Estructura actual de la corteza en el Sistema Central Español e

Anuncio
Estructura actual de la corteza en el Sistema
Central Español e implicaciones geotectónicas
Por A. CARBÓ, y R. CAPOTE*
Resumen
Se discute la información geológica, teluromagnética, sísmica y gravimetrica acerca de la
estructura de la corteza continental en el Sistema Central con objeto de mostrar sus implicaciones
geotectónicas, tanto para el ciclo hercínico como para las compresiones alpinas. El espesor actual
de la corteza es de unos 32 km, pero los datos geológicos revelan que durante la etapa orogénica
hercínica alcanzó al menos 50 km. Una capa de baja velocidad de las ondas sísmicas, encontrada
a 7 km de profundidad en los perfiles sísmicos puede estar relacionada con procesos de
delaminación cortical durante la segunda fase hercínica. Los xenolitos que se citan en rocas
ígneas básicas de Avila apoyan un carácter granulítico para la corteza inferior. Finalmente, las
investigaciones gravimétricas reflejan una estructura actual con dos fallas inversas que levantan el
bloque central, entre las cuencas del Duero y Tajo.
Abstract
The geological, teluromagnetic, sismic and gravimetric information about the structure of the
continental crust in the Central System, are considered in order to show their geotectonic
implications in the final hercynic evolution and the alpine tectonic compresions. The crust in this
region is now 32 km thick but the geological evidence show that it riched almost 50 km in the
latest hercynian orogenic events. The low velocity zone founded at 7 km depht by the sismic
refraction profiles, carried out in the central part of the Peninsula, is probably a major structural
featture possible related with a process of delamination during the second tectonic hercynian
phase. The xenolites founded in basic igneous rocks of Avila prove that the lower crust is
probably granulitic. Finally, the gravimetric survey gives somo indications about the present
structural pattern, with two major reverse faults wich have uplifted the central block between
Duero and Tajo basins.
1. INTRODUCCIÓN
El ciclo hercínico, tal como los datos estratigráficos, tectónicos y petrológicos nos muestran, representó para la corteza en el Sistema Central, una
larga etapa de transformaciones que afectaron a su composición, estructura y
espesor. Inicialmente debió existir una corteza continental que constituía el
basamento sobre el que se apoyaron los sedimentos precámbricos y paleozoicos descritos en otra parte de este volumen. Independientemente de la
posibilidad de que algunos ortogneises puedan representar afloramientos de
ese basamento (FERNÁNDEZ CASALS, 1974), la presencia de series sedimenta* Departamento de Geodinámicas. Facultad de Geología. Universidad Complutense de
Madrid.
626
A. CARBÓ - R. CAPOTE
rias paleozoicas de aguas someras requiere la existencia de una corteza con un
estado de compensación isostática compatible con los correspondientes mares
epicontinentales (JULIVERT, 1984). Por ello es muy probable que el ciclo se
iniciara sobre una corteza continental prehercínica previa, corteza que en la
primera parte del ciclo sufrió estiramiento y adelgazamiento, con la subsiguiente subsidencia y sedimentación. En la parte final del ciclo, dicha corteza
fue llevada a una situación de colisión y muy probablemente de delaminación,
tal como la tectónica en forma de varios complejos cabalgamentes sugiere
(CAPOTE et al, 1981). La corteza fue así reactivada (BURKE y DEWEY, 1973), y
la deformación con superposición tectónica, la recristalización metamòrfica
regional y la intrusión de granitoides determinaron una nueva estructuración.
Aunque la región del Sistema Central no quedó después incluida en
ninguna de las unidades propiamente alpinas, su posición adyacente a ellas
determinó diversas modificacions posteriores que han quedado reflejadas en
la estructura y espesor de la corteza. Es nuestra intención en este trabajo,
discuitir los datos acerca de estos aspectos y su interpretación geotectónica, en
combinación con otros tipos de información geológica.
