Influencia del concepto de modernidad líquida sobre el

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Influencia del concepto de modernidad líquida sobre el género de la comedia en el cine
argentino contemporáneo
Bibiana Lehmann, Marcelo Ozejowsky
Facultad de Filosofía y Letras, Carrera de Artes, UBA
[email protected]
[email protected],.ar
Resumen:
Nuestro propósito consiste en plantear hipótesis de lecturas sobre un corpus de dos
películas argentinas estrenadas en el año 2007: Upa! Una película argentina dirigida
por Santiago Giralt, Tamae Garateguy y Camila Toker y Cuando ella saltó dirigida por
Sabrina Farji. Consideramos que los citados films poseen características del concepto de
modernidad líquida desarrollado por el sociólogo polaco Zygmunt Bauman. Los rasgos
más pregnantes de la liquidez consisten en la precariedad e inestabilidad de las
relaciones sociales, y la fragilidad y vulnerabilidad en la relación entre las
individualidades de jure y las individualidades de facto. Postulamos que los citados
rasgos confluyen con las características del género de la comedia produciendo un
género de comedia ampliada.
Influencia del concepto de modernidad líquida sobre el género de la comedia en el cine
argentino contemporáneo
Estado de la Cuestión
Decidimos comenzar nuestra ponencia con la definición de Aristóteles en su texto
Poética sobre la comedia. El citado filósofo expresa en el capítulo V dedicado a este
género que “La comedia, es como dijimos, imitación de hombres inferiores, aunque no
en toda forma de maldad sino en la especie de lo feo que es lo risible. Pues lo risible es
una forma de error y fealdad que no causa dolor ni destrucción, un ejemplo inmediato es
la máscara cómica: algo feo y desfigurado y sin dolor” (Aristóteles, 2006: 33).
Para evitar malentendidos consideramos necesario mencionar que Aristóteles cuando
enuncia que la comedia al retratar sólo la modalidad de lo feo que es lo risible toma
distancia de la poesía de ataque personal que se aplica en la comedia antigua. Es decir,
Aristóteles da un carácter más prescriptivo que descriptivo sobre el concepto de la
comedia porque prefiere el estilo de la comedia media al de la comedia antigua.
La comedia media fue desarrollada por Menandro siguiendo las indicaciones del teórico
Teofrasto.
Dicha comedia abandona la comicidad agresiva de la forma yámbica que se refería a
individuos determinados y opta por la comicidad de historias de carácter general
referidas a figuras típicas y ficticias.
Lo esencial en Menandro es que la intriga se desenvuelve mediante giros inesperados y
por un estilo de lengua hablada de manera natural y espontánea que deja constancia de
la vida popular de su época.
Posteriormente, la comedia media evolucionó en la comedia latina o llamada también
comedia nueva a cargo de Tito Maccio Plauto y Terencio.
La técnica creativa de Plauto se basó en la figura de la contaminatio: adaptaba y
mejoraba cualquier obra ya escrita pero susceptible de ser adaptada para el público
romano.
Las obras de Plauto poseen las siguientes características: la sorpresa, el diálogo
multivalente y grosero, chistes populares, la ironía, las historias incluyen el estudio
psicológico, las costumbres y hasta el musical.
Así pues, Plauto recoge todas las técnicas de escritura anteriores y, a su vez, produce
una ampliación de los caracteres de los personajes y combina a éstos con la estructura
de los roles para alcanzar un equilibrio en las historias.
En síntesis, La comedia nueva ironiza y satiriza aspectos generales y tipologías
socialmente representativas sin que nadie se vea obligado a identificarse.
Marco teórico
Avanzando en nuestra exposición no queremos dejar de mencionar que percibimos en
los filmes analizados una ampliación de los caracteres de la comedia nueva debido a la
confluencia del concepto de modernidad líquida en el ethos de los textos audiovisuales.
Zygmunt Bauman afirma en su texto Modernidad líquida (2005) que en la modernidad
sólida se mantenía la ilusión de que se iban a solucionar los problemas y que los iban a
mantener inmutables. Al desparecer la solidez se impone la liquidez como metáfora de
lo inasible y de lo que debe ser rectificado periódicamente.
