INTERNOS interior_51 23/3/10 17:35 Página 11 PRÁCTICA NOTARIAL ANÁLISIS DEL INSTRUMENTO PÚBLICO 9ª PARTE RAMÓN INFANTE GARCÍA-CONSUEGRA Oficial de Notaria (jb) – Madrid LA PARTE DISPOSITIVA L a parte dispositiva es la tercera parte o sección de la escritura pública y está destinada a recoger la voluntad de las partes y a articular el negocio jurídico que motiva su otorgamiento. Por lo tanto, las dos partes anteriores (comparecencia y exposición) se subordinan a esta y no tienen otra misión que servir a ella. En esta parte se formaliza el negocio que lleva a las partes a la notaría y se pactan las condiciones de la compraventa como veremos a continuación. En la compraventa, hay dos elementos reales “la cosa” (finca o derecho que va a ser objeto de venta) y el “precio” (cantidad que se paga). Por lo tanto, la obligación principal del vendedor es entregar “la cosa” y la del comprador, pagar “el precio”. Con lo anteriormente expuesto, ponemos fin a lo que denominamos la “parte expositiva”. Le sigue la parte “DISPOSITIVA” que es aquella en que se relacionan las cláusulas o estipulaciones en que los otorgantes formalizan el negocio jurídico en cumplimiento de la voluntad por ellos pactada, que enlazaremos con la parte “expositiva” de la escritura, con esta, o parecida fórmula: “II.- Los señores comparecientes, según intervienen, tienen convenida la compraventa de la finca antes descrita que formalizan conforme a las siguientes ESTIPULACIONES (o cláusulas): Comenzaremos por transcribir el art. 176 del RN: “Art. 176.- La parte contractual se redactará de acuerdo con la declaración de voluntad de los otorgantes o con los pactos, o convenios entre las partes que intervengan en la escritura, cuidando el Notario de reflejar con la debida claridad y separadamente los que se refieran a cada uno de los derechos creados, transmitidos, modificados o extinguidos, como asimismo el alcance de las facultades, determinaciones y obligaciones de cada uno de los otorgantes o terceros a quienes pueda afectar el documento, las reservas y limitaciones, las condiciones, modalidades, plazos y pactos o compromisos anteriores. La aceptación de la oferta a que se refiere el artículo 1.262 y de la estipulación a favor de tercero del artículo 1.257, la ratificación del párrafo 2.° del artículo 1.259, todos del Código Civil y, en general, la adhesión a todo negocio jurídico, cuando en las escrituras matrices no aparezca la nota que las revoque o desvirtúe y la Ley no exigiere expresamente el requisito de la unidad de acto, podrán formalizarse mediante diligencia de adhesión en dichas matrices, autorizada dentro de los sesenta días naturales a contar desde la fecha de su otorgamiento, o en escritura independiente sin sujeción a plazo”. El Notario, como determina el párrafo 1º del art. 147 del RN “redactará el instrumento público conforme a la voluntad común de los otorgantes, la cual deberá indagar, interpretar y adecuar al ordenamiento jurídico, e informará a aquellos del valor y alcance de su redacción …” El 2º párrafo del mismo artículo, dice “Lo dispuesto en el párrafo anterior se aplicará incluso en los casos en que se pretenda un otorgamiento según minuta o la elevación a escritura pública de un documento privado”. Es principalmente en esta parte “dispositiva”, donde el Notario tiene que usar de su especial preparación técnica, ya que tiene que convertir en preciso lenguaje jurídico las muchas veces incorrecta expresión que suelen usar las partes al declarar su voluntad. Por lo tanto el Notario al redactar el documento y, principalmente la parte dispositiva, debe hacerlo con absoluta claridad y veracidad. 