Génesis de los Conceptos Freudianos –Paul Bercherie 760 Objetivo

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Génesis de los Conceptos Freudianos –Paul Bercherie 760
Objetivo: Identificar los principales hitos que configuraron el surgimiento de la psicología patológica.
Histeria, hipnosis, sugestión y psicología patológica.
Charcot
Freud
Cuando Freud llego a Paris a recibir enseñanza de Charcot en el campo de la histeria, este no era un
espíritu libre de orientación doctrinaria, ya venía con un bagaje de conocimientos, tenía una formación
previa.
Sin embargo Charcot causo en Freud una impresión inmensa.
Utilizan el Método clínico. Cabe destacar que el método clínico alemán y el francés (charcot) no eran
iguales. El método clínico Francés centra su interés en lo mórbido, lo cual resulta extraño al método clínico
alemán los cuales realizan una lectura más fisiológica y la interrelación con los síntomas.
El punto de vista de Charcot era más bien fisiológico, razón por la cual la entrada de Freud resulto
novedosa. (por la interpretación que realiza de los síntomas y de los cuadros de histeria) Luego se apartó
de la enseñanza de Charcot y hasta se opuso, considero el enfoque nosografico de la escuela de La
Salpetriere inadecuado para un tema de orden puramente psicológico. Muy impregnados por la
concepción psiquiátrica de la histeria, los clínicos alemanes parecían abandonar “toda inclinación” a
ocuparse del paciente cuando se formulaba un diagnóstico de histeria. Así Freud estaba persuadido de
que la histeria, antes de Charcot, había sido estudiada poco y de mala gana.
Freud hace una diferenciación entre la parálisis orgánica (trastornos tróficos y degeneración eléctrica de
los músculos afectados) y la parálisis histérica (delimitación exacta e intensidad excesiva). La parálisis
orgánica (cerebral) puede verse en detalle clínico y puede encontrar su explicación en la estructura
cerebral, podemos deducir la construcción del cerebro a partir de una zona afectada, según el área
afectada, se deduce la función que se verá afectada. En cuanto a la histeria, se comporta en sus parálisis y
otras manifestaciones como si la anatomía no existiera, o como si la ignorara absolutamente. No se puede
ver un correlato entre fisiología, anatomía y el síntoma histérico. El síntoma histérico es solo un trastorno
psíquico, “una lesión” de la representación de las funciones y los órganos.
Para Freud la histeria es una neurosis en el más estricto sentido del término, en esta enfermedad no
puede descubrirse ningún cambio perceptible en el sistema nervioso, ni puede observarse ningún cambio
anatómico que revele tales cambios. La fidelidad a la pura clínica francesa de Charcot para Freud ofrecía
una solución provisional, mientras no pudiera remplazarse por la interpretación fisiológica alemana.
Freud comenzó a bosquejar rasgos generales de esta interpretación “trastornos psíquicos que se pudieran
observar”. Trastornos en la circulación y asociación de las ideas, de inhibición de la actividad voluntaria, de
exageración o supresión de emociones ,etc. Lo cual puede resumirse como “perturbaciones en la
distribución normal en el sistema nervioso de las cantidades estables de excitación”. Los cambios
psíquicos que fundamentan el estado histérico tienen lugar en la esfera de la actividad cerebral
inconsciente y automática; los pacientes histéricos trabajan con un excedente de excitación en el sistema
nervioso. Freud considera por lo tanto que los síntomas histéricos son la expresión del desplazamiento, en
el interior de la esfera psíquica pero en el nivel de esos automatismos cerebrales, de excitación.
La histeria es lo contrario a la neurastenia. La neurastenia es un estado de debilidad, una disminución de la
cantidad de energía nerviosa disponible.
A partir de 1890 Freud comenzó a señalar las debilidades del tratamiento sugestivo y a expresar una cierta
decepción, un tratamiento hipnótico único no cambiara en nada los desórdenes severos de origen mental.
Si el tratamiento se prolonga se produce fatiga tanto en el paciente como en el medico, corre riesgo de ser
monótono y no todas las personas pueden ser hipnotizadas.