Nuestra metodología consistirá en analizar las características de la comedia nueva
mencionadas en el apartado anterior que se mantienen y las características del concepto
de modernidad líquida que generan una ampliación del género de la comedia en los
films Upa! Una película argentina (2007) y Cuando ella saltó (2007).
En primer lugar, consideraremos los caracteres de la comedia nueva presentes en las
citadas películas.
Las fronteras entre lo ridículo y lo patético aparecen, son simultáneas, y también,
tienden a superponerse debido a una doble catarsis expresada por la sublimación de
sentimientos agresivos y, a su vez, como un mecanismo de defensa contra la infelicidad.
Avanzando en esta línea argumentativa coincidimos con el texto del teórico Bergson La
Risa (1991) cuando afirma que la risa contiene un matiz de gesto social porque es
imposible sentir risa por alguien con el cual nos identificamos y por ende, no nos
compadecemos en lo que nos hace reír por muy ridículo que sea.
En otras palabras, si observamos a un personaje fílmico padecer un daño leve en una
situación grotesca expresamos la risa. Por el contrario, si ese daño trae aparejado un
daño físico o psicológico para su integridad la risa desaparece y se convierte en
compasión.
Ambos films comienzan en un tono de comedia y luego introducen un elemento
sombrío: el suicidio en Cuando ella saltó (2007) y la perpetuación de la soledad en el
personaje del director en Upa! Una película argentina (2007).
En segundo lugar, mencionaremos las características del concepto de modernidad
líquida que producen una ampliación del género de la comedia en los films sometidos a
estudio.
Los personajes de ambas películas viven en una sociedad de valores volátiles,
despreocupados ante el futuro, hedonistas y egoístas porque la precariedad es un valor y
la inestabilidad un imperativo.
De hecho, los personajes practican el arte de la vida líquida que consiste en: la
aceptación de la desorientación, la inmunidad al vértigo, la tolerancia de ausencia de
dirección y la indeterminación de la duración de las experiencias personales. Los
personajes se conducen en sus apegos con liviandad y sus compromisos son revocables
fácilmente.
Así pues, la modernidad líquida no se fija ningún objetivo ni traza línea de meta alguna
y solo asigna una cualidad permanente al estado de fugacidad. Hay cambios, pero no
hay ningún destino ni punto final, ni tampoco expectativa alguna de cumplir una misión.
Cada momento vivido esta cubierto de un nuevo comienzo y de su final.
Prosiguiendo con nuestra línea argumentativa sostenemos que es importante para
reafirmar nuestro enunciado recoger del texto de Zygmunt Bauman Vida Líquida (2009)
las expresiones de un anónimo columnista en el Observer Magazine el cual inspirándose
en Lao-Tsé, el profeta oriental del desapego aconsejaba a sus lectores que vivieran:
Fluyendo como el agua avanzas veloz con ella, sin ir nunca contra la corriente, sin
detenerte hasta estancarte, sin aferrarte a las rocas del río, los objetos, las situaciones o
las personas que pasan por tu vida, sin ni siquiera tratar de conservar tus opiniones o tu
visión del mundo, sino simplemente sosteniendo ligera pero inteligentemente lo que se
te vaya presentando a tu paso para inmediatamente soltarlo con elegancia, sin agarrarlo.
(Bauman, 2009: 13).
La segunda característica de la modernidad líquida presente en estos films se relaciona
con el concepto de responsabilidad. Antes de la modernidad líquida este término residía
en el campo del deber ético de preocuparse por las necesidades del otro y, ahora, ha
pasado al terreno de la realización personal y se ha puesto al servicio de preocupaciones
autorreferenciales.
En el proceso el otro ha sido eclipsado por el propio ego del actor. La responsabilidad
significa ser responsable ante uno mismo mientras que las opciones responsables en
primer lugar son los pasos que servirán a los intereses y deseos del actor y evitará la
necesidad de consensuar y transigir descartando al mismo tiempo el sacrificio.
