y MrrUiuioU.-iMrff. . . métlk ni « * , «1 l ü , . ^ «KMÍa t u «ualoiiaa, «1 . trábala, Iweatt «la obra taa aaata atm» Dmde la India katta lAF^mals «I w M Tfl más qaa xma lualiu innMBik 4M debía reg-lraa por laa tora* «l3 Msor. Mortales, iodos Boli hanaasoa.— , talad» 4Uai4iat«swr«*0MlaM» TnA'áíáTfitri'Kttíifarel n^l. íítóíl*:" Uisuüe* j&tU^-~)^<*'a<u(r«. , ^, . ; ¡. Todcá leí» IiomTjre» «on Igaalai. ^o tKf •o%tH iAlfareDeia «n 0Uo« que IM Mn el Wen por si Mea. Ho S M U M lamas la hamanldad eeíao nn lüaiple «atdlo... Respétala como an fln.—AML m hombre debe raalliar balo Dloa la ansonla de la Natorsleta y et Bsplrlta sn forma de voluntad racional y por ai yuro bles.—JTrMMN. <}«• la Verdad ostente todo* sos e.» ylendorea en la Uerras que se desaloKtea tos tavi^os y caigan heelio* p«* Vo los trona¿ y se soterrem bajo el Añ* to los adoradores del velloelno de ws si as Interponen en sn eamloo. IFIM, ^ ^ á la Tardad dlTln»l-JB t^X ikáuwis, Jo* onoi i loa OUM.—S«d MvfietM fono noMtro Padro qa« ««u •m lo« tMo^.-^Mtú*. Jjí fátiM no coaslatt «n 'mWer u rartro ttioi«,LaTant« 6 al Ponlwt*. nadoflo M «1 ^v« M^rra ( loa htiirfaiL •bcarva la orMlon, dá Uaioa&a, a* M>' •laata an la adversidad. Kl qna •« JniM' y taiaa i DIM CUUMBU y nlvarleoTll» xíío ni vutaiM-<—MaddAí trUt^i S «tas. Prevlnctas, Ide», MOld. Srtrtitltro, Uto, la id. Ultramar, jj— <iAij .«^.....«..^.urx*....^.^.. , , dé Ídem,»id.-;jR«mis«> láen»lM*rt«ate, ,„ 10 cents, u. I4emlA>;filnw#ir35-l<t. A ios vendedoras, rs.la«a&o. ITiSP^selftM jtor trlmestiw adS Untados, sa letras 6 Mllot. r i Lsrodaeolon darioaentadetodaoUfade qne I ' nolba dos ejemplares. ModemelTe lee manas- | crltos. No responde de los artlcxüos armados. Mo admite anuncios de pago. Administración: calle de la Uadera, numero Bl, piso seirnndo. Í MADRIB Sábado 7 de Noviembre de i885 A les eorresponsaUs ave envíen el Importe por I meses kdtlantados en letras 6 sellos, se les servlriB J los pedidos ene bagan, siempre qne sean de 10 ni- i meros en adelante, dutdoles de ganancia cuatro i etotimosen cada ^ampiar. Bl preelo en venta de i cadft Btesro ••r<^ de lo c4utlmos. | NOM. 14t tar al alcance de mi mano, mis ojos divisaron zándose al lado de les libertadores yenret* coimos, durante horas que pasaron sin tiem- amo del planeta, que todo se lo habla rendí po perceptible para mi, que de poder afir- do, convirtiéndose en dócil siervo del alma al opuesto estremo, al Mediodía, una franja candóse en su cuerpo. Sin que el patriota mar haya vislumbrado algo que pueda llamar- racional, que en cadt individualidad refleja- vaporosa queflotabasobre una ancha sába- experto que la distinguía á travét de »iu disPARA SOCORRER A LAS VÍCTIMAS DEL CULERA se Dios, es lo^que he sentido palpitar en esos ba por maravillosos mecanismos la sensación na azul: eran los mares de Bengala y de Ca- fraces, hubiera gritado: i Radicales, á defenEN MURCIA momentos en el universo, y, de ser algo, será del todo humano, que á mis ojos extasiados lente, que van á abrazarse y besarse con es- derse,» todo hubiera acabado bien pronto. P€ielm ojo incansable que todo lo vea, infatigable aparecía animado, del espíritu mismo en que truendo en d cabo Comorin de la isla bella El áspid, que conoció cuál era su enemigo, oído que perciba todo sonido, corazón que yo me sentía dilatado, expansionado, con por excelencia. El estrépito de las músicas y lo acechó, y dio fin de él. Luego no le fué Suma anterior 29.616 9a todo lo ame con igual amor y perfecto cono- fundido. Quizá no me engañase si, hablando cantos que habla por lo bajo advertido, lle- dificiimorderá discreción y envenenar d cimiento de su objeto individual, alma del á lo corriente, dijese que, así como yo esta- gaba á mi atalaya como suave y dulce ru- resto. Remitido por D. Elias Heredia, de Paleacia: Do&a Petra Moreno, i .>-SaU mundo, en suma, yo del infinito, con cuyo ba en Dios, la humanidad estaba en mí, y mor de alegrefiesta,como el zumbar armoAquí se viene repitiendo la misma historia. vador Patencia, libre-pensador, i. nioso de las trabajadoras abejas cuando apos- En otro diá de crisis solemne, creyó la serritmo eterno es la s\xf§pma. dicha humana por consiguiente en Dios. Jí K., I. -Ladislao Molero (Grijoponer en consonancia^'siquiera sea de inlente oue podia estrangular al pueblo. GamLas naciones hablan desaparecido: todos tan en calma su miel á la colmena. Escudrita), I 4 completo modo y por breves Instantes, el los pueblos eran Humanidad. De las fronte- ñando el suelo, así los floridos prados etta, el gran Gambetta, que como Prim ne A las a pesetas publicadas en lista, de alma nuestra perdida en la rastrera vida del ras no quedaba más rastro que el vario tinte abiertos al beso del sol, como los aromosos la quitaba ojo, alzó el pié y aplanó su cabeQue ifueroB donantes trts trah^jaInterés grosero y de los pequeños combates. de las razas, en rostros bien poco diferentes. bosques que con sus umbrías incitan al de- za. ¡Infortunado Gambetta; también como aprts ¡ibrt-p0nsadores de AntequeEn este estado, un incidente cualquiera, Ni existían populosas ciudades, infectos ha- leite, quedé pasmado al advertir la inúmera Prim fuiste terriblemente odiado y sufriste se aumentan So la c«dda de una piedra, el balar de una ove- cinamientos de miasmas, ni aldeas escondi- muchedumbre de gentes que se encamina- una muerte prematural * ja, la molestia corporal, al traerme á la rea- das, asilo de ignorancias: un Inmenso jardín, ban á la Torre, pétrea é Imborrable columAquí, empero, se han ido s;|lvando todos Suma y sigue. 29.(11 4a lidad del estado de tiempo y lugar, me ha una Inacabable finca de recreo, adornada na que servia de faro en este augusto y defi- los escollos. Es la graa conquista de la ReEroduddo el fenómeno que voy explicando, con suntuosos palacios, siempre en luz, eran nitivo éxodo de todas las razas. pública. Tras quince años de un batallar Inaciéndome sentir cosa que pudiera compa- la habltadon del hombre. La atmósfera era De todas partes de la domada Tierra, por cesante, Francia puede gloriarse de ser la nararse á la fatigosa y precipitada congregación un camino abierto á todos y el mar una pis- todos los puntos del horizonte á un tiempo, ción más libre del continente. de un ejército dispierso que se encontrara de cina general. Los innumerables dialectos se formadas en vistosos y nutridos escuadrones, La fuerza del Estadp es tan poderosa, que pronto sorprendido. Los girones de mi alma, hablan fundido en una sola lengua, que era venían hada el colosal monumento, con la no hay asomo de temor de que la paz inteper lo infinito, al tornar á mi po- un canto armonioso, y tod^ las escrituras en puntualidad del que acude á cita de honor, rior se perturbe por pasión que desenvuel£1 númefo 147 de LiS bovmicttKS, corres- extendidos der, parecían en realidad obedecer á un do- un bdlo y fácil dibujo. El trabajo se habla con la confianza del que camina por su pro- van los dudadanos en sus luchas difrlas de pondiente al sábado 31 de Octubre, fué denunrecogimiento, viniendo con pena de reducido á una dirección agradable, y la ley piedad legítima, con la franca alegría del ideas é Intereses. ciado y secuestrado. El objeto de la* iras del loroso reglón esplendorosa de la luz, en que ha- á un deber universalmente cumplido de bue- que se dirige á una esperada fiesta de famiLa prensa es libre, absolutamente libre. fiscal fué el artículo Notas de estudio sobre la blan por un momento vivido, á encerrarse en na voluntad.-El desprecio público era el cas- lia. Sin que nadie las guiase, obedeciendo á Se pueden defender todas las ideas políticas la Santa Biblia^ át Eduardo de Riofranco, la cárcel sombría de mi yo individual. Y en tigo del excepcional malvado, y la pública es- un claro plan, á deliberado propósito de to- y religiosas que se quiieran, se pueden imque parece nd hay medio de que pasen bajo algún tiempo me ha sido después imposible timación la recompensa del que aportaba un dos conocido y aceptado, fueron acercándo- pugnar las contrarias también con el estilo esta situación ominosia, ya por completo en- hallarme dueño de mí mismo, como ser pen- nuevo bien á los bienes ya obtenidos.. La sa- se á la Torre, y, pasando por delante dd que juzgue oportuno emplear el escritor. tregada al furor neo-católico más Intransi- santeporsu propia iniciativa, experimentando lud y la alegría eran el patrimonio universal, Altar-Tribuna, hada el cual tendieron las La palabra oral es libre. ¿Queréis reunir A gente. una melancolía vaga volver más tarde so la vida un deleite moderado, la muerte un tér- diestras manos saludándole, fueron ordenada vuestro lado á los obreros, a los capitalistas, No creemos que haya nada más vergonzo- litarlo para la ciudad,aldejando la espalda mino necesario aceptado con resignación por y lenumente ocupando sus anchas grade- á los monárquicos, á los republicanos, á loa so, en materia de imprenta, para el señor el océanoraujidor,á cuya orillaá sólo te- la fé racional en la eternidad de la vida. El pa- rías que, al poco, me ofrecieron el más her- católicos, á los judíos, para llevar á su AniCánovas del Castillo que, «fldando el tiempo, nido para mí lugar tales espansloneshan en lo raíso de la fábula, despojado de sus absurdos moso, el más grande, el más admirable y mo la persuaden de que deben mantener cuando caido y desprestigiado se e$ fuerce por infinito, ó como quieran llamarse estos es de inmortalidad, de sus enojosas ignorancias sublime de los espectáculos imaginables. con fé sus convicciones y hacerlas triunfar disculpar sus yerros, que recordarle eitas de- tados psicológicos, de sus mandatos imposibles, ctldas las El rostro humano, supremo triunfo de la en el todo social? Nadie os lo veda. Lejos de nuncias dé un estudio sobre antigüedades ju- habrá experimentado.que, como yo, el lector yegoístas murallas que lo circundaron, se di- naturaleza en sus penosos trabajos seculares ello, la autoridad pública enviará agentes daicas, en nada ofensivo al dogma católico lataba por toda la amplitud de la Tierra, para de elaboración de lo bello, apareció á mi que protejan la libertad de cada cuaL evi¿Nacerán de aquí mi amor y mi respeto «i á la mbral cristiana. 1E5 la lo^ra de la pcrinnumerable multitud de gentes fdices, vista con la infinita variedad armónica en tando que se realicen trasgresiones de la ley tecuddn! ¿Quién no ha dicho en el Ateneo, al mar? Lo ignoro: sólo sé que una secreta una que determina su gracia y majestad. Desde á consecuencia de la excitación de las pasio•n lasCónes, en libros autorizados más, mu- simpatía me lleva á sus bordes siempre con en fraternales amistades confundidas. Ante este espectáculo portentoso, mi cora- el negro brillante al blanco mate, que, como nes á que puede dar lugar toda controversia cho más, de lo que ahora se denuncia, que placer, y ^üe no me he apartado de él nunha pasado sin obstáculo en este mismo penó- ca sin pena. Fuente eterna y eternal origen zón y mi pensamiento, se deshacían en amor reniniscendas de algo que fué fundamental entre hombres. Si ese caso se da, como ha de la vida en nuestro globo-, imagen de su- Y admiración por aquel triunfo soberano de y quedaba por accidente, se ostentaban pu- sucedido una sola vez en un solo lugar, aquí «lico por espacio de tres años? París, durante todo el apasionado moviComo toda locura, esta será dañosa á l*s blime belleza é insustituible verdad de todo la racionalidad. Quise abrazar á los que, ros en los cuernos de aquel vasto semicírculo en miento electoral que acaba de haber; si ese, cuanto grande/ majestuoso, severo y fuerte animado, todas las misteriosas armonías en siendo mis hermanos, como hombre que en c«n$ervadore$.' Parque en LAS DOHINICALES caso se da, lo que es difícil porque viene no pasen, no dejarán de llegar á |cdndcimien- puede Idearse; caminQ universal de la pros- el peñón de la costa cantábrica, patente tam- que se conciertan la sangre y el sol en apa- educando República al ciudadano para to del público las Notas de estudio á la San- peridad y da la gloria de las naciones; teatro bién á mi vista, yacía en éxtasis, tan superio- riencia de color, se mostraban allí encantan- prevenirlo la y evitarlo; si ese caso, tan raro obligado de los grandes heroísmos; espejo de do mis ojos y agitando mi espíritu con la res eran, sin embargo, á mí y á los que conta Biblia de Eduardo de Riofranco. Se im aquí, se llega á dar, como ahí le da todos primlrán, si si fuera fuera preciso, preciso, en en forma forma 4e delibTó, primlrán, Hbrr 1 los cielos y regazo de las tierras; abismo mis- migo vivieron en los mismos lugares un tiem- más viva emoción estética. - ' á- •las repetidas ' •" fástauciál •Mtaícííi'aoeá teciaKjj0n.iuy9.iepp os curo,cst^l« luz en<;a- po de sombra y dolores: y para confundirme ¡Ohl ly con cuánto afán, por las extremas los días en las corridas de toros, donde tras acceclendo que la bota suele jugarla navaja ó el estacazo nuestro querido compañerojvienen haciendo denadajisperaiido un ilbt;rtador; cárcel cruel con ellos» y felicitarles y penetisur sus desig- graderías del ala Izquierda dd vasto Anfitea- limpio, los agentes hacen lo que ahí, y en donde la fuerza creadora se debate gimiendo nios íntimos y conocer la evolución de tan tro, buscaron mis miradas los desvanecidos los numerosos lectores de LAS DOMINICALES. entre gril leles, d mar, ya en sus furores, ya maravilloso progreso, siguiendo mlexpansion rasgos de la propia augusta raza á que per- todas partes socorren á los heridos y llevan en sus arrullos, e$ para mí como la libertad, por lo Infinito, tingímc un cuerpo, me lancé tenecí! ¡Oh! iv con qué secreto é íntimo pla- al juez á los delincuentes, Pero aquí á nadie lo constantemente deseado cuando se pierde, al espacio y tomé Tierra en la cumbre del cer sorprendí en Individualidades salientes se la ocurre que, por cometerse una vez un lo nunca despreciable cuando se posee. Himalaya, que á los rayos del sol brillaba de aquel grupo excelso, primero el hermoso ex .eso en alguna reunión pública, lo* fieles como pulido diamante. tipo latino, con su ovalada cabeza, sus apa- custodios át <\Mi dispone la autoridad!, las sionados ojos negros y sus ondulados labios deben Impedir todas. Aquí concédela RepúDesde allí divisé la ancha y fecunda PeNo acertaré i expUcar la causa de esta sede dulce sonrisa; después la faz sajona de blica á todo ciudadano, para reunirse con loa nínsula Idlana, donde un pueblo regenerado, Junto al mar predilecto á mis simpatías, creta simpatía, pero es lo cierto que el mar aguileña nariz, azules ojos y dorada