SOLEMNE ACTO DE APERTURA Curso Académico 2016

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Gabinete del Rector
SOLEMNE ACTO DE APERTURA
Curso Académico 2016-2017
Salón de Actos del edificio de Biológicas
Facultad de Ciencias
8 de septiembre de 2016
Buenos días a todos y a todas. Gracias por atender esta convocatoria y acompañarnos en la
inauguración oficial del curso académico 2016-2017 de nuestra querida universidad. Sean
todos bienvenidos.
Permítanme agradecer al Decano de la Facultad de Ciencias por su acogida en este salón de
actos y a todas las personas que han colaborado en su organización.
Quisiera también reconocer el esfuerzo de síntesis de la Secretaria General, la Profesora Dª
Ana de la Puebla, para resumir las acciones más relevantes desarrolladas durante el pasado
curso 2015-2016 que se recogen en la Memoria de Actividades de la Universidad Autónoma
de Madrid. Las actividades que ha detallado son sólo una muestra del trabajo desempeñado
por toda la comunidad universitaria que permite diariamente seguir mejorando en nuestra
institución. Aprovecho este punto para agradecer expresamente al personal de
administración y servicios que dedican su trabajo y esfuerzo a la gestión y a crear las
condiciones para el mejor desarrollo de las actividades propias de la universidad.
Asimismo, quiero agradecer a la Profesora Dolores Izuzquiza su trabajo y su labor
continuada por y para la Universidad Autónoma y por aceptar la invitación para impartir la
lección inaugural de este curso 2016 – 2017. Nos sentimos muy orgullosos de que la UAM
mantenga y promueva un programa como PROMENTOR pues nos hace ejemplares como
institución inclusiva de participación y de atención a la diversidad funcional. Un
compromiso que, como mencionaba en su intervención la Profesora Izuzquiza, se transforma
en responsabilidad. En este sentido, aspiramos a ser una universidad ejemplar. Una
ejemplaridad que conlleva aceptar la diversidad, sea cual sea la forma en que se manifieste.
Es obvio que la diversidad en cifras no es suficiente y que cumplir la ley tampoco lo es: lo
que es más importante es reafirmar nuestra noción de pertenencia a un entorno en el que se
fomenten las interacciones inclusivas.
Este entorno solo se puede construir en un clima de tolerancia, un valor que debemos seguir
defendiendo y fomentando en nuestra universidad.
Quisiera agradecer también explícitamente la presencia del Director General de
Universidades de la CM D. José Manuel Torralba y reconocer su implicación, apoyo y
compromiso con las universidades públicas de Madrid. Recordemos que el curso comienza
con una nueva bajada de los precios públicos de grado, de un 5% en primera y segunda
matrícula y de un 3,5% en tercera. En el caso de los másteres la reducción alcanza el 10%
en la primera matricula y un 3,7% en segunda.
Además, como bien conocen, pues se ha publicado en la prensa, la presidenta de la CM se
ha comprometido a pagar antes de fin de año las sentencias firmes correspondientes al plan
de financiación y de inversiones de 2008-2011. Si añadimos la concesión de la Medalla de
Oro de la Comunidad de Madrid a la Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas
Madrileñas (CRUMA) el pasado 2 de Mayo, creo que podemos confirmar que se ha
producido un cambio significativo y positivo de actitud por parte del gobierno de la
Comunidad hacia las universidades públicas de Madrid. A partir de este momento,
esperamos que esta mejora en las relaciones entre ambas partes, dé como resultado la nueva
Ley del Espacio Madrileño de Educación Superior en una apuesta clara por un sistema
público de educación superior de calidad y “ese” modelo de financiación estable y suficiente
que venimos reclamando de forma insistente año tras año.
La celebración de actos como este, de inicio de un nuevo curso académico, nos invita a
reflexionar sobre el desempeño, el valor y la importancia de las universidades en general y
de la UAM, como institución pública de educación superior, en particular.