Coincidimos con Zygmunt Bauman cuando cita en su texto El arte de la vida: de la vida
como obra de arte (2009) que: “los antiguos guiados por el principio de dum spiro,
spero (mientras respiro, espero) sugirieron que sin esfuerzo la vida no ofrece nada para
hacerla digna de ser vivida” (Bauman, 2009: 159).
La última característica de la modernidad líquida establece una ligazón con las dos
características anteriores porque la modernidad líquida ha ampliado la brecha entre
nuestra condición de individuos de jure y nuestras posibilidades de transformarnos en
individuos de facto.
La libertad de jure es la libertad impuesta legalmente y la individualidad de facto
consiste en nuestra capacidad de realizar las acciones que deseamos.
El individuo de jure no puede transformarse en un individuo de facto sin primero
convertirse en ciudadano.
En otras palabras, la brecha se ensancha a causa de la reducción del espacio público.
Este espacio es el lugar de encuentro, debate y negociación entre el individuo y el bien
común (público y privado). Este achicamiento ha sido producido por los que detentan el
poder.
Así pues, la esfera pública de la política cede sus funciones especificas y los problemas
de los individuos de jure para convertirse en individuos de facto se dificultan porque el
espacio público queda con la única sustancia de ser el escenario donde se exhiben las
preocupaciones privadas.
Avanzando en esta posición coincidimos con las expresiones de Zygmunt Bauman en su
texto Modernidad líquida (2005) cuando postula que las comunidades actuales tienden a
ser volátiles, transitorias. Su tiempo de vida es breve y extraen poder de su incierto
futuro.
En estas comunidades no se fusionan los intereses individuales en un interés grupal,
esos intereses no adquieren una nueva calidad al agruparse y la ilusión de situación
compartida no dura más que la excitación provocada por la representación.
Un efecto de estas comunidades es impedir la condensación de las comunidades
duraderas a las que imitan y con falsedad pretenden reproducir.
En cambio, lo que consiguen es dispersar la energía de los impulsos sociales y perpetuar
una soledad que busca alivio en los emprendimientos colectivos concertados.
A modo de conclusión
En relación con el tema del achicamiento del espacio público consideramos importante
la opinión de Jacques Ranciere cuando se pregunta en su texto Sobre políticas estéticas
(2005) si las manifestaciones artísticas ante el achicamiento del espacio público debido
al alejamiento de la política en su función de fortalecer las sociedades autónomas
funcionan como recomposición de espacios políticos o sólo permanecen como sustitutos
paródicos.
De hecho, nosotros consideramos que en estas películas analizadas se deja al
descubierto que la nueva técnica del poder se asienta en el descompromiso. Este arte
que incentiva y promueve la fragilidad, precariedad y vulnerabilidad de los vínculos
sociales permite que los poderes del sistema puedan actuar sin ningún tipo de control.
Así las cosas, el marco de nuestra ponencia excede la posibilidad de responder a la
pregunta de Ranciere pero en cambio opinamos que las películas Upa! Una película
argentina (2007) y Cuando ella saltó (2007) nos interrogan sobre nuestras identidades,
sobre la posibilidad de volver a nacer. La consolidación de nuestras identidades
conllevan un desafío para lograr disminuir paulatinamente la brecha entre los individuos
de jure y nuestra posibilidad de convertirnos en individuos de facto
En otras palabras, dejar de ser lo que somos y convertirnos en otras personas que no
somos todavía.
Bibliografía
Aristóteles, (2006), Poética, Buenos Aires: Colihue.
Bauman, Zygmunt (2009), El arte de la vida: de la vida como obra de arte, Buenos Aires: Paidós.
Bauman, Zygmunt (2005), Modernidad líquida, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
Bauman, Zygmunt (2009), Vida líquida, Buenos Aires: Paidós.
Bergson, Henri (1991), La risa, Buenos Aires: Losada.
Cano, Pedro (1999), De Aristóteles a Woody Allen. Poética y retórica para cine y televisión, Barcelona:
Gedisa.
Perez Rubio, Pablo (2004), El cine melodramático, Barcelona: Paidós.
Ranciere, Jacques (2005), Sobre políticas estéticas, Barcelona: Universidad Autónoma de Barcelona.
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