A diferencia de lo que ocurre con la estructura superficial del Sistema
Central, se dispone de pocos trabajos referidos a la estructura cortical en su
conjunto. Estos corresponden a diversos tipos de estudios geofísicos que
utilizan métodos teluro-magnéticos, sísmicos o gravimétricas y que en general
se refieren no tanto al Sistema Central como a zonas próximas.
2.
LOS ESTUDIOS TELUROMAGNETICOS
Al Sur de Toledo aflora un conjunto de materiales cristalinos («Unidad
migmatítica de Toledo», APARICIO, 1971), que han sido incluidos por CAPOTE
et al. (1981) en uno de los complejos estructurales del Sistema Central. Esta
unidad queda separada al Sur de las formaciones paleozoicas de los Montes
de Toledo por una gran falla dúctil («Banda milonítica de Toledo», APARICIO,
1971) y hundida al Norte bajo los sedimentos terciarios de la Depresión del
Tajo.
En esta región fue estudiada la estructura y espesor de la corteza, mediante
la realización de un sondeo teluro-magnético basado en registros tomados por
el Observatorio de Toledo (REY DE LA ROSA et al, 1968). Los datos se
obtuvieron de los registros del año 1959, pues se pudo apreciar que desde 1962
se encontraban perturbaciones de una línea eléctrica de alta tensión y la
electrificación del Ferrocarril. El resultado fueron curvas de variación de la
resistividad y conductividad con la profundidad hasta unos 82 km (Fig. l) que
permitieron dar una estructura con las siguientes capas:
a) Cobertera sedimentaria terciaria: 750 m (80 ohmios-metro).
b) Corteza superior: hasta 20,33 km (resistividad en aumento hasta los
2.024 ohmios-metro de su base).
c) Corteza inferior: hasta 30,63 km (resistividad media de 250 ohmiosmetro).
d) Manto superior: hasta los 82 km (resistividad en aumento hasta
1.066 ohmios-metro a 75,46 km de profundidad y posterior disminución hasta 315 ohmios-metro en los 82 km.
ESTRUCTURA ACTUAL DE LA CORTEZA EN EL SISTEMA CENTRAL
01
CONDUCTIVIDAD (A. m)"1
0.002 0.003 0.004 0.005
0.001
+ + + +
+ + + +
+ + + +
+ + + +
+ + -f +
+ + + +
+ + + +
+ + + +
+ + + +
+ + + +
+ + + +
+ + + +
+ + + +
+ + + +
.s
¿s
/
/
10
/
1
20-
627
1
1
1
D. CON K A D
¡__
'
\
\\
\\
\
\
\
\
\
~\~-
f
'
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
V
v v v v v v v v v
V
vvvvvvvvvvvvvvvvvvv
vvvvvvvvvvvvvvvvvvtf
V
V
V
V
V
V
V
V
V
'3&8ffi&88i
•M*X*>»X«M*>X
>x*x*x*x*x*x*x
/
/
'X'X'X-X-X'X'X
•Xv.vXív.v.v,
•X*X*X'X*X*Xv
í
ve
040-
V
fvvvvvvvvvvvvvvvvvvv
\
*e
V V V v v v y V v v
v v v v v v v v v v
'„v v v v v v v v v
\
D. MOHOROVICIC
30-
v v v v v v v v v v
V V V V V V V V V
V V V V Y V V V V V
F V V V
V V V V V V
SÍÍSÍÍÍÍÍÍS
•X'í'X'X'X'X'X'i
/
»••••%%v»v«v«>%v
^
Q
•••••*••*••*•••••••*••%•
K*"?X*H«£A«X%
«•X:X:X:X:X:X
•.•.V.'.V.V.V.VA
í
o
z
,
•.V.X.V.V.VAV.
• • • 'X'X'X'X'X«
X'X'X'X-X'X'X'
3
u.