Así pues aprovecho estas palabras iniciales de mi intervención para trasladarles la necesidad
de marcar un nuevo curso para la UAM y pensar en aquellos cambios e innovaciones que
nos permitirían promover una universidad con aspiraciones de competir entre las mejores de
Europa. Se trata, sin duda, de un reto difícil si tenemos en cuenta las diferencias de
financiación que nos separan de esas universidades. Pero creo que es un reto aceptable por
el que merece la pena trabajar.
Parafraseando al nuevo rector de la universidad de Miami, Julio Frenk, creo que “nunca
antes en la historia de la humanidad, el futuro de las personas ha dependido, de forma tan
determinante, de la educación. Nunca antes la investigación académica ha sido tan
demandada para resolver problemas tan complejos. Nunca antes el progreso y la prosperidad
de las sociedades han dependido tanto de las ideas que emergen de las universidades”. Y sin
embargo, nunca antes, la universidad pública se ha visto sometida a tantos ataques
sistemáticos, cambios legislativos, contradictorios reducciones de dotaciones económicas y
de descrédito, presentándola como una institución aislada y alejada de la realidad social y
económica. Nunca antes, nos hemos enfrentado a tantas controversias, desafíos e incluso
dudas sobre el valor nuestro desempeño y nuestra rentabilidad social: sobre qué y cómo
enseñar y sobre el valor de nuestros estudios académicos e investigaciones, sobre nuestra
capacidad para crear entornos inclusivos y abiertos a la sociedad.
Es obvio que necesitamos afrontar un debate serio sobre las reformas necesarias para su
modernización e internacionalización con el objetivo de integrarse y liderar el nuevo
contexto social, educativo, económico y tecnológico que está emergiendo.
Así pues, siendo conscientes de nuestras deficiencias y debilidades para avanzar en un
entorno cada vez más competitivo, y cuando estamos a punto de celebrar el cincuenta
aniversario de la creación de la UAM (y el 25 de la FUAM) considero que es un buen
momento para afrontar tales desafíos, debates y dudas imaginando, reinventando y
reinterpretando nuestra universidad mediante consideraciones sobre nuestro futuro como una
universidad reconocida internacionalmente que impulsa y lidera el desarrollo de nuestro
país.
Desde nuestra creación, hace ya 48 años, hemos demostrado tener una gran capacidad de
renovación e innovación, y creo que estos valores, a los que de nuevo invoco, nos deben
permitir afrontar los ambiciosos retos que nos esperan de cara al futuro.
Somos una universidad joven y estamos inmensamente orgullosos de nuestros valores y de
nuestra pertenencia. Durante estos tiempos difíciles hemos sido capaces no sólo, de superar
la adversidad sino de salir fortalecidos por ella, de haber aprendido lo importante que es
tener una universidad sostenible económicamente e independiente académica y
políticamente. Lo importante es, no lo olvidemos, constituirnos en artífices de nuestro propio
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destino. Demostremos ante la sociedad nuestra calidad, nuestro valor añadido, nuestra
solvencia, nuestra eficacia y nuestra rentabilidad social pues con estos indicadores, será la
propia sociedad quien nos apoye y ayude a desarrollar nuestras actividades.
Las bases sobre las que mejorar nuestra universidad son sólidas pero ¿cómo construir sobre
estas bases una universidad capaz de aprovechar las oportunidades de la globalización y la
digitalización? Esta es la reflexión que proponemos.
Todos estamos de acuerdo en defender una enseñanza pública, eficiente y de calidad con una
financiación adecuada. Pero la disyuntiva surge sobre ¿qué hacer cuando los recursos
públicos son insuficientes?
En estas circunstancias creo que es importante que desarrollemos nuevas fórmulas de
gestión y de financiación con el control suficiente para que no interfieran con los valores y
objetivos que consideramos fundamentales. En este contexto de insuficiencia de recursos
públicos y búsqueda de financiación privada es esencial que nos preguntemos por el
significado de la universidad pública y su sostenibilidad económica manteniendo los niveles
de calidad que se demandan. Obviamente, podemos abordar sólo a la primera pregunta y
dejar que la segunda nos la conteste y resuelvan las administraciones y el gobierno, pero
creo que no es nuestra habitual forma de actuar.
