Forenses independientes contribuyen en el proceso de

Anuncio
Forenses independientes contribuyen en el proceso de búsqueda de justicia por el
asesinato de Fair Leonardo Porras Bernal por parte de tropas del Ejército Nacional
El pasado 4 de junio de 2012 la juez Sonia Castillo Rojas dio lectura de la condena a 6 militares
pertenecientes a la brigada móvil 15 adscrita al batallón Francisco de Paula Santander del municipio de Ocaña,
Norte de Santander. La juez encontró culpables a los militares por el delito de homicidio agravado en persona
del Sr. Fair Leonardo Porras Bernal de 26 años de edad, quien sufría de discapacidad mental, y quien fue
presentado como delincuente dado de baja en combate el 12 de enero de 2008, en el municipio de Abrego, Norte
de Santander. Fair Leonardo hace parte del grupo de jóvenes “reclutados” en el municipio de Soacha,
Cundinamarca, y posteriormente entregados a las Fuerzas Militares para ser presentados como resultados
operacionales.
Durante el juicio, y con relación a la experticia
forense, las víctimas solicitaron los testimonios de la
antropóloga forense Ana Carolina Guatame de
EQUITAS, el patólogo forense Robert Bux y la
licenciada en criminalística Nery Suyapa Osorio
pertenecientes a la organización internacional Médicos
por los Derechos Humanos (PHR por su sigla en
inglés). La alianza de estas dos organizaciones
forenses independientes permitió la realización de una
segunda necropsia al cuerpo del Sr. Fair Leonardo
Porras, cuyo objetivo fue corroborar los resultados de
la primera necropsia realizada por el Instituto de
Medicina Legal en la ciudad de Ocaña, así como
realizar el análisis de los elementos presentes en el
lugar de los hechos a partir de informes y fotografías
tomadas el día del levantamiento del cuerpo por parte
del Cuerpo Técnico de Investigación, y finalmente
evaluar la información de lesiones a la luz de los datos
de contexto.
Fotografía tomada durante necropsia practicada al cadáver
del Sr. Porras Bernal. A la derecha Dr. Robert Bux, MD; a la
izquierda Ana C. Guatame, MSc.
La juez identificó la relevancia del testimonio
del Dr. Bux con relación a la confirmación de las
heridas reportadas en la primera necropsia, y de la causa de muerte atribuida a choque hipovolémico por
múltiples heridas de arma de fuego. Del testimonio de la Lic. Osorio destacó los argumentos que permiten
establecer que las versiones dadas por los soldados sobre la ocurrencia de los hechos no son compatibles con
las características observadas en el lugar donde fue hallado el cadáver, por lo que es poco probable que la
muerte del Sr. Porras hubiera sucedido bajo las circunstancias aludidas. Del testimonio de la antropóloga
Guatame, retomó la información con relación a que existen elementos de proporcionalidad en el número de
combatientes y de potencial de daño de las armas supuestamente empleadas en el combate, así como la
ausencia de personas heridas, que desacredita la versión de los militares con relación a la ocurrencia de un
combate.
Este conjunto de pruebas y las demás presentadas por la Fiscalía constituyeron una sólida argumentación
que condujo a que la jueza declarara culpables a los militares por los siguientes cargos:
-
Mayor retirado del Ejército Marco Wilson Quijano Mariño: desaparición forzada agravada y homicidio
agravado, por lo cual fue condenado a 51 años de prisión.
-
Teniente Diego Aldair Vargas Cortes: desaparición forzada agravada, homicidio agravado, y falsedad
ideológica en documento público, por lo cual fue condenado a 52 años de prisión.
-
Cabo Segundo Carlos Manuel González Alfonso: homicidio agravado, por lo cual fue condenado a 35
años de prisión.
-
Soldado profesional Richard Ramiro Contreras Aguilar: homicidio agravado, por lo cual fue condenado
a 35 años de prisión.
-
Soldado profesional Carlos Antonio Zapata Roldan: homicidio agravado, por lo cual fue condenado a
35 años de prisión.
-
Soldado profesional Ricardo García Corzo: homicidio agravado, por lo cual fue condenado a 35 años de
prisión.
Independent forensic experts contribute to the seeking of justice for the homicide by
Colombian military of Fair Leonardo Porras Bernal
On June 4, 2012 Judge Sonia Castillo Rojas issued the sentence to six soldiers belonging to the battalion
Francisco de Paula Santander that operates in the department of Norte de Santander, near the Venezuelan
border. The judge found the military responsible for the crime of aggravated homicide of Mr. Fair Leonardo
Porras Bernal, a 26 year-old man who suffered from mental disabilities, who was presented as killed in combat
on 12 January 2008. Fair Leonardo is part of the group of young men "recruited" in Soacha (a poor neighborhood
near the capital Bogotá), and handed over to the military to be presented as operational results.
Over the course of the hearings the
victims
requested
the
testimony
of
independent forensic experts in order to
strengthen the Prosecution’s argument. In a
joint effort, experts working with EQUITAS
and Physicians for Human Rights conducted
the second autopsy of Mr. Porras Bernal, as
well the review of forensic reports by the
Colombian authorities and the analysis of
injuries and contextual information. Experts
were forensic pathologist Robert C. Bux,
Attorney Nery Osorio (specialist in crime Luz Marina Bernal, mother of Fair Leonardo Porras. She has led the
process of seeking justice and truth for the death of his son, and
scene
investigation)
and
forensic other young men killed by the army known as "false positives".
anthropologist Ana Carolina Guatame.
The judge identified the relevance of Dr. Bux testimony on the confirmation of the injuries reported in
the first autopsy as well as the cause of death. From the testimony given by Ms. Osorio, the judge pointed out
the fact that crime scene reports revealed no evidence of a combat scenario as it was described by the military.
Finally, the testimony of anthropologist Guatame was interpreted as key because of its analysis of the injuries
and contextual elements that might be expected in combat; this information led her to conclude that there were
several elements in the death not consistent with the events reported.
The forensic, testimonial and other relevant evidence presented over the hearings was enough to prove
beyond a reasonable doubt the guilt of the defendants, so they should face the following convictions:
-
Retired Army Major Marco Wilson Quijano Mariño for the crimes of aggravated forced disappearance
and aggravated homicide, 51 years in prison.
-
Lieutenant Diego Aldair Vargas Cortes for the crimes of aggravated forced disappearance, aggravated
homicide and falsification of public documents, 52 years in prison.
-
Corporal Carlos Manuel Gonzalez Alfonso for the crime of aggravated homicide, 35 years in prison.
-
Enlisted soldier Richard Ramiro Contreras Aguilar for the crime of aggravated homicide, 35 years in
prison.
-
Enlisted soldier Carlos Antonio Zapata Roldan for the crime of aggravated homicide, 35 years in prison.
Descargar