23 LATERCERA Miércoles 11 de septiembre de 2013 RR Julio Ponce controla SQM a través de las sociedades de inversión conocidas como cascadas. FOTO: CHRISTIAN IGLESIAS Las batallas del empresario para mantener el control de SQM R En sus 26 años en la R Y ha sorteado reiteradas compañía, ha debido enfrentar varios intentos de quitarle el timón. EL CASO CASCADAS Las acusaciones que enfrentan RR La SVS resolvió formular cargos a Julio Ponce y Aldo Motta por presuntas infracciones a los numerales 1 y 7 del artículo 42 y al título XVI de la Ley de Sociedades Anónimas, relacionados con: proponer cambios de estatutos y acordar emisiones de valores mobiliarios o adoptar políticas o decisiones que no tengan por fin el interés social; practicar actos ilegales o con- trarios a los estatutos o al interés social; usar de su cargo para obtener ventajas indebidas para sí o para terceros relacionados en perjuicio del interés social; e infracción en operaciones entre partes relacionadas. Además, formuló dos cargos por presuntas infracciones a los incisos primero y segundo del artículo 53 de la Ley de Mercado de Valores, relativos a efectuar cotizaciones o transacciones ficticias y a inducir la compra o venta de valores por medio de cualquier acto, práctica, mecanismo o artificio engañoso o fraudulento. Contra Patricio Contesse Fica se levantaron cargos por los numerales ya descritos de la Ley de Sociedades Anónimas, y Roberto Guzmán, por los artículos mencionados de la Ley de Mercado de Valores. Las multas y penas que arriesgan RR De acuerdo a la Ley Orgánica que rige a la SVS, los ejecutivos y asesores que infrinjan las normativas de valores y sociedades anónimas se exponen a multas equivalentes a 15.000 UF (unos $ 345 millones). En el caso de infracciones reiteradas, podrá aplicarse una multa de hasta cinco veces el monto máximo antes expresado. La SVS, a su elección, puede fijar otro monto: hasta en un 30% del valor de la emisión u operación irregular. Esa disposición se aplicó por única vez en el caso Chispas. Quienes sean multados podrán reclamar de la aplicación de la multa a la justicia dentro del plazo de 10 días, previa consignación del 25% del monto total de la multa. Una apelación de ese tipo puede tardar años: en el caso chispas, la SVS multó en 1997; la Suprema ratificó las sanciones en 2005. El caso también tiene aristas penales: Julio Ponce, Aldo Motta y Roberto Guzmán son acusados de infringir los artículos 52 y 53 de la Ley de Mercado de Valores -inducir la compra o venta de valores por medios fraudulentos-, los que tienen penas de cárcel de 541 días hasta 10 años. Los otros implicados Aldo Motta Cam Patricio Contesse Fica Roberto Guzmán Lyon Es ingeniero comercial, gerente general de Pampa Calichera y Norte Grande, y ex gerente de Oro Blanco y de Potasios. Entró en 2006 a Calichera como gerente de finanzas. Antes fue gerente comercial de Atentus S.A. y gerente regional de Ad2Win S.A. Hoy también forma parte del directorio de La Polar. Es gerente general de Potasios desde 2011. En abril de este año presentó su renuncia, por motivos personales, al directorio de Oro Blanco, otra de las empresas de Ponce. Contesse Fica es hijo del ex presidente ejecutivo de Codelco, empresario, y actual gerente general de SQM, Patricio Contesse González. Según consta en el comunicado de la SVS, Guzmán es asesor cercano de “larga data” de Julio Ponce Lerou y a juicio del organismo, habría tenido una participación relevante en diversas operaciones, a través de las diferentes sociedades, “las que se enmarcaban en el esquema en cuestión”. S. Novoa Un sobreviviente. Así suele autodefinirse Julio Ponce, quien cada vez que enfrenta momentos difíciles recuerda a sus cercanos “todas las batallas” que ha dado en SQM, mayor productor de químicos de litio, yodo y nitrato de potasio. Y esta coyuntura debe estar entre las crisis más complejas de la