En cualquier caso necesitamos un modelo de financiación estable, capaz de dar a la
universidad la autonomía suficiente para que se pueda orientar de forma autónoma hacia
aquellos objetivos propios que haya consensuado con la sociedad. Reclamamos financiación,
autonomía y responsabilidad en igualdad de condiciones que el resto de instituciones de
educación superior que constituyen la élite europea de universidades. De esta manera
podremos también demostrar nuestra competitividad.
A punto de cumplir 50 años, les decía anteriormente, y aunque somos una universidad de
referencia nacional y con una significativa relevancia en los rankings internacionales,
queremos ir más allá y llegar a ser una universidad de referencia en un mundo en plena
transformación que apuesta con decisión por el desarrollo de una auténtica sociedad del
conocimiento y para ello se ha puesto en marcha la Comisión Técnica para la elaboración de
la Estrategia UAM2025 que ha venido trabajando en la misión, la visión y en los valores de
la UAM, con la pretensión de desarrollar un documento de Estrategia UAM2025. Con este
objetivo les hemos convocado a una consulta intensiva a través de una herramienta
informática, YAMMER, que empezó a funcionar el pasado mes de julio. Les invito a formar
parte de esta comunidad virtual y participar en los foros y debates que se empiezan ya a
desarrollar.
El objetivo es conseguir un documento sobre la UAM que queremos ser en el futuro y cómo
conseguirlo. En definitiva, buscamos una estrategia enfocada al desarrollo y captación del
talento en una universidad pública ejemplar de calidad; con proyección y reconocimiento
internacional.
Acompañando a este documento de Estrategia UAM2025, se está trabajando en un borrador
del Plan de Actividades del Profesorado que debería permitirnos obtener en un ámbito de
transparencia, una imagen real de toda la actividad que se realiza en la universidad en los
diferentes ámbitos de docencia e innovación docente, investigación e innovación, gestión y
transferencia, y responsabilidad social con el fin de conocer todo lo que hacemos, encauzar
las actividades hacia los objetivos y poder desarrollar los correspondientes procesos de
mejora.
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En un informe reciente del THE titulado Class of 2030: Which Universities Will Rise – And
How Will They Do It? se identifica una nueva generación de universidades que están
escalando rápidamente posiciones en los rankings mundiales y tienen la oportunidad de ser
reconocidas a nivel mundial en los próximos 10 a 20 años. ¿Queremos pertenecer a esta
nueva generación de universidades?
Según el informe estas instituciones se caracterizan por un cierto equilibrio entre su visión a
largo plazo y la ejecución a corto plazo, un enfoque prioritario en la innovación y una visión
clara de la evolución del mundo y el papel de la universidad en él, así como por estar
desarrollando nuevas alianzas y nuevas estructuras organizativas y de gestión más flexibles
y eficaces que les permitan alcanzar sus objetivos con mayor rapidez.
Como decáimso, las bases son sólidas pero las transformaciones a realizar innumerables. En
cualquier caso, y mientras decidimos los objetivos y los procedimientos, continuaremos
dando pasos en la creación de nuevas estructuras organizativas que permitan una mejor
conexión entre disciplinas, que abarquen distintos departamentos, ámbitos de conocimiento
y grupos de investigación. La reciente creación de Institutos como DEMOS PAZ (Instituto
Universitario de Derechos Humanos, Democracia y Cultura de Paz y no Violencia creado
como resultado del convenio entre la UAM y la Fundación Cultura de Paz), el Instituto de
Física de la Materia Condensada, o el de Química Avanzada, son buenos ejemplos de este
tipo de estructuras multidisciplinares que deberemos fomentar y apoyar en su creación.
A nivel internacional deberíamos seguir desarrollando estrategias basadas en asociaciones
amplias y consorcios institucionales de relevancia. Nuestra alianza con el CSIC en el
proyecto de Campus de Excelencia Internacional, la Alianza 4 Universidades, o la más
reciente de la red YERUN de universidades europeas jóvenes intensivas en investigación
(Young European Research Universities Network). El proyecto de creación del MIAS
(Madrid Institute for Advances Studies) en Ciencias Sociales, Jurídicas y Humanidades, en
colaboración con la Casa de Velázquez que pretende integrarse en la red Europea EURIAS,
el programa de docencia académica internacional (IAP) que desarrollamos en la Universidad
de Harvard, o los programas con Latinoamérica y Asia en colaboración con el Banco
Santander, son así mismo proyectos estratégicos que tendremos que reforzar y seguir
desarrollando. En todos los casos, el objetivo es ampliar las colaboraciones de investigación
y buscar nuevos enfoques para el intercambio de conocimiento y de talento (estudiantes,
profesores y personal de gestión).
