Las batallas del empresario para mantener el control

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LATERCERA Miércoles 11 de septiembre de 2013
RR Julio Ponce controla
SQM a través de las
sociedades de inversión
conocidas como cascadas.
FOTO: CHRISTIAN IGLESIAS
Las batallas del
empresario para
mantener el
control de SQM
R En sus 26 años en la
R Y ha sorteado reiteradas
compañía, ha debido
enfrentar varios intentos
de quitarle el timón.
EL CASO CASCADAS
Las acusaciones que enfrentan
RR La SVS resolvió formular
cargos a Julio Ponce y Aldo
Motta por presuntas infracciones a los numerales 1 y 7
del artículo 42 y al título XVI
de la Ley de Sociedades Anónimas, relacionados con: proponer cambios de estatutos y
acordar emisiones de valores
mobiliarios o adoptar políticas o decisiones que no tengan por fin el interés social;
practicar actos ilegales o con-
trarios a los estatutos o al interés social; usar de su cargo
para obtener ventajas indebidas para sí o para terceros
relacionados en perjuicio del
interés social; e infracción en
operaciones entre partes relacionadas. Además, formuló dos cargos por presuntas
infracciones a los incisos primero y segundo del artículo
53 de la Ley de Mercado de
Valores, relativos a efectuar
cotizaciones o transacciones
ficticias y a inducir la compra
o venta de valores por medio
de cualquier acto, práctica,
mecanismo o artificio engañoso o fraudulento.
Contra Patricio Contesse
Fica se levantaron cargos por
los numerales ya descritos de
la Ley de Sociedades Anónimas, y Roberto Guzmán, por
los artículos mencionados de
la Ley de Mercado de Valores.
Las multas y penas que arriesgan
RR De acuerdo a la Ley Orgánica que rige a la SVS, los ejecutivos y asesores que infrinjan las normativas de valores
y sociedades anónimas se exponen a multas equivalentes
a 15.000 UF (unos $ 345 millones). En el caso de infracciones reiteradas, podrá aplicarse una multa de hasta cinco veces el monto máximo
antes expresado. La SVS, a su
elección, puede fijar otro
monto: hasta en un 30% del
valor de la emisión u operación irregular. Esa disposición se aplicó por única vez
en el caso Chispas.
Quienes sean multados podrán reclamar de la aplicación de la multa a la justicia
dentro del plazo de 10 días,
previa consignación del 25%
del monto total de la multa.
Una apelación de ese tipo
puede tardar años: en el caso
chispas, la SVS multó en 1997;
la Suprema ratificó las sanciones en 2005.
El caso también tiene aristas penales: Julio Ponce, Aldo
Motta y Roberto Guzmán son
acusados de infringir los artículos 52 y 53 de la Ley de
Mercado de Valores -inducir
la compra o venta de valores
por medios fraudulentos-,
los que tienen penas de cárcel de 541 días hasta 10 años.
Los otros implicados
Aldo
Motta Cam
Patricio
Contesse Fica
Roberto
Guzmán Lyon
Es ingeniero comercial, gerente general de Pampa Calichera y Norte Grande, y ex
gerente de Oro Blanco y de
Potasios. Entró en 2006 a Calichera como gerente de finanzas. Antes fue gerente
comercial de Atentus S.A. y
gerente regional de Ad2Win
S.A. Hoy también forma parte del directorio de La Polar.
Es gerente general de Potasios desde 2011. En abril de
este año presentó su renuncia, por motivos personales,
al directorio de Oro Blanco,
otra de las empresas de Ponce. Contesse Fica es hijo del
ex presidente ejecutivo de
Codelco, empresario, y actual gerente general de SQM,
Patricio Contesse González.
Según consta en el comunicado de la SVS, Guzmán es
asesor cercano de “larga
data” de Julio Ponce Lerou y
a juicio del organismo, habría tenido una participación relevante en diversas
operaciones, a través de las
diferentes sociedades, “las
que se enmarcaban en el esquema en cuestión”.
S. Novoa
Un sobreviviente. Así suele
autodefinirse Julio Ponce,
quien cada vez que enfrenta
momentos difíciles recuerda
a sus cercanos “todas las batallas” que ha dado en SQM,
mayor productor de químicos
de litio, yodo y nitrato de potasio. Y esta coyuntura debe
estar entre las crisis más complejas de la aproximadamente media docena a su haber,
desde que en 1987 asumió la
presidencia de la Sociedad
Química y Minera de Chile.