11 INTERNOS interior_51 23/3/10 17:35 Página 12 PRÁCTICA NOTARIAL La Sentencia a que nos referimos en números anteriores, también ha suprimido el segundo párrafo del art. 147 del RN que aparece en cursiva subrayado en el párrafo anterior. Según esto, parece que la función del notario a que se refiere el primer párrafo, no es de aplicación a los casos en que se le presente una minuta para redactar la escritura conforme a ella, ni cuando eleve a escritura pública un documento privado entregado por los otorgantes. Es en la parte “dispositiva”, donde el Notario tiene que usar de su especial preparación técnica, y convertir en preciso lenguaje jurídico las muchas veces incorrectas expresiones de las partes Ante esto, debemos hacernos una pregunta ¿la supresión del citado párrafo segundo quiere decir que el notario no deberá entrar en la legalidad o ilegalidad de la minuta que le entregan para redactar la escritura, o del contrato privado que eleva a público?. Si esto fuera así, ¿Dónde quedaría el control de legalidad que le impone el art. 145 del RN, en la redacción de las escrituras?, ¿acaso no tiene rango de escritura la redactada conforme a minuta o el contrato que se eleva a público?. ¿El notario está obligado a aceptar lo que se le lleve escrito?. Parece descabellado. Pero si no es así, ¿Qué sentido tiene la supresión del citado segundo párrafo?. Espero que muy pronto nos lo aclaren. “Lo dispuesto en el párrafo anterior se aplicará incluso en los casos en que se pretenda un otorgamiento según minuta o la elevación a escritura pública de un documento privado”. Cada vez es más frecuente que los otorgantes vayan al Notario asesorados por un Letrado, y en ocasiones, incluso con un proyecto o minuta relativa al acto o contrato que someten a su autorización, o con un contrato privado para su elevación a escritura pública. Si este es el caso, parece que está claro que el notario no podrá limitarse a redactar la escritura según la minuta que le han facilitado, ya que el art. 147 del RN reafirma la labor del notario en cuanto a la redacción y asesoramiento y esta labor subsiste en los casos de otorgamiento según minuta, o de elevación a público de un contrato privado. Por lo tanto, el notario, no podrá aceptar minutas que no se correspondan con la legalidad, contengan incorrecciones o sean insuficientes para la eficacia del negocio jurídico que se va a documentar. En el caso de minutas ilegales el notario no deberá autorizar el documento, pues el art. 145 del RN le impone el control de legalidad, por lo que en el caso de minutas incompletas o incorrectas, el notario tendrá la obligación de informar a las partes sobre el alcance y efectos de la minuta y completar o rectificar lo que sea procedente haciendo las reservas y advertencias pertinentes, dejando constancia en la escritura de que ha sido redactada conforme a minuta y si le constare, “tam- 12 bién” consignará la parte de quien procede ésta, como determina el tercer párrafo de este artículo, que no ha sido suprimido. La autorización del instrumento público, tiene carácter obligatorio para el Notario a quien se sometan las partes. La negativa del Notario sólo puede proceder en estos casos cuando pretendan imponerle fórmulas o minutas que atenten contra la legalidad del negocio jurídico que documente, o no lo expresen con suficiente claridad para que cumpla los efectos jurídicos deseados por ambas partes, sin perjudicar los derechos de personas que no intervengan en el documento. Como se desprende del segundo párrafo del art. que comentamos, la ratificación por personas que no estuvieron representadas con poder suficiente, las adhesiones al negocio jurídico cuando éste por Ley no requiera la unidad de acto y cualesquiera aclaraciones complementarias que hubiera que hacer al instrumento público, podrán formalizarse mediante diligencias a continuación, siempre que se formalicen dentro de los sesenta días naturales a contar del otorgamiento de la escritura. Si se formalizan en escritura, no estarán sujetas a plazo, salvo INTERNOS interior_51 23/3/10 17:35 Página 13 PRÁCTICA NOTARIAL que antes de la ratificación se hubiera revocado o desvirtuado el acto o contrato que se debía de ratificar para que surtiera todos sus efectos. La fórmula de la diligencia es muy socorrida y habitual. Hay veces que no se aporta un determinado documento en el acto del otorgamiento (recibos de contribución para la referencia catastral, exhibición de la copia autorizada del título, el poder que se manifiesta y que no