Anestesia para un Procedimiento Quirúrgico infantil

Anestesia para un Procedimiento Quirúrgico Infantil
¿Qué es la anestesia?
La anestesia es un procedimiento médico que hace que las personas se
sientan bien durante una intervención médica. Esta puede:
adormecer un área pequeña, como una rodilla; adormecer una región completa
del cuerpo,como las piernas desde la cintura hacia abajo; o provocar un sueño
profundo, como en el caso de la anestesia general.
En el caso de los niños, la anestesia suele ser anestesia general, para que
no sientan dolor y no recuerden el procedimiento.
Equipo a cargo de la anestesia
El equipo a cargo de la anestesia lo encabeza el anestesista, que en
conjunto con otras personas, velarán por la seguridad de su hijo(a) durante el
procedimiento.
El anestesista planificará que tipo de anestesia a usar dependiendo de la
condición médica de su hijo(a), la edad, y la cirugía a realizar, le administrará la
anestesia, lo acompañará durante el procedimiento observando que no existan
problemas y no presente dolor, y velará por que tenga el mejor despertar
posible.
Preparación
Los padres son fundamentales en los cuidados de salud de sus hijos y en
el caso de una cirugía, cumplen un rol muy importante.
Preparando a su hija
Comienza la preparación de su hijo(a) informándose usted mismo todo lo
posible sobre los procedimientos médicos que el o ella vivirá. Para esto
converse con su cirujano pediatra y eventualmente con el anestesista sobre el
procedimieto. En el caso de los anestesistas, esto se llama “evaluación
preanestésica” y no se realiza de rutina, excepto cuando existe una condición de
salud que lo amerite.
Luego converse con su hijo(a) lo que sucederá, pero tenga algunos
cuidados.
1. Sea honesto. Explíquele que va a ir al hospital y porqué.
2. Elija palabras claras, sencillas y que no lo asusten.
3. Muestre confianza y no transfiera sus temores. Sea fuerte por él o ella.
Antes del procedimiento
Es responsabilidad de los padres informar al equipo de salud sobre
correctamente sobre el estado general de salud y de los antecedentes médicos
de su hijo(a). Haga una lista que incluya:
1. Las enfermedades que tiene.
2. Los medicamentos que toma y cuanto. Esto incluye medicamentos recetados
o automedicados, vitaminas y sustancias de medicina natural.
3. Las reacciones alérgicas que ha presentado (a medicamentos, alimentos, o
materiales como el látex).
4. Si ha tenido alguna cirugía o procedimiento que haya requerido anestesia
incluyendo los dentales.
5. Si alguien en la familia ha tenido alguna reacción adversa a la anestesia.
6. Si está resfriado(a) o está convaleciente o si ha estado en contacto con
alguien enfermo (como varicela).
7. Si fuma, consume alcohol o drogas, especialmente en adolescentes.
8. Si alguien en la casa fuma.
Sobre las comidas y las bebidas
Su hijo(a) debe tener el estómago VACÍO para la cirugía, es decir, debe
estar en ayunas. Si tiene comida en el estómago y vomita durante el
procedimiento, puede ser muy peligroso.
El tiempo de ayuno depende de la edad del paciente, la cirugía y las
caracteristicas del alimento, pero en términos generales, si el procedimiento está
programado para la mañana, su hijo(a) NO debe consumir ningún alimento
sólido ni productos lácteos después de la medianoche del día anterior.
El día del procedimiento
El tutor legal o padre del menor debe estar ahí para firmar el
consentimiento informado, el cual certifica en terminos generales que éste
conoce lo que le van a realizar al menor, los riesgos que esto implica y está de
acuerdo con ello. Sin éste papel firmado, el procedimiento no podrá llevarse a
cabo.
Medicamentos para relajar a su hija
En el área preoperatoria puede que le administren a su hijo(a) un
medicamento para que se relaje, especialmente si está muy nervioso o
angustiado por el procedimiento o por el hecho que lo separen de los padres.
Este medicamento suele ser líquido y se administra por vía oral o nasal. En
niños mayores puede usarle la vía intravenosa o pastillas.
Anestesia general
La anestesia general logra que los niños duerman durante toda la cirugía y
no sientan dolor. Comienza la anestesia conectando monitores de frecuencia
cardíaca, presion arterial y oximetro de pulso al paciente. Luego se le administra
un medicamento para hacerlos dormir. En los niños pequeños suele ser un gas
anestésico que se administra a través de una máscara que le cubre la nariz y la
boca. Al entrar en sueño pueden agitarse un poco, esto es normal. En los niños
mayores suele usarse la vía intravenosa.
Una vez que el paciente está dormido se debe colocar una vía intravenosa
en el brazo para recibir más anestesia y otros líquidos. Puede que luego le
introduzcan un tubo endotraqueal que es una sonda flexible que se coloca en el
fondo de la garganta hasta la tráquea, para ayudarla a respirar a través de una
máquina de anestesia. Su hijo(a) ya estará dormido y no sentirá nada. Pero
cuando se despierte, quizás tenga un poco de dolor de garganta.