cabelle- demás, el derecho que ahí concede sólo la bello é inteligente, libre y rico, goztba la ejerce sobre mí tan [poderosas atracciones, junto id mar délas olas gigantes y de las á los que se reúnen en las plazas que, encantados mis ojos en la Contempla- abrupta^ costas, de los verdosos reflejos y las fértil tierra progenitora del Hombre. De los ra; luego la árabefisonomíade boca cruel y monarquía de toros. angélica mirada; el rostro eslavo, por fin, espléndidos bosques, libres de ponzoñesas acres bri;as, que azota duro ó besa amoroso ción de su encorvado y ondulante lomo; reSobre todas las cosas, en la cumbre de galados mis oidos cotí las majestuosas voces al gusto de su vario humor las tierras de sierpes y devoradorasfieras,alzábase un suave redondo, fuerte y sereno. cuanto ha hecho la República descuella, lo rumor de cánticos y músicas; por los caminot Al otro extramo del inmenso circo, el gruCantabria, nobles y bellas, hallábame yo en que explaya ton variados tonos las pasiones de una alma misteriosa, que parece alen- una deliciosa tarde de otoño sentado en un bordeados de jardines y palacios, á lo largo de po negro ofreció á mi atenta observación ti- que todos los oios acaban de ver: el acto del tar en sus oscuras é Inexploradas entrañas; peñón, á manera de hito marcador de las los rio# surcados por engalanadas naves, un pos de soberbia gentileza. Lo sudo, vasto é 4 y dd i8 de Octubre de i885. Levantar el alma de cada ciudadano, para mi organismo entero penetrado de los atem- paulatinas pero seguras conquistas neptu- gentío alegre y bullicioso por todos los la- inheble que en él se conoció, habia desapaperantes efluvios de sus brisas, he hallado á nianas. Ningún lugar másapropiado ala con- dos del horizonte á un tiempo, parcela enca- recido por completo, quedandoá inodo de hacerle comprender lo que es y quiere dedt . representación, la sombra recubriendo la be- so¿eranf«: conferirle esa soberanía: hacerle ^us orillas las horas ^ue con más dulzura y templación que esta peña, en cuya cima, un minarse á un punto, en son de fiesta. Buscando con mis ojos, allá á lo lejos, el lleza caucasiana, como para acrecentar su ver que su primer deber como hijo de la panxayldad se han desprendido de la trama de pradeclllo microscópico se ofrece por blando tria es hacer uso de aquel derecho que se le y oloroso lecho al cómodo descanso del objetivo de tantas aaividades concertadas, majestuosa gravedad. mi vld'á. confiere: preparar todos los medios ai efecto La muchedumbre, empero, que por la uedé pasmado al ver, alzándose en el centro cuerpo, fatigado del largo y peligroso camino Bajo un cieloazUf y sereno, ante la mar que á él conduce á la hora del reflujo. para que el ejercicio de ese derecho se reali» masa de las intermedias y vastas graderías e espléndida y elevada llanura, situada al tranquila, soíwe qn peñasco solitario, último Aquella tarde y en aquel lugar fué donde promedio del Inmenso triángulo dsgangético, del gigantesco Anfiteatro se tendía, en ros- ce con plena libertad. Llegar el día fijado avance de una derra desierta, donde me han experimenté, no ha muchos años, el más el más extraño y admirable de los monu- tros correctos por el dibujo, dulces por la para el ensayo, y ver exceder la práctica á tollevado en mil ocasiones mis pasos, sin prefuerte y determinado de e'os fenómenos psi- mentos Imaginables. Era una Torre Colosal, mirada, graciosos por la sonrisa, vivos por la dos los cálculos de la teoría: ver como se ha vio designio, obedeciendo sofó á los imtinCon estas palabras cabe designar la acumu- ex^presion, inteligentes por la amplitud del dispuesto cada ciudadano á llevar A cabo, tos estéticois de mi espíritu, que sin el mar cológicos que he llamado expansiones del si lación concertada en armónico diseño de un despejado frontal que los coronaba, acusaba cún plena posesión de si mismo, aquel imalma en lo infinito, y como pudiera no ser por fondo no concibe paisaje, acabado y ramonte sobre otro monte, y sobre ellos un en su bronceado color, que la humanidad, poirtante acto, contemplar d sllendo, d retatalmente inútil referir lo que en él vi 6 cionalmente bello, en más de una ocaíloni tercero, en que se asentaba gigantesca co- recorrido el ciclo de su peregrinación en do- peso con que una nación entera acude A devislumbré, adiviné ó inventé, que propiami alma ha experimentado alg« ^ue pudielumna, en cuyo remate superior una, á mo- lorosas conquistas, habia al triunfar tomado positar su voto en las urnas; la confianza, mente no sable decir lo que ello fuese, me ra IJamar visiones si yó fuera místico, reveda de boca de hombre, labrada en oro, pare- á los puros bellísimos orígenes: el hombre llevada hasta la inocencia y el catidor con laciones si toe pudiera considerar espiritua- Íropongo comunicarlo al lector bastante ama- cía dispuesta á lanzar al espado palabras de la apoteosis era el mismo hombre rojo de que se entrega i cualquiera Indlvldtío la opele para concederme su benévola atendon lista, y que me contentaré con llamar espanración que se disputan á tiro» en laá monarla calda. maravillosas. > por breves momentos, bajo palabra honrada Lslones en lo Infinito, que todos como yo haquías, la operación del esiaciutlnio, inoceadt Frente á la desenvuelta espiral del primer Entera la humanidad se hallaba allí por de que, aun siendo ello una ilusión para él, Ibrán experimentado, y querría poder exprey candor llevados al punto de invttar A hacuerpo en mármol de la Torre, á cuyo lado representación congregada y confundida en considero el tenerlo por verdad realizable, sar aquí claramente en lo que^ respecto á mí, I cerlo á extranjeros, como se nos ha Invitado las Pirámides, que un día alzó en Igipto el ei^seno de inalterable paz, fecunda y dulce. como lo tengo, algb que me eleva á mis pro:han consistido. A nosotros, llegar A tamaño resuludo en despotismo cruel, parecerían juguetes infanEl escenario era digno del act^r, digno tampios ojos y me anima y guia en los combaMe ha sucedido que, á fuerza de mirar tiles, elevábase soberbie Anfiteatro de anchí- bién de la acden que á mi vista comenzó á { solo 15 años, amenazados de las ilerpes de con encantó ya la nube dorada, ya la ola tes de la vida. dentro, y del Invasor de fuera» es la obra simas graderías, grande al extremo de que, desarrollarse. con su crencha de éspunias, ya el buque con | más colosal que puede concebir el pensasi el Coliseo con cuyas ruinas aun Roma se su estéis s de humo en los aires y de plata en { miento humano como realizable en este reRAKON CHÍBS. enorgullece, vaciase en él todo el pueblo que Flotando en un espacio sin linderos; inunlas aguas, yáU gaviota que;ruek entandas, vuelto y enmarañado período histórico que asistió á los infames combates de los gladiaya lo» peces que saltan acá 6 allá, ya el ra- dado de luz que, sin dejar de ser tal luz para dores, no darla espectadores bastantes para fCoHHtnt4iriJ atravesamos. maid! que balanceaba susfloreclUatsilvestres • los ojos, era parad oído armonía, para el llenar el más pequeño de los sectores en que Solo se comprende, solo se explica bot la penMmiento verdad y amor para el corazón, á mi» piéi, ya la montaña azul que á lo le- | ayuda que presta, desde lo oculte, el gran este quedaba dividido por doce elegantísiios quebraba los rayos del sol poniente. Ya ¡ estendldo el tacto hasta la perceplon del mas escalinatas de bruñidos jaspes. obrero de esta empresa, el dominador de la átomo, sutil i irreductible, fundamento siemla tetapía'na estrefla rutilante, ya el palibarbarie: Dios. Entre la Torre y el Anfiteatro, un grandíllo segaieiitd de la luna ¿n el cénit, yá el pre igual de todo cuerpo por sus varias comTodo terror, todo miedo A la fuerza, debe simo macizo de piedra, al que se ascendía bosqu«:depiaoa cercano, me ha sucedido, binaciones; dilatada nii radonalidad hasta la Repibliea francesa desaparecer por completo, una vez que es»a per ancha escaler« de d«9 al»s, destacábcseii "Í.T abarcar la etura&a misma del punto y del digOj que mi pensamiento, dominando los^ obra colosal se consolide, fati^<$s ojos desmestfíadalnenté abiertos, núme.ro 'en que se engendra la ciencia; lúci' fcibre florido prado, indicando claramente ^ . La obrapolitlcfrcsla obra capital para un f «¿Qué piensa el país en su mayoría? Tal SU doble fundón de Altar al pié de la Topéeblot Suponed que fuete dado á cada inda mi conciencia td punto dé ver á través de concluía pAr verlo todp á Iji yei!,;'asf la alta cosa. Pues eso es ley. t rre, considerada como templo, y de Tribuna dividuo el hacerse su propia consthudoa, luna ¿orno la rastrera tbr, asi \k diajróxlma ella el mal como un simple error deplorable, ft«ate al teatro al Convertirle en congreso. Tal es el axioma en que vendrá A descancito ts, que le fuera posible ccmstituir su como la montaña lejttna, asi el IfirBor'como apareció ante mí el globo de la Tierra, volsar toda la trama legislativa. Y como la, ma> MI vista, absorta en la contemplación de cuerpo y su espíritu á su volvntad, dándose teando e a wtemWantes giro* sobre sus quila o^ietla, á la te* í l f áfarof él'pS. Y {íof un fenómeno slttAltánieO; ini iildd recogía cios de etetttot hielos. Festoneados de espu- semejantes monumentos, cuya grandeza ma- las condiciones de robustez y salud que ape- ypría tiene más fuerza y más peso que U.ail* en imo, ^**P*^<'''^^ baBerlqs recogi4bs luel- mas los vastos continentes, «sí< como islas terial parcela indicar fábrica extraña á la teciese. ¿No es verdad que fuera esja su prí- tíorla, nadie temerá, nadie se preocupará póí. tos, asi el piar del ave íeomo el mujir del sin número, Ibanmc mostrandoá su pasólas ft|erza y destreza de manos de hombre, cu- «jlera, su principal y más importante obra? asta. Ved loque ha pasadio ahora. Habtji mar, el voltear de U ola, el borborigmo del osamentas de sus montañas nevadas y lacar- ya arquitectura y destino tan diverso ha- Bueshé aquí que á los pueblos les es dado aquí una minoría llamad» íioarquiíta. El antro de la «osta; 'éf kumbar del insecto, el nosidades-^e sus fértiles llanuras, en aue, co- blan de. ¡ser de cuanto hasta entonces á mis realizar le que es sueño para los individuos. fondo do sus quejas no pufdeser más justo; Tumor del bosque, el doblar de la campana mo arterias qu« se unen y reducen, los nos ntodclas habla llegado, después de apredar Silos son los autores de su constitución y do pero la realización de sUs Ideales 1« parecía A lejana y el titilar de la esquila del ganado esparcían el hálito del mar, sosten de toda el gigantesco conjunto, que sobresaUa del ellos depende, pues, ser fuertes, saludables Frauda imposible. Esta cree que debe preosuelo cumo una creación geolódca tallada i y grandes, ó ser pequeños y débiles ó ine» cuparse, antes que todo, de hacerse fuerte, vida. " •> •«' '•"" para que se la respete dentro y fuera. Bajo fénsivos. EsfMtrcido sobre la ancha, espléndida v her- porartíficesoberano, escrutador de los más ' *'¿"«''"n« íntimos secretos estéticos-de la forma y elco: Se comprende así, la atención continua, esto, protege en lo que puede al cuarto esta* objetos vUlbles y los sonidos más leves, re- mosa faz dd ptaueta que, |oh prodigiol vela Puede ser que n«> lo haga bastante; pue-, cogía ftl olfato ildi OlíH-cs yailoi'del mar yo á un tiempo en toda su redondez, el hom-; lor,fijóseen una recabada galeiía de blan- Osnstante, de esos insignes patriotas republi- do. de sér^que pudiera estrujar aun mucho mM; quífiBftftiJiíármoJe»» ^»**» ^«¡nodo de balcón, bre, domado todo !o bruto por Ir razoii y tísnos franceses á la obra polítl ca. y del prado» del bosque y de la floir. De bolsa del rico para mejorar la condlcioá esta suerte^ en comaatotxOflíla níaforaleza en- todo lo Inerte por la fuerza, de que se habla se aywjtti)a.dd segundo «Isantesco cuerpo i iQué de escollos no han tenido que atra- la del pobre, Pero todo eso está en cuestión. Lo tera por medio de los seotidosy oil-Yo, mi hecho por la razón soberano, do quier res- rectangular de la Toire Colosal, invitando á esarl iqué de obstáculos que vencerl lEl Interesante para los encargados de conservar asistir desde su pulido alféizar á sorprendenalma, pareck ser7 sentir en todO'i fa ver, plandecía, animándolo todo con sus energías, • espotismo, soterrado al comienzo, ha Ido la paz pública era saber, si las amenazas de en la estrila, en la t^a, en el árbol, en la embelleciéndolo todo con sus entusiasmos. £1 tes espectáculos. Íoco á poco asomando su negra faz; Ha su- }os anarquistas de acudirá las vías de hecho, Y allí me hallé en el acto, viendo realizamontana, en 1* é» quilas én el *ye y en la hondo valle, la altiva cordillera, la aplanada edldo lo que ahí: acordaos de cómo la serfior.en«Imar,enU dérrayen«lcielo. tOhi estepa, la isla apartada, la zona ardiente, d do por in propia y pura yinuaHdadiBil de- |iente, oculta en su guarida, al grito de un para resolver inmediatamente el problenu ue de ánefafakt y puvísUaes éelalte» ha expe • helado polo, k r«j^on ; del atnkxd mismo seo, Desde aqueU<L> alturas, oreadas pox IM pueble^^ inmenso «VivaEspafti con honra» I social, tenían 6 no fuerza viva én d pauuUt Imentadp eo «cf* dlfofton de ni «Usa ea el Océano, todo, todo le pertenecía. Era el brisas dd canoso Himalaya, que parecía es- en i8€8, fué apareciendo poeo á poco detll- | ekceioo ultimaba dftdo reiuMto « ?!»