Facultad de Medicina – Sede Puerto Montt Caso Clínico 1 BCM II Grupo 7 Docente: Dr. L Maggi Fecha: 31/08/2010 Alumnos: Cristian Hornig Daniela Rodriguez Andrés Seguel Caso clínico 7 “Patología Gastro esofágica” Un hombre de 45 años, alcohólico con historia de tabaquismo, HTA y síntomas de Reflujo gastroesofágico, no estudiado. Presenta episodio de dolor abdominal epigástrico acompañado de vómitos con abundante sangre (hematemesis). Es ingresado a servicio de urgencia por hipotensión y persistencia del sangrado. Durante el estudio fallece. Se realiza la autopsia pocas horas después del fallecimiento. Alternativas diagnosticas: Varices Esofagicas sangrantes, Varices gástricas sangrantes, ulcera esofágica sangrante, ulcera gástrica sangrante y desgarro de Mallory-Weiss Introducción El síntoma predominante del reflujo gastroesofágico es la pirosis (dolor epigástrico urente) ocasionado por lesión recurrente de la mucosa por causa de regurgitación del jugo gástrico con pepsina a través de un período prolongado. El esfínter esofágico inferior (EEI) regula el flujo del alimento desde el esófago hacia el estómago. La función antirreflujo de este esfínter está controlada por mecanismos internos y externos; siendo los músculos circulares del esófago distal y la porción del diafragma que rodea al esófago respectivamente. Además los músculos oblicuos del estómago ubicados bajo el EEI forman una solapa que contribuye a la función antirreflujo del esfínter interno. La relajación del esfínter EEI es un reflejo del tronco encefálico mediado por el nervio vago en respuesta de estímulos aferentes. En condiciones normales, las sustancias que refluyen retornan al estómago por ondas peristálticas secundarias del esófago y la saliva de la deglución neutraliza y lava el ácido refluido gracias a su contenido de bicarbonato. Las causas más comunes de la esofagitis por reflujo son aquellas condiciones que causan exposición repetitiva al ácido de la mucosa esofágica. Estas incluyen los trastornos que aumentan la frecuencia de las relajaciones espontáneas transitorias del esfínter esofágico inferior (grasa, chocolate, etanol, cafeína, tabaquismo, embarazo, entre otros) o reflejos deteriorados que normalmente siguen a las relajaciones transitorias del esfínter esofágico inferior con una onda secundaria de peristalsis esofágica. Otros factores que pueden influir, son las enfermedades que aumentan el volumen gástrico o la presión, lesión alcalina (como lo es el reflujo del jugo pancreático a través de un esfínter pilórico incompetente y dilatación del EEI), hernia hiatal de gran tamaño, retraso del vaciamiento y aumento del volumen del contenido gástrico, que elevan la cantidad de material refluido. El reflujo persistente produce un ciclo de daño en la mucosa que causa hiperemia, edema y erosión de la superficie de la luz esofágica. Las consecuencias potenciales de la esofagitis por reflujo intensa incluyen hemorragia, ulceración, ronquera, tos o sibilancias, neumonía debido a la aspiración de contenido gástrico en los pulmones, desarrollo de estenosis y tendencia al desarrollo de esófago de Barret. Este último se caracteriza por un proceso de reparación en el que la mucosa del epitelio pavimentoso que tapiza el esófago es reemplazada en forma gradual por epitelio cilíndrico similar al del estómago y el de los intestinos. Se asocia con un mayor riesgo de cáncer de esófago denominado adenocarcinoma esofágico. Se deben establecer 2 criterios para establecer el diagnóstico de esófago de Barret: 1. Demostración endoscópica de tapizado epitelial columnar por encima de la unión gastroesofágica. 2. Demostración histológica de mataplasia intestinal en las biopsias del epitelio columnar. Los estudios epidemiológicos sugieren que el tabaquismo y el abuso de alcohol se asocian con reflujo recurrente que origina el cambio de epitelio de escamoso a columnar. 1. Indique que hallazgos macroscópicos puede encontrar en el estudio del estomago y esófago. El reflujo persistente produce un ciclo de daño a la mucosa que causa hiperemia, edema y erosión de la superficie de la luz esofágica. El daño recurrente de la mucosa causa además de los cambios histológicos, manifestaciones macroscópicas como desarrollo de ulceras friables, sangrantes y exudados sobre la superficie de la mucosa. Estos cambios patológicos determinan la etapa para la incompetencia del esfínter y formación de cicactrices. Esto último, combinado con espasmos y edema contribuyen a la existencia de estenosis. Otra de las consecuencias potenciales de la ERGE intensa incluye el desarrollo del esófago de Barret el cual tiene características macroscópicas entre las que se reconoce; mucosa roja, aterciopelada entre la mucosa esofágica lisa, de color rosado pálido, y la