Una vez que todo esté listo, puede empezar el procedimiento. Y durante el
procedimiento, el equipo a cargo de la anestesia vigilará de cerca a su hijo(a)
para cerciorarse de que se sienta bien y no corra riesgos.
Local y regional
En los niños frecuentemente se complementa la anestesia general con
anestesia local o regional. Dependiendo de la cirugía puede administrarse
anestésicos locales en la herida operatoria o puede usarse anestesia regional
para bloquear la sensibilidad de un área más grande como un brazo o ambas
ambas piernas. Generalmente en los niños, éste tipo de anestesia se administra
después de que se quedan dormidos con la anestesia general. Algunos tipos de
anestesia locoregional que se usan en pacientes pediátricos son:
Anestesia Epidural: estando de costado se coloca una aguja en el espacio
epidural y luego se deja un cateter, es decir, una sonda muy finita que sale de la
espalda, la cual permite colocar nuevas dosis de anestesia sin tener que
introducir una nueva aguja en la espalda.
Anestesia Caudal: se administra anestesia a través de una aguja en el espacio
epidural, pero esta vez un poco más abajo en la espalda, al final de la línea
interglútea. La mayoría de la veces una dosis es suficiente, por lo que no se
necesita dejar ningún cateter.
Anestesia Espinal: la anestesia se coloca a través de la espalda en el espacio
que rodea la médula espinal, en vez del espacio epidural. Esto permite
adormecer las extremidades inferiores desde la cintura hacia abajo.
Riesgos:
Los riesgos que se describen se refieren a la anestesia. Existen riesgos
muy infrecuentes que tampoco se discutirán en este texto. Pregunte a su
cirujano pediatra por los riesgos del procedimiento quirúrgico propiamente tal.
1. Existe riesgo de lesionar la boca, la nariz, los dientes, la garganta o las
cuerdas vocales de su hijo(a), especialmente si se debe usar alguna
sonda en la garganta para hacerlo respirar. Aumenta el riesgo si existe
dificultad en ver claramente la garganta, como en el caso de mandíbula
o boca pequeña, dientes grandes, infección en boca o garganta o
sobrepeso. La lesion de cuerdas vocales pasa desapercibida hasta que
despierte el paciente, presentándose voz ronca o auscencia de voz.
Esto generalmente es transitorio.
2. Después del procedimiento, existe riesgo de infección pulmonar (como
neumonía) o de otros problemas respiratorios. Esto es porque los
pacientes pueden expandir menos los pulmones con la anetesia. En el
caso que esto le pase a su hijo(a) se le puede ayudar con kinesioterapia
y un espirómetro de incentivo, que le ayuda a respirar profundo y
expandir los pulmones de mejor manera. Esto sucede con mayor
frecuencia en pacientes con infecciones respiratorias previas como
resfrios, en el caso de pacientes con asma, fumadores o hijo de
fumadores. Cuando se está frente a una infección pulmonar
generalmente esta se trata con antibioticos. Si se utiliza un tubo
endotraqueal existe la posibilidad de croup postextubación, es decir,
que se inflame el revestimiento de la tráquea, provocando dificultades
para respirar. La mayoría de las veces, esto es temporal y se puede
tratar con medicamentos. Excepcionalmente requiere que se vuelva a
colocar el tubo endotraqueal hasta que se desinflame la traquea.
3. Existe riesgo de laringoespasmo, es decir, que las cuerdas vocales se
cierren durante la anestesia o después de ésta, provocando problemas
para respirar. Esto se trata administrando oxígeno y a veces relajantes
musculares.
4. Existe riesgo de reacciones adversas o alérgicas a la anestesia, o a
los medicamentos utilizados. En casos muy excepcionales, una
reacción puede poner en peligro la vida. Una reacción alérgica
ocurre cuando el organismo intenta librarse de algo que no tolera. Y la
respuesta del organismo puede ser grave. Entre los signos de una
reacción alérgica se encuentran erupción, urticaria, mareos, vómitos,
hinchazón o dificultad para respirar. Usted debe saber que el equipo a
cargo de la atención de su hija está capacitado y preparado para tratar
reacciones alérgicas. Pero en casos muy excepcionales, la persona
puede morir. Si su hija ha tenido alguna vez una reacción alérgica, o es
alérgica a algún medicamento, alimento o material (como el látex),
informe a sus médicos. Y avíseles si su hija, o algún familiar, han tenido
alguna vez reacciones graves a la anestesia.
Cuando se usa anestesia regional como la epidural, caudal o un bloqueo
espinal, existe riesgo de que su hija presente "cefalea raquídea" después
del procedimiento. Cada vez que se utiliza anestesia epidural, caudal o un
bloqueo espinal, existe un riesgo bajo de que un poco de líquido cefalorraquídeo
se filtre lentamente y esto puede provocar dolores de cabeza. Para administrar
un bloqueo espinal, es necesario hacer un orificio pequeño en el saco que
contiene al líquido cefalorraquídeo, de modo que el medicamento pueda llegar
hasta los nervios. Por el contrario, con las epidurales y las caudales no se
perfora este saco. Sin embargo, aún en manos experimentadas, puede
perforarse el saco por accidente al introducir la aguja. La mayoría de las veces,
la filtración se sella sola o con tratamiento médico. Los dolores de cabeza suelen
desaparecer en unos días o una semana. Pero en casos excepcionales, los
dolores de cabeza pueden durar varias semanas o meses.
