22-04-2009 Dirección de Consultoría Jurídica

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1.- FECHA DE ELABORACIÓN:
Dirección de Consultoría Jurídica
2.- DIRECCIÓN REMITENTE:
3.- MATERIA:
4.- TEMA:
22-04-2009
Derecho Procesal Penal
Entrega de bienes vinculados con una investigación penal
5.- EXTRACTO
En aquellos casos en que un bien recogido o incautado por el Ministerio Público en el curso de una
investigación penal, también guarde relación con una averiguación administrativa en la cual se haya
dispuesto la retención del bien en cuestión, la orden de entrega dictada por el fiscal del Ministerio
Público no es suficiente para restituir el bien a la persona cuya entrega solicita, toda vez que ésta
también deberá acudir a la sede administrativa a solicitar la entrega del mismo.
6.- CONTENIDO
6.1.- COMUNICACIÓN Nº
6.2.- FECHA:
Memorándum N° DCJ-15-0287-2009
22-04-2009
6.3.- TRANSCRIPCIÓN
Me dirijo a usted, en la oportunidad de referirme a su memorándum N° (…) anexo al cual remite
copia de la comunicación (…) suscrita por el Gerente de la Aduana Principal de Ciudad Guayana,
adscrito al Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), y dirigida
al Fiscal (…) así como Minuta Informativa presentada a esa Dirección por el ya mencionado
representante del Ministerio Público.
Así bien, del contenido de la comunicación emanada del referido organismo aduanero, se observa la
preocupación en relación con la instrucción girada por un fiscal del Ministerio Público a ese ente, en
el sentido de que hiciera entrega al ciudadano (…) de un vehículo (…) el cual se encuentra bajo
potestad aduanera.
Ante tal instrucción, hace constar el referido organismo aduanero y tributario que el vehículo en
cuestión se encuentra retenido por la presunta infracción a lo establecido en los artículos 105 al 108
y 144 al 147 del Reglamento de la Ley Orgánica de Aduanas sobre Regímenes de Liberación,
Suspensión y otros Regímenes Aduaneros Especiales, aunado al hecho que la Aduana Principal
detectó una serie de irregularidades relacionadas con la expedición de la autorización vehicular bajo
el régimen de turista, toda vez que se presume la simulación en el cumplimiento de las formalidades
aduaneras o forjamiento de documentos públicos, permaneciendo el citado vehículo en condiciones
ilegales.
Por otra parte, sobre los mismos hechos informó el Fiscal (…) que fueron notificados por la Aduana
Principal de Ciudad Guayana que fue retenido un vehículo por cuanto no era conducido por su
propietario y había vencido la autorización de admisión temporal en nuestro país.
Dentro de sus facultades investigativas se ordenó la experticia técnica al vehículo, en la que se
concluyó que tanto los seriales de carrocería como del motor se encuentran en estado original y sin
alteraciones.
Posteriormente se presentó ante esa representación del Ministerio Público el ciudadano (…) quien
solicitó la devolución del vehículo retenido, estando debidamente autorizado por el ciudadano (…)
legítimo propietario del vehículo, a quien se le acordó la entrega, por cuanto en su criterio, aún
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cuando se está en presencia de la presunta comisión del delito de forjamiento de documento
público, la investigación se puede adelantar sin la retención del vehículo, tal como lo indica la
doctrina del Ministerio Público.
El asunto sometido a consulta, versa entonces sobre un vehículo que se encuentra involucrado tanto
en una investigación penal como en una administrativa llevada a cabo por el Seniat, y el organismo
al que le corresponde en último término decidir sobre su entrega a quien se considere su legítimo
propietario.
Es pertinente advertir, como punto previo, lo establecido en la Circular N° DFGR-DGSSJ-DCJ-1-99-20
de fecha 20 de septiembre de 1999, denominada “Del procedimiento para solicitar instrucciones y
elevar consultas”, que estipula:
“…conforme a los lineamientos antes señalados, y en virtud de que la brevedad de los términos
procesales vigentes impiden que las actuaciones de los fiscales del Ministerio Público se sujeten a
consultas previas, las instrucciones impartidas por vía de consulta, no podrán preceder a una
determinada actuación sino que tendrán que referirse a eventuales situaciones, no resueltas por una
acción específica ya realizada pues, en este último supuesto, operarán los controles posteriores
establecidos por el Despacho.”
Dicho esto, se procede entonces a la revisión del asunto sometido a consulta.
En caso que el representante del Ministerio Público tenga conocimiento o presuma, que un
determinado bien vinculado con una averiguación penal, también esté relacionado con una
averiguación administrativa llevada a cabo por alguno de los diversos organismos dependientes del
Estado, es conveniente que se informe con la autoridad competente sobre la condición del bien en
cuestión.