«•• Snscrlcioñ E Adverte&da JUNTO AL MAR 3 Lo que lleva hecho J S LAS DOMIRICALBS DEL UBRE PBN6AM2BMTO í Pero el carllsnió, ó sea la teocracia, es algo relativa de la tierra como cucrpa celeste, se dobla; allí está, palpitante de encontradas t a l ^ autores pasados inspirándose, para ha< más. Es 1^ desptíitismo ea todas las esfera», disipati; «auclias presiiadonM llenas, de so ' pasiones, ese torbeilino social, aso^o^- de c«r sorprendentes descubrimientos, en algún ejercido por d scáai de vidas y h&¿Íéad8ü, ¿ berbia y des^parecea mucha» dtida» "láspiía í toda pureza, de toda paz, de>|odo'-tóJlt^c), verso de Lucrecio ó alguna frase de Aristónadie responsable, y por su* aduladores C'^r- da» ^orei más aaíserlegoísmo. {Elevemos á I de toda ekvacilon... pero fasdltante, e{m»ria- teles, de Sin Agustín o de la santa Biblia. tesanea» terceros muchas veces en sus v io>i lo» cielos una miracia de esperanxft j de Kadtr con sus ecos de or,4Íii, con »us hotas Todos estos preliminares no tienen por hasta por las más disolutas favoritas. £s la apor, y busquemos ésos mundos privilegia de triunto, suj perfumes de gloria, sus gran- objeto herir á ninguna personalidad; la» arbitrariedad en la administración y en la dos qué caminan en las eternas templanzas dezas de dominación, sus fastuosidades siba- nimias científicas son hoy muy oportuna», justicia, lá mordaza para la preas», la para- de tma marcha acompasada é iguall [Eleve- ríticas y sensualizadorat.. Allí está extea- dados los tiempos de rosario y trabuco ea lización para la Induitria, las tinieblas para mb» nuestro pensamiento hacia esas mora- dido, diciéndonos á travé» de sus engañosas que vivimos; van encaminados á los partila ciencia. La familia, dominada por el sacer- das planetarias, ¡nultdadas siempre por los sugestiones, que hay un más allá, donde 10 dos liberales para que, cuando sean poder, dote; la hija, casada á la fuerza por el padre mismos grados de c»lor, y por una invaria- convencional tiene corte y subditos, donde que lo serán pronto, imiten á Pldal (cuyo fanático; ei mayorazgo, empobreciendo la fa- ble intensidad de luz, y al bajar á nuestra la salud se irrita con el estimulante; donde descoco aplaudo) y tomen medidas radlcale» milia; el privilegio y las manos muertas, con- terrenal vivienda, llevemos en el alma es- el placer se disfraza de hastío; donde la ale- que purguen de gañanes científicos la» Univirtiendo en yerma la iMcion entera. Es la culpido el deseo de la inmortabilidad, puen- gría se pasa sin la felicidad: donde la virtud versidades españolas. omnipotencia del poderoso bueno ó malo, y te que salva el desconsolador abismo donde sefingecon la hipoctesía; donde el escándala abnegación del que trabaja, el mal nece- se revuelve nuestra psqueñczl lo se impone con la moda; donde la impudi sario, la rutina como sistema, el silencio de Hora de melancólica tristeza es esa hora cia se disculpa con la ostentación; y en donY vamor al discurso (ó cosa así] de D. Mala tumba en la tribuna para que no se oiga en que, al oscurecer la luz del dia,'empiezan de el llanto e« de soberbia, las tristezas de mas qué las vociferaciones del pulpito ó el á brillar los astros de la noche, y á poco que envidia, la enfermedad de vicios, y en donde gín. Di e que va á ocuparse de las RelaciO' cuchicaco del confesonario, ni naya más li- se conozca la historia de los cielos, no pue- la ambieion busca materialismo; el desho- nes entre la química analítica y las demás bertad que la de callar, oir misa y hacer pe- de menos de sentirse el ánimo embargado de nor halla panegiristas; )a castidad bufones; ciencias y servicios que presta á las naturanitencia por las calles. profunda apatía, cuando compara la grande- las apariencias lisonjas, y en donde todo se les, etc., etc. y dice mal; porque de las 114 Y no hay que creer que exageramos. Si al za dé allá arriba con el mísero polvo de aquí vende por el oro, se compra con la prostitu- páginas de que consta, sólo en 24 y media ción... Allí, á nuestros ojos, está ese caos so- hay algo parecido á las aplicaciones de la principio no iria el carlismo tan lejos, iria abajo. luego aún más allá por la fuerza de la lógica Pero de esa misma sumisión y aceptación cial, que como d del Génesis, no contiene química á la mineralogía, agricultura, etcéy pur los secretos intentos de la teocracia de lo superior, surgen todas las leyes de la formas determinadas, no produce sonidos tera. Lo demás es una serie de empalagosas que ahora sonrie en la sombra del Vaticano relatividad, y entonces nuestra personalidad, entonados, ni lanza destellos luminosos, pero descripciones de análisis y trabajos hecho» >or distintos autores, escritas en mal castey ae ios conventos diciendo: todo quiere hundida en las profundades de lo ínfimo, as • que como el caos, conserva en sí mismo alprincipio; después derribaremos á los reyes ciende y se agiganta, hasta quedar en equili- go de todas las cosas, y en el cual se hará la lano é impropias para un discurso académiy reinaremos nosotros como dice d Apoca- brio prefijado en medio de las tuerzas vivas luz alguna vez, cuando en fuerza de verterlas co, que versando sobre generalidades, excita lipsis. de la naturaleza universal; y desde la nega- generaciones humanas su sangre fertilizante la atención y permite apreciar los grados Causa lástima oir á los liberales chirles de- ción de nosotros mismos, sombra pasajera y sus ideas regeneradoras, brote la semilla científicos que el disertante alcanza. En los comienzos del primer capítulo, el cir, como Pldal, que el carlismo es después que oscurece un instante el horizonte de la fructífera del amor fraternal, y luzca sin de todo un partido noble y valiente que sa- eterna felicidad, podemos llegar, si con brio sombras en el cielo de la vida el sol de la que no conozca á D. Magín, creerá que es un ^^ materialista furibundo; tal es el entusiasmo DBUÓFILO. be pelear y morir por sus ideales, que es vir- meditamos en el conjunto armónico de It razón... tuoso, sufrido y constante. creación, hasta la fé más pura y acrisolada, Así han huido rápidas las horas de vuestra con que habla del célebre poema De rerum Mentira enorme. El carlismo sabe como hasta el amor más sublime é iniínito, en una velada En el campo. El reioj de la casa da natura, qvc considera como un portento. Sin nadie valerse de la iutriga y la contramar- palabra, podemos llegar hasta la adoración las diez; ni un instante más habréis de pro- duda el sdbio pldalista ignoraba que tal poecha, del disimulo y la falsía; son hombres más íntima y respetuosa de Dios... En el se longar vuestra noche, si queréis que la luz ma es herético Testa, como tal, comprendique adolecen de iOs mismos vicios, y la misma no de sus obras está sumida nuestra vida, del amanecer os encuentre prestas al trabajo, do en el índice Romano. Y qué mal se aviey la fierra religiosa y aún más desmedida ambician de todos los como en el sano del Océano se unen los ani- al deber, á la vida, y ¿por qué no? á la lucha. ne ensalzar la obra ds Lucrecio con la afirmación que el Sr. Bonet hace en la página ¿Qué dirán ahora los Inocentes quci creían demás. Si ciento pelean, mil se ocultan y máculos fosforescentes, y así como ellos lo- Sí; ¿creéis que esa existencia es un vivir mo- 14 de su trabajo, cuando parodiando á Bermuerto el carlismoi y cuando les predicába- negocian coa la sangre de los tontos. Saben g<-an,conla multipiicidud de sus huestes. nótono, continuado, igual, sin alternativa ni celius dice: todo hombre acostumbrado d remos la vigilancia y la unión, advirtiéndoles aprovecharse cobardemente de las tristezas Iluminar la superficie del mar de fúlgidos desviaciones, sin horas de desaliento, sin ins- flexionar sobre estas cuestiones (se refiere, el peligro, nos tetiiail por los fanáticos de la de la patria como hicieron en la Rápita, sa- expkndores, así también la humanidad, á tante de triunfo, sin sombras de terror, sin á la armonía del Universo), debe estar conben saquear iiasta ios templos, violar las mu- pesar de la insignificancia del individuo, va momentos de fé, sin nada, en una palabra, libertad? « vencido de la imposibilidad dé resolverlas £s recesarlo ser ciegos de cuerpo y alma jeres y cometer los horrores más abom^ita- iluminando la superficie del planeta, con los que agigante la esfera de nuestra vitalidad? (¡qué positivlstal) ^'íoére el origen misterio' para ño haber visto lo que por espacio de bies, porque su idlosincracia es vivir del odio resplandores de su brillante inteligencia, luz Pues no-, entre la calma de esa naturaleza, so de la vida, se atendrá á los primeros verdiez años ha estado sucediendo, el complot y «raciicar la crueldad sin respetar nada, ni que irradia á través do los siglos y de las ge- infinita en sns trasformadones y eterna en sículos del Génesis (Vívanlas caenas!) neraciones, como foco ardiente encendido en sus fines, en medió de sus campos donde el que le ha urdido dia por dia sin recato ni aun el amor fiiial. Estas afirmaciones contrastan perfectamenlas aras de la Naturaleza para rendir un ho- eco no repercute más que armonías, donde Este pa'tido defieras ha venido á época pudor, y sin embargo no han reparado en él los ojos no ven más que belleza; en medio de te con l«s de mi buen amigo ei Sr. Morayta, muchos que se llaman liberales, ¿son necios, de gran potencia por la complicidad de los menaje á Dios. monárquicos, que al fin no son más que carLa noche ha cerrado, el hielo cuaja sobre la tranquila, apacible y retirada existencia y los picaros estudiantes silbaron las primelocot ó c<>mplices. listas disfrazados, y por la imbecilidad de los los á;boles y las plantas, y aquel gotear de de un hogar, sin vanidades, lisonjas ni pla- ras y aplaudieron las segundas. DecididaLos consideraremos como candidos, esto la atmósfera que fué rocío en la primave. ceres sociales, se desenvuelve, trágicamente mente se empeña la juventud en seguir la es tradicional. Y candido en gran manera liberales. Si las contingencias de la política y los ra, ahora grádela con un manto do duro cris- conmovedora, la lucha con el intimo ser; esa senda de su perdición y no quieren, como hay que ser para haber creído lo que la restauración ha querido decir, y no haber visto planes tenebrosos de la reacción ouropea di- tal los valles y las montañas. Ei cierzo se re- lucha cuyo escenario es la conciencia, cuyos buenos borregos de Cristo, entrar en el rerigida por Alemania y Roma, determinaran tuerce y busca, quejándose, rendijas por actores son las ideas, cuya decoración abar- dil que los Bonet, Castro, Ortí y Lara, etc.,, lo que ha conseguido hacer. No; el carli>mo no fué vencido por las ar- una ocasión favorable, saldría de las tinie- donde penetrar en nuestra casa, y el buho y ca todos los horizontes de las ciencias y de les tienen preparado. Lo que presumo es que el sabio Bonet no mas, solo hizo una t'egua mediante un tra- blas á luz y producirla el ocaso de la liber- la lechuza, gozosos con el largo durar de la las artes, y cuyo público, mucho más impetendrá bastantes argumentos para probar la rioso que el social, le forman los principios tad, aunque fuera por breve tiempo. Des»ornbra, cantan en gritos desiguales su espetado en el cual no llevaba la peor parte, dinero á sus eminencias, colocación en las pués la guerra religiosa, el deslinde de los ranza de festín; el aposento se ilumina con religiosos, las convicciones dd pensamiento, bondad científica de los primeros versícolos filas del ejército para sus oficiales, que vie- campos es inminente é inevitable. Ha llegado ancha lámpara que cuelga de su techo; deba- los movimientos de la carne, las aberracio- del Génesis; le recomiendo se tome la moron postergados á los que tantas veces los la hora de decirlo: ó la libertad perecerá jo la mesa del trabajo, bien ceñida de paños nes de los sentidos, y el cumplimiento de lestia de leer unos artículos, fruto de este mi vencieron, y en la miseria á los que derra- para siempre ó sonará una hora en que nos ó tapices; la chimenea abierta, ancha y pro- nuestros deberes libremente aceptados. Y en cerebro libre pénsíidor, que aparecieron en encontremos armados de un iado religión y fuma, se llena de recios troncos, y el suave esa trajedla no hay esperanzas de gloria; yen LAS DONINICALES del año pasado con d título maron su sangre frente al enemigo. Además, se convino en proveer á la restau- monarquía, lo antiguo con sus tinieblas, y calor de la lumbre, despojada de todo metí- esa lucha no hav límites prefijados, y puede La Cienciay la Biblia; si luego encuenua ración de lastre carlista en abundancia, y de otro, sin términos medios ni atenuacio- fico gas, se esparce por igual en el aposento. extenderse indefiíidameate hasta el postrer defensa posible dd Génesis, me sacará de La labor empezada, el libro abierto, los Suspiro vital; y cada hora que pase puede mis dudas y rebatirá mis afirmaciones heréque esta seguirla el camino del absolutismo nes, la ciencia y la libertad sintetizada por ahora en la República, el espíritu humano, perros á vuestras plantas, miraado fijamen- darnos una victoria, ó lograrnos una derro- ticas que han leído akunos miles de españoen el vehículo de la teocracia. y á cada momento puede estenuarnos con les, y se han convencido, como yo lo estoy, Se habló de ventas pagadas ocultamente á lo presente. Esto es inevitable, como también teflamearel fuego, y en torno de la mesa ta, sensual indiferencia escéptica, ó con la de que el palmer libro de la Bibjla no e« ciertos personajes, de platíes para el porve- la derrota definitiva de lo pasado por medio vuestros seres queridos. No Imaginéis que esa la mística-romtintica idolatría. Ved ahí esos compatible con las verdades científicas dede la fuerza á quien rinden tanto culto. Esta velada ha de ser hora perdida en el catálogo nir, tales como hacer á D. Carlos vlrey en dÍ8s que acaso creísteis reflejo de las églogas mostradas. Cuba, ó dejarle rosear por Madrid como es la cuestión, liberales de verdad, cuestión del trabajo, y haced entrar en vuestra están - de Virgilios convertidos en período» de titáCuatro capítulos dedica D. Magín á expopavorosa de vida 6 muerte. da á la familia; espera sobre la mesü el alfapríncipe de la familia reinante. nico combate én favor de la razón, y sus Se- ner chavacanamehte y conforme lo haria un beto y la plana, y vosotras, constituidas inÑo se fué tan allá, pero la propaganda carterinamente en maestras, habéis de iniciar á cuaces la virtud y la belleza, únicos fines de estudiante de quíniica clememal, los descuCONSTANCIO MIRALTA lista no ha cesado, el elemento liberal, se ha vuestras pobres servidoras en los primeros los cuales debe ser campeón la inteligencia. brimientos de Wcnzcl y Richtcr sobre los visto alejado del ^oder, amordazado y maPresbítero. equivalentes químicos, la discusión habida elementos de cultura; la lección breve, corniatado, y los carlistas han ocupado ejército, entre BerthoUet y Proust acerca de si las ta, compendiada, si es posible, por vosotras municipios, asambleas, cátedras y triba' ROSARIO DE 'ACUÍTA combinaciones de los cuerpos eran limitadas mismas, pero explicada en un lenguaje sunales. ó infinitas, los trabajos de Dalton Wollaston, mamente sencillo, vulgar si es preciso, y, si Se desbordaron los frailes y se emprendió Giy-Lussac, Mitscheriich, Davy y otros, pero es precito, ¿por qué no? usar de esos térmiuna propaganda secreta muy activa, á cientodo esto en forma didáctica, descendiendo nos compuestos de barbaríamos muchas veda y paciencia de los gobernantes. No hay á inútiles pormenores, sin juicios sintético», Articulo dieciocho ces, reprobados siempre por la buena graconvente de monjas ó frailes que no haya sin nada que tea propio del acto y oportuno mática, pero único é inteligible lenguaje Perdona, lector paciente, si alguna vez, por sido y contintüe siendo un centro de acción, tA VELADA para los hijos del pueblo. Después de la lec- malos hábitos adquiridos, concedo el califi- en un discurso. el pulpito y el confesonario han sido una ción, la lectura amena, conmovedora, pero cativo de sabio al catedrático que leyó ua Se decide por la teoría dualista á la cual continua proclama. El viento se lamenta al columplsr los alSobre t^^do en las provincias vascas, el es- tos árboles de vuestro jardín; el estío y la siempre, y en todo, realista; que esa» jóve- discurso (ó cosa parecida) el dia i.