aproximadamente media docena a su haber, desde que en 1987 asumió la presidencia de la Sociedad Química y Minera de Chile. La cascada de sociedades con que la controla se inició en 1986, en el contexto de las privatizaciones de empresas públicas vía capitalismo popular. Un grupo de ejecutivos y dirigentes sindicales liderados por el ex gerente general de SQM Eduardo Bobenrieth crearon Pampa Calichera, para invertir en acciones de SQM (partieron con 4,1%). En 1989 Ponce dio su primera pelea por el control de SQM -sociedad que hoy vale sobre US$ 8 mil millones-, cuando Bankers Trust, Provida y Consorcio intentaron venderle un 10% a Mitsubishi (principal productora de yodo de Japón). Logró que se desistieran. Al año siguiente, un grupo de ejecutivos trató de hacerse del control de Calichera por la vía de crear otra sociedad, Oro Blanco, para comprar las acciones de los trabajadores que se jubilaban, en la cual Bobenrieth (quien supuestamente estaba apalancado por la israelita Haifa Chemical) intentó una OPA. Pero Ponce se adelantó y alcanzó un porcentaje que le permitió detener a Bobenrieth. Poco después el empresario abrochó el control de la pirámide, tras recomprar la deuda de Norte Grande a los bancos. La siguiente gran crisis se configuró a mediados de 2000, por las pérdidas que ocasio- crisis financieras, por el sobreendeudamiento de las cascadas. LA DEFENSA LEGAL Raimundo Labarca Representa a Julio Ponce desde 2012. Socio de Vergara & Labarca, dirige la estrategia. Francisco Pfeffer Ha trabajado con la SVS. Ahora ha sido requerido por Ponce para algunos informes. Jorge Bofill Litigante, ha sido consultado para representar a Julio Ponce en una eventual arista legal. naron a las sociedades controladoras de SQM las inversiones que realizaron en el negocio de artefactos sanitarios y cerámicas, en lo que fue un fallido intento de ponerle “chimenea” a las cascadas. Calichera debía US$ 60 millones, de los cuales unos US$ 9 millones vencían a mediados de ese año y no eran fáciles de financiar, en un contexto de pérdidas por $ 4.880 millones en 1999. Además, necesitaba financiar un aumento de capital de Norte Grande en Oro Blanco. Este espiral de endeudamiento hizo que en el mercado vieran un posible flanco que lo llevara a perder el control de SQM. A eso apostaron varios accionistas minoritarios que entraron en ese tiempo, entre ellos Sebastián Piñera. Pero Ponce logró zafar: renegoció con los bancos, vendió su participación en las cerámicas, enajenó acciones y siguió desarrollando SQM, que por sus recursos naturales y bajos costos siempre ha sido apeticida en el mercado nacional y externo. Este apetito hizo que en 2001 Potash Corporation (PCS) entrara a SQM e intentara tomar el control directo. La canadiense compró 18% a las AFP (33,35% de las acciones serie A) y en 2004 anunció la compra de otro 8,32% a Israel Chemical. Así detonó una dura la pugna por el control de SQM con OPAs y contra OPAs hasta 2007. Ponce blindó el control con un pacto de actuación conjunta con la japonesa Kowa, con lo que agregó 2,3% a su participación, sumando 32,6%. PCS y las AFP alegaron que el pacto pasaba a llevar el estatuto interno de SQM, que impide que un accionista tenga más del 32% de las acciones en forma directa o indirecta. Sin embargo, en abril de 2007 el regulador sostuvo que Ponce y Kowa no eran relacionados. Hoy la incógnita es cómo saldrá de esta coyuntura. La formulación de cargos de la SVS se produce tres semanas después que Ponce informara al mercado que Norte Grande y sus filiales enfrentan una situación financiera y creditica delicada, por su alto endeudamiento, la que coincide con las caídas de precios de la acción de SQM, su único activo subyacente, por la crisis del potasio. Y Oro Blanco requiere un inminente aumento de capital, que es cuestionado por los minoritarios, para pagar en agosto de 2014 un bono de US$ 100 millones.b