Lo señalado cobra importancia en la medida que un bien mueble puede guardar relación tanto en
una averiguación penal como en una administrativa, toda vez que ambos procedimientos no tienen
carácter excluyente, sino que por el contrario son ramas del ordenamiento jurídico que se
complementan, sin que exista una relación de subordinación o dependencia de la una a la otra.
Por una parte, el Derecho Penal busca garantizar el orden social al proteger los bienes jurídicos tales
como la vida, la propiedad, la integridad personal, entre otros, y por la otra, al Derecho
Administrativo le corresponde regular las relaciones del Estado con los particulares.
Como desarrollo de lo anterior, los fines del Derecho Penal de acuerdo con Ignacio Berdugo Gómez
de la Torre y otros en sus “Lecciones de Derecho Penal. Parte General” son dos:
“El primero se concreta en la pretensión de evitar aquellos comportamientos que supongan una
grave perturbación para el mantenimiento y evolución del orden social al que constitucionalmente se
aspira a llegar. Con ello se trata de disminuir la violencia extrapenal.
El segundo no es otro que la finalidad de garantía, que enlaza directamente con el modelo
personalista de sociedad en el que situamos el contenido del Derecho penal. A través de la
determinación de los ámbitos de utilización del Derecho penal también se están estableciendo las
conductas que quedan fuera del mismo.” (5, 1999).
Igualmente, la Administración Pública posee la potestad de sancionar a los particulares o
administrados que han vulnerado el orden jurídico establecido, y en este sentido Jesús David RojasHernández, en su trabajo “Los principios del procedimiento administrativo sancionador como límites
de la potestad administrativa sancionadora” considera:
“…las violaciones al orden jurídico establecido por parte de los particulares, pueden ser objeto del
ius puniendo, que recae sobre los ilícitos definidos legalmente como penales y, también como
infracciones administrativas.” (32, 2004).
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De las citas en cuestión se desprende que existen diferencias entre la actividad punitiva y la
actividad sancionatoria de la Administración Pública, sobre lo cual Jesús David Rojas Hernández, en
su obra referida menciona:
“Al poder judicial corresponde como tal, en exclusiva, el ejercicio del ius puniendo, entendiendo por
tal el referido a ilícitos definidos legalmente como penales (delitos y faltas). … su ejercicio tiene
lugar mediante condena y se traduce en una pena. Lo que, en efecto, requiere un proceso previo y
la intervención del juez predeterminado por la Ley, requisitos que llevan a la potestad jurisdiccional
y a la función constitucional de juzgar y ejecutar lo juzgado reservada exclusivamente a los
Juzgados y Tribunales justamente determinados por las leyes… A la Administración corresponde
únicamente la potestad de retribución de ilícitos definidos legalmente como infracciones
administrativas… se desprende que dicho ejercicio puede ser realizado directamente por la
Administración…y se traduce en la imposición de sanciones”. (39, 40).
De todo ello, se observa que no existe obstáculo alguno para que puedan seguirse en forma
conjunta tanto un procedimiento penal como uno administrativo, sobre los mismos hechos o sobre
los mismos bienes, toda vez que no se vulnera principio del ne bis in idem, y siguiendo sobre este
particular a Eugenio Raul Zaffaroni, en su obra “Derecho Penal. Parte General”:
“Es posible alegar contra este reclamo de monopolio punitivo por las agencias jurídicas, que podría
violar el principio ne bis in idem. Tratándose de sanciones administrativas (derecho disciplinario
propiamente dicho), no sería válida la objeción, porque no se trataría de dos penas, sino una pena y
una sanción administrativa” (217, 2000).
Por todo lo anteriormente expuesto, establecida la legalidad de la existencia de ambos
procedimientos, debe existir la mutua comunicación y colaboración entre las diversas Instituciones,
tal como lo contempla el artículo 136 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
que pauta:
(...)
Así las cosas, en caso de considerar el representante del Ministerio Público que el bien cuya entrega
se solicita no es imprescindible para la averiguación penal, deberá informar sobre esto a la autoridad
administrativa competente, manifestándole que no existen elementos de convicción que hagan
necesaria su retención en lo que a la investigación penal respecta, quedando entonces a su
disposición exclusiva.
Igualmente, es pertinente que se comunique al peticionario que en lo concerniente a la averiguación
penal procede la entrega del bien, pero al ser el caso que éste también se encuentra involucrado en
una averiguación administrativa se sugiere que acuda ante la autoridad administrativa competente a
informarse sobre la situación del vehículo, y sobre el procedimiento establecido para solicitarlo.
Sin más a que hacer referencia, queda de usted.
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