La psicología humanista. Es una escuela que pone de relieve la

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La psicología humanista. Es una escuela que pone de relieve la experiencia no verbal y los estados
alterados de conciencia como medio de realizar nuestro pleno potencial humano. Surgió como
reacción al conductismo y al psicoanálisis, dos teorías con planteamientos opuestos en muchos
sentidos, pero que predominaban en ese momento; hay que aclarar que contrario al conductismo
(de pensamiento reduccionista y limitado) el psicoanálisis se fundamenta en la filosofía humanista
y desde siempre ha pretendido que la persona sea responsable de sí misma y de su devenir, por
tanto ésta última ha dado muchos aportes al desarrollo de la psicología humanista que hoy se
conoce. Pretende la consideración global de la persona y la acentuación en sus aspectos
existenciales (la libertad, el conocimiento, la responsabilidad, la historicidad), criticando a una
psicología que, hasta entonces, se había inscrito exclusivamente como una ciencia natural,
intentando reducir al ser humano a variables cuantificables (conductismo), o que, en el caso del
psicoanálisis, se había centrado en los aspectos negativos y patológicos de las personas (la
enfermedad humana). Por esto, uno de los teóricos humanistas más importantes de la época,
Abraham Maslow, quien incursionó en el psicoanálisis, denominó a este movimiento La Tercera
Fuerza, para mostrar lo que se proponía con esta corriente: integrar las formas (aparentemente
opuestas) en que se expresaba el quehacer psicológico de la época (conductismo y psicoanálisis).
Antecedentes
El pensamiento que influyó en el surgimiento de esta corriente es muy amplio y podría resumirse
como el que generaron todos aquellos que se han resistido a reducir a la psicología y el estudio de
los seres humanos a una mera ciencia natural. Sin embargo, se pueden sistematizar sus influencias
en varios grupos principales:
En cuanto a la crítica al mecanicismo y reduccionismo de la psicología en tanto ciencia natural, y su
propuesta de poner énfasis en la intencionalidad del ser humano como individuo total, se puede
citar a Franz Brentano y su concepto de intencionalidad, a Oswald Külpe con su
antielementarismo, a Wilhelm Dilthey y a William James con su estudio sobre la conciencia y la
introspección.
En el aporte de figuras disidentes de la ortodoxia freudiana se pueden contar como influencias a
Erich Fromm con su foco en la búsqueda existencial de los seres humanos, a Karen Horney, a Erik
Erikson con su concepción sociocultural del desarrollo humano, a Fritz Perls y el desarrollo de la
Terapia Gestalt, a Carl Gustav Jung con su estudio de la espiritualidad humana y su lucha por
autodesarrollarse, a Alfred Adler, a Wilhelm Reich con su reivindicación del cuerpo en la
psicoterapia, a Eric Berne con su contribución sobre los juegos psicológicos y el guión psicológico,
y a Viktor Frankl, con la creación de la Logoterapia y la búsqueda del sentido de la existencia que
ésta propone.
Las teorías de la personalidad que emergieron en esos momentos y que intentaron mostrar al ser
humano más en función de sus motivaciones y necesidades que en función de sus patologías o
determinaciones, como las de Gordon Allport y Henry Murray.
Planteamientos fundamentales
Dentro de ésta corriente los enfoques teóricos y terapéuticos son tan diversos que no es posible
plantear un modelo teórico único. Lo que sí se puede extrapolar de estas diversas teorías y
enfoques es una serie de principios y énfasis (Kalawski, citado por Bagladi):
Énfasis en lo único y personal de la naturaleza humana: el ser humano es considerado único e
irrepetible. Tenemos la tarea de desarrollar eso único y especial que somos, así, ámbitos como el
juego y la creatividad son considerados fundamentales.
Confianza en la naturaleza y búsqueda de lo natural: el ser humano es de naturaleza
intrínsecamente buena y con tendencia innata a la autorrealización. La naturaleza, de la que este
ser humano forma parte, expresa una sabiduría mayor. Por lo tanto, como seres humanos
debemos confiar en la forma en que las cosas ocurren, evitando controlarnos o controlar nuestro
entorno.
Concepto de conciencia ampliado: la conciencia que tenemos de nosotros mismos y la forma en
que nos identificamos con nuestro yo o ego, es uno de los varios estados y niveles de conciencia a
los que podemos llegar, pero no es el único.
Trascendencia del Ego y direccionamiento hacia la Totalidad que somos: la tendencia en el curso
de nuestra autorrealización es ir alcanzando cada vez niveles de conciencia más evolucionados,
que se caracterizan por ser cada vez más integradores (de partes de nosotros mismos y de nuestra
relación con el resto, y con la totalidad. Véase también Psicología transpersonal).
Superación de la escisión mente/cuerpo: la psicología humanista parte desde un reconocimiento
del cuerpo como una fuente válida de mensajes acerca de lo que somos, hacemos y sentimos, así
como medio de expresión de nuestras intenciones y pensamientos. Funcionamos como un
organismo total, en que mente y cuerpo son distinciones hechas sólo para facilitar la comprensión
teórica.