° 'le este mes defiende y después expone la unitaria. Prescinde por completo de todo lo que hoy cándalo pasaba de raya. El convento de Lo- primavera han pasado, con sus noches sere- nes imaginaciones que os escuchan no se im- en el paraninfo de la üfliversidad Central. yola,la catedral de Vitoria y la de Pamplona, nas, apacibles y cortas, en las cuales así que ftregnen con el venenosa influjo de un Idea- Estamcs en España acostumbrados á llamar da insportancla ala dcnda química, no meny casi todas las parroquias, recentadas por el el sol se hunde en occidente, la hora del des- Ismo improductivo; la lectura, por cuaU sabio químico á cualquier mozo de labora- cionando siquicia, va qije en copiar historia clero vasco, el má« soez i ignorante pero canso y del sueño viene á marcar nuestra re- quiera de los miembros del hogar, y la ex- torio que conoce y maneja los reactivos y ocupa su trabajo, las teoría» de mecánica, umbien el más hipócrita y de pasiones más tirada al lecho. Esas noches de estío' son plicación práctica, con cualquiera clase de los aparatos, como conoce y maneja un pas- disociación, etc., de las ctj|iles nacen imporcrueles y bastardas que hay en la Iglesia de apenas gozadas si hemos de acudir al preciso artefactos ó de piezas hechas exprofeso, de tor de los montes de Toledo los 5oo rumian- tantes detalles de aplicación suma para las Ciencias Naturales. En cambio hace una reposo, se esbozan en nuestra vida y desapa- las leyes de gravitación, de las de medida y tes entre los cuales vive. España. densidad, etc., pero todo esto amenamente Inoportuna historia del soplete para demo»* recen rápidamente con sus frescas brisas, con Tenemos la generalidad de los españoles Todo esto se ha protejido y amparado con Inmensos tesoros y con todos los recursos sus vacilantes y apagadas estrellas, con su explicado, con comparaciones yfigurasapro- pervertido el gusto científico, por habernos trar la importancia de la química en mineliadas al cerebro que las ha de aprovecnar, acomodado á las circunstancias que nos ro- ralogía, cuando éste punto de preciosa coaoficiales por los gobiernos españoles, lo mis- luna inclinada, rodeando oblicuamente la nterin la labor puede seguirse. La media fi- dean. No de otro modo se explica el que troyerála, á tanto lucimiento se presta tenienmo los conservadores que los que se dicen tierra por la misma ruta que sigue el sol en liberales, compuestos ele excépticos sin más el invierno; esas noches del estío, hermosas namente tejida, el gtueso tapiz de dobles la- aquí pasen como sabios individuos que se li- do alguna idea de lo qu? f» y ha sido la miideal que el ustífmctó del poder cortesano, por lo serenaa, señalan muy ligeramente una nas para calienta-piés, los paños para el ser- mitan á callar lo que aparentan saber, y á neralolga. El capítulo sétimo está dedicado á reseñar humildes capaces de los mayores extravíos, fase en nuestra existencia, porque apenas lle- vicio do cocina ó de conoedor, todo de fácil pronundar en tono dogmático, de cuando en si con ellos han de dar gusto en «levadas re- gadas, nos despedimos de ellas para dormir acomodamiento alrededor de la mesa; des- cuando, frases cortadas, oportunas, dado el los servicios que la q^ímiíja presta á la hiy prepararnos á ver la luz del alba; en esas ues la prenda de ropa infantil sacada de sá- carácter serio, k veces desagradable, y en glene, no teniendo otro medio de demostrarglones. ana ó cobertor usado, que ha de servir para ocasiones grosero, que les es propio: t«les los que el ruin medio de reseñar allí con miY entretanto seguía el trabajo de zapa, noches no puede haber por lo tanto veladas, hasta que ha llegado este momento propicio sino á costa de un robo alevoso á nuestro el niño desheredado, que sufre la culpa de individuos lograban en otros tiempos sentar- nudo^^os detalles uti informe pericial que dló. sus padres en eldisilo de la caridad; las hilas se en las pohroaa? de las cátedras, y hoy en unión del Sr. Sa,epz Diez, acerca de un para que los c-tiervo», al Olor de la «ame necesario descanso. blancas, esponjosas, alineadas en paquetes también lo conteizulrian con Pidal, pero lo caso de enyenenamí^oto por el fósforo. Aquí En el invierno esotra cosa. £1 sol descienmuerta, como ha dicho un periódico, no tecoiutar el importantísimo detalle de man ya manifestar sus intentos, saben á don- de rápidamente, y la noche seenjeñerea pur Iguales, sacadas de los más infinitos despo- que no han logrado nunca es dar á la patria hace largas horas de nuestro mundo; el dia breve jos del vestuario familiar^ que han de servir discípulos que aporten ala ciencia materia- que los cioyenénados eran un matrimonio sin de van y esperan tranquilos sit hora. C<jij ellos está lU mujer fanatizada por el y rápido no basta al desenvolvimiento de para la cura de lo» pobres heridos, y eomo les de importancia; en cambio ocupan los hijos que tenia ufia sobrina 4e menor edad. fraile y el alto clero, muchos proceres, ysol- nuestra actividad, y so pena de doíralry excepdon de esta amena é ínteligtnte yela- puestos que en poder de otros producirla frx» Dícé que de Jija él oítayo capítulo á resudadoí que no tienen más principios qué los dormir una tercera parte del período diurno,' xla, la recia lluvia azotando los cristales, y" célente» resultados. Quien tales condiciones mir, empeño Inútil, porque es cmpwaríe ea que tenga el que ocupe el trono, la aristocra- Ó sea de veinticuatro horas, por fuerza he- viniendo á servir de motivo de explicación: reúne es i»or lo menos, un estorbo social y hacef UQ imposible, y, así sucedeUn.efecto: cia, ¿rain parte de otras clases que debleraa mos de aprovechar Iss primeras etapas noc- para d conocimiento de las leyes de la natu- muchas vecís un peligro de primer órde% no resude sino que,añade más detalles y. ser ijp&etales, y una «ran masa de iguorames turnas. Esta es condición esencial á nuestra ral«za, llamsdas generalmente fenómenos, y sea cualquiera la especialidad á que se de- cuenta t^tia anécdota .'.que no tiene nada de , tal. , ' •', ." ; fanái^icas y aun indiferentes, pues conviene ctialidad de habitadores de este planeta, incli- por el superkticioso vulgo milagros. Ltó» cau- dique. ^^*M^^* final.-aí s)lbio D. íílagin se le , Yo conozco naturalistas {ó loque sean) de AO olvidar que en España el que dice quf «• nado cn^stís planos do rotación. En él cons- sas de las lluvias teñidas con el color de la tantemente cambiamos la modalidad.de nues- sangre; la nieve negra; el gran'zo monstruo- cuyas dase» nunca, ni por casualidad, salió ^ocurre bablar del provecido, edifid<tpaf« T tu nada, es carlista. Bien sabemos que éstas no son I» fuerzas tro vivir, sufriendo las alternativas del calor so; la tromba marina, etc., y si ti huracán un alumno de regular valor; pasan per sa- 1- acuitad de; Cienaas, de fuya xuestion biea vivts*.ñila mayoría del país, y que esas y del frió, de la primavera y el otóno. Nada sopla, pi]ede dar lugar á la explicadon de bios, conocen muchas especies de memoria, pudkra aqü 1 hac^r uná historia que podiite mismAf gentes serian las primeras en arre- por cierto más perturbador que este cotistante sus grandes desastres; las oks de areitá, le- y son capaces de soltar á cualquiera, sobre muy bien fcaír por tesuItatM» el que iia ediápentirse poco después del Iriuliifo del oscu- y desigual caitkinar de-niéstr<^ planeta, que vantadas en los desiertos por el Sitnoun, y t' do si no entiende'nada del asunto, una ris- clo qae's«^ empezó para Escuda ¿e Arte» y rantismo, pero no hay por qué negar que nos lleva unas veces por las inaííedtaclones sepultando caravanas y oasis. La impetuosa tra de nombres en latín ó griego (ahora se Oficios se c<^iJiyiertaealoca^para Facultad díe éste cuentft cOn numerosos adictos y cóih- del sol, y otras por sus lejanos imperios; galerna con su desastrosos efectos; tí mins- estilan en aleoian 6 inglés). Y creo que ai las Cieiít^if», y,no sirva ni para lo ano ni para „, piedras, los vegetales secos, ^t los animales lo otro., •; ...;, , plices- ConfesetAos también ^út lo merece, unas por en medio de la luz, y otras por la tral aselador; el tecáible siroco. Después la Historia natural coh sui con- momificados con que forman las colecdones, ,'E1[*iWmotórraío, impru^caite dado, el »1puei ha sabido trabajar mejor que nosotros; •tcundad más permanente; siempre en al-> •1 no nos vence, será porque ^tá condenado ternatlvas rápidas, relativamente á la dura- movedoras trajedias y sus tiernos idilios. La fueran capaces de-conocer, conocerían tam- "o fo qtie se I d ^ j en Jas< circunstancia» que clon ds nuestra existencia. iQaé diferenda feroddad y astucia del lobo, cuando le aco- bién á tales sugetos con los cuales hacen; atrayeíamos, e* un bombo á Pidal, el que definitivamente. , ;j j. ;• :•':/,, „ •,>,:Wí^i protector de las ciencias. Y quién sabe, muchas cota* que parecían tan inconcebible prkseiitaiá la vida en tíkos sa el hambre en las largas noches délHvier- yidacomún. ^ .•.' -v otros planetas sumidos eñ prlínavera eterna, no; su preoaiidon paternal de no acometer Pufrécibidocón,unaestrepitosa pibt<vim En tiempos pasados, tatos íMios gastaban muftnaf, han aparecido luego llenu de vida Seda la última vergüenza de nuestra pá- ^ ó en eterno estío, ó en invierno imperdura- ala presa sino á grandes distancias de su peluquín, hoy los hay muy érregladitos y acallaron los acordes dé la música. La concurrencia juzga acertadapieateel ; r ble! iQué régimen vital presidirá las evolu- carnada, para alejar todo peligro de los hi- que visten á la última novedad. El medio en ttk. jos. El letárgico sueño de los rcptilc» duran- que viven, por aquello de la lutíha por, la discurso del doctor Bonet. ; ciones de la materia y del espíritu, en esos* üfose reflexiona lo bastante sokrelo que es tan desemejantes al nuestro, unidos te los frioi, y su salida á la luz déla prima- existencia, los ha hecho variar en sü morfoel carlismo. Es el imperio de la religión, y ' rbundos "'., , \ ;PX|LBlf<ÍfItf, únicamente á los principios absolutos por vera que los ve estentrados y famélicos. La logía; en el fondo son los mlsttosde siempre. la 8tit»TÍdad dicen sus partidarios, si le abo- las leyes de la muerte del pobre pajariUo, á quien la escar- (Y todavía los ingratos se sublevan contra gravedad y del movimiento! rr^rcéh es por o^io al cristianismo. estamos, aquí subsistimos, irremisible- cha cogió deprevenido, que cuenta con an* las leyes darwlnianasl Y no es cierto. I os liberales, así los que i Aquí Tan doctos personajes aman el pasado de Qieate ligados á la naturaleza física de nues- gi'stbso dolor las horas de la noche y espira cretín en Dio» y esperan otra vida como ios tro planeta, aterido, cuando el próximo dia le brindaba que son vivos representantes; se sublevan vehículo inmenso que nos lleva mawrialisía» y los ateos, profesan hoy más y es á la vez llevado por el espido infinito; la felicidad de vivir. Los amores incesantes contra lo nuevo, que ya no cabe en su mopriflcipiüs de los llamados cristianos, y son nada podemos hacer sino realizar en el me- de la inocente tórtola, que en su arrullar ca- llera repleta de antiguallas y vulgaridades, La sociedad 4»iíá'«»íí*í' P'^ogreso,hz Cd•nía práctica más piadosos que los ultra- dio impuesto que nos rodea^ los destinos á dendoso llama á su compañera, temiendo y si alguna veZ, su cargo oficial les obliga á mcnzado una serle de mlUálmas confereamóntanos. Pitictican además la tolerancia. 3ue estamos stijetos por el lazo omnipotente que los frios la maten si se aleja del callente decir algo en público, sus palabras y sus es- das, de las cii«l$» han de sacar los libre penUna religión de paz y mansedumbre que se e la fruternidad universal de la vida:: poro nido. Desónes, el recuerdo de las fiestas del critos están siempre cortados per eí mismo sadores no pocoplnoyecha. r 'n-' Uiüiitara en acción á aconíeiwr la honradez y nada tampoco nos obliga á que mundo, eí repaso de la vida febril de la ciu- patrón. Hablan de loafilósofosgilegosy rocerremos lo» Pocas hora» deipaes del «cto universitario, ptofilamar la justicia, combaticnio el vicio ojos y tapiemos la razón «nte el panorama dad, estampada en les diarios con el yertigi- manos, egipcios y árabe» de cuyas doctrinas cott-U virtud y la persuasión, aunque mcz- de esos otros mundos infinitamente más pei^ noso correr de la pluma del periodista, ó hacen una especie de triaca magna que todo en que un proíesor neo leyó un discurso que dáittta todo ello alguna superstición, seria fectot que el nuestro, y aun e» biea cierto coa las línea» del grabado en la» pubÜcacio- lo contieae y todo lo abarca; los »áb}os mo- los íntdlgentes ca Ijficaa de insoportable? el u>)«ir¡tibi y no podrl^i tener enemigó) ai aua qno ante la c9atideradoa de 1« ialirlbrid«d BM Uu»trada». El diarlo «e fxtloade, tn iw derao» no hactn oUbiqu* plagiar á Isa rMii«« docw catedrááco d« k Universidad Ceatral. Sr.oMwsjrta, daba ttaa> confirMida, m i* •nffifVtápioay corrompido!. ma. Lo» anarquistas han tenMo tan escasa YouRcioo el 4 de Octubre, que crey¿náosc desairadas, «e han reiifído do la escena al hacerse el escruiinio el i8. ¿Puede tener asomo dete~orla Repúbiica, porque amenacen los anarquistas asaltar el poder, V p'irque vociferen ios rcacáonarloi, que la Rcj-ública va á desaparecer entre «I incendio de la Coanune? Ciaro es que no. Ellos no intentarán slquijra iubicvarsc contra una ley que representa una fuería tan podtrosa, ni los que se apojan en esa fuerza pueden tener el más ligero temor de que la ley peligre. El hecho de ie reiirada espontánea de los anarquistas en la secunda votación, lo dice todo por sí mismo; poraue hay qué contar que ha sido aquí en París, donde m les suponía con más fuerza. En tales condiciones, es pues la paz una cosa segura. El legislador se lo encuentra todo bocho. No tiene más que prestar oido á la voz del país expresada en el sufragio. La seguridad, la firmeza del Estado, descanta solo, por tamo, en que las elecciones sean libres, en que no hiya duda ninguna de que el elector btt expresado su opinión, agena á toda inñucnda extraña. Ahora bien, esto aquí es cosa fuera de toda duda, cosa sobre la cual no cabe discusión. ¿No merece por tanto la Reptiblica, que ha llegado á tai resultado, los más eotasiastas, los más calurosos aplausos? f EN EL CAMPO Un discurso inaugural f E CÉtonciá del Sr. Moras^la LAS D0MINICALB6 DEL LIBRE PENSAMIENTO uc espuso con claridad de juicio y precliJon e frase las ideas del célebre filósof > oriental Confucio; no sin antes hacer extensas y eruditas coasHeracione* acerca de la situac b i é hirtoria del (.'