valor diversidad

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Documentos internacionales y andinos sobre Diversidad,
diferencia e identidad
El valor de la diversidad cultural
Declaración de Cartagena de Indias (Primera Reunión Interamericana
de Ministros y Máximas Autoridades de Cultura, junio de 2002)
"Reafirmamos que la diversidad cultural que caracteriza nuestra región es fuente de gran riqueza para
nuestras sociedades y que el respeto y la valoración de nuestra diversidad contribuyen al dinamismo
social y económico, y son factores positivos en la promoción de la gobernabilidad, la cohesión social, el
desarrollo humano, los derechos humanos y la coexistencia pacífica en el Hemisferio".
Gracias a la tecnología, el turismo y el comercio, el mundo parece más pequeño y se han acortado las
distancias entre las culturas. Sin embargo, esa misma globalización que ha fomentado un mayor
conocimiento de la diversidad cultural la pone en peligro. Las máximas autoridades de cultura de los
Estados miembros de la OEA reconocieron este dilema cuando se reunieron por primera vez en
Cartagena de Indias, Colombia, en 2002. En su declaración, reconocieron la necesidad de "una mayor
cooperación interamericana para maximizar los beneficios de la globalización y mitigar sus efectos
negativos en la preservación y promoción de la diversidad cultural en las Américas".
En su sentido más amplio, la cultura abarca una gran variedad de características lingüísticas, raciales,
étnicas, sociales y espirituales, por nombrar sólo algunas, que ayudan a definir la identidad de una
sociedad, una comunidad o un país. La diversidad cultural tiene profundas repercusiones sobre la
sociedad y los derechos humanos, y cada vez más se la percibe como un factor importante del desarrollo.
En la Tercera Cumbre de las Américas, celebrada en Canadá en 2001, los mandatarios americanos
calificaron la diversidad cultural como una "fuente de gran riqueza" para la región.
"El respeto y la valoración de nuestra diversidad deben ser un factor de cohesión que fortalezca el tejido
social e impulse el desarrollo de nuestras naciones", dijeron los presidentes y primeros ministros en la
Declaración de Quebec. En su plan de acción, encomendaron a los países que promuevan y preserven la
diversidad cultural y lingüística por medio de proyectos, alianzas e intercambio de información, incluyendo
el uso de nuevas tecnologías de comunicación. Las reuniones de las máximas autoridades culturales del
hemisferio se proponen cumplir estos mandatos y fortalecer la cooperación en este sentido.
En la primera reunión ministerial se estableció un conjunto de principios y objetivos para ampliar los
derechos culturales, promover la equidad, valorar sólidas políticas culturales, apoyar las industrias
culturales, preservar el patrimonio cultural y trabajar en pos de una visión más integrada de la cultura en
la sociedad. La cultura es "esencial al desarrollo sostenible", afirmaron los ministros, y agregaron que el
desarrollo debe tener en cuenta las peculiaridades culturales, respetar las necesidades especiales de las
comunidades, aprovechar el potencial de su conocimiento colectivo y valorar las expresiones culturales de
los sectores más vulnerables de la sociedad.
Observando que la cultura está vinculada a tantas esferas del desarrollo, también se comprometieron a
aumentar los lazos entre la cultura y otros sectores, incluyendo la educación y los medios de
comunicación.
La Segunda Reunión Interamericana de Ministros y Máximas Autoridades de Cultura, que tiene lugar en la
ciudad de México el 23 y 24 de agosto de 2004, se propone desarrollar el concepto de que la cultura es
un factor del desarrollo social y la integración económica. Los delegados abordarán tres temas centrales:
la cultura como motor de crecimiento económico, empleo y desarrollo; los desafíos que enfrentan las
industrias culturales y creativas; y la cultura como herramienta de inclusión, cohesión social y la lucha
contra la pobreza.
Representantes de la sociedad civil tendrán la oportunidad de presentar ideas y recomendaciones sobre
estos temas durante una reunión informal con varios ministros de cultura. El 26 y 27 de julio, grupos de la
sociedad civil realizaron un taller en Santiago de Chile para preparar sus propuestas.
La reunión ministerial, que se celebra bajo los auspicios del Consejo Interamericano para el Desarrollo
Integral (CIDI) de la OEA, también examinará iniciativas para promover la cultura en la región. El Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) presentará su propuesta para la Fundación Interamericana para la
Cultura y el Desarrollo, que se propone atraer recursos financieros para proyectos culturales. La OEA
también presentará un informe sobre la etapa piloto del Observatorio Interamericano de Políticas
Culturales, una iniciativa para facilitar el intercambio de información entre los Estados miembros,
promover nuevas investigaciones y crear indicadores para medir el impacto nacional del sector cultural,
incluyendo sus efectos económicos y culturales.
Desde la primera reunión ministerial de Cartagena, los Estados miembros han fundado la Comisión
Interamericana de Cultura (CIC) como vehículo permanente de comunicación y coordinación entre las
autoridades culturales de la región. La CIC se reunió por primera vez en septiembre de 2003 en la ciudad
de México, donde elaboró un plan de trabajo y eligió a sus autoridades. La presidencia está a cargo del
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) de México. El Departamento del Patrimonio
Canadiense (Department of Canadian Heritage) ocupa la primera vicepresidencia y la segunda
vicepresidencia es compartida por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile y la Secretaría
de Cultura de la Nación de Argentina. Estas autoridades se han reunido periódicamente en los últimos
meses para hacer un seguimiento de los mandatos de la primera reunión ministerial y organizar la reunión
de México.
En la OEA, los temas culturales están a cargo de la Unidad de Desarrollo Social y Educación (UDSE), que
refleja la perspectiva de que la cultura trasciende diferentes aspectos del desarrollo humano. La UDSE
también actúa como secretaría técnica de las reuniones ministeriales y de la CIC.
Derechos culturales
Los Estados miembros de la OEA han reconocido que los derechos económicos, sociales y culturales,
igual que los derechos políticos y civiles, deben protegerse y fortalecerse. En 1988 plasmaron este
principio en el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales o Protocolo de San Salvador, que establece el derecho de
todas las personas de participar en la vida cultural y artística de la comunidad y de disfrutar los beneficios
del progreso científico.
En junio de este año, la Asamblea General de la OEA señaló que "la promoción y observancia de los
derechos económicos, sociales y culturales son consustanciales al desarrollo integral y al crecimiento
económico con equidad", y encomendó a los órganos políticos de la OEA a redactar un proyecto de Carta
Social de las Américas. Dicho documento, según la Asamblea General, deberá reforzar los instrumentos
existentes de la OEA sobre la democracia, el desarrollo integral y la lucha contra la pobreza.
En el plano global, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) subrayó en su último
informe la importancia de los derechos culturales, y la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) está trabajando en un tratado para proteger la expresión y
el contenido artístico. Se ha propuesto que la OEA comience un diálogo para estudiar el anteproyecto del
tratado -conocido como Convención sobre la Protección de la Diversidad de los Contenidos Culturales y
las Expresiones Artísticas- desde la perspectiva de los países de las Américas.
Representantes de la sociedad civil han instado a los Estados miembros de la OEA a comprometerse con
el desarrollo, aprobación e implementación del instrumento propuesto.
Fuente: http://www.oas.org/key_issues/spa/GAcultural.htm
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