margen del ejército. Estaba pensada para los propietarios ya que cada miembro debía financiar su equipo; pero los ayuntamientos que la organizaban empezaron a sufragar el armamento y se incorporaron a ella las clases populares urbanas. Por ello, se convirtió en un importante aliado del ala izquierda del liberalismo. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 13 Compañía de Jesús y de la Inquisición; pero la medida más polémica fue la Ley de Monacales que suprimió los conventos -menos ocho de ellos por su gran valor histórico y artístico-, ordenó la venta de sus bienes por el Estado para amortizar la deuda y se les prohibió aceptar nuevos novicios o ampliar las tierras por donación o compras. Estas últimas medidas perjudicaron claramente a los liberales, que no habían tenido en cuenta la correlación de fuerzas y el estado de la opinión pública, ya que sólo sirvieron para aumentar el apoyo al absolutismo por parte del clero y, a través de él, de las masas ignorantes. La consolidación del régimen liberal chocaba con muchos obstáculos: La oposición absolutista formada por el rey, gran parte de la nobleza y el clero, sectores del ejército y del campesinado. El rey utiliza el derecho de veto para frenar las reformas y apoya toda conspiración. La oposición se manifestó en: - Un intento de golpe de estado de la Guardia Real (1822) que fue sofocado con la intervención de la Milicia Nacional. La creación de las “partidas realistas”: guerrilla rural dirigida por el clero (ej. cura Merino) que provocó una situación de guerra civil en el Norte y se formó una regencia absolutista en la Seo de Urgell (1822) que se mantuvo durante cuatro meses. La falta de apoyo del campesinado, perjudicado por un régimen liberal que no le dio acceso a la propiedad de la tierra (no se suprimió el señorío territorial y las tierras eclesiásticas y municipales fueron vendidas a la burguesía) y aumentó la presión fiscal (impuestos en dinero). En algunas regiones, el campesinado apoyó las posturas absolutistas. La división de los liberales en dos sectores: - Los moderados o doceañistas que defienden las reformas con prudencia y con la participación del rey. Sus principales representantes, Argüelles, Martínez de la Rosa y Toreno (en el exilio o en la cárcel en el periodo anterior), estuvieron en los primeros gobiernos. - Los exaltados o veinteañistas que deseaban acelerar las reformas, limitar el poder real y reprimir el absolutismo. Mendizábal, Alcalá Galiano y Riego son sus principales representantes. Se apoyan en las clases medias urbanas, en la Milicia Nacional y en oficiales del ejército. Se hicieron con el gobierno en 1822. Fueron los primeros en organizar movilizaciones populares urbanas - que se convertirán en habituales durante el S. XIX-. Los liberales aunque con un escaso apoyo social –sólo predominante en las ciudades costeras- son muy activos. La puesta en práctica de la libertad de expresión permitió la aparición de las sociedades patrióticas4 con las que se inicia el debate político en clubs, cafés (como el célebre de la Fontana de Oro) y en la prensa. El Trienio Liberal fue derrocado por una intervención extranjera solicitada por Fernando VII a la Santa Alianza: las tropas francesas de los 100.000 Hijos de San Luis al mando de duque de Angulema invaden España con ayuda de los realistas para “salvar a Fernando VII” sin encontrar resistencia. c) DÉCADA OMINOSA O REACCIÓN ABSOLUTISTA (1823-1833) Los liberales llamaron ominosa a esta década porque se inició con un dura represión de los liberales mediante Juntas de depuración en el ejército y la administración. Se trató de un auténtica caza de brujas que condenó a la muerte (96 condenas), a la cárcel y a la expropiación a miles de personas que habían colaborado con el gobierno del Trienio o eran sospechosos de liberalismo. Los dirigentes más destacados marcharon al exilio. Fernando VII en el Decreto de 1 de octubre (Ver texto) declaró nula toda la legislación del Trienio; pero no restauró la Inquisición ni permitió la incorporación de las partidas realistas al ejército. 4 Sociedades patrióticas: clubs o grupos informales de liberales que se reúnen en los cafés y que utilizan la prensa para la discusión. A partir de ellas surgen los partidos políticos. También sirvieron de instrumento de formación política del pueblo. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 14 Desde 1825, Fernando VII va a evolucionar hacia el reformismo moderado, incluyendo en su gobierno a ministros “ilustrados” como López Ballesteros -ministro de Hacienda-, con el fin de hacer frente a la crisis económica que se había agravado con los gastos de la expedición francesa, los intereses de los préstamos de los años anteriores y la pérdida definitiva de las colonias. Las principales reformas de este periodo fueron: la elaboración del primer presupuesto del Estado, la creación de la Bolsa, del Código de Comercio, del Tribunal de Cuentas, del Banco de San Fernando (precursor del Banco de España), la adopción de de aranceles proteccionistas en beneficio de la industria textil catalana y un proyecto de centralización –heredado de las Cortes de Cádiz- que dividía a España en las provincias actuales (se llevó a cabo en 1833) y atentaba contra los fueros vascos y navarros. Pero este reformismo moderado fue inútil: no permitió solucionar los problemas económicos y generó un problema político: la aparición de una oposición absolutista radical. El gobierno absolutista contó ahora con una doble oposición: Los liberales –muy debilitados- siguen organizando pronunciamientos desde el extranjero que fracasan. Sus líderes son ajusticiados (Riego, Empecinado, Torrijos, Mariana Pineda.). El absolutismo radical que exige la restauración de la Inquisición, la entrada de las partidas realistas en el ejército y una mayor represión de los liberales. Se llamaron a sí mismos “los apostólicos” o “realistas”. Este sector se fue radicalizando frente al gobierno reformista y terminó apoyando la candidatura al trono de Carlos Mª Isidro (Don Carlos), hermano del rey y heredero del trono, que conspiraba abiertamente por la Corona. Se enfrentaron abiertamente a Fernando VII de dos formas: - - La insurrección armada. En 1826 vuelven a surgir movimientos guerrilleros en el norte y, a raíz de un Manifiesto de los Realistas Puros que defendía el relevo en el Trono, estalló una insurrección de campesinos y artesanos del Pirineo catalán, la Revuelta de los Agraviados, que contó con el apoyo de voluntarios realistas de toda España y del clero. Llegaron a controlar varias plazas importantes pero fueron finalmente vencidos y, ejecutados sus dirigentes, la ruptura en el bando absolutista se hizo definitiva. La cuestión sucesoria se plantea cuando Fernando VII, que está a punto de tener descendencia5, deroga la Ley Sálica mediante la publicación de la Pragmática Sanción6 (1830) lo que permite que las mujeres vuelvan a reinar. El nacimiento de Isabel, hija de Fernando VII y de María Cristina, dejaba fuera de la sucesión al hermano del rey, Carlos Mª Isidro, lo que disgustó mucho a los realistas. Los partidarios de Don Carlos, aprovechando la enfermedad del rey (1832), provocaron los llamados Sucesos de la Granja: mediante intrigas palaciegas ante el lecho de un rey agonizante consiguen que éste derogue la Pragmática Sanción. Pero, sorprendentemente, el rey se restablece, vuelve a poner en vigor la Pragmática, nombra un nuevo gobierno presidido por Cea Bermúdez y autoriza a la reina a presidir el Consejo de Ministros. La reina empieza un acercamiento a los liberales decretando una amnistía. En 1833 al morir Fernando dejando como heredera a su hija Isabel, los partidarios de Don Carlos toman las armas y se inicia una guerra civil: la Guerra Carlista. 5 Fernando VII no había tenido descendencia en sus tres primeros matrimonios. En mayo de 1829 falleció la tercera esposa de Fernando VII y, a pesar de sus achaques y la “avanzada edad de 45 años”, decidió contraer rápidamente nuevo matrimonio con la esperanza tener descendencia. Se decidió por María Cristina de Cerdeña por su juventud, 23 años, y por descender de una familia prolífica, que pronto alcanzaría una gran influencia sobre el rey. 6 Felipe V implantó en España la Ley Sálica en 1713 –siguiendo una tradición borbónica-. La Ley Sálica fue anulada por las Cortes de 1789 mediante la Pragmática Sanción que restauraba una antigua tradición castellana (Las Partidas) según la cuál a falta de un hijo varón podría gobernar la hija mayor. Pero la Pragmática Sanción no había sido publicada. En 1830, ante el embarazo de la reina, Fernando VII manda publicarla con lo que el infante don Carlos quedaba excluido de la sucesión. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 15 II. LA EMANCIPACIÓN DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA El proceso de emancipación o independencia de las colonias americanas españolas se inició durante la Guerra de la Independencia y culminó en el reinado de Fernando VII. a) Causas del independentismo: Político-administrativas: la exclusión de la burguesía criolla (descendientes de españoles nacidos en América) de los cargos políticos y administrativos de las colonias. La política centralista borbónica llegó también a América en el S. XVIII: aquí se pusieron en marcha reformas para lograr mayor eficacia y acabar con la corrupción existente, ampliando el control por parte de