.i.blo C'iíno. Tomando el ejemplo ds este pueblo y extendiéndolo á muchos otros, dcmostió cómo la moral no es sólo propia del catolicismo, sino anterior y superior á esta pretenciosa creencia. Un público numeroso y entusiasta acudió á escuchar de labios del profesor enseñanzas í tan útiles, y no cesó de alabar y aplaudir al : que con tanta energía y con tan singular ¡ acierto ha sabido sostener los fueros de la |-fazon, ante oscurantistas encumbrados por fia apostasía. ¡ Nuestros plácemes sinceros al correligioInario y al amigo. J I LUZ T SOMBRA Marino bravo é inteligente, hoiabrehonlado y d'gno, amigo leal y padre cariñoso, D. Juin Topete ha bajado al sepulcro llorado y justa miente estimado c.mo particular. Como político, la verdad severa exige de cir de él, que no estuvo jamás á la altura de la misión que, por azar de la fortuna, más que por serio y deliberado propósito, le estuvo encomendada. Su alma estaba montada á la antigua. La monarquía supeditaba sus admiraciones y el catolicismo enfrenaba sus pensamientos. Nunca,vcomprendió la democracia, ni se emancipó del dogma avasallador. Respecto á este último punto, era tal su temor á la Iglesia, que en ocasiones convertía en un niño ai héroe del Callao. Recordamos una escena que declara bien alto lo que decimos. A ios pocos dias del alzamiento de Cádiz, triunfante el movimiento revolucionario y establecido él Gobierno Provisional, hizo el Sr. Topete, en unión del duque de la Torre, un viaje á Zaragoza. A la llegada, tras los discursos de ordenanza, los visitadores déla siempre heroica ciudad dirigiéronse ai Pilar. Solo tres personas quedaron conversando en un ángulo del salón de divanes aarules de la Diputación de Zaragoza. Eran el Sr. Topete y dos jóvenes, que oian de sus labios los trances del Callao. De pronto se abre una puerta, anuncia un ujier al señor obispo de Huesca, y este prelado atraviesa el salón en busca del Sr, Ólózaga, que estaba en otro aposento. Al verle aparecer, el Sr. Topete, cogiendo á los dos jóvenes y haciendo de ellos pantalla, se escondió en el diván de la vista del prelado, tirando el cigarrillo que fumaba. Y como uno de ellos, le dijese: —Pero, mi general, ¿qué es lo que V. ha hecho? —Nada, nada: desde que falté en Cádiz á mis juramentos á la reina, no me es posible resistir la vista de un cura, y no estaré traaquilo hasta que confiese mi pecado y obtenga la absolución. Desde entonces, aunque apasionados del marino y del hombre, el político nos pareció digno de compasión. Hombres tales son la peste de las revoluciones, que dejan reaucidas á insustanciales pronunciamientos. i Según parece, «n Cartagena hub* noches pasadas intenciones de apoderarse áel arsenal, sin que sé sepa por quién, ni para qué. La realidad del hecho consiste en que ua ^Centinela ha sido herido, casi á la hora misína, (extraña coincidcicia! en que llegaba el ^telegrama sobre el incendio del consulado Heman en Manila, que tan de juicio ha sado á los conservadoras. Los diarios fusionistas, hambrientos de der, en cuya demanda vienen dfesempendo los más tristes y ridículos papeles la comedia política, se haa distinguido >r la diligencia qve han desplegado en esentar el inslgnlíicaate acontecimiento de rtagena, como el fracaso de una revolun espantosa, capaz de dar al traste coc lo lo existente y hundir en Us abismos la paña co* una buena parte de Europa por ^adldura. I ¡Pobres fu«i*nistast,Como A ell»s los echa^n makmente por lo de Badajoz, áo quier |en un pretexto para poner á su nivel a los conservadores y reclamar el codiciado miklsterio. > ¿Cuándo se convencerán estos desdichados de que ni por estas, ni por las otras, ni *or ningunas los llamarán? Además, ¿qué Robada la iglesia de Yunder, provincia de aonaiquismo es el suyo, que con tanto fas procura tirar del uapo que OCUIM la Toledo. En dicho pueblo no existe comité libre pensador. A cada cual lo suyo. mffa corrosiva? L O más resolución para venirse, ó más acáímiento para callar, señores cpnstituciona^. Es un consejo de amigo. La Gaceta dice que D. Alfonso XII continúa en el Pardo sin novedad en su importante salud, Pues entonces no hay por qué desear que Nuestro querido y valiente colega El Mo- mejore. Con que siga como vá, feliz la Esabonado á den-::ncia por número, pu- paña monárquica. Y quiíá también, porque co «1 último domingo una hoja timo con- la cortés nu quita lo demócrata, la España inlendo varios docuraentot históricos inde- república na. unciables. (Los denunciaron?—¡Sí señor I—La tantera mala voluntad del ñscal era caso de convencía que que-lasen evideacladas ante el De lorfondos de la smcricion de colérifs. Que tara <¿< s«, á pesar de todos los Molé- cos, hemos girado otras quinientas pesetas i nuestro queiido amigo de Jaén, Sr. D. José is, y molerá en su dia á quien le muele. jVaya si molerál ¿No e> cierto, querido Calauyud, con destino al alivia de los desmpañero de calvario, aún mái que nos- graciados de aquella castigada ciudad, que nos escriben se halla en grande desamparo. itros perseguido? Media docena de denuncias ha costado á Ctestros aprecíables colegas de la oposición, i noticia y comentarios d& un incendio en (calle de la Escolta de Manila, en el cual la desaparecido la casa d«t consulado alelin y alguna otra de subditos del Imperio. pesar de las denuncias indicadas los diatis oficiosos se han visto obligados A confirir el suceso, sobre el cual, Indudablemeahan de llegar más graves y trascendeota* I detalles de lo que el Gobierno quisiera ibcr. A los conservadores les queda por pasar la Itlna vergüenza: la de aparecer por debajo líos indios filipinos en casos de patriolino. La lectura del pueblo se titula un semanario republicano y libre-pensador que en- la Coruna han comenzado & publicar un grupo de jóvenes, tan ilustrados, como entusiastas de los prit cipios democráticos. Saludamos al nuevo colega, deseándole prosperidades en reUdon con los méritos de que viene adornado. estropeamiembros.... de oraciones, buscona de la preposición y chulapilla del bar...b»... ris...mo. A su brazo secular entregamos tus posaderas. E.i ellas te rascarás las razones; que para tu mal las pides. A los libre-psnsadores maneheges Nuestra obra ensancha sus límites. El palacio que fundamentado en la razón estamos levantando, no ha de ser para que en él tengan albergue y resguardo la holganza y el abandono, sino para que se refugien la ciencia, el trabajo y el bien. La brecha que hemos abierto en el muro enemigo, deja paso franco á nuestras huestes: la bandera del >ensamiento independiente está clavada en o alto de las murallas, y sabremos mantenerla. Desesperados andábamos y algún tanto recelosos, de que en las provincias manchegas respondiese el espíritu general del pueblo á nuestro sincero y entusi#sta liamamiento; y ¡Vive Dios! que nos hemos equivocado de medio á medio. Cierto, ciertísimo, que ca estas castellanas provincias, como en casi todas tas de España, el monstruo de 3a reacción y el buitre del oscurantismo impsraban con imperio absolato; cierto, ciertísimo, que la influencia clerical se dejaba sentir con pesadumbre inmensa sobre ciudades y aldeas; cierto, ciertísimo, que aún, en muchos ánimos dominados por la tradición, ejercen influjo la iglesia, y el sacerdote, y el incienso, y la campana, y la pro cesión, y el milagro; pero no sabíamos que enfrente de este poder inmenso que lo antiguo lo viejo y lo caduco proporciona, hay un sin número de espíritus fuertes, generosos y libres, que por lo que vemos no se dejan dominar fácilmente; una gran masa de hombres esforzados, que han aprsndido con ias desventuras de los tiempos y con las lecciones de la desgracia á conocer donde está el enemigo y á señalarle con el dedo, para que el dia de las grandes responsabilidades sepan á que atenerse los que para ventura suya han sentido con libertad y han pensado con absoluta independencia. Cuanto más ingrata es la tierra en que ha de arrojarse la semilla para que fructifique, más costosas y más profundas son las labores que hay que aplicar. Cuanto más creyente es un pueblo y más fanatizado se halla por el clero, mayores son los esfuerzos que deben hacer para librarle de las garras de la iglesia y para arrancar de cuaio el finatismo que consume su vila, los encargados de su completa regeneración. Nuestros amigos y correligionarios en la Mancha ya son muchos; mañana serán más. Pero 00 tanto los estimamos por el número como por la calidad. Poseen el carácter entero y duro del andguo castellano; ni jamás rindieron tributo á la humillación, ni fueron amamantados en el servilismo. Hernán Pérez del Pulgar, el ilustre rival' del gran capitán, el héroe ciudadrealengo, llevaba como lema de su glorioso escudo Quebrar j ' no doblar, cuando con sus hazañas «sombraba á pueblos y á reyes; y tal es también el lema en que se inspiran los modernos héroes de la inteligencia y del trabajo; que no otro nombre merecen los que en un país subyugado por un clero ignorante y envueltos en una atmósfera en que solo incienso se respira, tienen el valor de sus convicciones y difunden y sustentan lo que venimos manteniendo y sustentando. Bien por los libre-pensaiores manchegos. No podíamos esperar otra cosa de ánimos tan varoniles y de corazones tan generosos y entusiastas. Ese suelo fecundo que os mantiene, esos veneros de hierro, plíta, cobre, plomo, cinabrio y car }on de piedra, esas cantera* y salinas abundantes, esas lagunas, recreo de poderosos, esas dehesas y esos bosques, esos rios fecundos, esos miles de cabezas de ganado y esos viñedos sin igual, base de vuestra riqueza y objeto de vuestra laboriosidad, muestran á las claras, no solo que la natura leza prodigó sus donts en la región manchesino que vosotros habéis sabido hermosearla con vuestro trabajo. El pueblo trabajador y esforzado ha de sef inteligente, y el pueblo in • teligente está libré de toda obcecación. Por eso vosotros, al levantar vuestra frente y vuestro corazón sobre las miserias de nuestra sociedad y sobre las pequeneces de una creencia que no tiene más sanción que el provecho de las que la fundaron y el atraso de los siglos, habéis dado un gran paso en la regeneración 1c los que necesitan luz, os habéis hecho dignos del siglo en que vamos vivi^itdo; y cuando pasado el tiempo, vengan otr^s épocas de mayor prosperidad que vosotros habréis preparado, las generaciones que han dé vivir después no serán tan ingratas ni tan olvidadizas que no tengan un recuerdo pJira su» padres én R pensamiento y una lágrima para sus bizarros redentores. , »La hospitalidad en la Mancha,—dice un « populas escritor—es sagrada como en • Polttnia, es un deber que l«s impone el san>to código de la caridad-ei señar está dis^puesto á sentar á su mesa al pobre perecri»no en el Sitio de preferencia- Los manche* *gos tienen encarnada en la sangre esa hiidalgvjía proverbial dé nuestros caballeros tda la Edad-Media, cuyo feudalismo consisífia en ejercer la hospitalidad y amdarar al •desvaido. Cuando un manchego os abra »iais puertas de sutcasayos brinde con un •sitió en su niesa, podéis aceptarlo sin receilo porque desdé aquel momento os conslde•t^rá cpino el Bénjamin it la familia, como •el niño tñlnládó del hogáf doméstico. Po,»deis pedirle todo cuanto os haga falta como •si os encontrarais en vuestra ca«a, con la se •gurldad ¿«i que vuestra franqu«za ha de •servir de grata satisfacción 4 vuestro hués- f El último de ios estacazos que hemos propinado al asno ac^uel que presumió de gramático en el Avisador de Badaio\^ hale tan de lleno cojídole el rabo, que el pobreclto animal, con toda su carga de dogmas y cánones, después de correr atropelladamente, dando saltos y haciendo corcovas, á todo lo largo de tres columnas de impresión, ha Los periódicos católicos entonan laudes y concluido por dar con la cabeza en un pesek huelgan con estruendo por tal cual coa- bre, propio lugar de parada del adorador de crsion al catolicismo que ha tenido lugar un DiÓ| que, ai nacer eri tal lugar, debió te& Inglaterra. ner muy en coosideraclon á sus postrjíros de Si ^ r un inglés aburrido que se les ren- fensorcü cálamo brutali:{ante en Badajoz. i, se. les van cien españoles de buen humor, Caido, sudoroso y acardenalado, en el I héy dtida f 4e van á. echar buen pcito los tono lastimero con que D. Quijote preguntó Strimontanbs. i Sancho si dormia, después <|ue recojieron Posotros, contentos cOn l o mié én España sus hacas galicianas los yangüeses, se nos lamos; contentos ellof cop lo fue éa la- queja, en «txtxecortados rebuznos por stipnésto, de que «> ratonamos. ¡Es lo último que Iterra reconquistan. Tutti eonttentí. nos quedaba por vdrl pn asnp prosaizante, alhardado como poeta de católico, demandándonos razones. ¡Valate el Dios del pedrusco de Orcb! ¡la Cotilos el orden, somoií la pública trcnquiad, lómók él sosiego, la calma, tA Maa de ihasculinacion de San Canijo en Almendrafondo», él're»p<fto ante él é«raflí*r4j la lejo (I) te asistal ¿Razone» pides tú? Con estaPisoliJacloa de las instituciones-, dejadnos cazos te habrás de contentar. ¿No ves cjúe de poder de que sois indignos, porque se de- Otwsuerte ceíigrariá.tu dognaa y.tu pitanza, y de añadiaura el rabo sin estos, tientos de lta y enerva en vuestias manos. . FESW declan, ahora Mtp dos años, ios cón- esMca te-«recerlademe&urada mente? A ellos "rvadores 4 los M«»ni«i|» y * aquelloí dé- fe aten papagayo de el credo, rufián de saScratas que por inal nomlíra «e apellidaron cristía, dmcel sin doocelieac, leopardo sin uñas. Y eso por ahora,, fue sirechistas, como irdos. no aqotj "que no mereces tai es^'Quisn podía hacerlo Io»Uamó«l gobierno. rechistárds, cenario, sitio ahí, puesto büe té empeñas en ^'Z en efecto... En sus manos venimos sa- diífraiiarte'de uña 4* áquelis^s Pinguin4alnas ÍQdo i moti» por semana y &;C0Aato4P re- \ más catada que colmena, lación por.n^es, la Bolsa l>a]a qiié es tiqíi má probada que argumento, Adición de agiotiatas^ ei nomkré español I ha puesto tan ialtO, qu» ni él diablo cqué qua dii» «1 otro, que u o sabrás tampoco .kance i verle ia ^Uónrá, los «stttdiactep se fluién fué, consentiremos que alguien te leib sublevado, los comerciantes han cercado vante la süclá falcTamentaí y te azote púbUI tiendas, la peste ha diezmado el país, y camliíte étt la^tota; que htfde ser para tí > terremotos hati hecho idoiAKarecér piie^ el honrado Diario á quien tanto has insultado, ^rn-qu?. andando, Á tiepopo, sin que el _Meatcr*Éi*-----••'•"• ' ^'"-•'^-',''. ••••••'*••• ddiaño.»leta te valga,,ha«t« los chiquillos, . t p e d . : ••' lEl'que nO 4üéde, fues, comréocldo de que •cuando pases paria calle, digan: ese esei que Püei bien, esta generosa acogida que se Jt conservadores ¿an nacido para gobernar desollaron I^s DonimcALus por tres rabones dispensa 4 los hombres es la que se va dislEspíña y ha¿érla feliz, no merece el nom- que pidió y la dieron; lá primera por asno pensando á las ideas, que con la esperanza Ifede répuhlicano; ^v '",'.' A.'i • '."'