Servicio de noticias 213/95 ÍNDICE AI: EUR 44/126/95/s 7 DE NOVIEMBRE DE 1995 TURQUÍA: AMNISTÍA INTERNACIONAL GRAVEMENTE PREOCUPADA POR LA HOSPITALIZACIÓN DE LOS PRESOS EN HUELGA DE HAMBRE QUE SE OPUSIERON A LA BRUTALIDAD POLICIAL Cuando se cumplen 34 días de huelga de hambre en las cárceles, Amnistía Internacional escribió hoy al gobierno turco expresando su honda preocupación por la salud de los presos que se niegan a comer, que comienza a estar en peligro. Los huelguistas, que se encuentran en siete cárceles del país, piden que termine el trato brutal y degradante, y que los responsables de apalear hasta la muerte a tres presos políticos preventivos en la cárcel de Buca, cerca de Izmir (Turquía Occidental) el 21 de septiembre de 1995, comparezcan ante la justicia. «Estas palizas mortales son la última muestra del panorama de brutalidad que presenta todo el sistema penitenciario turco, una situación en la que los responsables de las agresiones, casi sin excepción, se han librado del juicio y el castigo», declaró Amnistía Internacional. El desencadenante de la actual huelga de hambre, que ha provocado la hospitalización de tres presos de la cárcel de Elazi_, fueron los incidentes de la cárcel de Buca, en Izmir, famosa por la dureza de su régimen. En abril, Salih I__k, un preso que estaba enfermo, falleció en esta prisión, al parecer sin que las autoridades penitenciarias se aseguraran de que recibía atención médica urgente. Salih I__k murió sin tener acceso a un médico debido a la pasividad del personal de la cárcel. En julio, tras la fuga de cuatro presos, 20 internos recibieron una fuerte paliza cuando se dirigían al Tribunal de Seguridad del Estado de Izmir. Según los informes, algunos entraron al tribunal inconscientes y otros sangrando por la boca y la nariz, de forma que la vista tuvo que posponerse. El preso Murat Özsat aún sigue postrado en cama como consecuencia de los daños sufridos en la columna. Los gendarmes que según parece fueron responsables de esta agresión no han comparecido ante la justicia. El 21 de septiembre de 1995, un gran contingente de gendarmes utilizó explosivos para conseguir entrar en el Pabellón 6 de la cárcel de Buca, donde los presos, preventivos o penados por su presunta pertenencia al DHKP-C,1 se negaban a pasar lista en protesta por el brutal tratamiento de que habían sido objeto ellos y otros presos. Tras hacerse con el control del Pabellón 6, al parecer los gendarmes sacaron a los presos al patio uno por uno y los golpearon salvajemente con cadenas, barras de hierro, palos y porras. Un preso cuya identidad conoce Amnistía Internacional, aunque se omite por razones de seguridad, dio su versión de los hechos. «Los soldados nos obligaron a ir hacia una esquina con una manguera de alta presión y entraron en la habitación... Nos atacaron con barras de hierro, palos y porras. Algunos de los soldados saltaron desde las literas de arriba sobre los presos que habían caído al suelo. Yo quedé inconsciente al recibir un golpe en la cabeza y cuando desperté, me arrastraban por el pabellón golpeándome. Cuando traté de incorporarme, recibí un fuerte golpe en la cabeza. 1 Partido ─ Frente Revolucionario de Liberación Popular, anteriormente Devrimci Sol (Izquierda Revolucionaria). 2 Al volver a recuperar el sentido en el patio de la cárcel, uno de los guardias me estaba estrangulando. Lo separaron de mí otros dos.» Parece que a los presos los llevaron uno por uno al patio y los golpearon salvajemente. Nevzat Sa_n_ç, un preso detenido en un pabellón vecino que da al mismo patio, relató lo siguiente: «Los presos que empujaban al patio no hacían ningún ruido, sólo se les oía jadear. Los golpeaban en la cabeza. El patio estaba inundado de sangre, que salpicaba las paredes e incluso el techo.» Como consecuencia de la paliza murieron tres jóvenes, Yusuf Ba_, U_ur Sar_aslan y Turan K_l_nç, y 37 presos fueron hospitalizados. De éstos, siete quedaron ingresados en el hospital con heridas graves, sobre todo en la cabeza. Las lesiones descritas en la autopsia practicada a Turan K_l_nç indican que la agresión fue brutal: «trauma corporal general, rotura de cráneo, hemorragia subdural y subaracnoidal, rotura de costillas, laceración y hemorragia del pulmón izquierdo». En otro incidente, en octubre de 1994, 50 presos preventivos resultaron heridos cuando los gendarmes y la policía entraron en la cárcel tipo E de Diyarbak_r para llevarse a un preso y continuar interrogándolo. Aunque los presos opusieron resistencia a las fuerzas de seguridad construyendo barricadas, está claro que se utilizó una fuerza innecesaria. Un preso murió de asfixia y otro de heridas a consecuencia de la paliza y de la falta de atención médica. En este caso aún no se han emprendido acciones legales, al igual que contra los responsables de la muerte de los tres presos en Buca. Amnistía Internacional insta al ministro de Justicia a que tome medidas sin demora para poner freno a los malos tratos y las palizas de los presos. La medida más eficaz a corto plazo sería garantizar que los casos de malos tratos, palizas y falta de atención médica que Amnistía Internacional ha planteado anteriormente se investiguen sin más demora, y que los responsables comparezcan inmediatamente ante la justicia. Es de esperar que el compromiso de no retrasar ni suprimir estos procesos abonaría el terreno para una resolución rápida de las huelgas de hambre antes de que se produzcan víctimas. A más largo plazo, Amnistía Internacional apoyaría medidas como las propuestas en un proyecto de ley presentado al parlamento turco en 1993 por el ex ministro de Justicia Seyfi Oktay para dar tratamiento médico a los presos (actualmente responsabilidad del Ministerio de Sanidad) y transportarlos entre la cárcel y el tribunal (ahora responsabilidad del Ministerio del Interior) bajo la autoridad del Ministerio de Justicia, que es el responsable del sistema de prisiones. INFORMACIÓN GENERAL Aunque la tortura sistemática y la muerte bajo custodia de los detenidos es un problema generalizado principalmente en las comisarías, más que en las cárceles, Amnistía Internacional ha denunciado con frecuancia ante el gobierno turco los malos tratos infligidos a los presos penados y preventivos. En la mayoría de los informes, los malos tratos se producen cuando los presos son trasladados dentro y fuera de la cárcel bajo la custodia de gendarmes para ser juzgados o recibir atención médica, o bien cuando los gendarmes y la policía entran en las prisiones para sofocar las protestas de los internos. La policía y los gendarmes aprovechan estas oportunidades para 'castigar' a los miembros, presuntos o condenados, de organizaciones armadas ilegales.