La explicación que le da al síntoma histérico, son las ideas laboriosamente reprimidas, el sujeto se
convierte en víctima del agotamiento histérico, el estado histérico es producido por esta represión.
Al término de este primer periodo de investigación freudiana, hemos visto construirse la originalidad de
Ribot
Janet
Freud
una perspectiva que todavía esta fundamentalmente inscripta en la posterioridad de Charcot, codo a codo
con Janet. Ambas corrientes en ese momento tan próximas, se encuentran separadas por matices, pero
ellos, en tanto centran el trabajo de Freud en torno al síntoma y en consecuencia de la catarsis, bastan
para orientarlo en una dirección en la que va a encontrar el primer objeto verdaderamente propio: la
represión. (Al observar el síntoma histérico se le ocurrió el concepto de represión).
La teoría de Freud se opuso a la teoría localizadora, adujo que no se podía confundir el registro anatomofisiológico con el registro psicológico; un elemento psíquico, por simple que fuere, no podía en
consecuencia estar localizado en un punto del cerebro.
Psicología Patológica.
Consideraba los síntomas histéricos como proliferaciones, “algo de sobra” y en adelante iba a tratar de
penetrar cada vez más en el origen de ese exceso hasta localizar su fuente en la sexualidad y elaborar la
teoría de la libido. Janet era sensible al hecho de que el síntoma emanaba de una actividad inconsciente, a
lo que denomino fractura mental, eso era lo que le preocupaba y en esa dirección busco. Lejos de
parecerle lo contrario a una neurastenia, consideraba a la histeria como una modalidad más de las
“astenias psíquicas”, y en ese punto reside en notable valor de su obra.
Berheim
Cuando Freud regresa a Paris y abre su consultorio como neurólogo y comienza a practicar la hipnosis
terapéutica. (1888-1891). A fines de 1889 decide visitar a Breheim en Nancy. Una vez más Freud adopto
una posición más ambigua entre la Salpetriere y Nancy. El Dr. Berheim sostienen que todos los problemas
hipnóticos tienen el mismo origen: emanan de una sugestión, una idea consciente, que ha sido introducida
en el cerebro de la persona hipnotizada mediante una influencia externa y aceptada por ella como si se le
hubiera aparecido espontáneamente. Según esta óptica, todas las manifestaciones hipnóticas serian
efectos de la sugestión. Otra postura sostiene que el hipnotismo se basa en modificaciones fisiológicas.
En 1893 Freud denuncio el enfoque nosografico de la escuela de la Salpetriere. Todo lo que había
sostenido acerca de Charcot pareció vacilar. Todo se derrumbó en la estima de los contemporáneos de
Charcot cuando Bernheim construyo la teoría del hipnotismo sobre una base psicológica más amplia e hizo
de la sugestion el punto central de la hipnosis.
Breuer
En 1892, Breuer y Freud publican en “Comunicación preliminar” las principales premisas de la
histeria:
1. El histérico sufre sobre todo de reminiscencias: los síntomas remiten a recuerdos por expresión
directa, parcial, simbólica, desplazada. Inconscientes o solo parcialmente conscientes esos
acontecimientos de fuerte carga afectiva (traumatismos psíquicos) actúan entonces, no simplemente
como “agente provocadores” (charcot) sino como causas patógenas permanentes, como verdaderos
“cuerpos extraños internos”.
2. En la histeria las representaciones que han pasado a ser patógenas se mantienen con todo su
frescor y siempre cargadas emocionalmente, porque el debilitamiento normal les está vedado debido
a su carácter inconsciente. Dos grupos de causas engendran esas representaciones inconscientes
patógenas; en primer lugar, las situaciones en los que el sujeto no pudo o no quiso reaccionar:
imposibilidad intrínseca de reacción, represión de la reacción por causas sociales, represión
intencional fuera de la consciencia del conjunto del contenido representativo traumático. Estados de
anonadamiento, obnubilación psíquica que paraliza toda posibilidad de reacción: efectos paralizantes.
Las dos series de causa pueden ser complementarias o combinarse.