mucosa gástrica de color pardo claro, más lustrosa. Puede adoptar la forma de lenguetas o parches (islotes) que se extienden hacia arriba desde la unión gastroesofágica, como una banda circunferencial irregular, ancha que desplaza la línea Z varios centímetros hacia arriba; es por esto que se clasifica en: Esófago de Barret de segmento largo: corresponde al desplazamiento de la línea Z sobre los 3 cm hacia proximal. Esófago de Barret de segmento corto: se denomina así cuando la unión línea Z no se desplaza más allá de 3 cm hacia proximal. Según las características mencionadas, la esofagitis puede clasificarse en diferentes grados; los cuales se muestran en la tabla siguiente: Grado I Irregularidad de la línea Z, edema y congestión de la mucosa y erosiones aisladas. II Erosiones, ascenso de digitaciones de mucosa gástrica metaplásica que ocupan 1 ó 2 cuadrantes de la circunferencia esofágica. III Erosiones o ulceraciones, ascenso de digitaciones de mucosa gástrica metaplásica pero que ocupan más de dos cuadrantes de la circunferencia esofágica. IV Erosiones o ulceraciones confluentes en toda la circunferencia esofágica, presencia de complicaciones secundarias. V Comprobación histológica de epitelio de Barret. Si hubiera presencia de várices esofágicas, se observarían como venas dilatadas y tortuosas, situadas especialmente en la submucosa del esófago distal y estómago proximal. El efecto neto es la protrusión irregular hacia la luz, de la mucosa, que esta inmediatamente por encima -variz no rota: la mucosa peude ser normal o erosionada e inflamada. - Variz rota: Mucosa ulcerada y necrótica Sindrome de Mallory-Weiss (desgarro gastroesofágico) Se observan desgarros irregulares, lineales, orientados paralelos al eje de la luz esofágica, con longitud variable de milímetros hasta varios centímetros. Se suelen encontrar a horcajadas de la unión esófago gástrica o en la mucosa gástrica proximal. Los desgarros pueden afectar solo la mucosa o bien perforar la pared. 2. ¿Cuáles son los hallazgos microscópicos posibles de encontrar en el esófago? En presencia de reflujo gastroesofágico, el epitelio normal del esófago (epitelio escamoso estratificado), presenta una hiperplasia de las células de la capa basal (con pleomorfismo nuclear, hipercromatismo e índices de mitosis aumentados), una manifestación precoz es la presencia de eosinofilos intraepiteliales, al avanzar la lesión se encuentran además neutrófilos, los que indican daño más grave (ulceración), e infiltrado linfocitario. Además podemos observar una elongación papilar de la lámina propia con congestión de sus capilares; si la noxa continua, ésta hiperplasia puede avanzar a metaplasia por epitelio de tipo columnar con glándulas mucosas y células caliciformes, lo que le confiere una mayor velocidad de recambio; a esta alteración del epitelio se le llama esófago de Barret. En los casos de varices esofágicas podemos ver una dilatación venosa en la capa submucosa del esófago. Si la variz no está rota las mucosa puede tener un aspecto normal, o bien esta erosionada o inflamada, si por el contrario la variz está rota la mucosa esta ulcerada y necrótica. 3.¿Cuáles serían las causas más probables del cuadro de hematemesis? Dado los antecedentes de alcoholismo, tabaquismo, hipertensión arterial y reflujo gastroesofágico las causas más probables de hematemesis serian. a. Varices esofágicas Sangrantes b. Ulcera esofágica Sangrante c. Varices gástricas sangrantes d. Ulcera gástrica sangrante e. Desgarro de mallory weiss Las varices tanto esofágicas como gástricas son consecuencia de la formación de canales de derivación venosa dadas por la hipertensión portal que ocurre generalmente como consecuencia del aumento de la resistencia al paso de la sangre en le hígado, esto dado por fibrosis que puede ser producida por cirrosis alcohólica, la rotura varicosa produce hemorragia masiva en la luz, así como sufusión de sangre dentro de la pared esofágica. Cabe destacar que para que ocurra hematemesis el sangrado debe ser alto anatómicamente se hace referencia sobre el ángulo de Drietz o duodenoyeyunal, ya que si el contenido asciende será expulsado como hematemesis y si este desciende se manifestara como melena. Para que pueda ocurrir sangrado debe por obligación existir un paso desde la submucosa donde se ubican los vasos sanguíneos hacia la luz. El desagarro de Mallory-Weiss se produce como consecuencia de náuseas y vomito intenso. se encuentra con mayor frecuencia en relación a individuos alcohólicos y se traduce en desgarro de la pared esofágica, estos son responsables del 5% – 10% de los episodios de hemorragias del tracto gastro intestinal superior, generalmente el sangrado cesa sin intervención, sin embargo, cabe la posibilidad de hematemesis masiva.