.h'r :;,•,. '•,, necio, la segunda por borro presuáOiido, la del triunfo profesamos. :C5olaboradore«como,«llo», ni io» Píopios tercera por polüno dés>^ergonzadO. La vida es una lucha sin término, es un 'tlHitas. Precisamente Riofranco, que está de huel- contrasts de xelaciones é intereses difíciles de ga en la cárcel, se piVr« ppr dar razones gra- armonizar, y el pueblo que es hospitalario maUcalés y teológicas de las que t i nccesius. prueba que sabe enlazar estos intereses y suavizar asperezas, así como practicar la virHa fallecido D. Juan Tapete, uno de los tud rarísima de la tolerancia. En esta lucha «•booibfes qué ap^«ce^, con las arinaK én (I) Esta ñesta, igaoi-anton, I a estableció La el libíepensamíento lleva la mejor parte. mano, réalikaado en nuestra historia Gorda, que era un periódico que sabia comliatir I En los tiempos medios los homares que Ja Revolacion, np como %ü, ácoces^ sino con láu%u«Ua obra gloriosa y redeatqta. au« sé U«" «Usino ocupaban las 11«AUXM dé Ciudad Real, Toingenio y n^uéhjfsima gracia. i la Revolución d« Sétltmbro» ledo y Albacete, constituíanse en mesnadas, que al mando de un señor poderoso y patriota, se lanzaban en pos de agarenos enemigos ?; daban su sangre porque su honor quedase implo, y empleaban su espada en reconquis tar tierra que por traición ó por sorpresa se nos habla arrebatado. S; comb tía á una religión y á un usurpa dor. Hoy la lucha se ha trasformado porque también se ha trasformado el enemigo. Ya no jura por Alá, ni invoca á Maiioma, ni acude á la mezquita, ni le cubre el turbante, ni maneja el alfange; es el que invoca al dios vengador, y olvida la choz* del pobre por adornar el palacio arzobispal, y se cubre de hábito negro y maneja ora ei trabuco ora la cniz, y predica la humildad aunque practique la soberbia, y quiere hacer de la conciencia una cárcel, del hombre un esclavo, de la ciencia un mito, del arte una mueca, del pueblo un criado, de la mujer una sierva, y de los dioses tiranos. Los libre-pensadores manchegos, mis buenos paisanos, saben que la lucha está empeñada y no han de ser los que se queden á la zaga, cuando haya qu« echar por tierra el Quijote d« la tradición. comienza á obrar sus estragos la pntrefao» cion. Cuando la ciase media da un hombre de Estado, no debe consentir que este hombre ensoberbecido se trueque en un aristócrata de nuevo cuño, con sus delirios de grandezas y su horror á las humildades. Nuestro pueblo, como todos, tiene necesidad de la unión de sus elementos constitutivos pa'-a la vida Si cstt unión no se realiza y la guerra queda declarada, el triunfo será del más fuerte. La clase media ha hecho bien en arrancar sus ilusiones á los que pensaron que realmente babia sangre azul distinta de la sangre del común de los hombres, pero hará mal si piensa que las gentes del pueblo sol* para escabel suyo están destinadas. Creyendo esto último conseguirá dar vida á más privilegios nuevos, que con el continuo andar del tiempo, se harán tan aborrecibles como los añejos. Es más. El caudal que surte á la clase media en el pueblo e^tá. El pueblo ha penetrado en su fortaleza por el portillo del estudio. Si hijo del albañil, del carpintero, bebe en los libros el agua milagrosa que á veces concada destinos elevados. Cada elemento de estos ^ué aporta el pueblo tiene que conservar resabios, ANTONIO R. GARCÍA VA». siempre grandes, de su origen, yai encontrarse con iguflles suyos, afanoso de empequeñecer á aquellos hogares en que nació, busca legítima defensa en las soluciones radicales. La clase media debe ser fiel á sus primeros principios. El adelanto de ios hombres es alLa class media go real y positivo; no es ninguna de esas absurdas concepciones que solo en la idealidad La llamada clase media es el fiel de la ba- pueden existir. Pues bien, el adelanto dice: lanza social, sobre cuyo brazo derecho gravi- (La riqueza no es de los hombres, es de los ta la aristocracia y en cuyo brazo Izquierdo pueblos, y dando apücacion práctica á estos arrojan su peso las clases populares. Las os- principios, los capitalistas no deben con miecilaciones a« esta baknza simbolizan las os- dos de avaro poner en juego las sumas que cilaciones de la historia de nuestro pueblo. poseen con el solo fin de obtener renta creciSus movimientos son los movimientos del da, sino que, lanzándose á las erandes empremundo inmenso de las ideas. sas, deben hacer que el oro drcule, que así La clase media rcprerenta aún más; es el produce más y sobre todo así llegan sus efecpuente arrojado entre dos montañas: la as- tos á todas las partes. pillerada montaña dei despotismo y la monDice ese mismo adelanto: Ilustrad á los taña bravia del pueblo. Ese pueblo que es pueblos y entregadles su propio Gobierno. el número, guarda la más pura ingenuidad Para cumplir este precepto es preciso difunen sus actos y representa el cimiento en que dir la cultura, estimular y aun obligar á los descansa el armazón de las sociedades. ciudadanos á la ilustración, y ya conseguido La clase media ha brotado de la necesl • etto hacerles entend'-r que el padre, al intedad. Es la transición entre una derrota y un resarse por su familia, hace tanto, no más, triunfo. La derrota del señorío heredado y que el ciudadano al interesarse y curarse por el triunfo de la igualdad más salvadora. Es la cosa pública ejerciendo los derechos inne* la diagonal del paralelógramo que represen- rentes á su viíla. ta la resultante de dot fuerzas poderosas. Es, Ni la envidia á los pintarrajeados blasones, en fin, la más vigorosa potencia de cuantas ni el desden á los menestrales, conducen á Intentan en el dia po«eer el dominio de los nada bueno. Conducen á algo muy grave pueblos. que antes apuntamos y que ahora francaNació tal clase, como decimos, de la nece- mente declararemos. sidad. Recoció elementos aristocráticos y Aquella envidia lleva como de la mano á los democratizó. Buscó elementos populares desvirtuar el legítimo interés que dio vida y les dio el barniz de costumbres aristocráti- y prestó nacimiento á la clase media; y cas. Mas no por esto seguramente ha logra- aquel desdén conduce á provocar irritaciones de el influjo que hoy posee. El resorte de su tan justas como terribles. poderío es otro. El hambre exaspera y arrastra á los maLa aristocracia, pensó, funda su orgullo yores extravíos, y si al hambre se agrega la en ei dinero y en la nobleza de su orijjen. ignorancia el peligro acrece, y si á la ignoEl pueblo mantiene sus derechos á título de rancia y ai hambre se añaden las constriccioamante del progreso, de desheredado, de nes de una terrible tiranía, entonces suben parla pern>anente. Pues equilibremos estas de punto las probabilidades de que surja tendencias, busquemos algo que funda en el cataclismo, violento, tremendo, asolador. una tan diversas aspiraciones. Las clases aristocráticas han comprendido La inteligencia, se dijo sin duda, es supe- que su influjo de abolengo ya carece de fuerrior al dinsro; da la mayor de las noblezas, za. Las ciases medias deben percatarse de la del talento: ama con amor inextinguible que su actual poderío no ha de ser eterno. Y el progreso y concede herencias á los más puesto que ambas pueden caer, es mucho desheredados, redimiendo á los esclavos de más údl levantar al pueblo en instrucción y todas las esclavitudes. La inteligencia debe, cultura, para que la igualdad se establezca y pues, ser la dueña del mundo; la inteligencia la suspirada armonía social sea un hecho. debe empuñar el cetro; la Inteligencia debe La lógica de ios hechos se burla de todaa reservarse el arbitrio sobre los humanos. las esperanzas imaginables, y si esta enseña Y así lo hizo; cultivó su Inteligencia y que el mando se sigue por turno y que el con ella se hizo mis rica que la aristocracia, que manda fustiga sin piedad, el pueblo rede suyo dilapidadora é inútil para acrecer clamará su turno y fustigará también conlos capitales; más noble que ia aristocracia virtiéndose en tirano. también, cuyos pergaminos empolvados no ¡Cosa aborrecíbiel Todas las tiranías son pueden competir con las hojas del laurel de malas y á más de malas todas son innecesala gloria, ei título nobiliario más honrado rias. El tiempo que se gasta en estu-iiar el del mundo; más democrática, más progresi- modo de destruir á los enemigos, deberla va que el pueblo, porque el pueblo, falto de emplearse en buscar recursos para qué loa la cultura necesaria, no habla tenida elemen- tales enemigos no existiesen. tos pata dar vida general al hermoso credo La clase media tiene en su mano grandes déla democracia. soluciones. Se ha elevado por sus propias Pero también la clase media ha maleado fuerzas, pero debe cumplir sus compromisos. sus intenciones, ha sentido el vértigo de las La clase media dube pronunciarse en pro de alturas. Empuñó las riendas del Estado, re- la democracia, debe trabajar por la demollenó sus arcas y cuando ya tenia imperio y cracia, debe hacer los grandes esfuerzos de oro se creyó soberana é independiente, apar- que es capaz para la democracia. tándose del justo promedio y adquiriendo Solo dos grandes separaciones existirán en resabios oscurecedores de aquella prístina lo próximo del porvenir entre los hombres pureza que tuviera en sus comienzos. Los que vivan para el trabajo útil, constiEn tal estado encuéntrase hoy la clase me- tuirían un grupo, y los qaeá modo de viviendia, que debe apartarse dei camino que aho- tes arcaísmos, allá en sus soledades, lamenten ra emprende, si desea evitar conmociones la desaparición de un pasado vergonzoso con tremendas para lo porvenir. plañidaro acento, formando el otro. Hablemos primero de su capital. Ei oro Al primero toda la fuerza, «1 primero todo puede ser elemento de ruina ó venero de ri- el poderío; el poderío no debe ser fruto de queza, según se maneje. La clase media, em- rapiña, sino premio de conquista. Así vendrá pleando su diaero cómodamente en los em- la nivelación posible; así se calmarán los préstitos nacionales, en negociaciones bur- odias quehoy rujen en el interior de las cosátiles, en préstamos usurarios, tocafá próxi- marcas, como ru|e la lava en el corazón de mos crecimientos, pero en la lontananza las montañas antes de que el cráter estalle habrá de ver los negros nubarrones de la Y si las clases medias se funde» con el tempestad. Destinando sus capitales ;,á gran- pueblo en aspiraciones y deseos y alivian sus des empresas mercantiles é iaaustriaies, des- necesidades y estimulan sus trabajos, tampertando actividades dormidas ó nuevas, re- bién las aristocráticas depondrán sus humos, cibirá tantos por cientos menores, pero afir- muchos de ellos de carácter inocente en esinará para siempre su Situación. ta época, y á la zozobra sucederá la caltra, Respecto de su Inteligencia, es Innegable el bienustar á la angustia; al temor, ésa dulque el camino emprendido resulta excelente; ce, serena confianza que une á los amigos mas no obra bien al mostrarse av$ira de la y ata con suaves ataduras á los parientes. instrucción. Lo mismo cuando estimula los Úe otro modo las soluciones radicales se apetitos desordenados de las clases aristocrá- imponen. En vez de elevación acompasada ticas, que cuando mantiene á las clases hu- se provocará calda inminente. El paisaje d« mildes en la más completa ignorancia, labra un pueblo libre, próspero y felij «« trocará sü desventura, pues cercándose de ruinas y por el paisaje de un pueblo minado por los sombras acabará por perecer entre ellas. rencores, corroído por la general miseria, Su amor al progreso éS evidente, perO evi- puesto siempre á merced déla osadía 6 de la dente es también qu<! quiere poner frenó» al fuerza. tren de ias ideas, cuando este tren aeceaitr El fiel ha de hacerlo. Nada de empujar el en realidad mayor fuerza de tracción. Nacer platillo de la Izquierda para que el de la dede la democracia y querer luego entorpecer recha suba. Todosá nivel, que todos valen lo sus manifestaciones, es un crimen y aun más mismo. La igualdad entre los honibres naque crimen, es crear una séHe inacabable dé die puede negarla, y en la apUc«cion de est peligros. igualdad hál ansé la dicha y la moralidad de La clase media eispañola se ha engrandeci- los pueblos. do en nombre del progres«. Ha sido la virtud frente al desenfreno; la lluttrsdon fi ente J. FRANCOS ROBRI60EZ. á la ignoraacia; Subió para redimir, no para imperar. Justa, representa la resolución de grandes problemas; autócrata, se trueca en una nueva discordia que enciende los enconos antes atenuados y excita las tormentas 3ue todo lo remuevep, todo lo destruyen y La curación de la rabia puede considerare las cuales suele aprovecharse la audacia, te camo un hecho. Así lo ha declarado Vulesa audacia de los grandes dictadores que se pianantela Academia do Ciencias de Paarrojan sobré las naciones descompuestas, rís, en vista de los últimos experimentos d« Cudstionss iütdríores Crónica, cieatífica coino los bültrts sobre los cadávorts fn qua Pasteur. tAS DOMINICALES DEL UBRE PENSAMIENTO Hacia bastante t k m f o que este iiuütre sabio pcneguia con actividad suma t i problema de la curación de la rabia, j s! íin ha. ob tenido los resultados que eipcraba ansioso. Las primeras experiencias las vírjficó inoculando por trepanación á los conejos, bajo U cura m&tcr, médula espinal de perro rabioso, Que producía en ellos la rabia después de una incubación de quince dias. La médula espinal del primer conejo trepanado la inoculaba á otro, la de este á un tercero y aií sucesivamente, con lo cual se acortó «I período de la incubación, haciéndose menor cuanto