exhiben o lo hacen con una copia simple, fotocopia o testimonio, la ratificación del cónyuge de una de las partes intervinientes para ratificar; la ratificación del representado verbalmente, etc.). En estos casos, se hará la advertencia oportuna en la escritura mediante la fórmula “advierto a los comparecientes, que la eficacia de esta escritura, queda condicionada a la exhibición o aportación de la copia original del poder invocado por D. ..... lo que se hará constar por diligencia a continuación de la presente”. No siempre los efectos de la escritura quedarán supeditados a la aportación o exhibición de un determinado documento. Por ejemplo, la no exhibición del recibo de contribución, o del certificado de la comunidad que justifique estar la finca objeto de venta al día en el pago de las cuotas, la no exhibición del título original al Notario para que éste ponga la nota de que ha sido vendida la finca, etc., no resta valor o efectos jurídicos al instrumento público. Pero la no ratificación de una persona que ha estado representada verbalmente puede provocar su anulación, además de no poder acceder al Registro de la Propiedad. Y la no exhibición de un poder invocado para que el Notario lo haga así constar, impedirá igualmente la inscripción en el Registro correspondiente. La diligencia de exhibición o de ratificación, a continuación del instrumento público, es elemental. Cuidando en los casos de comparecencia de una persona para ratificar la representación verbal alegada por su representante o/y el contenido de la escritura, de dar fe de conocimiento por los medios admitidos por la Legislación Notarial y el juicio de capacidad. Un ejemplo de diligencia podría ser el siguiente: “DILIGENCIA.- Para hacer constar, que hoy ..... de ......... de ..... comparece ante mí D. ....... (circunstancias personales), a quien conozco (o identifico ....) y juzgo con capacidad legal bas- tante para este acto, al efecto de manifestar como hace, que ratifica la representación verbal alegada en su nombre por D. ........ y el contenido íntegro de la escritura precedente, que declara conocer. Del contenido de esta diligencia que he leído por su elección al compareciente que la aprueba y firma, extendida en este folio ...... yo el Notario, que signo, firmo y rubrico, doy fe”. Si la diligencia fuera simplemente para exhibir al Notario un documento que se ha citado pero no exhibido en el otorgamiento, es más simple ya que no precisará de la comparecencia de ninguna de las partes. El texto podría ser el siguiente “DILIGENCIA.- Para hacer constar, que con fecha de hoy, se me exhibe y devuelvo, copia autorizada del poder invocado por D. ..... (o recibo de contribución o copia del título, etc.), en el documento precedente, apreciando yo el Notario la concordancia del mismo con las manifestaciones efectuadas por dicho señor. Yo el Notario, que signo, firmo y rubrico, doy fe.”. O cuando proceda, se dirá “del que deduzco fotocopia, idéntica a su original, que dejo unida a la presente. En los supuestos de elevación a escritura pública de un documento privado, el artículo 147 del RN en su segundo párrafo también garantiza la labor del notario. Debemos tener en cuenta que mediante la elevación a escritura pública del contrato privado, este, queda convertido en escritura pública con todos los efectos de esta. No podemos confundir la “elevación a público del contrato privado” con la “protocolización de documento privado”, la protocolización se hace mediante “acta”, no mediante “escritura” y su finalidad es la de mera conservación o la de probar su existencia en una fecha cierta, que es la del Acta. La parte dispositiva en la que nos encontramos es, como hemos dicho, la tercera parte de la escritura y está destinada a recoger la voluntad de las partes y a articular el negocio jurídico que motiva su otorgamiento. Comprende una serie de “cláusulas” o “estipulaciones”. La primera, es aquella en la que se produce por voluntad de las partes, la venta o transmisión del inmueble objeto de la escritura que desarrollaremos en el siguiente artículo. 13