Todos ellos son proyectos que se enmarcan en el Campus de excelencia internacional CEI
UAM+CSIC que pusimos en marcha en 2009 y que lo mejoran y complementan. En realidad,
el diseño compacto de nuestros campus facilita la interacción entre todos los miembros de
la comunidad universitaria de las distintas áreas y el acceso a todos los servicios.
La investigación se desarrolla en un entorno privilegiado en el que además los estudiantes
de grado y posgrado pueden recibir la mejor formación superior y especializarse y actualizar
sus conocimientos en un entorno internacional competitivo. Quiero destacar la puesta en
marcha de la Unidad de Innovación de UAM creada para promover la innovación entre las
empresas y el CEI desde la que se pretende modernizar y coordinar los diferentes agentes y
canales dedicados a la transferencia, el fomento del emprendimiento, la incubación de
nuevas empresas, el apoyo a las start-ups y spin-offs, etc.
Llegados a este punto, nos gustaría dar la bienvenida a los aproximadamente 5.200 nuevos
estudiantes matriculados a fecha 5 de septiembre, sin olvidarnos de los que continúan sus
estudios ya iniciados con nosotros y de los que pudieran matricularse tras las PAU de este
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mes en las pocas titulaciones que no cubrieron su oferta el pasado mes de julio. Damos la
bienvenida a los estudiantes de grado, de máster, de doctorado, de formación continua,
visitantes, de la universidad de la experiencia y del programa “study abroad”, que se
incorporan este curso o que ya forman parte de nuestra comunidad universitaria. Con todos
vosotros que llegáis a la Universidad Autónoma de Madrid, con ilusión, con curiosidad y
múltiples perspectivas, nos comprometemos institucional y personalmente a dar el servicio
de calidad que demandáis y que se corresponde con el que caracteriza a nuestra universidad.
El mundo está cambiando a gran velocidad y obviamente el tipo de ciudadanos y
profesionales que deberemos graduar también. Tenemos el reto de formar y preparar a los
estudiantes para desenvolverse en un mundo muy complejo y con problemas generalmente
muy amplios y difusos. Los estudiantes actuales reclaman una educación más práctica
basada en la experiencia y con una mayor interacción social entre ellos. La inclusión de la
tecnología en dispositivos móviles, junto con una mayor demanda de inmediatez, abre las
puertas a formas de aprendizaje cada vez más ubicuas y deslocalizadas. Así pues necesitamos
analizar, comprender y atender las necesidades y expectativas de las próximas generaciones
de estudiantes, si es que queremos seguir atrayéndoles.
Realmente, la innovación educativa es uno de los grandes retos actuales de las universidades.
En este sentido, quisiera aprovechar el momento para agradecer a todos aquellos que están
implicados y promueven la innovación docente en la UAM. Año tras año observamos cómo
esta comunidad de profesores aumenta y mejora sus proyectos tanto en los contenidos como
en el desarrollo y el uso de tecnologías para el aprendizaje. La innovación educativa es parte
de nuestra responsabilidad para con los estudiantes, que al fin y al cabo, son nuestro legado
más perdurable y sin lugar a duda, la fuerza más estimulante en nuestros campus.
Diversos informes nos muestran que a nivel global más de una cuarta parte de los estudiantes
universitarios estudian, ya, por lo menos, un curso en línea y que el 75% de las universidades
más prestigiosas ofrecen grados en línea y más de la mitad de ellas están aumentando y
mejorando la oferta de cursos online.
Teniendo en cuenta el auge actual del aprendizaje en línea, cabe preguntarse ¿Cómo será el
futuro de la educación presencial? ¿Cuál será el valor añadido de la experiencia en el
campus?