rnayor número de animales tuviera la lérie. Las iTiéáulasde los etmejos rabiosos son igualmente virulentas en toda su extensión. Si £6 suspenden trozos de médula bajo campanss d e aire seco la virulenciti va desapareciendo poco á poco; este hecho permite disponer de médulas que tengan grados ilistinos de virulencia. Para hacer á un perro refractarlo i la rabia en un tiempo corto, se le luocula bajo la piel un pequeño fracmento de una médula en disecación, por iniermedio de la jeringuilla. Pravaz comenzando á inocular por los fragmentos más tiempo colocados ba)o campanas secas y poco á poco más recientes hasta inocular médula espinal extraída de un conejo muerto el dia anterior. E n este caso se le puede ya inocular virus rábico puro bajo la piel ó por trepanación sin que la rabia se declare. El inétódo seguido con los perros con tan feliz éxito ha sido aplicado al hombre. Un joven alsaciano de nueve años, mordido por un perro demestradamente rabioso, se presentó en el laboratorio de Pastcur. Reconocido el niño por los doctores Vulpian y Graucher se demostró su estado grave y fatal fín que necesariamente habla de tener. No sin grandes Inquietudes se decidió entonces el inmortal experimentador á poner en práctica su método. El joven fué inoculado i3 veces ch 10 dia^ con médula de conejo raLínico cada vez mas reciente, haciéndole 1» última inoculación con médula que habla estado solo un dia bajó la campana de aire teco. Las mismas médulas empleadas para comprobar su virulencia, se inocularon por treanación á vdrlos conejos, demostrando los eches que cinco de elías eran virulentas en grado cada vtz más fuerte. El joven alsaciano, está perfecta mente bueno, habiéndose salvado no solo del virus que por las mordeduras pudiera desarrollarse, sino del que Pasteur, para comprobar concienzudamente la inmunidad, le inoculó. Los descubrimientos del célibre acsdémic» francés le hablan dado ya un nombre en todo el mundo reipetado; el último q u e ha hecho, le coloca á la cabeza d« los bienhechores de la humanidad; con razón decia R e r g e r o n e n l a Academia de Medicina de París que el dia 27 de Octubre, en que Pasteur expuso su descubrimiento, llenará una de las páginas más gloriosas en los anales de la cteacia. En Ja nuera círbitU Pj'lades<, de 14 caft«* r.es, r .420 fondadas y 1.000 caballos de fuerza., se fsíán instalando también focos de proyección. L(ís nuevos navírs (jav s« construyen para trasporte ele pasüjcioy, S.JÜ ¡dambrad&s también ton lili cléctíica. Se han verificado recientes pruebas del freno Castellví en la línea férrea del Bajo Aragón, con excelente resultado. La primera prueba se verificó en el kilómetro 7, Ikvaudo el tren Ja velocidad de 5o i^jY aúa habrá quien, imbécil ó tirano, kilómetros por hora sobre una pendiente de II mili metros en recta. A la señal del silbato Pretenda esclavizarte!.. No pisten contra tí poder ni arte, te apretó el freno, parando el tren á los a5 Tú solo eres del mundo soberano. segundos, en los que recorrió un trayecto de ¿Quién osará pararte en tu camino? 13o metros. Tu callado, invisible movimiento Las pruebas segunda y tercera se verifica- íQuiéa puede sorprender, oh pensamiento?.. ron en el mismo sitio, con las velocidades de No: tú eres inmortal, libre, divino: 55 y 60 kilómetros por hora, parando el tren Tú dejarás un dia el barro inmundo á los iS y 20 segundos y recorriendo en este Para seguir volando á otro destino; Mas antes, con estrépito iracundo, tiempo 80 y 157 metros respectivamente. Se romperin los ejes de la tierra: Este freno ha sido presentado por su autor Antes su furia aplacarán los mares: en la exposición aragonés», que en la actua- Antes chocar veré los luminares Del ancho firmamento en cruda guerra: lidad se halla abierta en Zaragoza. Antes del sol se extinguirá la lumbre: Que dejes de escalar la excelsa cumbre -» * * Desde donde caíste despeñado; Y alfiacumplida tu misión valiente, Mr. Audoynand dio á conocer en una se- I Coronar ctravez la eterna frente sión reciente de la Academia de Ciencias de I Del Ser á quien tú mismo has animado. París, un método sencillo para conocer las falsificaciones del aceite de oliva. Consiste ^ JUAN TOMÁS SALVANY. en producir simultáneamente-lai reacciones reconocidas hssta ahora como más eficaces, poniendo al aceite en presencia del bicromato de potasa y el ácido nitro sulfúrico. Si se añaden á esta mezcla algunas gotas de éter, l e forma sulfato de etilo que actía^ sobre e l bicromato produciéndose vapores rutilantes Wall.: de Faena. (Perú) a5 Setbre. i885 E.-. V.-. en abundancia, oxígeno libre y ácido sulfúA mi h.-. Ramón Chíes. rico libre. Q.'. y Resp.*. h.'. Dos apáralos de importancia ha inventado recientemente Mr. Maurice de Thierry-, el hema spectróscopo y el espectróscopodeabs^r' cion. EÜ primero se adapta sobre cualauier microscopio y s.irve para buscar cantidades infinifcEimales de sangre en un líquido caalquicra (agua, orina, pus, etc.,) que tenga el espesor máximo de o,m 5o. El segundo se emplea para estudiar los líquidos en gran espesor, es de gran precisión y mide 4 metros de longitud total. tndieaba. Af^tiaeeo la'AdiiiinUtrácIbu su inttrés en propagar ntfestré p«ri6dlco en esk Isla. Poioblanta.—J.'R.—Desde 1." de Agost<>. No tenemos el libro que pide, Rosal.-^a-. 8. de Q.—Fueron remitidos bajo certlfloado. Buenos-A.lre8.—B. R.—Anotada sascrieion desde 1." Betiembre y íarri nún^ero». Biartros.-G. de la S.-R. de la S.-Reíaití á V. el recibo que pedia de D. N. A. de V^rauioviñtt. Al Adntlntatrador. Josti MATARRBDOMÁ. Aninoioa BATALLAS DEL UBRE-PENSAMIENTO No hay clérij^o hijo de labradores acomodados que diga su primera misa lejos de sus padres; se* na entre nosotros lo más extraordinario y aun Contiene este volumen, entre otros, los artlcvindecoroso; pero mis extraño aun seria que en tan solemne dia saliese solo de casa y no tuviera los siguientes: Denunciados y sobreseídos: Nutitra Revohi' más que un plato de patatas para desayunarse, ni más acooopañamieato que su hermana. El sacer- eion, La vergüenza no *t t«r tuhlwaiOt, tino ri» dote español, á quien esto sucediese; se creerla ranos, etc. I De polémica religiosa; Juicio i* Dios, La M«« muy desgraciado ó maldito. sonería jr ti Papa^ Espantosa visión, etc. Ningún sacerdote, por fanático que sea, llega Políticos: República y libre-pénsámiento ton al extremo de teneres su cuarto un Cristo de emelos. Cides y Reyes, jBárharos, bárbaroi, gran taiUaño, rodeada de bayetas negras y con dos Árbaroslttc. cirios amarillos siempre encendidos; esto no pueTermina la colección con el ardculo consagra" de sufragarlo un cura que almuerza mal; cuesta do al triunfo del libre-pensamiento, titulado: AK» muy caro, mueho. En Madrid ao cobra el colec- tt ¡a Estatua del Libre-pensanuento. tor las bodas y bautizos, si se hace el matrimonio con el ceremonial que copia el Sr. López Bagó. PRECIOS No es tampoco aguado el vino de la consagración. ! A este tenor ne hay detalle ni descripción que I , A los suscritores á LAS DoM»ieAX.n.. i fUno sea inexacta. i'So > En cuanto á la accian, sepa el Sr. López Bago K los no sttscritorek En el extranjero a > iue el incesto entre eacerdotes es considerado por ortuña como un crimen tal, que solo su nombre i Ba Ultramar. a*5o » les asusta de verdad, lejos de producir los comen- K. los corresponsales y libreros cuyos tarios que hacen los curas de su novela, y que n« t pedidos lleguen á seb ejemidarcs. . i'aS » uno solo capaz de lanzar á un compañero suRecibo constantemente el muy instructivo pe- hay yo por este camino. Ya abundan los despreoriódico LAS DOMINICALES BEL LIBRE PENSAMIENTO, y los libre-pensadores no son tan' ARTÍCULOS REUflOSOS Y MORALES que tan dignamente dirigís, y al ver el resultado , cupados, candidos como el P. Fermín, que se crean segucada dia más satisfactorio de una campaña tan j ros de ser delatados P 0 R DEMÓFILO solo por saber que el que puruda como venís sosteniendo en pro del hbre exá- } diera denunciarlos ha tenido un sueño impuro en mea y coalición de los partidos republicanos en 1 esa, mi patria querida, no puedo menos que da- ' que figuraba su hermana. Se han coleccionado «n un tomo los artícalú* Los curas mestizos no son raú necios como Ro • ros un aplauso en nombre de la mayor parte de \ publicados bajo este pseudónimo que han mereman, ni tan ignorantes. Esta es la novela en lo los compatriota.'! residentes en esta ciudad, ha- ¡ ciéndolo extensivo también á Demonio y Rio- ¡ ue tiene de eclesiástico. Por lo que respecta á lo cido mayor aceptación pública, y se venden li de una peseta, eaviaado el importe en se« franco, á la simpática y eminente escritora doña e medico, vale má» que callemos. {Como men- Brecio os (eertifieando la certa) ó en letras á la Admi* Rosario de Acuna y demás colaboradores, que i cionar ni aun para la crítica escenas imposibles, con la lógica de sus argumentos hacen írrefuta- J descripciones de formas humanas ^ de fenómenos aistracion de LAS DOMINICALES. bles las doctrinas de LAS DeMiNicALES. ^ ó funciones naturales, crudezas inauditas, que si al verdadero estudio Por más esfuerzos que haga el clericalismo en no responden . , . ,médico huelEN PREPARACIÓN oponerse ala gran corriente del progreso humano, gan por subidas de color en el social y no tienen que como inmensa ola invade al mundo entero, trascendencia oi objeto en libro alguno, como no LOS SECRETOS DE LA CONFESIÓN quedará arrollado á su paso, y reducido ala im- sea exclusivamente pornográfico. No, la novela potencia. Entonces no podrá menos que confesar I de punta, la que combate.vicios ó plantea probleRevelaciones, misterios, crímenes, horrores, la insonsatez de sus pretensiones y reconocer, t mas no excita, se puede decir mucho más y dccir- monstruosidades^ sacrilegios, aberraciones y ri^ aunqué sean buenos nadadores, que es imposible ' lo sin rodeos ni hipocresía de estilo, pero también diculeces, miserias, problemas y cxtravagaacias nadar por mucho tiempo contra la corriente. sin llegar á la nota satíriacal iQué bien describre humanas, inmoralidades de la moral tdtramoata* na y otros excesos, referidos como el fruto de Dichoso ves, q •. h.-., que con tal semanario \ verdad, Galdós el de lavarse María antes Hoa larga práctica de confesonario. y acto riqueza de detalles, quéEgipciaca convencimiento llenado un gran vacío en mi querida España; por . prestáis tan valioso apoyo á la buena causa; habéis , de ir en busca de su esposo, qué mtencioUj qué lo tarho, me permitiréis desahogue mi corazón j psíquico del tipo, que dura lección al misticisPor CONSTANCIO MIRALTA, Presbitero. mo humillado al fin por la naturaleza y los afecentonando un iViva el libre pensamiento! lAbajo • tos humanosl Ese es el camino. Un tomo én S.* mayor, de esmerada impresión. para siempre el clericalismo, que no tiende más ! Así ao se impugna el celibato ni otra cualquiera que á sembr,»r la cizaña entre las familias, em- Iaberración religiosa. Los curas y todo el munponzoñando las conciencias de la mujer y jísuitas, el ni- ' do religioso habrán visto con lástima desdeñosa no 1 1 Apartémonos de esos hipócritas p C O S DE UN PENSAMIENTO LIBRE, por cuyo afaa es sumir & la mujer *n la ignoráacia aquellas pinturas de tipos y cosas de la Iglesia •*-'Antonio R. García'.Vao. Tomo IV de la nimás supina! Convencido hace mucho tiempo que tan disparatadas. Es probable que á los médicos blíoteca del Libre-pensamiento. Contiene poesías todas las religioucs positivas son ineficaces para les haga el mismo efecto. Los pensadores y las en las cuales se canta á la libertad de pensar y á mi bien, después de haber leido el periódico de personas sensatas, por despreocupadas que sean, los grandes ideales del siglo. Está para agotarse vuestra digna dirección, ne puedo menos que su- si rinden culto á la belleza y la moral, se habrán la primera edición. Precio: una peseta para los phcaro-i hagáis pública, por medio de esta carta, indignado; la verdadara escuela naturalisu habrá suscritores, i'i5 para los no suscntores. A los comi más completa adheiion á las dactriníis susten- dicho, encogiéndose de hombros: ne es eso. rresponsales yhbreros, cuyo pedido exceda d» tadas por LAS DOMINICALES 6Et LIBRE-PENSA6 ejemplares, la misma rebaja que á los suscriLo mismo decimos nosotros, aun después de MIENTO. haber leido los dos ardculos que acompañan á la tores. Q.'. E.-. G.'. A,-. D . - . U . ' . os ilumine para novela, y de estar conformes con el Sr. López bien de la Gran Familia. Bago acerca del juicio de la novela bonita y la ACADEMIA DK PREPARACIÓN PARA Recibid el ab. af '. que os envía un h.-. de la pseudo trascendental de Valera, Alarcon y convuestro h." géneres. El autor de £7 Cura tiene afortunada- r \ carreras especiales, dirigida per D. Jesá Sane mente buen talento y puede ser un gran novelis- de Di^SO- Abada, s i , prlaciMl. Preparación coa»AMADOR CASAORJIN ta: emonces no tendrá que apelar al escándalo pleta/á independiente para las distintas carreras. ni á insertar después de sus producciones artícu- Clases especiales de matemáticas. Se admiten iü* Alian Kardec: g.', a.'