0
oc
í
••••••••>%••*•••••%%%*•
* 50-
/
:
¥Â-Í:
Í:%«Ã:::Ã
«•x«:«««:::«
/
/
j
•X'X*X«X'X'Xv
X'X'X'X'X'X'X'
x·x·x·x·x·x·w
X'X'X'X'X'X'X"
í
60-
/
^ÍSÍÍÍS^
•v.'.v.y.v.'.v.v
•••••••*•*•*•••••••••*•••*••
X'X'X'X'X-X'X«
I
1
íííííxWrVíx:
SSÍÍÍÍÍÍÍÍÍ$
í
70-
•X-X-X-X'X'X-X
•x·x·x·x·x·x·x
•X'X'X'X'X'X'X
••••••••••••••
OSÍSÍÍ«ÍS
•X*X*X*X*I«X*X*Í
i
1
TfCHO
Dei CANAL OEL
"V
•X*X*XvX«X*X*
•X'X'X'X'X'X'X
• • • •K·X·X·X·X·I
«•x-x-x-x-x-x
•X'X'X'X'X-X'X
:A%XxXx¥A¥
::
:
\
ÍÍà : :*:¥ÍÍX Ã
•&&$&%.
\
80-
MANTÓ
\
\
=^-=j
Rocas sedimentarias
j.
Granito -anéis
j_
FIG. 1. Estructura cortical obtenida en un sondeo teluromagnético en Toledo. REY DE LA ROSA
et al. (1986).
628
A. CARBÓ - R. CAPOTE
Se encontró, por lo tanto, una corteza continental que con sus casi 31 km
es más parecida a la de un área de plataforma que a la de una cadena
hercínica.
3.
LOS ESTUDIOS SÍSMICOS
La estructura de la corteza en el centro de la Península ha sido estudiada
también mediante métodos sísmicos. PAYO (1965, 1970 y 1972), PAYO y RUÉ
DE LA PARTE (1978) y SIERRA (1980) estudiaron la estructura cortical y del
manto a partir de ondas superficiales de terremotos. PAYO (1972) estudió
también los tiempos de propagación de ondas sísmicas desde los epicentros de
terremotos a varias estaciones sismológicas. Finalmente se han realizado
varios perfiles sísmicos de refracción profundos de los cuales los que van de
Càceres a Teruel y de Toledo hacia Soria, aportan datos de la región próxima
al Sistema Central (BANDA et al. 1981). El programa de perfiles sísmicos
profundos, que el Grupo Español integrado en la Geotransversal Europea, va
a desarrollar en los próximos años, proporcionará datos importantes, ya que
uno de los perfiles pasa por el mismo Sistema Central.
BANDA et al. (1981) reúnen los resultados obtenidos en los diversos
trabajos en el siguiente esquema general (Fig. 2), correspondiente a una
corteza cuyo espesor total es de 31 km:
a) Capa de sedimentos: 1,5-3,0 km; Vp = 3,3 km/seg.; Vs = 2,5 km/seg.
b) Basamento cristalino: hasta 7 km; Vp = 6,05-6,15 km/seg.; Vs =
= 3,48 km/seg.
c) Capa de baja velocidad: de 7 a 11 km; Vp = 5,6 km/seg.; Vs =
= 3,18 km/seg.
d) Corteza intermedia: de 11 km a 23 km, Vp = 6,4 km/seg.; Vs =
= 3,58 km/seg.
e) Cortez inferior: de 23 a 31 km; Vp = 6,9-6,8 km/seg.; Vs =
= 3,9 km/seg.
Vp(km/s)
Ê 10-
_5¿
-o
-S 20•TS
C
D
'S 300.
yirv.
i
3.30
6.05
Vs (km/s)
2.50
3.48
6.15
==•10
5.60
3.18
6.40
3.58
-D
O
1L 1i
11
4
6
8
Velocidad Km/s
T5
^U
C
i 2o^
Û-
6.90
3.90
30-
6.80
8.0 - 8.7
44- 4.5
FIG. 2. Variación de la velocidad de las ondas P y S en la corteza de la región central de la
Península y modelo esquemático de su estructura, según BANDA et al. (1981).
ESTRUCTURA ACTUAL DE LA CORTEZA EN EL SISTEMA CENTRAL
629
En el Manto las velocidades comienzan con Vp = 8,0-8,1 km/seg., y Vs =
4,4-4,5 km/seg., si bien hay una zona de transición con la corteza de 1,5 km de
espesor. En este trabajo los autores proponen una composición granítica
para la zona de baja velocidad migmatítica como la Unidad de Toledo para la
corteza media y granodiorítica, diorítica y granulítica para la corteza inferior.