Para contestar a estas preguntas, la universidad de Stanford ha desarrollado un proyecto en
el que se analiza la experiencia de los estudiantes de grado en el campus. En él se recogen
una serie de ideas sobre el futuro de la vida estudiantil y la experiencia de estudiar en un
campus universitario presencial como Stanford. El estudio considera también nuevas ideas
y nuevos conceptos de educación que están emergiendo rápidamente sobre la formación
continua, el desarrollo de curricula basados en habilidades, la formación basada en proyectos
y no en programas estructurados en asignaturas, la acreditación y la certificación de los
estudios. Todo ello con el fin de observar, evaluar y planificar la posible demanda futura de
los estudiantes.
Finalizo con otro ámbito que nos ocupa y preocupa: la empleabilidad. Quisiera recordar que
las elevadas cifras de desempleo, y particularmente las que se refieren al desempleo juvenil,
nos deben preocupar especialmente y nos obligan a preguntarnos ¿Qué podemos hacer para
que nuestros estudiantes accedan a un empleo en mejores condiciones?
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En realidad las universidades sentimos una gran presión en este tema, desde todos los
ámbitos: las administraciones, la empresa, las propias familias de los egresados, los Consejos
Sociales, etc. exigiendo y reclamando que las universidades hagamos algo más y algo
diferente en este ámbito.
Sin embargo, recalquemos que las universidades solas no pueden cambiar el entorno
económico local en el que desarrolla su actividad ni tampoco pueden crear los puestos de
trabajo. Nadie puede pretender que la universidad prepare a cada individuo en todas las
formas y capacidades posibles que requieren los empleadores. Nuestro objetivo debe ser una
educación superior que encuentre el equilibrio entre el rigor académico y la preparación al
empleo de tal manera que el fortalecimiento de nuestros programas curriculares para que
mejoren las opciones de empleo, requiere, en reciprocidad, una mayor implicación de las
empresas y los empleadores. En ese camino nos encontraremos.
Necesitamos insistir y poner mayor énfasis en el desarrollo de habilidades críticas
transferibles y actualizadas. Según el WEF (World Economic Forum) las tres habilidades
clave para buscar empleo en 2020 serán la capacidad de resolver problemas complejos, el
pensamiento crítico y la creatividad. ¿Podemos mejorar nuestra formación y fomentar estas
capacidades en los alumnos? Pensemos como hacerlo y hagámoslo.
Desde el año 2014 en que el Consejo de Gobierno de la UAM aprobó las Líneas Estratégicas
de Empleabilidad, se ha venido trabajando en la puesta en marcha de programas específicos
de empleabilidad en los que se persigue reforzar la formación del estudiantado y de los
titulados en competencias profesionales en colaboración con la oficina ALUMNI. Estamos
por tanto, ante un buen momento para revisar, evaluar y analizar los programas en marcha
con el fin de actualizarlos o promover otros nuevos y mejorar nuestra formación en estos
apartados.
Conviene que seamos conscientes y nos preparemos para responder a la tendencia emergente
de que la educación universitaria no conlleva un valor añadido e incluso se llega a poner en
entredicho el valor de un título universitario en lo que a empleabilidad se refiere. Es nuestra
responsabilidad seguir demostrando que la buena formación universitaria sigue
constituyendo una buena inversión desde el punto de vista personal y profesional y con una
alta rentabilidad social.
Termino como comencé con agradecimientos: a los estudiantes, profesores, investigadores
y al personal de administración y servicios por el esfuerzo, la dedicación y los altos niveles
de calidad con que realizan sus tareas y actividades. Quisiera animarles a seguir trabajando
por y para la UAM, pues individual y colectivamente podemos contribuir a mantener la
calidad y el prestigio de esta institución.
Con vistas a este nuevo curso que comenzamos les pido su colaboración para seguir
manteniéndonos en nuestros respectivos niveles de competencia en pos de una excelencia
científica y académica que es clave para nuestro futuro como universidad pública.
Muchas gracias por su asistencia y por su atención.
Queda inaugurado el curso académico 2016-2017.
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