Existe un riesgo muy bajo de que su hija esté consciente de lo que ocurre
a su alrededor mientras se encuentra bajo los efectos de la anestesia
general. O que recuerde después algo sobre el procedimiento. Algunas
personas han expresado que tienen un vago recuerdo de haber estado en la
sala de operaciones, escuchado voces o incluso sentido dolor mientras se
encontraban bajo los efectos de la anestesia general. A esto se le llama
conciencia durante la
anestesia. Si bien la idea de que esto ocurra es desde luego alarmante, es
sumamente
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anestesia. Si bien la idea de que esto ocurra es desde luego alarmante, es
sumamente raro que se presente conciencia durante la anestesia. El equipo a
cargo de la anestesia está entrenado para vigilar de cerca a su hija y cerciorarse
de que esté dormida por completo. Si en algún momento ella empieza a mostrar
signos de conciencia, el equipo a cargo de la anestesia tomará medidas de
inmediato para asegurarse de que continúe profundamente dormida.
Después del procedimiento
En la sala de recuperación
Después del procedimiento, su hija se despertará en la sala de recuperación.
Mientras lo hace, las enfermeras la vigilarán de cerca a medida que pasa el
efecto de la anestesia.
Despertar
Cada niño se despierta de la anestesia en forma diferente. Algunos vuelven a la
normalidad con rapidez, mientras que otros se despiertan con más lentitud. Esto
suele depender de la edad del niño y de la cantidad de anestesia utilizada.
Al despertarse, algunos niños pueden parecer desorientados, enojados o
asustados. Esto no ocurre siempre, pero es bastante común. De modo que si
esto sucede, NO significa que algo haya resultado mal. De hecho, aunque
quizás ella tenga los ojos abiertos, no está totalmente despierta y es probable
que no recuerde nada del procedimiento.
Si tiene alguna pregunta al respecto, consulte con el anestesiólogo de su hija.
Efectos secundarios comunes
La anestesia tiene algunos efectos secundarios comunes en las personas de
todas las edades. Y estos incluyen:
Náuseas o malestar estomacal Vómitos Dolor de garganta Temblores o
escalofríos Mareos
Si su hija experimenta alguno de estos síntomas, las enfermeras harán todo lo
posible por que se sienta bien. Si considera que su hija no está bien, no vacile
en informar a las enfermeras.
Control del dolor al final
El equipo a cargo de la atención de su hija hará por supuesto todo lo que esté a
su
alcance para cerciorarse de que no experimente ningún dolor. Si le realizaran un
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alcance para cerciorarse de que no experimente ningún dolor. Si le realizaran un
procedimiento más complicado, podría recibir medicamentos a través de la vía
intravenosa. O podría recibirlos por la epidural (si le colocaron una). También es
posible que tenga un botón conectado a una bomba de analgesia, para poder
recibir medicamentos según sea necesario.
Consejo de seguridad sobre la bomba de analgesia
Usted NO debe presionar este botón por su hija. A veces, los padres asumen
que sus hijos tienen dolor cuando no es así y presionan el botón por ellos con
mucha frecuencia. Por lo tanto, deje que sea el equipo a cargo de la atención de
su hija quien decida cuánto analgésico necesita y con qué frecuencia.
No desarrollará adicción al analgésico
Su hija NO desarrollará adicción a ningún analgésico utilizado después del
procedimiento. La cantidad de medicamento que se utiliza está muy controlada y
ella no lo necesitará por mucho tiempo.
Espirómetro incentivador
Es común que los niños necesiten alguna ayuda para despejar los pulmones
después de la anestesia. Para contribuir a esto, es posible que a su hija se le
pida utilizar un aparato llamado espirómetro incentivador. Este parece una
especie de juguete de plástico pequeño. A medida que ella inhala, una pequeña
pelota sube para mostrarle qué tan profundo está respirando. Respirar profundo
contribuye a despejar los pulmones y evitar las infecciones pulmonares (como la
neumonía).
De regreso a casa
El anestesiólogo decidirá cuándo pueden salir del hospital su hija y usted. Y el
médico determinará qué medicamento debe tomar en casa. Por lo tanto,
asegúrese de entender las instrucciones del médico sobre cuáles medicamentos
está permitido tomar y cuándo debe hacerlo.
Si su hija tiene algún problema después de regresar a casa, llame al médico.
Llame de inmediato si tiene:
Fiebre de 101° F (38.3 °C) o más alta Dolor que NO mejora con medicamentos
Dificultad para respirar o dolor en el pecho No puede tomar líquidos Tiene
malestar estomacal o muchos vómitos