4.
LOS ESTUDIOS GRAVIMETRICOS
Dado que ninguno de los trabajos a que se ha hecho referencia corresponde al Sistema Central consideramos de interés utilizar otro tipo de métodos,
como son los estudios de las anomalías de la gravedad. Apoyándose en los
datos sismológicos de áreas próximas pueden hacerse consideraciones acerca
de la estructura y espesor corticales.
Los valores de las anomalías de Bouger oscilan entre -60 y algo más de
—100 mgals, valores que podemos considerar intermedios entre los típicos de
las cadenas hercínicas y las área de plataforma. Su rasgo destacable es el
cambio en el valor de la anomalía a un lado, y otro del accidente de Berzosa
(CAPOTE et al., 1977), asociándose la anomalía negativa menor al conjunto
paleozoico de bajo grado situado al Este del accidente. A ambos lados del
Sistema Central dos anomalías negativas importantes se asocian a las cuencas
terciarias del Duero y del Tajo.
Un primer perfil gravimetrico a través del Sistema Central, entre Madrid y
Arévalo (Avila) fue analizado por ROSALES et al. (1977). Partiendo de un
estudio de CADAVID (1977) se ajustó a la anomalía observada un modelo de
corteza de un espesor (40 km) mayor que el obtenido según otras líneas de
evidencia. Sin embargo, cabe resaltar que el modelo requería un Moho
levantado en el bloque del Sistema Central respecto a su profundidad al Norte
y el Sur del mismo.
Un nuevo perfil se ha realizado a partir de los datos del levantamiento
gravimetrico del Instituto Geográfico Nacional a escala 1/200.000. La interpretación se ha abordado mediante el ajuste de sucesivos modelos bidimensionales en los que se han calculado anomalías teóricas.
Como es sabido las anomalías de la gravedad son originadas por las
heterogeneidades laterales en la distribución de densidades y la longitud de
onda, de las mismas depende de la profundidad a que se encuentra la masa
anómala que lo produce. Ello hace que aunque no adecuado para analizar
estructuras de detalle, el levantamiento a escala 1/200.000 del IGN sea
utilizable para estudiar estructuras mayores (cuencas, bloques elevados) y
grandes rasgos corticales.
Para los modelos se han tomado los resultados de BANDA et al. (1981),
considerando una corteza simplificada con una densidad media de 2,8 g/cm3.
Para la parte más superficial de la corteza superior se han tenido en cuenta las
cuencas terciarias, dando a los conjuntos detríticos una densidad de 2,5 g/cm3
y a las formaciones evaporíticas de la cuenca del Tajo, una densidad de
2,55 g/cm3. Se han considerado también una capa de menor densidad que la
media cortical, la cual representa la zona de baja velocidad intracortical, para
la que se ha tomado un valor de 2,67 g/cm3. Para el manto se ha tomado la
densidad 3,2. El nivel de compensación se ha situado a 31 km de profundidad.
630
A. CARBÓ - R. CAPOTE
Se ha partido también del espesor conocido para los sedimentos de la
Cuenca del Tajo y se han supuesto dos grandes fracturas corticales en el borde
sur del Sistema Central y en el borde de la Cuenca del Duero en Cuéllar. La
primera falla es bien conocida en superfície, donde aflora como falla inversa.
La segunda se sitúa en una zona de fuerte gradiente en la anomalía y se ha
supuesto también inversa, dado el carácter compresivo del Sistema Central
durante la etapa alpina. La continuación de las fallas en la corteza inferior,
donde se supone un comportamiento dúctil en las rocas, puede parecer no
realista, pero se sigue con ello la misma línea de los autores rusos y se apoya
en la detección de fallas manifiestas como reflectores en algunos perfiles
sísmicos de reflexión profundos publicados para otras regiones corticales.