La cascada de sociedades
con que la controla se inició
en 1986, en el contexto de las
privatizaciones de empresas
públicas vía capitalismo popular. Un grupo de ejecutivos
y dirigentes sindicales liderados por el ex gerente general
de SQM Eduardo Bobenrieth
crearon Pampa Calichera,
para invertir en acciones de
SQM (partieron con 4,1%).
En 1989 Ponce dio su primera pelea por el control de
SQM -sociedad que hoy vale
sobre US$ 8 mil millones-,
cuando Bankers Trust, Provida y Consorcio intentaron
venderle un 10% a Mitsubishi
(principal productora de
yodo de Japón). Logró que se
desistieran.
Al año siguiente, un grupo
de ejecutivos trató de hacerse
del control de Calichera por la
vía de crear otra sociedad, Oro
Blanco, para comprar las acciones de los trabajadores que
se jubilaban, en la cual Bobenrieth (quien supuestamente estaba apalancado por
la israelita Haifa Chemical)
intentó una OPA. Pero Ponce
se adelantó y alcanzó un porcentaje que le permitió detener a Bobenrieth. Poco después el empresario abrochó el
control de la pirámide, tras
recomprar la deuda de Norte Grande a los bancos.
La siguiente gran crisis se
configuró a mediados de 2000,
por las pérdidas que ocasio-
crisis financieras, por el
sobreendeudamiento de
las cascadas.
LA DEFENSA LEGAL
Raimundo Labarca
Representa a Julio Ponce desde 2012. Socio de Vergara &
Labarca, dirige la estrategia.
Francisco Pfeffer
Ha trabajado con la SVS. Ahora ha sido requerido por Ponce
para algunos informes.
Jorge Bofill
Litigante, ha sido consultado
para representar a Julio Ponce
en una eventual arista legal.
naron a las sociedades controladoras de SQM las inversiones
que realizaron en el negocio
de artefactos sanitarios y cerámicas, en lo que fue un fallido
intento de ponerle “chimenea”
a las cascadas. Calichera debía
US$ 60 millones, de los cuales
unos US$ 9 millones vencían a
mediados de ese año y no eran
fáciles de financiar, en un contexto de pérdidas por
$ 4.880 millones en 1999.
Además, necesitaba financiar
un aumento de capital de Norte
Grande en Oro Blanco. Este
espiral de endeudamiento hizo
que en el mercado vieran un
posible flanco que lo llevara a
perder el control de SQM.
A eso apostaron varios accionistas minoritarios que entraron
en ese tiempo, entre ellos
Sebastián Piñera. Pero Ponce
logró zafar: renegoció con los
bancos, vendió su participación
en las cerámicas, enajenó
acciones y siguió desarrollando
SQM, que por sus recursos
naturales y bajos costos siempre
ha sido apeticida en el mercado
nacional y externo.
Este apetito hizo que en
2001 Potash Corporation
(PCS) entrara a SQM e intentara tomar el control directo.
La canadiense compró 18% a
las AFP (33,35% de las acciones serie A) y en 2004 anunció la compra de otro 8,32% a
Israel Chemical. Así detonó
una dura la pugna por el control de SQM con OPAs y contra OPAs hasta 2007. Ponce
blindó el control con un pacto de actuación conjunta con
la japonesa Kowa, con lo que
agregó 2,3% a su participación, sumando 32,6%. PCS y
las AFP alegaron que el pacto
pasaba a llevar el estatuto interno de SQM, que impide
que un accionista tenga más
del 32% de las acciones en forma directa o indirecta. Sin
embargo, en abril de 2007 el
regulador sostuvo que Ponce
y Kowa no eran relacionados.
Hoy la incógnita es cómo
saldrá de esta coyuntura. La
formulación de cargos de la
SVS se produce tres semanas
después que Ponce informara al mercado que Norte
Grande y sus filiales enfrentan una situación financiera y creditica delicada, por su
alto endeudamiento, la que
coincide con las caídas de
precios de la acción de SQM,
su único activo subyacente,
por la crisis del potasio. Y
Oro Blanco requiere un inminente aumento de capital,
que es cuestionado por los
minoritarios, para pagar en
agosto de 2014 un bono de
US$ 100 millones.b
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