la Corona y reduciendo la autonomía. Los cargos más importantes fueron ocupados por los peninsulares (1% de la población) y se crearon nuevos virreinatos (Nueva Granada y Río de la Plata) para un mayor control del territorio. Estas medidas crearon un gran malestar entre los criollos (la clase social que dominaba la vida económica y social) ya que hasta entonces habían ocupado los cargos políticos. Económicas: fuertes impuestos y la prohibición de comerciar libremente. En el S. XVIII se produjo un importante crecimiento económico que favoreció a los criollos, pero éstos rechazaban el pacto colonial, por el que la metrópoli se hacía con las materias primas de las colonias (metales, cacao, café, tabaco, algodón, azúcar) y éstas estaban obligadas a comprar los productos manufacturados españoles, y defendían el libre comercio con Inglaterra. La guerra contra Inglaterra (derrota de Trafalgar) supuso la ruptura del contacto directo entre la metrópoli y las colonias y, en 1790 a petición de los criollos, se les permitió comerciar con países neutrales. Esta medida perjudicó a España donde quebraron muchas industrias. En 1808, se restableció el monopolio español, medida que no gustó a los criollos. Estas circunstancias contribuyeron a aumentar la autonomía de estos territorios. Ideológicas: las ideas de la Ilustración calaron en la calaron en la minoría de intelectuales criollos, pero fue sobretodo el ejemplo de la Independencia de EEUU (1776) y de la Revolución Francesa (1789) lo que les animó. Externas: Gran Bretaña y EEUU apoyaron la emancipación pensando obtener ventajas comerciales. b) Características del proceso emancipador La independencia de la América española fue protagonizada por las minorías blancas criollas (20% de la población) apoyadas en el ejército. Las reivindicaciones de las clases inferiores –indios, negros y mestizos- no fueron tenidas en cuenta. Éstas participaron en un bando u otro según las circunstancias. No fue un proceso único sino el resultado de revueltas aisladas; aunque al final existió una cierta coordinación. Los virreinatos más antiguos y con una economía de carácter colonial (explotación minera) –Perú y Nueva España (México)- fueron los más fieles a la Corona; mientras que los virreinatos más recientes y menos vinculados económicamente a la metrópoli –Nueva Granada y Río de la Plata- fueron los motores de la independencia. De éstos virreinatos surgieron los principales caudillos: José San Martín y Simón Bolívar. El proceso fue relativamente largo (1808-1825) y complejo: no hubo sólo rebelión contra los españoles sino también guerras civiles y conflictos entre regiones. c) Etapas de la emancipación Se puede dividir en dos etapas, definidas no sólo por los hechos que se desarrollan en las colonias sino por los acontecimientos que tienen lugar en la metrópoli. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 16 1ª etapa (1810-1814). El proceso de independencia se inicia aprovechando el vacío de poder creado en España tras la invasión francesa. En 1808, después de las Abdicaciones de Bayona, los criollos –al igual que en España- se negaron a reconocer al rey intruso José Bonaparte y formaron Juntas, destituyeron a las autoridades coloniales, tomaron localmente el poder y manifestaron su adhesión al rey Fernando VII. Pero, cuando la Junta Suprema Central en 1810 traspasó sus poderes al Consejo de Regencia, muchos territorios americanos se sintieron desligados de España y las Juntas se declararon autónomas. Unos virreinatos se inclinaron por la independencia mientras que otros permanecieron fieles a la autoridad de la metrópoli. - En el virreinato del Río de la Plata, la ciudad de Buenos Aires se convirtió en un foco de rebelión dirigida por el militar José San Martín. En 1810 se formó una Junta que proclamó la independencia. En Chile también triunfo la rebelión. - En el virreinato de Nueva Granada, la ciudad de Caracas, en Venezuela, fue el principal foco de rebelión dirigida por Simón Bolívar (El Libertador) que proclamó la I República de Venezuela en 1810. - En el virreinato de Nueva España (México) entre 1808 y 1815 se produjo un movimiento social dirigido por curas rurales, Miguel Hidalgo y José Mª Morelos, apoyados por campesinos indios y mestizos. El movimiento fue de carácter radical y violento (saquearon y exterminaron a terratenientes): exigían repartos de tierras, la abolición de la esclavitud y la igualdad de derechos entre etnias, y también la independencia. Los criollos colaboraron con las autoridades de la metrópoli en la represión de la revuelta. - El virreinato de Perú se convirtió en el centro contrarrevolucionario: no sólo no se produjo ninguna rebelión sino que, además, sus tropas reprimieron las rebeliones de Chile y Ecuador. En 1814, al terminar la Guerra de la Independencia, el gobierno de Fernando VII envío un ejército de 10.000 hombres para recuperar las colonias: lo logró en el caso de Nueva Granada y México pero no en Río de la Plata donde Argentina (1816) y Paraguay (1811) se declararon independientes. 