En la figura 3 se muestra un modelo en el que la anomalía calculada se
ajusta de manera aceptable. El Sistema Central según este modelo es un
bloque levantado, con el Moho también elevado, respecto a los bloques a un
lado y otro. El espesor cortical resulta de unos 32 km, muy aproximado al
obtenido en los perfiles sísmicos de refracción.
5.
DISCUSIÓN
Los datos hasta ahora disponibles muestran una corteza continental con
un espesor actual de unos 32 km, equivalente al de otras áreas en el centro de
la Península. Este espesor es intermedio entre los típicos de las cadenas
hercinianas y las áreas de plataforma estable. La tectónica alpina compresiva
levantó el bloque del Sistema Central, mediante fallas inversas. En los lados
hundidos se depositaron los sedimentos terciarios de las cuencas de Madrid y
Cuéllar.
Esta imagen actual no corresponde a lo que debió ser la corteza en las
fases finales de la orogenia hercínica. Los datos geobarométricos disponibles
indican que la corteza tenía en ese momento un espesor mucho mayor que el
actual [TORNOS Y CASQUET (1981)] encuentran, por ejemplo, para el metamorfismo en el sector Peñalara unas condiciones de 785 ± 50 °C de temperatura y
5 kbars de presión confinante, que corresponden a algo más de 17 km de
profundidad. Un espesor mínimo de unos 50 km puede, por lo tanto, darse
para la corteza hercínica cuando este evento metamòrfico, de un gradiente de
52 'C/km se desarrollaba.
La formación de esta corteza engrosada puede ponerse en relación con el
emplazamiento de unidades cabalgamentes durante la segunda fase de deformación hercínica, encontrándose la corteza más potente hacia el Oeste, área
donde se produjeron mayores volúmenes de magmas granitoides tardihercínicos.
Aunque el levanamiento y erosión se debió iniciar inmediatamente después de esta segunda fase, tal como indican las condiciones de la formación en
las fases posterioes (propias de niveles progresivamente más superficiales),
una etapa especialmente importante es la de distensión y levantamiento en el
carbonífero superior-pérmico. El área de la Unidad migmatítica de Toledo fue
levantada, mediante la falla lístrica de su borde sur, y sometida a intensa
erosión. Un conjunto de fallas y cinturones dúctiles normales (DOBLAS et al.,
ESTRUCTURA ACTUAL DE LA CORTEZA EN EL SISTEMA CENTRAL
f*
o
I
Km
i,
o
I
o
o
631
migais
S
I
>>
p p
O 30
H
ïi
Q
7:
B
fO
T
\^
o
FIG. 4. Modelo de la estructura actual de la corteza en el Sistema Central obtenido a partir de
datos gravimétricos en un perfil transversal Madrid-Cuéllar. En línea continua se representa la
anomalia observada.
632
A. CARBÓ - R. CAPOTE
1983), en el Sistema Central pueden también asocirse a levantamiento cortical
y erosión que redujo el espesor inicial.
Respecto a la estructura hercínica de la corteza, son muchos los problemas, dada la falta de estudios detallados en el Sistema Central. La zona de
baja velocidad de la corteza en el centro de la Península ha sido interpretada
por BANDA et al. (1981) como formada por granitos bajo las migmatitas del
zócalo de Toledo. Sin embargo, zonas de baja velocidad parecidas han sido
interpretadas como zonas fracturadas (KozLOVSKY, 1982), y reflectores a los
10 km de profundidad han sido encontrados en otros macizos hercínicos
interpretándose como zonas de falla dúctil formados durante los procesos de
delaminación cortical. Por otra parte, se pueden esperar cambios importantes
en las diversas unidades tectónicas hercínicas del Sistema Central, por ejemplo, a un lado y otro de la falla de Berzosa. Son necesarios por ello nuevas
investigaciones no sólo geofísicas, sino también estructurales, petrológicas y
geoquímicas para profundizar en el conocimiento de la estructura de la
corteza continental en el Sistema Central. En las rocas básicas de un diatrema
de la Paramera de Avila han sido encontrados xenolitos de diversos tipos de
. rocas (ViLLASECA et al., 1983), entre los que citan granulitas granatíferas
foliadas, que al menos permiten suponer una composición granulítica para la
corteza inferior.