. los laudatorios de sus discípulos, «orno el señor temos y pensionistas. Ea k secretaría se fiícilitaa Sava, reo de los mismos delitos que ha cometido prospectos, que también se remiten gratis á proesta vez el Sr. López Bago,—Mtro/to. vincias. f Se ha celebrado en Berlín la tercera sesión del Congreso geoló¿lco internacional, al cual han asistido gran número de geólogos de todas las naciones. España estaba repreitiitadu por el Sr. Vilanova. El principal objeto de la sesión era conocer el estado en que se encuentra el mapa geológico de Europa cuya ejecución fué connada en el Congreso de Bolonia á los señores l^íjyriíh. Hacchecorne, Daubrée, Glordano, Moeller, Moisisovlcs y Topley. La base topográfica, debida al profesor Kiepert, tiene la escala de i/5oo,ooo y se terminará muy pronto. Las coloraciones geológicas que se convinif ron, adelantan con rapidez; fueron y a presentadas las dos hojas centrales del mapa (Alemania del S., Suiza é Italia del N.) coloreadas á mano. Entre los acuerdos de esta sesión, el más importante fué el propuesto por Mr. Neumayr, d e Vlcna: formar bajo loa auspicios del Cofigresoun Nomenclátor palosantologicus en que se indiquen todos los fósiles con sus criaderos y las obras en que hayan sido descritos. Para realizar tan oportuno pensamiento &e nombró una comisión compuesta de los Sres. Neumayr, Roemer, Gaudry, Ethcridge y Zittel. El Sr. Vilanova presentó su Diccionario de términos geológicos, manifestando el d e seo de que se estableciera la sinonimia en todas las lenguas. Durante el Congreso t» celebró una exposición cartográfica que ofrecia entre otras novedades, los admirables mapas alemanes en grande escala, una nueva carta «eclógica del Japón, la francesa de Carez y Vasseur', las de Italia, Rusia, Estados Unidos, etc. Se decidió que la cuarta sesión se celebre en Londres el año 1888. Los partes telegráficos sufren con frecuencia accidentes, por la acción de la electricidad atmosférica; para evitar'os se ha Inventado unos para rayos especiales compuestos de dos hilos de hierro que descienden, uno á cada lado, á 1» largo del poste; están fijos á uhos carches clavados en el leño, se unen á les aisladotrcs por medio de hilo galvanizado j y comunican con el suelo por la parte in- i j ferior. ¡Hasta los postes de madera tienen para- í rayos que les libren de Iss tormentasl ¿Y los periódicos, de oposición cuando se proveerán de para denuncias? Buena falta hace una de fuerza para Lts DOMINICJILES. ODÓN DR BUEN. Al Pensamiento Chispa Je aquel ccríbro Omnipotente Que el espacio pobló de luminares, Irguió del monte la soberbia frente Y dio un tálamo al sel en Occidente Y broncas temp'sstades á los mares; Aéreo, invisible, soberano; Sin límite ni valla ea su camino; Que á través de las sombras seculares Desde la excelsa cumbre á animar vino Un puñado de polvo sucio y vano; Ese es el rayo del poder divino, Esa es la luz del pensamiento humano. El águila caudal cuando se encumbra Mariposa del sol; el centellante Rayo; que rasga y al rasgar deslumhra; La corona impenal, el retumbante Trueno, la nube de topacio ó grana; Las corrientes versátiles del viento Cuando cruzan Ja bóveda lejana, No tienen tu grandeza soberana, Tu augusta libertad, oh! pensamiento. Eterno como Dios, tú te extraviaste Hirviendo en los extragos de la guerra; De tí mismo después te horrorizaste Y á Homero y á Moisés iluminaste Inundando de genios la ancha tierra. El sólido y gallardo monumento, La estatua de los mármoles portento, La lira del poeta vibradora. El pincel, que en los lienzos atesora, Con gracia peregrina, Los visos d« la nube vespertina O las rosadas tintas de la aurora; • La nota que al sonar da movimiento Al aire, y á las almas sentimiento: Las ideas que al mundo prepararon Brillante porvenir y firme asiento, A tu asombrosa actividad brotaron En uno y otro si^lo y ciento á ciento. No tienes más tirano que tú mismo: A ta potente fuerza creadtifa Sacude el orbe cutera el parasismo; Se lanza* de prodigios portadora, La silbante y veloz locomotora Al bordo del torrente y del abismo; ' La nave es de las ondas, ycncedora; Ea el uUer la míquiaa fechiaa; Labra el panal la abeja zumbadora; El suelo se tapiza de verdura; Rompe tus venas la ignorada mina; I^iega el canal sembrados y vergeles; La humana criatura Noble al trabajo la cerviz inclina. Rechaza de mundanas oropeles Las frivolas cadenas, Y coge 4 manos llenas Los frutos, los metales y las ntieUs. La palabra, cautiv»en el alambre, Atraviesa con furia voladora La luz eléctrica hace rápidos progresas á Mares, montañas, bosques y pantanos, Y el osado vibrar del fSrreo estambre bordo de los barcos ingleses. Los navios A todos los humanos acorazados Edinburgh, de 9 i 5 o toneladas y Del Sur arSeptentrion los hace hcrmanps. 7.b20 caballos, Warspite é Jmpeñeuse, de ¡Con qué sublime audacia yo te siento 7 390 toneladas y 8 000 caballos cada u n o , Hervir bajo tni frente, oh psnsamicntol.. Rodney, de 9.700 y 9 5oo, y Colltngivood, Tú con velocidad vertiginosa. de 9 . i 5 o y 9.570 respectivataeate, han «ido Vuelas al lado de la madre ausente; iluminados eléctricamente. Te postras, reverente, las ebúrneas plantas de la hermosa Ctdkt uno de estos barcos reclfchrá instala- , A Que todo un mundo adivinó en mi mente; doñea completas de alumbrado por Incan- Afligido, no ves sin que te asombres áeaccncia y wrá provisto de focos de proyec- Los odios y miserias deloc hombres; Al altar de le patria incienso quemas; ? 3 . I i i I í •** «ion pata lo« caaos de guerra. peores y mejores, máf tontos y mái listos, todo menos 10 que el autor preteud¿; podemos apelar al juicio de cuantos los conocen bien Los detalles, las desc,ripciones de cosas d; la Iglesia resultan completamente faltas de verdad, defectb gravísimo en un libro naturalista, que demuestra á las claras el más prc fundo desconocimiento del medio en que se ha desarrollado la acción. Esta tiene lugar en 1885, pues el prot.igonista cumple 2í años el domingo XI después de Pentecostés, que es 9 de Agosto en el año que va á terminar. Pues bi<n, el joven sacerdote na cantado misa tres meses antes, y esto no puede ser, ni aun con dispensa, porque esta solo se concede á los que han cumplido 22 años y un dia. Ni en Valladolid, ni en Madrid ó Toledo, donde únicamente pudo ser ordenado el héroe, había ningún obispo anciano de cabeza blanca y manos femeninas, ni el obispo es quien dá las licencias, ni dice oracioa ó férmula alguna, caso de que esto haga. No es el presbiterado el que confiere potestad de repárdrla Eúcaf istia, sino el diaconado. Dt el texto parece desprenderse que el autor confunde el acto de la ordenación con el de extender las licencias. Adhesiones E Fundándome en la ley de la adaptación, en una Crónica científica de fines de primavrra, expjiíse la idea de qu>e el comma baciUus importado de la India, en Enfopa, al acomodarse á u n medio dlstintp del que es el suyo, sin variar su morfología por la simplicidad de organización, iba perdiendo poco á poco su acdon mortífera; degenerando hasta solo producir cnfcrmedidcs aquí endémicas parecidas al cólera. Los hechos han venido á demostrar mi fundada suposición. Mr. Fickler (de Bopn) ha demostrado en la última reUniotí de los naturallssas y médicos alenüátiei celebrada en Strasburgo, la presencia del comma en las deyecciones producidas por el cólera-nos tras. D e siete casos de esta enfermedad habidos en Bonn durante este año, s^ ha «ncontrado en seis. Nadie meior que los inédicos podrán reunir datos sobre este interesante punt*. Derribas las diademas! Empolvadas de cesares y reyes, Y engolfado e« difíciles problemas Fraguas otroj sistemas, Otro mundo, otros hombres y otras leyes. Fatigado de rautas emociones Y ansioso de gozar un l>ien más puro, De tu prosa p a y ta valor sef^uro, Te remontas á altísimíis regiones; Recorres los plnnetas d.-l espacio; Analizas al sol en su palacio; Batiendo por doquier las tenues alas Desgarras los crespones de las nubes, Vcki2, tíalkrdo y sin descanso, subes Hasta el trono de Dios, y á El te igualas. Bibliograña El Cura (caso de incesto), novela médico social, j por Eduardo López Bago. La última producción del Sr. López Bago, escritor de batalla que pretende ser el porta estandarte del naturalismo en España, no es la mis á propósito para aumentar su rama:! mas que novela es un pecado literario, un acto de la impenitente obstinación con que prosigue un camino que conducirá á cualquier parte menos al naturahsmo. No discutiremosjsi.'se debe ó ne dar carta de naturaleza en la literatura á las novelas médico socíales, ni si pueden constituir un género; lo que es indiscutible es que sea cualquiera el género que un literato cultive y elfinque se proponga, no debe traspasar ciertos límites, no los impuestos por la hipocresía conservadora de nuestros dias ni 'or el temor rutinario de los que^temen afrontar os grandes problemas, sino los que presenta el respeto que el escritor debe á sus lectores y á sí mismo. Juzgadas están las anteriores produccioaes del Sr. López Bago con gran seveirdad; esta la merece mucho mayor aun bajo el punto de vista del naturalismo. El Cura no es una novela de erte género, ni mucho menos. Si;hay en ella lo que muchos han dado en tomar por naturalismo, nada hay sin mba rao de natural. Algún ángel malo ha aconsejado al valiente novelista que se meta en la Iglesia; es lo peor que podía hacer quien no la conoce. jEs fácil estudiar una doctrina desconocida y asittíilársela, escribir en favor ^ en contra de ella como si I^ hubiera ó no profesado alguna vez; asimilarse toda una clase es algo más difícil. El argumento de la novela no puede ser más sencillo ni tampoco más descabellado é iuverosímil. Un sacerdote joven y creyente y místico vive con su hermana, jovca bermosf y ardiente, decidido á guardar''la casti-^ dad perpetua que le prescriben los cánones. Los naturales impulsos de la carne azuzados por la castidad absoluta y por la presedcia de la joven hermana, qUe vive en el abandono de la inoceneia, le preparan para el vicio, y los consejois y mal •jemplo de otra cura viejo socáriron y descreído^ ambarraganado con una supuesta sobrina, le cea-^, dueen nada menos que al incesto. El espect&culó < de una boda es lo que, después dt varías ocurrencías á cual más inverosímiles, acaba de turbarle y le pone en estado de cometer el crimen. De los cuatro pcrspuajes que figuran en está ficción, tres son totatmennte'finsoí; la sotiriúa positiza del cura viejo es la única figura bien delineada. Mal pintados los hombres: no podía ser de otro modo, son eclesí Hiicos. El inteligente que lea la novela conocerá que su autor ha pasado algún tiempo leyendo libros de teología, cánones, mística y limrgia, que es cabalmente lo que hay que hacer para no conocer la Iglesia y sus gustos. Por estO los dos elérii o s referidos y otros que pululaapotr la sacristía, j f hablan, piensan y se mueven de un modo mi(y distante de la realidíd; los curs« no son así, sóa Corrispoádencil administraÜTa PROFESORA DE INSTRUCCIÓN PRI' ^mariai, elemental y superior, para niñas. Lecciones particulares ea su casa ó i domicilio. Los que deseca que sus hijas, además de la ensefiansa en las labores de su su sexo, sexo,.reciban la instruccioat desde la más superior, vcoa aesae mas rudimentaria ruuimentaria á « la •« auj^nvi, »»— » — elevada y seria moral y el criterio ilustrado de nuestro 'siglo, sin mezcla de preocupaciones y fanatismo, pueden dirigirse á esta profesora. Las señas ea la Redacción y Administracioa de L*» Alclrs.—F. N.—Cubierta luscrioloi i fin del presente mes. Tingar.—J. A. A.—Idank id. •OMINICALKS. , Oibraltar.—J. H.—Mam ifiaOctubre del 88. Medina Sidonla.—U. D.—ídem i Sn Setiembre «itlm*. Alaaje.—D. de It.—Cubierta la de V. tfinEnero del 88. T TNA DISTINGUIDA SEÑORA, DIGNA BAHeebe el pagre S £I Gioto, euyo recibo envié. '-'jo todos conceptos de consideracioa y respet^ PoUensa.—N. d« C—Qtie<ia Y. amerite i a» Febrero ha establecido ua taller de modista en la calle «•* del 86. Sorda, núm. ag. pi?o cuarto derecha; la recojne»Tamarlta.—F. R. R.—IdeU Afinde Abril deid. damos á las familias de nuestros correUgionariOib Orao.-TFw r.—F. P.—Mem 4flaMayo de M. Segures de que las señoras que utilicen ios itriir oíos dé nuestra recomendada, haa de quedar toxf Centa—J. B.—ídem d* Enero Id. satisfechas'de s« kaUlidad, buea guste y ecen Palma.—J. B.—ídem Febrero de id. Remití náÉeroa. nomía. VlUahtteva.—J. D.—ídem i rn del presente alio. Lavadores—R. C—ídem id. VímiÜ Moiftfivlmo. Ckamia-F. R.-^Idesi iflade Boero delSS. CUSCRICION A tLAS »€WMINICALES» Kl Jetea.—U. • . R..^SeelbMaa lO'&O pwMtaa 4«»d«]o abo'íarceloaa.—Aquellos de nuestros correllg»* '^Rflrcelona.-^.Aav sadas en onents. aatiosde Barcelma que deseca suscribirse^tt** Albit|iierqne.—R. C.-Hem J1W. Remití Ubres oertlfi. dea dirigkse 4 auestre «lerido amigo D. F « g ' eádea. , • ,..'j . cisCo^R. de Moaeada, ea la Rambla deSaat* M»* Barnielo.-J. R.-Idem l'TO ptseUa 14. nica, núia» a, priacipal. Jttiva.-V. P. C.-ldemlO 501*. Aleáli dé lá-Tí|ra.-C. F.-W*m 8 y aert íerviao. Bír6el¿áa.-^F. s i de M'..i«Raelbida «u atenta y valore* ^ B L í O T E C ^ O l E t S t l ^ PÓ» FRANClSCi tna';dáteeá'etlattta."' ''''-'>' -.. , J A r w W y ü a . 2 ó t a o J i Víí'irpar* rñr. Precio» ^Valehois;—ti. Ch.—La Mntlsiea dei fendoa pueda iiaaer- doirealc*. AditoiaistAdeíi: CoiwÉpicioá J*'*'^ le e» Ubraata a mi nembrs; ma, j^," «.•fatqtderda. üía volúmea measual. Loe Véra.-rB.jr L.-^Tomtaetaíy servir* pedid* (|e«aaai- t r « tomos del trimestre, UNA FEMTA para w* A|gecirM.-C. B,-I(n. ml^podír 18'li pe»otas qnt aboa^ luicrituriKeatodaEspá&a. ' . eñ ouenU, y t^aik ésta.nivílal* pdr l í d , OctttSfe:*'^'* ^ '•" ' • ' • ••' i..,i.<ui! Ji . f ' » - ^ ' Rmbieioade M « á . - r . Bi-Jinátaakí )aiíMkinúi'l«M»i' • : ' I ' •>^^'- '•••'• NAS¿f<ORA WClNA*KiüSTRADA 4***í etoMs iiae avisa'. LeS preólea if e«nsttk«n á la eabei» del porUWico. •• --• ÍO-' -'líf- .''' : . -;; scá'éolOciu^dé ái«ia'd黿4b*«rao,-aya-?*'«^';' (Lkiares.—J. L.—Renovada fUSeHtiaBt da I. L. par sn sem^wbrK Renniri oportanameate ^ pedid» qn* bao* de ittla'aboaea.tSe;davaz«a!en,la AdaoáautssMMf la oltra «i^pr*ns»..%T«(o« lie (o <7^M^^ > e este periédico^ ^ c a la calle de Lcgaaito%.< Milaira.—J. de Q.—Heeba la variación en la fa]a núm. 2Í% piso 5.* Minas da ViUaguUerrax,—F, C.—Ottblartá aasortolen A fln del pasada Oetabrei ' ".' X^JCtSPTÍCiSId&POLlTlCOSB Lé^GUm i Corufla.-J. M.-iRemlt{ tlbtw: '" **»^-.'^ T»rMv<n>a.-F. Li.^lAeftidV*Bn)«A«tyqiB* «MaRfea JC»« obrera. Folleto republicaa» de Teat^eMflBo m^i^ Rem4|l'«l ««««re M ^ e A ^ b U e S ^ e M t l v e . ')>^. :>lÍA4niaistr8don, al pieck» de i» céatimos de e** \ Cirdoba.—R. A. S.>CoBt«T«*Utt na todo. Ba brvre wtt. «tilisar* sas-.boitaM servielea, Oraclae.^ Tomelloao.—M. O.-Servt |iedldo de libro». r\ICCIONARlO DE MEDiqNA,» GflllWjM' BMartes.—F-M.—Coaplaoidé. *JéftígÍvne Veterinafi», por i.^ H ^ J . H ú r i l » •raeía.-J. Ó.-Hesl» la variante en la f^a. ^ D*Arboval, corregida y aumentada por A.,,¡lfmt^ CíReal.-P. S.-Remltl La SUm, SÍot y Artfeulfs *«»*. ddLObra ilustrada con hermosas láminas al ero* gfotoí y WofaUl. ' ,' mo, cuadros litografiados v r.6oo grabados. T f ^ SevinR.-*-R. Sí.-í-Récibida su aiínti.'cáíjfortte. Torrejon de la Calzaía..-L S-^Remití núttiero p«dido ¡dvffiida por una sociedad de profesores dirigido» por D. Juan Tellez Viceut, catedrático de la Esy continúa sirvUndose la snscrlclon. ... Mírela.—R. M.-Rscibidas 8'80 peaetais que d<0o abo- cuela de Veteríharia de Madrid. Se piíhlicárá por cuadenít«-a* ( # págiaaa, «l' nadaa'..-'"' redo de Una peseta cada cuaderno. Puntos ó» "Legtoao'.—ict. Z,—Idem'Wtá.-' ''"• ''--••"-•-s-'j. ;',.'.v u|cr^oii! Madrid^ Plaza de Ministerios, a, y « ^ Hneaea.^F. S.-Idem 881 qn» ^ r í n ailtíbaiail?'*'*"' t ^^ÍÍ%J" - Oranollers.—J. B.-^Tomada nota y le páiári áVlM va : laépñacipaleslibrwÍM. tiempo opertHDo. Isipmis «I X. AUfale. Ha Tls«M i # N M A 7^ B sbaa «.-Bairegtt* les UW«s p«(Ud6s á la p^sma ««• •'' ^ U 2 á III l¡ i m .11 I III' I I i, y ; H 1.1 ! ^ ^ .'. I 'I f . 1 .. '' " • '' -'