Reequilibrio entre polaridades y revalorización de lo emocional: la cultura occidental ha tendido a
valorar lo racional sobre lo emocional, la acción frente a la contemplación, etc.
Esto produce un desequilibrio en nuestro organismo, ya que desconoce aspectos valiosos de
nosotros mismos o los subestima, relegándolos al control de otros. El cultivo de lo emocional, lo
intuitivo, lo contemplativo, por parte de la psicología humanista, es un intento por restablecer ese
equilibrio.
Valoración de una comunicación que implique el reconocimiento del otro en cuanto tal: dejar de
reconocer a los demás como objetos, o medios para alcanzar nuestros propósitos personales, es
uno de los énfasis principales de esta corriente. Esta forma restringida de relacionarse con los
demás se transforma en una barrera comunicacional entre los seres humanos, ya que nos
concentramos en sólo una parte del otro (la que nos es útil, por ejemplo), y dejamos de verlo
como un ser total, impidiendo una comunicación plena.
Críticas
El principal cuestionamiento que se le ha hecho a las aproximaciones psicológicas de esta
corriente es su falta de rigor teórico. Esto motivado principalmente por la crítica a los modelos
académicos de adquisición del conocimiento, las psicologías humanistas privilegiaron la
experiencia directa, el aprendizaje vivencial, en sus centros de formación.
La crítica que la Psicología humanista hizo a la psicología de la época, en cuanto a un centramiento
excesivo en la naturaleza racional humana, redundó, a la larga, en el desarrollo escaso de teoría o
teorías muy vagamente fundamentadas.
Actualmente existe conciencia de esta crítica por parte de los psicólogos que se consideran
humanistas, por lo que muchos han iniciado un proceso de búsqueda de fundamentos teóricos
más profundos, principalmente epistemológicos, a su labor.
Aplicación a problemas psicológicos
La Teoría Humanista se diferencia de las otras perspectivas por el hecho de utilizar, como método,
a la introspección como revisión interna; el método experimental y el fenomenológico por medio
de terapia. Pasa a ser una teoría preocupada de la persona como un ser individual destacando lo
positivo de este. Otra de sus cualidades, por la mayoría de las otras escuelas criticada, es la de
carencia de un método de científico junto con la concentración, en la realización de sus estudios,
de tan solo personas sobresalientes y no promedio. Esto es debido a que buscan la autoactualización de las personas es decir el desarrollo de sus potencialidades. Otras escuelas, tales
como el Conductismo, utiliza el método científico para la experimentación de personas sin
trastornos mentales. Ésta postula que las acciones de las personas son la representación de lo que
tienen en el interior, basándose en la teoría de la conducta aprendida. La perspectiva Psicoanalista
se canaliza hacia el método de observación clínica para así analizar el comportamiento de
personas enfermas. Ésta no utiliza la experimentación, tan solo la interpretación de la Psiquis. Y la
escuela Cognitiva se concentra en el método de experimentación clínica con la cual investigan el
pensamiento infantil. Esto a través de estímulos empleados para analizar el comportamiento
según edades.
La efectividad de la perspectiva humanista se ve limitada con respecto a algunos problemas
psicológicos debido a al misma estructuración de la teoría. Un ejemplo claro de esta limitación es
el hecho de no trabaja con pacientes afectados gravemente, o, en otras palabras, que tengan
trastornos que impidan el desarrollo de sus atributos naturales. Mas bien funciona con personas
inteligentes, bien educadas o "relativamente normales" debido a que el terapeuta necesita
proyectar una fuerte creencia en la capacidad del cliente, para que este pueda, eventualmente,
enfrentar la vida, madurar, y realizar su potencial. Es decir que no se puede aplicar en la Psicología
Anormal. La Psicología Humanista a través de la ambigüedad de su metodología a formado un
criterio de compresión subjetiva a aplicarse al cliente. Esta estrategia de teoría humanista ah sido
criticada por la mayoría de las escuelas, fundamentada en el método de trabajo basado en la
predicción y control, intuición y empatía más que la comprensión objetiva. Esta metodología sirve
para las condiciones tanto sociales, educacionales y laborales. Para esto también se les adhiere la
individualización del trato de las personas, como seres con posibilidades de auto-actualización.
Evaluación crítica de la perspectiva
Los supuestos básicos de la Psicología Humanista son criticados por el hecho que los datos de las
pequeñas y distorsionadas muestras no son confiables estadísticamente. Esto se debe a la extrema
subjetividad de esta teoría, es decir que esta basada en intuiciones, predicciones, y no bajo un
método científico.
En comparación, con otras perspectivas que estudian los comportamientos psicológicos, como el
psicoanálisis, la psicología humanista no da cuenta de estas alteraciones mentales ya que se
preocupa exclusivamente de aquellos individuos sanos, creativos, tranquilos y sin problemas
neurológicos.
La teoría Humanista sin duda alguna a aportado notablemente dentro del campo de la Psicología
debido a que ah demostrado en muchos casos que no se necesita ningún método científico para
poder llegar a solucionar los problemas de las personas. Tan solo se necesita ver a la persona
desde un punto de vista del cual se pueda apreciarla desde el interior, es decir la individualización
del trato con las personas y su posibilidad de auto-actualización.
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