BIBLIOGRAFÍA
APARICIO, A.: «Estudio geofisico del macizo cristalino de Toledo». Estudios Geo!., 27,
págs. 369-414, 1971.
BANDA, E.; SURIÑACH, E.; APARICIO, A.; STERRA, J., y Ruiz DE LA PARTE, E.: «Crust
and upper mantle structure of the Central Iberian Meseta (Spain)». Geophys. J. R.
astr. Soc., 67: págs. 779-789, 1981.
DEWEY, J. F., y BURKE, K. C. A.: «Tibetan, Variscan, and precambrian basament
reactivation: products of continental collision». Journal of Geology, 81, págs. 683692, 1973.
CADAVID, S.: «Avance del mapa de isopacas de una "corteza normal" para la
Península Ibérica y principales accidentes de posible alcance cortical». Bol. Geol.
Min, 88, págs. 561-566.
CAPOTE, R.; CASQUET, C., y FERNÁNDEZ CASALS, M. J.: «La tectónica hercínica de
cabalgamientos en el Sistema Central». Cuadernos de Geología Ibérica, 7, págs. 455469, 1981.
DOBLAS, M.; CAPOTE, R., y CASQUET, C.: «Fenómenos de cizalla en los granitoides en
la sierra de San Vicente (sierra de Gredos)». Studio Geologica Salmaticensia, 18,
págs. 27-38.
FERNÁNDEZ CASALS, M. J.: «Significado geotectónico de la formación Gneises de la
Morcuera». Studia Geológica Salmanticensia, 7, pág. 87-196, 1974.
JULIVERT, M.: «La estructura del zócalo premesozoico de la Península Ibérica».
Energía Nuclear, 28, págs. 195-203, 1984.
ZOZLOVSKY, Y. A. C.: «The Kola super-deep well; Interim results and prospects».
Geological Newsleter IVGS 1982 (4), pág. 4-11.
PAYO, G.: «Iberian Peninsula Crustal structure from surface waves dispersion». Bull.
Seism. Soc. Am., 55, págs. 727-743, 1965
PAYO, G.: «Structura of the crust and upper mantle in the Iberian shield by means of a
long period triangular array». Geophy. J. R. astr. Soc., 20, págs. 493-508, 1970.
ESTRUCTURA ACTUAL DE LA CORTEZA EN EL SISTEMA CENTRAL
633
PAYO, G.: «Crust monile velocities in the Iberian Peninsula and tectonic implications
of the seismicity in this area». Geophys. J. R. astr. Soc., 30, págs. 85-99, 1972.
REY DE LA ROSA, J.; CADAVID CAMINA, S., y GONZÁLEZ MIRANDA, M.: «Aplicación del
mètodo magneto-telúrico al estudio de las discontinuidades corticales y del manto
superior en Toledo». I.G.C.: págs. 1-50.
ROSALES, F.; CARBÓ, A., y CADAVID, S.: «Transversal gravimetría sobre el Sistema
Central e implicaciones corticales». Bol. Geol. Min., 88 (6), págs. 567-573, 1977.
SIERRA, J.: «Técnicas de análisis de frecuencia en ondas superficiales para el estudio
regional de la litosfera. Aplicación al área de la Península Ibérica». Tesis Univ.
Complutense, Madrid, págs. 1-193, 1980.
TORNOS, F., y CASQUET, C.: «Metamorfismo regional e implicaciones geotermométricas en el alto valle del Lozoya (Sistema Central español)». Cuaderno Geología
Ibérica, 7, págs. 135-150, 1981.
VILLASECA, C.; LÓPEZ GARCÍA, J. A.; NUEZ, J., y UBANELL, A. G.: «Contribución al
estudio de los diques camptomáticos hetermorfos con subfacies ocelares y de
diatrema sociados. Sierra de la Paramera de Avila». Rev. Mat. Proc. Geol., 1, págs.
103-118, 1983.
Descargar