No hay que creer palabritas de paz de las Farc: Rodrigo Rivera

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No hay que creer palabritas de paz de las Farc:
Rodrigo Rivera
Por: REDACCIÓN ELTIEMPO.COM | 8:40 p.m. | 30 de Abril del 2011
El ministro de Defensa dice que es una 'meta posible' acabar
con el conflicto en el 2014.
Rodrigo Rivera, el hombre que está al frente del tema de la Defensa en el país, no le ve mucho futuro a una
salida negociada con las guerrillas, especialmente con las Farc. De hecho, el Gobierno considera que están
dadas las condiciones para que en el 2014 las guerrillas y las bandas criminales sean historia superada. Sin
embargo, el Mindefensa alerta por una posible 'pabloescobarización' en la etapa final del conflicto.
¿Cómo está la seguridad?
Tenemos municipios en tres categorías: zonas de confrontación (rojas) donde hay presencia de Farc, Eln y
bandas criminales, con gran capacidad de generar violencia; zonas donde esas estructuras han sido
desarticuladas (amarillas), pero el resto del Estado no ha llegado todavía, o donde no hubo esas estructuras,
pero el Estado nunca llegó; y zonas ya consolidadas, donde hay presencia institucional y un tejido de
gobernabilidad (verdes). En el 2010, el 6 por ciento de los municipios está en zonas rojas, el 25 por ciento en
zonas amarillas; el resto, un 69 por ciento, en zonas verdes, ya consolidadas. En el caso de las zonas rojas, la
meta es acabar con la violencia. Creo que este es el primer gobierno que, gracias a lo que se ha hecho en los
últimos años, puede plantearse con un nivel alto de ambición, pero también de realismo, la posibilidad de
acabar con esas estructuras en estos cuatro años, de aquí al 2014.
¿El Gobierno apuesta a que en el 2014 no habrá Farc?
Vamos a trabajar para eso. Vamos a trabajar para desarticular las estructuras de Farc, de Eln, de bandas
criminales. Creemos que hay los recursos necesarios para hacerlo, que si contamos con un refuerzo
multiplicador de fuerza, como lo es la Inteligencia, lo vamos a lograr. Pero no solamente se trata de un
esfuerzo militar sino social, institucional y diplomático. Y también político: cerrar cualquier posibilidad de lo
que se llama salida política a esta confrontación, porque cuando se abren esas puertas entonces se dilata un
final adecuado para esta confrontación.
Entonces, ¿descarta usted que haya negociación?
El presidente Santos ha dicho que la mejor manera de llegar a la paz es no hablando de paz. Hay que entender
que estos grupos combinan todas las formas de lucha: atacan con carros bombas y comunicados. Es la historia
que hemos visto siempre: cuando se ven acosados lanzan distractores. No hay que responder a las palabritas
de paz de las Farc, hay que arreciar. No vamos a cometer otra vez el mismo error.
Hay críticas, especialmente del uribismo, a los acercamientos con Venezuela...
Los países no tienen sentimientos, tienen intereses, y el interés mayúsculo de Colombia es cerrarles espacios
de salida a los narcoterroristas. Eso lo logramos por el camino de la cooperación internacional, y es una
apuesta que ha liderado el Presidente y que está funcionando. El caso de Joaquín Pérez es verdaderamente
rutilante: estamos ante un pez gordo, ante una figura que ha gozado de cierta clandestinidad durante muchos
años, que manejaba la página de Anncol y recaudaba dineros para las Farc en escenarios internacionales. La
inteligencia de la Policía, en una operación brillante, logra establecer que viajaría a Venezuela. Y de forma
resuelta, sin vacilaciones, el gobierno de Venezuela, en un tema coordinado con el presidente Chávez
directamente, nos ha respondido enviándolo a Colombia. Y nos han dicho que frente a cualquier información
como esta que les demos, ellos van a responder de la misma manera.
¿Ya no hay en Venezuela jefes de las Farc?
No vamos a manejar esos temas a través de micrófonos. Hay canales apropiados que se han creado entre los
presidentes, entre los ministros, con el plan de cooperación que firmamos en Cartagena. Compartimos esa
información con el presidente Chávez. En el tema de Pérez confiamos en su palabra y recibimos una respuesta
contundente e inequívoca.
¿Por qué se va el general Matamoros?
No tengo comentarios adicionales a los que ya expresamos. Son decisiones autónomas, discrecionales que en la
tradición militar no se controvierten.
¿No es contradictorio que usted salga el lunes y dé un mensaje de unidad y el miércoles viene el llamado
a calificar servicios?
Como lo dijo el presidente Santos, era la decisión correcta y conveniente. Las personas somos pasajeras, las
instituciones permanecen y los principios también. Y un principio fundamental es la unidad y la colaboración
armónica entre las fuerzas.
Pero siguen los rumores muy fuertes sobre la división...
Puedo asegurar que en este momento hay unidad en la cúpula militar y policial. Hay respeto entre los
comandantes y hay sentido de jerarquía, que es muy importante.
¿La moral del Ejército está baja?
No. Si de algo podemos estar orgullosos los colombianos es del compromiso de unos militares y policías que
están dispuestos a arriesgar la vida, que es el valor supremo. Hay una entrega total, un sacrificio grande: un
alto precio pagado en mutilaciones, en afectaciones, en miembros de nuestra Fuerza Pública asesinados o
heridos.Pero sí tengo que decir que en mi recorrido por guarniciones militares, de lo único que me hablan es
de que los defendamos judicialmente.
Está en marcha Ley de Defensa
El ministro Rivera asegura que el proyecto de defensa jurídica para los militares y policías será una prioridad.
"Todo militar o policía activo o retirado, por conductas en las que incurra en servicio activo o vinculadas al
mismo servicio y que sean controvertidas judicial o disciplinariamente en Colombia, en terceros países o ante
justicia internacional, debe tener garantizada la defensa jurídica de buena calidad por parte del Estado",
afirma. Dice que muchos uniformados tienen "una defensa de barro" frente a "acusaciones de oro" y que no
garantizar la defensa justa sería un grave error moral y estratégico para el país.
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