3. La disociación de la consciencia existe rudimentariamente en todas las histerias, esa disociación
indica una predisposición innata, un trauma grave o una represión difícil (histeria adquirida)
4. Los estados de histeria aguda representan una invasión de la consciencia disociada, hipnoide que
“se hace dueña” de la inervación corporal del enfermo y gobierna toda existencia de este.
5. El procedimiento catártico suprime los efectos de la representación patógena al reestablecer
gracias a la hipnosis sus lazos con la conciencia, “permitiendo que el afecto ahogado se derrame
verbalmente” y padezca del desgaste o debilitamiento normal. Pero ese procedimiento sintomático no
actúa sobre los estados agudos ni sobre la predisposición: “aún queda por descubrir la causa interna
de la histeria”
Janet Calificara a la comunicación preliminar como “el trabajo más importante que haya venido a
confirmar nuestros antiguos estudios”, en tanto que Freud y Breuer citan un trabajo de Janet “Historia
de una curación obtenida, donde una jovencita histeria recibía un procedimiento análogo al de Freud
y Breuer.
¿De dónde vino la idea del procedimiento catártico? La Talking cure provino de Anna O. Un gran
número de fenómenos histéricos reposa en las representaciones. Pero ese mismo fenómeno de la
acción patógena de ciertas representaciones solo se comprende en el interior del estado psíquico
particular que lo engendra y caracteriza la histeria.
Breuer propone la idea de un “aparato nervioso cerebral” cuyo modelo lo toma del funcionamiento de
una instalación eléctrica.
La tensión tónica, excitación nerviosa intracerebral, debe permanecer en un cierto nivel constante
para asegurar un funcionamiento normal: en el punto óptimo, todas las vías asociativas están
permeabilizadas, todas las asociaciones abiertas y el juego de las actividades mentales se desarrolla
sin defectos. Más allá de cierto umbral, la disminución de la tensión tónica entraña una sensación de
fatiga y un mal funcionamiento, incluso una supresión (sueño) de los lazos asociativos: en el caso del
sueño, la recuperación por el reposo de las reservas energéticas permiten a continuación una
recomposición del tono y de la actividad fisiológica. A la inversa, un aumento excesivo de energía
tónica, provoca una sensación de displacer, de tensión, de sobre excitación nerviosa y una propensión
a la descarga a través de una actividad motriz o de una expresión emotiva adecuadas. El aparato
tiende así a mantener constante mediante esos mecanismos (sueño, descarga) la cantidad total de
energía que encierra. (Breuer remite aquí al principio de constancia de Freud).
El trauma consiste en una situación en la que existe la imposibilidad de descargar una cantidad
importante de energía. Entonces se crea un reflejo psíquico anormal, forma primaria de la histeria. La
excitación cerebral anormalmente elevada “funde” una de las “resistencias eléctricas” del aparato y se
desencadena así la periferia con la forma de una manifestación anormal, desviada de afecto. El “corto
circuito” hace al mismo tiempo desaparecer la cantidad, y por lo tanto, la sensación, central
(consciente). La Consciencia ya no será informada esta es la primera razón del carácter inconsciente
de los traumatismos psíquicos, o por lo menos de su afecto.
Así se explica la constitución del síntoma histérico; en cuanto a su perpetuación, ella necesita la
constitución de un grupo psíquico aislado del resto de las asociaciones mentales, es decir una
disociación psíquica. Para Breuer, ese estado delas cosas solo puede tener una causa: la existencia
previa de estados hipnoides. A título de segunda alternativa etiológica menciona la hipótesis
freudiana de la defensa (represión) pero enseguida anula su alcance: “Las observaciones y los análisis
de Freud demuestran que la disociación del psiquismo puede también ser provocada por una
defensa…sin embargo ello solo se lo podemos atribuir a ciertas persona con una constitución psíquica
en particular. No podría decir cuál es la naturaleza de esa constitución psíquica en particular”.
Breuer buscara una predisposición constitucional particular como causa última de la histeria: la
tendencia hipnoidia y la debilidad de las resistencias cerebrales intersistemicas.
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