2ª etapa (1816-1824) En esta fase la mayoría de las colonias obtendrá su independencia. Grandes libertadores, como el general San Martín y Simón Bolívar, extendieron la rebelión por toda América prometiendo abolir la esclavitud y un mejor trato para los indios para conseguir su apoyo, y contaron con la ayuda de Inglaterra y EEUU. La situación económica y política de España en el reinado de Fernando VII no le permitió hacer frente a las rebeliones. José San Martín Simón Bolívar El general José de San Martín organizó un ejército que partiendo desde Argentina, cruzó los Andes, marchó sobre Chile – ocupado por las tropas del virreinato de Perú- y derrotó a los realistas en Chacabuco (1817) y Maipú (1818) junto al general chileno O´Higgins que proclamó la independencia de este país en 1818. En 1820, San Martín se dirigió desde Santiago a Perú por mar y entró triunfante en Lima en 1821. El venezolano Simón Bolívar ayudado con armas y dinero por británicos y norteamericanos volvió a desembarcar en Venezuela en 1818. Su ejército obtuvo las victorias de Boyacá (1819) y Carabobo (1821) y su lugarteniente Sucre la de Pichincha (1822), que le permitieron formar la Gran Colombia (Venezuela, Colombia y Ecuador) de la que Bolívar será presidente. Su sueño era crear unos Estados Unidos del Sur. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 17 El pronunciamiento liberal de Riego en 1820 provocó un giro político en la Península (Trienio Liberal, 1820-23) que aceleró el proceso de independencia. San Martín se entrevistó en Guayaquil con Bolívar en 1822 y llegaron a un acuerdo. San Martín desde el sur y Bolívar por el norte lograron vencer a los realistas de Perú en Ayacucho (1824) que permitió la independencia primero de Perú y un año después del Alto Perú, rebautizado como Bolivia en honor del general. En México los decretos anticlericales de las Cortes en el Trienio Liberal crearon gran malestar entre la oligarquía criolla. En 1821, el general realista Agustín de Itúrbide publicó el Plan de Iguala, que proclamaba la independencia, la defensa de la religión católica y la unión de todos los mejicanos. Con apoyo de la Iglesia y de los terratenientes consiguió en 1821. Agustín de Itúrbide se proclamó Emperador en 1822 (Agustín I) pero pronto sería derrocado para dar paso a una república federal (1824). En este proceso, las regiones de América Central se irán independizando de México desde 1821; la República de Centroamérica (1823) se separará luego en cinco repúblicas (Costa Rica, Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua). El antiguo imperio español ha quedado reducido a las islas de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. c) Consecuencias Para América El deseo de Simón Bolívar de crear una América unida fracasó por los enfrentamientos internos que llevaron a la división en varios estados y a conflictos fronterizos. El dominio económico español fue sustituido por el de Gran Bretaña y EEUU: el establecimiento de libre comercio hizo que muchas regiones americanas se empobrecieron a lo poder competir con los productos europeos. En un primer momento fueron los británicos los que dominaron el comercio americano pero, desde 1823, EEUU fue desplazando a Gran Bretaña en el dominio económico del continente aplicando la doctrina Monroe (América para los americanos). No hubo mejoras sociales para indígenas, mestizos o esclavos negros. Los criollos controlaron el poder y la riqueza y se olvidaron de los intereses de los indígenas, mestizos o esclavos negros que no conocieron ninguna mejora. En muchos países se implantaron dictaduras de caudillos militares (caudillismo) apoyadas por las clases altas para frenar los conflictos sociales. Por tanto, la independencia no fue unida a ninguna mejora económica ni social ni administrativa. Para España La independencia de las colonias agravó los problemas económicos de España al desaparecer una importante fuente de ingresos para la hacienda y perderse el mercado americano para las exportaciones españolas, afectando especialmente a los comerciantes e industriales catalanes. Sin embargo, se recuperaron muchos capitales que se reinvirtieron en España y en Cuba y Puerto Rico o en la metrópoli. Tras la pérdida definitiva de las colonias, España pasó a ser un país de segunda fila a nivel internacional. Tema 11. La crisis del Antiguo Régimen 18